Apariciones

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PROYECTO DE MEJORAS

PRODUCCIÓN DE MATERIALES DIGITALES PARA LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LA MATEMÁTICA EN LA ESCUELA SECUNDARIA RURAL

INST. SUP. PROFESORADO Nº 15 ESC. MEDIA RURAL Nº 534



Un señor que encuentra un bebé (Tamara Montenegro)

H

abía un señor que iba por un camino muy largo, iba en caballo. Después de escuchar un llanto de bebé se fue a ver dónde era. Lo encontró y estaba abandonado. Lo había dejado la madre. El señor se bajó del caballo y lo alzó entre sus brazo. Le decía: - pobre niño, quién será tu madre que te dejó tirado. Para colmo debés tener hambre y encima no tenés dientes para comer. Entonces, el niño le respondió: - yo sí tengo dientes. El hombre apenas escuchó dejó al bebé donde estaba y se fue asustado.


El diablo (Orlando Ojeda)

U

n día, al mediodía, estaba con mi mama tomando mate y ella me contó que mi tío Miguel y un amigo de él, iban a caballo a trabajar al campo, en el camino, en una alcantarilla se escuchaban ruidos y la voz de un bebé que lloraba desconsoladamente. Miguel no aguantó, se bajó del caballo, fue a ver qué pasaba y encontró el bebé que lloraba tapado con una manta negra. Le destapó la cara y tenía los ojos rojos y dos cuernos y una cola. Miguel se asombró y corrió hasta el caballo y se marchó con el amigo. Al otro día le contó al amigo lo que había visto y él no lo podía creer.


La historia de Dios. (Franco Rolón y Lucas Barreto)

E

xistía una vez un hombre muy pobre que paseaba por toda la tierra y con su bolsa al hombro. Un día pasaba por un campo de tabacos y preguntó al encargado: - ¿Qué está cultivando? - ¡Qué le importa! ¡Estoy cultivando caca! Respondió el encargado. Entonces, el hombre de la bolsa, que era Dios, le dijo: -Bueno, caca te va a salir. Después el hombre siguió su recorrido y, por ahí, encontró otro campo de cultivo de verdura y frutas que recién el encargado estaba terminando de cultivar. Entonces, Dios le preguntó: - ¿Qué estás cultivando? - Estoy cultivando muchas especies de frutas y verduras, ojalá me salga todo lo que quiero. Contestó el encargado.


Dios le pidió un poco de agua y algo para comer. El hombre del campo le dio un pedazo de pan y un vaso de agua. Entonces Dios le dijo: - Muchas gracias. Eso que vos querés que salga, va a salir. Después de decir esto subió al cielo y no bajó nunca más en la vida porque los chicos lo cascoteaban mucho.


La sombra (Maira Balbuena)

C

uentan que en la zona de Colonia Teresa por las noches aparece una sombra.

Una madrugada, muy temprano, cuando los perros comenzaron a ladrar, un campesino del lugar, se asomó por la ventana y vio una sombra. Era una sombra con la forma de una persona pero que no se podía distinguir bien. El hombre quedó asombrado por ver esa sombra que se movía y gritaba con unos ojos que parecían reflectores que alumbraban. Iluminaban todo el campo y cada vez se acercaba más a la ventana y se iba haciendo más pequeño. Hasta que se fue desvaneciendo por la lluvia.

El Humo


(Fabián Villarruel)

E

n un campo de San Javier estábamos con mi primo a la madrugada sentados mirando tele, cuando vimos que empezó a salir humo de un potrero. Salimos afuera con Nico, mi primo, a ver y el humo se vino encima nuestro. Cuando me di vuelta ya no había nada. Entramos corriendo adentro muy asustados y, hasta el día de hoy, no sabemos qué fue.


Hombre petizo con saco (Fabián Villarruel)

A

mí se me apareció un hombre petiso con saco y sombrero y me hizo una seña para que pare. Cuando paré y miré para atrás ya no estaba. Después me apareció de vuelta y me siguió hasta el campo

Espíritu de mi tío (Fabián Villarruel)

E

n el monte, donde es el cementerio viejo, mataron a mi tío con un fierro. Cuando está feo el tiempo, los días de tormenta, sale su espíritu del cementerio, caminando, da unos pasos y se cae. Se escuchan los quejidos de cuando le pegaban, luego desaparece.


Hombre vestido de blanco (Nadia Acevedo)

E

n la ruta, cuando mi papá se iba de la casa del padrino de mi hermanito, al pasar por unos galpones le apareció un hombre vestido de blanco y caminaba a su lado. Mi papá empezó a correr y el hombre también. Dicen que es el papá de un amigo que se pegó un tiro en la cabeza. Sigue corriendo, asustado y cuando se da vuelta desaparece


Alejandro Galván – Franco González

D

icen que en el cementerio viejo, un hombre de traje negro aparece todos los días alrededor de las ocho de la noche. Este hombre camina delante de una tumba sin nombre; durante una hora se pasea en ese lugar y luego desaparece.

M

uchos conductores de autos y camiones cuentan que en la ruta, cerca de San Javier, siempre de noche, se les aparece un hombre vestido de blanco.


Fabián Sisterna

Y

o salí de trabajar una noche como a las 10; iba caminando y de pronto apareció en el camino una luz verde. La miré pero no la seguí. Muchos dicen que algunas personas siguieron esa luz y se perdieron.

Marta Coria - Wanda Sisterna – Pamela Boxler

F

rente a la escuela, a la madrugada aparece una mujer vestida de negro con un bebé en sus brazos.

E

n la isla, un grupo de amigos se tomó una foto junto a un árbol, cuando la revelaron vieron que en la fotografía aparece la imagen de una mujer.


Eugenia Zanabria

U

n día sábado a la tarde, en la casa de mi tía, yo iba caminando al baño que estaba fuera de la casa, de pronto sentí que alguien me tocó la espalda; pensé que era mi tía, pero no había nadie. Cuentan que en esa casa se escuchan ruidos porque dicen que allí, en el baño, enterraron a un hombre.

Daniel Molina

E

n la ruta 1, un camionero levantó a una señora que estaba haciendo dedo, ella le dijo el lugar de destino. Al llegar a ese lugar el conductor detuvo el camión, miró a su lado; pero la mujer ya no estaba.


Pamela Iriarte

M

e contó mi tía: Una noche ella se quedó escuchando la radio en la cocina, cuando decidió ir a dormir se levantó y allí, junto a ella, apareció una mujer que había muerto, la mujer se llamaba Eldina; mi tía se asustó mucho. Mi tía y la señora Eldina eran amigas y quizás se le apareció porque mi tía no fue a verla.


Víctor López – Agustín Acevedo

C

uentan que un trabajador manejaba un camión, iba a San Javier. En el camino había una mujer vestida de blanco, hacía dedo. El hombre paró y la mujer subió. Cuando estaban llegando a San Javier, el hombre le preguntó: ¿Dónde se baja usted? No tuvo respuesta, el hombre la mira y … la mujer ya no estaba.

S

e dice que en Yatay donde se cruzan las calles, en el lugar que le dicen Las cuatro bocas aparece esta mujer, pero sólo los días de lluvia.



La luz roja. (Lucas Ojeda)

H

ace mucho tiempo un hombre estaba en un campo cuando de repente vio una luz roja. Él la empezó a seguir y la luz lo llevó hasta un monte donde se perdió. El hombre pensaba que eran sus compañeros que andaban cazando bizcachas, entonces seguía la luz y no sabía en qué dirección iba. Cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando se asustó y volvió a su casa donde estaba su hermano.


La Luz mala (María Amelia Rolón)

S

e dice que en el Saladillo, las noches de luna llena, sale la luz mala. Se dice que es una luz roja y blanca y que si la seguís te perdés. Un hombre que estaba trabajando se puso a seguirla y al otro día apareció a 10 km de distancia


Luz (Ludmila Álvarez)

C

uentan que en Colonia San José, una noche, un hombre se despertó y fue a correr unos animales que andaban por detrás de su casa. Esos animales lo perdieron y apareció en un campo. Luego vio una luz que se apagaba y se prendía. Se dio cuenta de que estaba perdido y volvió a su casa. Se fijó la hora y habían pasado 30 minutos. Ahora en la noche se ve una sombra pero no se distingue bien.


Las Luces (Nadia Acevedo)

E

n San José, me contó una señora que cuando hay mal tiempo aparecen dos luces: una celeste y una roja. Se pasean de un ombú a otro. Esto pasaba una vez al año y luego desaparecían. Desde que la señora falleció esto no se vio más y los árboles ya se tumbaron de viejos.


Eugenia Zanabria

D

os muchachos iban en moto por la ruta, de pronto se dieron cuenta que una luz roja los seguía. Ellos pararon en una estación de servicio, fueron al baño, así perdieron esa luz. Regresaron a la ruta, de repente la luz les apareció adelante, los encandiló y los muchachos vieron todo blanco.

Marta Coria - Wanda Sisterna Pamela Boxler

E

n la isla, mi papá vio una luz que lo hizo perder, era una luz muy roja.


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La palmera (Fernando Cáceres)

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icen que en un campo se prende fuego una palmera. Los lugareños de la zona llaman a los bomberos y, cuando llegan, el fuego se apaga y la palmera está normalmente como si nada hubiese ocurrido.


El extraño árbol (Florencia Gómez)

E

n un campo de la Yatay, por las noches, se aparece una luz. Una noche cuando un trabajador estaba trabajando, una luz se le apareció frente al tractor. Él, asombrado y por curiosidad, la siguió. La luz se alejaba más y más, hasta que llegó a un árbol de la zona, se posó en el árbol y, de repente, el árbol se empezó a quemar. Ardía en llamas, el hombre miraba directamente y parecía que todo era real. Cuando se bajó del tractor se dio cuenta de que se había pasado a otro campo. Luego se fue a su casa. Al otro día fue a ver y el árbol estaba intacto, como si nada hubiera pasado.


Marta Coria - Wanda Sisterna Pamela Boxler

U

na noche mi hermano estaba trabajando y vio un árbol partido a la mitad, de allí salía una llama que no se movía a pesar del viento y no se apagaba a pesar de la llovizna que caía. Lo mismo sucedió durante tres días. La gente del lugar dice que hay que ignorar esa llama porque es el diablo.



La llorona (Celia Villaruel)

H

abía una vez una señora que le decían la llorona. Le decían así porque de noche andaba por las casas llorando y gritando. También se dice que estaba toda sucia y despeinada. Un día una nenita que tenía apenas 6 años estaba afuera de su casa. Vio a la llorona y se asustó y quiso salir corriendo. Se dio vuelta y la señora estaba detrás de ella y la agarró y la llevó. Ahora se dice que esa nenita también anda llorando por las casas y grita.


Marta Coria – Wanda Sisterna – Pamela Boxler

U

n día, a la siesta, en verano, caminábamos hacia la casa de una amiga, pasamos por una casa abandonada y de allí nos hablaban y nos silbaban, pero allí no había nadie.

En

u n

galpón, donde ocurrió un accidente y murió un hombre se


escuchan ruidos, voces, pasos. Esto sucede por las noches, o de día cuando llueve.

Agustina Villaruel

C

uentan que antes cuando los chicos entraban a la escuela las sillas y las mesas se movían solas.


Fabián Sisterna

S

e dice que acá, en un galpón de la Colonia, murió un hombre hace mucho tiempo. De ese lugar dicen que salen quejidos.

Jeremías Martínez

M

i abuelo me contó que en las noches de luna llena él sentía que tenía que ir a rezar a un árbol que estaba situado lejos de su rancho. Cuando caminaba hacia ese árbol él sentía que le respiraban al oído y le hablaban; entonces mi abuelo se arrodillaba y oraba hasta que esa sensación se iba.


Angel Albelo

U

na vez estaba caminando por el camping de Costa Sur con tres compañeros. De pronto, ellos escucharon un grito que venía de una cantina. Nos acercamos, allí había una señora limpiando; mis compañeros pensaron que se había electrocutado porque –decían- el grito había sido desgarrador; pero la señora estaba bien, nada le había pasado y no había escuchado nada; yo tampoco. Tiempo después, me enteré que en ese lugar antes habitaban inmigrantes ingleses y, en ese tiempo, los nativos no estaban de acuerdo con los planes de los ingleses y los atacaban repentinamente. De esos enfrentamientos quedaron muchos caídos y son las almas de esos muertos las que siguen reclamando esos territorios y se manifiestan haciendo ruidos y llamando la atención.


EL NEGRITO DEL AGUA Lucas López

M

uchos pescadores cuentan de una aparición en el río San Javier. Siempre al atardecer, se trata de una “especie” que denominan “negritos del agua”. Algunos dicen que el cuerpo de estos seres es mitad hombre mitad pez. Otros dicen que son humanos, pero que tienen branquias. Y otros afirman que son hombres, pero que viven como peces. Esta historia tiene su origen en el año 1983, luego de una gran inundación en la zona¸ cuando las aguas bajaron se hizo frecuente la aparición.


NENA EN TRICICLO Vanesa Carrizo – Rosana Lavanderi

E

n el cementerio de San Javier, según muchos testigos, aparece una nena en triciclo que se pasea un rato y luego se pierde entre los árboles. La nena y su triciclo traspasan, en su paseo, las paredes. Dicen que la nena es una difunta conocida, se trata de Mónica … Dicen que años atrás, cuando esta nena murió, sus padres la sepultaron junto con su juguete favorito, un triciclo.


De la nenita del cementerio de San Javier. (Macarena Viviana Segovia)

S

e dice que en el cementerio de San Javier sale de noche una nenita a andar en bici.

Sale porque cuando falleció su familia puso la bici en el cajón. Los cuidadores del cementerio cuando la vieron por primera vez se sorprendieron mucho.



Lobizón

E

(Fabián Villaruel)

n el campo de mi papá apareció un lobisón, cuando estaba tomando mate. Mi papá se arrimó muy lentamente a ver qué era y cuando vio al lobisón disparó para adentro de la casa y no salió hasta el otro día. El lobisón era muy grande como casi de 2 metros y era todo peludo, feo, como con cara de perro toda destrozada.


Carpincho blanco (Brian Ojeda, Gonzalo Redondo)

U

n profe me contó la historia del carpincho blanco. Había unos hombres que andaban cazando en la isla de noche. De pronto apareció un carpincho blanco mezclado con los carpinchos. Los cazadores mataron los carpinchos y sólo quedó el blanco, Algunos cazadores se volvieron a la canoa para regresar y uno solo quedó siguiendo ese carpincho y luego se perdió.

Vanesa Carrizo – Rosana Lavanderi


U

na noche mi abuelo iba caminando por un pasillo hacia su casa y lo sorprendió el lobisón. Era como un perro grande, negro y con los ojos rojos. El animal saltó al pecho de mi abuelo y lo tiró al piso. Mi abuelo se descompuso, le dio un ataque, lo llevaron al hospital.


María Eugenia Albelo – Carla Espinosa

L

as personas mayores dicen que el lobisón es el séptimo hijo varón de una pareja. Sobre este hijo cae una viejísima maldición: en las noches de viernes, de luna llena, este hombre se transforma en un “animal” muy grande que tiene características de hombre y de perro. Para la transformación, el maldito comienza sintiéndose mal, siente fuertes dolores, luego busca la soledad del monte, se tira al suelo, rueda tres veces de izquierda a derecha diciendo un Credo al revés. El hombre se levanta con la forma de un perro inmenso, de color muy negro, ojos rojos refulgentes como brasas, patas muy grandes que son una mezcla de mano humana y pata de perro, además tiene un olor fétido. Este ser vaga toda la noche hasta que llega el día. Cuando los perros notan su presencia aúllan y lloran. Se alimenta de bosta de gallina, cadáveres desenterrados y alguna vez se come un bebé no bautizado. El hombre que se transforma en lobisón es flaco, desde niño es una persona solitaria, muy poco sociable. Se vuelve enemigo a muerte de quien descubre y revela su secreto y no se detiene hasta verlo muerto.


Para matar al lobisón, hay que hacerlo con una bala bendecida Por lo general el hombre lobo no aparece como una bestia agresiva con los humanos, aunque hay que estar siempre alerta ante un posible ataque, ya que tampoco es una bestia amigable.

María Eugenia Albelo – Carla Espinosa

M

i mamá me contó esto que pasó una noche: mi papá se había dormido, hacía calor por eso la puerta de la casa estaba abierta, de pronto un fuerte viento entró y al mismo tiempo se sintió el aullido del lobisón. Al otro día mi mamá le contó esto a mi hermano Roberto y él le dijo que una noche cuando él volvía de San Javier, en bicicleta por la Ruta 1 vio pasar el lobisón.


Pamela Iriarte

S

e dice que el lobisón aparece en noches de luna llena en las higueras.

Marta Coria – Wanda Sisterna – Pamela Boxler

U

n noche volvíamos en moto de San Javier, frente al vivero, se nos apareció un perro grande negro, se nos paro adelante, pensamos que lo chocábamos, lo pasamos por encima, miramos atrás y no había nada.


Víctor López – Agustín Acevedo

C

uentan que en los campos de El Saladillo existe un chajá blanco que no se puede cazar. Nosotros fuimos, lo vimos, le tiramos con escopetas y no lo pudimos matar.

C

uentan que una noche una mujer se descompuso, mandaron al hijo de esta mujer a comprar unos


medicamentos. En el camino el muchacho se encontró con amigos que lo invitaron a un baile, él fue. A la madrugada lo vinieron a buscar, le dijeron que su madre estaba muriendo, él respondió que había tiempo para llorar. La madre murió y el muchacho se transformó en el pájaro que llamamos Caraú.


Melina Villaruel

M

e contó mi papá que cuando él era chico iba a cazar con su padre y dos hombres más. Él caminaba atrás, llevaba una linterna. De pronto se dio cuenta que atrás suyo había una luz, se dio vuelta y la luz desapareció, esto pasó varias veces. Más adelante sintió que alguien caminaba a su lado, miró de reojo y era un enorme perro negro con los ojos que brillaban. Él quiso mirarlo de frente y el perro desapareció. Sintió miedo, se acerco a su padre y le contó. Entonces su papá, mi abuelo, le empezó a contar historias suyas de cuando era joven. Una de esas historias: Trabajaba en una estancia, salía a las cuatro de la mañana, salía a caballo. Un día se le subió una señora de blanco y seis conejitos blancos; cuando mi abuelo quería mirarla de frente la mujer desaparecía.


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