Tema 13.
UN MUNDO DIVIDIDO EN BLOQUES (1945-1991)
INTRODUCCIÓN •
Tras la Segunda Guerra Mundial y hasta 1973 los países industrializados crecieron económicamente de forma rápida y fuerte. Subió el poder adquisitivo de la población y las democracias se consolidaron. Estados Unidos se convirtió en la gran potencia mundial, y dirigía el mundo occidental. El modo de vida americano es imitado por los países capitalistas. Europa, tras su reconstrucción, comenzó el proceso de creación de la Unión Europea; y Japón pasó a ser la segunda potencia económica. En 1973, después de la cuarta guerra árabe-israelí, se inició una profunda crisis económica –subida de los precios del petróleo- que se extendió hasta mitad de los años ochenta. Mas tarde volverá el crecimiento, pero de forma más moderada.
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La URSS se convirtió en el rival de los EEUU. El sistema comunista se impuso en Europa oriental y después se expandió por Asia, África y América (Cuba). Las reformas de los años 80 (Gorbachov) provocarían la crisis del bloque oriental y la disgregación de la URSS.
1. EL MUNDO CAPITALISTA Tras la II Guerra Mundial, y bajo la supremacía de EEUU, el mundo occidental conoció una época de prosperidad y de estabilidad política. 1.1. LA HEGEMONÍA DE EEUU La – – – –
potencia económica de EEUU se basaba en diversos factores: Sus cuantiosos recursos naturales (materias primas y petróleo) La constante innovación científica y tecnológica La expansión de sus grandes empresas multinacionales La extraordinaria capacidad financiera (potente banca y primacía del dólar)
La gran prosperidad económica de los años 50 y 60 supuso que EEUU alcanzara un elevado nivel de vida -consumismo-: La renta aumentó en las familias por la incorporación de la mujer al trabajo, y esto junto con la aparición de nuevos créditos y la publicidad fomentaron el consumo. Se desarrollaron nuevos sectores: electrónica, química, informática, robótica, etc. La sociedad se transformó, aunque las clases medias se hacían más numerosas, unos pocos aglutinan gran parte de la riqueza, y un quinto de la población se repartía el 5%, apareciendo grupos marginales, y diferencias de riqueza entre grupos raciales y culturales. En los años 70 surge una gran contestación social: derechos civiles de los negros (Martin Luther King), la protesta juvenil (hippies) y feminismo (Women's Lib). El sistema político se basa en la constitución de 1787, que garantiza el sufragio universal, la libertad de partidos políticos y los derechos individuales. Establece una estructura federal de 50 estados, y se rige por un ejecutivo presidencialista, un legislativo bicameral –congreso y senado- y un judicial con un tribunal supremo. El sistema electoral favorece un bipartidismo, el republicano, conservador y basado en la clase empresaria, y el demócrata más social y con bases más populares.