Texto argumentativo 2017/2018 - modelo OPCIÓN B

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Marcas de subjetividad Conectores Deixis Marcador de función pragmática / plural inclusivo 2017/2018 - modelo OPCIÓN B A FAVOR O EN CONTRA DE QUE DEBA EXISTIR UNA CUOTA FEMENINA EN LOS ALTOS CARGOS DE LAS GRANDES EMPRESAS Admiramos a las mujeres que llegan a la cima pero desconocemos cuáles fueron sus logros para llegar hasta allí. Cuando una mujer oposita para ser bombero, un número específico de plazas son guardadas para ella, con unas condiciones distintas a las del hombre. Sin embargo, a la hora de rescatar una vida o apagar un fuego la situación pondrá las mismas condiciones para ambos géneros. Entonces quizás debemos preguntarnos si está esa mujer realmente capacitada para ese oficio. Angela Merquel ha sido y será una mujer mundialmente conocida, ha conseguido llegar a un alto cargo directivo. ¿Ha sido así por sus logros o por el simple hecho de ser mujer ? Es indudable que ella es una persona totalmente capacitada para el trabajo que ha realizado. Pero, si ella estuviese allí porque la cuota lo dice, quizás nos estaríamos perdiendo las ideas, conocimientos y aspiraciones de otra persona. No importa si es hombre o mujer, puede que él estuviese más capacitado, y nos lo estamos perdiendo, porque su cargo está ocupado por una mujer. Honestamente como mujer, me haría sentir aún más vulnerable pensar que tengo un trabajo por ser mujer, por quedar bien con la sociedad o porque una ley lo dicta. Si preguntamos a las mujeres de hace años, la mayoría afirmaría que la cuota es innegablemente necesaria. Pero hoy, nos sentimos tan empoderadas que no necesitamos de ningún hombre para llegar hasta arriba. Podemos llegar a donde queramos, y llegaremos. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hoy en día se debate muy a menudo la necesidad de establecer una cuota femenina para cargos importantes. Es evidente que en muchos casos existe cierta desigualdad a cerca de la discriminación de género en el entorno laboral. Indudablemente al fin y al cabo todo es burocracia, todos dependemos de nuestro CV y ahí se reflejan nuestras aptitudes. El género no da la inteligencia, es por ello que una cuota fija femenina o masculina en los altos cargos no sería la mejor opción. El conocimiento para organizar, mandar, dirigir… No viene en función del sexo, raza o ideología, es nuestra experiencia laboral junto con la formación lo que definirá la aptitud para los altos cargos. Cada humano es un mundo, cada mente tiene su funcionamiento y cada persona tiene su forma de actuación, no existen porcentajes establecidos de personas con habilidades para ciertas labores, entonces ¿por


qué establecer porcentajes para llevar a cabo esas labores? Observamos el caso de Ángela Merkel, una de las pocas mujeres mundialmente conocidas que ocupa altos cargos de la política. Aún así ella ha llegado a la cima sin necesidad de cuotas femeninas establecidas, ha luchado y trabajado por su puesto y lo ha logrado. Se ha retirado de su puesto, pero su huella nos ha marcado a todos y cada uno de nosotros, su nombre y sus labores nunca caerán en el olvido. En definitiva, un número de trabajadores establecido en función del género no sacará la mayor productividad de la empresa, no han de haber unas plazas reservadas para la mujer, las plazas simplemente deben ser ocupadas por aquellos trabajadores aptos para ello. Esta cuota establecida se traduce en ayuda a las mujeres para lograr sus puestos, pero realmente como mujer que soy siento que con esta ley alcanzaré altos cargos por obligación a la contratación del sexo femenino, por el contrario, lo mejor es centrar todo mi esfuerzo en lograr el puesto que deseo. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------En los libros de historia, al mando del gobierno, en las grandes empresas. Los hombres, sin duda, fueron los protagonistas. Pero si la represión de antaño ya no está socialmente aceptada (o al menos es lo que se espera) ¿Deberíamos entonces forzar la participación de la mujer en los altos cargos? La respuesta no es clara, ni siquiera se acerca a serlo. Sin embargo, es evidente que la participación de la mujer no es solo útil, es necesaria. Y esto no debería depender de los porcentajes, sino de la propia lógica. Hombres y mujeres tienen distintos impulsos biológicos; al igual que europeos y americanos diferencias culturales. El éxito de un empleo está directamente relacionado con la diversidad y las habilidades complementarias, siempre y cuando haya buena comunicación. Yo lo sé, tú lo sabes y también lo sabe el equipo de recursos humanos (o bueno, “human resources” ahora que estamos tan…modernizados) de toda empresa. En cambio, y parece que aún nos sorprenda, esto no se hace realidad. La lógica no se materializa hasta que uno no es obligado, y nosotros solo seguimos empeñados en agruparnos es “anti-cuotas” y “procuotas” o “feministas” y “machistas”. En Inditex, en el chino, en casa. El problema radica en lo previamente interiorizado, en nuestra cabezonería por solucionar cosas con métodos rápidos y superficiales. Lo que deberíamos forzar es el pensamiento racional y abierto, no las cuotas. ¿Su solución?. Ya lo sabes. Dile no a los prejuicios y las cuotas no serán necesarias.


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