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Intérpretes de chino
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En la punta de la Lengua
Difícil tarea la de trasladar ideas de forma simultánea de un idioma a otro. Nuestros entrevistados son de los pocos en el Perú que pueden lidiar al mismo tiempo con el chino y el español sin perderse en el intento.
El español y otras lenguas romances tienen grandes parecidos: el francés, italiano, portugués comparten con el español muchas palabrasytienenunagramática similar. Inclusive en inglés, hay términos que podemos reconocer fácilmente aun si no hablamos ese idioma.
Pero con el chino no existe esa simplicidad. “El chino y el español son totalmente diferentes. El chino viene de la pictografía. No tienen una sola letra en común”, dice
Marko Kuo, quien nació en Taiwán y llegó al Perú a los doce años.
“Otra dificultad es la gramática. El orden de las palabras es a la inversa. En español, el sujeto va primero y luego el predicado. En chino es al revés, lo cual me obliga a escuchar toda la oración para recién traducirla. Esto hace más complicada la traducción simultánea, porque mientras traslado la frase al español la persona sigue hablando. El cerebro tiene que trabajar al doble o al triple para no perder ningún detalle”, nos cuenta.
Chen Chenyu nació en el sur de China y llegó al Perú a los once años. Vivió ocho meses en Lima pero luego se mudó con sus padres a Arequipa, y solo volvió a la capital cuando se casó.
“A los tres meses de llegar ya ayudaba a mis papás como traductora”, dice Chenyu. Por eso no tuvo ninguna dificultad en trabajar haciendo traducción e interpretación cuando todavía era estudiante en la universidad San Agustín. La demanda cada vez era mayor porque llegaban visitantes chinos a las minas de Arequipa. Luego entró como profesora e intérprete al instituto Confucio de la capital arequipeña.
“Los pedidos para este trabajo han crecido bastante en los últimos años”, añade Marko Kuo. “Actualmente no somos más de diez personas las que hacemos interpretación simultánea en el país; en cambio, hay muchos que hacen interpretación consecutiva [cuando se hacen pausas para dar lugar a la traducción], pero no todos la hacen bien”, señala.
Un mundo de oportunidades
Chen Chenyu, quien ha sido profesora de chino en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, tuvo su primera experiencia profesional con la traducción simultánea en el 2013. “El tema era difícil porque usaban lenguaje especializado: era un evento sobre commodities en la Bolsa de Valores de Lima”, recuerda. Este es otro reto que enfrentan quienes hacen traducción simultánea enchino,porquelamayoríade eventos están vinculados a las inversiones chinas en el Perú.
“Antes de participar en estas actividades de negocios tenemos
Chen Chenyu trabaja como intérprete y traductora en una empresa china. Ha sido profesora de chino en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
que estudiar las palabras técnicas, los nombres de las instituciones y hacer vocabularios, a fin de ganar tiempo a la hora de traducir”, señala Marko Kuo.
Hasta antes de la pandemia, era habitual que funcionarios del Estado chino llegaran al país a reunirse con sus pares nacionales. Esto les permitía a los traductores conocer personajes y visitar lugares a los que la mayoría de las personas no tiene acceso.
“En el 2016 participé como traductora simultánea en la Cumbre Asia Pacífico, en el Gran Teatro Nacional. Allí estuvieron el presidente de la República China, Xi Jinping, y Mark Zuckerberg, el creador de Facebook”, cuenta Chen Chenyu. “Ha sido el evento más grande al que he asistido. También he hecho traducciones consecutivas para asistir a diferentes personajes de Estado. Conocí a los presidentes Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala. Él y su esposa dieron una cena de bienvenida al primer ministro chino en Palacio de Gobierno”, agrega.
“Tuve ocasión de conocer a varios ministros, viceministros y altos funcionarios cuando trabajé para una empresa que atendía proyectos de Estado”, recuerda Marko Kuo. Y añade: “Una vez tuvimos que visitar el Archivo General de la Nación, donde vimos documentos firmados por Francisco Pizarro. Los funcionarios chinos quedaron muy asombrados por lo que estaban viendo”.
Para Marko Kuo, una anécdota interesante fue cuando tuvo que hacer la traducción simultánea del director chino de una empresa que hablaba en dialecto. “El chino mandarín es como el español: en América Latina todos lo entienden, excepto por unas pocas palabras. Pero cada provincia en China tiene su propio dialecto, y ahí sí tienes un problema. Es como la diferencia entre el español y el portugués, que al principio no lo entiendes pero poco a poco vas captando las palabras”, explica.
Marko Kuo estudió Administración de Negocios Internacionales, lo cual le ayuda mucho cuando tiene que hacer de intérprete en reuniones comerciales.
“Mi problema fue cuando al director se le ocurrió, en medio de un recorrido, recitar un poema en dialecto. ¡Yo no tenía ninguna referencia de lo que iba a decir! Entendí uno o dos caracteres al principio y dos al final. Ahí mismo logré interpretar lo que decía. Los funcionarios peruanos quedaron muy contentos con el mensaje y lo aplaudieron. Nunca me olvido de eso”, relata entre risas.
Chen Chenyu quiere hacer una maestría en Traducción, todo un reto para una madre de tres niños de 8, 4 y 2 años. Su esposo, Chi Tao, es profesor en la carrera de Traducción e Interpretación Profesional de la UPC.
Marko Kuo es soltero. Prefiere esperar a conocer a una chica taiwanesa para casarse. “Es una cuestión cultural. De diez amigos míos que se han casado con peruanas, al menos siete han fracasado. A los que se han casado con taiwanesas, en cambio, les ha ido mejor. Yo esperaré, aunque la colonia nuestra es muy pequeña”, concluye. (GL)