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OPINIÓN
Muchas plazas MIR, pero cada vez menos futuro
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Luis de Haro Director general de iSanidad
No se sabe si el Ministerio de Sanidad sigue ampliando el número de plazas MIR pensando en el futuro o pensando en los votos del presente. El caso es que se van a ofrecer casi 9.000 plazas sin tener en cuenta, de nuevo las necesidades del sistema. Es verdad que es la mayor oferta de plazas de los últimos años, pero también es verdad que no responde a las necesidades de futuro de los MIR. Si en los próximos 10 años van a jubilarse el 30% de algunas especialidades, deberían asignarse un 30% de plazas en los próximos 10 años. Sin embargo, no es así. Y es verdad que no es tan fácil porque no se sabe qué médicos son los que se van a jubilar, además, hay plazas que los propios MIR abandonan. De todas maneras, no se puede hacer todo esto de espaldas a los profesionales, desde el despacho del Ministerio.
Parece que el proceso MIR va perdiendo su esencia. Por un lado, ya no se puede elegir con libertad porque, presencial o telemático, ya no se elige en tiempo real. Después de las negociaciones de todos los agentes implicados, estudiantes y profesionales, con el Ministerio, se ha sacado un Real Decreto que impide la elección en tiempo real. Por otro lado, para facilitar la protección de datos, la transparencia desaparece y solo los implicados podrán revisar los listados.
Si desaparecen las garantías y no hay seguridad de lo que está sucediendo, ¿quién va a reclamar? Ofrecer sólo más plazas MIR no es suficiente para garantizar el futuro. Si no se crean suficientes plazas y el propio proceso de elección de plaza está se va “oscureciendo” ¿qué se puede esperar? El caos que viene será “universal”. Las soluciones a los problemas del MIR están en la prevención, y no se está prestando la suficiente atención. La prueba MIR podrá quedarse sin futuro, ahogada en sí misma y en su brillante pasado si las correcciones que se hacen no son las correctas.
Calidad vs gratuidad: ¿funcionará el Plan de Salud Bucodental?
Con la aprobación del Plan de Salud Bucodental el Gobierno pone en valor la importancia de mejorar la salud oral de un estimado de 7 millones de españoles. En concreto, con una inversión de 44M€, el Plan se orienta a favorecer el acceso a los servicios de salud bucodental entre los menores de edad, las embarazadas, los enfermos oncológicos y las personas con discapacidad intelectual.
En primera instancia es importante aplaudir esta decisión, pues seguramente veremos en un futuro los frutos de la prevención y atención temprana que tan necesarias son. Sin embargo, si bien es cierto que esta medida nace con el objetivo de mejorar la atención primaria en odontología, solo los odontólogos de profesión sabemos el gran desafío que supone.
Es inevitable plantearse el coste que representa la ampliación de servicios odontológicos gratuitos. En este sentido, cabe preguntarse si la cifra de 44M€ destinada a este proyecto es suficiente para ofrecer un servicio ágil y de calidad. Al mismo tiempo, es cuestionable si es el mejor momento para que los niveles de endeudamiento público hagan frente a un gasto como el que esta iniciativa requiere. Ante este escenario, también cabe mencionar el concepto inmediatez, un requisito inherente a las intervenciones odontológicas. En otras palabras, si lo que realmente se desea es ofrecer un servicio de calidad, nos encontramos ante una iniciativa que requiere de una fuerte inversión para lograr una infraestructura útil y competitiva.
El gran desafío del Plan de Salud Bucodental aprobado por el Consejo de Ministros será que la Sanidad Pública ofrezca una asistencia odontológica gratuita y erradicar las tradicionales listas de espera que, sin lugar a duda, no son compatibles con las cuestiones vinculadas a la salud oral. Una opción que ha funcionado con éxito en otros países europeos es la apuesta por la colaboración público-privada. Por ejemplo, en Alemania el Gobierno paga al dentista por cada servicio público realizado y, si bien es cierto que la retribución es inferior a la que se obtendría realizando un servicio privado, se trata de una alternativa muy eficiente que permite minimizar costes públicos y mantener los estándares de calidad.
En definitiva, será importante que el Plan esté acompañado de un fuerte componente educativo hacia la población sobre la importancia que tiene realizar un correcto cuidado y mantenimiento de nuestros dientes diariamente, para evitar caer en la curación de enfermedades antes que en la prevención. Y a su vez, como opinión personal, el Gobierno podría plantearse contar con los profesionales que están en activo para ofrecer un servicio, más allá que gratuito, de calidad.
Itamar Friedländer
Ortodoncista y fundador de Clínica Dental Friedländer.
