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Relaciones Perú-China

Lazos

de antigua data

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Entresijos de la relación diplomática de Perú y la República Popular China, que conmemora medio siglo pero tiene antecedentes más antiguos.

Escribe Sergio Carrasco

Hubo no pocos miembros de la colonia china en el Perú a los que las noticias posteriores al 2 de noviembre de 1971 dejaron de una pieza. Ese día el Perú y la República Popular China, tras una veintena de años desde el repliegue del Kuo Min Tang o KMT (中國國民黨 中國國民黨) a la isla de Taiwán, establecieron vínculos formales oficiales conforme al derecho internacional, consolidando un no del todo inesperado acercamiento que se produjo apenas unos meses antes.

ıASOCIACIÓN PERUANO CHINA

FOTO: SHUTTERSTOCK

No fue el hecho que se establecieran relaciones diplomáticas entre los dos países situados en las antípodas, ligados de facto por la gran ola migratoria gestada a mediados de la década de 1840, y que se da por iniciada en 1849, lo que llamó la atención. Más aun, no fue la primera vez que ocurría un suceso similar. Lo que causó sorpresa, y acaso desasosiego entre algunos, fue la deriva del KMT.

En rigor, esa fue la tercera vez que ambos países –si bien bajo distintos regímenes- entablaron relaciones diplomáticas. Las primeras se remontan a 1874, cuando China estaba bajo la administración de la dinastía Qing. Para entonces, cabe recordar, habían pasado buenos 25 años desde que acoderó en el Callao la embarcación danesa “Frederick Wilhelm” con los primeros 75 culíes chinos que llegaron al Perú, como inadvertido anuncio de lo que sería la constitución de la mayor comunidad china en la región.

Estas (primeras) relaciones tuvieron su piedra angular en el Tratado sobre Emigración y Comercio, denominado Tratado de Amistad,

Comercio y Navegación entre

Perú y China, firmado en Tientsin (puerto marítimo y puerta de entrada a Pekín, hoy Tianjin, 天津 天津) el 26 de junio de 1874, tras

“laboriosas negociaciones” con el funcionario chino más notable, el Plenipotenciario imperial, Li Hung Chang o Li Hongzhang. La primera respuesta al acercamiento peruano del príncipe Gong, especie de primer ministro, había sido negativa, y el general Li Hongzhang exigió la impracticable repatriación de todos los chinos en el Perú.

Consejero Shih Yuming o Yuming C. Suez: Dirigió las relaciones diplomáticas de la República China en Perú, en calidad de Encargado de Negocios, en 1924.

A partir del acuerdo se hizo posible uno de los propósitos centrales del mismo: el establecimiento mutuo de representaciones diplomáticas y consulares para la protección de los ciudadanos de ambos países. La atención de los asuntos diplomáticos, sin embargo, quedó por un largo tiempo en manos del embajador chino acreditado también en Estados Unidos y residente habitual en Washington, y del Encargado de Negocios, él sí instalado en Lima. Se sucedieron en este cargo en esos primeros años: Shu Cheon Pon, Ling I. You y Woo Chen.

No obstante los múltiples asuntos derivados de la nutrida colonia china que demandaban atención in situ, la Legación China tardó en operar en Lima en presencia del funcionario de más alto nivel. Los primeros ministros acreditados en el Perú (y EE.UU.) fueron Chen Lan Pin (quien no llegó a pisar Lima a causa de la Guerra del Pacífico), Cheng Tsao Yu (quien presentó sus credenciales en 1884 y dio impulso a la Sociedad de Beneficencia China), Chang Yen Hoo y Tsuy Kwo Yin.

La segunda etapa corresponde al convulso período de la China nacionalista que dirigía el Kuomintang. A diferencia del Estado imperial chino, que no había brindado la debida y esperada protección a sus súbditos más allá de sus fronteras, el nuevo Estado chino mostró mayor interés por sus ciudadanos en ultramar, muchos de quienes, por lo demás, o habían tenido alguna participación en rebeliones previas o habían extraído de sus bolsillos lo suyo para contribuir a la derrota del régimen imperial.

Esta nueva etapa trajo también un cambio en el flujo migratorio. Después de 1912, entre los ciudadanos chinos que llegaban había también pequeños y medianos empresarios y familias de comerciantes, quienes ocuparon ostensible mejor posición económica y social que los culíes.

La identificación de la comunidad china en el Perú con el gobierno del Kuomintang se había robustecido no solamente a raíz de la revolución republicana iniciada en 1911, sino también con la defensa que aquel lideró contra la invasión de Japón. Adicionalmente, hay que recordar que la base de operaciones del KMT bajo Sun Yat Sen fue precisamente la ciudad de Cantón y desde ahí irradió al resto del país.

La filiación de la comunidad china en el país con dicho gobierno se expresaba manifiestamente con

Al medio, Jiao Ruoyu, primer embajador de la República Popular China en el país, en retrato oficial.

la sola existencia de instituciones como la escuela “Sun Yat Sen: Nacionalismo, Democracia, Bienestar Social”, en Lima, la Escuela de Enseñanza Sun Yat Sen, en Ica (1929), que funcionó en la calle Libertad 10, en el local de la Beneficencia China, y el colegio “Diez de Octubre”. El nombre del primero y del segundo hacía explícita referencia al primer presidente de la República de China y fundador del Kuo Min Tang, y el del último aludía a la fecha del llamado Levantamiento de Wuchang (actualmente parte de Wuhan), inspirado en las ideas de Sun Yat Sen, que aceleró la debacle de la dinastía Qing, la abdicación del niño emperador Puyi y el establecimiento de una república. La adhesión también se vio reflejada en la fundación, el 3 de abril de 1926, del Serie filatélica conmemorativa del 35 aniversario Kuomintang local, en el jirón Junín de las relaciones Perú-República Popular China. 836 del Cercado de Lima, por un grupo de nacionalistas y de –según Humberto Rodríguez Pastor– centenas de ramas similares en todo el país. La junta directiva del Kuo Min Tang basado en Lima para el período 1929-1930, estaba integrada por Nicanor S. Wong, presidente; José Jhong, tesorero; Carlos Pun, vice-tesorero; Juan Wong, secretario de Actas; Carlos Wong San, vi-

ce-secretario de Actas; Kon Chi Men, relator de Actas; Alfredo Wong, vice-relator de Actas; Manuel Li, director; José Chiu, vice-director; Toribio B. Jhong, secretario del Exterior; Gregorio Wong y Ricardo Goyoneche, vice-secretarios del Exterior; Juan León, Ricardo Chang, Carlos Wong San, Kon Chi Men, vocales; Toribio B. Jhong, Gregorio Wong, Ricardo Goyoneche, traductores; Chan Su Loo, inspector; Luis León, sub-inspector. Personajes destacados de la comunidad china en el país, como Aurelio Pow San Chia, presidente de la Beneficencia China y de la Asociación de Comerciantes Chinos y cabeza de la empresa Pow Lung, prestaban su apoyo a la rama local del KMT.

Esta adhesión era manifestada a través del semanario Man Shing Po fundado en 1911 y transformado en diario en 1917, que, dirigido por Packing Lau y Eugenio Chou, estaba firmemente comprometido con la causa republicana. En la vereda opuesta estaba, al parecer, el periódico Cau Kuoc Po (La Gaceta China) bajo la dirección del herbolario Alberto Li, graduado en la universidad de Cantón. De mayor prestigio entre miembros de la colonia china e impreso en fino papel, según una nota publicada en La Crónica, en él se filtraban ideas monárquicas “bajo un velo mercantilista”.

Las relaciones se interrumpieron en 1949, con el triunfo de Mao Zedong. La distancia con la República Popular China, ya no solamente geográfica sino también diplomática, se impuso por 22 años; y entre 1951 y 1961 no existió prácticamente comunicación diplomática entre el gobierno de Taiwán (a donde se replegaron, arrinconadas por el Partido Comunista Chino, las fuerzas del KMT lideradas por Chiang Kai-shek ) y el gobierno peruano. El cambio de signo producto del régimen de Velasco a partir de 1968 (que hasta entonces se había alineado con la posición estadounidense y entonces buscaba fijar una política exterior independiente) allanó la restitución del entendimiento diplomático entre ambas partes, pero también constituyeron razones de peso el apoyo mutuo a la política de las 200 millas promovida por Perú y el propósito chino de ingresar a la Organización de Naciones Unidas y su necesidad de aliados.

Habiendo sido el primer país de Sudamérica en establecer relaciones diplomáticas con el entonces Imperio Qing, Perú fue el segundo de Latinoamérica en hacer lo propio con la República Popular China, después de Chile, que lo hizo en diciembre de 1970, y de Cuba.

El acercamiento entre ambos países se sucedió en pasos más

La sorpresiva llegada de Zhou Huamin, entonces viceministro de Comercio Exterior chino, y su cita con el entonces ministro de RR.EE. y premier Edgardo Mercado Jarrín anticipó el (re)establecimiento de relaciones diplomáticas.

Hu Jintao, primer mandatario chino que visitó oficialmente el Perú (2008). Foto superior derecha, periodista Antonio Fernández Arce. Siguió de cerca el inicio de la nueva aproximación peruano china.

En primera línea

Testigo de excepción del acercamiento entre los gobiernos de Perú y la República Popular China fue el periodista Antonio Fernández Arce (1931-2014), quien había visitado China en la década de 1960, junto con una delegación de hombres de prensa latinoamericanos. A partir de entonces entabló vínculos diversos y contó con la simpatía del primer ministro Zhou Fernández Arce visitó China en la Enlai. Trabajó como periodista en Radio Beijing a partir de 1967 y en su momento estuvo al tanto de las tratativas para el acercamiento entre ambos países. Cuando se produjo, fue asesor de la Oficina Comercial peruana década de 1960 y luego trabajó en Radio Beijing. Contó con la simpatía del primer ministro Zhou Enlai (en la foto), quien y trabajó codo a codo junto con Pedro Andía Muller, representante de facilitó ayuda médica para su hija.

Minero Perú Comercial (MINPECO), y con el representante de EPCHAP, que comercializaba harina y aceite de pescado, el ingeniero Augusto Dasso. Laboró luego como corrector de español de la Agencia de Noticias Xinhua, de 1983 a 1994, habiendo trabajado más de dos décadas en China. La Administración Estatal de Asuntos de Expertos Extranjeros lo designó “Experto Extranjero con sobresalientes contribuciones”. La Oficina Comercial desarrolló intensa actividad y en esos primeros años amplió la oferta peruana, incorporando el algodón como producto de exportación.

Tras el encuentro oficial entre el entonces presidente Humala y Xi Jinping en China en 2014 se anunció la elevación de las relaciones bilaterales a asociación estratégica integral.

o menos rápidos. Del 22 al 28 de abril de 1971 visitó el Perú, encabezando la primera delegación oficial de la República Popular de China, Zhou Huamin, entonces viceministro de Comercio Exterior. La llegada fue sorpresiva y vino acompañada de un comunicado oficial del gobierno peruano en el que anunciaba el reconocimiento a la República Popular China y clausuraba sus relaciones con Taiwán.

Un par de meses después una delegación comercial peruana visitó China y seguidamente ambos gobiernos decidieron establecer sendas oficinas comerciales y promover el intercambio comercial bilateral. En el acta de mutuo reconocimiento y cooperación suscrita entre las partes se acordó la primera compra por parte de China de harina de pescado, aceite de pescado, cobre, plomo y zinc, así como la concesión de una línea de crédito por parte de China y la calificación de nación más favorecida. Tras el anuncio del establecimiento de relaciones diplomáticas, el primer embajador chino en Lima fue Jiao Ruoyu, en tanto que Eduardo Valdez Pérez del Castillo fue nombrado representante peruano.

A lo largo del último medio siglo la relación ha escalado sostenidamente y se ha intensificado y fortalecido a remolque de las respectivas gestiones diplomáticas y de los negocios. El comercio de harina de pescado entre ambos países, inicialmente, y, luego, la apertura de nuestra economía en la década de 1990 coincidió con el despegue de la economía china y su creciente interés en materias primas. Luego se han sucedido, uno tras otro, varios hitos en el ámbito de las relaciones económicas y comerciales: el Tratado de Libre Comercio (2009), la asociación estratégica integral (2013), la adhesión peruana a la iniciativa china de la Franja y la Ruta (2019). Y actualmente se está negociando una modernización o adecuación del TLC a los nuevos tiempos.

A lo largo del último medio siglo la relación ha escalado y se ha intensificado a remolque de las respectivas gestiones diplomáticas y la actividad empresarial.

Virus

y demás hierbas

Un medicamento hecho a base de plantas llegó a manos de miembros de la comunidad peruano china para paliar los síntomas de la Covid-19. ¿De qué se trata este producto?

El coronavirus ha atacado en el Perú a muchos miembros de la comunidad tusán. Sus familiares en

China, preocupados por su bienestar, les enviaron unas cajas del medicamento Lianhua Qingwen Jiaonang, resultado de una investigación basada en medicina tradicional que comenzó con el brote del SARS en Asia, en el 2003, y que ahora forma parte del protocolo de atención chino de pacientes de coronavirus.

Este remedio es producto de la interacción de trece plantas. Lo fabrica Yiling Pharmaceuticals, un laboratorio cuyo fundador y presidente del directorio es Wu Yiling, médico graduado en medicina tradicional china y que, gracias a susinvestigaciones, figuraenla lista de los multimillonarios de la revista Forbes.

No debe entenderse, sin embargo, que el contenido de estas cápsulas cura al paciente. Lo que hace, más bien, es aliviar los síntomas habituales del coronavirus,contribuyendoasíareducir el riesgo de desarrollar un estadio más grave de la enfermedad.

Combinado con la medicina occidental, ha contribuido a salvar vidas y controlar la expansión de la enfermedad en China.

“Lianhua Qingwen viene de dosfórmulas ancestrales de la medicina china a las que Wu Yiq ling añadió otra planta que vieling añadió otra planta que viene de la farmacología tibetana”, ne de la farmacología tibetana”,

Cristina Vallverdú Pages divulga la medicina tradicional china para los países de habla hispana. Las trece plantas que componen Lianhua Qingwenson son previamente tratadas para obtener el efecto deseado. Abajo, instalaciones de Yiling Pharmaceuticals en Beijing.

Las plantas y sus efectos medicinales han sido estudiados desde siglos atrás en China. Arriba: Sūn Sī Miăo, considerado el Rey de la Medicina China y también llamado Yào Wàng, vivió durante la dinastía Tang (618-907 d. C.).

explica Cristina Vallverdú Pages, médica española graduada de la Fundación Europea de Medicina Tradicional. “Wu Yiling buscó una fórmula que fuera eficaz, fácil de tomar, barata y no tuviera efectos secundarios, o en todo caso que estos fueran mínimos. Por ser inocua no requiere receta médica”, añade.

La primera advertencia que hace, sin embargo, es que este medicamento debe tomarse una vez comprobada la enfermedad:

no debe usarse como preventivo.

“Son plantas de naturaleza fría porque el coronavirus es una enfermedad de calor, que da fiebre y se puede complicar con neumonía”, explica la especialista. “Pueden resultar demasiado frías para una persona sana”.

Otra precisión importante es que las plantas que la componen no se utilizan tal como nos las brinda la naturaleza. Su uso requiere conocimientos muy precisos. “Es necesario saber qué partes de la planta son útiles. La mayoría, además, están procesadas: unas se tuestan, otras se usan crudas y hay algunas que se carbonizan para conseguir un efecto concreto o minimizar su toxicidad”, añade.

Desde hace miles de años la medicina china estudia la sinergia entre las plantas, cómo deben ser combinadas para lograr el objetivo deseado. Se puede usar fórmulas de 30 plantas hasta lograr la sinergia correcta.

Las cápsulas no curan al paciente de coronavirus. Más bien alivian los síntomas habituales y reducen el riesgo de desarrollar enfermedad grave.

Medicina occidental + medicina tradicional

¿Cómo funciona Lianhua Qingwen en el tratamiento del coronavirus? El gobierno chino estableció protocolos muy claros para el abordaje de la epidemia. A los pacientes se les hacía una criba para clasificarlos en leves, moderados y graves. Los primeros eran aislados en hospitales especiales, similares a la Villa Panamericana en Lima: ellos solo recibían la medicina tradicional basada en plantas.

En los casos moderados se combinaba ya las medicinas tradicional y occidental. “Esto ocurre porque el paciente puede desarrollar complicaciones, como una infección o neumonía bacteriana, y hay que darles antibióticos. Para los graves, generalmente intubados, los médicos de ambas escuelas trabajan en equipo, algo que no es raro aquí”, comenta Vallverdú, quien tiene siete años viviendo en Beijing, donde ejerce su carrera atendiendo sobre todo a pacientes de habla hispana, tanto en forma presencial como en consultas online.

“Para los casos muy graves preparamos un caldo especial con plantas específicas para ese paciente. Y para el post Covid, Lianhua Qingwen ha demostrado ser de gran utilidad pues reduce los síntomas”, puntualiza.

Los 13 de la Covid

- Lian qiao: Es la gran antiinflamatoria y tiene acción hepatoprotectora. - Jin Yin Hua (madreselva): Tiene un amplio espectro antibacteriano y ofrece resistencia a los virus. - Ma Huang: O efedra, es la gran broncodilatadora.

Contiene más de 97 alcaloides, siendo el más importante la efedrina (¿recuerdan la sanción a

Maradona en el Mundial del ’94?). Se utilizan los tallos finos y jóvenes de la planta para minimizar su efecto estimulante del sistema nervioso. Es descongestiva, antitusígena y antialérgica. - Xing Ren (almendra amarga): Resuelve la tos y ayuda a expectorar la mucosidad. Se usa para controlar la infección aguda del tracto respiratorio. - Shi Gao: Es el paracetamol de la medicina natural.

No daña el hígado y es usado desde hace miles de años como antipirético en pacientes con patologías respiratorias. Es hepatoprotectora. - Ban Lan Gen (raíz de isatis): Es muy famosa en

China porque se toma en infusión para aliviar el dolor de garganta. Inhibe la replicación viral y es muy eficaz en diversas cepas de virus. - Guan zhong: Evita los sangrados causados por la tos excesiva. Es diurética y elimina la hinchazón, lo cual ayuda a quienes desarrollan edemas a consecuencia del coronavirus.

- Yu xing cao: Protege los pulmones del calor y trata la diarrea. Es un estimulante del sistema nervioso.

- Huo xiang: Viene del patchouli. Protege el estómago y alivia las náuseas. Reduce la distensión con pérdida de apetito que es un síntoma típico del coronavirus.

- Da huang (ruibarbo): Trata el estreñimiento. La planta se procesa para que no exceda su efecto purgante. - Hong Jing Tian (rhodiola): Es la que añadió Wu

Yiling al compuesto y procede de la farmacología tibetana. Se usa para aumentar la resistencia del cuerpo a la falta de oxígeno y combate la fatiga. - Gan cao: Estimula el interferón para combatir la reduplicación viral. Contribuye a la recuperación de los pulmones. - Menta: Alivia los dolores de cabeza.

Plantas y hierbas componen Lianhua Qingwen, el medicamento que ayuda a controlar los síntomas del coronavirus.

Al no producir efectos secundarios, este medicamento puede ser administrado en forma segura a personas que tienen trastornos como hipo e hipertiroidismo y diabetes. Se han reportado muy pocos casos de molestias en hipertensos o alérgicos. En el caso de enfermos de cáncer que reciben quimioterapia, se recomienda que un médico haga una evaluación del estado del paciente y los efectos secundarios que experimenta.

“Los niños a partir de 6 años pueden tomar esta medicina, y desde los 10 pueden recibir una dosis completa. Es mejor no darla a niños más pequeños”, precisa.

Actualmente muchos países, entre ellos Canadá y la Unión Europea, venden Lianhua Qingwen de forma libre, sin necesidad de receta médica. En Sudamérica se la encuentra en Brasil y Ecuador.

Vallverdú, con estudios en la Universidad de Medicina China de Beijing, atiende a pacientes mayoritariamente hispanos.

Este medicamento no debe usarse como preventivo. Solo se utiliza una vez comprobada la enfermedad.

La propia Cristina Vallverdú contribuyó a su ingreso en este último país, donde fue registrado como complemento alimenticio.

“La medicina tradicional es uno de los grandes tesoros de la cultura china”, finaliza la médica española. “Lleva ya 5 mil años de historia y no la han dejado de lado. Existen 17 institutos de investigación solo en Beijing y los conocimientos se van ampliando y mejorando. De la mano de la medicina occidental, ofrecen soluciones a los males de hoy, tanto físicos como mentales”.

(Giuliana Lévano)

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