Exótico Exótico, es aquello que impacta ya sea por el color, forma, textura o simplemente lo que nos pueda sorprender por ser distinto o inusual, como un impulso que llama la atención hasta el punto que nos conduce a admirar y apreciar lo que tenemos delante nuestro, con ello fantasear creando una historia, atraídos por la sensibilidad despertada por algún acontecimiento que impacta momentáneamente. Nos dejamos llevar por ese rio que acarrea toda clase de desechos tanto buenos como malos, que debemos clasificar y reutilizar para un bien común. Pero claro, ¿cuál es ese bien común?, ¿acaso el bienestar humano?, ¿la cercanía con el otro? o ¿simplemente ser tú mismo?, ¡tú decides! En realidad, está en nuestras manos crear conexiones, redes, hilar hasta formar un todo e integrar cada elemento o material como sucede en la obra descrita, donde encontramos muchos elementos: el vidrio, material traslucido, frágil y fuerte a la vez. Hojas de pan de oro, plata y bronce, muy delicados a la hora de emplearlos, pero al aplicarlos dan un gran resultado por su potente brillo, marcando el tiempo, siendo este el centro de atención. La madera, soporte y base que complementa e integra el vidrio, metal, acrílico y betún judaico cuya pátina, le da un toque de envejecido al color puro del acrílico. La producción de la obra está inspirada en una especie de vegetación, dotada de gran colorido llamada Heliconia, conocida en Ecuador como platanillo. Esta especie exótica se da en bosques húmedos, uno de los tantos es el valle de Malacatos, parroquia rural de Loja, gran regalo de la naturaleza, deleite de turistas, nativos y de quienes queremos cambiar de aires. Tener una impronta y exclamar ¡la vida es bella! aunque estemos en crisis, derrotados, sin fuerza, sin horizonte y preguntarnos ¿me gustaría tener algo exótico en mi vida?
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