OPORTUNIDADES DE INVESTIGACIÓN PARA ESTUDIANTES Boletín Informativo del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias
Año académico: 2014-2015
Número 1
octubre 2014
LA IMPORTANCIA DE LAS REDES DE MENTORÍA: LA COMUNIDAD DE APRENDIZAJE COMO ESENCIA DEL ÉXITO ESTUDIANTIL Autor: Eduardo A. Lugo, Ph.D. “Conceptualizamos la mentoría como el uso sistemático de las redes interpersonales para promover el desarrollo académico, profesional y personal. Estas relaciones ocurren en múltiples niveles y a través del tiempo”. (Bernal & Lugo, 2008) “Through others, we become ourselves”. (Vygotsky)
Una parte fundamental en nuestro crecimiento como estudiantes universitarios es el desarrollo de relaciones de mentoría saludables. Esto se hace más relevante en un contexto socio-histórico y económico de alta competitividad por espacios en programas graduados y subsecuentemente empleos en nuestras áreas de estudio. Es mediante las relaciones de mentoría efectivas que podemos crecer en conocimientos, identificar recursos (ej. económicos, humanos), y adentrarnos en una red profesional que tiene el potencial de afectar nuestras vidas a largo plazo. Sin embargo, cada día se nos hace más complicada la tarea de identificar, establecer y sostener relaciones de mentoría saludables y mutuamente beneficiosas para el mentor o mentora y el/la estudiante. El acto de identificar mentores y mentoras en la educación subgraduada, se ha convertido en uno de los grandes retos del estudiante contemporáneo. Las razones para esto son múltiples. Entre ellas tenemos que: 1) las diversas responsabilidades de
los profesores y profesoras que limitan su tiempo para una mentoría efectiva (ej. cursos, participación en comités, investigación, publicaciones, mentoría); 2) la falta de preparación de muchos profesores y profesoras para ser mentores y mentoras; 3) la desvalorización de la mentoría por parte de las instituciones, y; 4) la desinformación de los y las estudiantes acerca de la necesidad de estas relaciones y los factores que las potencian. Todos estos elementos hacen de los procesos de mentoría, procesos casi heroicos por parte de todos los involucrados. Los y las estudiantes, muchas veces, llegan al contexto universitario con una visión bancaria de la educación en donde la relación estudianteprofesor/a se centra en el salón de clase. La relación con el profesor o profesora es una donde se enfatiza el conocimiento que este imparte, a modo que resulte en una buena calificación. Por ende, el conocimiento que tiene el/la estudiante de lo que es una relación de mentoría, sus retos y beneficios, tiende a ser limitado o ninguno. En mi experiencia, la mayor parte de los y las estudiantes comienzan la búsqueda de una relación de mentoría tarde en su desarrollo subgraduado, motivados por la ansiedad de conocer de repente que necesitan experiencia en investigación para entrar a escuela graduada. Y he
aquí el acto heroico por parte de los estudiantes. Este acto involucra, en medio de la ansiedad de un futuro incierto, el identificar un profesor o profesora que los “acepte” en su investigación y que les provea mentoría durante el tiempo que les resta. Esta falla del proceso universitario genera grandes presiones en el estudiantado y en los profesores y profesoras. Este es un problema serio, que por décadas, han acarreado nuestros programas subgraduados. Algunas recomendaciones para atenderlo a nivel institucional son: 1) la priorización de las relaciones de mentoría a nivel institucional. Esto se logra diseñando actividades que informen al estudiante desde su primer año acerca de la importancia de las mismas e incentivando a su vez al profesorado a través del peso que se les da en procesos evaluativos de ascenso de rango; 2) generar iniciativas desde el estudiantado para orientar y mentorear estudiantes desde su inserción en la universidad acerca de la necesidad de establecer relaciones de mentoría; 3) establecer una política clara de las expectativas institucionales acerca de la mentoría; 4) adiestrar a los profesores y profesoras para fortalecer sus destrezas de mentoría, y; 5) adiestrar a los y las estudiantes para fortalecerlos/as en conocimientos y destrezas que los ayuden a potenciar estas relaciones.
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LA IMPORTANCIA DE LAS REDES DE MENTORÍA: LA COMUNIDAD DE APRENDIZAJE COMO ESENCIA DEL ÉXITO ESTUDIANTIL
Otra limitación en este proceso tiene que ver con la ideología de que el mentor o mentora es este “héroe o heroína” que posee todos los recursos para apoyarnos en nuestro desarrollo. Esta visión es completamente errada y limitante. El mentor o mentora es un recurso en nuestro desarrollo educativo y personal. Admito, es un recurso muy importante, al igual que el mentoreado/a es un recurso importante para el mentor o mentora. Sin embargo, nuestra visión de la mentoría debe estar matizada por el entendimiento de que el/la estudiante tiene una gama de necesidades que una sola persona no puede atender. El mentor o mentora efectiva conoce esta realidad, y tiene como objetivo ayudar al mentoreado a crear redes de mentoría que fortalezcan el desarrollo del estudiante. Estos otros recursos pueden estar en la misma universidad o pueden encontrarse en otras universidades del país o en el extranjero. El mentor o mentora enlaza al estudiante con estos otros recursos a través de correos electrónicos, trabajos conjuntos (ej. proyectos de investigación), internados de verano, conferencias, o a través de actividades formales o sociales de naturaleza profesional. En el proceso de crear redes de mentoría el estudiante no debe ser un ente pasivo. Todo lo contrario. El estudiante debe tomar la iniciativa de identificar investigadores e investigadoras a nivel mundial que trabajen con su tema de interés. Dos aspectos importantes de esta aseveración que quiero puntualizar. Primero, no limite sus posibilidades de mentoría a investigadores e investigadoras en Puerto Rico o Estados Unidos. La generación de conocimiento en nuestras áreas de estudio es un fenómeno globalizado el cual usted debe aprovechar. La oportunidad de colaborar con
personas a nivel mundial es una muy estimulante y descolonizadora. Segundo, usted puede identificar a estas personas a través de conversaciones con sus mentores o mentoras en Puerto Rico o virtualmente mediante búsquedas de literatura en su tema de interés. Luego de identificar a estas personas, el estudiante debe enviarle un correo electrónico donde se presente, dialogue acerca de su interés de posiblemente trabajar con él o ella en un internado de verano o en escuela graduada e incluso hasta solicite artículos de su autoría. Este proceso produce ansiedad en algunos estudiantes que no se atreven a escribirles a estas personas. Sin embargo, ¡se sorprenderían la cantidad de veces que estas personas contestan estos correos emocionados de que a un estudiante de otro país le interesa su trabajo! Todavía en este punto de mi carrera, esta es una de las maneras más efectivas de iniciar posibles colaboraciones. Generalmente, este contacto por correo electrónico con este mentor o mentora virtual, resulta en conversaciones por este medio o por programas como Skype o Facetime, acerca de temas como: 1) estrategias para desarrollar o enriquecer su proyecto de investigación; 2) información sobre conferencias y adiestramientos; 3) sugerencias para escuela graduada, y; 4) información sobre becas u otras oportunidades para el estudiante. Finalmente, en el proceso de ser mentoreados aprendemos a mentorear. Es a través de las relaciones saludables de mentoría que aprendemos acerca de cuáles son las características que deseamos en un mentor o mentora. Estas experiencias nos ayudan a forjar nuestra propia identidad. Esto no se logra emulando, al pie de la letra, a nuestros mentores y mentoras, sino mediante un proceso reflexivo continuo donde
identificamos las fortalezas de nuestras relaciones y aquellas áreas de crecimiento. Cómo indica la cita de Vygotsky al inicio de este artículo, “through others, we become ourselves”. Si bien es cierto, que la relación de mentoría puede perdurar toda la vida, permutando en cada etapa de desarrollo, su función es lograr la individuación y no la dependencia. El estudiante debe, en ese dinamismo, forjar una identidad propia que le permita crecer y ser exitoso. De la misma manera, al encontrar la satisfacción en esta relación, el estudiante se convierte en mentor o mentora de otros estudiantes con menor experiencia que necesitan la mentoría de personas que hayan navegado este proceso exitosamente. Al estudiante le digo, que su pasión por mentorear a otros/as contribuirá en la formación de una universidad más solidaria y a generar una comunidad de aprendizaje que valore el dinamismo de las relaciones de mentoría. *El profesor Eduardo A. Lugo Hernández es Psicólogo Clínico Comunitario y Catedrático Auxiliar del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez.
APROVECHA LA OPORTUNIDAD DE CONTACTAR A MENTORES Y MENTORAS VIRTUALES DEL PROGRAMA BRIC EN EL SIGUIENTE ENLACE: www.cayey.upr.edu/iii/node/141 Información adicional Dra. Jessica Gaspar - jessica.gaspar@upr.edu Dra. Mariluz Franco - mariluz.franco@upr.edu Programa Building Research Infrastructure and Capacity Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias Universidad de Puerto Rico en Cayey
www.cayey.upr.edu/iii/ 787-738-2161 | Ext. 2615, 2616 | bric.cayey@upr.edu “Funding for this conference was made possible (in part) by P20 MD006144 from the National Institute on Minority Health and Health Disparities. The views expressed in written conference materials or publications and by speakers and moderators do not necessarily reflect the official policies of the Department of Health and Human Services; nor does mention by trade names, commercial practices, or organizations imply endorsement by the US Government".