LA NATURALEZA DE LA ARQUITECTURA O LA ARQUITECTURA DE LA NATURALEZA Hoy, más que nunca, estoy convencido de que el gran pecado del hombre es su inmensa soberbia. Y los arquitectos, por supuesto, encabezamos la lista de pecadores. Nos sentimos grandes creadores, cuando en realidad no pasamos de ser, simples imitadores. Hemos perdido la capacidad de sorprendernos, incluso de nuestras propias creaciones. El aprendizaje es sin duda, un acto de humildad. Necesitamos primero reconocer que no sabemos, o cuando menos, que sabemos muy poco y que nos queda mucho por aprender. Y si de aprender se trata, la naturaleza es una maestra insuperable. Esta maestra, nos exige afinar nuestros sentidos para poder percibir: su interminable variedad de formas y tamaños; su infinita gama de colores, con todas las combinaciones posibles; la deliciosa riqueza de sus texturas, y la bella sinfonía de sus sonidos. Los árboles, estructuras formidables con raíces, que cual zapatas orgánicas se amarran a la tierra soportando troncos poderosos y ramas en voladizo cuya sección, creciendo, disminuye, en una sencilla lección de arquitectura. Y nosotros, en un intento casi primitivo, posamos nuestras cosas sobre de ellos, para, en un descuido, ser devorados por su poder incontenible. O simplemente burbujas, burbujas que cual estructuras hidroneumáticas, se crean con el simple agitar de sus aguas y con el soplar del viento, desafiando la gravedad con su ligereza, y nosotros, haciendo tímidos intentos para controlar su forma, cualquiera que esta sea. Burbuja también, nuestra casa primigenia, entorno rico y confortable del cual obtenemos todo hasta saciarnos, a cambio de simplemente crecer.
¡!Milagro de la vida!!. La casa portátil, que se lleva a cualquier lado, que se utiliza para cualquier cosa y que el ermitaño lleva consigo, hasta encontrar algo mejor. Bellos cascarones en espiral infinita, que también sirven para nadar. Nautilus que inspiró a Julio Verne en sus “20 mil leguas …de ciencia ficción”. Las flores y su exquisita gama de formas y tamaños, texturas y colores.
Color tantas veces olvidado. Telarañas. Tensión pura de resistencia increíble y ligereza que flota, trampa de muerte, fuente de alimentos, puerta de una cueva. Las abejas y su panal, estructura de perfecta geometría y dulce sabor. Y hormigas, hormigas que en colaboración incansable inventan sorprendentes ciudades subterráneas. Los escarabajos y sus extraordinarios exoesqueletos, verdaderas armaduras de la naturaleza, ricamente decoradas para llamar la atención. Grandes y pequeños con un poder sin igual Mariposas multicolores que cual ligeras velarías flotan en el cielo llenándolo de color, con alas de finos bordados…simetría perfecta, lista para volar. Huesos de todos tamaños, estructuras vivientes que lo mismo soportan a un dinosaurio, que a una serpiente, al hombre y al colibrí , esqueletos dinámicos que corren, saltan, trepan y vuelan… y hasta nadan en el mar. Y qué decir de los insectos y su enorme variedad…igual se les ve por la tierra, que volando sin parar. Avispas, libélulas y saltamontes, animales de cien patas enrollados en espiral, y la mantis religiosa…piadosa, enigmática, fantástica. Mimetismo que simula, confunde y sorprende, ojos exorbitados que no dejan de vigilar O las medusas, velos flotantes, fantasmas marinos iluminando su andar…superficies elegantes, hermosas, sorprendentes. Y en lo más profundo… los ciegos monstruos del mar, fascinantes utopías que Spilberg quisiera crear. Observar, entender, analizar y….aprender. Para finalmente descubrir: QUE LA NATURALEZA DE LA ARQUITECTURA SE FUNDA IRREMEDIABLEMENTE, EN LA LECCIÓN INTERMINABLE Y MARAVILLOSA QUE NOS OFRECE LA ARQUITECTURA DE LA NATURALEZA. LOS ARQUITECTOS SOMOS SIMPLES APRENDICES NUESTRO ÚNICO ALIMENTO LA CURIOSIDAD
THE NATURE OF ARCHITECTURE OR THE ARCHITECTURE OF NATURE Today, more than ever, I am convinced that the greatest sin of man is his immense pride. The Architects, of course, head the list of sinners. We feel like great creators, when we are simply, copy cats. We have lost the capacity to be amazed, even of our own creations. Learning is certainly, an act of humility. First we need to acknowledge that we do not know or at least, that we know very little and that there is a lot to learn.
And if we talk about learning, nature is an undefeatable teacher. This teacher demands us to sharpen our senses to be able to perceive: its endless variety of shapes and sizes; its infinite range of colors, with all possible combinations; the delicious richness of its textures, and the beautiful symphony of its sounds.
The trees, formidable structures with roots, that just like architectural foundations are attached to the ground, enduring powerful trunks and projecting branches whose section, growing, diminishes, in a simple architectural lesson. Then, in an almost primitive attempt, we place our things on them, to finally be devoured by its unstoppable power.
Or simply bubbles, that just like hydro pneumatic structures, are created with a simple shudder of its waters and the blowing of the wind, defying gravity with its lightness, and with timid efforts we attempt to control its shape, no matter which it is.
Bubble also, our original home, with a rich and comfortable environment from which we obtain everything, until we satiate, in exchange for simply growing. (simple growth)
! The Miracle of life!. The portable house carried anywhere, used for anything, which the hermit entails until something better is found. Beautiful shells with endless spiral, which also serve to swim.
Nautilus that inspired Jules Verne in his "20 thousand leagues… of science fiction."
Flowers and its exquisite range of shapes and sizes, textures and colors. Color so often forgotten.
Cobwebs. Pure Tension of infinite resistance and incredible lightness, trap of death, source of food, gate to the cave. Bees and their honeycomb, structure with perfect geometry and sweet flavor. And of course Ants; ants that in tireless collaboration they conceive amazing subterranean cities. The beetles and their extraordinary exoskeleton, nature’s armors, richly decorated to attract attention. Large and small with a unique power. Multicolored Butterflies, as light fabric structures, float in the sky filling it with color, with fine embroidered wings… perfect symmetry, ready to fly. Bones of all sizes, living structures that bear a dinosaur as well as a snake, a man and the hummingbird. Dynamic skeletons that run, jump, climb and fly… and even swim in the sea. And what to say about insects and their enormous variety… seen by land as well as flying uncontrollably. Wasp, dragonflies and grasshoppers, animals with a hundred feet, wrapped in a spiral, and the mantis… devoted, enigmatic, fantastic.
Mimicry that simulates, confuses and surprises, unstoppable eyes that stay vigilant. Or jellyfish, veils floating, marine ghosts illuminating their path…..elegant surfaces, beautiful, amazing. And in the deepest… the blind sea monsters, fascinating utopias that Spielberg would like to create.
To observe, understand, analyze and learn. To finally discover: THAT THE NATURE OF ARCHITECTURE IS FOUNDED IRREMEDIABLY, IN THE INTERMINABLE AND WONDERFUL LESSON THAT OFFERS US THE ARCHITECTURE OF NATURE. ARCHITECTS ARE SIMPLE APPRENTICES
OUR SOLE FOOD
CURIOSITY