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Indicios de reactivación económica y recuperación de empleos con el regreso a la normalidad

Con el regreso a la normalidad Indicios de reactivación económica y recuperación de empleos

Extremar medidas de sana distancia, frecuente lavado de manos y uso de cubre bocas, en lugares concurridos: sistema de salud

Las profundas crisis económica y de salud, consecuencia de la pandemia COVID-19, que arrastró a nuestro país a las profundidades, es todo un reto para el actual gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien se presta a impulsar un plan estratégico para remontar esta negra etapa a partir del regreso a la normalidad.

El mandatario es optimista en cuanto a que sus estrategias para enfrentar la pandemia y eventualmente la situación económica de la población, han funcionado, al recordar sus pronósticos “lo que yo plantee desde el principio, de que nos íbamos a caer pero que nos íbamos a levantar pronto y ya tocamos fondo”, ahora, de aquí en adelante viene el ascenso.

Este escenario tomó fuerza a raíz de la opinión de “un directivo del Banco de México”, quien había declarado sobre el inicio de la recuperación de la economía, “…. Ayer se dieron a conocer los datos sobre inversión extranjera y nos fue muy bien, o sea, no se perdió inversión extranjera a pesar del COVID”.

Otro dato relevante es el hecho de que en agosto se recuperaron más de 50 mil empleos, luego de que en los primeros meses del año, marzo, abril, mayo, junio y julio, se perdió un número considerable de empleos formales; según los expertos más de un millón, situación que en el octavo mes del año hay indicios de recuperación.

Las actividades económicas que volvieron a la nueva “normalidad” son la industria de la construcción, y poco a poco se han sumado, sin llegar al cien por ciento de sus movimientos, el sector turístico, el gremio restaurantero, los centros comerciales, los tianguis y mercados, pronto lo harán las salas de cine, pero solo al 30 por ciento y cuidando las debidas medidas de higiene, es decir de sana distancia, para en lo posible, evitar el contagio.

Sin embargo, estos escenarios se mueven entre una población apanicada y extremadamente cuidadosa en la higiene, en el uso del cubre boca, el lavado de manos, de los objetos de uso diario; mientras, en el otro extremo se ubican los que todavía dudan de la pandemia, gente vulnerable y jóvenes, esos temerarios que con todo desparpajo y sin la mínima protección se mueven de un lado a otro en lugares concurridos, en calles, plazas públicas, los que van y vienen en transporte público, acompañados de sus familiares.

Entre estas actitudes encontradas, el sector salud ha manifestado que la cuarentena no significa que se haya pausado la vida cotidiana y tras el confinamiento se regrese al instante en que se dejaron las actividades. “Vamos a regresar a los centros laborales y ya no va a ser igual, la vida ya no va a ser igual, el entorno, las conductas, los hábitos deben haber cambiado”.

Con estas sugerencias de cuidados extremos y de apelar a la responsabilidad de la población en general, las autoridades se alejaron de la tentación autoritaria de imponer sanciones a los individuos renuentes, a los que se niegan usar el cubre bocas, tal y como sugieren algunas voces de imponer estas medidas antipopulares.

Por lo pronto, el regreso a clases presenciales en el sistema básico escolar (preescolar, primaria, secundaria) será hasta asegurar la salud de niñas y niños han dicho las autoridades educativas; y solo se abrirán escuelas en regiones con semáforo verde; mientras tanto, a partir del 24 de agosto, las actividades escolares serán a través de la televisión pública y privada.

En suma, el actual mandatario de la nación, acostumbrado a remontar adversidades, confía en su nuevo plan estratégico para impulsar la economía con miras a recuperar empleos en beneficio de la población en general; la tarea será ardua en la siguiente etapa de regreso a la normalidad.

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