Reseñas postguerra hasta ahora

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El lápiz del Carpintero

Sofía Orquín

Manuel Rivas publica en 1988 ``El lápiz del carpintero, obra escrita en gallego y traducida posteriormente al castellano. Rivas, periodista y escritor español, escribe también artículos para el diario El País. Escribe desde novela hasta el ensayo y poesía, con la cual se inicia en la literatura en los años setenta con El pueblo de la noche. Pese a la fecha de publicación de la obra, está ambientada en la época de la plena guerra civil española, y se desarrolla en Galicia. La obra parte del experimentalismo, corriente de finales del Franquismo y se enlaza con el realismo renovado. La acción transcurre con el trasfondo de la guerra civil, no solo nos cuenta las distintas historias de los personajes, sino también se nos detalla cómo fue la guerra y lo dividida que se encontraba la sociedad. El autor hace una clara división entre el bando bueno y el amor, apoyando la posición del bando republicano por lo que se trata de un análisis subjetivo de la situación que se estaba viviendo. La novela narra la historia de un hombre gallego, represaliado por el bando nacional. Este actuó como un verdadero héroe solidario y era además políticamente rebelde. A pesar de todo, vive una bonita historia de amor. En la obra podemos observar multitud de narraciones enlazadas entre sí con la figura del país, conductor de memorias, portador de almas y que continuará hasta nuestros días. La obra destaca por su lirismo, su relato contiene detalles que muchas veces pasarían inadvertidos para otros. Tiene un lenguaje rico, cuidado y variado y además hay una gran cantidad de adjetivos. Se presta mucha atención a los sueños, es por ello que recuerda a los movimientos de vanguardia, aunque a su vez también hace recordar al Modernismo. Personalmente, me gustaría añadir que pese a la etapa en la que se publica la obra, el autor sigue teniendo una opinión bastante marcada en cuanto a los “buenos” y los “malos”. Sin embargo, en este periodo conocido también como una etapa de “sanación” la obra no ayuda a dejar atrás la división de la sociedad durante la guerra. A pesar de ello, esto no le resta valor a la obra que nos permite sumergirnos en la plena Guerra Civil.


Bajarse al moro

Sofía Hornillos González

El 6 de abril 1985 se estrena en el Teatro Principal de Zaragoza la obra de teatro “Bajarse al moro” escrita por José Luis Alonso de Santos, que año más tarde recibiría el Premio Nacional de Teatro y el Premio Tirso de Molina. Será una obra que rescata el realismo y el humor crítico y paródico para constituir un nuevo tipo de ficción dramática; el cine y televisión de hoy en día. Tras la caída del régimen franquista en 1975, se iniciaría un proceso de transición a la democrática bajo la supervisión del rey Juan Carlos I. La literatura y el teatro, concebidos como un modo de resistencia ante el franquismo, se ven desposeídos de un significado central, pero también desamordazados ante la caída de la censura. Con el tiempo, la libertad y el cambio en la literatura y en el teatro se hace evidente; se desarrollan una gran variedad de géneros compartiendo viejas y nuevas tendencias; un teatro distinto para una sociedad distinta. “Bajarse al moro” supone una nueva vía de ficción dramática de raíz realista y de alto contenido humorístico y social que trataba de superar la seriedad del teatro existencialista de la década de los 50 y 60 (Sastre o Buero Vallejo) y el elitismo del teatro experimental de los 70. Auna la fluidez y carisma del propio diálogo que tiñe a la obra de una renovada comedia con un lenguaje despreocupado y coloquial, acorde a la situación generacional y cultural de cada personaje. Sin embargo, la obra es en esencia un drama; se reflejan los sentimientos, enredos y etiquetas de cada personaje para demostrar su percepción y actitud hacia la realidad española, con la esperanza y promesa de una futura sociedad sincera y digna; su futuro. Un buen ejemplo es la madre de Antonio, que tiene una visión más clásica de la vida: la creación de una familia, los estudios universitarios… Hechos que acabarían llevando a cabo su hijo Antonio y Elena, tras establecer una relación estable y marcharse de la casa y el caos de los primos Jaimito y Chusa, para huir del mundo marginal y fracasado que estos representan. Pues José Luís Alonso de Santos, también nos muestra la visión de vida despreocupada, libre y risueña de Chusa y Jaimito: vivir de la confección de sandalias y de la venta de drogas de Marruecos a Lavapiés como reflejaría el propio título de la obra: “Bajarse al moro”. Es así como “el moro” simboliza el riesgo, aventura y euforia de los jóvenes que se alejan de la amargura y monotonía de lo impuesto, pero se topan con una barrera de injusticias, limitaciones y cárceles que derivan en el conflicto esencial de sus proyectos futuros. Asimismo, la ironía, las acotaciones y las frases cortas y coloquiales dotarán a la obra de un ritmo ágil y una lectura sencilla. Conformarán un gran éxito comercial que tomaría el relevo de la tragedia mediante nuevas estructuras, lenguaje y contenidos intelectuales que abren la puerta a futuras innovaciones que representan el panorama teatral actual. En definitiva, “Bajarse al moro”, más allá de jugar con las drogas y ser un reflejo de la situación postfranquista, indaga en los miedos de una sociedad hipócrita e interesada y lleva a escena una profunda reflexión sobre la existencia. Una pronunciada montaña de dudas, risas y derrotas que muestra como Chusa (embarazada de Antonio y envuelta en un futuro proceso penal) volvió a salir a por papelillos a la calle, mientras Jaimito (con el brazo y corazón heridos) seguía confeccionando sandalias.


Historias del Kronen

Amaia Otero

Historias del Kronen es la primera novela de José Ángel Mañas, publicada en 1994, cuando tan solo tenía 23 años. Fue una de las novelas finalistas del Premio Nadal en ese mismo año y, un año más tarde, Montxo Armendáriz adaptó la obra al cine. Forma parte de la tetralogía del Kronen, junto con Mensaka, Ciudad rayada y Sonko95. Es una obra que, a pesar de haber marcado el inicio de la ‘Generación X’ y haber sido bestseller, posteriormente ha recibido críticas muy duras, calificándola de novela costumbrista o vacía. La obra trata la historia de Carlos, un joven de una familia acomodada y conservadora, y su grupo de amigos en un verano de la década de los 90. La vida de estos jóvenes, fascinados por la provocación, la velocidad, el sexo y la violencia, se resume en salidas nocturnas por las calles y discotecas del Madrid de las clases medias altas, donde consumiran drogas y se meterán en jaleos que derivarán en la muerte de uno de ellos. Mañas construye la obra desde el denominado realismo sucio, se nos plantea la vida efímera que llevan estos jóvenes desde un punto de vista muy nihilista y representada a través de un lenguaje puramente jergal. No solo recurre a este lenguaje tan coloquial para escribir los diálogos entre jóvenes, sino que también recurre a la oralidad al transcribir nombres y marcas en inglés a su pronunciación en español (whiskey: güisqui). No obstante, también recurre al realismo social, llegando a asemejar su obra al neorrealismo de Rafael Sánchez Ferlosio en El Jarama. Carlos, el protagonista, narra simultáneamente toda la acción a través de los diálogos, recurso que dota a la novela de autenticidad a la hora de reproducir el lenguaje de la juventud y caracterizar, a través de este, al resto de personajes. Además a través de esta podemos seguir los pasos de los protagonistas a la perfección, la obra se caracteriza por citar y describir de manera muy detallada las calles y lugares de Madrid. Dentro de la cavidad de la obra, subyacen temas esencialmente humanos y que siguen tomentando la sociedad de hoy en día como el rechazo a la homosexualidad o la cultura machista. Aunque los personajes de Mañas carezcan de aspiraciones, no dejan de tener miedo a los cambios; cambios generacionales y culturales. Debajo de la faceta de unos jóvenes pijos, esconde a unos niños que viven regidos por la presión social. Mañas crea una obra de jóvenes para jóvenes que llevan un modo de vida basado en los excesos y que a priori, parece estar tan hueca como el vacío existencial sobre el que escribe. En cambio, a posteriori, escribirá sobre temas relevantes y atemporales como el egoísmo y la falta de empatía, que no solo encierran a las juventudes, sino a todos por igual. Convirtiéndose en la novela referente del neorrealismo, su publicación supuso un impacto social, tratando opiniones y temas que pasaban desapercibidos para sus mayores; mas todavía hoy estamos rodeados de brechas generacionales y discursos de odio o inferioridad.


Las bicicletas son para el verano

Irene Anchuelo

Fernando Fernán Gómez, quien fue miembro de la Real Academia Española, escribió en 1977 la obra de teatro: Las bicicletas son para el verano, que no se estrenó hasta 1982. El Ayuntamiento de Madrid le otorgó el Premio Lope de Vega (1978). Fernando Fernán Gómez escribe finalizada la dictadura y eliminada la censura, cuando parecía abrirse una etapa prometedora. Las instituciones potenciaron las representaciones teatrales, creando en 1978 Dramático Nacional y posteriormente la Compañía Nacional de Teatro Clásico. La guerra civil española estalla en verano de 1936 en Madrid, dónde vivía la familia de don Luis, su esposa Dolores y sus hijos (Manolita y Lusito). El muchacho había fracasado académicamente pero aún así pide a su padre que le compre una bicicleta, la situación que estalla va a obligarle a aplazar la compra más de lo esperado. En dicha obra, el autor recupera elementos del teatro tradicional a pesar de ser la experimentación lo más característico en su época, hacía uso de elementos propios de la comedia humorística y además mezclaba el drama existencial con el drama social. En cuanto a lo existencial, muestra las frustraciones de las ilusiones y en lo social se da la historia privada de la familia madrileña de don Luis y Dolores, y de sus vecinos, contando sus conflictos colectivos. Se hace uso de un lenguaje directo, sencillo y coloquial con abundancia de diálogos fluidos. Las bicicletas son para el verano se divide en una 1ª parte que consta de un prólogo y 7 cuadros y otra 2ª parte con 8 cuadros y un epílogo. La primera parte se desarrolla en 1936: se presentan gran parte de los personajes y sus propósitos acordes a sus edades. La segunda parte se da entre 1937 y 1939: la huella de la guerra es muy intensa y se convierte en el tema principal incluyendo el hambre, divorcio, sexismo… La mayor parte de las escenas transcurren en el edificio donde habita la familia de Luis en el barrio de Chamberí en Madrid, siendo a la vez lugar de residencia del autor. También es muy importante el descampado cercano a la Ciudad Universitaria de Madrid en el que la obra comienza y termina. En conclusión, se trata de una obra breve pero que nos traslada a los sucesos de 1936 de manera muy profunda, nos transmite a la perfección el modo de vida del Madrid asediado durante la Guerra Civil. Aparecen personajes variados pertenecientes a bandos distintos y ambos tipos de vidas alteradas. Aún más, hay un gran contraste entre la inocencia y felicidad por el verano al principio de la obra y la amargura y desesperación del final. La bicicleta nombrada en el título, en un principio será una diversión para pasar el rato con amigos en el verano, símbolo de libertad, mientras que al final se convierte en instrumento de trabajo, siendo la única manera que tiene Luisito de transporte para realizar su labor, pone fin a su libertad.


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