3 minute read
Alerta el ISSSTE: el suicidio, segunda causa de muerte en jóvenes
Alerta el ISSSTE: el suicidio,
segunda causa de muerte en jóvenes
Escuchar empáticamente a las y los adolescentes puede prevenir suicidios; el Director General, Luis Antonio Ramírez Pineda, llama a la sociedad a ser más sensibles y compasivos ante el sufrimiento emocional C
uando hablamos de suicidio pareciera un tema ajeno para la mayoría de nosotros; sin embargo, para muchos otros, es una realidad que día con día presencian tanto en su entorno social como en sus pensamientos. Lamentablemente, la decisión de acabar con la propia vida no siempre es identificada por quienes acompañan a la persona en riesgo. De hecho, en nuestros centros de trabajo puede haber más de una persona que ha planeado o, incluso, atentado contra su vida y no nos hemos dado cuenta.
El suicidio es considerado un problema de salud pública generado por factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales que constituye una tragedia tanto para las familias como para la sociedad. De acuerdo con un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona se suicida cada 40 segundos en todo el mundo, esto suma una cantidad de 800 mil personas que mueren a causa de suicidio anualmente.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desde hace diez años en nuestro país, cada mes se registran al menos 52 suicidios infantiles. El drama de esta población es palpable cuando se observa que, hasta 2019, unos 6 mil 862 niños y jóvenes menores de 15 a 19 años se han quitado la vida.
Respecto al sexo de las personas fallecidas por suicidios, la tendencia es más pronunciada en los hombres que en las mujeres y en los infantes esta regla se mantiene, pues de los 6 mil 862 suicidios señalados, 60.5% correspondieron a jóvenes varones, mientras que las mujeres concentraron 39.5% de los casos, señala el Inegi.
Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a: sentirse avergonzados y sentimientos de rechazo, pérdida o soledad. También los comportamientos suicidas pueden ocurrir por una situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como: envejecimiento, la muerte de un ser querido, el consumo de drogas y alcohol, un trauma emocional, enfermedades físicas graves o dolor, el desempleo o los problemas financieros. Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes incluyen: acceso a armas de fuego, antecedentes de autoagresión deliberada, abandono o maltrato y ruptura sentimental.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), el Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pineda, hizo un llamado a la sociedad y a las familias a ser más sensibles y compasivos ante el sufrimiento emocional de las personas para evitar suicidios, segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.
Agregó que el Instituto se suma a la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones (ENPA) “Juntos por la Paz” , con los módulos AMIGUISSSTE, el Programa de Salud Mental, el Centro de Estudios y Apoyo a la Mujer (CEAM) y los 187 Equipos Comunitarios de Salud para el Bienestar ECOS.
Informó que en estos programas se promueve una cultura de respeto a los derechos humanos, inclusión, equidad y prevención de adicciones y todo tipo de violencia, maltrato, bullying, discriminación y marginación, determinantes sociales que aumentan el riesgo de padecimientos mentales y los atentados contra la propia vida.
Por su parte, especialistas psiquiátricos del ISSSTE, sostienen que la mayoría de los suicidios, están relacionados a padecimientos mentales como depresión, ansiedad, psicosis y abuso de sustancias, por lo cual, es importante sensibilizar a la población para quitar el estigma y rechazo a las personas afectadas y en su lugar, mostrarse solidarios y brindar apoyo, primero escuchándolos.
En este contexto, los médicos recomiendan a los jóvenes identificar y hablar sobre sus emociones, mantener relaciones personales saludables, evitar el aislamiento, organizar rutinas de actividades, hacer ejercicio de manera regular, practicar alguna actividad recreativa de relajación (hobby) y regular horarios de sueño e ingesta de alimentos.