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REPORTAJE

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ENTREVISTAS

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La evolución de los cepillos de dientes: de pequeñas ramas desgastadas o plumas de ave a tecnología magnética

La higiene bucal ha sido históricamente una de las preocupaciones de la humanidad. Una encuesta realizada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos) preguntó sobre los utensilios más importantes creados por el hombre. Los encuestados, mil adultos y cuatrocientos adolescentes de todo el país, situaron en primer lugar el cepillo de dientes, por delante del coche, el ordenador, el teléfono móvil y el horno de microondas.

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Los orígenes del cepillo de dientes fueron hallados en tumbas egipcias y se remontan al año 3.000 a. C. Estos consistían en pequeñas ramas con las puntas desgastadas que utilizaban para limpiar sus dientes. El primer cepillo dental con cerdas se originó en China en el año 1498 y no fue hasta el año 1600 cuando se introdujo en Europa. Las cerdas que en principio eran de jabalí se sustituyeron por otras más suaves de crines de caballo. Durante esta época la higiene bucal no era habitual entre los occidentales y muchos preferían limpiarse los dientes tras las comidas con una pluma rígida de ave, como era costumbre en la Roma antigua, o bien usaban palillos metálicos de bronce o plata.

Los orígenes del cepillo de dientes fueron hallados en tumbas egipcias y se remontan al año 3.000 a. C.

En el año 1723 el Dr. Pierre Fauchard, conocido como “el padre de la odontología moderna”, recomendó limpiarse los dientes y las encías con un trozo de esponja natural. El primer cepillo de dientes comercializado, un prototipo con cerdas y hueso de cerdo, llegó en 1780 y fue fabricado por William Addis mientras se encontraba en prisión por amotinamiento. Ya en el siglo XIX el Dr. Louis Pasteur y su teoría sobre los gérmenes hizo que los dentistas comprobasen que los cepillos de pelo animal terminaban acumulando muchas bacterias y hongos y que, al perforar la encía con las cerdas, podían causar infecciones bucales. Esta situación se solucionaba esterilizando los cepillos en agua hirviendo, pero si estos no eran de calidad se estropeaban fácilmente.

En 1885 se comenzó a producir el cepillo manual a gran escala con cerdas de jabalí siberiano. El desarrollo del nailon en a finales de 1930 en los Laboratorios DuPont permitió una revolución en la in-

dustria de los cepillos dentales. Se trataba de un material duro, rígido, flexible y resistente a la deformación y la humedad que impedía el desarrollo de bacterias. El primer cepillo de cerdas de nailon se vendió en 1938 en Estados Unidos. Con el tiempo en 1950 se fabricaron cepillos con cerdas de nailon cada vez más suaves. Además, se dieron cuenta que dientes y encías requerían diferentes magnitudes de rigidez y se elaboraron cepillos cada vez más precisos.

En la década de los 60 se presentó el cepillo de dientes eléctrico inalámbrico y recargable, pero no fue hasta finales de los años 80 cuando llegó el primer cepillo dental eléctrico para uso doméstico, que era de acción rotatoria. Poco a poco se fueron logrando movimientos más específicos de la cabeza y las cerdas del cepillo. Así, favorecían una limpieza más efectiva de los dientes. Diversos estudios clínicos señalaron que los cepillos dentales eléctricos lograban una mayor eliminación de la placa dental respecto a los cepillos dentales manuales. En el siglo XXI la población accede a los cepillos eléctricos y durante estos años ha habido una gran evolución desde los primeros modelos rotatorios hasta llegar a los de tecnología magnética.

Cepillos eléctricos: tecnología magnética iO

El nuevo Oral-B iO, avalado por seis años de investigación, trabaja por primera vez con tecnología magnética en lugar de mecánica y mejoras en diseño y experiencia de uso. Este aparato distribuye la energía de manera uniforme a los filamentos del cepillo a través de suaves micro vibraciones. Además, dispone de un nuevo sensor de presión inteligente que ayuda a proteger las encías de una excesiva presión. En concreto, advierte al usuario en caso de un exceso de fuerza con una luz roja y con una verde cuando aplica la presión adecuada. También cuenta con un nuevo diseño de cabezal inspirado en herramientas de dentista que potencia la efectividad del icónico cabezal redondo.

Hasta finales de los años 80 no llegó el primer cepillo dental eléctrico para uso doméstico

El nuevo Oral-B iO, avalado por seis años de investigación, trabaja por primera vez con tecnología magnética en lugar de mecánica

Dr. Alcaide: “Los cepillos eléctricos de Oral-B eliminan un 100% más de placa que un cepillo manual”

La nueva pantalla interactiva ofrece al usuario una experiencia de cepillado más personalizada. En las pruebas clínicas, Oral-B iO proporcionó una limpieza mucho más profunda de dientes y encías. En comparación con cepillos manuales, los usuarios de Oral-B experimentaron: más del 100% de eliminación de placa después de cada cepillado, encías 100% más saludables en una semana, seis veces más eliminación de placa a lo largo de la línea de las encías y el 83% de los pacientes con encías inflamadas tuvo encías sanas en 8 semanas.

El Dr. Ángel Alcaide, responsable relaciones profesionales y académicas de Oral B Iberia en Procter & Gamble, explica que, según estudios de la marca, “los cepillos eléctricos de Oral-B eliminan un 100% más de placa que un cepillo manual”. Además, señala que la tecnología de cepillos eléctricos oscilante rotacional es la única avalada por la Fundación Dental Española (FDE) como la que mejor elimina la placa. “El diseño de su cabezal redondo se adapta perfectamente a la forma y al tamaño de los dientes y encías. Por otro lado, está demostrado que una presión excesiva reduce la eficacia de cepillado y puede provocar problemas en la encía”, precisa. Según advierte, algunos usuarios de cepillos manuales emplean hasta el doble de presión de la recomendada. “Afortunadamente, con el sensor de presión de Oral-B, el 93% de los usuarios estudiados por la marca que cepillaban con demasiada fuerza, corrigieron esa presión”, destaca.

La tecnología de inteligencia artificial puede ayudar a las personas en su higiene oral. “Los cepillos Oral-B con bluetooth se conectan a una app como si de un entrenador personal en el cepillado de dientes se tratase, ya que su inteligencia artificial reconoce cada estilo de cepillado individual y ayuda a limpiar uniformemente todas las zonas de la boca para una protección total”, concluye el Dr. Alcaide.

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