El andante que vive en el camino reconoce sus huellas, quien no lo habita las busca para servirse de ellas, para guiarse y orientar al otro, encontrar al perdido e invocar un camino propio. Un pensar itinerante que mapea los lugares en la mente es la apuesta de pensar en clave de movilidad. Andrés Castiblanco Roldán
Mapeos, cartografías, marcas, memorias, identifica el carácter móvil, dinámico y vital del espacio urbano fundado en el reconocimiento de las diversas formas de andar, habitar y apropiar territorios en él; redibuja los mapas a través de la conciencia histórica de los acontecimientos, emplazada en la producción de la cultura material y geografía del cuerpo; devela las improntas que se configuran en el gesto plural del intercambio y el consumo; señala el campo de transacción simbólica y devenir experiencia en las esferas de lo cotidiano y lo social. En resonancia a la línea curatorial, - documenta el repertorio de técnicas y tecnologías que dinamizan el cambio cultural y agencian las nuevas memorias e imaginarios a través de cuatro categorías de análisis en torno al espacio urbano, definidas en las siguientes relaciones: Espacio urbano/ Mercado cultural – Imaginario Espacio urbano/ Mercado corporal - Memoria Espacio urbano/ Mercado territorial – Marca Espacio urbano/ Mercado comercial – Transacciones Confluye desde la museografía de apropiación in situ, para los cuatro portales seleccionados, un hilo narrativo de conexión con las imágenes por su complicidad lingüística, histórica y devenir cultural con el transeúnte. Serán éstas un alto visual en el camino del viajero, quien diariamente se moviliza a través del sistema Transmilenio en Bogotá. A su vez, la intervención física del espacio, funciona como marco para la práctica artística; en cada punto, se hará entrega de una tarjeta impresa coleccionable y se ofrecerá información sobre el proyecto, se espera así recobrar la experiencia estética que subyace a las relaciones sociales en el intercambio simbólico.
Transacciones –mercado comercial
memoria – mercado corporal
Fotografía: Manuel H. Rodríguez. 1960
El Cielo plomizo y la Estación de buses. Frente al templo, la cotidianidad mediada por la movilidad y la fe.
Transacciones –mercado comercial
Fotografía: Manuel H. Rodríguez. 1960
De la inmensidad del occidente un viajero regresa, del recuerdo de un espacio solitario donde empieza la ciudad
marca – mercado territorial
Transacciones –mercado comercial
Fotografía: Manuel H. Rodríguez. 1960
Desde su pedestal y a través del laberíntico homenaje, el general contempla en el anhelado norte, el destino de su mirada.
transacciones – mercado comercial
INTERVENCIÓN IN-SITU PORTAL SUBA LA ESCRITURA ANCESTRAL EN LA MOVILIDAD DEL NÓMADA URBANO.
Suba en tiempos precolombinos fue uno de los cercados que componían lo que hoy podríamos llamar el anillo de seguridad del Zipa, la posición de los cerros tutelares permitía una visibilidad del valle y la visión de las rutas que vadeaban los humedales; como lo describían las Crónicas de Fray Pedro Simón en el siglo XVII. El pueblo Muisca aun pervive en el relato del cabildo y la comunidad hoy en el siglo XXI sigue tejiendo la historia del pueblo originario y sembrando en los surcos que han sido legados por la memoria. La marca Suba es una traza pictórica que se remonta a las rocas y que sigue siendo señal viva de una historia común, de allí, la importancia de presentar al transeúnte, junto a los grafitis de los ventanales hechos como expresión contemporánea del sentir de la movilidad, junto a la imagen pictórica de la bicicleta que es otra expresión del movimiento, las pictografías muiscas como trazos de otros tiempos, de movilidades primigenias y de apropiaciones históricas del espacio colectivo.