Buenos Aires, 7 de agosto de 2009
FORO DE CALIDAD EDUCATIVA “MEJORAR LA EDUCACIÓN ARGENTINA. DESAFÍO DEL BICENTENARIO”
PERFIL DEL EDUCADOR DEL SIGLO XXI En el año 1996 escribí un libro intitulado “Hijos de la posmodernidad”. Si hoy tuviese que radiografiar la realidad del hoy juvenil lo tendría que llamar “Hijos de la incertidumbre” 1.- La postmodernidad, su proyección Hay unanimidad entre filósofos, sociólogos y educadores en considerar el nacimiento de la posmodernidad en la rebelión estudiantil de mayo de 1968. La Sorbona encendió la llama, que pronto se extendió a Francia entera y al mundo. Era la generación que no conoció los horrores de la Segunda Guerra Mundial y apenas sintieron los apremios de la post guerra. Eran los niños nacidos en el umbral del cincuenta, cuando Europa y especialmente Francia comenzaban a acariciar el despertar del progreso y del bienestar que les llevaría al esplendor económico. LOS GRITOS DE LA POSMODERNIDAD Todo el repertorio de reclamos y su enfurecido deseo de libertad se resumía en el elocuente grito: “Prohibido prohibir” La posmodernidad intelectual y filosófica. Tuvo sus precursores fueron Nietzsche y Heidegger. Los pensadores contemporáneos Lyotard, Habermas, Derrida, Deleuze, Braudillard, Lipovetsky, Vattimo y Mardones, han alimentado, algunos criticado la posmodernidad. La posmodernidad de la calle, la de los estudiantes parisinos dieron a la posmodernidad el pragmatismo liberador que ha perdurado hasta hoy cuyas características serían: -
La “religión del consumo”. La liberación sin fronteras