A MODO DE PRÓLOGO DOY FE Un prólogo tiene la función de servir de acicate a la lectura de la obra, a sabiendas de que ésta será leída de todas maneras, aunque sólo sea porque ya se tiene entre las manos, y a pesar del prólogo, o en el mejor de los casos, obviándolo. Porque ¿quién no ha leído las magníficas Novelas Ejemplares cervantinas? ¿y quién el prólogo que la misma pluma escribió? Es por ello que, actuando contra la naturaleza etimológica del término, voy a aprovechar la oportunidad que este prólogo me ofrece para dar testimonio de lo que en esta obra el lector no encontrará: su proceso de creación y su creador. Toda composición literaria debe superar tres estadios, perfectamente establecidos desde la antigüedad, a saber: la inventio, la dispositio y la elocutio; o en román paladino: la idea, la búsqueda exacta de la palabra y la expresión de la misma. El autor de hoy en día, además, se ve obligado a batirse en duelo –cual caballero medieval- contra las huestes de la moderna tecnología. ¡Si supiera el amable lector la de veces que nuestro creador se ha visto superado por un error informático, una pérdida de corriente o un virus! ¡Si hubiera sido testigo de las ocasiones en que se ha levantado de nuevo! ¡De su capacidad de reacción! ¡Ni un Quijote, ni un ave Fénix! ¡Era un Alejandro Magno! ¡Un Julio César! Perdón. Quizá me dejo llevar involuntariamente por el entusiasmo, pero a nadie se escapará la coincidencia en el apellido del autor y la humilde pluma que traza estas líneas. Se trata efectivamente de mi padre. Para todo hijo resulta difícil describir con objetividad a su progenitor, aunque en mi caso será difícil completar el retrato, ya que aspiro a ser lo más subjetiva posible; sólo desde la subjetividad más cotidiana seré capaz de trazar un dibujo fiable. El autor de esta obra se me figuró desde siempre como el perfecto humanista del Renacimiento. De formación científica –farmacéutico, óptico, analista clínicoen casa a menudo hablaba de arte y literatura mientras sentía curiosidad por las lenguas vivas e interés por las muertas. Siendo yo estudiante de filología, me pidió en una ocasión que le tradujera una inscripción latina que había encontrado esculpida en una antigua fachada, situada en alguna de las calles que recorría diariamente de camino a su laboratorio de Murcia. Después de varias horas de consulta en diccio1
narios y gramáticas, le llamé para leerle aquella interpretación sin sentido que me había salido. Él había ensayado otra, sólo utilizando la memoria de sus lejanos años de latín, en las aulas de su añorado colegio de Santo Domingo de Orihuela. Por supuesto, su versión superaba en lógica y sintaxis a mi galimatías. A su insaciable curiosidad de todo tipo de conocimiento debo mi amor a los libros y a la lectura. De su magnífica biblioteca hemos bebido todos sus hijos y en ella siempre pudimos buscar –y encontrar- lo que necesitábamos o apetecíamos. Es mi padre también, buen conversador y en esta novela, los diálogos son reflejo perfecto de ello. Las comidas familiares de nuestra infancia solían servir de contexto apropiado para hablar de cualquier tema y, en especial, de los que se pudieran extraer algún aprendizaje. En ocasiones, las disputas dialécticas acababan en consultas bibliográficas que resolvían definitivamente las cuestiones. Aprendimos así que los libros no eran nuestros enemigos, sino nuestros aliados. Esta primera obra suya no es, por otro lado, su primera incursión en el mundo de la creación literaria. Ya desde joven destacó como versificador: Alta, gallarda y serena la figura del torero se alza clavada en la arena llena de gracia y salero dedicaba a Manolete años antes de su muerte, por lo tanto cuando el autor andaba por los quince mayos. Su facilidad de rapsoda le ha hecho componer rimas a todos sus nietos, escribirles cuentos y crear, casi espontáneamente, letras para acompañar viajes u otros acontecimientos. Debe saber el lector, además, que esta novela tiene otro aliciente: las imágenes. Entre ellas encontrará auténticas curiosidades, fotografías interesantes y bellas composiciones del propio autor, cuya facilidad para el dibujo también ha sido parte de la herencia cultural que le debemos. La obra que el lector tiene ahora entre sus manos es, pues, el reflejo de esta personalidad. Ha resultado de la pasión por la cultura, de la rigurosidad en la búsqueda del dato y de la curiosidad por todo lo que comporte el ser humano: desde la fría perfección de un programa informático, hasta la calidez de una acuarela que da color a una lámina. No me queda nada más que añadir el condimento que adereza y sublima el conjunto: el amor con que mi padre la ha creado, pensando en el modo de animar a sus nietos en la curiosidad por la cultura ¿Se podrá partir con mejor equipaje? María Luisa Caride Vázquez
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Dedicatoria de la edición cero
UN GUIÑO AL OLVIDADO GÉNERO EPISTOLAR
Alcantarilla, invierno de 2005
Queridos nietos:
Mis hijos (vuestros padres, como sabéis), algunos escogidos amigos y los mayores de vosotros, siempre habéis vivido bajo la angustiosa amenaza de la posible aparición de este escrito (“novela histórica dentro de lo que cabe”) y la consiguiente obligación de tener que leer su contenido. Seguramente no hay familia que no tenga un miembro perverso del que se puede temer siempre lo peor. En la nuestra soy yo. ¡Perdonadme! Lo que posiblemente ha agravado la situación ha sido que, con lo que he tardado en empezar y el no menor tiempo dedicado a pasarlo de las musas al teatro, que digo a los papeles, puede haber prendido en vosotros la vana esperanza del incumplimiento de mi amenaza. Habéis vivido muy felices pensando que nunca la cumpliría y por tanto jamás estaríais obligados a su lectura. La realidad ha sido así más cruda. ¡Vuestro gozo en un pozo! Pero una vez alcanzada mi vieja aspiración, os habréis preguntado ¿Qué hace mi anciano abuelo metido en estos berenjenales tan lejos de su profesión? Yo mismo, que no le encontraba justificación, he podido comprobar lo que inconscientemente influyen los ejemplos de los viejos en los ancianos: José Luis Sampedro en plena cumbre literaria, a su edad (que es casi la mía), Sharón incombustible y pétreo (al menos hoy)1 y tantos y tantos ancianos laboriosos, pero sobre todo el ejemplo de nuestro fallecido Juan Pablo II viviendo todos sus dolorosos padecimientos con coraje y cumpliendo sus obligaciones hasta el final. Hay, así lo entiendo yo, que, afanarse, mientras se pueda, como hicieron y siguen haciendo tantos. En mi caso me he esforzado en cosa tan intrascendente como ésta que os presento... E intentando imitar al Papa, estoy dispuesto a aguantar con humildad, valor y esperanza cuanto nos envíe el Señor. Yo me comprometo a aguantar con paciencia y resignación las justas críticas y, quien sabe, si las descaradas burlas de cuantos me lean. Como 1
1 Estoy tardando tanto que terminarán por morirse todos… y que no sea yo.
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ayuda, os pido que no hagáis llegar “esto” sino a personas de plena confianza o reconocida bondad. Pero sabed que aunque sea un trabajo que os parecerá una tontería, me ha costado una barbaridad. No os podéis suponer el esfuerzo que me supone perseguir las palabras que encajen en el concepto que tengo en mi mente. Es como salir a caballo con el lazo de los cowboy del oeste americano a la persecución del búfalo o quizá algo más: lanzar el anzuelo a la mar a la espera de que pique el mero soñado. Y no os digo nada del esfuerzo en la búsqueda de datos e imágenes, mi trabajo con el plumín oxidado y el viejo pincel ya ralo... y mi lucha titánica con el ordenador laberíntico, mágico y hostil, con vocación “penelópica” (¿o es “penelopénica”?) Empecé de broma, modificando un cuento corto que os tenía escrito, pero he de reconocer que según iban apareciendo nuevas páginas, inversamente proporcionales a mi inspiración, he estado varias veces a punto de abandonar. No lo hice por pundonor, pero nada me extrañaría, si termináis de leerlo (lo que ya es un esfuerzo que os agradezco de antemano) que lamentéis que no cayese en la tentación. ¡Y que voy a decir si llega a leerlo alguien que no sea de la familia! Seguramente le tendré que regalar un pavo por Navidad. No lo sé. ¡Como nunca he pasado por semejante trance, ignoro qué hay que hacer! Sin embargo, para vosotros mis queridos nietos, tiene la ventaja que no tenéis que contestar a esta carta, como a aquellas que os suelo escribir a los pocos de vosotros que seguís mi recomendado juego epistolar. Esta vez sólo, en vez del prometido premio, hay castigo: tener que leer lo que sigue. Aunque estoy seguro que sabréis reconocer el gran cariño con el que os lo dedica vuestro abuelo. A mis nietos José Luis, María Luisa, Alejandro, Rocío, Jorge Juan, Belén, Lucía, Fernando, Violeta, Eduardo y a cuantos puedan seguir; a vuestros hijos y nietos, para que se interesen por la historia, y de una manera especial por la de España, cuyo conocimiento se encuentra en almoneda, como quizá el propio concepto de nuestra querida patria. También a mis hijos, sin cuya ayuda hubiese sido incapaz de terminar, yernos y nueras, por si esto les anima a seguir sabiendo más. Y sobre todo, expreso mi más profundo agradecimiento a Fali, (vuestra abuela) que ha aguantado mis silencios, mis ausencias mentales y mi acumulación de libros sin que previamente hayamos encontrado ubicación en las estanterías de casa o el despacho. A todos vosotros lo dedico.
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Con agradecimiento a cuantos amigos han creído y cuyo criterio me ha animado a la publicación de este libro.
Siendo un niño leí una novelita basada en un episodio de la vida de Alfonso X El Sabio. No tendría más de cincuenta o sesenta páginas, pero no he podido olvidar los personajes: Fernando III El Santo, Sancho IV El Bravo y la familia de su hermano D. Fernando de la Cerda, tan tempranamente fallecido. Por supuesto la figura de Alfonso, su escuela de traductores de Toledo, su “Sevilla no madeja do”, su conquista de Murcia y sus argumentadas aspiraciones imperiales. Eso me vino muy bien para cuando en el bachiller tuve que estudiar la historia de España. Al menos aprendí con facilitad el s. XIII coronado con la heroica defensa de Tarifa por Guzmán El Bueno. Ahora que el estudio de la historia no sólo se considera una pérdida de tiempo, si no motivo de vergüenza en muchos casos, he querido despertar la curiosidad de mis nietos por una época muy desprestigiada, mediante la publicación de esta novela que he adornado con multitud de historia y noticias, así como imágenes y bosquejos biográficos de los protagonistas de los hechos. Así he pretendido, que a partir de su lectura puedan querer profundizar en esta época y quien sabe si en general en toda la rica historia de España. Para ello la publiqué en una tirada restringida de algo más de un par de centenares de ejemplares numerados y personificados para mis parientes, amigos y alguna persona cuyo criterio me interesaba conocer y para lo que incluí en un sobre, franqueado previamente, una encuesta orientativa. Cómo no podía menos de suceder, las respuestas fueron, en general, de entusiasmado elogio, aunque teniendo en cuenta que los críticos eran personas amigas o familiares y que correspondían, sin costo, ni siquiera postal, a un obsequio, no he tenido más remedio que poner en cuarentena las loas y ditirambos. Pero aún así han llegado a convencerme que puede haber algunos lectores a los que pueda interesar este tipo de literatura inventada como excusa para recordar hechos reales. 5
No obstante he tenido que hacer algunas modificaciones. Lo primero ha sido cambiar el título pues “Mi primera novela” que tenia la edición familiar, me obligaba a explicar en una segunda parte no sólo todos los enigmas sin resolver, sino la razón del propio título. Aún sin renunciar a ello, prefiero de momento dejar a la imaginación del lector dar respuesta a las dudas planteadas. Las notas que estaban ubicadas al final de cada capítulo han pasado a pie de página invitando así a consultarlas sobre la marcha, mientras los apuntes biográficos los he reunido a la terminación del capítulo. He suprimido algunas alusiones demasiado intimistas justificadas cuando los destinatarios eran mi pripia familia y por supuesto he hecho correcciones gramaticales y de errores historicos. Al añadir algunas frases, con todo lo anteriormente dicho, podemos decir que hemos conseguido una edición coregida y aumentada, lo que no deja de ser curioso en una primera edición. Con todo lo cual el autor presenta al lector las páginas que siguen deseándole entretenimiento y reactivar su interés por la historia.
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En tiempos de Isabel II (Narración Histórica dentro de lo que cabe)
Preparando información Autora: María José Caride Vázquez
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FotografĂa oficial de la reina con la firma de Isabel.
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EXTRAVIADO Desde luego iba rápido, además de distraído, hurgando en los bolsillos a la búsqueda de la perra gorda que necesitaba para bajar en el ascensor desde José Antonio a su estación de metro1. Así, no es extraño que, al pisar la acera, tropezara con una losa suelta y anduviese dando saltos grotescos intentando en lo posible mantener con cierta elegancia la verticalidad. Al menos no caí de bruces como estuve a punto de hacer. Así, jadeante, perdiendo ya de la plomada sólo la necesaria inclinación hasta encontrar el apoyo en la pared, con el corazón a pleno galope, los ojos entornados y acordándome del Sr. Moreno Torres2, siempre levantando las calles del inacabado Madrid, noté una mano sobre mi hombro. - ¿Se encuentra Vd. bien D. José? Ya sabe, que como siempre, Emiliano Conde, aunque sin título, está a su disposición. No, no estaba bien. La cabeza me dolía a rabiar como si estuviera a punto de reventarse, posiblemente por el esfuerzo tras el tropezón, y muy a gusto hubiese seguido al menos un instante más con los ojos cerrados. Los entreabrí para ver quien me hablaba y me encontré con un desconocido de menos de treinta años, algo gordito, de buena estatura y con una sonrisa de las que te hacen a las personas empalagosas. Miré ya con más atención y vi que estaba extravagantemente vestido Todos los nombres que aparecen en negrita son personajes reales, sean o no políticos. 1 En el centro de la Red de San Luis (José Antonio en mis tiempos), existía una caseta con una airosa visera para acceder a la estación del metro José Antonio. Había que bajar bastantes escalones, pero se podía utilizar un destartalado aunque amplio ascensor (treinta o más plazas) por el módico precio de diez céntimos de peseta o “perra gorda” (en Murcia, “perro gordo”). La “perra chica” o “perrilla” eran cinco céntimos de peseta. El nombre canino era un eufemismo por el león que aparecía en ambas monedas. 2 Era alcalde de Madrid, cuando allí estudiaba, y que, como todos los que en el tiempo han sido, tenía a menudo levantadas las calles para obras de mejora, ¡Había que acabar Madrid!.
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Airosa boca del metro en José Antonio
con un largo gabán con vueltas de piel gris y que al llevar abierto dejaba asomar una levita. Se cubría con sombrero de copa que se había quitado al saludarme. Guantes negros y un elegante bastón añadían, si cabe, toques sorprendentes a su inexplicable aspecto. No me encontraba en esos momentos con ánimo de análisis sino de buscar un sitio donde descansar hasta reponerme. Seguramente debía tener la palidez de un muerto, pues el Sr. Conde se hizo cargo de mi situación y sin más, echándome el brazo derecho por la espalda, me metió su mano bajo mi sobaco, me hizo pasar mi brazo izquierdo alrededor de su cuello y sujetándome el hombro con su mano izquierda, me levantó casi a pulso, por la muy poca ayuda que yo aportaba, y como si estuviésemos bailando un vals, me llevó unos pasos adelante hasta entrar por la primera puerta que un señor cura, viéndonos llegar, y con ánimo de colaboración, mantenía abierta para facilitar la entrada. Entre el sacerdote, Emiliano y un joven con aspecto de camarero, me acomodaron en un sofá. Yo estaba aturdido. Miraba a mi alrededor y no comprendía nada. Estábamos donde con tanta frecuencia entraba yo a preguntar si me había llegado la transferencia que me hacía mi padre desde el pueblo todos los meses, para mis pequeños gastos y el pago de la pensión. Era el Banco Español de Crédito3 y ahora parecía un café. Un café con algunas mesas de mármol, sillas de anea con respaldos de lira, algunos grandes cuadros enmarcados con gusto, grandes espejos con marcos de caoba que aumentaban el 3 En mi época el Banco Español de Crédito era el más acreditado de cuantos había en España. Con un capital social de 50 millones de pesetas (totalmente desembolsado) tenía sucursales en la totalidad de las más importantes plazas españolas. Muchos de los ahora punteros (si existían), en la mayoría de los pueblos sólo tenían “corresponsales”: personas solventes que les recogían pasivo, cobraban y endosaban letras.
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espacio ya de por sí amplio. ¿Qué era todo aquello y porqué todo el mundo vestía de época? Solamente cabía que estuvieran rodando una película que se desarrollaba el siglo pasado. Sí, recordé, creo que pensaban llevar al cine una novela de Alarcón. Todo se agolpaba en mi mente sin poder atender a las preguntas que me dirigían mis samaritanos mientras me hacían beber con insistencia un vaso de agua con un azucarillo.
- ¿Se encuentra mejor D. José?
Desde luego estaba mejor del dolor de cabeza y el mareo, pero cada vez más aturdido. Por las ventanas que daban a la Calle (¿mi calle Montera?) se veían transitar coches de caballos (entre los que pude distinguir una calesa y un tílburi) con el inconfundible sonido de los cascos de las caballerías en el empedrado. También algunos carros, unos tirados por mulos y otros por bueyes. Todo en un ambiente terriblemente maloliente ¡Qué maravillosamente estaba Viejo Café de San Luis ambientado todo! ¡Qué derroche en trajes, decorado y suciedad! Incluso vi que grandes telones, pintados con un realismo increíble, tapaban las casas de la acera de enfrente, cubriendo los bares y tiendas con la imagen de antiguas casas e incluso, casi enfrente, la fachada de una iglesia de bastante buen porte. Tras de esta película sólo puede estar Cecil B. De Mille4, la Warner Brothers o alguna otra importante productora yanki. Pero lo curioso del caso es que los actores, todos, no sólo magníficamente caracterizados sino imbuidos de su papel, debían haberme tomado a mí mismo como otro miembro del elenco, aunque, eso sí, llamándome siempre por mi nombre, precedido indefectiblemente por el don... Todos se desvivían por atenderme pero yo, además del dolor de cabeza, que se amortiguaba o aumentaba de una manera intermitente, me encontraba mareado, con angustia. Casi con ganas de vomitar. Así lo hice saber y les faltó tiempo para acompañarme, no fuese a caerme, hasta un pestilente retrete. Porque eso era. Tuvimos que atravesar un patio para llegar a un cuartucho pequeño en el que había una especie de banco de madera con un orificio circular tapado con una madera de 4 Famoso productor y director norteamericano, especialista en movimiento de masas y que dirigió “Búfalo Bill”, “Unión Pacífico”, “Sansón y Dalila”, “Los diez mandamientos” y “El mayor espectáculo del Mundo” entre otras muchas; algunas rodadas en España.
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La Parroquia de San Luis estaba en la calle de la Montera y una vez desamortizada fue destruida
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radio un poco mayor. Todo bastante oscuro y lúgubre, con la sola luz que penetraba por unas ranuras que había encima de la puerta... y a pesar del frío, moscas, muchas asquerosas moscas, cuya presencia, junto al nauseabundo olor que se respiraba, me ayudó a dejar mi estómago vacío de contenido. A la puerta quedaron el cura y el Sr. Emiliano esperándome para acompañarme al salón y mientras llegábamos, iba pensando que el presupuesto de la película debía habérseles acabado antes de hacer el aseo, aunque no habría sido barato llenarlo de tantas moscas. Nos acomodamos en una de las mesas y ya un poco mejor físicamente, comencé a contestar las preguntas de aquellos señores que tan amablemente me estaba atendiendo.
- Sí, ya estoy mejor.
- Al llegar a cierta edad tenemos que cuidarnos más –dijo el cura- aunque al menos la epidemia de cólera se puede considerar terminada. Me quedé perplejo. Yo tenía 20 años, cumplidos el 10 de mayo y aunque mi aspecto no debía ser bueno... ¿Qué edad podrían creer estos señores que podría tener?... Y lo del cólera... ¡menuda broma! No sabía que hacer, y si me hubiese encontrado mejor me hubiese levantado del diván y me habría ido a la pensión dejando plantados a toda esa caterva de chalados. Como si me hubiese adivinado mi angustia, el Sr. Conde me dijo:
...Era D. Faustino...
- No se preocupe, veremos de traerle un médico que le atienda aquí mismo, ya que su señora acaba de salir en cabriolé, supongo que para la finca... ¡Que barbaridad! ¡Sabía de mis cosas más que yo mismo! ¿Quién creería que era yo y de qué esposa hablaría? Hace meses que me enfadé con mi novia... y ¿a qué finca habría ido? Dios mío, ¡qué confusión! Decidí, de momento, no discutir, seguirles la corriente, e incluso integrarme en sus conversaciones, pues la curiosidad iba abriéndose paso en mi desconcertada mente... Lo mejor para las bromas es aceptarlas y segurlas sin montar en cólera.
Veremos donde llevaba esto.
- ¿Cree Vd. D. Faustino que podremos encontrar pronto un médico?-Preguntó D. Emilano al cura preocupado por mi salud-. 13
- Por supuesto. Todos los días viene a misa de diez, aquí, a mi Iglesia de San Luis, el Dr. D. Eduardo Llorens. Estaremos atentos y seguro que le atenderá con mucho gusto. Como sabe es muy amigo mío. - ¡Ya lo creo! Y menuda garantía. Es un hombre de profunda vocación familiar que arranca de su tío abuelo, ya que es hijo de Gertrudis Pastor Balmis, hija de Micaela, la hermana del famoso Dr. Balmis, que llevó a Canarias y las Colonias la vacuna de la viruela. ¡Y con qué éxito! Cientos de miles de personas fueron rescatadas de las garras de una muerte casi segura o, en el mejor de los casos, de quedar convertidos en auténticos monstruos con sus caras tusas con las huellas de la cruel enfermedad. - No todos saben lo que aquello supuso5 y España y la ciencia jamás lo reconoció como debía. Seguro que si D. Carlos, como sería lo justo, hubiese llegado a ser nuestro rey, no hubiese sucedido tamaña injusticia. La historia de los grandes hombres es el esqueleto de la historia con mayúscula.
- Vd. siempre vuelve al mismo tema, pero la verdad es que aquella expedición debe enorgullecernos. Quedé pensativo. ¿Cómo sería? Yo sé que las vacunas deben estar en hielo y dudo que los barcos dispongan de él, así que me atreví, por primera vez, a intervenir en la conversación preguntando.
- ¿Y cómo lo hizo?
- ¿No lo sabe?,-dijo D. Faustino-. Quintana, aunque me gusta poco por otras cosas, dedicó una hermosa oda de exaltación a esta expedición que salió de La Coruña en el “María Pita”. Llevaba a bordo los niños, a alguno de los cuales se les había inoculado previamente con pústulas de las vacas, que contienen la vacuna y con las que se formaban en los niños, se iban pasando de unos a otros para, al final, llegar con las pústulas-vacuna frescas y activas, y poder inmunizar así a las gentes de los diversos lugares en los que se fondeaba. Una genial idea que descubrió un médico francés: Jenner.
- ¿Por qué niños? Pregunté impresionado por lo que me parecía cruel.
- Sólo con niños sanos se tenía la seguridad de no inocular otras enfermedades además de vacunar de la viruela. Piense en la sífilis o la tuberculosis. Podría ser el remedio peor que la enfermedad.
- ¿De donde se sacaban a los niños para estos menesteres y que se hacía después
5 En los siglos XVIII y XIX, España quedó más que diezmada por el tifus, la viruela y una nueva enfermedad que hacía muchos siglos que se había dado por extinguida: el cólera morbo.
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con ellos? -pregunté-. Me contestó Emiliano Conde, que también parecía muy ducho en el asunto. - ¡De los hospicios!6, ¿Qué padre podría prestar a sus hijos para una aventura como ésta? ¡No habría dinero que pudiera convencerles! En los hospicios había muchos que reunían las condiciones precisas para efectuar tan honroso papel ante la sociedad. Cierto que algunos morían y no pocos quedaron desperdigados sin oficio ni beneficio por los puertos en los que atracaba el María Pita, pero la memoria de estos niños permanecerá en los corazones de todos por la eternidad. Ahora, en España, la enfermedad puede considerarse en trance de exterminio7. La verdad es que si eran unos bromistas, estaban al corriente de tan, para mí, cruel historia. Claro que a lo mejor forma parte de sus papeles en la representación. Me dejó triste la A los tornos de las “Inclusas” llegaban infinidad de niños abanhistoria de los niños-vacudonados na , porque no recordaba haber oído hablar de ellos en toda mi vida. Sus nombres deberían estar impresos en letras de oro en el frontispicio de la facultad de San Carlos ¡Qué papel el de estos y tantos mártires de la ciencia! La humanidad ha sido siempre cruel y olvidadiza... en todos los tiempos. Pero D. Faustino, seguramente para convencerme de la valía del galeno que iba a verme resaltó su opinión particular. - El Doctor Llorens es de los que aceptan que el principio del hombre es la animación; esto es, la unión y comercio del alma con el cuerpo. “Y pues la naturaleza del alma, sus facultades y operaciones son tan diferentes de las del cuerpo, (a pesar del íntimo enlace que puso el Creador entre estas dos substancias con miras dignas de su sabiduría), para obstinarse en confundirlas, es forzoso no tener otro deseo que el dejarse conducir por los sentidos, y en su consecuencia, querer cegarse, hasta el punto 6 A las Inclusas llegaban infinidad de niños abandonados cuyo porvenir era siempre incierto, pero desde luego, casi siempre mucho mejor del que hubiesen tenido con las madres que los abandonaron. 7 En la ley de Sanidad de 1851, se insistía en la obligatoriedad de vacunar a todos los niños de viruela
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de no mirar otro fin que la nada”. En estos términos se expresa este eminente galeno. ¡Qué hermoso es en estos tiempos de herejía, encontrarse con un científico que es capaz de sacar consecuencias prácticas de la unión maravillosa de una sustancia espiritual con otra extensa y organizada! ¡Qué ejemplo para tanto ateo!8 No es de extrañar la paz que irradia: “Erit contentus cuyus contientia est munda”. Quedé anonadado ante tamaña catarata de filosofía difícilmente comprensible y que aumentaba mi desconcierto. ¿De que tiempos me habla? ¿Cuáles son los míos? Me levanté con ánimo de huída y de improviso me contemplé en uno de aquellas espejos que lucían, aunque no muy limpios, en las paredes cubiertas de floreados papeles multicolores. Yo estaba vestido como todos los que me rodeaban... algo más grueso y aparentando mucha más edad, pues la media melena (¡con lo que me gustaba el pelo cortado a la alemana!) dejaba ver bastantes canas. ¡Hasta llevaba una arreglada barba! ¿Sería yo? Me la toqué para convencerme de que aquella imagen correspondía a mi persona. Casi caigo desmayado. Me senté de nuevo a punto de perder el conocimiento. El dolor de cabeza volvió a ponerse en su punto más álgido. Estaba verdaderamente asustado. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿Qué pensar? Un sueño no era, porque con el tropezón me hubiera despertado y el dolor de cabeza es demasiado real. Cuando se me alivió algo, me quedé unos momentos sin respirar para ver si con la asfixia me despertaba del sueño. ¡Todo inútil! ¡Al contrario! Se agudizó el dolor de mis sienes.
Me atreví a preguntar, aunque casi musitando las palabras,
- ¿Qué quieren de mí? ¿Quiénes son? ¿Quién soy yo?
Don Emiliano Conde, aunque no pudo oírme, entendió al menos mi angustia, acercó su cara a la mía y tan cariñosamente y tan próximo que parecía que me iba a besar, me dijo: - D. José ya sabe que somos sus amigos. ¿Quiere que le llevemos a su casa? Ya vemos que aún no se encuentra bien. Le repito lo que dije el otro día a Ud. y su apreciable esposa, nada me causaría más placer que poder servirles. Nada me aclaró aquella aseveración tan estúpida y fuera de lugar. Le miré fijamente y guardé silencio. note que a mi mirada respondió sonrojándose como una amapola, ¿ qué hacer? o me callaba o le daba un bofetón y para eso no tenía fuerzas. 8 Los judíos y los musulmanes eran los que de antiguo ejercían la medicina. Posteriormente, en los conventos hubo afamadas boticas en las que podían encontrarse todo tipo de productos medicinales de la época. Madrid puede gloriarse además, de haber contado con el hospital de Antón Martín, centro desde el que se impartió, por primera vez en el mundo, según parece, la enseñanza a los ayudantes sanitarios (Practicantes primero y después ATS). Fue una fundación de la Orden Hospitalaria, que en 1835, siendo General de la Orden José Bueno Villagrán, que era Dr. en medicina, se vio obligada a la exclaustración.
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Necesitaba salir del café, dejar a estos personajes, respirar el aire frío del invierno... ¿Cómo del invierno?, si ayer era verano, caluroso por cierto.
¡Quizá en la calle podía encontrar alguna explicación!
D. Faustino se levantó como un resorte. Había visto pasar a D. Eduardo, el famoso médico, que cruzaba la calle para entrar en la iglesia se San Luis. Salió y nos lo trajo al instante.
Francisco Javier Balmis, ilustre médico alicantino, llevó la vacuna de la viruela por medio mundo. Embarcó en la corbeta “María Pita” en La Coruña, con 22 niños de entre 3 y 9 años, que no habían contraído la difteria y a los que acompañaban Isabel Candela y Gómez (rectora del hospicio de La Coruña), los médicos ayudantes José Salvany (su ayudante principal) y Antonio Gutiérrez, dos practicantes y tres enfermeros con cuantos adelantos de la época garantizaban el éxito de la expedición que financiaba personalmente Carlos IV. De los niños, 10 eran de Madrid y el resto de la costa gallega, acostumbrados a la mar. No sólo se vacunó en Canarias y todas las provincias españolas americanas, sino también en Santa Elena, Filipinas, Goa y China. De esta expedición dijo Jenner que no se imaginaba “que en los anales de la historia hubiese un ejemplo tan noble y extenso como éste” y Humboldt lo calificaba de “la más memorable de la historia”. Yo añado que si se tratase de una epopeya británica, francesa, italiana o americana, decenas y decenas de obras literarias y cinematográficas nos la estarían recordando de continuo, mientras que ésta, por ser española, queda reservada a la curiosidad de investigadores históricos o al entusiasmo del Club Rotary de Alicante.
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Era un se単or de mediana edad
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LA SANIDAD PRIVADA Era un señor de mediana edad, alto y delgado. También, como no, vestido elegantemente, esta vez de frac, pantalón colán gris de rayas verticales y un gran pañuelo a manera de corbata entre rojo y rosa que le daba una gran prestancia. Llevaba en su mano izquierda un pequeño maletín y en su mano derecha un elegante bastón que colocó bajo su brazo izquierdo para quitarse el sombrero de copa con el que iba cubierto. Así nos saludo inclinándose levemente. Inquirió los síntomas de mi mal y que se resumían en unas inexplicables alucinaciones, un atroz dolor de cabeza, a Dios gracias intermitente, y unos vahídos que en ciertos momentos casi me hacían desmayar y que mis propios acompañantes se adelantaban a describir por mí, remiso a participar demasiado en el juego. Me hizo tender en el sofá. Me desabroché el chaleco y la camisa para que pudiera palparme a placer, tanto la tripa como el pecho al que aplicó una especie de trompetilla y en medio del más profundo silencio de los presentes, escuchó el acelerado ritmo de mi respiración y los latidos desbocados de mi corazón. Yo me sentía avergonzado, pero la verdad es que cada vez me veía más y más integrado en aquella comedia que, si no fuese por el dolor de cabeza, empezaba a interesarme. Al fin, después de tomarme el pulso, examinarme la boca y la garganta aprovechando la luz de una vela porque la que entraba por aquellas amplias ventanas no era suficiente, de registrarme las articulaciones de las rodillas y los codos, de hacerme toser en varios tonos y de ver el color de mis párpados inferiores, con gran parsimonia y voz profunda me dijo: - No le veo mal. Sólo precisa que le consigamos la necesaria dosis de anactesia1. Su complexión es robusta y no me extrañaría que llegase a vivir cincuenta años o más. Lo que tiene ahora, quizá debido a pasados excesos, es simplemente, una momentánea acumulación de fluidos. Pero antes de todo, teniendo en cuenta que todos los efectos tienen sus causas, deberíamos procurar averiguar el motivo de la corrupción de sus humores ¿Ha aspirado aire cargado de exhalaciones infectas y corrompidas de fosos y albañales? ¿de lugares húmedos o hediondos? ¿Ha visitado 1 Expresión culta de la época para expresar la reparación de fuerzas.
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algún hospital con cierta frecuencia o lugares con la salubridad descuidada? Que es muy importante conocer la composición del aire que se respira por su proporción de ázoe, aire mefítico o mofeta atmosférica. ¿Ha tomado algún alimento corrompido? ¿Ha convivido con persona que trasuda corrupción? En este caso la corrupción o el vicio corruptor, se propaga por toda la masa humoral, en las cavidades y en las vías de circulación por las cuales extiende sus ramificaciones. Yo contestaba a cada pregunta con monosílabos mientras le miraba fijamente esperando descifrar la verdadera intención: ¿broma? ¿locura?. Si estaba preocupado por mi salud antes de la entrada de D. Eduardo, ahora estaba a punto de ensuciar mis pantalones, pero él, muy seguro de sus conocimientos, continuaba imperturbable ante mis espantados ojos: - Admitamos como incontestable que la causa de todas las enfermedades tiene su origen en el estómago y en los intestinos, donde se originan todos los humores y la serosidad, saliendo de allí, como el humo del fogón para filtrarse por la sangre en las vías de la circulación. Como se sabe, la sangre tiene también su origen en el estómago, pues la naturaleza ha colocado en esta víscera lo que sirve para proveer el mantenimiento de los cuerpos animados. Éste fluido, como tiende siempre a depurarse, hace esfuerzos para desembarazarse de cuantas materias impuras le estorban para su acción, depositándolas en algún punto, allí donde resultan las enfermedades y el dolor y de cuyo sitio, elegido por la naturaleza, se derivan los nombres de las enfermedades. Sólo cuando la corrupción es demasiado fuerte y la serosidad humoral demasiado corrosiva como para parar la circulación de la sangre, el enfermo muere sin que a veces haya habido tiempo para dar nombre a la enfermedad de la que ha sido víctima. Todos escuchaban extasiados ante tan grandes conocimientos, pero yo cada vez estaba más intranquilo y mucho más, pensando que podía morir, sin tan siquiera conocer el nombre de mi enfermedad. ¡qué tragedia!. D. Eduardo comprendió mi espanto y quiso tranquilizarme, diciéndome casi al oído: - No se preocupe está en manos de un médico que no gusta de hacer experimentos si es eso lo que le preocupa: ni sangrías, ni sanguijuelas2, ni mercurio, ni quina, ni baños fríos ni calientes, ni baños sulfúreos y mucho menos usar específicos, compuestos en su mayoría por venenos, ya que aunque muchos sabios sostienen que un veneno destruye a otro, nadie nos autoriza a convertir las entrañas humanas en un laboratorio químico a la espera de un feliz resultado. 2 Parece que vuelve a pensarse en estos asquerosos bichejos, ahora para restaurar la circulación sanguínea con el anticoagulante que sintetiza, haciéndolo pasar al paciente a través del parásito. Nada puede extrañar ya, que peor es que pretendan limpiar los tejidos muertos con larvas de de insectos… y estamos en el s. XXI.
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- ¡Gracias Doctor! - dije, pensando que al menos me iba a salvar de alguna de las salvajadas de las que se hablaba.
- No me lo tiene que agradecer. ¿Porqué experimentar con absorbentes y calmantes o con dietas debilitantes, con electricidad, mesmerismo3 o galbanismo4, tópicos y desecantes, de dudosa aplicación, cuando disponemos de la medicina curativa de la purgación?
Todos escuchaban en silencio y con interés. Yo a punto de llorar
- Lo vamos a resolver con un cocimiento y un ungüento que le recomiendo que le dispensen en la botica de D. Guillermo Caballero, que como sabe está a la entrada de la Carrera de San Jerónimo, porque además de su habilidad en la elaboración galénica, tengo confianza en la calidad de los simples. Tiene además un buen acopio de hornos (incluso reverberos), retortas, baños y otros instrumentos. Allí mismo obtienen, con la máxima garantía de calidad, espíritu de azufre, aceites esenciales y demás bases de los más modernos medicamentos. También se ha abierto hace poco otra Botica en la entrada de la calle del Arenal5, entrando en ella a la derecha, de la que se habla mucho y bien, pero no les conozco. Como hablaba despacio y con una voz tan persuasiva y profunda, casi daban ganas de dormir. Quizá lo hubiese hecho de no estar tan asustado. ¿Qué pensaría hacer conmigo este señor? Por lo pronto con la admiración de mis acompañantes que le miraban boquiabiertos, siguió su disertación, yo creo que queriendo exhibir ante mí, sus grandes conocimientos. - Le recetaré un cocimiento viscoso y glutinoso, al que enriquecido con una poca cantidad de licor, con raíces de altea, simientes de malvas, zaragatona y linaza, para que tome diez gotas tres veces al día y verá con qué facilidad y casi sin dolor se le suelta el vientre. Por otra parte le harán un ungüento para aplicarse en el pecho. Pondré que se lo confeccionen con hojas de papaveris nigri, mandrágora, vermicularis, bardana mayor y abrótano macho, cocidos en una mecla a / a6 de aceite de Nicodemo, aceite de oliva, vino blanco, trementina y aloe. Se lo aplicará cada noche al acostarse sin necesidad de recurrir a los biznadores7 y estoy seguro que mañana, cuando venga a verle de nuevo, estará muy mejorado. 3 De la controvertida técnica del magnetismo animal, introducida por el médico alemán Dr. Mesner, se esperaban milagros, que por venir del extranjero se aceptaban como dogmas de fe. 4 Es la electricidad generada por el contacto de dos metales distintos y los fenómenos producidos por este método. Convertir el cuerpo humano en un conductor eléctrico ha tenido siempre gran atracción experimental y de indudable utilidad penal. ¡Dios nos libre! 5 Se trata de la “Farmacia Gayoso”, fundada en 1855 y cuya fama perdura hasta nuestros días. 6 (ana/ana) a parte iguales. 7 Se dedicaban estos simpáticos señores a aplicar biznas o emplastos antiflogísticos.
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Entrando en la calle Arenal, a la derecha estaba ya la “apoteca” que aún perdura.
- ¿No consideraría el uso de sanguijuelas o el hacer una sangría?- preguntó el cura demasiado interesado en un tema que parecía ya superado y que a mí me ponía los pelos de punta y aunque me produjo desazón y enfado, por lo que me parecía mala leche (con perdón) del cura, quedé más tranquilo con la contestación del doctor. - La sangre, según mi maestro Mr. Le Roy8, es el motor de la vida y como tal es la encargada por la naturaleza de mantenerla: ella da la salud, la robustez, la alegría y en ella reside nuestra fuerza, ¿cómo eliminarla si la naturaleza tiene medios suficientes para deshacerse de su exceso?: ¡el poro, el canal de la nariz, el pecho para expectorar, el estómago para el vómito, el tubo intestinal...! Siguió un espeso silencio de análisis interior de los asistentes de estas teorías científicas que de momento parecían beneficiosas para mis intereses. - Si la evacuación total de la sangre produce la muerte, la disminución de este fluido causa la debilidad del individuo. ¡Cuando se reconocerá universalmente que la sangre hace un mismo volumen con los espíritus animales y los diferentes fluidos destinados por la naturaleza para favorecer los movimientos de las multiplicadas partes que mantienen la economía animal!. Los gestos de algunos de los presentes me hacían sospechar que no entendían ni compartían su teoría economicista del volumen sanguíneo; eran unos sanguinarios. Pero el sólo hecho de que el Dr. Llorens fuese enemigo de sanguijuelas y san8 Le Roy era un médico y publicista francés enamorado de las purgas.
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grías suponía, para mí, un cierto alivio. Sin embargo no pude evitar que acudiera a mi mente Góngora: “Que sea médico más grave quién más aforismos sabe” - Creo que en pocas horas estará usted lleno de buena salud. Y ustedes, sus amigos, prométanme que cuidarán de D. José hasta mi visita de mañana si no precisa antes de mi atención. Por si acaso no dudaré de traerme un anquilotomo por si a pesar de mis teorías me viese en la precisión de sangrar un poco como aconseja el señor cura. Pero seguro que mejorará rápidamente sin que tenga que recurrir a actos que me repugnan. - ¡¡ Sí, le cuidaremos !! - dijeron al unísono el cura, el gordito y dos camareros que se habían apuntado a la lección magistral del Dr. Llorens. Me entregó en mano la receta, absolutamente indescifrable para mí, y que había escrito con una pluma aparentemente de ave y mojando en un tintero que le había traído uno de los camareros. Se despidió amablemente hasta el siguiente día, que me visitaría en mi propia casa a la misma hora, y añadió: - Si precisara de mí, no tiene más que hacerme llamar que como sabe vivo encima de la farmacia de mi primo, ahí, a dos pasos de la Puerta del Sol. Mi habitación, como mi persona estamos a su entera disposición9. Don Emiliano le acompañó hasta la puerta y le felicitó por las hermosas antiparras10 nuevas que acababa de guardar y que dijo que le habían traído de París. Tentado estuve de hablarle de la penicilina y de las sulfamidas, pero ¿cómo explicarle mis conocimientos? Lo que de momento decidí fue no tomar el purgante. ¡Mañana será otro día!
Todos me felicitaron. ¡Qué suerte ser atendido por tan eminente galeno!
... Y la verdad es que me encontraba mejor con su sola presencia. Siempre pasa eso en toda enfermedad: la aparición del médico es suficiente para alcanzar cierto grado de mejoría. El subconsciente es siempre así de inconsciente.
9 Realmente ofrecía su casa. 10 “Antiparras, gafas o espejuelos, lunetas de vidrio o cristal, que fijas a una armadura y adaptadas a los ojos, sirven para esparcir o concentrar los rayos luminosos, según conviene a la vista de quien los precisa”. Definición del “Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española” de Nemasio Fernández Cuesta y otros, del s. XIX.
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Tomó la palabra D. Faustino para dolerse que Zumalacárregui no hubiese tenido la oportunidad de encontrar un buen médico y que acabase su vida en manos de un curandero11, tras ser herido por una bala perdida en el mismo cerco de Bilbao12. Y allí empezó a justificar, sin que yo nada le preguntase el motivo de sus inclinaciones políticas. Todo venía de antiguo, de la actitud desvergonzada de Fernando VII, cambiando a su capricho y conveniencia las leyes. - La Pragmática Sanción fue decretada por Carlos IV a petición de las Cortes en 1789 “para observancia perpetua”. Pero en España –protestó D. Emilianosiempre reinaron las mujeres, desde Doña Urraca a Isabel la Católica. ¡La ley Sálica no es española!13 - ¡Querrá decir en Castilla! Siempre que España fue España, ya fuese en tiempos de los Godos, bien desde Carlos I, ¿dígame una reina?
El Sr. Conde no se lo discutió y dijo sonriendo:
- Por eso su tío se fue a Santander y no juró ni presidió el pontificado14.
- Pues sí, viejo y achacoso, mantuvo sus convicciones hasta el final de sus días, exponiéndose a la ruina y al exilio. - ¿Y no estaría celoso por el pretendido nombramiento por parte del gobierno de Mariano Liñán para Comisario de la Cruzada en detrimento de su tío al que por tradición le correspondía como Primado y Arzobispo de Toledo?
11 El general tenía absoluta fe en su viejo conocido Petriquillo, curandero que le sacó la bala de la pierna sin consejo médico, siguiéndose una infección que desembocó en una septicemia de la que falleció. 12 Decía mi gran amigo Paco Z. (apellido tan vasco como los restantes primeros treinta y uno de su árbol genealógico y que no digo para evitarles problemas extras a su familia) que Bilbao era la ciudad española que había demostrado a través de su historia, ser más liberal; en el s. XIX fue cercada dos veces por los intransigentes carlistas apostólicos y ahora permanece cercada por sus sucesores (ahora ateos) los etarras. 13 La ley Sálica fue implantada en España por Felipe V en 1713, según era en Francia 14 El acto de jura a la nueva reina, debió presidirlo, según la costumbre, el Cardenal Primado y Arzobispo de Toledo, a la sazón D. Pedro Inguanzo y Rivero.
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- Celoso, no. ¡Indignado!, que no es lo mismo. Llamarle celoso es no conocer a mi tío, cuya integridad está fuera de toda duda. Ya el Papa le había nombrado para el cargo, y aunque de una manera provisional, removerlo era una injusticia15. Mostró su generosidad, admitiendo que el clero reconociese a Isabel como reina, eso sí, sin perjuicio de quien tuviera “meliora et potiora iura”16 No puede acusársele de fanático intransigente. A todo eso, yo, todavía aturdido y con no poco asombro, me iba considerando integrado en el grupo y me encontraba mejor. La jaqueca se había aplacado un tanto. Metí la mano en un bolsillo de mi chaleco que notaba un poco abultado y saqué un estupendo reloj de oro pendiente de una esclavina sujeta a uno de los ojales. Me dio un vuelco el corazón; este reloj y la ostentosa cadena los vi siempre en casa en una vitrina llena de recuerdos. Al fin pude mirarlo. Eran las diez menos veinte. Cuando vio el cura la hora, salió a toda velocidad, saludando a todos efusivamente y prometiendo que volvería después de la novena de las seis.
D. Carlos defendió sus pretendidos derechos a sangre y fuego
15 Intentado resolver el asunto, Martínez de la Rosa envió a Roma como embajador a Amat, pero mientras tanto y para llevar a cabo la reforma del díscolo clero, nombró una Junta Eclesiástica que presidía el arzobispo de Méjico, Fonte y formada por diversos eclesiásticos como Liñán, algunos obispos, como Posada y Rubín de Celis, que lo era de la diócesis de Cartagena y que posteriormente fue Patriarca de las Indias y Vicario General Castrense. 16 Mi querido maestro el P. Pedro Parrilla S.I. al que por su reciente fallecimiento no he podido, con gran tristeza, mandar las galeradas para su corrección, lo hubiese traducido libremente como “a beneficio de inventario”.
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Mariano Liñán Morelló, fue Pavorde de la catedral de Valencia, de gran cultura, llegó a ser catedrático de árabe en la universidad valenciana. Políticamente isabelino, colaboró activamente con esa causa, siendo promovido por la reina a Comisario de la Cruzada y obispo de Teruel, aunque el Vaticano nunca llegó a aceptar ese nombramiento. Fue nombrado Prócer del Reino tan al final de sus días que no le dio tiempo a tomar posesión; la muerte es así de cruel. Perteneció también a la Junta Eclesiástica con la que con espíritu jansenista, los gobiernos de Isabel pretendían hacer un clero a la medida. Fue un auténtico patricio, dejando su fortuna para obras benéficas, considerándosele como el promotor del primer abastecimiento de aguas de la ciudad de Valencia
Don Antonio Posada y Rubín de Celis, marqués de Soto de Aller, y vizconde de Miravelles, Abad de Villafranca del Bierzo, se inclinó por la causa isabelina desde el nacimiento de Isabel, cuando ya no era obispo de Cartagena, en cuya breve estancia dió muestras de prudencia, dulzura de carácter y habilidades literarias. Debió ser bien recibido en esa diócesis por el imborrable recuerdo que dejó su antecesor Manuel Rubín de Celis (que vemos en un retrato que se conserva en la real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia), y al que tanto deben la cultura, las artes y la agricultura de Murcia, a través de fundaciones y caritativas donaciones que él promovió. Posada fue posteriormente arzobispo de Valencia y Toledo así como Patriarca de las Indias.Tras su marcha de Murcia su sucesor monseñor Azpeitia se encontró, como tantos otros, con problemas con Calomarde que le acusó de negligencia por no conseguir el juramento del clero a la reina. Don Antonio Posada murió en la casa donde ahora está la Academia de la Historia en Madrid.
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ENTRANDO EN SITUACIÓN En cuanto lo vio en la calle, Emiliano Conde me contó, al ver que yo no le conocía, cuanto sabía del cura: había llegado hacía poco a la parroquia de San Luis, que está ahí esquina a la calle San Alberto. Vino de un pueblo de Zaragoza. Era sobrino del Cardenal Inguanzo al que en el año 1833, D. Carlos María Isidro nombró Regente para España junto a D. Pascual Sebastián de Liñán1, el capitán general que había muerto hacía un par de años. Inguanzo2, siendo obispo de Zamora, mucho antes de la guerra carlista, había escrito a favor del derecho de la Iglesia de poseer bienes propios. Se ve que las veía venir. La desamortización de Mendizábal fue la gota que colmó el vaso y cansado de luchar por una causa perdida (los derechos de la Iglesia) se alió con otra, la carlista, en la que aún obtuvo menos beneficio. El carlismo de Inguanzo, para algunos el partido de los herederos de los que a la llegada de los “cien mil hijos de San Luis” les vitoreaban al grito de “¡vivan las caenas!”3, lo heredó su sobrino D. Faustino, y tan acendrado, que era imposible 1 Fue durante un breve espacio de tiempo Virrey de Méjico, precisamente el penúltimo, sustituyendo a Juan Ruiz de Apodaca (conde de Benedito) del que era Mariscal de Campo cuando se abortó la insurrección de Mina. Liñán le prendió y le pasó por las armas a pesar de haber sido compañeros. El sobrino de Espoz había sido un heroico guerrillero en la guerra de la Independencia, aunque después, a pesar de ser navarro se convirtió en un decidido luchador por la emancipación de las provincias americanas. A Liñán sucedió en el virreinato de Méjico Juan O´Donojú que sufrió la humillación de perder aquellos territorios para España. Por cierto que también el primer, y efímero, emperador de Méjico fue un peninsular, al que los mejicanos fusilaron, pues tampoco ellos “pagan traidores”. Se trataba de Augusto de Iturbide y Aramburu, el de las tres garantías (religión-blanco-, unión con españoles- rojo- e independencia-verde-) que aunó en la bandera mejicana. 2 Inguanzo estaba en perfecta sintonía con el trío formado por el embajador sardo ( Sr. Conde Solano de la Margarita), el general de los franciscanos fray Cirilo Almeida y D. Joaquín Abarca, el “ultramontano” obispo de León. Eran estos tan carlistas, ya antes de los sucesos de La Granja (dudas reales, ley sálica, bofetada a Calomarde, Pragmática Sanción…) que a su lado, hasta el Cardenal Tiberi, nuncio de S.S. parecía un liberal isabelino. 3 El grito de “¡Vivan las caenas!” en boca de los que lo proclamaban (los de más bajo estrato social) es algo verdaderamente incomprensible, pues eran ellos los que podían esperar más de la desaparición de la lacra de la esclavitud. Claro que también ahora, no son pocos los que prefieren un régimen de subvenciones y proteccionismo (aunque sea a costa de cadenas) a la auténtica libertad.
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comentar nada sin terminar discutiendo con él. Cualquiera fuese el tema, siempre
Fusilamiento (¿Asesinato?) de Doña María
acababa relacionándolo con la dichosa guerra y la implicación del clero. Cuando se lanzó éste a la calle, decía el cura, defendiendo a Fernando VII frente a Napoleón, nadie se rasgó las vestiduras. ¿Porqué escandalizarse con los curas que ahora defienden la justa causa de D. Carlos?
María Antonia
María Isabel
María Amalia
Para el cura, el pasar a bayoneta a los oficiales enemigos como hizo Zumalacárregui o el fusilamiento de los alcaldes por orden de Cabrera siempre eran hechos admisibles como represalias normales en la guerra. Como es natural no encontraba justificación para el cruel fusilamiento por parte de los isabelinos de María Griñó4, madre de Cabrera, pero sí que éste se vengara, haciendo lo propio con las esposas de varios generales enemigos; sin contar que hay que reconocer que los primeros fusilamientos de prisioneros los hicieron los liberales isabelinos. Para el Sr. Cura, todo lo que sucede en España desde que reina Doña Isabel es un desastre y no tiene empacho en decir que en los tiempos que llaman “ominosa”, de la tira4 Amanecía una fría mañana de febrero de 1836 cuando en la fortaleza de Tortosa, un piquete del 5º regimiento de Bailén al mando del general Noguera, ajusticiaba (asesinaba, podíamos decir) a la pobre señora. Dios la tenga en su gloria y haya perdonado a los responsables.
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nía, para algunos, del absolutismo y la inquisición, para todos, había más libertad. Asegura, y en eso tiene algo de razón, que en aquella época bastaba con respetar al rey y a Dios, (esto es, no acordarse de “Sus Majestades”) para poder vivir seguro e incluso escribir y publicar, aunque se estuviera sujeto a una censura, que según él, no era tan rígida como se suele decir5. Para él no hay más justicia que la del Santo Oficio6. Su inquina contra el liberalismo era total pues decía que era una “farsa que cuesta mucho, divierte poco y corrompe totalmente”. Yo seguía, como no, aturdido escuchando a Don Emiliano, que bien parecía una cotorra. Pero ya la curiosidad comenzaba a abrirse paso entre mi estupor, y empecé a considerar el dejarme llevar por mis extrañas circunstancias e integrarme decididamente en aquel mundo en el que me encontraba inmerso. ¿Sería verdad que estaba a mitad del s. XIX? La guerra carlista siempre me intrigó y aquel amigo parecía estar tan puesto en esa época que me atreví a dar una opinión esperando la suya. - Siempre se ha dicho que los carlistas no tenían razón de existir y si las tenían las perdieron por su fundamentalismo y gran crueldad.
- Según se mire; Fernando VII, que como sabe, no había tenido hijos que sobrevivieran más de dos años con sus tres primeras esposas, Doña María Antonia de Borbón Dos Sicilias7, Doña María Isabel de Braganza8 y Doña María Amalia de Sajonia9, al tener descendencia con su cuarta esposa Doña María Cristina de 5 Con parecidas palabras lo decía persona tan poco sospechosa como Larra, “para vivir sin problemas, bastaba no mentar ni a Dios ni al rey” 6 Sobre la pertenencia a este tribunal escribió un gracioso epigrama el ingenioso granadino José Orozco: “Familiar del Santo Oficio un filósofo ser quiere y un poeta le zahiere porque toma este ejercicio ¡Quite allá!, dijo el primero, tiene usted poco meollo ¿Quiere que escoja ser pollo pudiendo ser cocinero?” 7 Cuando casó con su primera esposa doña María Antonia, Fernando no tenía ninguna experiencia sexual, lo que unido a su escaso atractivo no debió ser beneficioso para el logro de un heredero. Sin embargo sí fue útil para que el rey comprobara con entusiasmo que era un “ariete” de primera. 8 Se decía que María Isabel era “fea, pobre y portuguesa (¡chúpate esa!)”, sin embargo debemos agradecerle el que fuese la promotora y creadora del Museo del Prado, que no es poco. 9 Doña María Amalia de Sajonia era una niña a quien nadie le había dicho que los bebés no los traían las cigüeñas y aterrada por los acontecimientos y por la presencia del gordo y achacoso monarca se orinó en el tálamo nupcial.
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Borbón10, pero femenina, hizo que anduviera dudando entre la Ley Sálica y la Pragmática Sanción de Carlos IV. Su propia esposa, en La Granja, a pesar de ser la madre de la interesada, le hizo firmar la anulación del codicilo11 en su lecho casi de muerte, por miedo a la guerra que veía venir. Lo que pasa es que el rey, reafirmando su espíritu dubitativo, incomprensiblemente no murió esa vez y como lo mismo aceptaba la Constitución de Cádiz12 que la abolía, lo mismo quería que fuese reina su hija Isabel que admitía que lo fuese su hermano Carlos, él solito, se metió en un lío que tan caro nos está costando a los españoles. Sobre lo que pensaba o quería el rey, ¡averígüelo Vargas13! Sólo que le contaran interesantes cuentos, que es sabido que ante él, tenía mejor porvenir un buen narrador que un prestigioso científico, un santo sacerdote, un aguerrido militar o un político eminente. Con Fernando VII, da el cura por concluida la legalidad reinante y suele decir que Isabel es reina a bofetadas, refiriéndose a las que le dio María Luisa Carlota (la de los bellos ojos azules) a Calomarde mientras rompía el codicilo con la decisión real de anular la Ley Sálica. Por cierto, ¿Sabe usted que Calomarde14 estuvo a punto de ser promovido al cardenalato? La gente dice que es normal que después de la bofetada venga el cardenal. Pero le insisto, volviendo a su afirmación de la crueldad carlista, que aunque indudable, no lo fue menor que la de los liberales. Los primeros fusilamientos de prisioneros los efectuaron las tropas de la Reina Regente, y suyas fueron las 10 De su cuarta esposa se casó verdaderamente enamorado o al menos “prendado”, lo que no supuso el menor cambio en sus licenciosas costumbres. Casi todas las noches visitaba la casa de “la Malagueña” su amiga más íntima, acompañado de una variopinta patulea: duque de Alagón, el chistoso Chamorro, un aguador al que dio título con grandeza de España y otros de parecida calaña, con poder para nombrar y quitar ministros, mientras las provincias de ultramar se iban independizado, que ya en 1828 con la pérdida de Uruguay quedaron reducidas a Cuba, Puerto Rico y Filipinas ¡Menuda pandilla! 11 La “Pragmática Sanción” antitética de la “Ley Sálica” que impusiera Felipe V, el primer Borbón de España, siguiendo la teoría francesa de impedir reinar a las mujeres. (Parece mentira que los que siempre han presumidos de liberales y progresistas jamás hayan tenido una reina ni una Presidenta de la República… ¿para cuando lo dejarán?) 12 El muy hipócrita, cuando Riego le obligó en 1820 a jurar “la Pepa”, no tuvo empacho en proclamar, firmándolo además, “marchemos francamente, yo el primero, por la senda de la Constitución”. En toda España se organizaron grandes procesiones cívico-religiosas en la que se implicaban todos en el seguimiento del nuevo “sendero”: clero, corporaciones en pleno, cofradías religiosas, ejército… desfilaban ostentosamente por las calles de cada pueblo, pero el rey, en cuanto pudo, volvió sobre sus pasos… él el primero. 13 El tal Vargas (el licenciado Vargas) era Privado de los Reyes Católicos y era tal la confianza y seguridad que tenían en su perspicacia que cualquier asunto dudoso que se les presentaba no lo resolvían sin sus investigaciones :”¡Averígüelo Vargas!”. 14 Se ha hecho famosa la histórica frase con la que Calomarde contestó a la bofetada que le “soltó” Doña María Luisa Carlota, la de los bellos ojos azules: “Manos blancas no ofenden”. Lo que nunca se sabrá es que hubiera dicho si en vez de la aterciopelada y aristocrática mano de la infanta hubiese sido, por ejemplo, la de la mujer de su cochero.
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bayonetas que asesinaron a Porredón15 en esta segunda guerra. Ya se sabe como son todas las guerras civiles, donde la ira de hermanos es ira de diablos. Yo estoy seguro que cuando ésta acabe definitivamente, será la última que tenga España. Servirá de vacuna definitiva. - Por supuesto -dije yo, haciendo un mohín de labios y cejas, que no supo interpretar Emiliano.
- Por otra parte D. Carlos16 estaba muy convencido de la legitimidad de sus derechos y los defendió con todos los medios que dispuso... no aceptando la orden de extrañamiento que Fernando dictó a su Primer Ministro Céa Bermúdez... y así ha persistido hasta su muerte. Pero es que detrás del carlismo no sólo está la posible legalidad dinástica, sino el problema de la foralidad, la situación económica, las desigualdades sociales y sobre todo los problemas religiosos y políticos. - Así fue toda esta primera guerra17 desde que se levantó Manuel González el empleado de correos de Talavera de la Reina, hasta siete años después, cuando “El Tigre del Maeztrazgo” (Cabrera) cruzó la frontera, dije yo, ya lanzado, y dispuesto a sacar provecho del notable que me dio en historia el P. Mestre.
15 Don Bartolomé Porredón, más conocido por Ros de Eroles, fue un carlista convencido, que ya antes de la muerte de Fernado VII luchó contra los constitucionales. Formó un batallón a sus expensas siendo la pesadilla de los liberales a los que venció en multitud de oportunidades en acciones que podrían parecer legendarias. Llegó a general y de nuevo en la segunda guerra carlista se lanzó con denuedo y con éxito a la lucha, pero enfermo de gravedad fue descubierto por las fuezas isabelinas que allí mismo, en el lecho del dolor, le cosieron a bayonetazos. 16 D. Carlos escribió a su hermano en estos términos ”Yo, Carlos María Isidro de Borbón y Borbón, Infante de España, estando convencido de la legitimidad de mis derechos a la Corona de España, en el caso de que yo sobreviviese a Vuestra Majestad y que no dejase hijos varones, digo que, ni mi conciencia ni mi honor me permiten reconocer otros derechos, lo que declaro” 17 Tras la primera y más importante guerra carlista y de la que se tiene una somera idea a través de las conversaciones de los personajes con los que conviví este relato, siguieron otras dos: la “dels Martinets” originadas por los partidarios de D. Carlos Luis de Borbón y Braganza, conde de Montemolín e hijo de D. Carlos, y que se desarrollaron en los montes del Maeztrazgo y Cataluña en la lucha de catalanes contra catalanes tal como sucedió en la guerra de 1936. Capitaneaban las huestes carlistas, entre otros, Juan Castells, Marçal y Bartolomé Porredón. A pesar de su inferioridad llevaron en jaque a las fuerzas isabelinas mandadas por generales de tanto renombre como Bretón, Pavía, Gutiérrez de la Concha y otros por el estilo. Hubo una tercera guerra que coincidió con el destronamiento de Isabel II. Duró otros cuatro años con diversas alternativas entre ellas un nuevo cerco de Bilbao (la ciudad mártir de mi amigo Paco Z.). No fue una guerra generalizada y sí con episodios de gran crueldad, como los protagonizados por el cura Martín de Santa Cruz, encarcelado por los propios carlistas. Todo terminó cuando el Pretendiente cruzó la frontera, diciendo: ¡Volveré!. Cosa que no cumplió porque tenía menos palabra que el general Mc Arthur.
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- Es más, desde mucho tiempo antes, pues puede decirse que la contienda comenzó con el levantamiento de Barcelona en torno a D. Carlos en 182718. Se me había escapado lo de “primera”, ignorando si sería demasiado pronto para que lo supiera, pero mi amigo o no lo captó o le pareció normal mi observación. Con la perspectiva del tiempo, sé ahora, que “ese día” aún se estaba en plena segunda guerra carlista.
- Y el clero de parte del Pretendiente...
- No es de extrañar, pregunte a D. Faustino, D. Carlos encarna la más estricta ortodoxia católica, mientras los gobiernos masónicos de Doña Isabel toman las medidas que toman: permiten negligentemente el asesinato de cientos de curas y frailes, además de mostrarse impertérritos ante los incendios de no pocos conventos (y no una, sino varias veces), se quedan con los bienes de la Iglesia, eliminan los diezmos, censuran los escritos papales, prohíben los signos externos religiosos, extrañan a los obispos y sientan en sus sedes a Delegados de Culto a su imagen y semejanza ¡A qué seguir! ¿Con quién quiere que esté el clero?19 El Papa, imprudentemente en mi opinión, hizo una alocución pretendiendo emplear su autoridad a favor de D. Carlos y tuvo merecida respuesta en una durísima carta de D. José Alonso, el famoso jurisconsulto cuando fue ministro de Gracia y Justicia20 en mil ochocientos cuarenta y tantos. - Sí, se produce un círculo vicioso; tú me tratas mal, yo me voy con los otros y como tú te has ido con los otros, yo te trato mal21. 18 No tenía entonces Fernando VII descendencia y era viudo, pero al casarse con su cuarta esposa, Doña María Cristina, D. Carlos, a la espera de acontecimientos, se desentendió prudentemente de sus seguidores que ya le proponían como rey. 19 Recién nacida Isabel, muchos sacerdotes dudaron de nombrar “ad principen” como obligaban los privilegios llamados “colecta et fámulos” que concedió a los Reyes de España el Papa Gregorio XIII. Sin embargo otros, como el obispo de Valencia, mandan a los párrocos una circular en la que se les insta a que en las misas, después de anunciar las fiestas y ayunos de la semana, se expliquen, al menos durante un cuarto de hora, algunas máximas del evangelio del día y algún punto de la doctrina cristiana, entre los que cita de una manera taxativa el amor y la obediencia a la reina y legítimas autoridades. 20 Este navarro era el “cismontano más acérrimo para defender a todo trance las regalías reales y combatir sin tregua las decretales” por lo que tiene más mérito su acción. No obstante, y quizá por ello, fue llamado por los moderados “Tiberio”. Tras los sucesos de septiembre de 1840 que costaron a Doña María Cristina el puesto de Reina Regente y que dieron paso al encumbramiento de Espartero, en el nuevo gobierno, D. José Alonso ocupó la cartera de Gracia y Justicia. Desde ese puesto, ejerciendo de Tiberio, suprimió los diezmos, y declaró bienes nacionales las propiedades del clero secular y cofradías, incluso bienes, derechos y acciones (con algunas excepciones) poniéndolas a la venta. Se encargó personalmente de contestar al Papa en lo que se había considerado un ataque a la legítima independencia nacional. Sus amigos le calificaban como “notable hombre de ciencia y de gran elocuencia y virtudes cívicas” 21 En general, el clero estaba de parte de D. Carlos; pero no sólo el clero español, pues en Francia, el arzobispo de Bourges, supuso para el Pretendiente tanto sostén como el partido regalista galo, que aspiraba a poner en el trono al que llamaban Enrique V.
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- Pero, ¿Quién piensa Ud. que fue el verdadero héroe de la guerra?
Antes de contestarme, con parsimonia, sacó de su bolsillo una cajita, aparentemente de plata que tenía un polvo negruzco que me ofreció. Lo rechacé pues en principio pensé que podía ser una droga de las que hablaba con tanto desparpajo el Dr. Llorens. Pude comprobar que se trataba de unos polvos para estornudar. Seguramente ñoras finamente molidas... o quizá ese tabaco picado... ¿cómo se llamaba? Ya recuerdo: ¡rapé!22 - Espartero. No hay duda para mí, aunque los hay que no le reconocen ningún merito; ¡ni el valor!... En Luchana estaba enfermo, postrado en cama y la batalla, aunque bien llevada por el general Oraa, estaba indecisa, cuando el riojano se presentó en el campo de batalla sobre su brioso caballo, a pesar de la fiebre, arengando a la tropa, en medio de la nevada y el fuerte viento. Consiguió la victoria. Muchos de sus enemigos no reconocen en este gran militar, como digo, ni el valor. Piensan que no tiene la inteligencia necesaria para los puestos de responsabilidad que ha llegado a ostentar, como tampoco perdonan su actitud a veces insolente ante la Corona23.También le echan en cara su afición al juego24. Sus enemigos no olvidan su postura implacable con los compañeros que se levantaron contra él25, olvidando 22 Tabaco picado y preparado para ser tomado por la nariz, tal como ahora se hace con la cocaína. Se le quitaba la nicotina por fermentación, en cuyo proceso se producía ácido acético libre responsable de los irresistibles estornudos. A lo que se ve, debían de ser muy placenteros por lo que se extendió esta costumbre y es posible que vuelva, ya que, a no poder fumar. ¿Se permitirá usar rapé? Con él, al menos, no existirán consecuencias pasivas. 23 La primera vez que se vio el Duque de la Victoria con la Reina Regente, Doña María Cristina, fue en Barcelona, precisamente cuando en un acto de culto a la personalidad a los que tan aficionado era Espartero, la madre de Isabel puso sobre sus sienes la corona de oro con la que había sido distinguido el general. Don Baldomero aprovechó la ocasión para “exigir” la destitución del Consejo de Ministros y la inmediata retirada de la Ley de Ayuntamientos que se estaba discutiendo en las Cortes. Dio la viuda de Fernando VII al Duque la Presidencia del Consejo y al aceptar el puesto, cargado de soberbia, lo hizo a “beneficio de inventario” (a resultas de cómo encontrase las cuentas del estado, que no serían muy boyantes). Como las Cortes eran de mayoría conservadora, no retiraron la ley de Ayuntamientos, por lo que D. Baldomero Espartero, presentó su dimisión. 24 Hay que reconocer que las de la baraja no son las mejores cartas de presentación de un político con tantas responsabilidades económicas. Ya se sabe que la ludopatía (aunque entonces ni sabían lo que eso significaba) ha arruinado grandes fortunas. 25 Con el general Diego de León, conde de Belascoaín, tuvo Espartero desavenencias ya durante la guerra carlista. Para algunos fue la verdadera razón de que tras el fracaso en Madrid del intento de rescatar a la reina niña de su regencia, detenido en Navalcarnero (en realidad se entregó engañado) no moviese un dedo para evitar su fusilamiento. Con él fueron pasados por las armas Montes de Oca, Borso de Carminati y otros. Diego de León era en realidad sólo la punta del iceberg, ya que el inductor de toda la operación era O´Donnell, que hábilmente de sacudió la responsabilidad, como el propio Manuel de la Concha. La familia real creyó que se trataba de un secuestro, pero era lo cierto que la única intención del golpe era quitar a Espartero de Regente, que por cierto, durante la revuelta, estuvo perdido, quedando la responsabilidad de la defensa de palacio en manos de un joven oficial que fue después muy famoso: Dulce.
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Zumalacárregui herido
que también había conseguido el poder por las armas26. Pero son gente rencorosa que en el fondo no le perdonan los éxitos que ha conseguido proviniendo de una cuna de tan humilde origen, logrando el fajín de general desde soldado, pasando por cabo, sargento y toda la escala militar. Aunque tengo que reconocer que de sus indudables crímenes hizo gala de San Benito27, con verdadero descaro, ganándose la antipatía de muchos. Y desde el lado carlista, la figura indiscutible fue Zumalacárregui, gran estratega y con una enorme capacidad organizativa. Su muerte supuso un mazazo para la causa de D. Carlos porque Cabrera sólo era valiente como demostró arengando a sus tropas desde unas parihuelas en las que yacía ya sacramentado y casi moribundo. Pero en las guerras no sólo hicieron carrera militar los profesionales de las armas; muchos civiles acaudillaron partidas con las que consiguieron honores y ascensos tras brillantes victorias. Ya en la guerra de la Independencia surgió un ramillete del que se hace difícil entresacar alguno, aunque el cura Merino...
-¡Ya, el que intentó asesinar a Isabel!
-¡No D. José!, el otro cura Merino, que tanto se distinguió en la lucha contra las fuerzas de Napoleón. En aquella guerra destacaron muchos que no eran militares28 de carrera como don Juan Palarea el médico murciano de tan brillante hoja de servicios. De un modo semejante ha sucedido en la guerra carlista. El alcanta26 La regencia la consiguió con un levantamiento militar. 27 Se decía de vanagloriarse de algo desvergonzado. 28 Las guerrillas que se organizaron contra los invasores napoleónicos estaban compuestas por miembros de todas las clases sociales. Los había ciertamente que eran militares como Lacy, Renovales, Yacer, Villacampa, y otros, pero la mayor parte eran desde curas (como Merino y Tapia) a mozos de labranza como Mina y “el Empecinado”, pasando por nobles (Porlier, Eroles, Montijo…) y algún terrateniente como Julián Torres “el Charro”. Puede considerarse pues, como la integración total del pueblo en la lucha, con abandono de sus profesiones liberales, ya fuesen médicos como el citado Palarea y Martínez San Martín o toreros como “El Chaleco”, “Caracol”, “Calzones” o “El Fraile”.
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Las fuerzas liberales (isabelinas) estaban mucho mejor pertrechadas.
rillero D. José Jara y García29 que llegó a Mariscal de Campo del Pretendiente y ha fallecido este año, como tantos otros, encontró la gloria militar desde la sociedad civil.
- ¿Qué piensa que influyó más en la terminación de la guerra?
- Tiene razón. Una guerra tan irregular, sin territorios conquistados, persiguiéndose los ejércitos sin orden ni concierto, con Cabrera30 haciendo la guerra por su cuenta, podría haber durado eternamente. Pero todos estaban cansados, sobre todo los carlistas, algunos de cuyos generales, deseosos de continuar la lucha perdida la moral, según Maroto31, fueron fusilados sin compasión. Precisamente la especta29 Por las investigaciones de D. Angel Riquelme Manzanera, sabemos que este alcantarillero fue Mariscal de Campo del ejército carlista. Era dueño de una importante fábrica de jabón que estaba ubicada donde tiempo después estuvo la fábrica de conservas Cascales y lo vendió todo para financiar la creación del “Regimiento Realista de la Fuensanta” que tuvo activa presencia en el sitio de Bilbao, precisamente en el que murió Zumalacárregui. Un nieto suyo fue el famoso escritor y periodista, también alcantarillero Jara Carrillo. 30 Cuando D. Carlos pasó la frontera con los restos de su ejército del norte (que no era “moco de pavo” pues eran 6.000 hombres con 13 brigadieres, 16 mariscales de campo y 7 tenientes generales) y dos ministros de su gobierno, Cabrera, demostrando ser más fuerte y sagaz, con la sola ayuda de Segura, siguió luchando en la zona de Aragón y Cataluña. Tras la espantosa muerte del Conde de España, jefe carlista de Cataluña, asesinado por sus propios correligionarios, siguió una lucha denodada. El conde era un militar de origen francés de una crueldad inusitada, que había demostrado en la guerra de la independencia, a la entrada de los cien mil hijos de San Luis (que él consiguió) y en la guerra carlista. Los que querían la paz con los isabelinos, le apuñalaron y tiraron al Segre su cadáver. Mientras tanto, Cabrera esperaba inútilmente la llegada del Pretendiente. Muy enfermo aguantó durante meses las acometidas de un ejercito diez veces superior, perfectamente pertrechado y entrenado y con el refuerzo moral de ver una victoria, que casi se tocaba con las puntas de los dedos, tras el abrazo de Vergara. Allí demostró ser mejor militar y estratega de lo que normalmente se le reconoce. Don Carlos ni se presentó ni le envió refuerzos. 31 En ambos bandos fueron pasados por las armas altos mandos militares, pero estos no lo fueron por mostrarse cobardes, sino por todo lo contrario, pues intentaban prolongar la guerra, que realmente podía ya darse por perdida.
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El famoso abrazo
cular expedición del general Gómez32, tan admirada en España y en toda Europa, parecía prolongar aún más una guerra indecisa. Pero una circunstancia poco conocida es la que fraguó la paz. Fue el día que llegó D. Carlos a Elorrio a arengar a la desanimada tropa33. De este modo acabó una guerra tan inútil como todas y en la que ni siquiera se consiguieron mantener fehacientemente los fueros, aunque, eso sí, los militares vencidos, obtuvieron el reconocimiento de sus empleos, grados y condecoraciones los oficiales, y la tropa, cobrar sus atrasos, que no eran pocos, gracias a los seis millones de reales que aportó la Regente, Doña María Cristina. - Así se selló la paz en Vergara entre Maroto y Espartero. Aunque a decir verdad una guerra terminada de manera tan falsa, tarde o temprano vuelve a reac32 El general Gómez se paseó por todo el territorio isabelino, produciéndole algunas bajas, sobresaltos y no poco bochorno. 33 Se cuenta que mientras los jefes y las tropas carlistas iban casi harapientas (malas zamarras, levitas raídas o chaquetas no reglamentarias), D. Carlos se presentó a la revista de uniforme de gala, repleto el pecho de insignias y condecoraciones, montando un hermoso corcel. Esto sentó como un tiro a la ya desanimada tropa que aunque dio algún viva al rey, dio más a su jefe Maroto, lo que incomodó al Pretendiente. Éste, tomando la palabra y después de una larga y preparada arenga en la que habló de cántabros y romanos, de Aníbal y de César, terminó levantando la voz para preguntar a la tropa si le reconocían por su rey. A la pregunta siguió un espeso silencio que incomodó al desconcertado D. Carlos. A su derecha tenía a Iturbe al que preguntó lo que sucedía. - No le han entendido, no conocen el castellano, contestó. - Pues haz la pregunta en vascuence insistió; el general, resumió toda la larga perorata en una sola pregunta: - “¿Paquia naidezuete, mutillai?”(¿Queréis la paz, muchachos?). Como un solo hombre retumbó en el hermoso valle el grito de los “mutillai”: - ¡¡¡Baijauna!!!, esto es, ¡sí señor!. Se dice que avergonzado, D. Carlos, comprendió que había sido abandonado y que habiéndole llegado su “mene, tekel, upharsín,” había perdido su Babilonia, así que, sin necesidad de esperar a un profeta Daniel que le explicara la situación, volviendo la brida a su caballo, picó espuelas y se fue a Navarra por Vergara.
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tivarse. Así está sucediendo de nuevo, pues aunque la Paz no puede conseguirse gratis no acepto que tenga que ser a cualquier precio34. Todos sabemos que sigue habiendo focos más o menos activos en Navarra y en las sierras de Cataluña, y no me fío de las intrigas de la política exterior de la Gran Bretaña35. Me pareció interesante y le hubiese hecho más preguntas, aunque con cuidado para que no se notase que los hechos sucedieron un siglo antes de mi nacimiento. Me hubiese gustado saber como se “digirió” el acuerdo36 pero de todas formas no hubo ocasión ya que mi interlocutor decidió, y así me anunció, ir a darse unos baños. Terminamos la jícara de chocolate (de “Torroba”, nos dijo el camarero) y los bollos del “P. Jesús”, según me comentó mi nuevo amigo y que con parsimonia habíamos estado tomando desde que se marchó el Sr. Cura. Durante ese rato, con más tranquilidad y mi cabeza un poco más despejada, miraba al Sr. Conde y me parecía que no era la primera vez que le veía. Hice memoria pero fue inútil. Casi seguro que antes le había visto, pero ¿dónde? - ¿Cuál es la casa de baños que más le gusta?37 - Me preguntó, aunque sin esperar mi contestación, que no hubiese podido dar, prosiguió- . Yo desde luego prefiero los de la Estrella, en los que hasta las señoras pueden ir con toda tranquilidad. Los de la calle Jardines me venían muy bien, pero hace años que desaparecieron y los restantes, de la Flora, Santa Bárbara, calle de la Cruz, Puerta del Sol y los de la Calle Mena... los encuentro deplorables. En los que voy, siempre tienen limpias las toallas. Claro que si estuviera D. Álvaro Eydoux tendríamos que escuchar la crítica general de cuantos hay en Madrid, en comparación con los que desde hace
34 En Francia, Luis Felipe, rota la Santa Alianza y abandonado a consecuencia de las jornadas de julio, aún se mantenía en su “petera” de “paix a tout prix” que no sólo quería aplicar a su país sino a todo el mundo. Era una especie de Alianza de Civilizaciones o búsqueda del consenso, que aunque en francés suena muy elegante, por muy utópicamente que se encare debe tener un precio. Para él desde luego tuvo uno: el retiro forzoso, ya que como dijo Lamartine, “abandonado del pueblo, de la guardia nacional, las cámaras y el ejército” Luis Felipe dio paso a la república. 35 A la paz de Vergara se llegó, según parece, por los consejos y el dinero de Gran Bretaña, siempre tan atenta a intervenir en cualquier parte del mundo. Sus embajadores, sus finanzas, su ejército si fuese preciso, estaban siempre prestos a ser utilizados según su interés. Una vez conseguida la paz, siempre estaban dispuestos a provocar, si así convenía, una nueva guerra. 36 Las concesiones políticas que se hicieron a los vencidos estaba sujetas a que se encajaran en la Constitución vigente. Los moderados en el poder se saltaron esta condición y comenzaron a ponerlas en práctica. Los progresistas, siempre tan constitucionalistas lo impidieron, tras unas tumultuosas sesiones de cortes. 37 Había por entonces en Madrid doce casas de baños. El de la Estrella, preferido de nuestro amigo estaba concretamente en calle Santa Clara, nº 4.
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mucho existen en París y aguantar sus pesadas bromas sobre los baños en el Manzanares38... Al fin pude hacer lo que, de haberme encontrado en mejores condiciones físicas, deseaba desde hace bastante rato: saber si al salir a ver la casa de mi pensión, mi calle, Madrid, habría desaparecido el embrujo. La verdad es que estaba empezando a gustarme eso de poder vivir en el pasado como si fuese una novela de ciencia ficción... siempre que no fuese una cosa definitiva. Salimos juntos y nada más pisar la acera noté un hedor que me pareció casi insoportable mientras vi todo el suelo cubierto de despercicios la calzada de heces de diversos animales. Nos cruzamos con un señor que nos saludó quitándose o simplemente tocando el ala de su sombrero como los que usan los “chulos” en las verbenas. D. Emiliano me llamó la atención.
El convenio de Vergara tiene diez artículos,. El primero está dedicado a los fueros, el segundo al reconocimiento de empleos, grados y graduaciones, los cinco siguientes al camino a seguir por los militares carlistas según su decisión para el futuro, el noveno se refiere a la libertad de los prisioneros y el último a una recomendación que se hace al gobierno con relación a las viudas de guerra. La redacción del Artículo 1º es digna de estudio:
“ El capitán general, don Baldomero Espartero, reco mendará con interés al Gobierno, el cumplimiento de su oferta de comprometerse a proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros” ¿ Merecen la pena las guerras? Si algo consiguieron las provincias vascongadas fue por la generosidad de los moderados, que los progresistas exigían a todo trance el cumplimiento estricto de la Constitución. 38
- Cada vez son más los que usan estos sombreritos que como dice Hartzembuch: ¡”Sombrero”, sin ton ni son por excelencia se llama! Todo hace sombra, una rama, un abanico, un bastón; y él sólo usa un distintivo en que la imprudencia brilla. Más sombra da una “sombrilla” con ser un diminutivo. Me hizo gracia. ¿Qué pensaría en esta época en la que estoy escribiendo y en la que nadie lleva sombrero, ni grande ni pequeño? Nos separamos quedando en reencontrarnos una hora después en el mismo Café. Mi capa española quedó en la percha del café, olvidada por la catarata de hechos sorprendentes que me surgían. Seguí mi camino abstraído, considerando que si efectivamente me encontraba en el s. XIX, con lo que sabía, podría hacer fortuna. No obstante, cuando lo analicé despacio, comprobé que mis conocimientos de filosofía o historia y mis estudios de matemáticas puras, pocos caminos podían abrirme. Si me hubiese aplicado más en la física y la química...¡Ay si hubiese sabido algo de electricidad! ¡Sabía tan poco de todo en lo que pudiera hacerme destacar, me veía tan ignorante, que terminé convencido que sólo me quedaba la posibilidad de dedicarme a la política! Al fin dejé a mi izquierda el Café, bajé unos metros hacia Sol a la búsqueda de la casa de la que había salido y donde estaba la pensión en la que vivía desde que vine a Madrid a preparar mi ingreso en minas. Era incapaz de reconocer mi casa. En su lugar una casona de dos plantas y bajo, con una gran portón para entrada de carruajes que estaba cerrado, pero con una puerta interior para peatones. La abrí con precaución y vi un gran patio con el suelo cubierto de piedras de gran tamaño y por las huellas se deducía que por allí entraban y salían vehículos. Me asomé tímidamente y vi, a la derecha, una gran escalera con barandal de oscura madera y una alfombra roja tapando la casi totalidad de los peldaños. Un 38 En verano, protegidos por ingeniosos artilugios de esteras, se bañaban los madrileños (y las madrileñas) en el aprendiz de río. 39 Hablar de “gorra” significaba entonces tocarse el ala del sombrero para saludar.
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hombre de mediana edad, vestido de calzón corto, vino a mí para decirme amablemente que la señora había salido para la finca y no vendría hasta la noche. - ¿Necesita algo, “mi” señor? Por su tono comprendí que yo era “su señor” y no me lo decía por simple educación. ¡Qué podía decirle! Por lo que se ve, yo vivía en esa casa. O quizá era mía y yo era una persona de buena posición y a lo que se ve, de posibles. ¡Qué desconcertante todo!
El individuo de la librea cerró la puerta en cuanto salí.
De repente recordé, al sentir el frío, que me había dejado la capa española colgada en el café, así que volví sobre mis pasos y entré a recogerla y ponérmela lo más garbosamente de lo que fui capaz. Me encontraba como flotando, aturdido por cuanto sucedía a mi alrededor sin poder comprenderlo. Pero, por otra parte, me parecía maravillosa la aventura que estaba viviendo. Me pellizcaba, pero aquello no parecía un sueño, lo encontraba demasiado real y no digamos nada de mi dolor de cabeza. Me vi en el cristal de una ventana y me detuve un instante a intentar reconocerme. De todo lo que vi, sólo la capa. Su forro de terciopelo rojo, su color azul intenso, casi negro, lo era casi más que aquel que había en casa y que decían que era de un abuelo nuestro o quizá un bisabuelo, y con la que había presumido yo tanto en los guateques40; todo lo demás era irreconocible: yo mismo, aquellas gentes, la calle de Montera, ¿dónde estaba la red de San Luis?
40 Eran las fiestas juveniles de mis primeros años. En la casa de alguno de nosotros bailábamos al compás de las “placas” que giraban en los gramófonos. Como no soy tan viejo como pueda parecer, no bailábamos ya las polcas o el rigodón, sino el foxtrok, el vals, el chotis o el pasodoble... ¡Ah! y un ritmo que llegaba con Carmen Miranda y que era la admiración de los amigos del pueblo y con el que tanto presumíamos los que estudiabamos en Madrid: la samba. La bebida era un cóctel que hacía alguna de nuestras madres según una receta muy cargada de Coca Cola y en las dosis por ellas establecidas, mientras discretamente controlaban los acontecimientos. He de reconocer que algunas veces los guateques gozaban de más libertad.
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La entrada en la corte española de la cuarta esposa de Fernándo VII, Doña María Cristina Borbón, supuso, aunque por muchos se dude, un soplo de aire fresco. Aplacó cuanto pudo el absolutismo de su marido, consiguió algunas amnistías y se interesó por la cultura. Cuando se convirtió en Reina Gobernadora se preocupó de ir alternando en el gobierno a liberales de distintas tendencias, comenzando así, aunque con muchas limitaciones, una gobernación democrática. Debía de ser “resultona” pues se tienen noticias de muchos enamorados platónicos, pero ella fue siempre fiel, tanto con el rey como con su segundo esposo con el que casó pocos meses después de enviudar. Era éste un guardia de Corps (¡qué éxito tenían estos chicos!), hijo de una estanquera, Fernando Muñoz (le gustaban los Fernandos) y los esponsales se celebraron en la finca “Quitapesares”, lo que parece muy propio. La boda fue en secreto, y sus muchos embarazos (tuvo ocho hijos en este matrimonio) lo más disimulados posible. Su nuevo esposo fue muy prudente en política en la que nunca intervino y un poco más osado en los negocios en muchos de los cuáles era socio de Salamanca; su hijastra le hizo duque de Riánsares, tuvieron muchos hijos41, como digo, y seguramente fueron muy felices. Quizá María Cristina, entre gobernar y parir, desatendió demasiado la educación de sus hijas, pues aunque les proporcionó buenos maestros en el área de letras, es sabido que las infantas se esforzaban poco en los estudios. Fernando Muñoz
La reina asistiendo solícita a Fernado VII hasta el último suspiro
41 Se dijo que la reina viuda Doña María Cristina de Borbón estaba casada en secreto y embarazada en público y entre las tropas carlistas se cantaba una coplilla que decía: “Clamaban los liberales que la reina no paría y ha parido más “Muñozes”que liberales había”
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Don Antonio Ros de Olano, Marqués de Guadeljelú y Conde de Almira, llegó a general y fue el inventor del gorro militar tan apreeciado por los crucigramistas y que se llamó ros: “ Especie de chacó pequeño de fieltro, más alto por delante que por detrás”, y cuyo botón debían tocar los dedos de la extendia mano derecha, en el primer tiempo del saludo, según las ordenanzas (y eso que ya no existía esa prenda militar). Don Antonio fue un destacado político que intervino en la creación de la Unión Liberal, muy amigo de O’Donnell con el que fue ministro creando las Escuelas Normales. Como literato colaboró con su amigo Espronceda que le dedicó “El diablo mundo” que prologó. Como poeta he aqui un soneto suyo: La soledad lo aborta sin destino. Sobre el páramo inmenso del desierto, a su presencia diérole el mar muerto y quién brille en el campo palestino Con pavorosa crin borra el camino y a su bochorno el caminate incierto el cuerpo tiende, el hábito cubierto del raudo y abrasante remolino. ¡ Pasó! y el tigre brota en la candente arena en que el león ruge erizado y silva y se retuerce la serpiente. ¡Pasó! y en la quietud del despoblado la ciudad solitaria de oriente llora con el Profeta su pecado.
El famoso general Miguel Gómez Damas tuvo en jaque a tropas muy superiores en número y pertrechos. Audaz y buen estratega, llegó hasta Córdoba que rindió haciendo multitud de prosélitos. Su incursión tuvo repercusión internacional considerándola una operación militar de primer orden aunque poco práctica. Hay que tener en cuenta, no obstante, que infinidad de pueblos tenían dos corporaciones municipales (una liberal y otra carlista) para recibir a las tropas según su signo. No fue este el caso de Córdoba, que aunque no opuso demasiada resistencia fue conquistada como Dios manda; con sus muertos y todo. 43
Juan Eugenio Hartzenbusch, era hijo de un ebanista alemán y él mismo ejerció ese oficio en época de vacas flacas, sobre todo tras la ruina de su padre perseguido primero por extranjero y posteriormente por liberal (1823). Estudió con los jesuitas. Trabajó en la “Gaceta de Madrid” y de oficial primero de la Biblioteca Nacional en donde aprovechó para aumentar su ya vasta cultura. Es autor de obras de gran éxito y calidad como “Los amantes de Teruel” o la “Jura de Santa Gadea”. Su figura pequeña era imprescindible en cualquier tertulia que se preciara. Escribió decenas de obras dramáticas, comentarios de autores españoles (que diez tomos de la edición de Rivadeneira) y miles de artículos y ensayos de los que dejó más de 5.000 inéditos. Tuvo una vejez de salud muy maltrecha y a su muerte no hubo escritor que residiese en Madrid que no asistiese a su entierro ni pluma de cualquier parte de España que no le dedicara encendidos elogios. Muy humilde, jamás admitió participar en política.
Don Juan Palarea, “El Médico” fue uno de los muchos que al llamamiento de la Patria, abandonaron sus puestos en la sociedad civil para formar cuadrillas de guerrilleros, terminando algunos con brillantes carreras militares, como en este caso, que llegó a general. Uno de sus más sonados éxitos fue su victoria ante fuerzas muy superiores en las afueras de Madrid y gracias a la cual se pudieron arrebatar al enemigo varios carros llenos de plata, oro y objetos preciosos que los franceses debían de haberse encontrado por ahí perdidos y querían catalogar. Tuvo “El Médico” fama de clemente con el enemigo y muy humano con los heridos, fuesen del bando que fuesen, habiendo dicho de él Belliard, que “era un buen general, pero más que eso, era un hombre sabio y muy humano”. El retrato que se muestra pertenece a la pinacoteca de la Real Sociedad Econónica de Amigos del País de Murcia.
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Dos imágenes del lorquino general Maroto, de soldado laureado del ejército español y de potentado terrateniente chileno. Había mejorado bastante en su aspecto exterior, pero no tanto como para que sus antiguos compañeros de armas dejaran de considerarle un traidor. No era fácil olvidar y menos perdonar cómo se había deshecho de los generales Gurgué, García y Sanz, del brigadier Carmona y del teniente Úriz, entre otros, para allanar sangrientamente el camino de la paz.
Céa Bermúdez procuró atemperar la dureza de la política del despótico Fernando VII y algo consiguió a base de enemistarse con liberales y conservadores. ¡¡Pobre señor !!. Además Cómo será su apellido ¿con C como ahora se pone o con Z como entonces se solía ?
D. Pedro Inguanzo Romero el asturiano que aceptó muy a regañadientes el obispado de León, fue después Arzobispo de Toledo y Cardenal. Defendió a la Iglesia de los ataques anticlericales de los Diputados de Cádiz integrado en el grupo llamado “servil”. Fueron sonadas sus disputas con Argüelles. Puso su hacienda a disposición de Asturias en la lucha contra los franceses y a su muerte en obras de caridad.
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En el Museo del Ejército se encontraba, y no sé si seguirá, la ensangrentada banda que llevaba el general Don Diego de León en el momento de su fusilamiento. Previamente se había entregado a las tropas de Espartero a las que se había enfrentado pretendiendo la vuelta de Doña María Cristina como Regente. Renunció a la huída que le ofrecieron, confiando en la magnanimidad del Duque de la Victoria. Había sido un brillante soldado que sobresalió en la guerra carlista, tanto en la persecución de Gómez, como en innumerables acciones como la toma de Belascoaín que le valió el título de conde de ese nombre. A su vuelta del extranjero al que había sido enviado quizá por “pelusilla” del conde de Luchana, se unió a la intentona de O´Donnell, que le ordenó ocupar Palacio, fracasando en su intentó por la defensa a ultranza que de él hizo un joven oficial de gran protagonismo posterior en la caida de Isabel: Dulce. Mientras tanto Espartero permanecía en paradero desconocido. Condenado D. Diego a muerte, no hubo la amnistía por la que se clamaba, pero se le permitió mandar el pelotón de ejecución. ¡Algo es algo! Su hijo primogénito y por tanto segundo conde de Belascoaín, tuvo el buen gusto de casarse con una prima de mi abuelo, Doña María del Pilar Liñán.
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Don Francisco Tadeo Calomarde fue un personaje muy controvertido. De origen humilde, con gran sacrificio de sus padres cursó brillantes estudios, emitiendo un trabajo económico que le valió el título de “socio de mérito” de la Real Sociedad Económica del País de Zaragoza. Inicialmente acérrimo enemigo del Pretendiente D. Carlos, se hizo al fin de su causa ultramontana, consiguiendo de Fernando VII su firma para el restablecimiento de la ley Sálica y que le valió el famoso bofetón de Doña María Luisa Carlota y que no le ofendió por la blancura de sus manos. Durante su época de influencia política mantuvo una represión férrea (La década ominosa) con sucesos tan crueles como la muerte de Mariana Pineda42. Muchos años después, para significar un acto arbitrario se decía “ni que fuese la época de Calomarde”
Ramón Cabrera Griñó, Conde de Morella y Marqués de Ter, títulos que le concedió D. Carlos por sus éxitos militares, había empezado de soldado hasta llegar a general. Muy valiente y decidido fue mejor estratega de lo que se le reconoció.El asesinato de su madre le tornó en más sanguinario. En la segunda guerra carlista intervino al principio por obediencia pero se retiró a Inglaterra, donde casó con Miriam Catherine Richards, acaudalada señorita, convirtiéndose al fin en un constitucionalista moderado… y de buena fortuna. En 1875, poco antes de su muerte reconoció como rey a Alfonso XII, que le nombró Capitán General confirmándole a la vez todos sus títulos y honores. El que tanto luchó contra los derechos de la madre, aceptó así los del hijo, claro que de esa forma, ¡cualquiera cambia de bando!
42 Se ha dicho con insistencia que la muerte fue por bordar una bandera republicana;, muy romántico y novelesco, pero la bandera de la primera república era roja y gualda. El color morado se introdujo para la segunda república a propuesta de Alejandro Lerroux que, quiso que estuviera el color de Castilla. El asesinato de la granadina fue aún más absurdo y sin sentido, propio de la cruel época de Calomarde.
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Don José Gutiérrez de la Concha era americano de Córdoba de Tucumán, antítesis de los peninsulares que tan activamente intervinieron en la emancipación de aquellas provincias (Mina, Iturbide y otros). A los 29 años era teniente coronel no siendo menores sus éxitos en la política. Tras la batalla de Alcolea, vencidas las fuerzas de la reina, González Bravo le encargó la gobernación de la nación, siendo el que entregó la plaza de Madrid a los insurrectos, evitando derramamiento de sangre en una nueva e inútil guerra civil.
Así de guapita llegó a España Doña María Cristina de Borbón Dos Sicilias, enamorando a España entera.
Don Manuel Pavía y Rodríguez de Alburquerque, Marqués de Novaliches, escribió su honrosa y brillante hoja militar desde la guerra carlista. Era granadino y participó en la “Vicalvarada” que llevó a O´Donnell al poder. Mandaba el ejército de la reina en la batalla de Alcolea, pero herido de metralla “aunque permaneció algún tiempo en su caballo sosteniéndose la quijada con la mano sin poder contener la hemorragia, no podía hablar a sus soldados pues el proyectil le había destrozado la barba dejándole un trozo de labio sobre una de las condecoraciones que llevaba al pecho”. Ni que decir que estuvo a la muerte. Unos años después fue quien entró en las Cortes (no a caballo como se dice), las disolvió y acabó con la nefasta primera república.
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Don Baldomero Espartero, era uno de los muchos hijos de su padre, un humilde carretero. Tras abandonar los estudios eclesiásticos, sentó plaza en el ejército, precisamente en el famoso batallón llamado de “Los Literarios” y a los 18 años era ya teniente. Quería ser del Cuerpo de Ingenieros, pero al fracasar académicamente fue a infantería donde su carrera sería meteórica. Pasó a América de donde volvió lleno de condecoraciones, el grado de coronel por méritos de guerra y con la cartera más abultada que la llevó. En la guerra carlista participó en infinidad de batallas, casi siempre con éxito, siendo una de las más importantes la de Luchana, que le valió el título de conde de Luchana. Llegó a ser jefe del ejército del norte con el que consiguió la paz de Vergara y con ella el título de Duque de la Victoria. Como máximo representante del partido Progresista ocupó diversas veces la Presidencia del Gobierno y la Regencia. Sus partidarios decían de él que era “una gloria nacional y que su lealtad, su valor y patriotismo formará en la historia una brillante página, que servirá de ejemplo a nuestros hijos y la honra de nuestra querida patria”. Mientras, sus no pocos enemigos nunca le perdonaron hechos como el bombardeo de Barcelona, su frialdad ante el fusilamiento de sus ilustres compañeros, su desentenderse en algunas algaradas y su postura insolente ante el Trono. De la sátira de “El Padre Cobos”, que pocos escapaban es: Sobre pagar anticipos me limpian la bolsa, al tipo de cinco a cincuenta reales ¿Dónde vás desventurado dinero? -Me voy siguiendo el chascás del general Espartero. De este chascás un retoño mucho a España convendría. Las gallinas de Logroño me pueden guardar la cría. Glas, glas, glas ¡Oh desventura! Está huero el interior del chascás del general Espartero.
“Tirando de su equipaje como acémila de feria, España sigue su viaje por la senda de la gloria. ¿Va quizá por el antiguo sendero? - No que la guía el chascás43 del general Espartero. Francia la desfronteriza; Méjico entero le engaña Pierce44 le da una patada ¿Dónde se ha metido España? Vuelvo atrás y pregunto a un caballero ¿Ha visto usted el chascás del general Espartero?
Pocos días antes de su muerte fue propuesto para rey de España, título que no aceptó por su edad y achaques. El nuevo Rey 45 Amadeo I, le concedió el título de de Alteza Real Príncipe de Vergara. 43 Morrión: sombrero de cartón parecido a un sombrero de copa, aunque sin alas, de cimera plana y cuadrada. Prenda militar de elegancia indiscutible (¡!). Ahora es muy utilizada en los carnavales. 44 En aquellos momentos presidente de Estados Unidos 45 Entre otros aspirantes al trono estaba el Príncipe Hohenzollern-Sigmaringen, a quien los madrileños castizos llamaban “Olé olé si me eligen”. ¡El humor qué no falte!
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Salían dos señoritas bien acompañadas
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EL LIBRE COMERCIO En la acera de enfrente estaba la iglesia del P. Inguanzo. Crucé la calle con ánimo de entrar en ella aunque al final no lo hice. Subí por esa acera, algo más soleada, por intervalos, que la otra, lo que se agradecía, aunque la verdad es que la capacidad calórica de aquel mustio sol dejaba mucho que desear. La parroquia hacía esquina a la Calle San Alberto, según pude comprobar, lo que aún me hacía dudar más si estaba en la Calle de la Montera que ahora recuerdo que debe su nombre a la bellísima e inaccesible mujer del Montero Real1 del rey Felipe II. De la iglesia salían tres señoras, dos de ellas jóvenes, una de las cuales aún iba leyendo oraciones que sin duda no le dio tiempo de leer durante la misa… o quizá eran penitencia de sólo Dios (y el confesor) saben qué pecados... Entre dos casas con fachada a la calle Montera había un pasaje enlosado que llegaba hasta la calle Tres Cruces, y por el que se veía, no pasaban carruajes. Leí que era el “pasaje de Murgo” o “de Comercio” y en efecto allí había puestos de los más diversos artículos. Una no fea chiquilla, con mantón de alfombra y pañuelo de seda blanca, coquetamente atado a la cabeza, ofrecía porcelanas de Bringas, “que tan buenas eran éstas de la calle San Oprobio como aquellas de la Real Fábrica de China que antes se encontraba en el Retiro”2. Debajo de los balcones, que defendían los productos de las inclemencias del 1 Se pierde su memoria entre la historia y la leyenda. Parece en efecto que su hermosura enamoraba a media corte, sin que nadie consiguiera sus favores. Los admiradores se disputaban los pétalos secos que la “Montera” arrojaba a la calle, arrancándolas de las macetas de su balcón. Todas estas historias, con duelos incluidos, fueron objeto de coplillas y argumentos de algunas obras teatrales, como la que escribió Narciso Serra. 2 No sólo los franceses nos hicieron en aquel tiempo las más increíbles perrerías por emplear calificativo apto para menores. Los ingleses, que eran nuestros aliados, no desperdiciaban oportunidad para barrer a favor de sus intereses sin reparar en nada. Las tropas del general Hill, cumpliendo órdenes directas de Wellinton, incendiaron la famosa Real Fábrica de Loza. La verdad es que ya los franceses mandados por Murat habían pasado antes por allí, saqueando a fondo las instalaciones. Los ingleses veían un competidor de sus fábricas y tiraron “por la calle de en medio”. La mayor parte de la producción de la fábrica de loza del Retiro era para las casas reales y se distinguía por su tosca y característica flor de lis azul cobalto, siendo famosos los relojes de sobremesa y las tabaqueras llamadas de “vinagrillo”
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tiempo, se apilaban los artículos que se querían exhibir a modo de escaparates. En un puesto, un hombre robusto y entrecano, descargaba de unas alforjas, frutas “de la villa de Abarán”3.
-¡Mandarinas dulces como la miel! ¡A ocho cuartos!
Por otro lado se oía ¡Vendo “zorros y plumeros”! ¡Jabón de Palencia!4
Más allá se veían esteras y no lejos chorizos, verduras, carbón... las cosas más
Se hacía el comercio de Madrid en gran parte en la mismísima calle
heterogéneas e inesperadas, que eran voceadas por los correspondientes vendedores. Esta modalidad publicitaria estuvo a punto de provocar un altercado. Uno de los vendedores protestó, recordando la normativa vigente de no pregonar las mercancías después de las diez de la mañana y que si unos cumplían, debían hacerlo todos. La discusión que comenzó muy “activa” se apagó por la intervención de algunos que consiguieron acallar, gritando mucho más que el monótono sonsonete 3 Las frutas de la “Villa de las cinco norias” (la “del Candelón, la “de Felix Cayetano”, “Noria Grande”, la de “Hoya de Don García” y la “Norica”) ya eran en aquella época famosas, especialmente sus melocotones, cultivados con esmero en la hermosa huerta que vigila el “Cabecico de la Cobertera” y riega el Segura mientras abraza al pueblo cual si fuese un foso que defiende una fortaleza. 4 El jabón de Palencia no era tal. Se trataba de una pala de mimbre de mango largo para “apalear” la ropa con jabón y ayudar a la formación de espuma y que también se usaba para quitar el polvo de las mantas colgadas en los patios de las casas. Así lo vi usar yo. En mi juventud se decía para significar que alguno precisaba unos azotes que “ese necesitaba jabón de palo”... ¿ o era jarabe de palo?.
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... Unos harapientos...
del pregón de los artículos que se ofrecían. Intervinieron guardias5 y paisanos pacifistas y todo quedó en agua de borrajas. Escrito a mano y en un cartón con letra de bastante difícil lectura, se adivinaban, alguno de los artículos que podían encontrarse allí: “Pelotes para nidos y columpios para pájaros” A continuación un letrero avisaba de que allí se encontraba una:”Gran fábrica y despacho de no. velas. 3”. Me extrañó el anuncio y entré en lo que supuse una imprenta, a comprar, o mejor ver, qué se imprimía por entonces en Madrid. Un individuo ni viejo ni nuevo, pero más bien gordo, algo bajo y vestido con una especie de guardapolvos azul, sin que le pidiese nada me preguntó:
- ¿Quiere usted de las de seis o de las de cinco en libra?
- ¿Libros? ¿No ve que lo que vendo son velas?
- En la puerta dice novelas.
- ¿Vende los libros al peso?
- No señor. Tiene usted aspecto de estudiado y debe de saber que no. quiere decir número. ¡Número 3!, que es el de esta casa.
- Pues velas no necesito.
Y sin más discusión ni aclaraciones salí y continué mi paseo. Poco más arri-
5 Los guardias iban vestidos de negro, a imitación de los guardias ingleses o a manera de fraile carmelita y llevaban, además de un sable, un pequeño bastón, también negro y un sombrero de copa alta en forma de cubilete del mismo color. El pueblo, con cariño, les llamaba “guindillas”.
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Mujeres en la fábrica. Algunas mano sobre mano… aunque ¡eran manos tan baratas!
ba, a la altura de la Jacometrezo, la calle de la Montera se bifurcaba en dos. ¿Pero Jacometrezo llega hasta Montera? Estoy desconcertado. ¡Qué diferencia con “mi calle”! Crucé de nuevo por la parte más ancha, dejando un portal donde tomaban el escaso sol unos harapientos con no demasiada buena pinta. Pasé junto una fuente6 en el centro del ensanche que una placa nombraba como Plazuela de San Luis. Iba tan ensimismado que casi se me echa encima una galera, si no me hubiese avisado el tintineo de las campanillas y un seco trallazo con el que el carretero “animaba” al mulo y así, casi no se oyó la blasfemia que soltó por su boca. La mula que tiraba de ella hacía lo que buenamente podía y su triste mirada parecía solicitar comprensión. Me encontré de frente con la calle Jardines, pero como no quería llegar tarde a mi próxima cita, decidí no salir de mi acera y ver despacio los comercios que había en ella hasta el café. Medio se adivinaban unos talleres y como yo estaba dispuesto a enterarme de todo, pregunté a un chico con aspecto de recadero, cargado con una gran cesta de mimbre llena de panes que no tendrían menos de dos kilos cada uno. Me dijo que era una guantería y una abaniquería y que si quería ver cosa buena que esperara a la hora de la salida para comer. Vería lo más chipén del mujerío de los “madriles”. - Como llevan la falda corta, al mover la cadera enseñan los tobillos. 6 Antes de la llegada a Madrid del agua del Lozoya a través del canal de Isabel II, contando las de los conventos y particulares, había “al pie” de setecientas fuentes de agua dulce, sin contar las construidas para adorno de los paseos públicos y otras más que, por ser de “agua gruesa”, estaban destinadas para la bebida y limpieza de las caballerías y otros usos secundarios.
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¡El chico prometía!. Le pregunté a cuánto vendían aquellos panes y me dijo que su precio era de 28 maravedíes por pieza. Di las gracias por la información aunque desconocía cuánto podría suponer convertido en pesetas. Un gran letrero en caracteres góticos anunciaba una tienda de telas: Peñalver y en un cartel algo menor, pero legible desde la misma puerta: PRECIO FIJO. Entré con descaro. En una pared un discreto letrerito, escrito a mano, anunciaba “Bayeta de buena calidad de a dos varas de ancho”
muy ajustado a las caderas…
Había un largo mostrador y un mozo que estaba detrás, vino a preguntar mis deseos; dije que sólo pensaba ver, pues quería hacer un regalo a mi mujer que la próxima semana cumplía años. Me pareció una buena excusa. Lo primero que me vino a la cabeza. - Pues tiene usted suerte pues hemos recibido estos días mucho género nuevo de la última moda. Mire: Rasos, gros-grain, orgadís, crespones, moarés... y fíjese qué colores. También tenemos géneros más baratos, popelines, percales... aunque supongo que no es lo que usted desea... Telas todas, las que le ofrezco, de la Inglaterra y de Lyón. ¡Nada de Barcelona! ¿Cómo podría aconsejarle? Piénselo. No pude pensarlo pues me dejó con la palabra en la boca... y lo comprendí.
...vestido de impecable chaqué…
Había entrado una señora, elegantísima y muy bella y todos los dependientes se arremolinaron a su alrededor disputándose atenderla. Se despojó de un abrigo de pieles grises y se mostró con un largo vestido, muy ajustado en la cintura y amplio vuelo hasta el suelo y que se recogía con elegancia y no poca coquetería. ¡Qué diferente y que igual a las mujeres de mi juventud y mi vejez! ¡Nada nuevo bajo el sol! La transparencia de la blusita que casi ocultaba su escote, centraba muchas de las miradas de aquellos mozalbetes. Llamaba la atención un espectacular sombrero que combinaba con armonía los azules, formando unas vistosas flores que caían casi hacia su frente. Estuve observando un rato hasta que se acercó a mí un 55
señor vestido de un impecable chaqué negro mientras los que antes me atendieron vestían una especie de guardapolvo gris. Pronto comprendí que era el dueño, que me habló, llamándome por mi nombre, mientras recogía una pieza sobre un fuerte scartón en el que se leía: INDUSTRIAS MASANET. MATARÓ. Era una de las telas que el empleado me ofrecía como inglesa7.
Patinando en el retiro
- ¡Qué le parece! Excúseme la desatención. A estos chicos terminaré por ponerlos en la calle. Le ruego perdone Don José. Además ya puede suponer que Doña Eloísa no va a comprar, y quiera Dios que así sea, pues en caso contrario, ¿cuando podré cobrar?. Desde que falleció su marido, su vida, aunque no sea de mi incumbencia, ya la conoce usted. Su poder adquisitivo está en función del que tenga el amigo de turno, pero nunca la verá bajar el punto ¿Le enseño los velos de Blonda que hemos recibido ayer? Se acercó el mayor de los dependientes pidiendo permiso para acompañar a Doña Eloísa a su casa, pues quería devolver el género que se llevó la semana pasada.
- Mi amo, espero estar de vuelta a la hora de comer.
Dudó “el amo” pero al fin dijo que sí.
7 Era lo más natural. El gobierno de Madrid “siempre tan reacio a ayudar a los catalanes”, atendiendo las peticiones de los fabricantes de esa región, habían establecido el cierre comercial de algodones estampados, muselinas y terciopelos extranjeros para evitar competencias. Todos los españoles, incluidos los catalanes, tuvieron que admitir la calidad y el precio que Cataluña ofrecía con su incipiente industria en comparación con la que tenía la acreditada y veterana inglesa. Esto, y la mano de obra barata de los inmigrantes que entraban en Cataluña, fue el origen del florecimiento industrial catalán, junto a su laboriosidad, indiscutible intuición, espíritu fenicio, y la acertada e inteligente decisión de sustituir la lana por el algodón. Además de estar dispuestos a exigirlo por las armas, aún a riesgo de ser bombardeados, como lo fueron, por los cañones de Espartero.
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- No sé hasta donde vamos a llegar. Estos chicos que tengo internos, que duermen en buen catre, que desayunan pan con chocolate, que comen todos los días cocido y cenan alubias estofadas, que tienen una vez al mes sus dos horas de asueto, que ganan doce duros mensuales y que a mi costa están aprendiendo un buen oficio, no tienen la menor consideración con la casa. Pero no quiero abrumarle con mis problemas, ¿quiere ver esos velos?
- No se preocupe. Tengo un poco de prisa. Volveré en otro rato.
Pegada a esta tienda, había otra en la que podían encontrarse de todo: relojes de todas las formas y tamaños, lamparillas y quinqués, pequeñas preseas de plata y bastones con todo tipo de mangos. Desde la calle vi uno que me recordó mucho a uno que había en casa. Yo diría que era igual. Entré y pude comprobarlo, mango de hueso y plata representando la cabeza de un caballo. No pude resistir la tentación. Lo compré. Di un real de plata y esperé el cambio sin tener mucha seguridad sobre si sobraba. Me devolvieron varias monedas y consideré justo dejar alguna de cobre de propina. - ¡Por Dios D. José! No sólo no nos regatea el precio, como hace todo el mundo, sino que además deja propina. El patrón va a ponerse muy contento. En ese momento, con diferencia de pocos segundos, varios relojes comenzaron a tocar sus variadas campanas dando la hora. Eran las once y media y aunque los sonidos no eran desagradables, preferí salir a la calle, pensando si el chico que me atendió, y que como todo el mundo conocía mi nombre, estaría obligado a dar las propinas a su jefe. ¡En mis tiempos tenía que haber vivido! Seguí paseando, ahora bien apoyado en mi elegante bastón, pues aún faltaba un buen rato para que llegara a la hora en que estaba citado con D. Emiliano Conde. En un establecimiento en el que se podía encontrar la más abigarrada variedad de artículos, pude leer una nota que decía “Aviso a los patinadores”, me intrigó y entré a preguntar a qué patinadores se refería y cuál era el aviso. - Usted perdone,-me dijo el dueño-. Ya lo quito, pues estaba puesto porque aún no tenía el hielo del estanque del retiro el espesor necesario, pero acaban de comunicarme que no es así. Ya sabe que si quiere, puede patinar8. 8 Aunque ahora nos pueda parecer imposible, en aquella época, en el estanque del retiro, durante semanas (a veces meses) se podía patinar. La temperatura, sobre todo en las áreas urbanas ha aumentado, según dicen, más de cinco grados en un siglo. No es la rotura de la capa de ozono, sino la influencia de las calefacciones, los gases calientes de los vehículos a motor y el mismo calor humano; nuestro calor (36/37 grados), mantenido por unos millones, en el caso de una gran ciudad, suponen un considerable aumento de temperatura en unos cuantos kilómetros cuadrados, hasta una altura no despreciable. Ahora para patinar en hielo, en casi todas las ciudades españolas hay que ir a locales preparados al efecto. Pocos estanques o ríos podemos ver helados.
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Pensé que se trataba de una broma y le di poca importancia.
Más abajo una sombrerería. En un pequeño escaparate atestado de toda clase de sombreros de hombre y de señora: sombreros de copa, gorras (algunas de vistosos colores), bombines y espectaculares sombreros de señora absolutamente imposibles de describir... y un cartelito que rezaba: “se hacen sombreros para niños de paja”. Después un sastre y a continuación un barbero en cuya puerta podía leerse un sugestivo cartel: “Aquí se sacan muelas a gusto de los parroquianos” Como faltaban unos minutos decidí entrar en un recinto pequeño, con suelo irregular y las paredes llenas de estanterías repletas de libros. Salía un señor elegante y que con gran amabilidad me permitió entrar antes de su salida. No cabe duda, era una librería por el aspecto del establecimiento y la educación de los clientes. Librería San Martín9. Sobre una mesa, el librero estaba encuadernando. Esparcía en ese momento una mano de engrudo en el interior de una de las tapas. Levantó la vista y me saludó, pero siguió esparciendo el engrudo con la brocha. Mientras esperaba, vi la estampa de regular tamaño de un santo, cuya figura me era desconocida, que ocupaba un lugar destacado en el local. 9 Inicialmente la autentica librería-liceo de Madrid eran las gradas de San Felipe Real. Allí los desocupados cambiaban noticias en lo que se llamaba “Mentidero”. Posteriormente se acogieron a establecimientos donde se hacían animadas tertulias literarias, siempre impregnadas de cierto tufillo político, que las hacía antros peligrosos para la policía “ominosa”. Allí se podían adquirir libros, llegando a haber alrededor de veinte establecidas, por lo que se puede considerar una broma la coplilla que cantaban: “En Madrid, ciudad bravía, Que entre antiguas y modernas Tiene trescientas tabernas Y una sola librería” En realidad ambas cifras son exageradas, quizá por necesidades de la métrica y la rima. En tiempos poco anteriores sólo había cinco librerías: una en la calle Postas (la del bachiller Sierra), otra en Preciados (que era de Soto), otras dos en las calles Santiago y Carrera de San Jerónimo y finalmente ésta de la calle Montera. Pero en “mi día” (10 de diciembre de 1857) había algunas más. Más equivocado estaba el número de tabernas, pues según he leído, ya que a mí no me dio tiempo de visitarlas, había nada menos que 1.162. ¿Cuántos litros de vino habría en Madrid? El Ayuntamiento había dado unas normas para llegar a saberlo; para cubicar el contenido de un barril, se dio una ordenanza que lo resolvía: “Suma el diámetro mayor, esto es el del medio del vaso y el menor, el del extremo; saca la mitad, cuádrala y multiplica por su largo; vuelve a multiplicar este producto por once y pártelo por catorce, y los pies que te diere o te viniere a dicha partición son los que tiene el arca de dicha cuba. Y para convertir los pies de arca que tuviese dicha cuba en arrobas de vino, son las que caben en un pie cúbico, una arroba y cuartilla y media azumbre de vino (se entiende de ocho azumbres la arroba)”. Toda esta explicación se ha tomado, decía, de los trabajos de Nicolao de Tartalla (aunque en la ordenanza lo escribe así, se trata de Tartaglia, que suena igual) y del Bachiller Juan Pérez de Moya por su proximidad a la verdad y no precisar de ejemplo, se hará muy por menor que será muy sencillo “reducir un pie cúbico a medias azumbres, que son veinte y una, y ésta la multiplicarás por los pies de arca que tiene la dicha cuba, partiendo el producto por diez y seis (que son las azumbres que caben en una aroba)”. Cómo se ve todo muy fácil y simple, que la Administración siempre fue muy propicia en ayudas al contribuyente.
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- ¿Quién es? Dije, mientras vi como colocaba un montón de libros sobre el papel que había de pegarse al cartón.
- Es San Casiano, patrón de los hombres de letras. ¿No lo había visto nunca en sus anteriores visitas? Y ahí tiene el San Jerónimo que está en la parroquia de San Ginés y que es el patrono de los encuadernadores, que ahora es casi mi principal ocupación. - No recuerdo si antes los vi10. Hoy me gustaría comprar algo de algún autor actual. Apartó el trabajo que tenía a medias y miró a una y otra estantería. Yo mientras tanto contemplaba miró a una y otra estantería unos preciosos grabados y los libros que estaba sobre la mesa de trabajo: “Viaje por España y Portugal” de Farinelli, una “Historia Natural” de Plinio editada en 1624, el tratado de Rivadeneyra11 y otras joyas. También sobre la mesa había un periódico, que me dijo ser del día, fechado el 10 de diciembre de 1857. ¡Ese era mi día!
Me mostró tres libros, muy bien encuadernados. Tomó uno y me preguntó.
10 No había gremio que se preciara, barrio o agrupación que no contase con patrón o patrona. Los cómicos, por ejemplo, tenían por abogada a la Virgen de la Novena que estaba en la parroquia de San Sebastián (en la capilla que se llamó de los Cómicos) y debía su elección al milagro que hizo, allá por el s. XVI a la actriz Catalina Flores, que era esposa de Lázaro Ramírez el buhonero. Suplicó la actriz a la Virgen que estaba esquina a la calle León, sin duda con una fe de las que mueve montañas: “Tres años llevo tullida, Dijo con fe y honda pena, Sálvame, Virgen querida Y os haré toda mi vida Cada año una novena” Con tan parva promesa encerrada en una quinteta, la Virgen le concedió la salud, de tal suerte, que pudo arrojar las muletas y reintegrarse al escenario, a la vez que fundaba la cofradía de Nuestra Señora de la Novena. Muy venerada era también la patrona del cuerpo de Correos y que era la que en pintura presidía la oficina de correos y postas que hubo en Madrid, precisamente en la calle de ese nombre, en el número 32. 11 De su gran obra, “Biblioteca de Autores Españoles” Rivadeneyra publicó durante su vida 63 tomos, verdadero monumento de las letras españolas, continuándose después largos años.
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- ¿Qué le parece éste del Sr. Mesonero Romanos? Acaba usted de cruzarse con él. Tengo que presentárselo un día, pues he comprobado que no se conocen. Vive aquí al lado, en la Calle Angosta de San Bernardo12. Aquello me interesaba. En casa me parecía haber visto algún libro de él, así que lo compré. Estaba encuadernado en piel con muy buen gusto. Con letras doradas podía leerse: “Crónicas matritenses” . Fue una pena que el librero no me presentase al gran escritor de costumbres que pasó junto a mi lado: Don Ramón de Mesonero Romanos
- Bonita encuadernación, -le dije-. ¿Es de Usted?
- Me tengo por buen encuadernador, sí, pero yo prefiero la auténtica piel de vaca y no esta media piel que ahora, seguramente por economía, todos aceptan.
Me lo envolvió y mientras tanto me avisó que pensaba ofrecer la posibilidad de leer las últimas novedades editoriales mediante una módica cuota mensual. Le agradecí la noticia y salí a la calle sin pagar mi compra, pues el librero me propuso cargarlo en mi cuenta. Pasé después por la puerta de una confitería. Tenía una portada gótica y un hermoso cierre de cristalería tras el que podía verse en su interior, entre brillantes decorados, un cuerno de la abundancia y una fama trompetera. Un letrero en la calle especificaba “Se asan asados”, reiteración con la que se indicaba el diverso uso del horno, no sólo pastelero. Dudaba de entrar cuando salía D. Faustino Inguanzo, el cura de San Luis, con un no pequeño paquete colgando de una cinta, en una mano y en la otra un libro. - ¡Caramba D. José! Me alegro de verle porque no es seguro que pueda volver hoy a la tertulia del San Luis. Quiero que me excuse, pues me ha surgido la obligación de un entierro y no sé a que hora terminaré. Salgo de comprar unos bizcochos empapelados y unos soldados de pasta flora. Le aconsejo, si se decide a comprar algo, las especialidades de esta confitería: los buñuelos y los roscones de pan duro, que son estupendos para ser tomados con un buen vaso de leche de Las Navas o, según las circunstancias, una copita de ron y marrasquino. Excúseme ante los amigos si, como sospecho, me fuese esta tarde imposible reunirme con ustedes. 12 La calle Angosta de San Bernardo se llamó después calle de la Aduana por dar allí una de las fachadas del nuevo Ministerio de Hacienda. La casa donde vivía D. Ramón Mesonero Romanos en esa calle estaba ubicada en un pequeño ensanche, que no sé si perdura; más o menos donde estuvo, ya en mis tiempos de estudiante, un conocido frontón.
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Antes de despedirnos añadió:
- Ahora tengo que acercarme a las oficinas de giro de los señores Stanley y Compañía. Está como sabe aquí al lado encima de donde está “El Imparcial”, el almacén de bisutería de los señores Sousa y Colomini, y el taller de la modista francesa Mme. de L´Ardonais. Eso, si puedo sortear las dificultades de la entrada tan difícil por la acumulación de carros cargados de fardos para ser despachados en la agencia de transportes para España y el extranjero que ocupa el bajo ¿Quiere acompañarme? Llevaba además en su mano izquierda un libro que llamó mi atención. Lo notó el cura y me aclaró de lo que se trataba:
Encima de donde está “El imparcial”
- Es el manual de Historia Sagrada que ha traducido mi amigo Don Anastasio Villacampa y que ha tenido la amabilidad de regalarme dedicado. Está a su disposición. Le di las gracias y me excusé por no acompañarle a las oficinas de giro, pues estaba pareciéndome ya algo tarde para mi cita en el café de San Luis, aunque en verdad tenía curiosidad por conocer todos esos establecimientos que me decía. De todas formas decidí no entrar en l confiterías y volver al café, no sin antes despedirme.
- ¡Tantas gracias, D. José por excusarme ante los amigos! 61
- Pondré en antecedentes a los tertulianos.
Me quedé sorprendido al notar que se me estaba pegando la educada manera de hablar de mis nuevos amigos. Seguí mi paseo por la calle, y por la que todo el tiempo vi que subían y bajaban un sinfín de coches de caballos y algún caballero e incluso una amazona. Yo conocía casi todos los que veía, pues de pequeño tuve un álbum de una marca de chocolates (me parece que se llamaban Nogueroles) en el que había multitud de cromos de este tema13. Así reconocí los “landós” con sus cuatro elegantes caballos, escondiendo el interior con su cubierta cerrada, los “milord” de trotones potrillos, la berlina amplia y suntuosa... Vi un “calesín” de ruedas limoneras y capota de vaqueta, un “coche de colleras” tirado por tres pares de mulas y cargado de sacos hasta el colmo, algunas recuas cencerreando y una “carreta” con pellejos de vino, tirada por una pareja de rubicundos bueyes, que en su lento caminar disimulaban el cansancio de una larga ruta. También pasó en ese rato una diligencia de tiros largos14 que subía con esfuerzo la calle, haciendo oír ostentosamente los cascabeles de sus caballerías, mientras atronadoramente sonaban los cascos de sus mulas en la empedrada calle y el silbido agudo del largo látigo, en contraste con el ronco vozarrón del cochero que por su boca arrojaba venablos de carretero. Iba, según rezaba un letrero, a Barajas15... 13 Cuando Alejandro Dumas vino a España a las bodas de Isabel y su hermana, a pesar de despreciar casi todo lo español, ponderó maravillado la imaginación española, no solo en cuanto a la variedad de vehículos sino de su propia decoración. Después de citar berlinas, calesas, landós, tílburis, carretas, furgones y galeras, se extasió con la descripción del espectáculo de “un extravagante coche con dos grandes ruedas pintadas en rojo bermellón (así como las varas), la caja azul claro ornada de follaje verde manzana y tupido de guirnaldas de flores multicolores”. Debía ser todo un espectáculo, como lo era la bicicleta que había en mi niñez en Murcia y a la que era imposible añadir ningún artilugio, estando como estaba tupida de insignias, banderines, antenas o timbres… Se ve que los españoles hemos sido de siempre propicios a enaltecer lo nimio para, al menos, singularizarlo. Ya me decía hace años un francés, lo que le sorprendió que en España fuese tan difícil encontrar dos gasolineras iguales, cuando en Francia sólo había unos cuantos modelos que se repetían con insistencia pues pertenecían a otras tantas multinacionales que tenían copado el mercado. Claro que entonces, aquí, no sabíamos ni que existían ese tipo de empresas. 14 Suele decirse “ir de tiros largos” como sinónimo de de ir elegante. La frase viene de “ir a tiros largos”, que se refiere a los tiros de caballerías (ya fueran caballos, mulas o asnos) que tiraban de un vehículo. Iban éstos en filas de uno o dos, siendo más o menos largas, en función de la fuerza necesaria o del “pisto” que quería darse el dueño. Yo he visto pasear por las calles de Madrid a D. Álvaro Domeq en un hermoso coche elegantemente adornado y tirado por tres parejas de blancos caballos, sin bridas y respondiendo únicamente a las órdenes del caballero Un autentico espectáculo. 15 Desde 1821 se establecieron unos servicios regulares de diligencias con Valencia, Barcelona Irún y Sevilla, pero con la llegada del ferrocarril estos servicios se limitaron a las localidades próximas a Madrid: Cuenca, Barajas, Arganda, Getafe, Leganés, Carabanchel, El Pardo y Torrelaguna. Hasta la entrada en funcionamiento de la diligencia se utilizaban coches de alquiler, sobre todo coches de colleras, galeras, calesas y calesines que se contrataban, las más de las veces, a
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Pero lo que más me llamó la atención fue una elegante comitiva a la que los pocos transeúntes aplaudieron, pues sabían que se trataba de un embajador que iba a presentar sus credenciales a la reina. Como hacía mucho frío no era de extrañar que poca gente anduviese a pie por la calle y digo por la calle, pues por la acera no vi más que algún perro que ladraba a los coches. Entré en el café. Enseguida se me acercaron los tres camareros a preguntarme cómo me encontraba. Al decirles que bien, lo que sólo en parte era cierto, se congratularon y me confirmaron lo que yo ya había comprobado: no había llegado D. Emiliano. En un rincón vi una repugnante escupidera16, así que me senté en la parte más opuesta.
través de una especie de corredor de carruajes y a los que se llamaban “maletillas” y que cobraban una buena comisión (a veces un cincuenta por ciento) del importe del pasaje. Las diligencias eran “unos coches de tiro, con baca, pescante abierto con capota donde iba el cochero y el escopetero, con asientos cómodos la parte delantera o berlina, algo peor en la parte interior o cabriole y en condiciones deplorables los que ocupaban la parte trasera o rotonda”. El trayecto bimensual Madrid-Barcelona valía en 1860 ochocientos reales y trescientos más que en el año 1820. ¡ Un auténtio capitalazo! 16 Las escupideras eran artilugios de cerámica y su asquerosa utilidad puede deducirse de su nombre. Tenían aspecto de ceniceros de boca ancha, para facilitar la correcta utilización a gran distancia por parte de los caballeros, pues era una pieza casi de uso exclusivo masculino. No puedo evitar el recordarlos cuando veo a los futbolistas (los únicos deportistas que lo hacen) expectorar sin la menos vergüenza ante miles de espectadores y millones de televidentes. Pero aquellos eran otros tiempos en los que arrojar a la calle aguas sucias (con el peor de los significados que pueda dársele) estaba permitido siempre que antes se avisase al grito de “¡Agua va!” que daba todos los derechos. Aunque para evitar abusos se dio una ordenanza para que las buhardillas no estuviesen retranqueadas, y si lo estaban se tomaran una serie de precauciones: “Deben elegir las “guardillas” a plomo de las ventanas del edificio, siguiendo la regla de que estén siempre vano sobre vano y macizo sobre macizo y siendo la “guardilla” retirada del macizo no se puede verter nada por ellas, que no se ve lo que pasa por debajo”… que viéndolo, añado yo, al menos se podía elegir a quien arrojar el contenido del orinal, no fueses a mojar a un amigo o familiar. Contaba mi abuelo una simpática anécdota: Iba por la calle cuando se cruzó con un mozalbete que tapándose uno de los orificios de la nariz, expulsando con fuerza el aire, arrojó por el lado contrario cuanto había en el conducto, lanzándolo con fuerza a la acera. Le recriminó mi abuelo su acción y el chico le contestó lleno de razón. “¿Guarro, yo?, Vamos anda, ¡guarro usted que se los guarda!”
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... a presentar sus credenciales‌
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“De estatura mediana, sin ser obeso es de abultadas formas. Su cara inteligente, viva, no parece de su cuerpo, pero de tal forma fascina que las formas vulgares, iluminadas con el resplandor de unos ojos brillantes, de unas facciones vivas, pierden su vulgaridad y forman un conjunto cuya impresión no puede olvidarse. La fisonomía árabe de Don Nicolás María Rivero denota su origen sevillano”. Su apellido es el del marido de la nodriza que le amamantó en la Casa de Expósitos de Morón en cuyo torno había sido depositado. Este matrimonio tenía otro hijo, rubio como las candelas y al que llamaban “el rubio Rivero”, tan distinto fisicamente como en su trayectoria vital. Nicolás María, en su niñez, había incluso pedido limosna para ayudar a “sus padres” que sólo tenían un humilde telar. Se hizo médico y ya con 30 años abogado con el enorme sacrificio que puede suponerse. Llegó a Madrid y firmó el primer manifiesto democrático que circuló por España. Fundó el partido Democrático siendo su paladín. Sus ideas avanzadas llevaron a infundir preocupación en los moderados, hasta el punto de llegar a decir Narváez la animalada de: “Pobre hombre, voy a tener que fusilarle” y aunque no lo hizo sí acabó en la cárcel. De ella salió a triunfar en política y fundar el periódico “La discusión”. Muy amigo de Espartero, mantuvo una fluida correspondencia con el, y que es fundamental para conocer la actividad política de los últimos tiempos del reinado de Isabel II. Cierto día publicó un artículo con relación al castigo infligido a un soldado y el coronel del su sregimiento, Sr. Caballero de Rodas lo llevó al terreno del honor, infligiéndole en el duelo un herida en el vientre tras la que estuvo a la muerte. Una historia, de principio a fin digna de representarse en un escenario.
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Puso sobre la mesa una serie casi interminable de periódicos, entre ellos “ La discusión”, el periódico que fundara D. Nicolás María Rivero
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EL CUARTO PODER Pensaba que no me convenía perder el tiempo, así que le pregunté a uno de los camareros si me podía proporcionar un periódico del día. Tenían “El Faro”, “El Eco del Comercio”, “El Tiempo”, “El Heraldo”, “El Clamor Público”, “El Imparcial”, “El Correo Nacional” y muchos más. Elegí “El Diario de Madrid”, ya que “El Padre Cobos“1 que también solían tener se lo debía de haber llevado algún cliente”. Muchos diarios había en la capital de España2. Su precio, según constaba, era de 2 cuartos (¿Sería caro?). No tenía grandes titulares, sino que cada artículo o noticia iba encabezado por una frase o una palabra en mayúsculas. Hubiera querido leerlo todo con minuciosidad, pero como estaba a punto de llegar el Sr. Conde, le di un repaso rápido. Sólo estaba compuesto por una gran “sábana”, cuatro páginas en total, con letra más bien pequeña, pero todo tan compactado que para leerlo todo hubiese necesitado al menos dos o tres horas. Por sus textos supe que la conmemoración del día era la traslación de la Santa Virgen de Loreto, mártir, Santa Olalla de Mérida, virgen, San Melquíades papa 1 En la cabecera del periódico satírico, “El Padre Cobos” aparecía un fraile tomando rapé. Se caracterizaba por repartir estopa a troche y moche y en él iniciaron carrera política no pocos de los que llegaron a la cima. 2 Nada menos que 120 periódicos salieron por entonces a la calle además de infinidad de panfletos. Parecen increíbles estas cifras en una sociedad con un tan alto índice de analfabetismo. Dentro del bando moderado estaban “El Universal Observador” y “El Censor”, mientras sorprendentemente “El Conservador” pertenecía a los exaltados que está claro que el hábito no hace al monje. Toda aquella pléyade de prensa fue la universidad donde hicieron oposiciones tantos: los hermanos Alcalá Galiano, sobre todo Antonio, Alberto Lista, Martínez de la Rosa y quizá el que más, Luis González Bravo. También encontraron allí su palestra Larra y Mesonero Romanos mientras otros solo en la prensa encontraron modo de ver impresas sus poesías, como un poco más tarde sucedió a Bécquer.
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y mártir, San Carpóforo presbítero, San Eugrafo, San Mercurio y San Gemelo, mártires y los santos obispos Sindulfo y Diosdado, siendo además día de absolución general en el Convento de Redención de Cautivos. Se especificaban los horarios de las funciones religiosas de un número incontable de iglesias: del Colegio Imperial, de los Padres Agonizantes, Capuchinos de la Paciencia, Monjas de D. Juan de Alarcón, del Colegio de las Niñas de la Paz, Monjas de las Maravillas, Mercedarios Calzados, Capuchinos del Prado, Monjas de Constantinopla, Monjas de la Carbonera... Intenté recordar en qué año se hicieron las desamortizaciones y así situarme. ¿Cómo habrían tantos conventos si se habían desamortizado? El sol salía a las 7.27, poniéndose a las 16.493 horas. Sería luna llena el próximo día 13 También supe la orden del día de la plaza militar y que firmada por el señor Capitán General de Madrid, D. Francisco Armero y Peñaranda y que especificaba la Parada, los jefes de día y la visita a hospitales. En ese día el gobierno de España estaba compuesto por O’Donnell de presidente, Martínez de la Rosa ministro de Estado y Ultramar, Joaquín José Casaus de Gracia y Justicia, de la guerra Armero, José María Bustillo Barreda de Marina, Mon de Hacienda y de Gobernación Manuel Bermúdez de Castro.
La situación de los empréstitos del estado quedaban perfectamente especi-
Penúltima solución: empeñar el abrigo de la niña, que para hacer lo propio con el sombrero de copa y la levita siempre habrá tiempo.
3 Me parecieron demasiado tempranas las horas del amanecer y del ocaso, estando tan próximo el solsticio de capricornio, pero en seguida caí en la cuenta de que Primo de Rivera, durante su dictadura adelantó la hora, para ahorrar el consumo eléctrico y años más tarde durante el gobierno de Franco, volvió a hacerse en invierno, con dos horas sobre la solar. El periódico hablaba de esa hora.
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ficados y pude ver infinidad de anuncios: casas a buen precio (doscientos reales), subastas del Monte de Piedad4 (joyas, trajes, viviendas, pagarés, fincas...), el mejor precio del agua balsámica de la Meca o del extracto de Abrótano Macho... Incluso había un anuncio de un señor que compraba sellos, usados de años anteriores ya inservibles...
Otros anuncios eran más concretos:
“Un joven decente natural de Segovia, desea encontrar una señora para arreglarle sus asuntos. Pide lo de costumbre y la manutención”. “Con permiso del casero se traspasa a quien convenga: una tienda sita en cuatro calles, esquina a una de ellas, que puede servir para aceite, jabón, velas de sebo y demás comestibles y géneros ultramarinos”. No tuve más remedio que reír, aún sin llegar a la parte dedicada a los chistes, pero aún encontré otras cosas sorprendentes: “Cigarros Indios de Cannabis Indica Grimault y Cia. Farmacéuticos en París. Recientes experiencias hechas en Viena y en Berlín, repetidas por la mayor parte de los médicos alemanes y confirmados por las notabilidades médicas de Francia y de Inglaterra, han probado que bajo la forma de cigarritos, el cannabis indico o cáñamo indio es un específico de los más seguros contra todas las enfermedades de las vías respiratorias”. Después indicaba la dirección de los depósitos en Madrid y una serie de establecimientos en los que podía encontrarse la mercancia. ¡Qué increíble sorpresa! Yo entonces sólo conocía la existencia de la marihuana por amigos que habían hecho la “mili” en Melilla, algunos de los cuales la habían fumado con diversos resultados. También encontré una curiosa esquela mortuoria del Sr. Marqués de la Laguna en la que se ofrecía a “todos los señores sacerdotes que gusten celebrar el santo sacrificio de la misa mañana, en la iglesia parroquial de S. Sebastián, recibirán la limosna de 16 rs. en las de las primeras horas y la de 20, en las de nueve horas en adelante”. Me pareció sorprendente que cuanto menos madrugadores, más precio, primando así a los dormilones. 4 El Monte de Piedad era la única manera de cubrir sus necesidades las clases modestas. Recibían cantidades avaladas por lo que dejaban en prenda (joyas, papel del estado, muebles, vestidos…) y que por desgracia no pocas veces perdían. La idea era buena aunque dudo de que lograra totalmente la función social para la que se creó. También pudo servir para aliviar estrecheces de estudiantes en épocas muy posteriores (¡felices años de juventud!)
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En otra esquela se decía que, “respetando, como es justo, la expresa voluntad del difunto, no se avisará a nadie que mañana a las cuatro de la tarde se trasladarán los restos mortales, sin aparato alguno, al cementerio”... Se veía que surgían nuevas industrias con técnicas innovadoras empezando algunas a utilizar ya el soporte de la publicidad. Un anuncio: “El libro de oro” desde la calle del Príncipe, 14, ofrecía el “Calendario de la elegancia española” que sirve para toda España; “son iguales a los que publicaba el gobierno, con letra grande y hermosa y con cuatro retratos litografiados de S. M. la Reina, la infanta Isabel, el emperador Maximiliano y Benito Juárez5”. ¡Sorprendente póquer! En
...surgían nuevas industrias...
otro anuncio se ofrecía un ama de cría asturiana con “muy buena leche” según magníficas referencias de más de diez señoras a las que había servido, alimentando a sus criaturas. No cabe duda que la publicidad ha variado en el último siglo; Pantaleón Peña que a través de más de seiscientas palabras, escritas en tan menuda letra que difícilmente podía leerse sin lupa, ofrecía sus servicios de “peluquero, perfumista y fabricante de pelucas, incluso de señora, con raya francesa, de caballero con dos rayas, peluquines, medias pelucas, lazos y castañas, moñas de tirabuzones, rulos de pelo, bucles sueltos, añadidos y trenzas, rizos, sortijillas a la ilusión, todo en diversas variedades y precios muy módicos”. Me pareció una publicidad que necesitaba de mucha “complicidad” con el posible cliente… 5 El anuncio debía ser antiguo pues la Reina Gobernadora acababa de venir del exilio y la Infanta ya era Reina.
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… algunas empezaban a utilizar el soporte de la publicidad…
Y leí un chiste: “-¿Está el señor?, - Sí, pero no puede verlo. Está ocupado. - ¿Qué hace? - Está pegando a la señora”.
¡Qué burrada! ¿verdad? Cómo se aprovechaban de que no había tribunales especiales para la violencia de género. Supe además que una señora “que vivía sola y sin otro patrimonio que dos hijas jóvenes, deseaba encontrar dos caballeros solteros a quienes alquilar los muebles de su habitación6, siempre que coman por su cuenta y la asistencia de circunstancias y antecedentes”. Dejaba claro que eran imprescindibles “buenas referencias”, pues aclaraba que “no se trataba de casa de huéspedes, ni la señora mujer de esos tratos”. Estaba intentando analizar el total alcance del anuncio, cuando entró mi amigo, que tuvo que llamarme para que le viese. No llegaba solo.
6 En aquellos tiempos, ninguna de las acepciones de la palabra habitación se refería a dormitorio. La oferta por lo tanto era menos erótica de lo que hubiese podido parecer a primera vista, si lo hubiésemos leído con nuestra actual mentalidad y léxico. Entonces habitación era “la parte del edificio destinada a habitarse” o a “cualquiera de los cuartos o piezas de la casa”. Yo recuerdo haber visto por casa una vieja tarjeta, ya amarillenta, en la que mi abuelo, tras su boda, ofrecía a sus amigos “su nueva habitación”.
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Don Francisco de Paula Martínez de la Rosa Vermejo Gómez y Arroyo, era un ilustre granadino cuyo intrépido espíritu revolucionario le valió siete meses de obscuras mazmorras y un largo destierro en la isla de La Gomera. De esta época son obras como “La viuda de Padilla”. Pero su evolución hacia el conservadurismo le llevó a los más altos grados de la política en la que había entrado como diputado (con licencia por no tener la edad legal) hasta la Presidencia del Gobierno. Fue catedrático de la universidad de Granada y tan fogoso en aquellos tiempos que sostenía que “sólo se debía mantener la pena de muerte, y de una manera inapelable, para los que osaran modificar la Constitución de 1812”. Se decía que “cuando tomaba la palabra, su cano cabello, la viveza de su prolongado y moreno rostro, la animación de sus inofensivas miradas, le mostraban como un verdadero veterano de las letras y la política”. Marcelino Menéndez y Pelayo decía que “no podía separarse su vida literaria de la política; leyendo su obra se adivina el cambio de rumbo político, pues su alma, naturalmente delicada y recta, tenía horror a la vociferaciones, a la anarquía y a la bullanga. No fue en verdad cálculo de interés o de ambición el que le trocó en moderado español. Quizá por eso, sus antiguos compañeros y las logias masónicas le declararon una guerra sin cuartel de acoso y derribo”. Los progresistas, lo mejor que de él dijeron ya al final de sus días era que “el pimpollo de la Constitución y el mazo de sus infractores, es hoy un sexagenario de duro y exasperado carácter, que le faltó ciencia para retirarse a tiempo de los negocios… que se le han disputado las virtudes de hombre privado, nadie discutirá su honradez, pero a la vez debe reconocérsele sus abundantes desaciertos como consejero de la Corona y como jefe de un partido tan importante como el Conservador”. No está nada mal teniendo cuenta de quien venía la andanada que por otra parte le reconocía su valor como literato, al autor de “La conjuración de Venecia” y para algunos su mejor obra literaria, “Aben Humeya”. En su entierro se escucharon las más ilustres voces del arco político en encendidos discursos: Olózaga, Pidal, Lafuente y González Bravo entre otros. Para que a uno le lancen ditirambos, no hay como morir.
Del más famosos de los hermanos Alcalá Galiano (Antonio) se decía que “era elocuente y apasionado, declamador y agresivo, como conviene a un tribuno del pueblo; dirigía a su placer la imaginación de su exaltado auditorio, que enloquecía a los mágicos nombres de la patria y la libertad, de franquicias y derechos, de soberanía y de independencia” ya desde su juventud, “entre imágenes deslumbradoras y raudales de esa elocuencia popular que irrita los sentimientos”. Su vehemencia en la tribuna le costó la vida pues murió de un ataque cerebral que le sobrevino tras una terrible discusión con González Bravo sobre sus responsabilidades al sofocar la primera revuelta estudiantil de España, y que fue la famosa “Noche de San Daniel”. ¡Quien le hubiese oído! 72
LOS AMIGOTES Entró acompañado de un militar y otros dos señores, uno algo mayor, con aspecto un poco menos elegante. El militar, bajo un abrigo azul, que se quitó nada más entrar, iba tan elegantemente vestido que bien podría parecer que fuese a desfilar en alguna de esas revistas que por entonces... perdón, muchos años después, estrenaría el Maestro Guerrero; llevaba larga casaca y pantalón azul turquí, solapa del mismo paño con varios botones a cada lado; cuello, vueltas, forro, barras y vivos, encarnados. Bajo el pantalón asomaban unas botas bajas; en el gorro galón de plata y blanco el sable, que colgó con el abrigo en una percha junto al sillón que ocupó. Otro de los acompañantes iba también muy elegantemente vestido y además llevaba una gran cadena de oro y varias sortijas muy espectaculares. Según me dijeron después durante el transcurso de la conversación era más elegante que el mismísimo Conde de Toreno. Emiliano Conde me preguntó por mi salud y se congratuló de que mejorase, especialmente porque suponía evitarme la temible sangría que pendía sobre mi cabeza como espada de Damocles. Nos sentamos en una mesa, todos me saludaron por mi nombre y me desearon un rápido restablecimiento del mal que habían conocido por D. Emiliano. Continuamos la conversación que ya traían y que era el comentario de la memorable corrida del último lunes de agosto en la plaza de la Puerta de Alcalá y que para algunos había permanecido en su memoria fotográficamente.
- Si no se cuenta con buen ganado, ¿quién puede hacer una buena faena? Para mí los del Marqués de Albaserrada, Saltieri o Conde de Santa Coloma responden siempre. - Para un servidor – dijo D.Salustiano el señor algo mayor y ropa algo descolorida y que sentaba bastante peor que la de sus acompañantes- más que los que provienen directamente de los del Conde de Vistahermosa me gustan los que provienen del cruce con otras vacadas, como la que se hizo con la de Vicente Martínez; ¿Qué tienen que decirme de las de Alipio Pérez, Samuel Hermanos o los que proceden de la unión con los de José Vicente Vázquez, Duque de Veragua o Concha y Sierra? 73
- Pues si lo que te gusta son los cruces, por lo que suponen de selección, veremos a ver lo que resulta con la ganadería que está formando en Andalucía el Sr. Miura1.
- Y el último lunes de agosto sí tuvimos buen ganado ¿recuerdan? Toros hubo que recibieron más de veinte puyazos. Si no recuerdo mal hubo doce caballos muertos y más de diez heridos. Hubo que salir a comprar los de los coches que aguardaban en los alrededores de la Plaza… ¡Una maravilla! y así pudo lucirse el que para mí mejor estuvo: Paquiro, aunque si Chiclanero2 llega a matar bien a su segundo... - Pero, ¿Cómo quiere que haga lo que no sabe? Para ver matar bien tendremos que pensar sólo en el sobrino de Curro Guillén: el gran Cúchares. La discusión subía de tono. Mientras Emiliano defendía acaloradamente a Paquiro e incluso a Juan León, D. Salustiano Fernández, como resulta que se llamaba el menos elegante, era intransigente: Cúchares, Cúchares y sólo Cúchares. - Cuando “el maestro” toma la espada en la mano derecha, después de una faena que nunca defrauda, y se enfrenta al morlaco, siempre puede esperarse lo mejor. ¿Quién puede comparar, por ejemplo, el metisaca con el que despachó Francisco Montes, ¡su Paquiro!, al que cerró plaza, con un volapié de Cúchares? Y para dar mayor fuerza a su argumento, puesto en pie, tomando un cuchillo en su mano derecha y una servilleta en su izquierda, simuló primero una impecable estocada (aunque, más me pareció “recibiendo” que al “volapié”) y después un “despreciable estoconazo de esos a los que nos tienen acostumbrados esos aprendices a toreros”.
Todos rieron, aplaudiendo la buena mientras protestaban la fallida.
- Tampoco le desagradará Antonio Sánchez, “El Tato”, que al fin y al cabo de su cuadrilla era y su estilo de toreo tiene.
- Razón tiene D. Emiliano y bien estuvo en su alternativa hace tres años, pero el pobre no sale de una y se mete en otra3. Ahora además anda a la greña con Antonio Carmona, “El Gordito”, ese niño sevillano, del barrio de San Bernardo, 1 Como puede verse la mayoría de estas vacadas han continuado con merecida fama hasta los tiempos actuales. 2 Chiclanero se llamaba José Redondo Domínguez, matador y buen banderillero, rivalizó con Curro Cúchares, pero respetado por las astas de los morlacos vino a morir por el sutilísimo “bacillun tubereculosis”, que el bacilo de Koch era en aquella época implacable. 3 El Tato tuvo varias cornadas, sufrió un intento de asesinato en Cartagena y cuando volvía de Sevilla a Madrid, la diligencia en la que iba volcó en Despeñaperros. No cabe duda que era un verdadero gafe.
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que viene haciendo tanto ruido como Chiclanero. El paisano elegante, que luego supe que se llamaba D. Álvaro, y que no había participado en la discusión taurina, permaneciendo siempre serio o sonriente, según las circunstancias, pero permanentemente en silencio, sin intervenir, casi displicente, se atrevió a decir: - ¡Bien hubiera valido que la abolición de las corridas de toros4 hubiese sido real!
Antonio Sánchez, “El Tato”
A tamaña herejía siguió un torrente de frases en todos los tonos de las que sólo distinguí, y no sé quien la pronunció.
- Cuanto más se prohíban con más fuerza resurgirán. Nunca entendí demasiado de toros, aunque vi torear a Manolete e incluso un amigo me lo presentó una vez en el Hotel Victoria donde se alojaba. Iba con Lupe Sino. Me firmó un autógrafo. Prefería otros temas de conversación que pronto surgieron.
- Pues a Doña Isabel el que más le gus taba era Pedro Romero, al que vió torear siendo muy niña, cuando era director de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla5 que fundó su padre casi a la vez que María Cristina fundaba el Real Conservatorio de Música.
- Ya es difícil saber cual “le gusta” a la reina. Y no lo digo con segunda intención, pero es que de antiguo...
- ¡Ya! ¡Ya!, Eso es que va a ponernos al corriente, ¡menudo es!. Seguro que nos va a repetir la vieja monserga de sus primeros amores con el “general Bonito”, dijo el cesante.
Antonio Carmona, “El Gordito”
4 En 1805, en plena tirantez de la familia real ( el hijo contra el padre y su padre contra él) las corridas de toros fueron abolidas, sin que se tenga noticias de grandes algaradas a las que tan aficionados son los españoles desde tiempo inmemorial. 5 Estuvo D. Fernando siempre muy atento a lo que necesitaba España para llegar a contar dentro del concierto de las naciones.
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- Sí, dijo el militar, cuando: “Todo el Madrid lo sabía, Todo el Madrid, menos él”, aunque mi opinión es que le convenía hacer la vista gorda para sacar partido de su silencio. Menudo ejemplo el de esta familia que como dice don Faustino: “ Plus exemplo cuan pecato no cent”¿Quién es ahora? ¡Suelte usted la última! - No, no es de amantes vivos, sino de eliminación de amantes. ¿Recuerdan ustedes al querido de la reina que era cantante del “Circo de Paúl”, Mirall? Salamanca le había presentado a la reina para que la rascara6 y tenerla contenta y distraída mientras él hacía una buena limpia”. Y la hizo, respetando vidas y haciendas, cosa que no siempre fue costumbre de otros rivales políticos: Armero7, de la Concha, O´Donnell, González Bravo... fueron al ostracismo. Bueno, pues el cantante bajo, aunque de buena talla como le gustan a Doña Isabel, realmente murió asesinado por unos embozados
-Pero D. Emiliano buen misterio nos resuelve... -Déjeme terminar; los embozados eran sicarios de D. Francisco de Asís...
- Perdóneme, a este señor importa un ardite quienes puedan ser los amantes de su mujer. Siempre que le permitan parecer ser el dueño de su casa. - Estoy de acuerdo don Felipe, si hay que buscar responsables, busquemoslos en las logias.
-¡Tiene usted una monomanía con la masonería, D. Salustiano...!
-¿Es que tiene dudas? La reina ha estado siempre en sus manos, Argüelles, Quintana8, Ventosa... fueron sus maestros, el mismo Conde de San Luis, Don Luis de Sartorius dicen que lo es y se le hace responsable del levantamiento del 54 y que llevó al poder a Espartero y O´Donnell... ¡Los masones están en todos los gobiernos! Es la “Hidra de Lerna”, tupida de cabezas y capaz de restituir con tres, cada una de las que se le corte9. 6 Tenía la reina unos picores casi constantes e irresistibles. Es posible que tuviese una alergia, que no me extrañaría que fuese a algunos de esos tejidos rígidos, por sí o por el almidón con el que se planchaban, que las hacían casi incapaces de moverse. 7 D. Francisco Armero Fernández de Peñaranda, Marqués de Nervión, intervino en el primer cerco de Bilbao y en el desembarco de Luchana, después de haber tenido una brillante carrera como marino a la que se incorporó desde su pueblo natal de Fuentes de Andalucía. Era el mayor de los catorce hijos que tuvo su madre Doña María Dolores, cifra que no debe extrañarnos para aquella época. Durante su vida de marino tuvo una acción de gran arrojo al conseguir salvar al “gobierno mayor de su barco que había caído al agua durante la arriesgada faena de calar los masteleros de juanete” sobre todo con mar gruesa. Varias veces ministro, precisamente “mi día” era Capitan General de Madrid. 8 Fue D. José Manuel Quintana ayo de la reina y su hermana María Luisa Fernanda durante su niñez y a las que dictaba sencillas coplillas populares. Al ser coronado como insigne poeta, cubierta su frente de laurel, Isabel le mandó el cuaderno de dictado con D. José Güell, destacándole
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- No nos perdamos en teorías y volvamos al punto en el que estábamos. Pensaba que iba a desvelarnos lo que es un secreto a voces con respecto a la muerte de Urbiztondo a principios del verano pasado. - De esto puedo hablar cuanto quieran puesto que un militar compañero mio de absoluta fiabilidad fue testigo presencial y aunque lo que sucedió es “vox populi” no así algunos detalles. - Cuente, cuente. - Estaban Narváez y su ayudante don Antonio Urbizondo y Eguía, marqués de la Solana, en un salón de palacio cuando entró el rey consorte con don Nicolás Pérez de Osorio y Zallas, marqués de Alcañices con la pretensión de entrar a los aposentos de la reina, a lo que se opusieron Narváez y su ayudante cumpliendo órdenes reales. Se discutió, se desenvainaron los aceros y ya se sabe el resultado: el de Alcañices fue más certero que el de la Solana. - ¿ No fue entonces un duelo, esa costumbre con la que se sustituyen los juicios de Dios ? - Ya, esos actos en los que el Altísimo dejaba la solución de los problemas a la habilidad de los contendientes... y menos mal si eran a primera sangre, que una gota bastaba para salvar el honor,-dijo don Emiliano-.
Con un despectivo gesto, don Salustiano sentenció.
- Hay que tener poco juicio para aceptar estos juicios.
- ¿Por qué no pueden estar detrás de todo los tejemanejes Sor Patrocinio, la monjita de las llagas? - Pues don Alvaro, no diría que no. ¿No se atrevió a decir quién debe ser el confesor de la reina? ¡A qué no se atreverá! la gran estima que le tenía y con el cariño que guardaba sus recuerdos. Mientras era Quintana ayo, el tutor era Argüelles y Ventosa maestro. Como veréis todos de gran altura intelectual, lo que no bastó para conseguir de las regias alumnas demasiados adelantos académicos. El círculo de las Princesas lo completaban la marquesa de Santa Cruz como aya, y como camarera mayor la marquesa de Bélgira. El marcado espíritu conservador de estas señoras contrastaba con el liberal de los anteriores, lo que explica el que muy frecuentemente estuviesen a la greña. 9 La mayoría de los gobiernos de Isabel II estaba cuajaditos de masones, hasta el punto de considerarse casi imposible llegar a un sillón ministerial sin haber pasado previamente por alguna logia. Eran todos librepensadores y la mayoría enemigos más o menos declarados de la religión católica. Los había entre los conservadores y entre los progresistas por lo que no eran las ideas políticas su denominador común sino su ambición sin escrúpulos que hizo decir a algún autor que no se sabía si eran masones por ambiciosos o la masonería les había llenado de ambición.
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- Pero –dijo D. Salustiano- ya sabe que la reina no le hizo el menor caso. Al final su confesor vino a ser el Padre Claret en contra de la opinión de la monja. - Las cosas que pasan en España sólo pueden imaginarse en estas tierras. Nadie se ha enterado aquí que estamos en el siglo de las luces, pero fuera... Seguimos anclados en el camino de corrupción y cohechos que abrió el Cardenal Duque de Lerma que se enriqueció con los despojos de los pobres moriscos, tras expulsarlos y ocasionando unas pérdidas para la agricultura de España que no hemos podido superar. La inmoralidad y la avaricia siguen siendo las consejeras de los políticos sin escrúpulos. ¡Bien podríamos aprender de Francia o Inglaterra! - Sí, ¡todos los honrados y listos son de fuera!, como ese inteligentísimo astrónomo alemán que vaticinó que el 13 de junio del año pasado chocaría un cometa con la tierra y todos nos mandaría a descansar definitivamente al otro mundo. D. Álvaro continuó como si no hubiese oído la irónica andanada del cesante que hizo sonreír a todos. - La inmoralidad y la avaricia siguen siendo consejeras de muchos encumbrados políticos, que pocas veces se han esmerado en mantener las columnas del edificio nacional.
- ¿Cuál se supone que son? -Preguntó con ingenuidad D. Emiliano-.
- Pués según mi criterio: la libertad de imprenta, la libertad electoral, la igualdad ante la ley, la seguridad individual, la libre discusión, la responsabilidad ministerial, la inviolabilidad parlamentaria… que cada vez está más deteriorada…
El señor Conde dijo con sorna:
- ¿No le parecen demasiadas columnas? ¿Dónde encontraremos albañiles que las compongan? - Es cierto, que cada uno tiene su equipo, los absolutistas tienen a los frailes, pero nosotros contamos con la Milicia Nacional. - ¿Y no bastaría con ajustar los presupuestos y un poco más de mano dura? Apostilló el cesante. - Es posible para un futuro más civilizado, pero España tiene una larga tradición de corrupción y nepostismo, siempre fue así, o si no, que me dicen de Olivares10, de Luis de Haro y tantos más como Ramírez de Prado que fue preso “por 10 Según sus contemporáneos, que debían conocer el paño, el Privado Conde D. de Olivares, sólo en regalos acumuló la nada despreciable cantidad de 44 millones de ducados. Tenía un sueldo anual de 450.000 ducados y sin tener que hacer la declaración de la renta ni la del patrimonio.
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haber dado mal cuenta de sus oficios y haberse enriquecido “más apriesa” de lo que fuera justo” ¿cuál sería el ritmo justo?
Don Emiliano contestó sin entrar en el meollo de la cuestión:
- No presente usted los asuntos como si todos los políticos fuesen unos insensatos imprevisores. Ahí tienen ustedes a ese jovencito de Don Manuel Alonso Martínez11 que ha comprado una finca en Leganés12…en previsión de un futuro incierto para los políticos... y que no acaben encerrándonos a todos... Don Álvaro sólo se sonrió mientras los demás reían y cambiando de tercio continuó enfocando el asunto desde otro punto de vista. - En otros países, los gobiernos protegen a los estudiosos procurando el desarrollo de sus inventos. He tenido oportunidad de ver un retrato al daguerrotipo. Una maravilla. Monsieur Daguerre descubrió ese milagro de conseguir que la luz pinte en una cámara obscura una lámina de cobre, dejando allí impresas las imágenes de las personas o los objetos que están enfrente, con una perfección que ningún pincel puede lograr13.
-La verdad es que no sé donde vamos a llegar.-dijo Don Salustiano-.
- He leído además en el “Say”, pues también en Gran Bretaña están interesados en el proyecto, que en Francia están a punto de acometer una obra que revolucionará la economía mundial. Mientras tanto, aquí, nos divertimos con toros, riñas palaciegas o revolcándonos en la ignorancia y el más cruel analfabetismo. - No me hable del extranjero – insistió D. Salustiano- Mientras Garibaldi juega al escondite en Caprera14, Prusia armándose y el Almirantazgo reclamando al gobierno de España 15 duros por la comida de un oficial español, ¿habrá mayor ridiculez?, pero veamos cual es ese proyecto que nos tiene en ascuas. 11 Don Manuel Alonso Martínez era un político muy mordaz y en “mi día” gobernador de Madrid, pero ya antes había fundado las escuelas de agricultura de Madrid y otras provincias y establecido los tres laboratorios de medicina legal de Madrid, Barcelona y Sevilla. Fue enemigo de las desamortizaciones y opositor de Olózaga primero y en sus últimos días de Cánovas, desde su rincón de debajo del reloj de las Cortes con su pequeño grupo parlamentario. 12 En el pueblo madrileño de Leganés existía una famosa casa de locos. 13 El daguerrotipo es un “Procedimiento para obtener imágenes exactísimas de personas u otros objetos, y que consiste en exponer a los rayos luminosos emanados de aquellos, una placa de metal, marfil o cristal, y hasta una hoja de papel, preparadas al efecto con vapores de yodo o sales de plata y colocadas dentro de una cámara obscura”. Definición del Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española de 187 14 En la isla de Caprera había que buscar a Garibaldi el famoso aventurero italiano, cuando, amenazado, desaparecía.
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- Nada menos que unir el Mar Mediterráneo y el Rojo con un canal.
- Usted desvaría. Los ingenieros de Napoleón midieron la diferencia de nivel y la establecieron, al menos, en seis metros. Menuda corriente se establecería. ¿No querrán vaciar el Mare Nostrum? - Pues los ingenieros de Napoleón, por una vez, estaban equivocados. Están prácticamente al mismo nivel. Así lo dice el ingeniero Fernando Lesseps, autor del proyecto en el que tan interesada está la emperatriz Eugenia, nuestra ilustre paisana. Felipe del Llano terció para resaltar lo poco bueno que hacía nuestra reina salvo cuidar de sus amantes “como a ese compañero mío, Puig Moltó15, cuya carrera militar es sorprendentemente rápida”. - Lo que no es justo es culpar a la reina y no a sus Regentes primero, y a sus ministros, después –dijo D. Salustiano- ¿Qué me dicen de los sucesos del día de la Virgen del Carmen del 34?16 Cuatro años tenía la reina cuando el cólera17 que encolerizó al populacho. ¿A quien responsabilizar de los asesinatos, de los incendios de conventos e iglesias, de los saqueos? Participó activamente la Milicia Nacional y ¿quién podía tirar de la punta de los hilos? Permítanme que insista: la masonería. Nadie podía creerse que los frailes habían envenenado las aguas y con esa burda mentira fueron capaces de soliviantar a las masas hasta convertirla en criminal.
- No puedo permitirle que confunda al pueblo con el populacho.
- ¿Y en qué se diferencian, Don Álvaro?
- Muy sencillo, el pueblo es el que está dispuesto a ofrecer su vida en las barricadas en defensa de la libertad y el populacho el que está dispuesto a quitársela a los demás y de paso, saquear, robar y quemar iglesias. 15 Puig Moltó era uno de los amantes que se le achacaron a Isabel, y según algunos, padre de Alfonso XII. 16 En esos tristes días, de julio de 1834, en realidad en término de pocas horas, fueron asesinados dieciséis jesuitas (entre ellos el famosos arabista P. Artigas), en su convento de Atocha, un elevado número de dominicos y nueve frailes más en el convento de la Merced (Descalzos). En San Francisco el Grande mataron a cincuenta y muchos más en Zaragoza, Murcia, Reus y Barcelona. No sé si en estas localidades lo fueron también por haber envenenado las aguas. Lo que no cabe duda que se había abierto la veda de los curas, como no es raro que suceda en España desde entonces. La plebe es desde luego muy ignorante, pero por ello, muy fácil de manipular, convenciéndoles del envenenamiento de las aguas o de las mentiras de un gobieno en el día de reflexion. Detrás de tan horrendos como coordinados movimientos, ha de haber muy hábiles organizadores. Por lo pronto, el ejercito y la Guardia Nacional no intervinieron en remediarlo, e incluso esta última, en no pocos sitios, tomó parte activa en la algarada. 17 Era entonces el cólera una enfermedad ya olvidada en España, donde llegó desde la India dejando un largo camino sembrado de muerte y dolor.
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- Dígame donde está el límite.
- El límite lo pone la Milicia Nacional, que no querrá que lo establezcan los criterios de la caduca aristocracia o la intransigencia de los obispos. Aunque nadie contestó, estaba claro que cada uno estaba inamovible en sus posiciones. - Cada uno tiene un criterio: para D. Álvaro Eydoux la culpa la tiene la incultura del pueblo español, para D. Felipe del Llano Garriga, la reina y sus ministros moderados, para D. Salustiano, los Progresistas y los masones, ¿Quiénes son para usted los responsables de nuestros males, D. José?. Me sonreí y estuve a punto de decir: Negrín18, pero nadas dije, y el señor Conde continuó:
18 Catedrático de medicina en la facultad de San Carlos de Madrid, el señor Negrín, fue el responsable de la entrega a la URSS del oro del Banco de España. En aquella época en los billetes ponía “se pagará al portador la cantidad de tantas pesetas” que era el valor facial, así que los gobiernos no podían emitir billetes por más cantidad de la que estaba respaldada por las reservas del banco emisor. En el caso de España, estas reservas eran en su cuantía, las terceras de todo el mundo. Pues bien, estos depósitos constituidos en su mayor parte por oro, fue enviado por este sujeto a Moscú como pago a cuenta de los envíos de material de guerra que habían empezado a llegar. Como las cuentas las hizo D. José Stalin, a la terminación de la guerra civil no quedaba un duro. El Dr. Don Juan Negrín López, cuando daba sus clases, lo hacía con una pistola sobre la mesa y protegido por dos fornidos canarios como él. Su tesis doctoral la hizo en Leipzig llegando a desesperar a su director. Como colofón de su actividad en España, cargó el vapor “Vita” (uno de los varios que salieron repletos de riquezas) con parte de lo que los socialistas y comunistas habían robado de las cajas particulares de los bancos y de los saqueos a palacios y casas particulares, y lo envió al extranjero. Por cierto que Indalecio Prieto, para conseguir los cien años de perdón, le birló el contenido del barco y se lo quedó para él, para sus amigos y para pagar las “mordidas” a los mejicanos, empezando por el Presidente.
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- Y ante el mundo ¿Qué es España? No sotros fuimos los primeros en derrotar a Napoleón, el más ambicioso dictador19, y sin embargo en el Congreso de Viena fuimos unos convidados de piedra. Mientras el Congreso se divertía repartiéndose el mundo, nosotros de mudos testigos. Sólo el compromiso de defender a los Borbones. - Por eso mandaron al Duque de Angulema con los “Cien mil hijos de San Luis”, que ya serían menos y no todos hijos del santo, a luchar en Arquillos.
- ¡Pobre Riego! Allí lo trincaron y lo trajeron a ahorcar a la plaza de la Cebada20 entre el alborozo Al mando de los cien mil hijos de Sandel pueblo,-dijo D. Alvaro- ¡Así es España! Pero a él Luis, los que perpetraron la segunda invaya muchos se la tenían jurada desde Cabezas de San sión francesa del s. XIX, llegó nada menos que el duque de Angulema, DelfínJuan por usar las tropas que le habían proporcionado del rey de Francia, aunque no llegase apara luchar contra los insurrectos americanos. Con ellas consumó el glorioso pronunciamiento contra el rey.
-El general se portó como un patriota,-dijo el Capitán de Ingenieros-
- Bueno, bueno, lo que sucedió es que no quiso (o no le permitieron) luchar contra sus hermanos americanos. Y ya se sabe que la masonería es un hormiguero de intrigantes, una agencia de destinos, un centro de infames compadrazgos21... - ¡Alto ahí! Si usted conociera realmente lo que critica, debería saber que un masón, si entiende correctamente el Arte, nunca será un ateo estúpido, un libertino irreligioso, ni jamás conspirará contra el poder constituido22,-expuso con firmeza Don Álvaro - ¡No me haga comulgar con piedras de molino! En otros tiempos se le hubiera 19 Ya sé que no es “correcto políticamente” decir que Napoleón fue un dictador ambicioso, no sólo para su patria, si no para cuantos países ocupó, que fue media Europa, pero ¿se quitarán sus estatuas por la noche para que no se vean al amanecer? 20 Riego fue al suplicio sufriendo los insultos de la plebe que meses antes le vitoreaba. Iba con entereza y mansedumbre, demasiada para los revolucionarios para los que esa piedad era claudicación. El carmelita que le atendió espiritualmente publicó días después en el “Diario de Madrid”: “Dirán alguno de sus parciales que no ha muerto como un héroe; pero yo declaro que lo ha hecho como un buen cristiano”. Antes de su muerte abjuró de su condición de masón. 21 Palabras de persona tan poco sospechosa como Pérez Galdós en sus “Episodios Nacionales” 22 Eso afirman de sí mismos según dice César Vidal en su libro “Los Masones”
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sentenciado a bajeles... y a los hechos me remito. El oficial de ingenieros también incómodo a ojos vistas y sin querer entrar en discusión, preguntó, dando un gran salto en el tiempo y el espacio: - ¿Qué hay de lo suyo D. Salustiano? - ¡Poco nuevo! Mis esperanzas aunque no son cortesanas, puede decirse, emulando a Fernández de Andrada, que “prisiones son do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen canas”, yo pronto las peinaré, esperando con paciencia. Hace más de un año que cayó Espartero y sigo sin noticias. Narváez ha pasado de hilo; ahora está el Señor Marqués de Nervión y el ministro del ramo es el Sr. Martínez de la Rosa23, que otras veces me atendió bien24. No hace todavía dos meses que tenemos nuevo gobierno... ¡tendremos paciencia!... No creo que tarden mucho en resolverse las cesantías, que noticias corren en este sentido. La verdad es que va siendo hora de que los progresistas se vayan a su casa… y yo cobre los atrasos. - No estaría nada mal que ya hay quien los hace figurar en los testamentos con lo que las deudas pasan de padres a hijos con la esperanza de que alguna futura generación pueda disfrutarlos. A todos hizo gracia menos a Don Salustiano… ¡Menudo porvenir tenía a la vista!. - Pero no tenga demasiadas esperanzas; tomó posesión del gobierno D. Francisco Armero y a los diez días ya estaba cambiando los ministros, pero usted de cesante¿ no cobra los 30.000 realitos25 que tiene asignados como tal D. Manuel Alonso Martínez?26-dijo irónicamente D. Emiliano-.
- Usted se burla, yo no soy de los que se alzan con el santo y la limosna.
- D. Salustiano, usted, con sus conocimientos, lo que debería es hacerse escribano, que ya se sabe lo que de ellos se comenta: 23 Francisco Armero tomó posesión el día 15 de octubre y el 25 cambió al ministro de Estado y Ultramar (poniendo a Martínez de la Rosa y al de Gracia y Justicia, que asignó a Casaus) él se había reservado también el ministerio de la Guerra. 24 Tras casi 2 años de gobierno de Espartero con O’Donnell, el duque de la Victoria consideró que ambos eran demasiado para estar juntos en el mismo gobierno, y dimitió. O’Donnell quedó a sus anchas con sus compañeros de Unión Liberal y después de algunos ajustes, bajo su presidencia consolidó un gobierno que fue largo y fructífero. 25 Treinta mil reales era la asignación de los ministros cesantes. Como puede verse, desde antiguo los políticos eran muy proclives a cubrirse las espaldas de posibles “eventualidades”. Para estos asuntos no era difícil poner de acuerdo a conservadores y progresistas… ¡estos políticos! Bueno,… estos, esos y aquellos.
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“pájaros con muchas plumas, no se pueden mantener; los escribanos con una, mantienen moza y mujer”
“está siempre mano sobre mano, cómo mujer de escribano”.
...que por cierto
Todos rieron; hasta el propio don Salustiano.
- Esperé inútilmente pero de O´Donnell27, poco espero. Veréis como Narváez tomará cartas en el asunto. Y mira que para todos somos necesarios, pues la Administración sólo nos tiene a nosotros para poder descifrar el inmenso batiburrillo que nadie comprende. Es un laberinto de órdenes y contraórdenes, de decretos que establecen y de decretos que derogan. Ese partido que creo que llaman Unión Liberal y que está formado por rebotados de todos los partidos no creo dure mucho…
- De momento,-dijo el oficial-, ya se ha dado carpetazo al Acta Adicional28, a las leyes amortizadoras que restan por ejecutar29, ha arreglado a su gusto el senado, ha establecido nuevas relaciones con el Papa y mandando al ostracismo la Constitución que preparaba el sexagenario general30. ¿cuando se convencerán los moderados lo mucho que tienen que agradecernos? ¿Para cuando el triunfo de la libertad?.
El cesante se encendió.
26 D. Manuel Alonso y Martínez, varias veces ministro de Gracia y Justicia fue responsable de la promulgación de la ley del jurado, la creación de los laboratorios de medicina legal y la reforma del código penal que en gran parte ha llegado a nuestros días. También fue ministro de Fomento, precisamente cuando se proporcionaron las dotaciones necesarias para el canal de Isabel II y se crearon las escuelas de agricultura. Como podéis ver en este reinado se dieron importantes pasos en la modernización del estado. En su vida privada fue un eminente jurisconsulto y como político un encarnizado opositor de Olózaga, como antes he dicho. 27 A pesar de estar disueltas las Cortes y dimitido el gobierno, González Bravo y Serrano se presentaron en Barcelona, diciendo uno que representaba a las Cortes y el otro al gobierno y consiguieron el levantamiento que destituyó a Espartero. Es la verdad que no debió costar mucho, porque Barcelona no había olvidado el bombardeo al que la sometió el Duque de la Victoria y la lluvia de fusilamientos que se siguió. Como consecuencia de este levantamiento formó gobierno el imprevisible O´Donnell que poco tiempo después dio paso a otro del “Espadón de Loja”, el general Narváez. 28 El “Acta adicional”, algo próximo a una Constitución, limitaba el poder real concedido en 1845 y que tanto detestaban los progresistas. 29 La ley de 1855 se suspendió ese mismo año estando en el gobierno Narváez, pero sólo dos años después (“mi año”) siendo Presidente del Consejo de Ministros D. Leopoldo O´Donnell, volvieron a reanudarse las desamortizaciones que continuaron durante todo el s. XIX, consumándose así, justo es reconocerlo, la transformación económica y social de España.
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- Son ustedes unos hipócritas. Hablan mucho de libertad y cuando los suyos están en el poder, secuestran a la prensa sin juicio, bombardean ciudades indefensas como Barcelona o Sevilla y hacen subir al cadalso a los políticos que le son hostiles, que todo esto ha sucedido con Espartero en el poder.
- Esos políticos de los que habla, se levantaron contra el poder constituido.
- Pero ¿No hemos quedado que ustedes están contra la pena de muerte?
- Por supuesto, más todo tiene sus excepciones. Y las fronteras nunca están claras; por ejemplo, nosotros hemos despojado a la Iglesia de sus bienes con gran escándalo del Duque de Rivas, Ríos Rosas o Nocedal, y al final pocos progresistas y ningún proletario se quedaron con los bienes desamortizados, ¿quiénes los adquirieron?, seguro ¡sus compañeros de partido! Nosotros nos jugamos el pellejo y ellos se quedan con los despojos. - Ustedes,-dijo don Salustiano-, siguiendo las filosofías masónicas se consideran sucesores de los heroicos asaltantes a la Bastilla del 14 de julio y liberadores de los siete presos heroicos mártires de la libertad... - Veo que nos va a volver, como tantas veces, a desprestigiar la gesta de Desmolins.31
LA DESAMORTIZACIÓN,
30 La que hubiese podido ser la Constitución de 1856 reconocía los derechos individuales, ponía freno a los excesos de la jurisdicción militar, recortaba el poder de la Corona, hacía el Senado electivo, establecía un número mínimo de sesiones parlamentarias y daba normas para evitar en lo posible el extendido fraude electoral. Vamos, una Constitución bastante moderna aunque no tanto como para percatarse que las provincias vascongadas y Cataluña eran una nación (bueno, dos). 31 Tras el saqueo del Hotel Deville, las hordas asaltaron la prisión-fortaleza de la Bastilla, defendida por 82 invalidos y 32 jóvenes soldados suizos, pertenecientes al regimiento Salis-Samade. Todos fueron asesinados y los presos liberados y paseados a hombros como auténticos héroes de la libertad, aunque en realidad eran 4 estafadores, 2 locos peligrosos y 1 violador.
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La poco noble actitud que mostró con sus compañeros que le siguieron en la intentona de quitar a Espartero de la Regencia, y que con tanta acritud criticaba D. Salustiano, el cesante, no me lo hicieron demasiado simpático durante “mi día”. Tampoco entendía su actitud en el levantamiento de 1854 en Vicálvaro secundado por la caballería de Dulce y que llevó a la firma del manifiesto del Manzanares. Me extrañó que pusiese el mando en manos de su enemigo natural el duque la Victoria. Sin embargo eran otras sus aspiraciones, como fundar el partido de “Unión Liberal” (una especie de “Centro Reformista”, aquel que se disolvió en su propia insulsez no hace muchos años) y conseguir la Presidencia de un gobierno que gobernó con cierta brillantez y buen criterio durante cinco años que se consideraron de libertad, orden, paz y prosperidad. Claro que estos logros de D. Leopoldo O´Donnell y Jorris, conde de Lucena y posteriormente duque de Tetuán fueron logros posteriores a “mi día” así como su brillante actuación en la guerra de Marruecos. No se debe juzgar a nadie, y menos a un político, sin la nece- O´Donnell y Espartero celebran con sus incondicionales el éxito de saria perspectiva del tiempo. Vicálvaro
D. José María Quipo del Llano, conde Toreno. Influyente político y literato asturiano (como Campomanes, Jovellanos, Argüelles, Campoamor y tantos otros) “muy liberal y opulento magnate con hábitos de sibarita. Menudo de cuerpo, rubio de pelo y sonrosado de rostro, debía tener unos 50 años y vestía con más elegancia que cualquiera de sus jóvenes colegas; lucía ricas joyas, cadenas de oro y alfileres de diamantes, manejaba la lente (de visión miope) con la coquetería de un almibarado hombre de mundo. Agasajador y rumboso con sus iguales y de altivez desdeñosa respecto a sus inferiores. Como orador hacía punta por la precisión y encadenamiento de sus ideas, hería con tino las cuestiones, acudía a oportunos textos y sacaba legítimas consecuencias en apoyo de su doctrina”. A la guerra de la independencia la llamó “acto de singular demagogia, pordiosera y afrailada, supersticiosa y muy repugnante”. Decretó una nueva expulsión de la compañía de Jesús, estudió matemáticas, física, química, mineralogía y botánica, dominaba el latín, griego, inglés, francés, alemán e italiano. Chico listo. 86
D. Luis González Bravo, “bajo de estatura y alto de independencia, pesado de cuerpo y vivísimos ojos”, se abrió paso desde su modesta posición, esgrimiendo la pluma cual si de una espada toledana se tratase en las páginas de su periódico “El guirigay” usando el pseudónimo de Ibraim Clarete: “corre una voz que se pretende de un sartenazo contra la ley de imprenta. Si tal sucede, téngase por sabido que detrás vendrá el estado de sitio y más tarde el desarme de la Milicia… y a continuación, prender a diestro y siniestro, porque la soga va siempre detrás del caldero”. Desde sus páginas arremetió siempre contra los gobiernos (“Los ministros son seis hombres en virtud de una Orden contraria a la ley y que mandan contra la voluntad de la nación”) y de una manera feroz contra la Reina Gobernadora… todo esto, como es natural, antes de que a él le hicieran ministro. Su dureza contra María Cristina, delatada a Isabel, ya reina, de una manera anónima por “una persona que la quiere” le costó a Don Luis su puesto de Primer Ministro. Al final de sus días coqueteó con el carlismo, muriendo en el exilio de un aneurisma cerebral en brazos de su cuñado Nocedal. (En los escritos de la época he visto Bravo y Brabo, habiendo elegido yo la primera versión sin otro motivo que la estética) Don Luis de Sartorius, Conde de San Luis, es un personaje de novela. Llegó de su Sevilla natal con una mano atrás y otra delante, cosa normal por pertenecer a una modesta familia. Su ambición era inmensa, consiguiendo un puesto de periodista a través de la recomendación de Bravo Murillo, aunque pronto fundó uno propio: “El heraldo”. No tardó en abrirse paso en la política llegando a ser varias veces ministro en los gabinetes de Narváez. Precisamente siéndolo de Gobernación, en 1850 se comenzó a usar el sello de correos para distinguir la correspondencia que había pagado previamente el franqueo. Hasta entonces era pagado por el receptor con el consiguiente quebranto de las arcas del estado cuando se rechazaba la correspondencia. Creó también la figura del Gobernador Civil que unía en una sola persona los puestos de jefes políticos e intendentes provinciales. Disolvió las Cortes y siguió gobernado por decreto y a cuantos militares se le opusieron los mandó de cuartel. Pero la cosa se fue poniendo peor dando lugar a la revolución del 54 y la “Vicalvarada”. Presumió siempre de conocer todos los males de la patria. Al final mostró alguna lucidez al apadrinar la figura del hijo de Isabel, el futuro Alfonso XII. Claro que el elegido esa vez, fue Amadeo de Saboya, Duque de Aosta.
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Don Agustín Argüelles Álvarez había nacido en Ribadesella y era muy culto, hablando inglés, francés e italiano, “de buena estatura, finos modales, semblante expresivo, de sencilla aunque correcta indumentaria”. Fue apodado al final de sus días, “El Divino” y cuando la Junta Central se reunió en Sevilla, nombrado Secretario. Había intervenido activamente en la redacción de la Constitución de 1812 y que se aprobó el día de San José (de ahí “La Pepa”), aunque no estaba del todo satisfecho, entre otras cosas por considerarla difícil de aplicar por las limitaciones debidass a los poderes fácticos. Se decía de él que era más erudito que pensador, y Menéndez y Pelayo, que le consideraba heterodoxo, le definía, con poca simpatía, como “un mozo de esperanzas, de natural despejo y de fácil, aunque insípida afluencia, que hablaba inglés, y había leído algunos de los expositores de la Constitución Británica (sin corregir) y por eso la confusa verbosidad de su estilo”. Pasó de preso de Fernando VII a su Ministro de la Gobernación, tras la restauración de 1820 (levantamiento de Riego). Como preceptor de Isabel y su hermana no pudo conseguirles la educación que hubiese querido, ni en intensidad ni en tiempo, lo que fue causa de sus constantes quejas ante la Reina Gobernadora.
Doña María Eugenia Ignacia Agustina Palafox de Guzmán Portocarrero y Kirpatrik, era Condesa de Teba y posteriormente Condesa de Montijo, por lo que es más conocida como Eugenia de Montijo. Su hermana casó con el Duque de Alba y ella con Napoleón que posteriormente fue III, rey emperador de los franceses. Había recibido una esmerada educación en París, en el colegio del “Sacré Coeur”. Era Eugenia granadina y españoleó toda su vida, que por entonces todos creían en España y la misma Andalucía no era aún una identidad nacional. Instruida, inteligente y muy católica, ayudó cuanto pudo al partido tramontano en Francia, defendiendo siempre los poderes y prerrogativas papales. Su amistad y admiración por Isabel II arrancan de su niñez; cuando la reina de España venía de la iglesia de Atocha del Tedeum de acción de gracias por haber salido indemne del atentado de Merino, Eugenia, que estaba con unas amigas en el portalón del palacio del duque de Sexto, entusiasmada, se acercó tanto a la carroza real, que apunto estuvo de ser arrollada por el caballo del capitán Rozas evitándolo solo la pericia del jinete. Pocos días antes de la muerte de Isabel, fue a visitarla a París y se dice que fue tan larga la despedida en los fríos pasillos de la residencia de la reina que fue la causa de la recaída del catarro (o quizá gripe) que afectó a Isabel y que la llevó a la tumba. Eugenia murió en Madrid a los 94 años, ya con el siglo XX bien entrado. 88
Doña María Dolores Quiroga, la archifamosa Sor Patrocinio, era hija del administrador de fincas de Chinchilla, que al morir prematuramente dejó a su mujer (Doña María Dolores Cacopardo) con una pareja de hijas y otra de velas. A su hija mayor (de la que hablamos) con 16 añitos, la colocó de sirvienta en las Comendadoras de Santiago, pasando después al convento de Caballero de Gracia como novicia. La dote se la proporcionó el rector espiritual, convencido de las virtudes de la niña. En ese convento sucedió la superchería del “milagro de las llagas”. El P. Alcaraz, le dio una bolsita que supuestamente contenía reliquias de algún santo, para que con ella se restregara diversas partes del cuerpo (costado, palmas de las manos, sien y empeines de los pies) donde se le produjeron visibles lesiones. Lesiones que todos querían ver y tocar, de una manera especial su enamorado Olózaga. La previno el cura que a nadie dijese la existencia de la bolsita, bajo terribles penas en el infierno. Se extendió la fama de la novicia, llegándosele a achacar milagros y profecías que la hicieron famosísima dentro y fuera de Madrid. Tal fue su popularidad, que no menguó demasiado cuando se supo la realidad del engaño. Tras el juicio que se siguió se la condenó a residir al menos a 40 leguas de la corte. Adoraba a la reina y le fue fiel hasta el exilio. No sé si conseguiría aprender a escribir medianamente en su larga estancia en París, aunque si lo logró no sería por la ayuda de Isabel que no era un dechado de excelencia ortogáfica muchas “beces”. Claro que una nonada al lado de su augusto padre que a los quince años escribía así a su madre (la amante de Godoy): “… Heres mi pichona como dises y he llorado porque no beniste conmigo que estoy guérfano de Padre y Madre…”
Don Antonio de los Ríos y Rosas, era rondeño y un verdadero bicho raro dentro del mundo de la política de todos los tiempos. Con decir que siempre se resistió a recibir prebendas y títulos se dice todo. Sin embargo aceptó al fin un ministerio con tan mala fortuna que fue de un gobierno que duró tres días. Algo es algo. Claro que al fin O´Donnell le ofreció entrar en el que formó, precisamente aquel que duró cinco años y que resultó tan brillante. Era esencialmente revolucionario pero los progresistas querían más y decían de él que “quería ser a la vez liberal y conservador y en realidad era un revolucionario de guante blanco” Fue el autor del “Acta Adicional”, demasiado para los conservadores y una nadería para los progresistas. Al final de su vida política, más que gobernar el país (decían sus enemigos) quería gobernar a los ministros. Era un solitario con una triste vida privada, pero siempre que hablaba en el Congreso las tribunas se ponían a reventar. 89
Don Antonio María de Claret y Clará, fue fundador de la orden de Misioneros Hijos del Corazón de María o “Claretianos” y ahora es santo, no sé si por los méritos que conseguiría como bondadoso confesor de Isabel II. Consultaba ésta muchos asuntos con Sor Patrocinio y así hizo cuando estaba buscando nuevo confesor pues había fallecido el que tenía. La monja, en una deliciosa carta llena de faltas de ortografía le desaconsejaba a Don Antonio María, pues aunque le reconocía auténtica santidad le hacía sospechoso por ser catalán. La reina, al menos en este caso, no atendió su consejo y lo eligió.
Sin conocer a fondo la vida de Don Ramón María Narváez de Campos, es imposible tener idea del reinado de Isabel II. Nada menos que siete veces ocupó la presidencia del Consejo, sin contar que muchas que otros lo ocupaban bajo su sombra, cual fue cuando lo hicieron Francisco Armero, Martínez de la Rosa, Mon y alguno más. Es indiscutible que fue el valedor máximo del trono de Isabel al que acudió en ayuda cuantas veces fue solicitado. Durante la guerra carlista fue herido varias veces, algunas de gravedad. Allí luchó bajo el mandato del general Mina que fue su mentor y le promovió diversos ascensos. (Era éste, el que se levantó en Méjico y fue prendido por Liñán). Era duque de Valencia y apodado el “Espadón de Loja” su tierra natal. De tan gran osadía, fue capaz de arrestar personalmente al rey consorte en sus habitaciones, mandándole custodiar con soldados a bayoneta calada. En otra ocasión cogió por el gaznate al entrometido embajador británico Mister Bullwer y girándole con rara habilidad le aplicó un certero puntapié dónde la espalda pierde su bello nombre, con tal dureza que casi da con el diplomático en tierra; le metió sus credenciales en el bolsillo y le dio 24 horas para abandonar España. No es de extrañar que le tuviesen miedo sus enemigos. Casó con Alejandrina María de Tascher, hija del conde de Tascher que era par de Francia. Aunque siempre estuvo atento a las llamadas de la reina, entre vez y vez, era corriente que se retirara a su pueblo granadino, procurando aparentar mantenerse al margen de la política, seguro de que tarde o temprano sería llamado: …Y D. Ramón Narváez entre tanto en Loja quietecito como un poste vivía sin decir, oste ni moste La muerte de este político supuso un duro y definitivo golpe para la Corona. No tuvo hijos y dejó todos sus bienes a instituciones benéficas. 90
Riego no era un músico, autor del famoso himno, que se ensayó por primera vez en el Teatro de la Sartén, aquél que se cerró por al insistencia de la Radiquet en buscar la pulga en los más inesperados sitios. En realidad era un valiente general asturiano de nombre Rafael de Riego y Nuñez. Habiendo luchado valientemente contra el gabacho invasor, prisionero de Napoleón, estuvo en Francia donde abrazó los principios de la Revolución. Vuelto a España se alzó en armas contra la Corona para implantar la Constitución de 1812, usando las tropas que estaban destinadas a luchar contra los insurrectos americanos. Fue en Cabezas de San Juan, y aunque personalmente no consiguió de momento sus objetivos, el alzamiento se propagó como la pólvora por todo el territorio y Fernando VII se vio obligado a jurar la nueva Constitución. En todo el territorio nacional se celebraron procesiones cívico-religiosas para celebrar el evento. Tanto subió la fama de Riego que cuando fue destituido de su cargo de Capitán General de Aragón se produjeron tumultuosas manifestaciones en toda España. Animado por su popularidad intentó un nuevo golpe aunque, sólo en parte, triunfó en Andalucía. Por cierto que al entrar en Málaga escuchó por primera vez el “himno de Riego” que pasados los años llegó a ser el de la segunda República. Traicionado, fue detenido, llevado a Madrid y condenado a muerte. Fue “arrastrado” al patíbulo en una sera tirada por un burro entre los insultos de los que meses antes le tenían por un héroe. ¡Cruel populacho!.
Don Cándido Nocedal, fue una de las más interesantes figuras del reinado de Isabel II. Aunque de joven tuvo ideas republicanas, tras pasar por el partido progresista (habiendo sido incluso oficial de la Milicia Nacional a los 22 años) pasó al partido moderado en el que ocupó importantes puestos. Con Narváez fue Ministro de la Gobernación y el año anterior a “mi día” (en 1856) promulgó la famosa ley de prensa por la que los editores tenían que depositar la fabulosa, para la época, cantidad de 1.500 pesetas, estableciendo la censura previa. Hablaba muy bien y “sabía buscar los puntos por los que eran débiles y vulnerables sus contrincantes”. Enérgico gobernante (“quiero leyes duras, no arbitrariedades”), muy religioso, procuraba buscar soluciones católicas a los problemas sociales. Al final terminó como jefe del partido carlista llamado clerical o neocatólico, pero tan enemigo de la guerra, que abandonó el cargo al desencadenarse la tercera guerra carlista. Era coruñés y a pesar de haber empezado y abandonado la carrera de medicina, a los 19 años era ya abogado con un brillantísimo expediente. Casó con una hermana de Julián Romea, y por lo tanto cuñado de González Bravo. 91
Don Baltasar Melchor Gaspar de Jovellanos y Ramírez, es sin duda una de las mentes más preclaras que ha dado el pensamiento español. Bastaría con recordar lo que de él decía Nocedal: “maravilla aquella extensión de conocimientos, aquella profundidad de estudios, aquella seguridad de doctrina y de expresión, aquella elocuencia vigorosa, aquella sensibilidad, aquel tacto exquisito… Parece increíble que aquel cronista de la arquitectura, sea el profundo jurisconsulto, que el poeta inspirado del “Paular”, sea el sabio economista; que escriba con igual acierto y con la misma autoridad sobre literatura, sobre artes, sobre la roturación de los campos, sobre el cultivo de las tierras, sobre la conservación y aumento de nuestra ganadería o sobre la extracción y contratación de nuestros productos”. Predestinado para la carrera eclesiástica, los consejos de su tío el conde de Losada y de Olavide, le llevaron a las ciencias, los idiomas y al estudio de las iniciativas que demandaba la economía. Como literato fue poeta y dramaturgo, pero se debe a sus trabajos sobre economía los que, después de dos siglos, le mantienen de rabiosa actualidad. De entre todos ellos sobresale el que por encargo de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País escribió sobre un expediente de la Ley Agraria que “puede presentarse como modelo, tanto por la claridad y sencilla elegancia del lenguaje como por la profundidad de las ideas y el acierto en exponer los problemas y el tino en dar soluciones”. Persona tan poco sospechosa, para este juicio como Don Marcelino Menéndez y Pelayo, le tildaba de “varón justo e integérrimo, estadista de toda grandeza y desinterés, mártir de la justicia y de la patria, gran orador, cuya elocuencia es digna de la misma Roma, gran satírico a quien Juvenal hubiese envidiado, moralista, historiador de las artes, político y padre y fautor de tanta prosperidad y de tanto adelantamiento”. Preso por orden de Godoy estuvo en los inóspitos calabozos del castillo de Bellver de Palma de Mallorca varios años, hasta el Motín de Aranjuez. Se negó a integrarse en el gobierno afrancesado y se unió a la lucha de la Independencia.
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Apuesto jovencito
Gordo como una “tinaja”
Don Salustiano de Olózaga, siendo niño, cuando Riego se levantó en Cabezas de San Juan, se enfrentó a los frailes de su colegio al grito de “¡Viva la constitución!”, que le costó una buena reprimenda y que puede considerarse como el comienzo de su carrera política. Nació en un pueblecito de La Rioja, Oyón. Fue preceptor de la reina y cuando llegó a Presidente del Consejo de Ministros, siendo progresista, a pesar de tener los moderados mayoría en las Cortes, consiguió que se aprobara la ley de amnistía a los “esparteristas”, la modificación de de la Ley de Ayuntamientos y el rearme de la Milicia Nacional, leyes claramente progresisitas. Siendo embajador en París, ya semijubilado, se dice que los diversos gobiernos, cuando tenían problemas, le llamaban para escuchar sus consejos… claro que indefectiblemente hacían lo contrario de lo que él aconsejaba. El cruel “Gil Blas” le sironizaba así: s“¡No os fiéis! Ya llegó aquí Y ninguno le aventaja Gordo como una tinaja Fresco como un alelí. ¡Ay olé! Que lo que quiere ese godo Yo lo sé ¡Ay olé! Lo que quire Don Salustio Yo lo sé”. Por lo que se le recuerda más es por un hecho que a la postre le costó su brillante carrera política, pasando a la clandestinidad momentánea o a un segundo plano definitivo. Fue cuando presentó a la reina niña, entre otros decretos de menor cuantía uno para la disolución de las Cortes, para usarla cuando más le conviniese, pues como he dicho eran moderadas y de difícil manejo por su parte. No se sabe si por juego o por romper la oposición de Isabel, le tomó la mano para que firmara. Cuando trascendió, su excesiva familiaridad con la reina, se armó “la marimorena” y aunque hizo en las Cortes un memorable discurso en su defensa, fue destituido y extrañado… entrando en el gobierno los que propuso Narváez.
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Don José Moñino Redondo, Conde de Floridablanca, murciano, figura señera en la política española del s. XVIII, fue calificado como “solemne, prudente y reservado legalista”. Como responsable de la política exterior española, no sólo expulsó a los jesuitas sino que consiguió su disolución, aunque se trató de una medida demasiado orquestada como para no tener una razón más lógica (quiero decir de logia). Aranda en España, Pombal en Portugal, en Francia Choisseul y en Nápoles Tanucci forzaron la solución. Pero otro aspecto menos conocido de su política exterior fue su importante, aunque discreta implicación en la independencia de Estados Unidos a la que se llegó a ayudar económicamente. Fue el primer presidente de Gobierno en España y sus ministros consiguieron logros importantes como la colonización de las sierras de Jaén, la creación del Banco de San Carlos y construcción de pantanos y carreteras. Al final cayó en desgracia pues sus enemigos eran poderosos, pero a la invasión napoleónica respondió con valor a pesar de estar cercana su muerte que ocurrió en Sevilla. Próximo a celebrarse el segundo centenario de su muerte, es de esperar que sea conmemorado como merece. Retrato de la pinacoteca de la Real Sociedad de Amigos del País de Murcia.
Isabel casi mayor de edad
Preparada para presidir consejos de ministros
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...Y convertida en una joven de “rompe y rasga”
CRUCE DE INTERESES Como no podía ser menos la conversación recayó pronto en comentarios sobre las desamortizaciones. D. Salustiano tenía las ideas muy claras: La desamortización supuso un robo a la Iglesia y hacer a algunos ricos, mucho más ricos. - La desamortización ess imprescindible1, -dijo D. Álvaro- , no sólo por la necesidad de fondos que taponen las deudas del estado sino sobre todo por conseguir un cierto equilibrio económico y social de España. Ya lo pretendieron las Cortes de Castilla en el lejano siglo XIV, aunque posiblemente no como ahora se ha hecho ¿Os parece normal que Madrid con 280.000 almas, tenga la cantidad que todavía tiene de monjas, frailes, sacerdotes, seminaristas ordenandos y religiosos de todas las clases que imaginarse puedan?2... Ya sabe lo que ha dicho el propio obispo de Badajoz, “que algunos hacen vanidad del estado eclesiástico y les parece que el hijo cura hace hidalgo al padre labrador; el canónigo, caballero al mercader y si llega a ser obispo será ilustre todo el linaje” y de todas formas los hay que mantener e incluso hacer
1 A principios del s. XIX, el 80 % de la riqueza del estado pertenecía a los realengos (incluida la Corona), a los bienes de la Iglesia o a los solariegos o señoríos de la nobleza, todo ello exento de impuestos y lo que es peor inmovilizado por no poder venderse. Ya a principios del s XVIII se acordó en un Concordato que el clero pagase, al menos, por sus nuevas adquisiciones. Posteriormente se fueron dando normas desamortizadoras en tiempos de Olavide, Jovellanos, Godoy y durante el breve reinado de José Bonaparte. 2 Había efectivamente en Madrid en 1800, 22 parroquias, 69 conventos de frailes y monjas, 17 colegios religiosos, 13 iglesias, 9 ermitas y 22 hospitales atendidos por religiosos. Como se ve, no faltaban los eclesiásticos con clara función social pero el conjunto parece desproporcionado pues en 1803 se contabilizaban en España 38.429 religiosas y 69.664 religiosos. A estos había que añadir 95.205 religiosos del clero de las catedrales, parroquias, oficiales de la inquisición y de cruzada. Había nada menos que un eclesiástico por cada 50 personas. Este número bajó considerablemente en pocos años, pues en 1835, que había aumentado el número de habitantes en más de dos millones y los clérigos habían quedado reducidos a 118.000, esto es, uno por cien, aproximadamente. (Que tampoco está mal)
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ricos. Para no ofenderle no le diré que estén pendientes de “la sopa boba”3 y todos los demás pechando4 por ellos.
- ¿Y eso justifica el que se les pueda robar?
- No se trata de robar sino de recuperar unos bienes que al no haber pagado impuestos, ya están amortizados.
- ¿Usted piensa que se puede legislar con carácter retroactivo?
- ¡No nos venga con sutilezas! dijo el capitán.
- ¿Sutilezas?
- Sí, el clero va a salir ganando. Tenga en cuenta que la cantidad que se obtengan en la subasta de los bienes se les compensará con papel del estado por el mismo importe y con un rédito de un 3 % anual, que ya me dirá usted si antes lo obtenían en sus fincas semiabandonadas… ¡Ah! y además el compromiso del estado en el sostenimiento del culto5. - ¿Ya veremos lo que da ese papel del estado y en cuánto se valora esa ayuda prometida?6 Piensen – prosiguió- que la Universidad de Alcalá de Henares se adquirió en tres mil duros que además se pagaron en parte con cédulas del tesoro que semanas antes podían haber adquirido al 10% de su valor facial, y aún por menos. Muchos de los que adquirieron los bienes de la Iglesia se separan de la religión y procuraron desprestigiarla, haciéndose, eso sí, acérrimos partidarios de la causa isabelina. ¡Curiosa, aunque racional reacción! Además el resultado es un desastre 3 Se calculaba que en aquellos tiempos unas 30.000 personas comían a la puerta de los conventos lo que se venía a llamar “la sopa boba”. También se hacía a la puerta de los cuarteles que repartían rancho que aquellos pobres hambrientos recibían caliente en viejas tarteras o incluso en oxidados cacharros de hierro. La pobreza era extrema. 4
Decíase “pechar” a pagar el “pecho” o tributo.
5 La desamortización de Mendizábal comenzó en 1836 y duró hasta 1851. Los bienes se vendían en pública subasta que se celebraba simultáneamente en Madrid y en los lugares donde los bienes radicaban. Las fincas rústicas se dividían lo más posible al objeto de que se beneficiasen en mayor número posible de nuevos agricultores. Todo bajo el asesoramiento de Ayuntamientos, tasadores y agricultores veteranos. El pago podía hacerse con deuda consolidada o en efectivo, dándose un plazo de cinco años para su abono. Los bienes de los jesuitas se subastaron aparte, por una ley especial de 1841, tras una de sus expulsiones. A la desamortización de Mendizabal siguió la de Madoz. 6 Por supuesto ese papel del estado se devaluó hasta el punto de desaparecer y la prometida ayuda para el culto es causa permanente de nuevos acuerdos entre el Vaticano y los diversos gobiernos de España que siempre la han presentado como una muestra de su generosidad y tolerancia con la Iglesia Católica. ¿Para cuando el pago de esa enorme deuda histórica? Esa sí es una deuda real.
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artístico: En el centro de Madrid, siguiendo las normas de la Junta de Demolición, han desaparecido la Iglesia de Santa María7 con su magnífica capilla renacentista de los Valmediano, la Parroquia de San Juan8, donde estaba enterrado Velázquez, Santo Domingo el Real9, San Felipe el Real10 obra de Juan de Mora y André de Nantes11… - Eso sí fue una gran pérdida porque si surgiera un nuevo Quevedo no encontraría una escalinata-mentidero como la de esa iglesia que fundó Felipe II... - Échelo a broma, Sr. Conde, pero aún quedan más: la iglesia de la Santísima Trinidad12 de Gaspar Ordóñez, la de Santo Tomás13 con sus tres admirables fachadas debidas a Churriguera y sus hermosos frescos de Juan de Toledo14, el Hospital de La Latína, que fundara la profesora de Isabel la Católica, Beatriz Galindo15 7 La iglesia de Santa María, se decía que era la más antigua de Madrid y que había sido fundada por el mismísimo apóstol Santiago el año 38. 8 La parroquia de San Juan fue fundada en 588 en la plazuela de San Gil (la segunda que había entonces en Madrid, la otra era la dicha de Santa María). En ella que se decía estaban los restos de Velázquez y que desaparecieron en el derribo. 9 Santo Domingo El Real fue fundado por Santo Domingo en 1219 y daba nombre a la famosa cuesta. 10 San Felipe El Real era convento de los “Descalzos” y fue edificado en tiempos de Felipe II y su fundador Fray Alonso de Madrid. Corría el año de 1547. El solar de San Felipe el Real, fue comprado tras la desamortización por D. Santiago Alonso Cordero, “El Maragato” por la suma de 17 millones de reales de vellón, aunque se asegura que hizo un suculento negocio. 11 Las gradas de San Felipe, acogían a cuantos tenían alguna noticia o comentario que propalar. Era en su tiempo muy fácil encontrar allí a D. Francisco de Quevedo, seguido de una pléyade de curiosos y admiradores. Para el control que la policía de la “ominosa” hacía del pueblo de Madrid era un área de sumo interés pues era campo abonado de liberales, espías, ateos y todo tipo de “sospechosos”. 12 La iglesia de la Santísima Trinidad, fue convento de los Trinitarios Calzados que fundara Felipe II en 1564. 13 La iglesia de Santo Tomás era el convento de los Dominicos, fundado por Fray Diego de Chaves en 1584 14 Juan de Toledo era lorquino y siendo capitán de los tercios de Flandes, fue hecho prisionero por los protestantes, que a pesar de la fama actual de personas muy justas, flemáticas y civilizadas, en realidad eran como correspondía a la gente de armas de aquellos tiempos: sanguinarios y crueles. Los “flamencos” ataron a sus prisioneros por la espalda de dos en dos y sin preguntarles si sabían nadar los tiraron por parejas al embravecido mar. Murió el compañero de Juan de Toledo, arrastrándole a las profundidades tenebrosas y el pobre, aterrado, viendo el fin tan próximo, se le ocurrió recurrir al Altísimo, prometiéndole que, si salía con vida, se dedicaría toda su vida a decorar iglesias, pues ura un pitor más que notable. Así lo hizo hasta el fin de sus días y una de las que decoró fue ésta de Santo Tomás. Alguno de sus cuadros se encuentran ahora en el useo del Prado.
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Iglesia y Convento del Espiritú Santo en cuyo solar se edificó el palacio de las Cortes.
Convento de la Merced desamortizado y destruido, donde estuvo el cuerpo incorrupto de Mariana de Jesús que pudo salvarse
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Doña Beatriz Galindo, “La latina” fue la fundadora del Hospital de La Latina, uno de los edificios más importantes de la arquitectura civil de los Austrias, y que fue también desamortizado y destruido.
Doña Beatriz Galindo
Escalera interior del hospital
Fachada
En este plano se Madrid se señalan fincas (rústicas y urbanas) que fueron desamortizadas. No es exhaustiva pues faltan algunas de las expropiadas por José I y las que lo fueron en el siglo XVIII. La contemplación de la lámina nos hace comprender la imprescindible necesidad de incorporar al mercado una tan alta proporción de bienes que habían sido sustraídos al normal tráfico económico. También se observa la gran riqueza que se quitó a la Iglesia, casi siempre, con la sola contraprestación de la promesa de mantener a sus expensas el culto. Promesa pocas veces cumplida, siempre a regañadientes y con apariencia de magnanimidad.
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y además San Basilio16 Nuestra Señora de Monserrat17. ¡Para qué seguir!18
Don Felipe del Llano Garriga, el joven capitán, disentía.
- Me presenta usted Madrid como si tuviera la riqueza arquitectónica de
15 Beatriz Galindo era profesora de latín de Isabel La Católica (la que ha visto pasar su milenario con poca gloria y mucha pena). Su figura echa por tierra la tan extendida idea de que entre las españolas no ha habido intelectuales de prestigio hasta que recientes legislaciones han sacado a la luz brillantes genios de la política. 16 San Basilio, de la orden de los Basilios y fue fundada en 1647 por el Padre Don Miguel del Pozo. Estaba en la calle Desengaño, y se convirtió en el llamado teatro de los Basilios que fue precisamente donde comenzó a representarse el día de Todos los Santos Don Juan Tenorio. 17 Nuestra Señora de Monserrat o Monserrate, fue fundada por Felipe V ya en 1647 y estaba en la calle Ancha de San Bernardo. 18 Desde 1800 a la terminación de las desamortizaciones de Madoz, fueron desamortizadas y por lo tanto destruidas o transformadas 1.600 fincas, que estaban ocupadas por 8.000 viviendas (540 manzanas completas), lo que supone más del 80 % de las posesiones de la Iglesia. Las nuevas utilizaciones fueron diversas; para crear nuevos espacios se derribaron, San Martín (Benedictinos del s. XII), Santo Domingo Real (Dominicas, 1217), Santa Clara (Clarisas, 1460), Santa Ana (Carmelitas Descalzas, 1584), la Victoria (Mínimos), Santa Catalina (Dominicas, 1609), Capuchinos de la Paciencia, 1632… Otros conventos fueron reconvertidos o conservados en parte, como el de San Hermenegildo (Carmelitas, 1586) del que sólo quedó la iglesia (San José), el de Caballero de Gracia, que queda el Oratorio u otros que dieron lugar a edificios civiles: el Tribunal Supremo (de Santo Tomás, Dominicos, 1583), Senado (María de Aragón, Agustinas, 1590), Biblioteca Nacional (Agustinas Recoletas), Congreso (Espíritu Santo de Clérigos Menores, 1594), Mercado de Mostenses (San Norberto, 1611), la vieja Universidad Central y el Instituto Cardenal Cisneros en la calle San Bernardo (del Noviciado de los Jesuitas de 1641), el Casino de la calle Alcalá (la Piedad de Bernardas, 1552). El palacio del marqués de Casa Riera se hizo del convento de la Baronesa, de las Carmelitas, edificio de 1650, conservándose parte de la iglesia del convento de Nuestra Señora de Monserrat que hicieron los monjes que en 1641, vinieron de Barcelona huyendo de sus propios compañeros… Decenas de conventos e iglesias desaparecieron simplemente de un golpe o en fases, como el convento del Carmen de 1575 del que sólo quedó la iglesia ( precisamente la de San Luis a la que se hace referencia en este escrito) y que después también desapareció. Como puede verse la desamortización y las expropiaciones de José I, supusieron la desaparición de un importantísimo patrimonio arquitectónico de toda España y de una manera especial en Madrid. A Dios gracias, se salvaron algunos monumentos que siguen abiertos al culto o al menos salvados de la piqueta, entre los que podremos citar: las Comendadoras de Santiago (1670), Las Góngoras (Mercedarias, 1663),La Encarnación (1611), Salesas Reales (1750), Mercedarias de San Juan de Alarcón, de 1609, donde se encuentra el cadáver incorrupto de la Beata Mariana de Jesús, San Ildefonso de 1609, donde está el enterramiento de Cervantes y su mujer, Jesús de Medinaceli de 1606, el monasterio de la Encarnación (1610), Santa Isabel de las Agustinas Recoletas de 1587 y la joya conventual de Madrid, las Descalzas Reales, de las Clarisas y que proviene de 1559. Todo esto parece desmentir la aseveración de algunos de los contertulios de la narración, que los Austrias no se preocuparon de hacer edificios dignos, por el hecho de que la nobleza no construyera palacios de la categoría que merecía el reino, que de conventos e iglesias estaba bien surtido.
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Convento de Santo Domingo, desamortizado y destruido.
Parroquia de San Felipe el Real, desamortizada y destruida.
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Venecia o San Petersburgo. ¡Menudas parroquias tenemos!19 - Precisamente porque no lo es, me quejo de que destruyeran los pocos que 20 tiene .
Don Felipe continuó:
- Era una medida inevitable y además, progresista. Esos bienes en manos muertas no proporcionaban riqueza al país ya que no podían traspasarlas con lo que eso supone de freno a la economía. Y aunque no se ha visto el resultado21, no me negará que la conversión de esas iglesias, por muy hermosas que fueran, en almacenes, fábricas o cuarteles, crearán trabajo y riqueza. Y no se trata sólo de bienes eclesiásticos; también se trata de grandes fincas de bienes vinculados22, para que se fraccionen y queden al alcance de los ciudadanos honrados y laboriosos23. Además aunque en subasta no se obtuvieran los mejores precios, al menos, se obtuvieron los fondos nece19 Las parroquias solían ser muy a menudo las peores iglesias por ser las más pobres. En la churrigueresca fachada de San Ildefonso y San Sebastián estaba un santo al que el poeta interpelaba así: “Santo de tanto valor ¿Qué hacéis en tal frontispicio?” a lo que el santo compungido respondía: “Os aseguro en rigor que a no estar en un hospicio no pudiera estar peor” 20 Los Austrias trasladaron la capital del reino de Toledo a Madrid, pero no se preocuparon de dotarla de los edificios que hubiera requerido la capital del mayor imperio de la tierra en aquellos momentos y donde no se ponía el sol. Únicamente iglesias (casi todas en tiempos de Felipe II). De las obras civiles sólo cabe resaltar el hospital de La Latina, la casa de Cisneros o la amplia torre de los Lujanes, que no sé si se tratoó de necesidad de espacio pués su fundador, D. Juan, tuvo 8 hijos varones y 6 hembras con su esposa María de Luzón. Tiene esta casa-torre una historia muy rica. Se dice que fue el lugar donde estuvo confinado Francisco I, rey de Francia cuando fue prisionero de Felipe II, y desde donde salía a cazar, como si de un político confeso del s. XX se tratase… En esa casa vivió “de alquiler” Don Diego de Guzmán, Patriarca de las Indias, capellán y limosnero de Felipe III, que era corriente en aquella época que los grandes, dueños de palacios y castillos en sus tierras de origen, en Madrid viviesen en casas arrendadas: Pompeyo de Tassis, Marqués de Santillo, duque de Benavente… En la actualidad, las casa de los Lujanes, hermosamente restaurada, es la sede de la Real Sociedad Matritense de Amigos del País. 21 El resultado de las desamorizaciones es posible que hasta ya bien entrado el s. XX no se notase y además casi imperceptiblemente pero, por ejemplo, la creación de una agricultura moderna y rentable hubiese sido imposible con las estructura casi feudal del s. XVIII y principios del XIX, tal como la analizó Melchor Gaspar de Jovellanos. 22 Los bienes vinculados se sucedían en el orden marcado en su fundación y no se repartían entre los hijos ni podían enajenarse, por lo que se sustraían del normal desenvolvimiento de la economía. 23 El acceso de los ciudadanos a los bienes desamortizados, fue uno de los fracasos de la operación. Las fincas (aunque se fraccionasen para su subasta) quedaron las más de las veces, en manos de grandes terratenientes que vieron así incrementados sus patrimonios con no demasiada inversión.
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sarios para atender necesidades de la mayor urgencia y terminar la guerra24. - ¿La considera terminada?,-dijo el Sr. Conde-. Nadie contestó y D. Salustiano continuó sus argumentos.
Torre de Los Lujanes
- Pero estas medidas iban seguidas de otras que parecían a favor de los pobres y que en realidad han servido para todo lo contrario, ¿alguien me puede decir que ventajas ha tenido la eliminación de los diezmos?
D. Álvaro Eydux se adelantó a los demás:
- Acercarnos a Europa y aliviar a los pobres aparceros de un pago injusto a la Iglesia, pero no se convierta usted en nuestra conciencia como si fuera de los hermanos del “pecado mortal”25
- Ya, ya. ¿Es que no sabe que los terratenientes han subido el importe en el
24 Las arcas nacionales criaban telarañas. Las deudas emitidas por el estado, convencidos todos de la imposibilidad de que llegasen a cobrarse nunca (cuanto menos los intereses que se prometieron) no los aceptaba nadie a ningún precio. La guerra se prolongaba y los gastos de ella crecían. Nadie vislumbraba solución alguna hasta que la desamortización encendió un rayo de esperanza y aunque no se obtuvieran los fondos que hubieran podido obtenerse, es lo cierto que la ayuda fue muy importante y la economía nacional comenzó a calentar motores. 25 Los Hermanos de Nuestra Señora de la Esperanza (o del Pecado Mortal), ya entrada la noche, en parejas, deambulaban por las calles y plazas de la ciudad en demanda de limosnas “para hacer el bien por las almas que están en pecado mortal”. No tenemos motivos para sospechar que la recolecta la utilizasen para sí mismos, que debían tener unas conciencias rectas y limpias como patenas. Recitaban letanías inconcretas con consejos de carácter religioso: “Piensa que has de morir piensa que hay juicio e infierno bien y mal, y todo eterno y que a juicio has de venir” Otras eran un poco más directas, como cuando, encarándose ante una determinada vivienda, espetaban: “Por un juicio temerario se condenó un boticario” o bien, “Por un falso testimonio te ha de llevar el demonio” ¡Cualquiera se atrevía a negarles la limosna…! incluso parecía conveniente invitarles a una copita de marrasquino que les aliviara del frío de la noche.
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Balcón de la casa de Cisneros, desde donde se dice que siendo Cardenal, dijo la famosa frase de “estos son mis poderes” mientras señalaba los cañones y las tropas con los que pensaba defender la causa de Carlos, el nieto de los Reyes Católicos.
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La reina inaugura un hospital de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul que llevan sus inconfundibles tocas. El acto lo bendice el obispo.
precio de la aparcería? ¡Menuda ayuda! Además muchísimos han despedido a los que trabajaban las fincas para los frailes, aumentando el paro en gran manera26. Demasiadas esperanzas en las medidas de los progresistas; ustedes están convencidos que si consiguen que los ayuntamientos se elijan por el pueblo, se convertirán en paraisos terrenales.
- ¿Lo duda? Algo se logrará.
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- ¿Quién está construyendo hospitales en todas las capitales de provincia? A los hechos me remito, ¿Quién ha creado los Montes de Piedad y las Cajas de Ahorro, arrancando a los pobres de las garras de la usura? ¿Quién? - Pues los gobiernos provinciales, las Reales Sociedades de Amigos del País, la Iglesia,-me atreví a decir, en un alarde de osadía-. - Y ¿por orden de quién? Lo hacen, como usted bien sabe, por órdenes concretas de los gobiernos moderados,-dijo D. Salustiano-. - No lo niego,-dijo D. Alvaro-, pero ¿no será por las presiones que recibieron desde el año 1845, año de la revolución? ¿No le verían las orejas al lobo? - Lo que está por demostrar es quien está dispuesto a tomar más y mejores medidas a favor de los necesitados. - La verdad es que ¿quién sabe cual es el buen gobierno? Lo que es seguro es que tampoco éstos legislarán la devolución,-dijo el Sr. Conde siempre nadando entre dos aguas-. El Sr. Fernández sentenció: Ya lo dijo San Agustín, “faltando la justicia ¿Qué son los reinos sino grandes latrocinios?” Nadie contestó a tan profunda pregunta, más bien aseveración, y ya crecido, aún siguió. - Pero todavía hay un aspecto que a usted, don Álvaro, siempre tan atento a cuanto sucede en el extranjero, no debió pasar desapercibido y es que las grandes fortunas, en vez de ir a la creación de empresas industriales, como sucede en Alemania e Inglaterra, sobre todo, aquí han ido a la fácil compra de bienes baratos como palacios, iglesias y fincas rústicas, la mayoría poco productivas, y menos ahora que los medieros han sido puestos en la calle27. Resultado: en el extranjero crean trabajo con rentabilidad rápida y en España el dinero queda inmovilizado en bienes de baja o nula rentabilidad. 26 Algunos nuevos terratenientes, con poca experiencia y mal aconsejados, roturaron sus tierras, que antes estaban dedicadas a pastos para intentar nuevos cultivos. Muchas veces la elección no era correcta y tras fracasar como labradores se encontraron que habían perdido la inversión ya que las tierras no servían ni para la agricultura ni para la ganadería que habían quitado y el resultado era que los pastores no tenían trabajo y los nuevos labradores quedaban en la calle. Así no fue poco el aumento del paro. 27 Los aparceros y labradores que llevaban las fincas del clero, la mayor parte generación tras generación, lo hacía a veces con poca profesionalidad. Los viejos dueños no exigían, por falta de conocimiento o simple negligencia, mientras los nuevos, que pretendían sacar provecho lo antes posible de su inversión, si no les gustaba su trabajo, los ponían de patitas en la calle.
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Billete de 4000 reales de vellón del Banco de San Fernado. Es el año de 1835 y en recuerdo de la “oprobiosa” no es de extrañar el contundente aviso: “Pena de muerte al falsificador”.
El Banco de San Fernado era demasiado prudente. D. José de Salamanca precisaba más agilidad financiera asi que creo el Banco de Isabel II para emitir “cédulas al portador” ya que el Banco rival tenía el monopolio de la emisión
Finalmente se fusionaron ambos bancos.
- ¡Caramba!, -dijo don Álvaro-, pues no le falta razón del todo. No se me había ocurrido analizar la situación desde ese punto de vista. ¡Pero las necesidades eran urgentes!. Ya saben que el General Castaños se presentó al besamanos del día de Reyes con pantalones blancos y ante la extrañeza del Rey que le recordó que estaba en enero le dijo que, atendiendo a sus haberes, se había puesto los pantalones de junio, último mes que había recibido paga. Los militares siempre hemos sabido sacar la tripa de mal año y el estado ya había perdido su crédito en el Banco de San Fernando28.
D. Álvaro no consideraba cerrada la polémica, así que continuó:
- Pues ya que quiere usted que veamos la desamortización desde todos los puntos de vista, debe aceptarme que, gracias a ella, aparece en España una nueva y potente clase media que en otros países, por ejemplo el Reino Unido son la base del estado. - Explíqueme usted eso,-dijo D. Emiliano-, porque tengo para mí, que lo que ha hecho la Corona es comprar unos seguidores fieles. - Eso es un insulto a tantos hombres honrados. No querrá usted comparar el com28 El 1 de mayo de 1856 apareció por primera vez en los billetes el nombre de Banco de España. Eran por un valor de 100, 200, 500, 1.000, 2.000 y 4.000 reales. Hasta entonces estaban emitidos por el Banco de San Fernando. En realidad equivalían a recibos por los que el Banco pagaba los reales correspondientes y eran sucesores de aquellos Vales Reales que autorizó Carlos III a propuesta de Cabarrús en 1780; sus valores eran inalcanzables por más del 99 por cien de los españoles, con oficios de sueldos inferiores al real. La confección de los billetes se encargó a la Casa Sauders de Londres con planchas grabadas por la casa Perkins que sustituían a las anteriores del Banco de San Fernando, excelentemente grabadas por Domingo Martínez. En cada billete va estampillada con tinta grasa la firma del Gobernador, D. Ramón de Santillán, creador con Mon del sistema tributario origen del impositivo moderno en España. El Interventor y el Cajero firman a mano… ¡menudo trabajo! Los emitidos fueron en total 404.110 billetes… Por cierto que entre 1856 y 1874 varios bancos provinciales compartieron con Madrid el privilegio de impresión: Baleares, Reus, Burgos, Cádiz, La Coruña, Jerez de la Frontera, Málaga, Oviedo, Santiago, Barcelona, Palencia.. hasta veinte.
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Durante el bienio progresista se permitió a los bancos provinciales emitir billetes como años después se hizo durante la II República, con caóticas consecuencias.
Al fin “el Banco de España pagará al portador”... los importes indicados en los billetes, que se confeccionaron en el propio edificio del banco en la calle Atocha, según excelentes grabados de Domingo Martínez, gran grabador en época de grandes grabadores: Bartolmé Coromina, J. Pérez Barela, Eugenio Juliá, Mauricio Salas, Marquedie...
portamiento de estos ciudadanos con el de la vieja aristocracia cuya vida, en no pocos casos, transcurría en la mayor indolencia, persiguiendo sólo conseguir una charretera para su primogénito en un regimiento que nunca saliera de Madrid, obtener un buen curato para el segundón (mucho mejor si era una diócesis) o un priorato para la hija imposible de casar. A lo más que podían aspirar era a tener administradores y mayordomos que no les arruinaran más de lo que lo hacían con el juego y sus aventuras y amoríos fuera del matrimonio.
- ¡No puede generalizar!
- Ninguno debemos hacerlo, pero admítame, al menos, que los aristócratas que desaparecen de la escena pública, dejan su lugar, en la mayoría de los casos, a ciudadanos laboriosos, que no dejan sus tierras en el total abandono en el que están casi todas las de realengo. Los nuevos terratenientes crean casinos, círculos mercantiles e industriales, ateneos en todos los cuales se celebran reuniones, conferencias y en los que hay cada vez mejores bibliotecas en las que documentarse y cultivarse. Las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, anteriores a todo este movimiento, han servido en muchos casos de semilla y ejemplo a seguir hasta en los lugares más recónditos de España. El silencio me hizo pensar que había un cierto consenso en que las costumbres habían mejorado con la nueva estructura social. Sin embargo el cesante no parecía estar de acuerdo con el nuevo cariz que tomaban los tiempos. - Ahora,-recalcó D. Salustiano-, para los caminos de hierro o la minería, que parece que está floreciendo, tendremos que esperar a que entren empresas extranjeras. ¿No han visto que toda la minería de minerales metálicos está quedando en manos inglesas, francesas e incluso belgas? En Vascongadas, Huelva, en la zona de Linares, en Asturias, en la costa murciana, todas las empresas mineras que está plantando sus castilletes, no son precisamente españolas y además estos británicos vienen con sus Pastores anglicanos, con sus heterodoxas Biblias, ya se sabe a qué. Y todo por causa del liberalismo que ha venido al mundo para castigarle. 108
- Los Pastores anglicanos vienen a predicar su religión, para que de esa manera podamos comprender la inconmensurable superioridad de nuestra infalible Iglesia Católica Apostólica Romana y la santidad de su clero29. - No me sea usted irónico D. Álvaro que de sobra sabemos que usted no va a misa, pero ¿a que no le parecerá mal que tanto franceses como ingleses nos estén inundando con sus logias, sus clubes, sus carbonarios, sus rosacruces...?. Todos guardaron un expresivo silencio. Don Álvaro y Don Felipe torcieron el gesto, se miraron y nada dijeron. El cesante continuó. - Con el liberalismo acabará todo: el patriotismo, la inteligencia, la moralidad, la honra. O se da al traste con este sistema o este sistema da al traste con la nación española30. - ¡Alto ahí! -D. Salustiano- dijo D. Felipe del Llano. Eso son frases grandilocuentes y sin sentido, que ya nadie duda que el liberalismo y su hermano el parlamentarismo son la garantía de todas las virtudes ciudadanas; la libertad, y la justicia de una manera especial, han de nacer limpias y sin mancha de entre las espumas del pensamiento. Yo creo que nadie supo con exactitud a qué se refería con esta última frase que intentaba desvirtuar la anterior con demagogia sobre demagogia... No es de extrañar el largo silencio que siguió. - Pero usted cree de verdad,-dijo D. Salustiano-, que hay manera de entenderse en unas cortes con puritanos, moderados, ministeriales, liberales, republicanos, resellados, absolutistas, carlista, hojalateros, cangrejos31 y quien sabe cuantas tendencias políticas más, qué para gobernar ese guirigay hace falta un Isturiz32 29 El clero inferior, en aquel tiempo, gozaba de muy poco prestigio, pues a su ignorancia había que añadirles una vida no pocas veces licenciosa en la que no faltaban escándalos y borracheras. 30 Durante la guerra carlista, con el “Pretendiente” estaban los que se llamaron “realistas” que defendían el absolutismo. Por su parte el bando “isabelino” lo integraban los liberales, que terminaron escindiéndose en “moderados” y “progresistas”. Éstos pretendían limitar el poder de la Corona y la extensión del sistema liberal, ampliando el cuerpo electoral y haciendo por elección los nombramientos de concejales y alcaldes. Defendían también la desamortización y el liberalismo económico al reducir los aranceles; y como garantía del cumplimiento de toda esta política una Milicia Nacional fuerte y con poder. Esta milicia era copia de la francesa y antecesora de los milicianos que tanto protagonismo tuvieron en la segunda república en el bando rojo durante la guerra civil de 1936. Los políticos más representativos de esta tendencia eran Espartero, Mendizábal, Madoz y Olózaga y posteriormente Prim. A partir de 1849 se escindió por la izquierda una fracción más radical que derivará en republicana. 31 Los “resellados” eran progresistas que pasaron a moderados, y eran bastantes...Los carlistas en determinado momento se escindieron en “apostólicos” y “hojalateros”, más dúctiles y dispuestos a llegar a acuerdos, siempre que no se separaran mucho de sus inamovibles ideas absolutistas.Algunos progresistas eran llamados despectivamente cangrejos, ya que, según sus enemigos políticos, su apariencia era sólo un caparazón.
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- Ya se sabe, -dijo D. Álvaro-, un paso adelante y otro atrás, o mejor, uno adelante y varios hacia atrás…. - Pues Narváez,-contestó el cesante-, los pasos que da, adelante o atrás, no son con asonada como con la que consiguió el gobierno O´Donnell, Ros de Olano y compañía, con la connivencia de la caballería de Dulce, que así consiguieron derrocar a Sartorius. Y ya que habla de pasos debe de saber que con Espartero se institucionaliza la llegada al gobierno de la algarada, el clientelismo, el nepotismo y el deshacer cuanto hubiesen legislado sus antagonistas, fuese bueno o malo. - ¡Qué barbaridad Don Salustiano! ¿es que le gusta el Conde de San Luis? - Ni me gusta ni me deja de gustar, pero no me negará que es positiva la creación del Tribunal de Cuentas que en su gobieno creó Bravo Murillo. Sus políticos, señor mío, se pierden en el caos: tras el breve gobierno del Duque de Rivas con Mayans y Ríos Rosas forzaron a la reina a nombrar a Espartero, y mientras llegaba, el Sr. Duque de la Victoria, que bastante tardó, San Miguel y las milicias dueñas de Madrid33
- ¡Qué memoria tiene usted con lo que quiere!
-¡Sólo hace tres años!
- ¿Sólo? ¡Cómo pasa el tiempo!
- Ahora tenemos esperanzas fundadas, aunque el señor Duque de Valencia empieza flojillo... ¡Mira que llamar a O´Donnell y los suyos dignos y héroes34”! ... - Es que los moderados,-recalcó D. Felipe- , siempre nos necesitarán para llenar las carteras sin mancharse ni exponerse. Además el levantamiento de Vicálvaro 32 Se decía de Isturiz que “con su gravedad de Napoleón de rinconera, tiene a raya a todos los individuos de una fracción, a todas las fracciones de un partido y a todos los partidos de un Congreso, tocando la campanilla tan perfectamente como si la tocase con solfa. ¡Qué hombre tan excelente para alcalde de un lugar, para pasante de un colegio de primeras letras, para hacer bailar el oso y sobre todo para destetar chiquillos!”. Como se ve, los progresistas no le perdonaban que habiendo participado en el levantamiento de Riego en 1820, terminara entre las filas de los moderados. 33 El jefe de la policía (D. Francisco Chico), su ayudante “El Caño”, y otro, fueron asesinados y descuartizados sus cadáveres por las turbas incitadas por el torero Pucheta. El execrable crimen quedó impune. El progresista general San Miguel con escasas tropas, se presentó a apaciguar a la multitud, pero sus soldados se unieron a la Milicia Nacional que capitaneaba a los revoltosos. El general, pensando que lo que él hacía era obligación de otros gritó: “¿Dónde están los moderados?”, pero sólo y con indudable valentía pudo al fin poner un poco de orden en el caos. Tampoco apareció el que tenía en ese momento la absoluta responsabilidad, Espartero. Era el verano de 1854. 34 O´Donnell, Dulce y sus compañeros se autollamaron “Los siete hombres de corazón”…
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se veía venir por la terquedad de Sartorius de gobernar por decreto prescindiendo de las Cortes disueltas y sin que se viera atisbo de elecciones. Ya era hora de que tomasen las riendas los progresistas en nombre del pueblo en lucha por logros sociales. - No siga apuntando a los progreistas todos los éxitos, porque una de la esperanzas de poder realizar todos sus proyectos sociales están basados en el sistema tributario de Mom y en la creación de bancos privados que ayuden al de España pero sin que en cualquier parte se emita papel moneda. ¡ Qué disparate!. Hace falta siempre una sólida economía para afrontar cualquier proyecto.
Don Alvaro y don Felipe mirándose inexpresivamente guardaron silencio.
Los argumentos parecían agotados y la conversación continuó por otros derroteros, quejándose D. Salustiano de la pérdida de los territorios de ultramar y lo que ello suponía para nuestra economía.
- Ya no puede contarse con el oro que de allí venía.
- Nada suponía de ventaja para el pueblo llano y por lo tanto, dijo D. Álvaro, bien está donde está.
- Si mantenemos las Antillas españolas,-dijo el capitán-, tendremos las llaves del golfo de Méjico, si mantenemos las factorías de Guinea (Fernando Poo y Annobón) estratégicamente situadas en el centro de África y sobre todo si mantenemos Filipinas, islas frente Japón y China las naciones llamadas a desempeñar el más importante protagonismo en el futuro del mundo, seguiremos contando dentro del concierto internacional. - Muy optimista le veo capitán del Llano, pero ¿Cómo ve el ejército el porvenir político después del nacimiento del Príncipe?, -preguntó D. Álvaro-35
- No mejor que antes. ¿Ustedes creen que la aparente alegría del pueblo duró
35 Tras el nacimiento del Príncipe el 28 de noviembre de 1857 Francisco Armero puso a la firma de la soberana un real decreto el 8 de diciembre por el que “se concedía amplia y general amnistía a todos los que se hallen ausentes de España o procesados por causas políticas y no por delitos comunes” .Antes de este Príncipe, Isabel había tenido un niño que nació muerto, una niña (Isabel, la popular “La Chata”), otra niña que murió casi al nacer y finalmente el que reinaría como Alfonso XII. De la elección de ese nombre decía el periódico “El Estado” que cuando “el Arzobispo de Toledo, bautizante impuso al príncipe el nombre de Alfonso se percibió un movimiento de alegría en toda la capital…El Arzobispo, Primado de las Españas recordaría el nombre de Alfonso VI que impetró la primera concesión de los derechos primacales de Toledo. El Arzobispo de Sevilla recordaría al hijo del Santo Rey. El de Valladolid recordaría al gran Alfonso XI, fundador de su insigne universidad. Los grandes de la antigua nobleza sentirían latir su corazón oyendo los nombres de aquellos reyes a cuyo lado sus ilustres antepasados ganaron tierras de moros y compraron al precio de su sangre los feudos y la ejecutoria. Los jefes de nuestro ejército evocarían la memoria de aquellos Alfonsos VI, VII, y VIII que al manejar las armas no conocieron rivales. Los sabios retrocederían, por el privilegio de la ciencia, a la época de Alfonso X, el coloso de su siglo, el legislador, el filósofo, el astrónomo, el prosista y el poeta. Los magis-
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más de los cuatro días de fiesta? Algunas limosnas, algún donativo, ridícula amnistía y muchos gallardetes y colgaduras carmesí con franjas y flecos de oro pendientes de andariveles. Esta amnistía viene cuando pocos exilados hay ahora, si hacemos excepción de mi buen amigo Don Patricio de la Escosura36 que esperamos ver pronto en España. En realidad mucho oropel para esconder la situación del pueblo y que viene arrastrada desde antiguo. Si dudan de que el descontento es general, lean el escrito que han enviado a la reina los comerciantes de Zaragoza y que hoy publica “La Discusión”37 - Pues Usted bien que pudo elegir, que esos días funcionaron cuatro teatros con buenos programas: “el Circo”, “el Novedades”, “el Jovellanos” y el teatro “PrinDon Carlos Latorre cesa”38 que es el que usted prefirió, según 39 me dijeron en casa de “la Buschental” , para ver a Teodora Lamadrid y Carlos Latorre en “El compositor y la extranjera”, la obra traducida del francés. Allí le vieron. trados y los políticos se fijarían en la figura gigantesca de Alfonso XI, el que dio fuerza legal a las Partidas y publicó el Ordenamiento de Alcalá, el que estableció la sucesión de la Corona, en cuya virtud reina Doña Isabel II y reinará su hijo, si así está escrito en los eternos designios de Dios”. El periodista omitió que su verdadero nombre era: Alfonso, Francisco de Asís, Fernando, Pío, Juan María, Gregorio y Pelagio 36 Cuando don Patricio de la Escosura ingresó en la Unión Liberal se le nombró Intendente de La Habana, que para algunos fue una compensación. Isabel II, siempre tan enterada de los chismes (incluso políticos) le recibió para despedirle antes de irse a Cuba y al saludarle le dijo “¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Qué caro te vendes!” 37 La junta de comerciantes de Zaragoza pide amparo a la Corona contra el decreto de 30 de septiembre y solicita que cesen las restricciones de comercio del exterior que se había dictado para defender la industria de Cataluña. 38 No eran pocos los teatros que había entonces en Madrid; el “Teatro Real”, el del “Príncipe”, el de la “Zarzuela”, el “Variedades”, el “Circo”, el “Novedades”, el “Lope de Vega”, el “Princesa” y el “Jovellanos”. En general, cada uno tenía su género teatral y por lo tanto su público. Por ejemplo el “Príncipe”, sucesor del famoso “Corral de la Pacheca” estaba dedicado a teatro clásico. Databa del s. XVI y estaba en la calle Príncipe 31 y es el que, tras innumerables reformas y algunos devastadores incendios, es hoy el “Teatro Español”. Allí entonces, como ahora, se representaban obras de Lope, Tirso, Moreto, Rojas, Calderón y allí, Dicenta, Marsillach, Caride o Rodero exhibieron su arte interpretativo. 39 María Pereira, más conocida por María Buschental, apellido de su difunto marido, era brasileña y en su casa solía reunirse lo más granado del mundo de la política, literatura y artes, hablándose allí con toda libertad de todo lo divino y de lo humano, conociéndose a fondo vida y milagros de todo Madrid.
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Un siglo antes, cuando el Corral de la Pacheca era como esta imagen,
la cazuela de mujeres se ponía a reventar que de ello se encargaban los “apretadores o ahuecadores” que las prensaban para que cupiesen las más posibles. Años después, convertido en Teatro Príncipe, las comodidades no resistían comparación.
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- Muy buena obra por cierto,-dijo D. Álvaro siempre dispuesto a aplaudir todo lo que viniese del extranjero-. No querría que fuese a ver ”El tío Canillitas” cuyo éxito demuestra el nivel cultural de nuestro pueblo, y mucho menos me vería ningún lunes en los toros. No es buena la situación y no tengo ganas de fiesta. Si no creen lo que digo, tengan un poco de paciencia y veremos en qué queda esto. La república tendrá que venir por la revolución Aunque aún no lo haya descrito, era éste un sujeto que en su aspecto y conversación encajaba en lo que se entiende por un erudito a la violeta: rubio, pálido, casi traslúcido, muy delgado y con una muy arreglada perilla. Iba fumando un fino y largo puro, que por su olor debía de ser cubano. Según me dijo después en un aparte D. Salustiano, era un verdadero “lechuguino”. Y continuó su pesimista perorata haciendo hincapié en que el reinado de Isabel comenzó con mal fario al romperse la grada de mármol del Panteón de Reyes cuando se iba a enterrar a su padre Fernando VII. - Ya el cura Merino le restregó por la cara la Constitución del 12 diciéndole: “trágala”.40 Seguramente más de una vez la habrá cantado, D. Salustiano
- Yo jamás cantaría una canción tan soez y llena de amenazas e insultos
- El tal amenazó al padre con un papel y a la hija con un puñal; se ve que va aprendiendo. - ¡Qué animalada D. Felipe!
40 Se trata de una canción que cantaban los constitucionalistas del 12. Se consideraba revolucionaria por algunos y desde luego amenazadora: “Tu que no quieres constitución trágala y muere, vil servilón” Los contrarios con ironía contestaban: “Pitita bonita con pío, pío, pon Pitita bonita ¡Viva la constitución! Po, pi, pi, pi Zorro, clo, clo” Aunque parezca solo una broma, llevó a escenas de extremada violencia e incluso muertes, como la que produjo un zapatero en Cádiz a una señora que le contestó a su “trágala” con una “pitita”. Le dio un par de martillazos y le partió la cabeza (y menos mal que el martillo de zapatero no es muy grande y como estaba de suerte, sólo uno de los golpes era mortal) ¡Dios nos libre! 41 Sor Patrocinio y el P. Fulgencio, tan entrometidos ambos como meapilas, en su afán de procurar la reconciliación de la pareja real o que al menos vivieran (hipócritamente) juntos o lo pareciera, pensaron que persona tan piadosa como D. Francisco de Asís, tenía por fuerza que ser un buen rey. Le fueron “calentando la oreja” tanto, sobre la autoridad que se le estaba birlando, que terminó creyéndolo y envalentonado, escribió una carta a su esposa Isabel, exigiéndole la destitución del gobierno y el nombramiento de uno más moderado. Aquí se ve la relatividad de la
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- Sí, animalada, ¿pero como enderezar cuanto sucede entre los cuatro muros del Palacio Real? ¿Se puede permitir que Sor Patrocinio, la casamentera, sea la que mande en palacio41? . Yo no soy carlista por fortuna, pero mejor hubiera sido que hubiese casado Isabel con Carlos Luis, el hijo de D. Carlos, tal como proponía en “La Esperanza” Jaime Balmes42, porque “La Paquita”, con más encajes en su ropa interior que su esposa, sin conformarse con el título de rey consorte y los dos millones, cuatrocientos mil reales de asignación, intriga en la corte quitando y poniendo ministros, incluso con la ayuda del Reino Unido. Hizo saltar a Istúriz43y su ministro Sotomayor, poniendo de Primer Ministro a Pacheco, el puritano desgajado de los moderados por el asunto de la Constitución de 184544 , y todo para que mandarSerrano45 fuera de Madrid, alejándolo de Isabel. Y lo hizo, sólo que únicamente consiguió dejarlo a dos horas de viaje si se usa el nuevo transporte del Sr. Salamanca: Aranjuez. política pues era a la sazón Presidente del Gobierno Narváez, paradigma del moderantismo. Se proponía al conde de Leonard. Accedió la reina, pero astutamente hizo circular rápidamente la carta que en manos de los periodistas produjo una indignada reacción empezando por el conservador “El Heraldo”. Aconsejada por María Critina, Isabel restituyó en su cargo al duque de Valencia, dando así por terminado el más breve gobierno de la historia (el “ministerio relámpago”). Las consecuencias colaterales fueron que la monja y el cura, con algún otro, fueron a la cárcel, el general Balboa fue enviado a Ceuta y Leonard perdió la dirección del Colegio General Militar. La reina que actuó con tanta sagacidad, tenía entonces 19 años, pero hasta el fin de sus días se avergonzó de este asunto. 42 Jaime Luciano Balmes era catalán pero como murió muy joven, lo hizo creyéndose muy español. Estudió en Vich y en Cervera, convirtiéndose en un cura culto y un filósofo reconocido. En siete años escribió su “rica y provechosa” obra, gran parte de la cual fue publicada después de su muerte. Tenía su familia una fábrica de sombreros que tapó la tonsura de miles de curas pués , estaba especializada en las llamadas “tejas” que vi a los sacerdotes de niñez y juventud (los jesuitas “en casa” usaban el típico bonete de cuatro picos tres de ellos terminados en semicírculos) 43 Don Francisco Javier Istúriz y Montero, político y diplomático estaba platónicamente enamorado de Doña María Cristina, que debía tener bastante éxito. Fue de los primeros (con Ríos Rosas) de ocuparse del movimiento socialista al que definió como “una forma intelectual y científica de un estado social aún en embrión, pero que más adelante trataría de tentacular las fuerzas estatales para apoderarse de los resortes del mando y ahornar al estado a su gusto” ¡Qué clarividente el hombre!. Era tan elegante en sus formas que se decía que cuando fue Presidente de la Asamblea, al dirigir las discusiones, “tocaba la campanilla cual si lo hiciese en solfa”. Como tantos pasó de revolucionario liberal a acomodado conservador a pesar de lo cual no tuvo enemigos en ningún bando. Era Presidente del Consejo cuando la rebelión de La Granja. Fue una sublevación incruenta de sargentos que pedían, además de que se volviera a la Constitución de 1812, que se abaratara el tabaco, cosas muy homogéneas como se ve. Lo que sí sucedió fue que le costó el puesto al bueno de Istúriz. 44 Los liberales moderados, que durante el trienio liberal se llamaban “doceañistas”, querían fortalecer el poder real, pues temían las consecuencias de las libertades y lo que posiblemente les pasaba era que les aterraba perder sus privilegios y propiedades. Defendían el proteccionismo económico, que el voto estuviese reservado a minorías seleccionadas y que los alcaldes fuesen nombrados por el gobierno. Y por supuesto dar carpetazo a la Milicia Nacional. 45 El general Serrano no disimulaba su intimidad con la reina con la que compartía palco en el Teatro Circo o se situaba en palco enfrentado para verse mejor. A allí llegaba la reina muy a menudo, después de pasear por las calles de Madrid del brazo del duque de Montpensier (el suegro de su hermana) , con el que se llevaba mucho mejor que con su marido.
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- Y además mandó a la madre de Isabel a Francia. Pero detrás de todo eso está la masonería,-dijo D. Salustiano que llevaba un buen rato queriendo meter baza-. ¿O es que Argüelles, Quintana, el Montpensier y sus logias no han intervenido siempre en todo este tiempo? ¿Quién y por qué se mintió en la intriga de Olózaga y la firma regia? - Nunca se sabrá,-dijo el militar-, pero fuese quien fuese, la reina quedó siempre en entredicho. Yo pienso que el ministro no la “toqueteó” para forzarla a firmar; como puede deducirse de la amigable despedida que le dispensó Doña Isabel, regalándole unos bombones para sus hijas, según testigos. ¡A uno que te ha ofendido no se le regalan bombones! Entonces González Bravo ¿la obligó a mentir para elimininar a Olózaga?. Si la confesión que la reina leyó en las Cortes era cierta, ¿cómo no denunció de inmediato la actitud del Primer Ministro? D. Salustiano lo tenía muy claro: - Usted defiende a Olózaga porque es de los suyos, pero no se atreve a reconocer que la masonería decidió removerlo y se valieron de las argucias más sucias.
-¡No volvamos a sus monomanías! ¡qué es usted el que está obligado a defenderle porque es tocayo suyo!
Sin atender al detalle prosiguió con sus argumentos.
-¿Cómo lo dudan ustedes? ¿No fue primero Narváez46 sa convencer a D. Manuel Cortina para que traicionara a su primer ministro?. ¿No intentó convencer a su señora con promesas de títulos y prebendas? ¿No nombró a González decidido a manejar los hilos detrás de las bambalinas? No hubo oportunidad de respuesta. Recortando su figura en la puerta de la calle apareció con sus patillas, su bigote y su barba entrecana alguien a quien también tenía la seguridad de conocer. Aunque en este caso me fue más fácil su
CON LA CREMA DE LA INTELECTUALIDAD
46 Narváez, tras la caída (el derribo más bien) de Olózaga que era progresista, intentó que D. Manuel Cortina se hiciera cargo de la Presidencia, pero éste no aceptó a pesar de las muchas diversas presiones de que fue objeto. Como al duque de Valencia le parecía pronto para tomar las riendas personalmente “colocó” a González Bravo, que aunque moderado, aún mantenía la fama de cuando escribía ardientes artículos en “El Guirigay”.
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identificación que la de D. Emiliano Conde, por la eficaz colaboración de mis contertulios. Se levantaron con alborozo para estrecharle sus manos. Todos le llamaron enseguida por su nombre:
- Amigo Campoamor.
- Querido D. Ramón.
- Admirado maestro.
- Insigne vate.
¡Voy a conocer a D. Ramón de Campoamor! sospeché. No estoy perdiendo el tiempo, pensé para mis adentros.
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D. Juan Álvarez de Mendizábal, siguiendo la idea desamortizadora que partió de la Revolución francesa, que ya se había iniciado en España, aunque con alguna cautela en tiempos de Godoy, y que en las Cortes de Cádiz se había consagrado, decidió desarrollarla en España por todo lo grande. Era en realidad, con toda seguridad, la única manera de hacer frente a las deudas del estado, que con la guerra se habían hecho inmensas y de paso, castigar al clero (carlista y díscolo en su mayoría), intentando, de paso, amplir la base social del liberalismo al crear una clase media campesina. Las intenciones como se ve, eran múltiples, aunque entre lo que se pretendía y lo que consiguió hubiese un abismo. Claro que no tanto como el que decían sus enemigos que afirmaban que sólo se consiguió “aumentar el número de liberales isabelinos, anticlericales y desde luego, mucho más ricos”. Su verdadero apellido era Méndez, pero lo modificó para intentar salvarse, aunque no pudo evitar la prisión (en Granada) y su condena a muerte. Se escapó por una orilla y tuvo un gran protagonismo tras el pronunciamiento de Cabezas de San Juan, que obligó a Fernando VII a jurar “la Pepa” (constitución de 1812). Perteneció a la Milicia Nacional sin dejar de ser un próspero comerciante y un aventajado banquero. Varias veces ministro intentó la militarización de cien mil hombres, para salvarse de la cual había que pagar 4.000 reales de vellón o bien, 1.000 y un caballo. No lo consiguió totalmente, pero debió sacar algún dinerillo y quizá una aceptable cuadra.
Don Joaquín Francisco Pacheco y Gutiérrez Calderón fue un político, eminente jurisconsulto y buen escritor. Perteneciendo al partido moderado, prosiguió, con el debido tiento, las desamortizaciones. Decían de su ambición política que “de haber estado embarazado –lo que nadie es capaz de sospechar en una persona de su sexo y antecedentes- y no se hubiese cumplido su afán de de ser ministro, es seguro que hubiese perdido la criatura”. Era “de superior inteligencia, vastísima ilustración y una honradez a prueba de periódicos satíricos”. Se casó después de los cincuenta años con una bella jovencita, pero la muerte ya le acechaba; murió del cólera y en precaria situación económica.¡Todo desgracias! 118
Don Patricio de la Escosura y Marrogh, es, cómo tantos políticos de la época, una, figura extraordinariamente interesante. En contra de la tendencia normal, empezó políticamente como moderado, abandonando esa tendencia siendo aún joven, colaborando con políticos de los que había sido enemigo, integrándose al final en la Unión Liberal de O´Donnell, diciendo sus enemigos que “lo hacía por amor propio resentido, ligereza de carácter e impaciencia mal reprimida”. Era un orador arrebatador; para alguno, mejor que Demóstenes, ya que aquel “sólo hablaba de lo que conocía”. Fue un prolífico literato y desde la Real Academia de la Lengua, a la que perteneció, debemos un importante logro ya que fue el responsable de la creación de las Correspondientes en América. Vivió siempre con gran modestia en contradicción con la fama que le acompañó.
D. Francisco Serrano Domínguez, Duque de la Torre, militar gaditado, tuvo un gran protagonismo en la historia de España del s. XIX. Le llamaba la reina “el general Bonito” y para algunos historiadores se le considera su primer amante. Ella siempre le distinguió hasta el punto de regalarle la dote para su boda según consta en las capitulaciones matrimoniales “que debe a la generosidad de S.M.” y que ascendieron a la nada despreciable cifra de tres millones de reales. Eso no obstó para que se alzase en armas contra ella, uniéndose a Topete (que se sublevó en Alcolea) en el levantamiento que la destronó. Fue uno de los sospechosos en la responsabilidad del asesinato de Prim, aunque después de un expediente de miles y miles de folios, a ninguna conclusión se llegó, que ya se sabe que los gobiernos cuando no quieren que algo se sepa les basta crear una comisión al efecto. Ha hecho falta un siglo para que Pedrol Rius dedujese del propio sumario que el responsable fue Montpensier. Fue Serrano ministro varias veces y presidió como Regente, el gobierno provisional que eligió al sucesor de Isabel, el duque de Aosta. Siendo la reina ya muy anciana le recibió en París, como embajador en Francia, nombrado por Alfonso XII y Doña Isabel, con su característica elegancia, como si jamás hubiese sucedido entre ellos nada, sin echarle en cara su conducta, sólo le dijo cariñosamente: “Qué viejos estamos, ¿verdad? Pero, ¡qué viejos!” ¡Qué ejemplo para los que les parece intolerable que pueda olvidarse que en España hubo una guerra civil que sucedió hace 70 u 80 años... y así no correr el riesgo de tener que perdonar; que el odio hay que matenerlo como justificación vital. 119
El general Don Evaristo San Miguel y Vallador, duque de San Miguel, fue un asturiano liberal hasta ser el autor (según se asegura) de la letra del himno de Riego. Varias veces ministro, mostró su valor al presentarse en la plaza de la Cebada enfrentándose a los levantiscos de 1854, llegándose a encontrar solo pues sus tropas se habían unido a los revolucionarios y a la Milicia Nacional, que como tantas veces, les apoyaba. Gracias a su prestigio logró apaciguarlos. Presidió la Junta de Salvación, Armamento y Defensa de Madrid hasta la llegada de Espartero que tanto tardó que se había ddo tiempo a constituirses un gobierno provisional. Tras la victoria de O´Donnell, San Miguel se retiró de la política dedicándose “exclusivamente a hacer el bien, dando continuas limosnas y pensionando a algunas familias”.
Aplacando a las masas
Don Alejandro Mon, era un asturiano (¿Cuántos llevamos ya?) que aunque estudió derecho tenía una especial facilidad para los números lo que le llevó a la responsabilidad del ministerio de Hacienda en no pocas oportunidades y siempre para desfacer entuertos en la arruinada economía nacional. Eso hizo que tuviese que tomar muchas medidas poco populares que hizo decir de él que llegó a“poseer toda la sinonimia del vocabulario del crédito; el ordinario y el extraordinario, el adicional y el complementario, el suplementario y el variable y el superlativo, y sobre todo el aumentativo… que como ministro de Hacienda sabe confeccionar un presupuesto en el que en la parte expositiva, los considerandos, los títulos, los capítulos, los artículos, los números y los ceros, las divisiones y las subdivisiones se encuentran mezcladas y entremezcladas en tan sabio orden, que solamente los sabios muy sabios en contabilidad puedan descifrarlas, y que el resto de los mártires y contribuyentes queden absolutamente a obscuras sin entender ni palabra”. 120
Jaime Balmes, sacerdote, filósofo y escritor, nació en Vich y es famoso, entre otras razones por haber escrito “El Criterio”. Se dedicó a cavilar los problemas de su patria, España y así era decidido partidario de que Isabel casase con su primo el hijo del pretendiente D. Carlos. Con toda seguridad nos hubiésemos ahorrado mucha sangre y el matrimonio no hubiese podido ser peor que el que al fin se celebró con D. Francisco de Asís.
Conventos e iglesias desamortizados antes de Mendizábal.
Las residiencias de la nobleza en Madrid en 1808 121
Don Pascual Madoz, aunque navarro, estudió en Barbastro y Zaragoza, iniciándose pronto en la política tras haber defendido el castillo de Monzón de “Los cien mil hijos de San Luis” teniendo sólo 16 años. Estuvo en la cárcel junto a su amigo Manuel Cortina. Ejerció en Cataluña como juez y posteriormente de gobernador. Muy progresista, había hecho una viva oposición hasta a Espartero. Se le recordará siempre por su famoso “Diccionario geográfico, histórico y estadístico de España”, por su culminación de la Desamortización (mucho más cuidadosa y útil que la de Mendizábal) y por su política de proteccionismo comercial (extraño en un liberal, pero no en uno que quería proteger a Cataluña). Buen orador no era extraño oírle decir, en primera persona, según los casos, “los navarros somos leales”, “los aragoneses somos hombres de corazón” o “los catalanes somos industriosos”.
Don Ramón de Campoamor y Campoosorio joven y ya anciano
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Entró el poeta en el Café como un torero haciendo el paseíllo o como cuando Zarra1 salía del campo después de haber logrado uno se sus espectaculares goles de cabeza. La cascada de saludos se transformó en apretones de manos y abrazos y una vez sentados continuó la amena conversación. Pensé que terminaríamos la historia de Olózaga, pero como después me dijo D. Emiliano al oído, delante del poeta era mejor no hablar nada que comprometiera a Doña Isabel, nuestra reina, a la que tanto admiraba2, “con un amor que no se comunica por los sentidos”. - Hoy dispongo de un ratito hasta la hora de comer, pues esta tarde tenemos sesión en las Cortes a la que no puedo faltar. Tratamos sobre la financiación de los nuevos caminos de hierro que van abriéndose por todo el país, en parte por la iniciativa de algunos empresarios que arriesgan su dinero3. La desamortización que Mendizábal dejó inconclusa, gracias a Dios, ahora con Madoz va mucho mejor4. No me negarán que más vale emplear esos fondos provenientes de manos muertas en estas obras, que en la guerra contra D. Carlos.
1 Telmo Zarraonandía (Zarra) es sin duda uno de los más carismáticos jugadores de fútbol que hemos tenido en España. Delantero centro del Atletic de Bilbao (cuando todos los españoles éramos forofos de ese equipo) y de la selección nacional. Consiguió numerosos goles, muchos de ellos de cabeza, hasta el punto de ser considerado por la prensa sueca, en vísperas de un partido con esa selección, como la mejor cabeza de Europa (“salvedad hecha de la de Sir Winston Churchill”). Sin embargo el más famoso de sus goles lo hizo con la pierna derecha y fue contra Inglaterra en Brasil, en un Campeonato del Mundo, en el que España consiguió su mejor clasificación (cuarto). Su gol fue la causa de la victoria contra Inglaterra e hizo exclamar al Presidente de la Federación Española de Fútbol, a la sazón el aguileño Dr. Calero: “¡Al fin hemos vencido a la pérfida Albión!” Este grito fue la causa de algunas protestas diplomáticas. Mientras estoy repasando el texto llega la noticia del fallecimiento de esta leyenda del deporte. ¡Dios le permita seguir metiendo goles en el estadio infinito de la Gloria! 2 Por defender el honor de la reina se batió Campoamor con Topete, el marino que posteriormente, con el general Serrano participó de forma muy activa en el destronamiento de Doña Isabel.
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Un murmullo siguió, pues cada uno a media voz expresó su opinión, bastante variada en este asunto. Pero D. Álvaro Eydoux quiso expresar la suya sin meterse en análisis de la procedencia del dinero para la financiación de las obras. - Ya era hora que España se suba al carro del progreso que en este momento deslumbra en toda Europa. Hace ya más de veinte años que Jorge IV inauguró el primer camino de hierro. Ya va a pasar el tiempo de los carros de colleras e incluso de las diligencias que ahora recorren desde La Coruña a Cartagena y desde Cádiz a Gerona. Pronto desaparecerán esos coches de incómoda berlina de caja amarills para seis personas y capota verde que describe Monsieur Dumas de sus viajes por España. No pasará mucho tiempo sin que se pueda llegar a Sevilla desde Madrid en menos de un día5. Las mercancías y las personas viajarán con facilidad y en el polvo depositado en las maletas (o en la carbonilla de la combustión de la madera6 usada en las locomotoras) irán las nuevas y más brillantes ideas, la cultura, la nueva filosofía, el libre pensamiento y la verdadera libertad, transformando este país sumido en la ignorancia y el analfabetismo. - Bonito discurso y no demasiado distante de la realidad. ¡Seguro!, aunque con respecto a su última aseveración no me negará que la ley promulgada el pasado septiembre sobre la Enseñanza7 puede revolucionar la cultura en España.
- Habrá que esperar,-dijo el cesante-, pues por lo pronto conocer esa ley que nos ha endilfado Moyano va a ser como subir una empinada cuesta; piense que hay que leer y comprender previamente los trescientos siete artículos, las siete disposiciones transitorias y los cuadros tarifa de derechos de matrícula, grados, títulos y 3 Desde Felipe V, la excesiva centralización del estado había coartado la iniciativa privada de una manera importante. El contraste con lo que en aquellos tiempos sucedía en otros países, como el Reino Unido, explica en parte, el desfase económico de unas naciones con otras. 4 El ferrocarril era la principal aplicación de los ingresos obtenidos con la desamortización de Madoz. 5 En 1877 todavía se tardaba en ferrocarril desde Madrid a Logroño (si no se llegaba con retraso) 14 horas y 52 minutos. ¡Un soplo! Y no me refiero a los muchos que había que dar en los ojos para intentar sacar las partículas de carbonilla que entraban a mansalva y que por un inxpliable motivo iban siempre a depositarse debajo de los párpados. 6 En los primeros tiempos del ferrocarril, en España, se utilizó madera como combustible. Pronto se pasó al carbón, lo que supuso un increíble auge de las zonas mineras de Asturias y León. 7 La ley llamada Moyano, de Don Claudio Moyano y Samaniego, puso un poco de orden en la enseñanza, responsabilizando al Estado de una manera decisiva, unificando programas, horarios, vacaciones, sueldo a los maestros (las maestras cobraban un 33% menos que los varones), admitiendo los colegios mixtos y creando las bases de la enseñanza primaria o básica, secundaria (según la denominación de la Revolución Francesa) y universitaria. Esta ley, con escasas modificaciones (a pesar de grandilocuentes manifestaciones de los ministros del ramo que siguieron, entonces la educación dependía de Fomento) ha perdurado hasta mediados del s XX.
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Sacando el billete para Aranjuez.
certificados… - Cierto, pero estoy completamente convencido que supondrá un impulso a la cultura de España.
- Dios le oiga, Don Ramón, que la ley de Don Pedro José Pidal, también parecía decisiva y en nada o bien poco quedó.
Don Álvaro encontró un resquicio para meter baza:
- La verdad es que ya es hora que la enseñanza se les arranque de las manos a la “Ratio Studiorum”8 de los jesuitas que con un cuarto de milenio de vida aún quieren presentarnos como signo de modernidad.
de-.
- Esos ya están expulsados y nunca volverán,-dijo muy convencido el Sr. Con-
- Y si en la educación ciudadana la nueva ley tendrá gran influencia, en la cultura y conocimiento de los pueblos, los caminos de hierro pondrán su granito de arena, yo añadiría que ayudará al conocimiento de las gentes fomentando la paz.
- Es cierto, y no dejemos de considerar -dijo el capitán- que no habrá país que
8 La enseñanza de los jesuitas hasta la segunda mitad del s XX estaba basada en las normas de la “Ratiun Studiorum” que a finales del s. XVI promulgara la Compañía de Jesús, siendo General de la orden Aquaviva S.I. En todos los cientos de colegios que tenían por todo el mundo se estudiaba, dentro de las posibilidades de las legislaciones de los diversos países, exactamente igual con idéntico reglamento de régimen interior y el mismo modo de enfocar las asignaturas, habiendo habido épocas en que se impartían simultáneamente las asignaturas del programa oficial y las propias de la Compañía en las que se hacía un hincapié muy especial en las humanidades.
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se atreva a atacar a otro cuyo ejército pudiese trasladarse a la frontera en un par de días o menos. Cosa posible con los caminos de hierro. - Además,-dijo D. Emiliano-, de la rapidez y la comodidad hay que añadir la seguridad, ya que se prohibe subir al tren llevando armas cargadas, además de bultos cuya fetidez pueda incomodar a los demás, impidiendo incluso, el uso de los vagones de los caminos de hierro a los que con sus vestidos puedan ensuciar a otros pasajeros. - La verdad es que supone un adelanto increíble. ¿Recordáis el día de la inauguración de nuestro primer ferrocarril? - Si se refiere, D. Salustiano, al tren de la fresa, que inauguró nuestra reina con sus últimos cien metros de raíles de plata, es el primero de Madrid pero el tercero de España. El primero se inauguró en Cuba y el segundo (primero en la península) el de Barcelona-Mataró. - Le asiste toda la razón,-dijo D. Ramón de Campoamor-, pero esta tarde tenemos que concretar la Ley de Ferrocarriles y es por lo que no tengo tiempo de ir a casa, e iré a comer a Lhardy, para desde allí ir a las Cortes. Estamos recibiendo peticiones de toda España para que se retoque el recorrido de algunas líneas o para que se incluyan diversas ciudades en las líneas de caminos de hierro. Ayer llegó, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, un importante trabajo para que se modifique, en parte, la línea que el Marqués de Salamanca va a prolongar hasta Cartagena bifurcando la de Alicante en Albacete. Pero me encuentro tan a gusto en la compañía de ustedes que me permito, para poder continuar esta agradable tertulia, invitarles. ¿Me harían ustedes el honor de aceptar mi invitación de comer en Lhardy y allí continuar nuestra conversación? Yo, que había permanecido en silencio todo el tiempo acepté encantado. Igualmente los demás contertulios aunque D. Salustiano quiso puntualizar: - No sé que decirle. Ya saben Uds. cuan menguada tengo en este momento mi bolsa. Sólo una vez he ido allí a mi costa. Otra fue cuando tuvo Ud. a bien invitarnos para celebrar su toma de posesión del Gobierno Civil de Valencia. Por cierto que la vez que fui a mis expensas, al comentarle a D. Emilio Lhardy lo cara que era la cuenta, me dijo: “No se preocupe. Mis precios son absolutamente fijos. Si no le es posible pagar la cuenta, no la pague. Seguiremos siendo igual de amigos”. La verdad es que no lo éramos tanto, así que le pagué la cuenta y salí del restaurante más rojo que un tomate. Desde entonces he recurrido a las fondas de Perona y El Caballo Blanco, no malas y desde luego más baratas. También me gusta el Mesón del Segoviano en la Cava Baja con su buen vinillo de Arganda y su sopa de ajo tomada en cazuela con cuchara de palo, aunque no tenga colgados del techo los manojos de hierbas para espantar las moscas que se ven en el figón de Cuchilleros. Escucharon sin demasiada atención la parte final del programa de restaurantes, porque todos reían, imaginando al bueno de D. Salustiano mirando a su 126
alrededor para ver si había algún conocido y salir del establecimiento de D. Emilio avergonzado y con las orejas gachas. - Hoy soy yo el que le digo que no se preocupe; pago yo, tal como el 2 de mayo del 53, cuando conté con el placer de cenar con un magnífico grupo de amigos y en el que tuve el gusto de contar con usted.
HACIA EL CORAZÓN DE ESPAÑA
Nos levanta-
La Puerta del Sol es sólo un ensanche.
Ha aparecido ya la parte hinchada del corazón de España.
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La Puerta del Sol en la época de la “Mariblanca”. Un gran toldo resguarda del sol y la lluvia a la calle Carretas. Alrededor de la fuente una multitud de aguadores y mozos esperan para llenar de agua barriles y tinajas. La tertulia se extiende a curisosos y desocupados que completan el paisaje. Era la vida social que bullía en “el corazón de España”.
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D. Pedro José Pidal, marqués de Pidal, asturiano, ilustre abogado, “hombre de gobierno, orador más erudito que elocuente, escritor profundo” fue ministro de la gobernación en diversos ministerios y a él se deben el plan de estudios que supuso una revolución en su tiempo, e importantes reformas en la Administración, en el cuerpo de Correos, en la ley de presidios, instalando por primera vez el telégrafo en España. Católico de cuerpo entero fueron famosos sus discursos en defensa de los derechos de la Iglesia y los diezmos. Cuando la enfermedad le dificultaba el habla, se levantó en las Cortes en defensa de la religión y ante la dificultad de hablar rompió a llorar no volviendo nunca al hemiciclo. Casó con una hermana de Alejandro Mon
D. Juan Bautista Topete se había distinguido en el bombardeo de Callao juntamente con Méndez Nuñez y otros ilustres marinos, pero seguramente su mayor fama proviene de ser el que gritó en Cádiz el “¡Viva España con honra!” precursor de la batalla de Alcolea y el destronamiento de Isabel II. Sus compañeros de “revolución” no le perdonaron sus sentimientos monárquicos (quería entronizar al duque de Montpensier, esposo de María Luisa Fernanda, la hermana de la reina). Quizá por eso decían que “era un hombre de corazón pero se deja llevar por sus sentimientos antes que de su reflexión”.
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Mas o menos asĂ eran la mayorĂa de las casas de Madrid.
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mos. Pagamos nuestras consumiciones sin permitir al poeta pagar la suya y mientras nos poníamos los abrigos o las capas, pues a pesar de ser cerca de las dos y media, el frío en la calle era atroz; lo comentábamos. El viento no era fuerte pero la temperatura bajísima. - Resguárdense ustedes de este viento serrano que no apaga un vela pero mata a un cristiano,-dijo el joven oficial-. Bajamos hasta Sol y encontré la plaza desconocida. Al fondo de una calle de Carretas, que me pareció mucho más ancha, quizá por la menor altura de los edificios, torres de iglesias y conventos que me eran desconocidos1. No sabría decir si la plaza se me antojaba más pequeña. A la izquierda una gran casona con aspecto descuidado quitaba un buen espacio del que yo recordaba2. - ¡Qué hermosas han quedado estas 100 varas cuadradas3 después de la última reforma! - Sí,-dijo D. Felipe del Llano-, es la única puerta de Madrid, que siempre permanece abierta en una ciudad en donde más de una vez se cierran las puertas al trabajo laborioso, las de la caridad al mendigo y las de la academia al sabio. 1 En lo alto de la calle de Atocha había varias iglesias y conventos como el de la Santísima Trinidad, de los Trinitarios descalzos, que fundara Felipe II en 1562 que, como tantos, fue desamortizado y seguidamente destruido. Sus torres se veían desde la Puerta del Sol. 2 El presbiterio perdido de la iglesia del Buen Suceso ocupaba parte de la actual Plaza de la Puerta del Sol. 3
140 varas castellanas equivalían a un área.
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- Por favor,-dijo el poeta-, no diga eso de la ciudad más hospitalaria de España y en donde ninguno nos encontramos forasteros, ¿cuantos madrileños encontrará entre las decenas que en este momento estamos en esta plaza? - La nueva curva de esta acera –dijo D. Emiliano Conde, cambiando de tema – era no hace mucho una línea recta4 de pequeñas casas de dos o tres plantas y con no más, la mayoría, de un par de balcones por planta. Aquella plaza era agobiante, pero ahora está ocupada con amplios y elegantes edificios como ya abundan en Madrid ¿No les place verlo cada vez con más arboleda?5 - A mí, esta plaza,-dijo D. Salustiano-, me gustaba más cuando la presidía la Mariblanca, antes de que taparan sus exuberantes desnudeces con esa especie de biombo con sus esquinas defendidas por Colón, Hernán Cortés, Pizarro y Sebastián Elcano6.
- La obra churrigueresca de Pedro Rivera, se perdió ya para siempre como la iglesia del Buen Suceso7, que ahora ocupa este hospital -dijo D. Emiliano-. - Y este farol de hierro fundido y luz de gas, equivalente, según dicen, a cuarenta farolas comunes, es una burda imitación del que en París se ha instalado en la plaza del Carrousel,-dijo D. Álvaro siempre tan enterado en lo que sucedía allende 4 A la nueva curvatura se la llamaba castizamente “la parte hinchada del corazón de España” y en ella se edificaron elegantes edificios (que perduran) y en los que se hospedaba la clase media. Sustituían a infinidad de casitas, la mayoría con un par de ventanas o balcones en cada una de sus dos plantas… y aún las había menores. En las plantas bajas y entresuelos de los nuevos edificios aparecieron comercios de bellos escaparates y encima peluquerías y otros establecimientos (sombrererías, oficinas…) anunciados visiblemente. En la decoración superior de los balcones de los pisos principales, de medio punto, se vislumbraba el inicio del arte moderno aplicado a la arquitectura privada. 5 Había en Madrid en 1855, exactamente 40.169 árboles distribuidos en calles y paseos, mientras en el vivero de “Migas Calientes” esperaban 289.000 plantones y otros 17.000 en el de “Pañuelo”. Sin embargo no faltaban quejas de los que se consideraban entendidos en el asunto y decían estar mal elegidas estas especies arbóreas que lo fueron sólo en función de ser las que se plantaban en París. 6 La famosa “Mariblanca” fue primero remozada y finalmente sustituida por una gran farola a imitación de alguna de la capital de Francia. 7 El hospital que ocupaba parte de la antigua iglesia del Buen Suceso perdió parte de su solar para ampliar la Puerta del Sol. Era pequeño y en él se curaban a los muchos heridos que se producían en la incipiente industria de fabricación de coches para los ferrocarriles. En aquella época no había demasiada prevención de accidentes laborales y los patronos, con toda seguridad, exigirían demasiado a los obreros. El solar tenía su historia; años antes, cuando la invasión francesa de Napoleón, dentro de sus muros hubo algunos fusilamientos, mientras años después se convirtió en el hospital del que se decía con alguna guasa: “El señor Don Juan de Robles, con caridad sin igual, hizo este santo hospital … y también hizo a los pobres”.
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los Pirineos-. Todos asintieron y yo, ¡como no!, me uní al coro, aunque en verdad no tenía ni idea y me hizo la sensación de que tampoco alguno de los contertulios. - ¿Han visto despuntar el alba aquí? Ver salir el sol en esta plaza es ver volver a la vida un bosque nórdico tras el duro invierno. Un bullicio asombroso se inicia ya antes del amanecer, -dijo D. Ramón de Campoamor-. Dimos unos pasos lentamente siguiendo la conversación y señalando el edificio que hasta no hace mucho yo conocí por el de Gobernación y dijo:
Espronceda
- El edificio de Correos va a quedarse pequeño. Les adelanto que la correspondencia, no muy tarde, se transportará en ferrocarril desde Madrid a la mayoría del país. Solo desde los puntos terminales usarán diligencias. Yo propondría acercar las instalaciones a la estación de los “caminos de hierro” que está a final de la calle de Atocha. Seguimos avanzando lentamente porque la conversación era amena y el poeta tenía constantemente que atender a los muchos amigos y admiradores (y admiradoras) que le paraban, a pesar de que el frío cada vez era mayor. No faltaron los mendigos que se nos acercaron a solicitar nuestra limosna. D. Ramón se mostró generoso pero no pudo evitar recordar jocosamente unos versos de Espronceda:
Mío es el mundo: como el aire libre otros trabajan porque coma yo. Todos se ablandan si doliente pido una limosna por amor de Dios.
Todos reímos mientras salíamos de la Puerta del Sol por la Carrera de San Jerónimo dejando a la izquierda lo que decían ser el Real Hospital del Buen Suceso8 y que se extendía hasta hacer esquina con la de Alcalá y tras ella, como primer número impar, una librería.
En esto se nos acercó un rapazuelo con varias hojas de papel impreso que se
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adivinaba eran periódicos. D. Ramón nos dio su opinión sobre el oficio del vendedor de prensa - Si no hiciera el frío que hace, estarían las “esportilleras” sentadas en la Puerta del Sol, haciendo descansar las nalgas sobre los talones y a sus pies la esportilla repleta de periódicos.
- Es un nuevo oficio que tendrá poca continuidad – dijo D. Emiliano- pues ha quedado en manos de una clase de gentes sin oficio ni beneficio que logra vivir sin trabajar. ¿O es que esto puede considerarse un trabajo? - En París –dijo D. Álvaro- están consolidados. Además los pobres, aquí, tienen que pagar la mercancía por anticipado... ¡y si no venden...!
- Los colocan al día siguiente a ver si cuela, -dijo D. Emiliano-.
D. Ramón de Campoamor siguió siendo el centro de la conversación.
- Me hubiese gustado que me acompañasen en la calle Joyeros9, a la casa de Ansorena donde D. Celestino está confeccionando por encargo de Doña Isabel una tiara para el Papa que es una verdadera maravilla y también hubiera querido entrar en la librería de D. Ignacio Boix10 al que tengo hecho un encargo, pero lo dejaremos todo para otra ocasión. La hora del yantar no debe demorarse. A continuación, en la acera de enfrente, el local donde estuvo la Bollería Canosa antes de convertirse en la famosa “Fontana de Oro”. Más adelante, una tienda de paraguas y la lotería de Nicolás Medrano.
Al fin llegamos al número 12 en el que estaba el Restaurante en cuya puerta
8 Terminado el gobierno constitucionalista que siguió a la revolución de Riego y reinstaurado el absolutismo, algunos liberales encontraron cobijo en el hospital del que era administrador el canónigo oscense D. José Duaso y Laire. Puede que el mismo Goya pasara por allí aunque terminó en la casa del administrador, al que hizo un conocido retrato. Muchos años más tarde, el cadáver del catalán que atentó contra Alfonso XIII tras su boda, estuvo en el depósito de cadáveres del hospital. Allí fueron a verlo varios de los miembros de la tertulia literaria de la “horchatería de Candelas”, en la calle Alcalá y en la que eran asiduos Azorín, Valle Inclán, Pío Baroja y Ricardo Baroja que hizo un dibujo del cadáver de Mateo Morral, el anarquista que se había suicidado. 9
La actual calle Espoz y Mina era la antigua calle Joyeros.
10 Mucho prestigio tenía en aquellos días la librería San Martín en la Puerta del Sol y en la Carrera de San Jerónimo, unos portales más adelante, la de Durán. Para encontrar libros extranjeros había que recurrir a la de la Viuda de Ramos, que además contaba con la modalidad de abono de lectura al precio de 25 reales al mes (diez reales era un escudo o medio duro de plata). En 1854, un par de años antes de “mi día” se había extinguido el maravedí, que durante mucho tiempo había sido la moneda tradicional de España.
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podía leerse: Lhardy
Pasteleríe-Charcuterie-Restaurant Dèjeuners &.Diners sur commande Madrid Maison fondée en 1839
El restaurante estaba entre el librero francés Casimiro Monier y el comercio de Francisco Costa, al que se dirigió D. Ramón, para ir al entresuelo. - Perdonen un momento pero tengo que subir un instante a la sastrería de D. Manuel Caracuel. Sólo saludarle y quedar para algún día de la semana que viene.
Don Álvaro corroboró:
- Magnífico sastre. Puede decirse que el que impone moda en la villa y corte al estilo parisién. Nuestro poeta tardó un poquito más de un instante, por lo que decidimos esperarle ya dentro del establecimiento. No estaba el tiempo para florituras. Cuando me vi frente a Casa Lhardy quedé perplejo. La fachada era la misma que conocía, de madera rojiza de caoba cubana con dos escaparates, uno mayor que el otro que separaban dos estrechas puertas. Yo me dirigí directamente a la de la derecha por donde una vez entré, pero D. Álvaro me retuvo por el hombro. - ¡Pero hombre de Dios donde va usted sin tomarse una taza de caldo y un vinito de Jerez o una copita de tokay!11
-¡Es verdad! ¡Qué torpeza la mía!
Entramos por la puerta de la izquierda, sin poder evitar echar un vistazo al gran escaparate repleto de apetitosos y variados quesos, dulces y pasteles y vinos de la más diversa procedencia: Jerez, Burdeos, del Rhin, Málaga y varios tipos de champaña. También algunas tartas. - Veo,-dijo D. Emiliano-, que se le van los ojos a los manjares de los escaparates. Ya sabe que se dice que este restaurante es tan caro porque se cobra también la admiración o la envidia de todo Madrid. Cuando volvió D. Ramón explicó que se había encontrado en las escaleras 11 Tokay era un vino húngaro muy de moda en el s. XIX.
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con los grandes actores José Calvo y su señora Lorenza Revilla, que vivían en la misma casa y le fue imposible evitar un breve cambio de impresiones. ¡Siempre es interesante saber como anda la escena! A los pocos instantes nos salió al paso un señor de elegante aspecto: pelo algo rizado y más blanco que rubio, cara redonda, labios bien perfilados, nariz no pequeña y grandes ojos de mirada penetrante. Hubo efusivos saludos, llamándose la mayoría por sus nombres:
- ¡Don Ramón!
- ¡Don Emilio!
Era D. Emilio Huguenin Dubois, dueño y fundador de Lhardy. Hablaba un perfecto castellano pero su pronunciación delataba su lengua nativa francesa. Nos saludó a todos y a mí, además me preguntó por la salud de mi esposa. Le dije que estaba muy bien y no “chipén”, por si en esa época no se estilaba la expresión chulesca, aunque yo ya a esas alturas me atrevía con todo. Me miré en el gran espejo isabelino y me recreé viendo a aquel señor que imitaba todos mis movimientos y que al parecer era yo mismo. Abrí una elegante vitrina y tomando una preciosa taza, la llené del sabroso caldo abriendo la espita del artilugio metálico que lo contenía, siempre vigilado por la imagen que se reflejaba en el espejo, esperando seguramente mi aprobación. Como es natural no se la di y ni se inmutó cuando tomé con la otra mano la reconfortante copa que D. Emiliano Conde me había llenado casi hasta el borde de un oloroso jerez. Hicimos un rato de tertulia mientras entrábamos en calor. Subimos al salón japonés por la elegante escalera de amplio caracol cubierta con una hermosa alfombra de espectaculares dibujos dorados y azules. La mesa estaba espléndidamente montada. La loza debía ser de la antigua fábrica del Retiro, pues en su anverso se veían las toscas flores de lis que la caracterizaban. Las copas vibraban con solo mirarlas esparciendo un armonioso sonido que duraban minutos. Las servilletas y los cubiertos de plata llevaban la L de Lhardy y flores y frutas en recipientes de plata adornaban el centro de la mesa. Nos habían preparado una mesa con elegancia y gusto. Sentados alrededor, hubo unanimidad en ceder a D. Álvaro Eydoux la responsabilidad de elegir el menú que fue liviano por la prisa que el Sr. Campoamor tenía para estar temprano en las Cortes. No pudimos evitar que, despreciando el menú que se nos ofreció, la elección la hiciese en francés y a la carta:
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Le printaniere aux quenelles de volaille Punch glacé au Madere Les faisans dorés aux truffes Les fonds d¨artichaute à la Linnoaise Y de postre Les peches à la Condé
Todo bien regado con un excelente (que no tardamos en comprobar) Chateau Latour.
LA BUENA MESA
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El ejercito francés desfila orgulloso y desafiante por la Puerta del Sol.
No mucho tiempo después los patriotas madrileños, en lucha desigual, hacen frente allí mismo a la carga de los Mamelucos, tiñendo de sangre la histórica plaza.
En ambas imágenes, a la entrada de la Carrera de San Jerónimo, a la derecha, se ven las airosas torres del convento de Nuestra Señora de la Victoria, que fundara en 1561 Fray Juan de la Victoria y cuyo solar, trás su desamortización y destrucción, en 1839, fue ocupado por edificios civiles y las calles de la Victoria y Espoz y Mina.
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La conversación fue animándose, más si cabe, y cabe, según se iban consumiendo las botellas de vino, pero a pesar de mi interés por hablar de literatura, era imposible meter baza, a menos que forzara el tono de extremada educación de todos los presentes. Quiso D. Álvaro conocer por un camarero qué sucedió el día que la reina Doña Isabel fue a cenar de incógnito con las damas de su servicio y que coincidió con una trifulca que se organizó en una dependencia contigua, pero nadie soltó prenda a pesar de que el hecho era conocido por todos.
Don Emilio Lhardy
La discreción del personal de Lhardy quedó palpable.
Empezaron los comensales preguntando sobre la oratoria que florecía a la sazón en las cortes y que el poeta elogió con matizaciones: - No es tan brillante como antaño. Ya no resuenan como hace décadas tronaban en “La Fontana de Oro”1 las elocuentes voces de los señores Goroitiza, Adan o Cortabarría, pero sobre todo del gran D. Antonio Alcalá Galiano tan encendido cuando no había tocado aún el terciopelo de los sillones ministeriales. Ahora da gusto escuchar al señor Martínez de la Rosa que es tan brillante en el gobierno como en la oposición, pero aunque la palabra eleva y da prestigio no pocas veces, y no lo digo 1 Las bollerías tenían mesas de pino, sillas de anea, zócalos de estera y velones colgados del techo. No puede decirse que fuesen un dechado de buena decoración. En estos establecimientos se vendía limonada, hipocrás (mezcla de vino, canela, azúcar y algunas especias, que no debía estar demasiado mal), agua de nieve… Se fueron convirtiendo gran parte de ellos en cafés más o menos elegantes, imitando el gusto francés. La famosa “Fontana de Oro” había sido, tiempo atrás, la bollería Canosa.
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por D. Francisco, a falta de ideas desborda el verbo. Incluso en las Cortes no es fácil escuchar ya un discurso como aquel del Sr. Olózaga, cuando defendiéndose de la acusación de que fue objeto terminó con el “Dios salve a la Reina, Dios salve al país” que resonó como aquel trueno que escuchó Moisés. De ahí se siguió a la carrera política de D. Ramón. Su época de gobernador civil de Castellón, de Alicante y Valencia. - En Castellón pasé el más amargo de los tragos al tener que firmar una pena de muerte. De todos es sabido que soy totalmente contrario a ella. Le dije, con el mayor de los respetos al Sr. Presidente del Consejo de Ministros, a la sazón el Sr. Duque de Valencia, D. Ramón María Narváez, que de tener que firmar otra condena de esa índole, podría disponer de mi puesto. Gracias a Dios, nunca más he tenido que pasar por ese trance. En Valencia pude comprobar la mejoría de su floreciente economía y que en lo que va de siglo ha duplicado el número de sus habitantes. Aunque no tanto como Cataluña2, a Valencia le auguro un futuro muy esperanzador. En Alicante todo fue felicidad: allí me casé con Guillermina3. Hasta he comprado allí una finquita en la costa, casi en el límite con la provincia de Murcia4, de poco valor monetario, pero en la que me gustaría pasar los últimos años de mi vida, plácidamente, mirando al mar. Un sitio bonito, con algunos pinos a los que yo estoy añadiendo algunos más, porque allí, en medio de aquel desierto seco, sólo algún almendro se retorcerá sediento. De esa finca nunca podré decir que en año de muchas endrinas hay pocas hacinas porque allí ni hay fruta ni grano. Nunca valdrá nada, pero es muy hermoso ver amanecer en las claras mañanas de invierno tan diferentes de las de mi tierra asturiana.
- ¿Y a que negocio político dedica su tiempo un gobernador? -preguntó D. Emiliano Conde-. - A mil y una cosas aunque en este tiempo no era una de las menores actividades la de proporcionar casas cuarteles para la recién creada Guardia Civil.
- ¿Cree usted necesaria esta institución existiendo la Milicia Nacional, tan
2 Mientras que en Valencia la población se dedicaba preferentemente a la agricultura, Cataluña aprovechando su aumento de población (en gran parte proveniente de Andalucía y Murcia) para conseguir mano de obra barata, un sólido soporte financiero y su tradicional intuición para los negocios, experimentó un despegue considerable del resto de España, sobresaliendo de una manera especial Barcelona. La decisión de dejar la lana por el algodón fue una medida clarividente y decisiva. 3 Guillermina O´Gorman, esposa de D. Ramón de Campoamor, era irlandesa (y por tanto muy católica) y residía en Alicante cuando se conocieron. No tuvieron hijos. 4 La Dehesa que lleva el nombre de Campoamor, recordando al que fue su dueño, es hoy un importante complejo turístico.
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Alistándose para las Milicias Nacionales en una gran ciudad.
eficaz y por otra parte tan denostada por los conservadores? (Para Don Álvaro Eydoux estaba claro que era su preferida). - Tienen dos misiones muy diferentes. Las Milicias5, dependen de los alcaldes (en lo que radica su excesiva politización) y se deberían dedicar al control de las ciudades y los pueblos, de los fielatos para dentro6. La actuación de la Guardia Civil es en especial en descampado, donde hasta ahora tenían patente de corso esas partidas de bandoleros que atemorizan a los viajeros de toda España7. La conversación siguió después por los derroteros de la política pura, porque como decía el capitán Llano Garriga, ¿cómo podría ser tan progresista en relación a la pena capital y tan moderado en relación al voto popular, la elección de alcaldes 5 En los propios Ayuntamientos de cada pueblo de España hubo banderines de enganche para las Milicias. Se admitía un número preciso en cada caso, quedando excluidos los arrieros, que por su vida nómada no podían testificar ser del pueblo en el que pretendían enrolarse, pues sólo se admitían miembros de la comunidad. De entre todos ellos se presentaba una terna de aspirantes para los puestos de oficiales y suboficiales, siendo el Gobernador el que a la postre decidía. Como puede verse todo muy democrático o quizá demasiado politizado para unas fuerzas de tanta responsabilidad. 6 En las entradas de los pueblos había unas casetas (que yo he conocido); desde donde un funcionario cobraba los impuestos correspondientes a cuantos productos grabados entraban en las ciudades. Los huertanos que lo hacían con sus carros o caballerías cargados de mercancías tenían que pasar por taquilla. Seguramente los más ricos llegarían pronto a un acuerdo transaccional ventajoso. Los más modestos pagarían siempre.
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Con barro, frío, calor, nieve o lluvia, la Guardia Civil vigila los caminos.
y la Milicia Nacional?. - Es que,-dijo el poeta-, en el partido moderado no faltan unos cuantos conservadores, como yo, que transigimos con las preocupaciones de nuestro partido, con tal que nos dejen decir, muy a menudo y sin escandalizarse, que nosotros queremos una gran libertad en la prensa y una gran libertad en la tribuna; como decía Larra: “libertad en literatura, como en las artes, como en la industria, como en el comercio, como en la conciencia; he aquí la divisa de la época, he aquí la nuestra”. - ¿Y en la tribuna? -dije yo que estaba ya dispuesto a meterme en la misma boca del lobo-.
- Queremos la tribuna para convertirla unas veces en el sitio donde prediquemos la verdad y el orden a los pueblos y otras para convertirla en el lugar en el que se predique la moral política a los mismos reyes. Para esta clase de conservadores, todos los gobiernos nos son indiferentes si nos dan, como ya dije, una gran libertad en la prensa y una gran libertad en la tribuna. 7 Los que habían luchado contra los franceses y después en las guerras carlistas que se encontraban sin oficio ni beneficio, unidos a huidos de la justicia y otros desheredados, se lanzaban al monte y se dedicaban a robar en caseríos aislados o atracando los vehículos que circulaban por los peligrosos y malos caminos de la época. Las zonas montañosas eran particularmente propicias por la facilidad de encontrar donde esconderse. Sierra Morena, con las gargantas de Despeñaperros eran una zona en donde algunos bandoleros hicieron fama y botín. Después muchas guerras, hubo con frecuencia partidas de bandoleros más o menos forzados, aunque pasado el tiempo, algunos, siempre las quieren presentar formadas de patriotas heroicos. Estos pseudopartisanos, en su mayoría, estaban formadas por personas con crímenes en sus conciencias, .
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-¡Y el pan a dos cuartos!,-dijo D. Álvaro a media voz, pero que yo escuché perfectamente-. Entonces sí que temí que mis preguntas, las que pensaba hacerle desde el momento en el que le vi, sobre literatura, no podría hacerlas, pues Campoamor se explayó en su ideario político con toda clase de detalles. - Pretendemos algunos conservadores que se nos escuche decir todos los días, que queremos que la prensa, que es eco de la opinión de los pueblos y tan universal, que a veces parece la voz de los mismos cielos, haga con los malos ministros el trabajo que Hércules hizo con Anteo, ahogarlos con el mismo Fundadores de la Guardia Civil aire. Era efectivamente, como dijo con insistencia, contrario a la pena de muerte, y en eso coincidía circunstancialmente con la constitución de 1812, qué por cierto consideraba completamente inaplicable. Pero eso no era óbice para, que como todo el mundo que creyese en Dios, estuviese convencido como Pacheco, que la política está destinada a la gradación de voluntades para conseguir que gobiernen los mejores; no los que estén respaldados por más personas. Para D. Ramón, como para el Sr. Alcalá Galiano, el gobierno debe ser para los que teniendo razón, sean capaces de imponerla. El Duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil.
¡Para que decir más! La discusión que se siguió dejó en mantillas a la de los toreros que se había tenido unas horas antes... pero, eso sí, muy educada, respetando todos el turno de palabra, réplica y contrarréplica. No en vano estábamos alrededor de una mesa. Y una mesa de Lhardy. Estaba claro que D. Álvaro Eydoux, ejerciendo de erudito a la violeta y el teniente D. Felipe del Llano Garriga eran decididamente partidarios de la elección directa de los alcaldes y de que tuviesen el derecho a voto el mayor número de hombres, admitiendo siempre algunas, pocas, limitaciones. En uno de los escasos momentos en el que varios hablaban a la vez, lo que dificultaba el entendimiento, D. Álvaro se acercó a mi oreja y en voz baja me dijo:
- Los conservadores son una rémora implacable para el desarrollo de las modernas sociedades. 144
Mientras D. Felipe preguntó casi con rabia.
- ¿Y la libertad que se ganó casi hace un siglo en La Bastilla?
- No rechacen sus sueños ¿Sin ilusión, el mundo, qué sería? Pero la libertad,-dijo Campoamor-, no consiste en hacer lo que se quiere, sino en lo que se debe. A una afirmación tan rotunda como demagógica siguió un buen silencio. Aprovechándolo, con ganas de meter baza, pregunté:
- ¿Permitirían ustedes votar a las mujeres?
Me miraron sorprendidos arrugando las cejas como si no hubieran comprendido mi pregunta. Al final me dieron por contestación una risotada general; alguno con carcajada estentórea, otros con risas más moderadas. La cosa está aún muy verde, incluso para aquellos liberales, pensé, aunque para no desentonar, también me sonreí. Después de mi graciosa pregunta se volvió al tema serio de sobre quienes recaía la responsabilidad del poder. De un lado estaban D. Salustiano , el a la sazón cesante, y por supuesto el poeta Campoamor. Para ellos la teoría de Donoso Cortés, del “inteligente al poder, no por elección, sino por designación”, no era un teorema, era un axioma. Don Emiliano nadaba entre dos aguas pero Don Álvaro y el teniente decían que sólo en el pueblo reposaba el poder. ¡Mas no dejaban claro en quién identificaban el pueblo! Cuando vi que los argumentos de unos y otros empezaban a repetirse, aprovechando un mínimo silencio, con rapidez le espeté:
- ¿Cómo ve usted, la literatura y cómo viven los literatos?
Creo que el poeta estaba con gnas de cambiar de conversación. Sonrió pero antes de contestarme se adelantó D. Salustiano:
- ¿De qué parte de su obra literaria está usted más satisfecho, de sus “doloras”, de sus sonetos, de sus serventesios..?. - Un buen padre no puede hacer distinción. Al público puede gustar más éste o aquel pero para el autor todos son sus hijos. Don Ramón contestó a mi pregunta dejandos clara su opinión con respecto a la vida de los literatos.
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- De la literatura no se puede vivir: Espronceda era guardia de corps, Escosura alferez de artillería de la Guardia Real, Larra ha comenzado a estudiar medicina en previsión, yo vivo de mis bienes y ahora no recuerdo que vivan de su talento dramático mas que Ventura de la Vega y Bretón de los Herreros, aunque seguramente ni están todos los son, ni son todos los que están. - En los últimos años, con la excepción hecha de usted, D. Ramón, el mejor poeta que ha tenido España es José María Blanco (White)8. D. José María Blanco White
Nuestro anfitrión, torció el gesto y calló. El erudito siguió.
- Fue también un gran prosista, ¿pero que me dicen ustedes de estos versos? Al ver la noche Adán por vez primera Que iba borrando y apagando el mundo Creyó que, al par del astro moribundo, La creación agonizaba entera. Mas luego, al ver lumbrera tras lumbrera, Dulce brotar y hervir en un segundo Universo sin fin... vuelto en profundo Pasmo de gratitud, ora y espera. Un sol velaba mil; fue un nuevo Oriente
8 Tenía mi profesor de literatura en el Colegio de San José de Villafranca de los Barros, el P. Castellano dos poetas predilectos, que por cierto eran considerados heterodoxos en cuanto a la moral, las costumbres o la fe; uno era Blanco y el otro un poco posterior, Núñez de Arce, el de: “… una noche una de aquellas noches que alumbra nuestra vida en que el corazón olvida sus dudas y sus querellas, en que lucen las estrellas cual lámparas de un altar y en que convidando a orar la luna cual ostia santa lentamente se levanta sobre las olas del mar”…
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Su ocaso; y pronto aquella luz dormida. - Comprendo, -dijo Campoamor-, que se rinda ante ese gran poeta, pero supongo que sabe que lo que tan brillantemente ha declamado, es una traducción y que ese poeta del que habla, casi todo lo escribió en inglés... además de ser un renegado de su patria y de su religión. Don Ramón prosiguió pero se le notó contrariado por la intervención de D. Álvaro.
- Hablemos mejor de España y de lo que se aquí se escribe, y si D. José quiere saber mi opinión Nuñez de Arce sobre la situación literaria actual, comenzaré alabando al tristemente desaparecido Mariano José de Larra. ¡Qué pena que muriera a los 28 años! ¡Qué desgracia! Siempre tan elegante, con aquellas levitas ajustadísimas, los botines resplandeciendo, con un brillo que hacía daño a los ojos, la cabellera y la barba rizosas, fumando aquellos peludos “montecristos”, pálido como la cal, prototipo del romanticismo. Todos conocéis sus artículos periodísticos, pero a mí me emociona su interés por la figura de Macías, el trovador de Enrique III al que hizo protagonista de su novela “El doncel de Don Enrique el Doliente” y de su drama “Macías”. Aunque si llega a terminar su otro drama, “Quevedo”, del que dejó escrito sólo dos actos, quizá hubiese sido considerado más como dramaturgo.
- ¿Y de los vivos? -Inquirí-
- El granadino Don Francisco Martínez de la Rosa...
- “Rosita la Pastelera” o “sBarón del Bello rosal”, dijo el señor Conde.
- Estamos hablando del literato, no del político - insistió Campoamor claramente molesto por tratarse de un amigo y compañero - porque si hablamos del político no me negarán que su elegante oratoria, su rectitud y su enorme cultura, le llevaron, con toda justicia, a ocupar varios ministerios y llegar a Presidente del Consejo de Ministros. Muchos le agradecemos su predisposición a los acuerdos, no todos fáciles. Y no lo digo por estar tan próximo a sus ideas. Pero hablamos del literato que evolucionó, al contrario de cómo naturalmente lo hizo en la cosa pública, de progresista a conservador. Literariamente, pasó de neoclásico (“Poética”, “Moraima” o “La viuda de Padilla”¿quién reconocería en esta obra al futuro conservador?) a romántico con “Aben Humeya” y sobre todo en su obra capital: “La Conjuración de Venecia”. Tiene ahora más de setenta años y aún puede esperarse algo de él, pues me dicen que está magnífico.
- ¡Longeva edad! -Dijo D. Salustiano que tenía buen recuerdo de la presi147
dencia de “Rosita la Pastelera” que coincidió con época de buen trabajo, quedando desde entonces a merced de los cambios políticos, según me dijo al oído, aprovechando un descuido-. “¡Si al menos hubiese prosperado el proyecto de Bravo Murillo de cubrir los cargos públicos por oposición!”.
- De todas formas para mí, la cumbre del romanticismo español la ocupa D. Ángel Saavedra, Duque de Rivas, cordobés, heroico luchador en la guerra de la Independencia, once veces herido, viajero impenitente, ministro y también Presidente del Consejo de Ministros, con lo que puede afirmarse que nuestra querida reina ha puesto a eminentes literatos al frente de no pocos gobiernos.
- Pues de usted nunca se ha acordado...
- No aspiro a tanto y además mi amor y respeto por Su Alteza, nuestra reina Doña Isabel II no se debe a los inmerecidos detalles que siempre tuvo hacia mi humilde persona. Pero siguiendo con mis opiniones literarias, a mi modo de ver, las mejores obras de mi compañero de lides políticas son: el hervor lírico de “El faro de Malta”, el maravilloso “El moro expósito” y la obra cumbre del romanticismo español: “Don Álvaro”. La fecha de su estreno, 22 de marzo de 1835, fue tan gloriosa para él que obras posteriores magníficas como “El desengaño de un sueño”, no han tenido el reconocimiento que debieran. - Sí,-dijo D. Álvaro-, que desde el rapapolvo que recibió, no había dicho esta boca es mía. Vi “Don Álvaro” en una reposición hace diez o doce años y me gustó mucho. Es un autor al que admiro.
- Su nombre de pila exige esa consideración,- dijo D. Emiliano Conde-.
Una carcajada general siguió a la observación de este hombre, sentado enfrente de mí y que cuanto más le miraba, más me parecía haberle visto antes. En ese momento entraron tres camareros tan elegantemente vestidos como todos sus compañeros, con pajarita blanca y un gran mandil tan resplandecientemente e impoluto como amplio y ajustado, llegando de la cintura a los pies que bien parecía que podían tropezar en cualquier momento. Cada uno portaba una fuente en la que llevaban, excelentemente adornados, dos o tres faisanes. También entró el propio Lhardy para interesarse por el transcurso de la comida.
- ¡Excelente!
-¡Como nos tiene acostumbrados, D. Emilio!
-¿Va a venir al banquete que la semana que viene va a dar el Sr. Marqués de Salamanca con motivo de la inauguración de su palacio ahí9, en el paseo de 148
Antonio García Gutiérrez
Recoletos? Ya tiene elegido el menú10. -La verdad es ahora mismo desconozco si estaré en Madrid, y antes de que se me olvide, hace tiempo que no he visto a su hijo Agustín11.
-Está magnífico, tiene ya diez añitos. Es muy estudioso pero no sé si seguirá el negocio. No puede imaginarse lo bien que dibuja. La próxima vez que me honre con su visita tendré el gusto de regalarle un dibujo de él. ¡Quién sabe si al final no será un reputado artista! Pienso sin embargo, que en ese campo es muy difícil abrirse paso. Los pintores surgen como las setas; me dicen que han llegado a Roma, a mejorar su ya gran técnica, un par de jovencitos que van a dar que hablar: Eduardo Rosales y Mariano Fortuny, un madrileño y un catalán. En todas partes, como digo, surgen artistas. Parece que no van a quedar sin sucesores Goya, Vicente Ló9 En el palacio que inauguró el Marqués de Salamanca, estuvo después la sede de el Banco Hipotecario. 10 El menú fue pantagruélico tal como se estilaba; se empezó con “Le potaje â la Reina”, seguido de nueve platos más, para terminar con macedonia de frutas y les “printanière à la Condé”. Respecto a vinos: madère, sauternes, Chateau Latour, Chateau Lafitte, Chambertin, champagne frappe, Xerex (que debía ser muy vulgar decir Jerez), Chateau d´Yquem, pichon Longueville, Lascombes (Margaux), Clos Vougoet, champagne roige, vin du Rhin, Tokai, Constante du Cap y Málaga blanc… Menos mal que en aquella época no sabían de la existencia del colesterol y los triglicéridos y los que conducían los coches para volver a casa eran los cocheros a los que seguramente no les harían las pruebas de alcoholemia. 11 Agustín Llardy llegó a ser más que un notable pintor. En las paredes de los salones del restaurante pueden verse alguno de sus cuadros.
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Don Ángel de Saavedra Ramirez de Baquedano, era duque de Rivas, título al que llegó por la muerte de su hermano mayor. Sus enemigos, queriendo encender una vela a Dios y otra al Diablo, decían de él que siendo “un inspirado poeta lírico y dramático y hombre privilegiado, que hubiese llegado a ser el Victor Hugo de España, debió a la política muchos sinsabores, pues como ministro no hizo nada de provecho.” Sí le reconocían todos como una preclara gloria literaria. La fama le llegó muy pronto, cuando escribió “El paso honroso” en el que en 243 octavas reales cuenta la gesta de Suero de Quiñones en el famoso paso del Órbigo12. Hombre de gran cultura, varias veces exilado e incluso condenado a muerte, era un destacado pintor y dibujante, conocía varios idiomas y sobre todo era un gran poeta con obras tan sobresalientes como “El faro de Malta”, “Florinda”, “El moro expósito”, “El desengaño en un sueño” y sobre todo “Don Álvaro o la fuerza del sino”. No tuvo esta obra, demasiado éxito en su estreno, pues el elenco de actores era flojo, pero poco después interpretada por Calvo, el éxito fue clamoroso. En su mocedad “se había caracterizado por su turbulencia, su intrepidez, su liberalismo ardoroso e intransigente, convirtiéndose con los años en un firme tradicionalista, casi absolutista”. Cuando murió el conde fue enterrado en Rivas (Vaciamadrid), señorío antiquísimo de su familia. Uno se sus antepasados, Francisco Ramírez, “el Artillero”, estaba casado con Beatriz Galindo “La latina”.
12 Don Suero, en justa caballeresca, con nueve caballeros (uno de ellos un Liñán) “hizo armas” con cuantos caballeros o “gentiles homes osasen pasar por aquella puente camino de Santiago”. La justa, como es natural se hacía en honor de su dama, se celebró en tiempos de Juan II de Castilla (1434) y en ella fueron vencidos 68 aventureros, aunque algunos historiadores más generosos elevan la cifra a 166. De cualquier forma, la dama debió de quedar suficientemente satisfecha y ya sería muy feliz hasta el fin de sus días, aunque no casase con D. Suero.
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pez13, Alenza14 y esos hermanos Madrazo15, de los que tanto se espera. Fue inevitable que todos dieran su opinión sobre los pintores que más gustaban a cada cual; a D. Álvaro gustaba Esquivel16 (afrancesado para el casi francés Lhardy), Pérez Villamil para D. Ramón, mientras los restantes se repartían sus reconocimientos por Claudio Lorenzale17, Losada, Gutierrez de la Vega, Pablo Milá y alguno más. Cuando el propio Lhardy terminó de servirnos los faisanes, se despidió diciendo que inexcusables compromisos le obligaban a salir. Tenía que asistir al entierro de un estimado cliente. Se despidió cariñosamente. La conversación volvió al punto de crítica literaria en el que estábamos, pues Don Ramón no quería dejar el asunto sin terminar, o quizá para evitar que volviésemos a los temas políticos que un rato antes habían subido demasiado el tono. - No quisiera olvidar a D. Leopoldo Augusto del Cueto y su “Bosquejo histórico-crítico de la poesía castellana del s. XVIII”y si dejo a un lado los dramaturgos, no tengo más remedio que citar al Sr. Marqués de Miraflores y quizá en menor medida a D. Pedro José Pidal.
El militar, dijo en un tono que fuese posible ser oido por todos:
- Don Ramón sólo se acuerda de los políticos…
- Precisamente iba a comentarles que no podemos olvidar a D. Juan Eugenio Hartzenbuch. Culto exalumno de los jesuitas, triunfó hace veinte años con “Los amantes de Teruel” estrenada en el teatro Príncipe nada menos que por Teodora Lamadrid, Carlos Latorre y Julián Romea. Su figura pequeña es imprescindible en tertulias literarias de todo Madrid, incluso en Palacio luce su ingeniosa agudeza. 13 Vicente López Portaña, gran retratista como demostró en los conocidísimos de Goya y la Reina Gobernadora. 14 Aunque no tan famoso como el otro Leonardo, Alenza y Nieto fue un gran pintor con buena técnica y mejor sentido del humor del que están impregnados sus “Caprichos” o sus “Románticos” 15 Los hermanos Madrazo y Gorreta (Raimundo y Ricardo) tenían 16 y 6 años respectivamente, así que no comprendo como el Sr. Lhardy podía tener esa intuición. O a lo mejor no lo recuerdo bien y me he dejado influir por el conocimiento que a través de sus pinceles pude tener de tantos personajes de aquella época. 16 Esquivel, notable pintor y gran retratista que queda reflejado en los personajes pintados en su cuadro “Zorrilla leyendo poesías en el estudio del pintor” 17 Claudio Lorenzale, este catalán pintó grandes composiciones decorativas (plafones del proscenio del Liceo) pero se le recordará por haber sido un gran maestro de insignes pintores, como Mariano Fortuny.
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Desde entonces ha estrenado gran número de obras de las que “Alfonso el Casto” y “La jura de Santa Gadea” son, a mi modesto entender, las mejores. Con ironía le preguntó D. Álvaro si había, en su opinión, algún buen escritor que fuese menos moderado que los que ya había comentado. - No creo que D. Juan Eugenio pueda ser tachado de moderado, lo que para mí hubiese sido un honor. Con un poco de paciencia, se hubiese visto satisfecho el citar a Antonio García Gutiérrez, D. José Zorrilla el chiclanero perteneciente a la Milicia Nacional, y autor de “El Trovador” que escribió en papel de estraza mientras hacía sus guardias. En el estreno salió a saludar a la terminación de la función, a petición del enardecido público18; había tenido que escaparse del cuartel. Fue la primera vez que un autor saludaba desde las candilejas. Antes ya había estrenado la interesante “Simón Bocanegra” y aunque tiene más de cuarenta años sigue estrenando dramas, comedias e incluso zarzuelas. No hace mucho me dijo que está preparando una obra en la que tiene depositadas muchas esperanzas sobre la vieja crónica de Muntaner de las hazañas de Roger de Flor.
- ¿ Y qué opina de D. José Zorrilla y esa obra que está tan de moda de “Don Juan Tenorio”? - ¡Ah el Sr. Zorrilla! ¡Qué gran poeta! ¡Qué buen amigo! Ahora está en Méjico aunque me han dicho que está a punto de volver, pero, si le habla, no le nombre “Don Juan Tenorio”19. Le tiene muy enfadado porque lo escribió casi de broma, lo vendió por cuatro chavos a una compañía de teatro casi desconocida y con las estrechuras que está pasando, otros están obteniendo pingües beneficios. Yo, la verdad, creo que es una obra que pronto se olvidará20 pues sería injusto que el autor de “El Zapatero y el Rey”, “La mejor razón, la espada”, “El puñal de godo” o “Traidor, inconfeso y mártir” sea reconocido por una obra con demasiados ripios y tomada de 18 Los aplausos en el estreno de “El Trovador” dirigidos al autor era la primera vez que tal sucedía. Los aplausos eran siempre hasta entonces para los intérpretes. Ahora, en los estrenos con éxito, es frecuente, casi inevitable. 19 Por personas que le conocieron se que en efecto odiaba que se le hablara de esta obra que no dudaba en menospreciar. 20 Tal como sucedió con su opinión sobre su finca en Alicante, tampoco en esto, de considerar efímero el éxito de D. Juan Tenorio, se mostró Campoamor como un certero profeta; todos los primeros de noviembre en decenas de teatros españoles se representa con gran éxito de público esta obra. Es posible que miles lo merezcan más, pero ya sabéis lo que se decía de antiguo, que “lo que te ha tocado por suerte, debes tenerlo por fuerte”. Don Juan Tenorio se estrenó en el teatro de la Cruz, el rival del teatro del Príncipe, y en el que triunfaba Isidoro Máiquez.
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argumentos de Tirso de Molina, de Zamora, de Mérimée o Dumas. - ¡Qué demoledor está usted, Don Ramón! -dijo D. Emilio y añadió-: pues a mí me entretuvo mucho. - No puedo negarle un evidente atractivo para el público que queda prendado de la sonoridad de su verso, pero prefiero buscarla en las “Leyendas”, ¿Qué me dicen de su: Corriendo van por la vega a las puertas de Granada hasta cuarenta gomeles y el capitán que los manda...
o...
Enjuga el llanto cristiana no me atormentes así, que tengo yo, mi sultana un nuevo Edén para ti. Tengo un palacio en Granada Tengo jardines y flores tengo una fuente dorada con más de cien surtidores...
- La verdad es que se escucha con tanto agrado como sus versos D. Ramón, -dijo D. Emiliano Conde intentando adular a nuestro anfitrión-. Sonrió el poeta, arqueó sus cejas y se llevó a lo boca un poco de faisán, porque en realidad, con tan larga, aunque para mí interesante perorata, llevaba bastante retraso con relación a los restantes comensales. Don Felipe, el joven oficial de artillería, que por cierto era el que llevaba clara ventaja en el yantar, quiso demostrar estar también al corriente de la situación literaria.
-¿De Fulgencio Florentino Sanz21, el joven y culto dramaturgo que hace poco estrenó “Achaques de la vejez” y que triunfó en “Don Francisco de Quevedo” cuando tenía veinte y pocos años, cree usted que podemos esperar los mejores éxitos?. -¿Quién podrá vaticinar si triunfarán Narciso Serra o Luis de Eguílaz22, los protegidos de D. Eugenio Ochoa23 y que han empezado con tanta fuerza. 21 Los verdaderos apellidos de Fulgencio Florentino Sanz eran Sáenz Díaz. De vida aventurera, fue actor y militar (a las órdenes de Ros de Olano, llegó a ser jefe de escolta del general Dulce) pero su pasión era la literatura en la que cosechó grandes éxitos aunque al fin tuviese que vivir de un destino de 5.000 pesetas que le concedió el Conde de Toreno, pues vivió postrado por la parálisis los últimos 20 años de su vida. En ellos escribió sus mejores obras, sobresaliendo “ La boda de Quevedo”.
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Porque.¿No querrá que a mi condición de poeta y político añada también la de profeta?, ¿o es que me ve ya tan en trance de muerte que espera que hable con Sócrates, que decía que el hombre sólo estaba dotado de visión profética en el lecho de muerte?. Tras tan rotunda afirmación que fue celebrada por el grupo, me pareció que el tema estaba terminado, pero continuó. - La nueva tendencia literaria de trasladar la calle al escenario, con su hablar, con sus costumbres está consolidándose. El paisano del Duque de la Victoria, D. Manuel Bretón de los Herreros, autor de “Marcela o cual de las tres”, “El pelo de la dehesa” o “Muérete y verás”, es un magnífico representante de este género, y muy brillante.
- ¿Y qué me dice de Ventura de la Vega? Cuando estrenó “El hombre de mundo” en la finca de los Señores Condes de Montijo en Carabanchel, él mismo la protagonizó teniendo por oponente a la señora Condesa de Teba, ahora emperatriz de los franceses? -dijo D. Álvaro-. - Y muy bien que lo hicieron, no mucho peor que el propio Julián Romea cuando la estrenó en el teatro Español. Es un gran escritor, que domina todas las técnicas teatrales y del que aunque ya ha triunfado con “Don Fernando de Antequera”, pueden esperársele más éxitos... y no olviden ustedes a D. Manuel Tamayo y Baus, hijo de excelentes actores que le estrenaban obras cuando tenía once años y ahora ha presentado, en plena madurez, “Virginia”. El otro día me dijo que está preparando un drama al que seguramente llamará “Un drama nuevo”24 en el que tiene depositadas fundadísimas esperanzas. En esas estábamos cuando una guapísima jovencita entró a servirnos “les peches à la Condé”. Todos la miramos con admiración pero D. Ramón fue más explícito: la tomó de un brazo, la puso frente a sí y le dijo: 22 Luis de Esquilaz murió relativamente joven pero le dio tiempo a escribir abundantes obras teatrales entre las que sobresalieron por el éxito en sus estrenos “Las querellas del Rey Sabio” y “La cruz del matrimonio” 23 Eugenio Ochoa fue un autor guipuzcoano muy prolífico y culto. De joven se dedicó a la pintura y tuvo diversos cargos políticos y técnicos, siendo, como no pocos, un entusiasta admirador de Doña María Cristina de Borbón. Además de las muchas obras propias que escribió tradujo a autores extranjeros (modernos y clásicos) y publicó obras de escritores antiguos que él investigó y recopiló. 24 Cuando estudiaba 5º de Bachiller me sabía de memoria todos los papeles del tercer acto de “Un drama nuevo”; el del dramático desenlace, en el que Yoric mata en escena al amante de su mujer ante los espantados ojos del propio William Shakespeare. Todo se perdió en la desprestigiada red, ya indolente, de mis neuronas.
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-“Para formar tan hermosa Esa boca angelical, Hubo competencia igual Entre el clavel y la rosa, La púrpura y el coral La chica se puso roja de vergüenza, lo que inspiró al poeta Reina de las blandas flores, Sus enojos No temas, ni los ardores De sus ojos, Porque ese puro arrebol Que enamora, Si es luciente como el sol Es tierno como la aurora”.
Todos aplaudimos y mientras la camarera salía apresuradamente del salón avergonzada D. Ramón prosiguió tras el paréntesis poético: - En poco tiempo han fallecido algunos ilustres literatos como D. José Somoza el buen prosista, D. Alberto Lista, gran virtuoso de la forma, buen dominador de la técnica, auténtico cincelador de rotundas estrofas de gran colorido, D. Juan Arolas (al que llamaban “el cura loco”) pero al que más he sentido a sido a D. Enrique Gil, el autor de “El señor de Bembibre” que no ha tenido el reconocimiento que hubiera, en mi opinión, merecido. Mientras nos servían, hubo unos minutos de silencio, pero como yo tenía ganas de tener una panorámica general del teatro de la época, estuve a punto de preguntar por López de Ayala, D. José de Echegaray25 o Pérez Galdós. Menos mal que no lo hice. Creo que en aquellos días no habían llegado los de ellos. Sí le pregunté sobre el estado “actual” de la zarzuela. - Pues en su mejor momento. ¿Quién hubiera podido vaticinar en los tiempos del Cardenal-Infante D. Fernando, cuando se hacía estrenar en el palacio de su finca de La Zarzuela, la comedia mitológica de Calderón de la Barca “El jardín de la Falerina” con música de Juan Risco, que ese genero se transformaría y triunfaría como ahora está haciendo, apropiándose del nombre del mismísimo lugar de sus primeros éxitos?. De todos formas el magnífico “Teatro del Instituto” puede considerársele la cuna de la moderna zarzuela, hace ya un par de lustros.
- ¿Es usted de la opinión, como parece que le acabo de oír, que son estas obras
25 Alababan de José Echegaray su talento y erudición pero su irreligiosidad le hicieron impopular. Sus priemros estudios los desarrolla en Murcia donde su padre era profesor.
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El teatro Circo en la Castellana
teatrales herederas de Calderón y Lope? -Pregunté algo sorprendido-. - ¡Sin la menor duda! Con tan ilustre antecedente no es de extrañar su éxito cuando dispone magníficos actores y cantantes ( Carolina di Franco, Amalia Ramírez, Adelaida Latorre, Francisco Salas, José Font, Ramón Cubero, Teodora Lamadrid, Matilde Díaz y el mismísimo Julián Romea...), insignes músicos (Hilarión Eslava, Arrieta, Barbieri, Gaztambide...), autores de gran prestigio (Bretón de los Herreros, Ventura de la Vega, Enciso Castrillón...) y teatros suficientes a su disposición (“de la Cruz,” “Príncipe”, “Variedades” donde estuvo el juego de pelota y próximamente el de la “Zarzuela”, proyecto casi terminado, e incluso el “Salón de Capellanes” en la Plaza de la Paja, para solaz de chulos y manolas) todos ellos provistos de magníficos decorados. Cuando empezó el reinado de Felipe V, que intentó por todos los medios imponer la ópera italiana, la zarzuela quedó tocada, pero por fortuna no de muerte pues ya sabe como se quejaba Tomás Iriarte: Digna mención pudieras haber hecho también de nuestro drama, que zarzuela se llama, en que discurso hablado ya con frecuentes arias se interpola o ya en dúos, coro y recitado; cuya mezcla, si acaso se condena disculpa debe hallar en la española natural prontitud, acostumbrada a una rápida acción de lances llena en que la recitada cantilena26 es rémora, tal vez, que no le agrada. -De este género, para muchos “menor”, aún han de esperarse muchos éxitos. En España tiene mucho más atractivo que la ópera que se nos quiso imponer en la 26 En el diccionario enciclopédico editado en 1870 por Gaspar y Roig la define como una palabra de origen italiano sinónimo de melodía, canción o pensamiento músico, y así se dice “una dulce cantilena” por una melodia agradable. Ahora más se aplica la acepción de repetición impertinente de una cosa, usándose preferentemente cantinela.
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corte de Felipe V. - Siento no estar de acuerdo con usted –dijo D. Álvaro Eydoux- sin querer menospreciar a estas obras que tanto gustan, la ópera estará siempre muchos escalones por encima de la zarzuela, por mala que sea aquella y escogida ésta y pueda tener el éxito de “Tío Caniyitas”27. - Qué quiere que le diga- dijo Don Emiliano- pero aunque sobre gustos nada hay escrito, obras como “Jugar con fuego”, la zarzuela que estrenaron Barbieri28 y Ventura de la Vega en 1851 ¿no están a la altura de las obras musicales más eminentes? ¿Qué opinan ustedes? Las opiniones quedaron divididas. A favor de la ópera se mostró además de D. Álvaro, el oficial de artillería. El Sr. Conde, claramente por la zarzuela, “que se ajusta mucho más al gusto de los españoles y que si en otros países contasen con una pléyade de autores musicales como la que contamos nosotros no habría quien les hablase”. - Además esos inspirados maestros, Arrieta29, Eslava, Gaztambide u Oudrid, se valieron de plumas tan ilustres como Eguilaz, Hartzembusch, Olona, Rodríguez Rubí, Zorrilla o García Gutiérrez... y surgen sin cesar nuevos valores como ese violinista del Teatro Real del que hablan y no acaban y que se llama Fernández Caballero. Nuestro anfitrión se mostraba por encima del bien y del mal y yo por supuesto no me atrevía a inclinarme por uno u otro bando para no enemistarme con nadie. Algunos no habían olvidado al gran músico y compositor Carlos Broschi30, conocido como Farinelli, amigo personal de los reyes a final del siglo XVIII. y en27 “Tío Caniyitas” fue una obra de Soriano Fuentes que tuvo un éxito sin precedentes. Estrenada en 1850 en el Teatro Circo (que normalmente sólo daba óperas) proporcionó cuantiosos beneficios a los empresarios que la tuvieron en escena más de veinte años por toda España y América. El protagonista era más famoso que los toreros de la época y su figura era representada en litografías, en los librillos de papel de fumar y en los abanicos de caña, que montados en junco, se vendían a dos cuartos en las plazas de toros para aliviar los calores. 28 Barbieri era un inspirado autor y concienzudo investigador musical madrileño, autor de obras tan conocidas como “El barberillo de Lavapiés” o “Pan y toros” que supongo que conocéis y si no es así, buscadlas y oídlas. Me lo agradeceréis. 29 A Pascual Arrieta se le conoció por Emilio, que en realidad era su tercer nombre; el primero era Pascual. Navarro, como Gayarre, uno de los más famosos y prolíficos compositores de la época. Estoy seguro que alguna vez habréis cantado aquello de “a beber, a beber y apurar las copas del licor que el vino hará olvidar las penas del amor” que es de “Marina” una zarzuela que después se transformó en ópera.
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vidiaban los éxitos que por entonces tenían en Europa los autores italianos, algún francés y sobre todo alemanes. Es lo cierto que a pesar de lo mucho que siempre me gustaron las zarzuelas y las revistas, me era difícil dar mi opinión al respecto y meter baza, porque no recordaba las fechas en las que se habían estrenado algunas. “La tabernera del puerto”, “Doña Francisquita”, “La dolorosa” y no digamos “Las leandras” tenían que ser muy posteriores… Hasta “La gran vía” no podía haberse estrenado por entonces. Estábamos ya concluyendo los postres y D. Ramón miró por segunda vez en pocos minutos su reloj. Indudablemente, el tiempo del que disponía estaba tocando a su fin.
- Estoy a punto de alzar la mano por mis ineludibles obligaciones.
Apuramos las copas que aún quedaban a medias (algunos tuvieron que escanciar de las botellas para ponerse al compás de los más rápidos) Tuvimos tiempo de degustar una copa de un espléndido coñac francés, cuyo nombre no puedo deciros pues lo he olvidado y encender unas brevas de Cabañas que por su tacto y el delicioso perfume que exhalaban quedaba claro que no hacía mucho tiempo que habían sido confeccionadas a mano en Cuba. Sin que decayera la animada conversación hubo al fin que darla por terminada. - Siento mucho, señores, tener que comunicarles que esta amena sobremesa, por mi parte ha de terminar. Las Cortes me esperan, pero antes, alcemos nuestras copas burbujeantes y repletas de este excelente champagne y brindemos por nuestras vidas que pueden ser dulces o amargas, cortas o largas, aunque siempre se hallarán como en un leve sueño, para el que goza, e interminables, para el que sufre; yo las deseo a todos ustedes y a mí mismo, abusando del destino, largas y plenas de felicidad. ¡Salud!
- ¡Salud! repetimos todos puestos en pie, haciendo tintinear las copas y alzándolas antes de consumir su contenido. Yo tuve que admitir para mis adentros, que a pesar de las evidentes diferencias políticas e incluso religiosas, estos hombres sabían hablar y casi entenderse. Así 30 Carlos Broschi, se hizo famoso por el sobrenombre de Farinelli. Tuvo tal popularidad que llegó a consejero de Felipe V y fue su consolador en sus no escasas crisis de melancolía. Con el primer Borbón fundó la Opera de Madrid. Perteneció a esa clase de niños de tan privilegiada voz, que para mantenerla se les castraba… Se hacía como con los capones o los bueyes. Parece esto ahora un verdadero crimen y sin embargo esa costumbre llegó hasta bien entrado el siglo XIX. Como la mente humana es capaz de la mayor perversidad, seguro que tras el lavado de su cerebro, aquellos niños estarían encantados.
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dimos por concluido el amigable, y en mi caso, instructivo ágape. Bajamos la escalera de medio caracol acompañados por el jefe de comedor que se colocó junto a D. Ramón y hablaba animadamente, recomendándole a un sobrino suyo que había llegado a Madrid y en este momento, a pesar de estar magníficamente preparado, estaba sin trabajo. Los camareros a ambos lado del pasillo que desembocaba en la calle se inclinaron casi imperceptiblemente a nuestro paso y al abrir la puerta una bocanada de frío polar hizo que todos nos ajustáramos las prendas de abrigo. Llegados a la calle nos dividimos en dos grupos. Hacia el Palacio de las Cortes, dejando a su izquierda la estrecha calle Sevilla, D. Ramón que llevaba del brazo a D. Salustiano Fernández. Estaba convencido que podrían hablar con el mismísimo Duque de Valencia y resolver, de una vez para siempre, el problema de su cesantía; el resto, después de despedirnos de nuevo muy efusivamente de nuestro anfitrión, quizá con voces algo elevadas para la condición de los personajes, pero no con relación a la calidad y cantidad de vino consumido, nos dirigimos hacia Sol. Quedó a nuestra derecha el Café Iris y más adelante la relojería de Pascual Rubio, la confitería de Jaime Corella y la gran perfumería de María de Vece junto a la farmacia de D. Guillermo Caballero, a la que el Dr. Llorens me recomendaba que acudiera a buscar las fórmulas magistrales que me había recetado.
“LOS VIVOS” Y LOS MUERTOS”
Perspectiva del final de la carrera de San Jerónimo con obras en la Iglesia.
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Doña Matilde Díaz
“Farinelli”
Demolición de una serie de edificios para el ensanchede la calle Sevilla.
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Pocos autores de todos los tiempos han tenido mayor fama en vida que la disfrutó Don Manuel Bretón de los Herreros. Prolífico autor de comedias, estrenó cerca de un centenar, siempre con gran éxito, por su lenguaje castizo, su conocimiento de la escena y su tino en la sátira que no escamoteó ni contra sí mismo, ya que siendo tuerto decía que:
“Dejome el Sumo Poder, por gracia particular, lo que había de menester: dos ojos para llorar y uno sólo para ver”.
A Pascual Emilio Arrieta, más conocido por Emilio, autor de la ópera “Marina” y su conocido coro “¡A beber, a beber y apurar las copas de licor…!” Se estrenó en 1855 en el Teatro Circo. Fue autor de infinidad de zarzuelas y alguna ópera. También fue profesor de la reina Isabel y se dijo que fue algún tiempo su amante… ¿será verdad?. ¡Válgame el Señor!
Julián Romea y Yanguas, nació en Murcia en la calle Torre de la Marquesa esquina a Sta. Catalina y estudió humanidades en el Seminario Conciliar de San Lorenzo. Casó con la gran actriz Matilde Díaz y fue un hombre del teatro y del movimiento romántico. Fundador de la revista “El Artista”, investigador del teatro y de la representación e incluso poeta, diciendo de él Valera que “sus versos son elegantes, discretos e inspirados” y como ejemplo estos: “Cuando de la eterna noche en la inmensidad perdido pase el viento del olvido por mi esperanza y mi amor, sólo te pido, pues fuiste luz de mi vida, mi gloria, un suspiro a mi memoria y a mi sepulcro, una flor” 161
Francisco Asenjo Barbieri, iba para médico o ingeniero, pero quedó huérfano de padre (murió en la guerra carlista) y desamparado de madre (que casó en segundas nupcias y dejó Madrid) las “pasó canutas” haciendo todo tipo de oficios (casi siempre relacionados con su pasión: la música) Se sintió inmensamente feliz cuando consiguió un puesto en una banda de la Milicia con tres reales diarios de paga. Como era constante, trabajador y con una vocación decidida, terminó por abrirse paso y componer obras tan estupendas como “Pan y toros”, “El barberillo de Lavapiés” y tantas más.
De origen humilde, Alberto Lista y Aragón, jamás se firmo con su primer apellido que era Rodríguez. Pasó del modestísimo telar de su padre a la cátedra de matemáticas que sostenía en Sevilla la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Como profesor de letras fueron alumnos suyos entre otros muchos, Espronceda, Ventura de la Vega y Gustavo Adolfo Bécquer. Era clérigo, pero a su vez (según Menéndez y Pelayo) masón de una logia del rito escocés que precisamente tenía su sede en el antiguo edificio de la Inquisición, lo que hizo expresarse así: Ese lumbroso Oriente, ese divino Cantad el himno de amistad, que raudal inextinguible presto de saber, de bondad y de clemencia lo cantara gozoso y reverente fue trono de feroces magistrados… el tártaro inhumano Hijos gloriosos de la paz, el día y el isleño del último océano. del bien ha amanecido: Más me gusta otras de sus poesías como la que escribe a Elisa: En vano, Elisa, descubrir intento el dulce efecto que tu nombre inspira; y aunque Apolo me dé su acorde lira lo que pienso diré, no lo que siento. Puede pintarse el invisible viento, la veloz llama que ante el trueno gira, del cielo el esplendor, del mar la ira; Más no alcanza el amor, pincel ni acento. De la amistad la plácida sonrisa, y el puro fuego, que en las almas prende, no al labio ni a la cítara confío. Mas podrá conocerlo, bella Elisa, si ese tu bello corazón entiende la muda voz que te dirige el mío. 162
Fue D. José de Salamanca y Mayol, banquero, abogado, político y sobre todo intuitivo y valiente hombre de empresa y negocios. Un diplomático de sus tiempos le definió como “atrevido, enérgico, denodado para arrostrar cuantos obstáculos pueda encontrarse en su camino, millonario unas veces y acosado por las deudas otras; hombre de negocios y hombre de mundo, regio en sus gustos y acciones, sin escrúpulos según sus enemigos, pero generoso según todos; viviendo a lo príncipe unas veces, y escondido otras en un pajar para salvar su vida. De talento grandísimo e inagotables recursos. Alto, distinguido, siempre bien vestido, peinado con desaliño (ved en mi dibujo su impecable aspecto cuando aún era joven). Siempre fue su mirada penetrante y su sonrisa casi infantil”. Este malagueño tuvo durante cinco años la renta estancada de la sal (esto es, el monopolio estatal) que le proporcionó pingüe beneficio que reinvirtió en diversos negocios, como la construcción de ferrocarriles y en el barrio que lleva su nombre y que terminó por arruinarle de una manera definitiva, cosa comprensible en un hombre que fue capaz de construir los últimos cien metros de los carriles de la línea Madrid Aranjuez de plata maciza para el día de la inauguración por la reina Isabel II. A chulo no había quien le ganara aunque estoy seguro que al día siguiente, lo más tardar, se pondrían definitivamente de hierro. Conociendo su figura y su obra, lamentamos que en España faltasen “Salamancas”.
El barrio de Salamanca años después de ser iniciado, ya incluso con tranvías en algunas de sus calles.
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Joaquín Romualdo Gaztambide y Garbayo fue un inspirado compositor musical, pero quizá sobre todo un director y organizador que paseó sus éxitos por diversas partes del mundo, desde Cuba y Méjico a París. Colaboró (o ellos lo hicieron con él) con los más famosos músicos de la época como Incenga, Oudrid o Barbieri.
Una escena de “Tío Caniyitas”
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Ventura de la Vega nació en Buenos Aires pero llegó niño a Madrid para ingresar en el colegio de los jesuitas, donde fue discípulo de Alberto Lista y Gómez Hermosilla. Perseguido injustamente, como tantos, en la época más dura del reinado de Fernando VII, estuvo en la cárcel unos meses pero sin embargo llegó a ser auxiliar del ministerio de la Gobernación poco tiempo después. Prolífico, cultivó desde la traducción de los clásicos ( su traducción de la Eneida fue considerada por Menéndez y Pelayo la mejor que jamás se hizo en idioma alguno) traducciones del francés y obras teatrales consideras perfectas (“El hombre de mundo”) siempre muy estudiadas y elegantemente escritas. Excepcionalmente pudo vivir de su pluma sin que influyese en ello el haber sido profesor de literatura de la propia reina, que si no aprendió no fue por falta de buenos maestros. Murió en loor de multitudes.
Entierro de Ventura de La Vega frente al teatro Príncipe
Los padres de D. Manuel Tamayo y Baus, distinguidos comediantes, le estrenaron en Granada su “Genoveva de Brabante” cuando sólo tenía once años, tal fue su precocidad. Toda su obra se caracteriza por un conocimientos profundo de la escena y un análisis profundo de los caracteres de los personajes. Su estilo pueda parecer hoy trasnochado, pero su calidad literaria es siempre inmortal. 165
Don Manuel Pando Fernández de Pinedo Macea y Dávila, conde de Villapadierna y marqués de Miraflores era un diplomático que intervino activamente en política y dejó escrito con pelos y señales (y muy documentadamente) cuantos acontecimientos protagonizó, que fueron muchos. Perteneció al partido moderado pero decían de él que “era tan liberal como podía serlo un absolutista y tan absolutista como podía serlo un liberal; seguramente de los absolutistas más liberales y de los liberales más absolutistas”. De joven se alistó a la Milicia Nacional y según sus críticos lo hizo “no para contener el torrente sino para dirigirlo”. Siempre tuvo fama de honrado incluso apara sus enemigos políticos D. Leopoldo Augusto del Cueto, marqués de Bedmar (o Vedmar, que de ambas formas lo he visto escrito), descendiente de D. Alfonso de la Cueva, tuvo destacado protagonismo en los gobiernos de Isabel II. Hábil diplomático, se distinguió de una manera especial por sus logros en las embajadas de Lisboa (en época muy conflictiva) y en Washintong, precisamente cuando era presidente Mr. Pierce Soulé con unas tirantísimas relaciones. Era cartagenero. He aquí un hombre polifacético: político, dramaturgo, ingeniero de caminos, inventor y Premio Nóbel de Literatura (que compartió con Federico Mistral). La más sonora metedura de pata de D. José de Echegaray fue cuando, siendo diputado constituyente, y habiéndose descubierto en unas excavaciones lo que se dijo era el “quemadero de la Inquisición” un hierro y un manojo de pelos, construyó un espectacular discurso que le valió la cartera de Fomento. Más tarde se descubrió que el hierro era un trozo de herradura y el cabello, pelo de una “maritornes de Chamberí”… pero su carrera política era ya imparable como la profesional y literaria. En un banquete que le ofrecieron en Granada le pusieron la cuchara y el tenedor en forma de cruz, convencidos que al verlo se le erizarían los cabellos (aunque ya estaba bastante calvo) como si fuese el mismísimo Mefistófeles. Fue Diputado por Murcia, plaza que parece que fue muy apetecida, quizá por sencilla de obtener pues la ocuparon Espartero, Posada Herrera, Cánovas del Castillo, el marqués de Molins, Ros de Olano, Álvarez de Mendizábal y muchos más que nada tenían que ver con esa tierra. 166
Decorados de la ĂŠpoca
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Comenzaba el cortejo una plĂŠyade de harapientos con hachones encendidos.
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Nada más separarnos, tanto D. Álvaro como D. Felipe comenzaron a “largar” sobre D. Ramón. - ¡Qué pedante! Seguramente debe creerse que estaba en las Cortes. Estos padres de la patria debían llamarse hijos de la patria que de ella viven y comen. Como poeta pronto se le olvidará pero ¿qué decir de él como político?. Desde luego, después de una sesión como ésta me dan ganas de repetir como el poeta: Hay días en que siento pesar sobre mi espíritu afligido toda la decadencia de mi raza y toda la tristeza de mi siglo. -Desde luego confunde ver una persona que es a la vez enemiga del sufragio universal y de la censura. ¿Quién es capaz de salir de este verdadero laberinto de Creta? Estos tribunos son sonámbulos políticos soñando siempre con cosas que no existen.
-Debe estar convencido que es el único que conoce la literatura española...aunque la deja reducida a sus amigos ¿ se puede hablar de teatro en España sin citar a Moratín?- dijo Don Alvaro siempre tan afecto a lo que oliera, aunque de lejos, a Moliére-. Se olvida de Pedro Antonio de Alarcón, Mesonero Romanos o el que durante tantos años ha sido secretario perpetuo de la Real Academia de la Lengua D. Nicasio Gallego1
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Sanz del Río
Gustavo Adolfo Becquer
- Y de D. Juan Valera, el diplomático cordobés y extraordinario novelista, el cultísimo autor de “Juanita la Larga” o “Pepita Jiménez” o D. Julián Sanz del Río, que seguro que no gusta a D. Ramón por el krausismo que importó de Alemania2, pero de ideas tan claras en lo que se refiere a la docencia que tendrá, con toda seguridad, gran influencia en el futuro. Ahora hay un jovencito sevillano que está de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, que dará mucho que hablar en la poesía española; se 1 A D. Nicasio Gallego sacerdote, patriota y liberal se le acusaba de una poesía excesivamente “mundana”; véase este ejemplo Cruzaba el hijo de la cipria diosa solo y sin venda la floresta umbría cuando, al pie de un rosal, vio que dormía al blando son del mar, mi Lesbia hermosa; y al ver pasmado que su faz graciosa los reflejos del alba repetía, tanto se deslumbró, que no sabía si aquella era mejilla o era rosa. Alargó el dedo el niño entre las flores Y en ambos lados le aplicó a la bella formando dos hoyuelos seductores. ¡Ay que al verla reír, la dulce huella del dedo del amor, mata de amores! ¡Feliz el que su boca estampe en ella! 2 El krausismo es palabra inventada por D. Julián Sanz del Río y con ella define una teoría filosófica que aúna las de Krause, Hegel y Fichte. Esta filosofía es la base de la Educación de la “Institución libre de enseñanza” y su sistema pedagógico que adoctrinó a tres generaciones de estudiantes. Estas teorías que se desentendieron absolutamente de las filosofías católicas y aún cristianas, chocaron frontalmente con la Iglesia y fueron el vivero de políticos que llevaron a España a la segunda república.
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llama Gustavo Adolfo Domínguez3... - D. Antonio Canovas del Castillo que ha escrito “La Patria” y “La campana de Huesca” no quiere ni acordarse porque es un liberal que redactó el manifiesto de la “Vicalvarada”. Y si no ha citado a algunos de los suyos, ¿como se iba a acordar de Joaquín María López?. También se habla muy bien de un joven ingeniero profesor de la Escuela de Caminos que creo que se apellida Echegaray, y del que ni se ha acordado4. Se quitaban la palabra el militar y D. Álvaro como si tuviesen prisa en hacer conocer sus verdaderas ideas y que ninguno pudiésemos con- Don Antonio Cánovas del Castillo fundirlas con las de nuestro anfitrión. Don Emiliano mientras tanto asentía con una sonrisa cómplice. Yo estaba perplejo. - No puede hablar de literatura,-dijo D. Álvaro-, quien no conozca a Schiller, Chateaubriand, Alejandro Dumas, Victor Hugo, Manzoni, Charles Baudelaire o Walter Scott... ¡ah y a un chico joven que va a dar mucho que hablar: Emile Zola!
- Sólo ha hablado de los políticos de su cuerda, porque ¿qué debemos a políticos tan inútiles como al insulso Posada Herrera, al iluminado Mon o al tramontano Pacheco? - ¡No! De política mejor no hablar. Qué a estas alturas tengamos que admitir como triunfos las aventuras del Señor Salamanca y su socio el Duque de Riánsares, que aunque no se mete en política bien que se aprovecha de ella… Yo miré a D. Emiliano esperando alguna reacción, pero se mostró imperturbable, tanto que no llegué a distinguir si en esto estaba o no de acuerdo. - ¡De las mujeres ni se ha acordado! la cubana Avellaneda, que está en España casi veinte años y comparte colaboración en algunos diarios5, la extremeña 3 A Gustavo Adolfo Domínguez le conocemos por uno de sus posteriores apellidos: Bécquer. Este sevillano estuvo colocado como escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales pero cogido “in fraganti” escribiendo versos, le pusieron en la calle. Inspirado poeta ya muy joven estaba afectado por la tisis; tampoco le fue bien su matrimonio así que no nos puede extrañar la melancolía del “arpa dormida” o la angustia por las golondrinas “que no volverán”. Fue la fuente de inspiración de todos los jóvenes enamorados de mi niñez. Escribió magnífica prosa e incluso ensayo, como un estudio de la historia de los templos de España. 4 Tal como hicieron no pocos políticos de la época, le dio a la pluma escribiendo algunas obras entre las que sobresalen los dramas históricos “Los Infantes de Lara” y “Bernardo de Carpio” (Se trataba en efecto de D. José Echegaray Eizaguirre).
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Museo del Prado
Museo del Hermitage
Carolina Coronado6, Rosalía de Castro, esa galleguiña dulce y lírica y la más interesante a mi entender, Doña Cecilia Böhl de Faber7.¿Qué sensibilidad cabe esperar de quien define la poesía tal, “que su contenido no se pueda decir en prosa con más naturalidad ni con menos palabras”? Curiosa teoría que reduce a la llaneza y la economía de palabras, todo el concepto poético. Todavía no se ha enterado de la diferencia de un verdadero poeta y un versista que se dedica meramente a exponer pensamientos comunes ensartando palabras más o menos ajustadas a medida. - Y que me dice del valor artístico que da a todos esos pintores de los que poca representación se verá en los grandes museos mundiales Louvre8, Hermitage o esa importante galería que acaban de inaugurar en Moscú9... que para ver buena pintura, no hay más remedio que salir de España.
Me pareció que despreciaban demasiado lo propio y no pude evitar decirle:
- Siento contradecirle D. Alvaro, ya que el museo de El Prado es uno de los mejores del mundo. - Es posible ciertamente que llegue a serlo pero hoy por hoy, sólo tienen el valor universal los pintores italianos y flamencos que en él están presentes. 5 Era Cuba por entonces una provincia más de España, aunque fuese de las llamadas de “ultramar”. De allí era Doña Gertrudis Gómez de Avellaneda, que permaneció efectivamente en la península desde 1840 a 1859, año de su boda. Aunque poetisa, escribió novela y dramas históricos. Fue coronada en La Habana, tal como aquí se coronó a Quintana. Fundó la revista “Album cubano”. 6
Siendo aún niña Carolina Coronado, mereció un poema laudatorio de Espronceda.
7 Como prudente medida en un mundo tan “machista”, Cecilia Böhl de Faber se hizo llamar “Fernán Caballero”. Era hija de un cónsul alemán que fue un destacado hispanista. Escribió obras costumbristas tan conocidas como “Clemencia”, “La familia Alvareda” o “La gaviota”. 8 Pocos meses antes de esta conversación se había inaugurado una importante remodelación del Louvre que había dirigido Visconti y Lefuel, con un coste de 36 millones de francos. 9 Se refiere D. Álvaro a la galería Tetriakov, a la que se accede a través de un bosque artificial de imponentes bambús.
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Estuve a punto de decirle que si no consideraba buenos pintores a Zurbarán, El Greco, Goya, Murillo, Velázquez y otros muchos que yo había contemplado con admiración en ese museo. Pero como no sabía cuando habían entrado esas obras en sus salas, guardé silencio pensando, que el desprecio de lo propio ha sido siempre muy español. - De sus conocimientos de música más vale no hablar, pues aunque usted, Don Emiliano no coincida con nosotros si hubiese podido estar en la Scala de Milán viendo el estreno de “La Traviata” en 1853, como a mí me cupo el placer y el honor, no se atrevería a comparar ópera y zarzuela.
- Yo en realidad lo que no quería era enojar a los entusiastas de la zarzuela.
Joaquín Mª López en la época que era un joven de prometedora carrera política
- Ya le entiendo Sr. Conde porque ¿quién se atreve a discutirlo con estos estúpidos ignorantes que no han pasado de Aranjuez? - Razón tiene usted, pero no se referirá a D. Ramón de Campoamor que ha llegado de Asturias a Alicante, D. Felipe,-dijo D. Emiliano Conde queriéndose congratular con ellos con una bromita-. Yo quedé sorprendido que en tan pocos minutos pudiesen pasar del elogio o la complacencia a tan feroz crítica, porque según pasaban los minutos se encendían más y más, sin que notara el menor rechazo a la magnífica comida que les había pagado D. Ramón. Siempre se dijo, a estómago lleno, mente agradecida... o algo por el estilo, aunque no en este caso fuese mente olvidadiza. - ¿Qué decir del “Oberón” de Weber, “El barbero de Sevilla” o cualquiera de las muchísimas óperas de Rossini?
- ¡Qué difícil si quieres escoger una sola ópera de cada autor de los muchísimos que han triunfado y están triunfando en Europa! - De Bellini, “Norma”, pero de Verdi, que cada año estrena una o dos, ¿Con cual te quedas?
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- Pues “Il Trovatore” y “Rigoletto” para acompañar a la antes dicha “La Traviata”. Estuve a punto de recomendarles “Aida”, pero no tenía seguridad de la fecha de su estreno con lo que me conformé con darles la razón. - Y “Lucia di Lammermour” de Donizetti y sin olvidar a Schubert, Mendelssohn, Berlioz, Offembach... - Y Beethoven y Wagner, -dije yo que quería tomar parte activa en el repaso, a pesar de que el dolor de cabeza me seguía molestando y había empeorado al recibir el helado vientecillo de la calle...-
- ¡Por supuesto! Y no me negará que le hemos dejado los mejores platos.
Don Emiliano tuvo que reconocer que las óperas estaban tan por encima de las zarzuelas que por eso los “zarzuelistas” no alcanzaban a ver su categoría. - Y si lo quería era ignorar a los músicos extranjeros ha perdido la oportunidad de elogiar al mejor de los españoles: Manuel García. Fue un tenor excepcional pero como autor siempre se le recordará por sus óperas “Don Chisciotte” o “Il califfo di Bagdad”. Murió hace unos veinte años, demasiado joven… aunque seguro que ni han oído hablar de él quienes a penas se ha separado dos leguas de la Puerta del Sol -dijo refiriéndose sin duda D. Salustiano-.
- ¿Y qué me dicen de sus teorías políticas? Sólo la educación ha impedido que la discusión llegase a mayores. Se explayó contando las actuaciones de los únicos políticos conscientes que en este momento hay en las Cortes: el médico, abogado, periodista y ahora diputado Nicolás María Rivero y el valenciano Aparisi. Gracias a ellos conocemos los exorbitantes aumentos de las dotaciones de la familia real. - ¿Es de recibo que para la Excelentísima Duquesa de Riánsares (la primera fortuna de Europa) se asignen tres millones de reales? Es demasiado para las exiguas arcas del estado y un insulto para una señora cuyo patrimonio supera los trescientos millones.
- No es de extrañar en un gobierno que presenta primero la relación de gastos y compromisos y después los ingresos- dijo D. Felipe, el joven oficial- A todos estos políticos les importa un ardite en que se gastan los fondos nacionales, que esto no lo arregla ni un Cavour10. En vez de financiar zánganos, ¿no estaría mejor construir la armada que el segundo país colonial del mundo exige?
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Hice un rápido recuento mental y no me salía que a esas alturas fuésemos esa segunda potencia que decía, después de haber perdido de Méjico al Cabo de Hornos. Con la conversación habíamos ya cruzado la Puerta del Sol y enfilado la calle de la Montera, cuando nos encontramos con un gran gentío que la ocupaba en su totalidad. Era, seguramente, el entierro del que nos habló D. Faustino Inguanzo y el mismo Llardy.
- Son los pobres de San Bernardino,-me dijo el Sr. Conde-.
Le seguía un elegante carro fúnebre envuelto en crespones negros y tirado por tres pares de bestias que parecía difícil distinguir si eran mulos o caballos pero con jaeces que el tiempo no había podido hacer perder su lujo. Detrás, numeroso clero con sus amplias capas, también negras, entre los que, aunque con dificultad, pude distinguir al cura de San Luis, que también nos vio y nos saludó al pasar, con una leve inclinación de cabeza. Los parientes e invitados iban todos elegantemente vestidos y hablaban entre sí en voz baja, sólo Dios sabe de qué, mientras lanzaban bocanadas de vapor por el intenso frío. Quizá el tono fuese por no incomodar al muerto, pero producía un ronroneo profundo y continuado, como si se tratase de un miserere para difuntos. ¡Qué natural! La marcha la cerraban un gran número de coches vacíos, varios de ellos blasonados, conducidos por lacayos de librea, con hachas apagadas en sus manos enguantadas de blanco. - En el cementerio hablarán, como se ha impuesto en los grandes entierros desde el de Larra, cuando se inició la carrera literaria de Zorrilla,-dijo D. Felipe-
- Sí. ¡Qué diferentes los entierros desde ese día! ¡Qué hermosos los del pobre Espronceda, que murió de garrotillo11 o Argüelles! Dígase lo que se diga ¡Que bonito es un entierro! Gracias a que se sacaron de las iglesias los enterramientos como mandó Carlos III y decidió ejecutar nuestro buen rey José I,-dijo Don Álvaro, resaltando la última frase-. Aunque me encontraba cansado me atreví a preguntar: - ¿Pepe Botella, buen rey? - Por supuesto y demasiado sabe usted que no bebía más que usted o yo. Mire a su alrededor y juzgue usted mismo12. Extranjero sí, pero rey nada malo y si no, ahí está la Plaza de Oriente y otras muchas mejoras a pesar de reinar en un país que le 10 El Conde de Cavour con la ayuda decidida de la masonería, contribuyó eficazmente en la reunificación de Italia y en la modernización de sus estructuras. 11 La difteria era “el garrotillo” por el que hasta la primera mitad del s. XX morían muchos niños. Ya entonces era una enfermedad rara en los adultos. Hoy la vacuna la ha hecho desaparecer.
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fue casi totalmente hostil13, en guerra y circunstancias muy adversas14.
-A usted le gusta porque era Gran Oriente.
-No me tire de la lengua D. Emiliano, y por cierto que me han dicho, que está usted rondando a una hermosísima señora de la que está muy enamorado. El aludido se puso más rojo que una amapola y me miró de soslayo. Me pareció que esperaba mi reacción, pero a mi ni me iba ni me venía el asunto. ¡Allá él! Al fin, después de un momento de silencio, dijo una de esas cosas que me parecían no venir a cuento.
- No le atosigo, que matrimonio y señorío no quieren furia ni brío.
... Y se quedó tan tranquilo.
Volvió a hablarse del hermoso entierro, apostillando su opinión.
Por mi parte, con independencia de su criterio sobre la belleza de los entierros, en frase que me sonaba bastante, pensaba que fuese responsabilidad de Carlos III, José Bonaparte o la voluntad de poetas y políticos, es el caso que, se consiguió una vistosidad espectacular ya desaparecida en mis tiempos. Ahora se les incinera, se tiran las cenizas al mar, que dentro de poco ni se va a poder desalinizar y en tres generaciones ¿Quién se acuerda de ellos?, a menos que se les haya erigido una estatua en alguna plaza de su pueblo, que no destruyan los políticos de signo contrario. Por muy famosos que fuesen en sus tiempos, pocos les recordarán.. sobre todo si 12 La idea de José Bonaparte como la de un rey borracho ha perdurado en la memoria de los españoles. Parece que no es verdad, pero en aquellos tiempos propalaban cuentos y letrillas como esta: - “Pepe Botella, baja al despacho. - No puedo ahora, que estoy borracho”. Los madrileños le llamaban “El rey plazuelas” por las que consiguió derribando iglesias y conventos. Su gran proyecto urbanístico era la construcción de un gran boulevard que partiendo de la Plaza de Oriente llegase a la Puerta de Alcalá. 13 Tenía D. Dámaso de la Torre, corregidor de Madrid por el gobierno afrancesado, un hijo, que tenía por entonces siete u ocho años. Se presentó ante el rey José vestido con el uniforme de la guardia real. Complacido el monarca, acariciándole, le preguntó en su español italianizado: - “Oh bello bambino, ¿para qué es cuesto sable? a lo que el niño contestó con desparpajo - ¡Para matar franceses! Eso no impidió que fuese el único que protestó ante Napoleón por la desproporcionada reacción de sus tropas que fusilaban, sin juicio previo, a cuantos encontraban con una navaja o unas simples tijeras encima. La nobleza, el Santo Oficio y los afrancesados mientras tanto, callaban. 14 El primer año de su reinado los muertos que Madrid pudo contar eran muchos miles, entre diversas epidemias, hambre y heridas.
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deja de estudiarse Historia. Cuando el tumulto hubo pasado, mis compañeros se disponían a retirarse pero yo tenía interés de saber qué pensaban los madrileños de ellos mismos y a quiénes suponían con más méritos.
Así me atreví a preguntarles:
- Si tuviesen que colocar una estatua de un madrileño insigne ¿a quien elegirían?
Se miraron pero el teniente se adelantó a contestarme:
- En primer lugar a Felipe II que instituyó a Madrid capital del imperio, dejando a la espectacular Toledo, para situar su trono en un villorrio entre lomas15. Y si me permite alguno más, añadiré al marqués viudo de Pontejos a quien se debe la evolución definitiva de pueblo a capital.
- ¿ Y al marqués de Salamanca ?, -dijo D. Emiliano-.
- D. José nos ha hecho una pregunta seria, no nos ha gastado una broma, contestó el señor Eydoux. Se deshicieron en elogios de algunos otros personajes y yo les di mis más expresivas gracias al despedirme, pensando que no se atrevían a elegir personajes excesivamente contemporáneos, pues no tenían mi perspectiva del tiempo. ¿Cómo 15 Los viajeros o los que venían a vender sus productos desde el sur de España, en la época de los Austria se encontraban a la vista de Madrid con un paisaje casi desolador. Llegaban de Andalucía, la Mancha, Murcia, Valencia o Extremadura y veían a la capital del Imperio en el que no se ponía el sol, con un palacio, las cúpulas de unas pocas iglesias y una infinidad de casuchas a punto de caerse. Se dirigían a la Puerta de Toledo, desde donde se hacía la distribución de sus mercancías ya fuesen aceites andaluces, frutas de levante, vinos de la Mancha o productos manufacturados. Allí podían verse con sus trajes regionales y sus hablas peculiares, que a voces contaban las peripecias de sus peligrosos viajes u ofrecían los artículos que con tanto esfuerzo y no poco riesgo habían traído de sus lugares de origen. Al final del s. XVIII, pocos llegaban a la Puerta del Sol, que era sólo un moderado ensanche de la línea de calle que formaban la de Arenal y la de Alcalá. En aquella plaza estaban el casón de Correos, a la entrada de la c. Mayor, San Felipe el Real... y frente a bifurcación de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo, o sea, frente a la Iglesia del Buen Suceso, la archifamosa fuente de la Mariblanca, alguna vez transformada y finalmente sustituida por una gran farola. En 1850, la Puerta del Sol, para trazar la nueva curva de fachadas se había deshecho de las míseras casuchas de dos o tres pisos y fachadas de menos de diez metros, sustituyéndolas por los edificios que restaurados pueden verse alrededor del kilómetro 0, frente al edificio que fue de Correos, después Ministerio de la Gobernación y ahora sede del Gobierno Regional que hoy preside Doña Esperanza Aguirre. Además “se quedó” con parte del solar de la iglesia del Buen Suceso (el presbiterio). La transformación urbanística de Madrid comenzó de una manera decidida durante la alcandía del Sr. marqués viudo de Pontejos y ha continuado ininterrumpidamente hasta el día de hoy.
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explicárselo? de:
Al fin nos despedimos y por todo adiós el militar le dijo a D. Emiliano Con-
- Ya que no me va a permitir que diga ¡Viva la República!, permítame al menos que diga ¡Viva la Constitución!
El aludido sonrió, pero ni aceptó ni rechazó.
Nos separamos.
Quedé un rato indeciso sobre el camino a tomar, ¿ir a mi “nueva casa”?, ¿seguir paseando? Al fin decidí volver al café a poner en claro, si fuese posible, mis ideas. Una castañera desafiaba el intenso frío y ofrecía su mercancía a los escasos transeúntes que en ese momento andaban por la calle. Levanté la mirada y contemplé la calle de la “Montera” en toda su longitud16. En mi paseo mañanero, que ya me parecía tan lejano como nebuloso, no la había visto en perspectiva, entretenido como estaba en el detalle de comercios y escaparates. Ahora la veía ensanchándose hacia el fondo, hasta un edificio17 que la taponaba, dejando dos estrechas calles a cada lado18. Recortándose en ese fondo se podía ver la fuente que rodeé por la mañana19. Dejé a la derecha la calle que llamaban “Angosta de San Bernardo” y yo conocía como “Aduana” y entré de nuevo en el café renunciando a hacerlo “en mi casa” ya que después de todo “mi mujer” no habría vuelto de la finca. Volví a ser saludado cariñosamente mientras todos se interesaban por el estado de mi salud. El café estaba bastante animado.
16 La longitud de la calle de la Montera era de 333 m. y su anchura en la parte baja de 19 m. 17 Tenía aquella casa del final de la calle de la Montera tres fachadas y poco fondo por lo que se decía por entonces, “casa de Ansorena (el joyero que era su morador y constructor) mucha fachada y poca vivienda” 18 Las calles Fuencarral y Hortaleza no tenían más de 12 m. de ancho. 19 La fuente de la calle de la Montera se construyó para celebrar el nacimiento de Isabel, inaugurándose cuando la princesa tenía 2 años. Constaba de 3 gradas sobre zócalo y en el centro una columna que sostenía un tazón con una caracola enmedio. Sobre las gradas 4 niños sobre delfines que arrojaban agua que corría en cascada. Dos ranas y dos galápagos en bronce (por primera vez en fuentes de Madrid) vierten agua potable. El resto era de granito y piedra caliza de Colmenar.
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Yo me quejé del frío y del incómodo vientecillo.
- No es demasiado, ¡No llegará al de hace dos siglos!20. Lo he leído hace unos días en un comentario de un periódico,-dijo Manolo-. Me senté en una mesa y miré a mi alrededor. Varias estaban ocupadas y en la calle era ya casi noche cerrada. Un sereno de largo gabán oscuro, una bufanda larguísima que casi llegaba al suelo y una gorra negra, tintineando las numerosas y grandes llaves que colgaba de unos grandes aros de hierro mientras iba encendiendo los faroles21. Al trasluz de su luz se veían los primeros copos de un apreciable nevada. Como el viento parecía haber cesado y los copos eran bastante grandes caían casi verticales pero con una lentitud casi desesperante. Hacía tiempo que no había visto nevar así.
INTENTANDO CAMBIAR LA HISTORIA
20 El día 28 de junio de 1637, a las siete de la tarde se levantó el más fuerte y destructor huracán que se conoce históricamente en Madrid. Duró tres cuartos de hora, era imposible circular por las calles y la mayoría de los coches que había en ella quedaron destruidos al chocar entre sí o contra los edificios. Estos acontecimientos, las sequías o las grandes inundaciones se han seguido en España y en todo el mundo, sin necesidad de explicaciones como la pérdida de la capa de ozono. Quizá la imprevisible actividad solar se baste, sin esperar la influencia del hombre. 21 El alumbrado por gas, con llaves fijas y mecheros de 100, 140 y 200 litros, empezó ensayándose en la Puerta del Sol, Alcalá, Montera, Carmen, Carretas, Arenal, Mayor y Carrera de San Jerónimo en 1832. Se abandonó su uso durante un breve espacio de tiempo y finalmente en 1847 su uso se generalizó. Su calidad era bastante mala. La fábrica estaba entre el Paseo de los Olmos y el de las Acacias. No puede decirse que no le dieran a su ubicación un claro sentido ecologista.
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Estatuto de Bayona que otorga Napoleón (y que no llegó a tener vigencia) y Constitución de Cádiz de 1812 (la Pepa) de la que, con todas sus deficiencias, arranca la modernidad constitucional española.
Constituciones de 1837 con Isabel menor de edad y María Cristina Reina Regente, la de 1845 que hicieron los moderados.
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La niña Tula (Doña Gertrudis Gómez de Avellaneda) era una poeta que levantaba pasiones. Enamorada ardientemente de Ignacio Cepeda y posteriormente de García Tassara del que tiene una hija, vive con intensidad, volcándose en la poesía que publica en infinidad de periódicos, aunque a veces sólo una vez por cabecera. Casó dos veces y murió en Sevilla. Escribió 19 obras de teatro y nueve novelas, entre ellas la conocidísima “Sab”. Fue defensora firme del protagonismo de la mujer en el devenir de la historia.
Joaquín Vizcaíno casó con María de Pontejos y Sandoval, marquesa de Pontejos que quedó inmortalizada por el pincel de Goya y de la que enviudó pronto. Era coruñés e ingresado en la Real Sociedad Económica Matritense (de la que llegó a ser Director) desde ella impulsó sus instituciones benéficas y fundó el Asilo de San Bernardino en el que se llegaron a albergar 1.200 pobres. Pero sobre todo creó el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid, lo que de por sí ya le hace digno de recuerdo. Cuando fue alcalde siguió con logros importantes como rotular y empedrar sus calles, llenarlas de árboles, aumentar el caudal de agua para abastecimiento, reformar el servicio de incendios o construir el paseo de la Castellana. Todo un alcalde.
Cuando D. José Posada Herrera llegó a Madrid desde Asturias con su carrera de derecho terminada aunque con pocos “posibles” por lo que tuvo que ponerse en manos de sus paisanos para que le ayudaran a abrirse paso. Como eran casi todos progresistas, a ese partido se afilió. Algún tiempo después se hizo conservador haciendo carrera política como tal, aunque decían que parecía progresista cuando estaba en bando moderado y moderado cuando militaba en el progresista. Su primera gran intervención fue su discurso contra Olózaga cuando el famoso caso de la firma forzada. Ocupó diversos ministerios siendo finalmente Presidente del Consejo. De este político se dijo, no sé si con razón que “aunque el caciquismo tiene en España un origen cuasi prehistórico, puede decirse que su nacimiento, desde el punto de vista electoral, tiene su origen en Posada”. ¡Menudas credenciales! 181
Su rostro sereno inmortalizado por Madrazo nos muestra su especial belleza. Casó con un diplomático norteamericano viajando por todo el mundo. Dicen los críticos que usa recursos de la poesía mística para expresar su sensualidad. He aquí un soneto suyo: “La rosa blanca” “¿Cuál de las hijas del verano ardiente cándida rosa, iguala tu hermosura, la suavísima tez y la frescura que brotan de tu faz resplandeciente? La sonrosada luz de alba naciente No muestra al desplegarse más dulzura, Ni el ala de los cisnes, la blancura Que el peregrino cerco de tu fuente. Así, gloria del huerto, en el pomposo Ramo descuellas desde verde asiento; Cuando llevado sobre el manso viento A tu argentino cáliz oloroso Roba su aroma insecto licencioso Y el puro esmalte empaña con su aliento”
Carolina Coronado
José Bonaparte, que pudo ser un buen rey, pues tenía cierta preparación – había estudiado derecho- y experiencia -había ejercido algunas importantes misiones diplomáticas e incluso había sido rey de las Dos Sicilias- fue un hombre con mala suerte. El ser hermano mayor de Napoleón le habría puertas pero también le suponía antipatías y odio. En España lo intentó todo sin éxito: algunas leyes interesantes, decisiones urbanísticas avanzadas e incluso dio fiestas que se atrajesen a los españoles. Todo fue inútil, la gente prefería al rey Felón. Exiliado en Estados Unidos amasó una gran fortuna y tuvo diversas amantes, entre ellas Annette Savage descendiente de la Princesa Pocahontas.
Mariano Roca de Togores y Carrasco, marqués de Molins “tenía buena voz, buena estaura, buenos cabellos y barba (que eran negros) buenos ojos y buena dentadura” ¿ Que más se podía pedir?. Cuando iba a hablar en las Cortes estrenaba espectaculares corbatas que delataban su propósito. Estuvo a punto de ser cura (ya adulto). Los progresistas decían de él que “era de los que ponen la nariz al viento para participar del perfume que ellos mismos creen exhalar”.
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Claudio Moyano y Samaniego, castellano viejo, de tan formal presencia y penetrante mirada que, según contaban, se le utilizaba para amedrentar al jovencito Príncipe de Asturias (futuro Alfonso XII) amenazándole en sus naturales rabietas de niño con: “ ¡Que vine Moyano!” Tantas veces le nombró ministro Narváez, que cada vez que este tomaba las riendas del gobierno, se decía que “ya estará Moyano poniéndose el uniforme de ministro”. Como tal y moderado, le cabe la honra de haber conseguido aprobar la ley de instrucción pública que se conoce por su nombre y que venía a completar la del Duque de Rivas y la de Pidal.
De Don Juan Bravo Murillo, decían sus enemigos que era “elegant á gaunes jaunes, vestido de sedan, con chaleco, calzado de charol, que fumaba cigarrillo de papel cuando llegó a Madrid y después chupaba puros de a tercia”. Jurisconsulto eminente, hacendista ententido, avispado reformador, no pudo consumar todos sus ambiciosos proyectos “por haberlo intentado sin usar la fuerza que hubiese sido precisa”. Su ambición de orden, moralidad y mejoras adminitrativas y económicas (“legalidad y economías” era su bandera) se diluyeron en una sociedad abúlica y sometida a corrientes irreconciliables. Moderado convencido, nadie puso jamás en duda su honradez, ¡ que no es poco!.
A Carlos Marfori y Calleja, isabelino hasta el tuétano, se le acusa de la caida de Isabel por la trivialidad con la que desempeñó el cargo de responsable de la intedencia de palacio, con la pérdia de popularidad que su actitud supuso para el trono. Su engominado bigote estuvo presente en innumerables decisiones reales desde que Narváez, que era su tío, le introdujo en política. Siguió a la reina en su destierro no volviendo a España hasta después de la Restauración.
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¿Qué hacer? Desde hacía un rato andaba por mi dolorida cabeza la idea de utilizar mis conocimientos de historia para intentar cambiarla. ¿Qué sucedería si yo advirtiese a la reina de la traición de que sería objeto por parte del Duque de la Torre? ¡Aquel general guapito al que dio su dote para que pudiera casarse! O de aquel teniente Dulce, ahora general, que la defendió de las tropas del general Diego de León, en su palacio y que también ha de traicionarla, o del taimado general Izquierdo1... ¿Qué sucedería si convenzo al general Prim para que nunca transite por la calle del Turco?2. Estas y otras consideraciones rondaban por mi mente como ideas lejanas e inconcretas sin encontrar el modo de darles forma. Decidí continuar leyendo los periódicos antes de tomar una determinación. En el que me trajeron, acompañando a un oloroso café, pude comprobar la situación de correos por las notas, anuncios y extractos de decretos que se publicaban. Quedé enterado que sólo desde el 1 de julio de 1857 era obligatorio el franqueo previo de la correspondencia3. Yo, que soy filatélico, creía que desde 1850 era obligatorio. ¡Caramba! ¡Cuánto se aprende dándose una vuelta por los siglos anteriores!
1 Pretendía Izquierdo cuando era oficial un destino que le sacase de sus apuros económicos y la Reina le recomendó varias veces a Narváez, sin que éste atendiese la petición y no una, sino varias veces. Ante la fuerte presión de Isabel, el Duque de Valencia se negó tan en redondo que le llegó a decir que si quería el nombramiento de Izquierdo, que para él era un conspirador, eligiese otro ministro de la Guerra. Dijo la Reina al interesado, que le era imposible atender su petición (sin aclarar el motivo) y al “llorarle” él con su precaria situación, ella le regaló seis mil duros, que para entonces era un “capitalazo”. Pocos años después fue de los que se levantaron al grito de “¡¡Viva la libertad y abajo los Borbones!!” 2 La calle del Turco es la última calle, antes de llegar al Prado y que une la carrera de San Jerónimo con la calle de Alcalá, y donde Prim sufrió el atentado del que falleció. 3 El sello de correos que se adhería a la carta era el comprobante de que el porteo había sido abonado por el remitente. Antes siempre la pagaba el receptor que con frecuencia no la admitía, con el consiguiente quebranto para el servicio. Los primeros 7 años y medio desde su implantación, no era obligatorio el uso del sello.
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También comprobé la preocupación por la falsificación de sellos de correos que proliferaban por toda la geografía nacional, aunque de una manera especial en Sevilla4.¡Con lo orgulloso que estaba yo con mi colección de falsos postales! Vi que estaban poniendo en marcha por toda España unas especiales formas de sellar y fechar la correspondencia, según el invento de don Cosme García. Tenía el fechador dos círculos concéntricos entre los que se podía leer el lugar de origen de la carta y en el centro la fecha. Las distintas administraciones, recibían las escrupulosas instrucciones para la limpieza del artilugio y la utilización de la tinta (“poniendo en el tintero sólo la necesaria para el día y así ni se ensucie ni se reseque”). Eficaz servicio, que en aquella época, se vanagloriaba, con razón, de que jamás una carta se perdía5. Me reafirmé entonces en escribir una carta a la reina, haciéndole las consideraciones, que sobre la marcha se ocurrieran, para que le sirvieran, sino para modificar la historia, al menos, mejorar sus criterios políticos y su conocimiento de la gente que la rodeaba. Y que ella obrara según su criterio. Ya sabía que la historia la hacen los políticos, que además se reservan la potestad de interpretarla siglos después según los criterios del momento.
- ¡Manolo!, llamé al camarero cuyo nombre ya había conocido.
Vino y le dije que quería escribir una carta.
- Le traeré recado de escribir y si lo precisa sello de correos ¿Es para correo interior o para fuera de Madrid? Por si lo precisa le traeré una tarifa postal. Poco rato después tenía sobre la mesa varias cuartillas de buen papel con el membrete de Café San Luis, una bandejita, con apariencia de plata, y en ella un tintero y una pluma metálica pero de forma de ave y un pliego de sellitos en el que se podía leer: CORREO INTERIOR, abajo FRANCO. CUARTO, y en medio un doble círculo laureado y coronado y en su interior un oso y un madroño.
4 El primer sello que se falsificó en el mundo se imprimió en Murcia (Imprenta de Vicente Pastor) con un tosco grabado que se confeccionó en Alicante. En Inglaterra llevaba ya más de 10 años circulando el penique negro, pero no se les ocurrió falsificarlo ¡Que falta de imagimación!. 5 ¡Qué diferencia con nuestros tiempos! Un amigo mío presentó su dimisión como Administrador de Correos, que así se llamaban los jefes de este servicio, por la vergüenza que le producía que por el retraso en la llegada del tren correo de Madrid, le era imposible distribuir en el día la correspondencia. Hoy es el único servicio público que funciona peor que hace un siglo. Pensar cómo han evolucioado los ferrocarriles, los teléfonos, los puertos, la electricidad o las carreteras nos produce casi duda y curiosidad, pero mientras entonces jamás se perdía una carta y todas se repartían en un par de días hasta en los sitios más recónditos, hoy no es extraño que se devuelva una por no haber puesto si era derecha o izquierda con el piso bien indicado... o, en el mejor de los casos, lleguen con mes y medio de retraso.
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- Puede tomar los que le plazca.
Quedé impresionado. Era un bloque de 28 sellos del correo interior de Madrid, que ahora (cuando escribo esto) tendrían un valor muy alto en el mercado. Antes de ponerme a escribir, conseguí convencer a Manolo para que se sentara un momento en mi mesa, pues quería conocer la su opinión sobre algunos asuntos. - ¿Qué piensa usted, y comentan sus clientes, de la obligatoriedad de franquear previamente el correo?
- Poco bueno, don José. ¡Qué se va a pensar! En la mayoría de países no lo es y aquí vamos a ser más papistas que el Papa. Para la empresas una carga y además ¿donde encontrar con seguridad los sellos? Dicen que se venderán en todos los estancos
Cartas dirigidas con bastante menos exigencia que ahora y que llegaron a destino, dos de ellas franqueadas con sellos falsos, tan abundantes en España desde que a pocos meses de su instauración se falsificó por primera vez en el mundo.
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Carta dirigida a Barcelona con el sólo nombre y primer apellido y que cómo es natural llegó al destinatario… ¡No faltaba más!
y nos ofrecen a otros establecimientos su venta y además con un beneficio del 6 %. ¿Usted qué cree?
- Pues a mí me parece un margen aceptable.
- ¿Y la inversión? Los compramos nosotros y ¿cuándo los venderemos? ¡Y que no hagan como hicieron hasta hace unos años que los sellos no valían de uno para otro. A mí me quedaron varios que ya no sirven para nada. Incluso tengo un bloque del año 51 de sellos de 6 reales6 y en medio hay uno, también azul, pero de dos reales. ¿Qué le parece la estafa? Como no me di cuenta en su momento ahora tengo eso que cualquier día irá al fuego. Casi no podía ni hablar, y de nuevo el dolor de cabeza me apretó, pero al fin pude decirle casi gritando:
- ¡Por favor no lo haga! Todos esos sellos atrasados se los compro.
- Pues no sabe lo que se lo agradezco porque mi mujer está siempre diciendo, sin que le falte razón, que soy un descuidado. Mañana, si Dios quiere, se los traeré y puede dar lo que guste. Después de todo es dinero perdido. La gente se resiste a franquear el correo; mire en “La Gaceta” la relación de cartas recogidas en los buzones y que no tienen sellos. Todos los días, veinte o treinta y seguro que no es por olvido7.
6 Como sólo se vendieron 10.860 ejemplares de 6 reales en pliegos de 170 sellos, y el error de la inclusión de 2 reales fue detectado pronto, es posible que se pudieran poner en el mercado no más de una docena en ese color azul. Su precio es incalculable, pues se trata de una de las grandes rarezas filatélicas mundiales.
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La tarifa vigente en correos aquel día
Estos sellos sólo se podían utilizar para el correo interior (de Madrid para Madrid) y los había de uno y tres cuartos
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Me atreví entonces en preguntarle sobre política.
- ¿Qué opina de la reina? ¿De sus amantes? ¿De los republicanos?
- Demasiadas preguntas hace don José para persona sin estudios. Pero de la reina sólo puedo decir que la gente la quiere, que la queremos. ¿No ve como se la vitorea cuando sale en calesa por las calles de Madrid? Y en toda España: cuando viajó por levante o por Cataluña. Cuando estuvo en las Vascongadas, en Hernani, paseando de riguroso incógnito, conversando con los aldeanos, al descubrir estos su identidad se hincaron de rodillas, siendo agasajadas y vitoreadas al grito de “Herreguiña” (nuestra reina). Y todo eso con un pueblo azotado por el cólera, hambriento, con los campos abandonados por sus nuevos dueños, los viñedos asolados por el ese mal que va a hacer que un vaso de vino valga un real8 y la guerra prendiendo en el momento y en el sitio que menos se pueda esperar. El pueblo desde su desgracia la quiere.
- Sí, su popularidad es grande pero ¿cómo se explica la presencia de tantos republicanos? - ¿Quién le ha dicho a usted eso? ¿No ve que los únicos republicanos son unos pocos intelectuales (según ellos), afrancesados, como su amigo el Sr. Eydoux y algunos exaltados como el Señor Garrido y Don Antonio Gálvez? - Pues, cada vez que tienen oportunidad, se lanzan a las calles a quemar iglesias y matar frailes. - Nada tiene que ver, don José. Al populacho se le inflama con arengas llenas de demagogia con mucha facilidad... pero usted recuerda lo que cantaban: “Muera Cristo viva luzbel Mueran los curas viva Isabel” Eso son bromas anticlericales, sí, pero ¿donde está ahí el republicanismo? Convénzase, España es monárquica y católica, por mucho que esos políticos aprieten las clavijas a las muchedumbres. En las que por cierto siempre hay hambrientos, parados, desesperados y por qué no... asesinos, dispuestos a responder a la llamada. Estaba claro que Isabel II, podía contar con Manolo. ¿Pero esa opinión sería compartida por la mayoría del pueblo? Aunque con poco éxito, no faltaba mucho, como yo sabía, para que se implantara la primera república española.
7 El nuevo concepto de pago anticipado del porteo de la corespondencia parecía a algunos un verdadero abuso. 8 Se trata del terrible insecto perteneciente a los dípteros llamado “Dactylosphaera Vitifoliae” que causó la vulgarmente llamada “filoxera” y que acabó con gran parte de los viñedos y de una manera especial de los franceses, que recurrieron a las viñas riojanas,s introduciendo de este modo la esmerada elaboración de los caldos que pasados los años prestigian la enología española.
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- Todos la quieren, pero ¿la quieren sus amantes?: Serrano, Valledemosa, Solera, el Marqués de Bedmar9, Ruiz de Arana, Puig Moltó...
- Lo siento don José, pero es algo de lo que declino opinar. Le ruego que no me pida sacar la lengua a pasear. Acepte mi decisión de no hablar de esos asuntos. Sí puedo decirle, que todo el mundo está convencido que sus enemigos los tiene en casa. Desde su marido a sus criados, pasando por cuantos merodean por Palacio: Sor Patrocinio, el P. Fulgencio y no pocos de sus sucesivos ministros. Van descaradamente a medrar o con su mejor intención la van obligando a cometer no pocos errores. ¿Cómo juzgar la vida de quien siendo casi bebé intentan secuestrarla con excusa de defenderla? ¿Qué puede exigírsele a una niña que a los trece años presidía Consejos de Ministros? ¿Que se casa en contra de su voluntad? ¿Que ve como le asestan una 9 Don Leopoldo Augusto del Cueto, marques de Bedmar, Vedmar o Velmar, que de todas estas formas lo he visto escrito, era cartagenero y descendiente del famoso Alfonso de la Cueva, el militar que prendió al comunero Padilla, y del que despreció, según se dice, 50.000 ducados para que no le apresara… y eso que no tenía donde caerse muerto. Era el autor del “Bosquejo histórico crítico de la poesía castellana en el s. XVII” y se dice que fue uno de los innumerbles amantes de Isabel. Como se sabe después del General Serrano los favores de la reina recayeron en el oficial de ingenieros el valenciano Puig Moltó al que se le endosa la paternidad del futuro Alfonso XII. Le siguió el comandante Ruiz de Arana (el “pollo Arana”) y el cantante de ópera que fue asesinado, como se dice en el texto. Paz y Pilar, según los invertigadores más documentados fueron hijas de Miguel Tenorio, secretario particular de la reina. No se sabe quienes fueron los padres de la popularísima “ la Chata” (Isabel) ni de la díscola Eulalia. De lo que se está seguro es que dificilmente pudo ser de la pareja de la que decía el pueblo: “Isabelona, tan frescachona y D. Paquito, tan mariquito”.
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puñalada en su propio palacio? Si quiere conocer detalles que expliquen los motivos de muchos comportamientos, le recomiendo (si aún no la ha leído) la “Historia de la minoría de Isabel II” del Sr. de Burgos, aunque posiblemente se está cumpliendo la maldición divina... - ¡No será tanto! - Lo digo por el chiste que corre por ahí.
- Cuéntemelo.
- ¿ No lo sabe? Viene de la época en la que Dios estaba dando a los pueblos El general Pavía, adelantándose más de un siglo al teniente las características que habría Coronel Tejero entra en las Cortes y los Diputados, en vez de de diferenciarlos. Llamó a los meterse debajo de las mesas, salen de estampida, concluyendo así diversos patronos de las nala nefasta Primera República. ciones y les pidió que hicieran las peticiones para sus ciudadanos. Llegó San Dionisio y pidió para los franceses el ejercito más poderoso del mundo, Dios se lo concedió. Concedió también a San Jorge una marina invencible para los ingleses y posteriormente a través de la intercesión de San Genaro hizo que los italianos tuviesen los mejores artistas del mundo en todas sus facetas. Entró por fin Santiago y consiguió inmediatamente que España tuviese el clima más delicioso del mundo, pero antes de marcharse aún pidió que tuviese las mujeres más guapas del Universo. Dios sonriente accedió, y aún quiero, insistió Santiago, algo más, que España tenga los frutos más sabrosos y tempranos de Europa. Dios se lo concedió a regañadientes, pero cuando el apostol volvió a hacer una nueva petición (que España tuviera los mejores gobiernos de la Tierra), Dios que ya había cerrado la carpeta que contenía los legajos de peticiones, decretos y recomendaciones, se enojó y contestó rotundo: ¡ No hay más concesiones! ¡Absolutamente denegado! . Si España tiene algún buen gobierno será por excepción... y así viene siendo ¿ verdad don José?. Nada contesté pero hice un recuento desde Fernado VII hasta nuestros días y creí. - Usted perdone que le deje, pues tengo que atender a unos clientes que quieren que les sirva el “chantilly a la rosa” que veo que acaba de llegar de casa Amato. 192
¿Quiere tomar la golosina de moda? Yo estoy aquí a su disposición hasta las once que cerramos como usted sabe. Creo que no le gustaba hablar de ciertos temas, así que agradecí su atención para conmigo atendiendo a mis preguntas, aunque no me hubiese contestado a todo. Yo por mi part me propuse escribir la carta de mi vida. La que estaba proyectando desde hacía casi una hora. Mientras mordía al mango de la pluma, entorné los ojos y miré por la ventana de la que habían plegado las cortinas para que pudiera contemplarse la copiosa nevada que ya cubría totalmente el suelo con varios centímetros.
El general Martínez Campos, además de sofocar la rebelión de Cartagena se pronunció en Sagunto proclamando rey de España al hijo de Isabel II, Don Alfonso de Borbón.
Miré al techo y comprobé que tenía un bonito artesonado de madera y que colgaba una gran lámpara que estaba encendida en sus mecheros, seguramente de gas.
¿Cómo empezar?
Comencé describiendo cuanto me había sucedido desde que por la mañana salí de casa, pero no sabía si debía o no contar la realidad de mi pasado... bueno, de mi futuro, de cómo pude encontrarme allí. ¿quién podría creerlo? Si quería que la reina se interesara por mis consejos, ¡no parecía recomendable empezar contando algo increíble!
Además el dolor de cabeza estaba en todo lo suyo.
Estaba pensando seriamente dejarlo todo para el día siguiente, pero ¿Qué sucederá mañana? ¿Estaré en 1950 o de nuevo en 1857? ¡Qué confusión! De todas formas, haciendo de tripas corazón y siguiendo el consejo que aquella mañana me dio don Emiliano Conde, “cuando se tiene que hacer algo, se hace sin repulgos de empanada” me puse febrilmente a mi tarea. Llegué, lo recuerdo, a escribir varias páginas y a pesar del mareo y el dolor de cabeza, me pereció que me estaba saliendo bien. 193
Pero el dolor de cabeza se hizo ya insoportable. Era como si me estuviesen introduciendo un clavo en la sien. Más y más dolor. ¿Podrá aguantarse esto? Fueron unos instantes horribles pero enseguida comenzó a suavizarse hasta ir desapareciendo. A la vez un sopor profundo y consolador empezaba a apoderarse de mí. Pasaba de un dolor inaguantable a una auténtica situación placentera. Todo cada vez más lejano: las imágenes, los sonidos. Intenté observar a mi alrededor pero me era imposible fijar la mirada... Y comencé a flotar en un nirvana largo y feliz.
Irreverente y grosera fotografía del rey consorte.
Don Segismundo Moret y Preudergast, doctor en jurisprudencia y catedrático de hacienda, era brillante en la tribuna y eficaz desde el despacho. Proyectó la ley de abolición de la esclavitud (¡ que ya era hora!). Fue lucido secretario general de la asociación de San Vicente de Paúl de la Comunidad de las Hermanas de La Caridad, aquella que recibió de la condesa de Santamarca el hermoso edificio y solar que fue colegio de huerfanos y del que Sor Pilar Insúa, fue preciado baluarte.
194
Pedro Solaverría, buen admnistrador, ejerció de ministro de hacienda con O’Donnell. A los ataques de la oposición respondía con andanadas de cifras y datos que terminaban por confundirlos, aunque estuviesen convencidos de que eran pura demagogia. No debían serlo del todo ya que fue capaz de impulsar con brío no pocas obras públicas. En realidad le correspondieron tiempos de muchos ingresos provenientes de las desamortizaciones y otros mecanismos.
Este cartagenero, Fernando Garrido y Tortosa, pintor, escritor, editor de periódicos (fundó varios) y periodista, fue ante todo un furibundo socialista a cuya propagación consagró su vida
Pocas figuras llegaron a ser tan populares como Antonio Gálvez Arce, “Tonete” que ya de joven hacía de las suyas con partidas que le seguían como su lider. Cuando en la República se constituyeron los cantones, él mantuvo el de Cartagena con el general Juan Contreras y el refuerzo de las fragatas “Almansa”, “Victoria”, y “Méndez Núñez” y el vapor “Fernando el Católico”… y 10.721 hombres entre jefes, oficiales y tropas. Se atrevió a amenazar al Presidente de la República (Nicolás Salmerón) dando orden a sus tropas de capturarlo para juzgarlo por el delito de alta traición a la Patria. Tras recibir un pertinaz bombardeo de las 83 piezas de artillería de diversos calibres que le sitiaban, las tropas del general Arsenio Martínez Campos tomaron la plaza. 195
Manuel Ruíz Zorrilla, era considerado la quintaesencia del progresismo. Fue diputado desde muy joven. Ya lo era en 1856, un año antes de”mi día”. Tiempo después, tras la revolución, ocupó varios miniterios consiguiendo la publicación de interesantes y progrsistas leyes como una nueva de Instrucción Pública, la de Bolsa y Casas de Contratación,etc. Los suyos le echaban en cara el que era demasiado monárquico para ser tan progresistas.
Don José María Calatrava, era bajo, trigueño y bien formado según criterio de sus contemporáneos. Uno de los miembros de la trinidad de su partido progresista con Mendizábal y Argüelles. Fue martillo de Martínez de la Rosa y del conde de Toreno. Buen jurisconsulto, aún destacaba más por su lógica y su elocuencia noble y varonil, que hacía decir a los suyos que “era de los diputados que andaban de nones”.
Don Francisco Javier de Burgos era motrileño, y el orgullo de su padre de puro estudioso. De grandes aspiraciones políticas fue algo condescendiente con los invasores franceses, esto es, un afrancesado, como tantos que veían en sus ideas la posibilidad de la transformación, tan necesaria de España. Dirigiendo “El Imparcial” dio cabida a las opiniones de los más ilustres afrancesados. Hizo alguna poesía muy elogiada en su época y tradujo a Homero. Varias veces ministro, a él se debe la división de la nación en las provincias, que por ahora permanecen, aunque las autonomías más nacionalistas parece que proyectan modificar, no se sabe si antes o después de independizarse. Ya al final de sus días, decían sus coetáneos que era “un conjunto de vehemente terquedad y dócil aquiescencia, pues parece intolerable y es indulgente; debiera ser oráculo y se limita a consejero; achacoso de reuma en su vejez, estudia, lee y escribe muchas horas; su cabeza jamás descansa; se ha lanzado a empresas industriales, agrícolas y mercantiles con desigual y variada fortuna y es literato de carroza, librea y escudo de armas”. 196
Don Juan Prim y Prat estaba predestinado desde niño a la carrera militar pues a los diez años tocaba el pito en un batallón de voluntarios, a los diecinueve mandaba un batallón de miqueletes, como buen catalán y había recibido la primera de las varias heridas de guerra que sufrió. Brillante y valiente luchador en la guerra carlista, entró en política como diputado después de haber pasado por el extranjero (exilado tras ser preso) o con mandato de Capitán General de Puerto Rico. Tras sofocar el levantamiento de Barcelona, participar en el de Vicálvaro y conseguir sonados éxitos en Marruecos, su prestigio llegó al cenit. Fueron famosos algunos de sus discursos, como el que pronunció contra el Concordato y en el que se definió como “más liberal hoy que ayer y mañana más que hoy” y el de de su vuelta de la campaña africana en el que dijo que “cuando un ejército hace lo que el nuestro y un pueblo lo que el de Madrid, podremos decir con orgullo que somos españoles y tenemos patria”, terminando con un “¡viva el ejercito!” y a España. Después de innumerables vicisitudes llegó a jefe del Gobierno durante la regencia del General Serrano interviniendo activamente en el nombramiento de Amadeo de Saboya como rey de España, aunque el asesinato del general impidió al italiano disponer del apoyo necesario. Tras su asesinato se instruyó un sumario que duró más de cuatro años en el que se procesaron a 105 sujetos (de los que 3 fueron asesinados y 15 murieron antes de finalizar el juicio). Los más de 18.000 folios de la instrucción y los varios miles de declaraciones, notificaciones, reconocimientos y dictámenes no arrojaron luz, sino la condena del joven Paul y Angulo que siempre se manifestó inocente, mientras muchos culparon a las logias masónicas del asesinato.
Atentado de Prim
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EPÍLOGO (Provisional) Aunque la trama de la narración la he terminado sin resolver las incognitas planteadas (de quien estaba enamorado Emiliano Conde, de que le conocía o que sucedió con mis compras entre otras muchas cuestiones) dejo el desenlace para otra ocasión. Es mi propósito completar mi visión de la Historia de España de los dos últimos siglos con un par de publicaciones más, que en principio puede ser que titule “Olvidando la guerra” y “Otra vez los rojos” y que se centrarían en la mitad del siglo XX y en la época actual. Sólo existe la limitación, no pequeña, de los riesgos a los que mi edad me somete. Ante la imposibilidad de poder cumplir mi proyectos dejo al amable lector la responsabilidad de dar solución a las interrogaciones según su particular gusto. ¡Gracias por la ayuda! En lo que respecta al libro que estoy terminando lo completo con una sucinta relación de los gobiernos de Isabel II , retratos de personajes coetáneos a la vida de la reina y un cuadro de acontecimientos acaecidos en todo el mundo durante ese tiempo, que pongan un poco de orden a los hechos comentados en el texto de una manera algo caótica, tal y como sule suceder en las conversaciones tertulianas, y mucho más, entre sujetos que suponen a todos los presentes conocedores de los hechos de los que se habla. Mi interés principal al escribir este libro, es despertar el interés por la Historia y por los personajes de esa época. Para ello relaciono los libros de los que he obtenido información, imágenes e incluso textos literales y que con otras muchísimas publicaciones, fáciles de encontrar, puede el lector completar su conocimiento de un siglo tan vilipendiado (no siempre justamente) y del que hasta sus más furibundos detractores han de admitir que forma parte importantísima de nuestra Historia.
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Carta con franqueo de correo interior
En 1850 empieza en Espa単a el uso del sello de correos. Es una estampita que testimonia el pago anticipado del porteo. El rostro de Isabel II - bastante idealizado - aparece en diversas emisiones hasta el derrocamiento de la reina. 200
Gobiernos de Isabel II
(…y no fue porque no lo intentó…)
Regencia de Doña María Cristina Francisco Cea Bermúdez 1833 Inicio de la Primera guerra carlista División provincial de Javier de Burgos Francisco de Paula Martínez de la Rosa Estatuto de 1834 José Mª Quipo del Llano Ruiz de Sarabia, conde de Toreno Matanza de frailes y quema de conventos Juan Álvarez de Mendizábal 1836 Empieza la desamortización Francisco Javier Istúriz Montero Nueva ley electoral José María Calatrava Constitución de 1837 de Argüelles Ley de imprenta Ampliación de Milicia Nacional Nuevas medidas anti Iglesia Católica Eusebio Bardají Azara Narciso de Heredia y Bejines, conde de Ofelia Bernardino Fernández de Velasco, marqués de Frias Evaristo Pérez de Castro Nueva ley electoral Ley de culto y clero Fin de la primera guerra carlista Antonio Martínez y González, marqués de Valdeterrazo Modesto Cortázar
( 4 meses) (17 meses) ( 3 meses) ( 8 meses) ( 3 meses) (12 meses)
( 4 meses) ( 9 meses) ( 3 meses) (19 meses)
( 1 mes) ( 1 mes)
Regencia de Espartero Baldomero Fernández Espartero, duque de la Victoria (10 meses) 1841 “Manifiesto” proclamando ampliación del sufragio Eliminación del control gubernamental de los Ayuntamientos Antonio Martínez y González, marqués de Valdeterrazo (13 meses) José Ramón Rodil y Campillo, marqués de Rodil (11 meses) Eliminación de trabas aduaneras Protesta de la burguesía catalana 1842 Bombardeo de Barcelona Joaquín María López ( 10 días) 201
( 2 meses) ( 5 meses)
Álvaro Gómez Becerra Joaquín María López 1843 Mayoría de edad de Isabel II
Mayoría de edad de Doña Isabel Salustiano de Olózaga Luis González Bravo Creación de la Guardia Civil por el marqués de Ahumada Ramón María Narváez, duque de Valencia Constitución de 1845 Creación del Senado Creación del Código Penal Creación de gobernadores civiles y militares Reforma de Hacienda de Alejandro Mon Plan Pidal de Instrucción Pública Ley de Bolsa Provocaciones de Marruecos Manuel Pando Fernández de Pineda, marqués de Miraflores Ramón María Narváez, duque de Valencia Francisco Javier Istúriz Montero 1846 Boda de Isabel con Francisco de Asís, duque de Cádiz. Carlos Martínez de Irujo, duque de Sotomayor Joaquín Francisco Pacheco y Gutierrez Calderón Atentado a la reina por Ángel de la Riva Florencio García Goyena Ramón María Narváez, duque de Valencia 1848 Ferrocarril Barcelona Mataró Ley de Sociedades por acciones Ley de constitución de Bancos de Emisión Serafín María de Soto, conde de Leonard Ramón María Narváez, duque de Valencia Comienza el sello de correos Juan Bravo Murillo Federico Roncali, conde de Alcoy Se inicia el servicio oficial de telégrafos Francisco Alejandro Lersundi y Ormaechea Luis José Sartorius, conde de San Luis Fernando Fernández de Córdoba y Rodríguez Valcárcel Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, duque de Rivas Baldomero Fernández Espartero, duque de la Victoria 1854 Comienza el bienio progresista Vicalvarada Manifiesto de Manzanares de Antonio Cánovas del Castillo Desamortización de Madoz Ley de sociedades Bancarias y Crediticias 202
( 1 mes) ( 5 meses) (31 meses)
( 9 meses) ( 1 mes) ( 9 meses) ( 2 meses) ( 6 meses) ( 1 mes) (24 meses)
(horas) (15 meses) (11 meses) ( 4 meses) ( 5 meses) (10 meses) ( 1 mes) (10 días) (24 meses)
Ley general de Ferrocarriles Constitución “nonata” de 1856 Leopoldo O´Donnell y Jornis, conde de Lucena Comienza el gobierno de Unión Liberal 1857 Nace Alfonso (futuro XII) Ramón María Narváez, duque de Valencia Desembarco en Ceuta en la guerra de Marruecos Francisco Armero de Peñaranda, Francisco Javier de Istúriz Leopoldo O´Donnell y Jornis, conde de Lucena 1859 Victoria de Castillejos y tratado de Wad-Ras Protesta campesina andaluza Manuel Pando Fernández de Pineda, marqués de Miraflores Lorenzo Arrazola García Alejandro Mon y Pidal Ramón María Narváez, duque de Valencia 1865 Revuelta estudiantil en la “Noche de San Daniel” Leopoldo O´Donnell y Jornis, conde de Lucena y Tetuán Ramón María Narváez, duque de Valencia Luis González Bravo José Gutierrez de la Concha, marqués de la Habana 1867 Isabel II, destronada y expatriada.
203
( 3 meses) (12 meses) ( 3 meses) ( 5 meses) ( 9 meses) ( 8 meses) ( 2 meses) ( 6 meses) (15 meses) (9 meses) (1 mes) (2 meses) (1 semana)
1 Alejandro Dumas / 2 León XIII / 3 Luis Napoleón / 4 Gregorio XVI / 5 Victor Hugo / 6 Mariana Pineda / 7 Fernado Lesseps / 8 María de las Mercedes de Orleans / 9 Abraham Lincolm / 10 William Livingstone / 11 George Sand / 12 Lola Montes / 13 Marie Curie / 14 Coronación de Guillermo I / 15 Carlos Marx / 16 Porfirio Díaz / 17 José María Torrijos fusilado / 18 Guillermo Marconi / 19 Ramón y Cajal / 20 Maximiliano 204
Acontecimientos durante la vida de Isabel II Los setenta y cuatro años de la vida de Isabel de Borbón trancurrieron en una época de evolución, como si un volcán hubiese brotado en cada lugar, en cada sociedad. Una serie de territorios deciden unirse en naciones (Italia, Alemania…) otros desgajarse (Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suecia…) y todos conseguir protectorados que constituyan imperios o lo parezcan. Caen monarquías y el proletariado empieza a ser consciente de sus derechos, reclamándolos a cualquier precio. El Nuevo Régimen, en todo el mundo, va sustituyendo el absolutismo por la mesocracia y el despotismo ilustrado por la generalización del estudio y la investigación; así la ciencia avanza, y los descubrimientos y los inventos caen como las hojas en otoño. He confeccionado este cuadro, sin pretensión de ser exhaustivo, pero que servirá para comprobar que hechos que creemos antiquísimos son realmente recientes, mientras que otros parecerán sorprendentemente remotos.
205
206
* Muere Zumalacárregui * Quema de conventos en varias provincias españolas.
1835
1834
* Fallece Fernando VII * María Cristina Reina Regente * Isabel declarada en las Cortes heredera * Primera guerra carlista * Estatuto Real: Martínez de la Rosa
1833
* Cuádruple Alianza
* Toman Islas Malvinas los británicos
*Entronización de Gregorio XVI
* Es ejecutada Mariana Pineda * Es ejecutado Torrijos
1831
1832
* Papa: Pío VIII * EEUU: Jackson * Bélgica se independiza de Holanda * Independencia griega * Luis Felipe rey de Francia
P. Internacional
* Nace Isabel II * Abolición de la ley Sálica
Política nacional
1830
Año
*Nace Gustavo Doré
*Escuela de tauromaquia de Sevilla *Estreno de “La sonámbula” y “Norma”
Ciencia y tecnología * Victor Hugo: “Hernani” * Se desarrolla la línea férrea Máncherter-Liverpool *
Artes
* Expulsión de los jesuitas * Empieza la desamortización * Primer ferrocarril en Alemania
* Supresión definitiva de los gremios * Supresión de la Inquisición * Unión aduanera Confederación Germánica * Derecho asociación (Inglaterra) * Creación de la universidad de Kiev
* Revolver de Col *Fundación de la agencia Havas * Duque de Rivas:”Don Álvaro”
*Martínez de la Rosa estrena “La Conjuración de Venecia” * Motor eléctrico de Jacobí *Schumann: “Estudios sinfónicos” * Primer ferrocarril para movimiento interior de una fábrica en Nizny-Taguil (Urales)
*Organización de España en provincias * Electrolisis de Faraday según la división de Javier de Burgos * Descubrimiento de la primera * Prohibición en Inglaterra de la encima: la diastasa. esclavitud * Primer telégrafo Electromag.nético (P.Schilling)
* Concordato con la Santa Sede; acuerdan indemnizaciones. * Francia crea legión extranjera Ley del trabajo en Inglaterra * Se crea la Bolsa de Madrid * Se sustituye la horca por el garrote vil en la ejecuciones de condenados.
Acontecimientos sociales * Sucesos en España * Nace la “Renaixença” * Se introduce en Cataluña la máquina de hilar “Mule Jenni” * Revoluciones Liberales * Nace la Iglesia Mormona
1
207
* Espartero Regente * Se instaura la bandera nacional bicolor * Fusilamiento de Diego de León y otros. * Bombardeo de Barcelona por orden de Espartero
* Presidente Olózaga * Presidente González Bravo
1841
1843
1842
* Espartero disuelve las Cortes
1840
* EEUU: Harrison Tyler, presidente EEUU
* Primera cooperativa en Inglaterra. * Pascual Colomer comienza las obras del Congreso.
* Sublevación republicana en Barcelona. * Inglaterra prohíbe trabajo de las mujeres en las minas.
*Primer sindicato español: Tejedores * Comienza el Penny Post * Se inicia en Gran Bretaña el uso del sello postal. * Nuevo arancel proteccionista de la industria catalana * Ley de protección del trabajo infantil en Francia
* Guerra del Opio
*Abrazo de Vergara: Convenio de Oñate * María Cristina renuncia a la Regencia
1839
* Napoleón enterrado en París
* Agitación charlista en Gran Bretaña. * Primeros sindicatos (Gran Bretaña) * Se finaliza la catedral de Cádiz * Se prohíbe la Biblia Barrow * Prohibición trabajo infantil Prusia
* EEUU: Van Buren * Conflicto francomejicano
1838
* Disolución de la Mesta * Segundo ferrocarril español: La Habana-Benjuncal
* Krocket llega a Texas * Batalla del Álamo
* Idem en España: Günes-La Habana
* Gran Bretaña, reina Victoria I * Insurrección francófona en Canadá
1837
1836
* Mendizábal ministro de Hacienda * “Sargentada” de La Granja * Mendizábal: decreto de desamortización * Constitución progresista de 1837
2
* Mesonero Romanos: “Escenas matritenses * Comte: “Curso de filosofía positiva” * George Sand: ”Invierno en Mallorca” * Primera anestesia general con eter (Crawford Long) * Nace Robert Kock * Balmes: “El Criterio”
* Campoamor publica sus “Doloras” * Fundación de la Cunard Line * Inicio de la electrotécnia * Se describe la poliomelitis (J.Heine) * Zorrilla, “El Zapatero y el Rey” * Feuerbach: “La esencia del cris-tianismo”
* Invención de fotografía por Daguerre *Uso del Telégrafo * Primer ferrocarril de larga distancia Leipzig – Dresde (115 K.)
* García Gutiérrez escribe “El trovador” * Darwin termina su viaje en el “Beagle” * Hartzenbusch estrena “Los amantes de Teruel”. * Telégrafo de Morse * Inauguración del ferrocarril San Petesburgo – Kranoie Sielo * Muere Pushkin
208
1848
1847
1846
1845
1844
* Promulgación de la constitución conservadora de 1845 * Presidente Marqués de Miraflores * Boda de Isabel con Francisco de Asís * Segunda guerra carlista (Martiners) * Presidente Narváez * Presidente Istúriz * Independencia de República Dominicana * Presidente Duque de Sotomayor * Presidente J. Francisco Pacheco * Presidente García Goyena * Presidente Narváez * El general Serrano conquista las islas Chafarinas
*Pronunciamiento de Torrejón; huída de Espartero. * Isabel II mayor de edad jura la Constitución de 1837 * Primer gobierno de Narváez
* II república francesa con Luis Napoleón de Presidente *Comienza el movimiento de reunific. Italia (Los 7
* EEUU ocupa la capital de Méjico. * Liberia alcanza la independencia
* Entronización Pío IX * Guerra entre USA y Méjico * Anexión de California
* Texas estado EEUU * Polk, presidente EEUU
* Oscar I ,rey de Noruega y Suecia * La República Dominicana se independiza de Haití
*Primer ferrocarril en la península: Barcelona /Mataró * Manifiesto de Marx y Engels * Revolución de París
*Cavour funda “Il Risorgimiento” * Fusión del Banco de San Fernando con el de Isabel II creando el Banco Español de San Fernando
del Congreso. * Fallido fin del mundo pronosticado por W. Miller según las profecías de Daniel * Fundación de la Guardia Civil * Creación de la cía. MZA * Máquina automáticas de hilar se introducen en Cataluña *Movimiento “Catolicismo alemán” * Primera cooperativa inglesa * Creación del Banco de Isabel II, antagonista del de San Carlos *Inglaterra declara guerra al tráfico de esclavos * Devastadora plaga de la patata en toda Europa
*“La Dama de las Camelias” de Dumas * Muere Chateaubriand *Nace Paul Gauguen (expresionista) *Isometría óptica (Pasteur)
* Manifiesto comunista: Marx//Engels * Se empieza a editar “Il Risorgimiento” *Ley de bifurcación de corriente eléctrica de G.R. Kirchheff
* ”Filosofía fundamental” de Balmes * Descubrimiento de Urano
* Estreno de “Carmen” de P. Merimée * Máquina de coser * Se patenta la goma elástica
*Ley de Ohms sobre las vibraciones * C. Böhl de Faber: “La gaviota” * Jon Stuart Mill: “Lógica” * Debut de Lola Montes en Londres *“Don Juan Tenorio” de Zorrilla *“Los tres mosqueteros” de A. Dumas * Nace Nietzche * Kart Klaus descubre el Rutenio * Morse emite primer mensaje telegráfico entre el Capitolio y Baltimore
209
* Fusilamiento de Narciso Gómez en Cuba * Presidente Bravo Murillo
* Atentado de Merino a Isabel II * Presidente Conde de Ascoy
* Presidente Lersundi * Presidente Conde de San Luis
1852
1853
* Preside el gobierno “relámpago” el Conde de Cleonard, durante unas horas. * De nuevo presidente Narváez
1851
1850
1849
* Camilo B. Cavur, presidente del Piamonte * Napoleón III, emperador de Francia * Transvaal independient *Guerra de Crimea: Inglaterra, Francia e Italia, ayudando a Turquía infringen derrotas a Rusia * Boda de Eugenia de Montijo *Pierce Presidente USA * Sancionada la constitución de la Nación Argentina tina
* Filmore Presidente EEUU
de reunific. Italia (Los 7 estados) *Francisco José I emperador de Austria * Rusia aplasta a Hungría
* Se inaugura en Nürmberg el Germanischs Nationalmuseum
* Sellos de correos en España * Inauguración del Canal de Isabel II * Inauguración del palacio de las Cortes en la carrera de San Jeró-nimo. * Concordato con la Santa Sede * 1ª Exp. Universal en Londres* * Se funda el “New York Times”
* Imposición del sistema métrico decimal * Fundación del Gotha alemán * Primera mujer médico en USA (Elizabeth Blackwuell)
* Se disuelve la Compañía de Jesús y se expulsa a sus miembros de Argentina
* Verdi estrena “El Trovador” y “La Traviata” * Se inventa la lámpara de queroseno
* Muere Braille * Inaugurado el Nuevo Ermitage en San Petersburgo
* “Preludios” de Franz Liszt * Inauguración del ferrocarril San Petersburgo Moscú
* “David Copperfield” de Dickens * Nace Edison
*Wagner termina Lohengrin
210
* La Unión Liberal: Presidente del Consejo O´Donnell * Presidente Narváez *Restablecida la constitución del 45 por decreto * Presidente Francisco Armero * Presidente Istúriz * Nace Alfonso futuro XII * Constitución de 1857 * Presidente O´Donnell (Unión Liberal)
* Guerra en Marruecos: Batalla de los Castillejos * Tropas hispano-francesas toman Saigón * Batalla de Tetuán * Batalla de Wad-Ras * Paz con Marruecos
1856
1859
1860
1858
1857
1855
* Presidente Marqués de Mandigorría * Presidente Duque de Rivas * “Vicalvarada” * Bienio Progresista: Espartero * Muere Carlos María Isidro de Borbón
1854
* Entra en vigor el Sistema Métrico Decimal. * Muere San Juan Nepomuceno
*Orsini atenta contra Napoleón III * Se constituye la Cía. De Ferrocarriles del Norte de España para hacer la línea Madrid Irún
Entronización León XII
* Garibaldi desembarca en Sicilia * Inicio Canal Suez * Muere Metternich * Garibaldi toma Palermo y Nápoles con sus camisas rojas.
* Primera ley de Instrucción Pública * Asesinato del arzobispo de París * Se inaugura la remodelación del Louvre
* Primera huelga general española * Primer ferrocarril en Panamá * Introducción en España del telégrafo * Se crea la Alianza Universal de las Uniones Cristianas de Jóvenes * Creación del Banco de España
* Buchanan Presidente de EEUU
* USA ocupa parte de Arizona * Piamonte entra en la guerra de Crimea defendiendo Reino Otomano de Rusia * Boda de Francisco José I y Sisí. * Fin guerra de Crimen con la derrota de Rusia * Alejandro II zar * Tratado de paz ruso nipón
* Gustavo Adolfo Bécquer publica sus rimas
*Charles R. Darwin: El origen de las especies en términos de selección natural * Marx,”Crítica de la economía política”
* El tren real hace el recorrido entre Madrid y Alicante
* Aparece en el mercado la salchicha alemana Weiswurst
* Descubrimiento del borax * Fundación de la galería Tetriakov en San Petersburgo
* Se concluye el Palacio de Cristal de Munich * Wagner estrena “El anillo de los Nibelungos” * El italiano Mencci inventa el teléfono (en 2002 se le reconoció oficialmente en detrimento de Graham Bell) * ”Locura de Amor” de Tamayo y Baus
211
* Maximiliano emperador de Méjico * Paz de Viena
* Presidente Lorenzo Aráosla * Presidente Alejandro Mon * Presidente Narváez * Cánovas del Castillo, ministro * Paz de Viena * Guerra de las islas Chichas (con Perú) * Asonada en Madrid * O´Donnell destituye a Narváez * Guerra entre Parú y España
1864
1865
*Termina guerra civil de Estados Unidos * Asesinato de Lincoln * Jonhson presidente
* Rusia aplasta a Polonia y Lituania * Clero católico es desterrado a Siberia
* Presidente Marqués de Miraflores
1863
1862
* Victor Manuel es instaurado rey de Italia * Lincoln Presidente EU *Guerra civil en EEUU * Guillermo I, rey de Prusia * Bismarck, canciller de Prusia
* Muere Carlos de Borbón y Braganza * La República Dominicana se reintegra, por propia voluntad a la corona de España como colonia * El tratado de Raigón pone fin a la intervención francoespañola en Indochina
1861
* Levantamiento estudiantil de la Noche de San Daniel * Se firma la creación de la Unión Internacional de Telegrafía
* Abolición de Lincoln esclavitud * Se abre el canal de Suez * Magna exposición en el Jardín Botánico de Madrid del resultado de la Expedición Científica de l862 * Un terremoto derriba la catedral de Manila * Primera internacional de los trabajadores * Fundación de la Cruz Roja Internacional.
* Zarpan de Cádiz los tres buques de la Comisión Científica del Pacífico
* Guerra social en el sur de Italia * Primera sublevación campesina en España (Loja) * Se funda en Inglaterra la Caja Postal
* Se inaugura el Pony Espress * El 18 de julio eclipse total de sol que se contempla en España
6
* Teoría electromagnética de la luz de Maxwell * Teoría de la herencia de Mendel
* Gustavo A. Bécquer: “Cartas desde mi celda”
* Victor Hugo: “Los miserables” * Verdi estrena en San Petersburgo “La fuerza del destino” * Se mide la velocidad de la luz * Primer metro subterráneo (Londres) * Rosalía de Castro: “Cantares gallegos”
*Teléfono de Reis *Gustavo Doré ilustra “El Infierno” de Dante
212
* Conquista de Roma * Guerra franco-prusiana * Batalla de Sedán
* Isabel abdica en su hijo Alfonso * El general Serrano, Regente de España * Elegido como rey Amadeo de Saboya * Asesinato de Prim * Jura Amadeo I
1870
*Fin unificación de Italia *Termina unificación de Alemania: Guillermo I emperador del III Reich
* Grant Presidente de EEUU
* Cortes constituyentes
1869
1871
* Primer concilio Vaticano * Inauguración Canal de Suez (con 125 mil muertos en las obras)
* Revolución en Perú * Mutsuhito emperador * Fin feudalismo nipón. * Rusia toma Samarcanda
* Presidente González Bravo * Presidente marqués de La Habana * Gobierno provisional de Prim
1868
* Revuelta popular: 20.000 ejecutados tras la comuna de París * Primer partido de rugby Escocia contra Inglaterra.
* Primer partido de rugby (en Nueva Zelanda) * Se funda la Standard Oil Comp.
* Se establece la Peseta *Comienza la guerra de Cuba *Livingtone inicia su última aventura africana. * Se derriban las murallas de Sevilla
*Francisco José I, rey de Hungría * Independencia de Canadá * USA compra Alaska
* Vence “La Gloriosa”. * Caída de Isabel * Muere O´Donnell
* Fundación del Ku-Klus-Klan * La Confederación Norte alemana se separa de Austria * Se cierran las cátedras del Ateneo * Se trasladan a San Francisco el Grande los restos de Calderón, Gracilaso, el Gran Capitán * Creación estado Austro-Húngaro * Marx y Engels: “El capital”
1867
*Anexión a Italia de Venecia
* Bombardeo de Callao y Valparaíso por Méndez Nuñez * Presidente Narváez * Pacto republicano-liberal de Ostende contra Isabel
1866
* Gustavo Adolfo Bécquer: “Rimas” * Emilio Arrieta: “Marina” * Verdi: “Aida” * Mendeleiev construye la tabla periódica de los elementos
* Máquina de calcular con tabuladores * Mendeleiev descubre el sistema periódico de los elementos * Invención del celuloide. * Se inventa el chicle *Tolstoi: “Guerra y paz” * Comienza a substituirse el hierro por acero en rieles de ferrocarril * Mariano Fortuny: “La vicaría” * Mueren P. Mèrimée y C. Dickens * Pasteur identifica enfermedades del gusano de seda
* Velocípedos a pedales * Nobel inventa la dinamita. * Tamayo y Baus: “Un drama nuevo” * Lister efectúa la primera intervención quirúrgica antiséptica * Louise May Alcote: “Mujercitas” * Marx escribe “El capital”
* ”Herir en la sombra” de Nuñez de Arce * Lancereaux edita un tratado sobre la sífilis.
213
214
* Abolición de la esclavitud en Cuba
1880
* León XIII “confirma” restos de Santiago
* Protectorado español de Guinea
1884
1885
1883
1882
1881
1879
* Boda del rey con su prima Mercedes * Fin de la guerra de Cuba de los 10 años * Muere María de las Mercedes * Se funda el Partido Socialista Obrero Español * Boda del rey con Mª Cristina Habsburgo
1878
* Chile vence en la guerra del Pacífico. * Conferencia de Berlín: Europa se reparte África
de la Ciudad de la Plata
* Muere Garibaldi* Fundación
* Italia conquista Somalia y Eritrea * Restablecimiento de la “Alianza de los tres emperadores”
* Sublevación de los Boers
* Guerra Chile con Perú y Bolivia
* Muere Victor Manuel II * León XIII Papa * Fin de la guerra ruso turca
* Congreso en Chicago del primero de mayo por las ocho horas diarias de trabajo * Terremoto en Granada y Málaga (800 muertos) * Se autoriza el uso particular de la telefonía.
* Sublevación republicana en Badajoz * Plejánov crea en Ginebra el grupo de “Liberación del trabajo”
* Empieza la construcción del templo de la Sagrada Familia
* Fundación del Partido Socialista francés. * Llegan a Montevideo los restos del general Sanmatín. * El peso la moneda argentina
* Desoladora riada de Santa Teresa en Murcia.
* Naufraga el acorazado Grosser Kulfturs pereciendo sus 269 tripulantes * Congreso de Berlín
Primer tren eléctrico Alumbrado eléctrico de Edison Nolson descubre el escandio Invención de la bicicleta Identificado el bacilo de tifus
* Primer automóvil con motor de explosión
* Aparece máquina fotográfica Kodak * Neumotórax terapéutico * Identificado el bacilo de Koch * Pasteur identifica el bacilo del cólera * Se inaugura el puente de Brooklyn * Inauguración del Oriente Express y primera utilización de coches cama * Aparece la turbina de vapor de Parsous
* Vacuna carbunco (Pasteur)
* Comienza la construcción del canal de Panamá * Aparece la goma de mascar (chicle)
* * * * *
* Doctoieski escribe “Los hermanos Karamazov”
215
1892
1891
1890
1889
1888
1887
1886
* Enfrentamiento con Alemania por las islas Carolinas * Fracasa levantamiento republicano en Cartagena * Muere Alfonso XII * María Cristina Regente * Nace Alfonso XIII, se le nombra rey bajo la regencia de su madre Doña María Cristina de HabsburgoLorena
* La isla de Ellis empieza a recibir emigrantes.
* Se depone a Pedro II y se instaura la república en Brasil * Se fundan las ciudades de Yokohama y Nagoya
* Fundada Johanesburgo * Fundada Addis Abeba
* Sofocado el levantamiento campesino de Jerez
* Primeras manifestaciones del 1 de mayo en Madrid, Barcelona y Bilbao * Establecimiento sufragio universal masculino en España * Primera ejecución en silla eléctrica (EEUU). * Naufragio del HMS Serpent en la costa de la muerte,172 esta vez. * Se crea en Suiza la Oficina Internacional de la Paz.
* Primera epidemia de gripe
* Creación del esperanto *Inauguración de la restaurada Alambra de Granada * Se funda la UGT
* Huelga general de Chicago: Cuatro anarquistas asesinados.
* Se funda el club de fútbol del Arsenal F. C.
10
* Ventiladores Westinghouse * Transformador de alta tensión * Comienza la construcción del transsiberiano * Poincaré establece las leyes de la termodinámica
* Muere Nietzche * Aparece la revista “Vida Literaria” * Empieza a usarse la tarjeta perforada
* Es probado en Cartagena con éxito el submarino de Isaac Peral * Plancha eléctrica * Torre Eiffel
* Descubrimiento de ondas hertzianas * Westinghouse construye el alternador
* Aparece la linotipia * Soldadura eléctrica * Moissan descubre el fluor * Tesla inventa el alternador
*Uso de la bencina como carburante * Vacuna antirrábica (Pasteur) * Canadá construye el primer ferrocarril intercontinental.
216
1899
1898
* Guerra de los Borres
* Inglaterra vence a Zanzíbar en una guerra que duró 39 minutos
* Llega Valeriano Weiler a Cuba * Sublevación filipina * El gobierno de Cánovas aprueba la autonomía de Cuba y Puerto Rico * Asesinato de Cánovas en Mondragón * Segunda guerra de Cuba * Voladura del Maine * Estados Unidos declara la guerra a España y se apodera de la Marianas * Bombardeo de Santiago de Cuba * Perdida Cuba, Filipinas, Pto. Rico y Guam * Venta a Alemania de las islas Marianas, Carolinas y
1896
1897
* Victoria de Japón y anexión de Formosa
* Guerra chino-japonesa * Boda del zar Nicolás II y Alejandra
* Hawai se convierte en protectorado de EEUU
*Muere José Martí * Cánovas del Castillo jefe del gobierno
* Empieza la guerra de Melilla
1895
1894
1893
recibir emigrantes.
* Hans Gamper funda el Barcelona F. C.
* Fundación de Cáritas * Primera ascensión al Aconcagua * Primer congreso sionista en Basilea.
* Primeras Olimpiadas de le era moderna en Atenas.
* Atentado anarquista en el Liceo * Se inaugura la Bolsa de Madrid * Nace Augusto César Sandino * Es arrestado Dolfus iniciándose el famoso juicio. * Coca Cola vende su primera botella de vidrio. * La mujeres australianas consiguen el derecho al voto * Constitución de la Asociación de la Prensa de Madrid, primera de España
pesino de Jerez
* Édison crea el fonógrafo
* Se descubre la Dama de Elche * Marconi inventa la radio * Rostand estrena “Cirano de Bergerac” * Wells escribe “guerra de los mundos” * Oscar Wilde sale de la cárcel. * Aeroplano de Santos Dumont * Max Planck descubre el fotón * El matrimonio Curie (Pierre y Maria) descubren el radio.
* Telegrafía sin hilos de Marconi y de A.Popov (según los rusos) * Maquinilla de afeitar * Se define el electrón * Poincaré presenta el cálculo de probabilidades * Berquerel descubre la radiatividad * Apertura del Canal de Kiev * Descubrimiento de rayos Roentgen
* Lumier presenta el cine
termodinámica * A.C.Doyle crea a Sherlock Holmes * Centenario del dolar
217
* Se funda la Unión Republicana por Salmerón y Alejandro Lerroux * Estalla el caso Nozaleda conta Maura * Primera jornada de descanso dominical * Fallece Isabel II (9.IV.1904, 8h. 45m)
1903
1904
* Mayoría de edad de Alfonso XIII
1902
1901
1900
islas Marianas, Carolinas y Palaos * Se restablecen las relaciones diplomáticas con Estados Unidos * 65.000 soldados “yankis” desembarcan en Filipinas y luchan con los indígenas. * Rebelión boxer en China, asesinato del embajador alemán y 55 días de asedio en Pekin
* Creación del Sin Fein * Tratado de Vereeniging que pone fin a la guerra de los Borres. * Entronización Pío X * Se independiza Colombia de Panamá
* Los alemanes y los británicos se enfrentan por la guerra de los borres. * El Reino Unido se anexiona el Estado Libre de Orange en África del Sur
* Queens y State Island se unen y forman Nueva York
* Hellen Séller, ciega y sorda, obtiene el doctorado a los 26 años, enseñada a relacionarse por Anne Mansfiel en sólo cuatro años.
* Se funda el Atlético de Madrid * Primer Tour de Francia
* Terrible ola de calor en Sevilla * Se funda el Real Madrid C. F.
F. C. * Son trasladados los restos mortales de Goya de Burdeos a Madrid
12
* Puccini estrena “Madam Buterfly” * Ramón y Cajal descubre la estructura del sistema nervioso. * Vuelo de los hermanos Wright
*Avión con motor de explosión
* Un radiomensaje cruza el Atlántico * Aspiradora * Primeros premios Nobel * Se descubren los grupos sanguíneros * Reflejos condicionados de Paulov * Se termina la presa de Assuan
* Puccini estrena “Tosca” * Primer vuelo del Conde Von Zeppelín en su dirigible. * Freud: “La interpretación de los sueños
* Un radiomensaje cruza canal de la Mancha * Bayer patenta la aspirina
21 León XII / 22 Gregor Mendel / 23 Samuel Morse / 24 Mutshiito / 25 Friedrich Nietzche / 26 Últimos zares / 27 Alfred Nobel / 28 René Schatobriand / 29 Oscar Wilde / 30 Pablo Iglesias / 31 Teresa Cabarrús / 32 Henry Poincaré / 33 Ricardo Wagner / 34 Robert Schumann / 35 Dimitri Ivanovich Mendeleiev / 36 Tomás Edison / 37 Stonewall Jackson / 38 Louis Pasteur / 39 Stephenson / 40 Pío IX / 41 Ivan Petrovic Paulov. 218
42 Benito Pérez Galdós / 43 Familia Romanoff / 44 Ferdinad Zeppelin / 45 Benjamin Disraeli / 46 Donoso Cortés / 47 Charles Dickens / 48 Caballo Loco / 49 Alfonso XII / 50 Charles Darwin / 51 Hedor Dostoievski / 52 hans Gamoper / 53 Sabatier Daguerre / 54 Giuseppe Garibaldi / 55 Tomas de Zumalacárregui / 56 Friedrich Engels / 57 Franklin Pierce / 58 Sigmund Freud / 59 Giuseppe Verdi / 60 Victoria I / 61 Emiliano Zapata / 62 Federico Chopin / 63 Michael Faraday. 219
64 Otto Von Bismarch / 65 Adelina Patty / 66 María Luisa Alcote / 67 Alfonso XIII con su madre / 68 Elisabeth Wilsbach / 69 General Custer / 70 cura Merino / 71 Amadeo I / 72 Agustín Betancour / 73 Luis Candelas / 74 Duque de Cavour / 75 Camille Desmolins / 76 Nicolás II / 77 Francisco José I / 78 Isidoro Maiquez / 79 Fernández Caballero / 80 Paquiro / 81 Isaac Peral / 82 Metternich / 83 Príncipe Hohenzollern Sigmaningen / 84 Pío X / 85 David Crocket / 86 Teodora Lamadrid / 87 Reina Victoria / 88 Conan Doyle / 89 Julían Gayarre / 90 Rosalía de Castro / 91 Mariana de Jesús (cadaver momificado) / 92 Max Planck / 93 Victor Manuel II / 94 Luisa Carlota de Borbón 220
PERSONAJES HISTÓRICOS CITADOS EN EL TEXTO
Páginas en las que aparecen Pinceladas biográficas resaltadas retratos en páginas subrayadas
Abaraca, Joaquín (Obispo de León, carlista ultramontano) 27 Absburgo, María Cristina (madre de Alfonso XIII) 214 – 205 - 219 Adan (Elocuente político) 139 Aguirre, Esperanza (A la sazón Presidenta a la sazón de la Comunidad de Madrid) 177 Alagón, duque de (de la pandilla de golfos del Felón) Alarcón, Pedro Antonio de (¿Quién no sabe que dio en “El Clavo?) 11 – 169 - 213 Alba, duque de (siempre grande entre los grandes) 88 Alcalá Galiano, Antonio (El Cicerón del s. XIX) 72– 139 - 144 Alcaraz, Padre (proporcionó las llagas milagrosas a Sor Patrocinio) 89 Alcote, Louise Mary (la de la conocidísima “Mujercitas”) 212 - 220 Alejandra Feodorovna de Rusia (esposa y madre de zar) 216 Alejandro II (zar de todas las Rusias) 210 Alenza, Leonardo (el del ameno pincel) 151 Alfonso VI (fundador de la universidad de Valladolid, conquistador de Toledo y sospechoso en Santa Gadea) 111 Alfonso VII (el emperador de León) 111 Alfonso VIII (el de las Navas de Tolosa) 111 Alfonso X (el sabio poeta) 111 Alfonso XI (se lució en el Salado) 111 Alfonso XII (murió de tuberculosis!) 47 – 80 – 87 – 111 – 119 – 183 – 193 – 203 – 210 – 213 – 215 - 219 Alfonso XIII (dimitió sin causa) 217 - 220 Almeida, Cirilo (General de los Franciscanos) 27 Alonso Cordero, Santiago “El Maragato” (astuto inversor) 97 Alonso de Madrid, Fray (instaurador de iglesia) 97 Alonso Martínez, Manuel (Moderado y laborioso) 79 – 83 - 84 Alonso, José (Ministro de Isabel II) 32 Álvarez de Mendizábal (No consiguió enderezar demasiado la economía pero sentó las basas de una sociedad moderna) 27 - 108 – 117 – 118 – 124 – 166 – 196 – 201 - 207 Amadeo I (Rey sin suerte) 49 – 87 – 119 - 187 – 212 – 213 - 220 Amat (Embajador en Roma) 24 Amato (el gran pastelero) 192 Anderson (“El patito feo”, “El soldadito de plomo”...) 213 Angulema, duque de (invasor con grandes ínfulas, pero escaso porvenir) 81 -85 Angulo, Paul y (cargó el sólo con el mochuelo con su protesta) 187 Aníbal (General cartaginés que casi derrota a Roma… del todo) 36 Ansorena, Celestino (gran joyero con vivienda a tres calles) 134 - 178 Aparisi (Azote de la corrupción de los presupuestos) 174 Aquaviva S.I. (educó a medio mundo) 125 Aranda (ministro de Carlos III) 94 Argüelles (Sufridor y quejoso profesor de las Princesas y testa coronada) 45 – 77 – 88 - 86 - 175 - 196 Armero Fernández de Peñaranda, Francisco, Marqués de Nervión 68 – 76 – 83 – 90 – 111 – 115 – 203 - 210 Arolas, Juan (literato, cura y algo loco) 155 Arrazola, Lorenzo (jurista eminente y siete veces Minostro de Gracia y Justicia) 203 211 Arrieta (Músico de altos vuelos) 156 – 157 – 161 - 212 Artigas S. I. (No le perdonaron que en sus ratos de ocio se dedicara a envenenar las aguas de las fuentes de Madrid con el vibrión del cólera ¿?) 80 Asís, Francisco (el verdadero ecologista sin subvenciones) 114 Azorín (Frase corta e ideas largas) 134 Azpeitia (Obispo de Tudela y posteriormente de Cartagena, negligente con la Corona) 26
221
Balboa (Se jugó el puesto –y lo perdió- en tiempo de paz) 114 Balmes, Jaime (El lúcido pensador) 115 – 121 - 207 - 208 Balmis, Francisco Javier (Médico alicantino propagador de la vacuna de la viruela) 14 - 17 Balmis, Micaela (Hermana del Dr. Balmis) 14 Barbieri, Asenjo Francisco (Inspiradísimo autor musical) 156 – 157 – 162 - 164 Bardají, Eusebio (más de un trimestre Presidente del Gobierno) 201 Baroja, Pío (El escritor) 134 Baroja, Ricardo (El pintor) 134 Barón de Eroles (ved Joaquín Ibáñez Cueva) Baudelaire, Charles (de sus “Flores del mal” a la poesía modernista) 171 Bécquer, Gustavo Adolfo (La quinta esencia de la poesía) 67 – 162 – 170 – 171 – 210 – 211 - 212 Beethoven (¿El número uno?) 174 Bélgira, marquesa de (Camarera de altos vuelos) 77 Bell, Grahan (¿hubiera imaginado el teléfono móvil?) 210 - 213 Bellini (El autor de “Norma” sólo vivió 33 años) 174 Benso, Camilo (el gran estadista Conde de Cavour) 175 – 208 – 209 - 220 Berlioz (Insigne compositor francés) 174 Bermudez de Castro (duque de Ripalda e inventor de la rima “bermudina) 68 Berquerel (por quien sabemos de la radioactividad) 216 Betancourt (el ingeniero militar que dejó su firma en alguno de los 665 palacios de San Petesburgo… y algún sitio más) 220 Billiard (general francés respetuoso con el enemigo) 44 Bismarck (canciller fundador de la nueva Alemania) 211 - 220 Blakwell, Elizabeth (primera mujer médico en Estados Unidos) 209 Blanco White, José María (El inspirado poeta que anduvo siempre buscando la Fe en varias religiones, con poco éxito) 146 Böhl de Faber, Cecilia, “Fernán Caballero” (Que voló por la literatura con majestuosidad de gaviota) 174 - 208 Boix, Ignacio (Librero) 134 Bonaparte, José (Mujeriego, no tonto y abstemio, aunque francés) 95 – 100 – 175 – 176 – 182 Bonaparte, Napoleón (Ambicioso –y genial- Emperador de Francia) 28 – 34 – 80 – 81 – 88 - 91 – 109 – 176 – 180 – 182 - 207 Borbón Dos Sicilias, María Antonia de (Casi se desmaya cuando vio por primera vez la belleza de Fernando VII) 28 - 29 Borbón Felipe V (el francés) 30 Borbón y Braganza, Carlos Luis, conde de Montemolín (2º aspirante) 31 – 115 - 211 Borbón, Alfonso (ved Alfonso XII) Borbón, Carlos III de (Un soplo de aire puro en una familia decadente) 175 - 176 Borbón, Carlos IV (Rey de España por la “gracia” de Dios, menuda gracia) 17 – 24 - 30 Borbón, Carlos María Isidro de (“El Pretendiente”) 14 – 25 - 27 – 28 – 30 – 31 – 32 – 34 – 35 – 36 -47 – 115 – 121 – 124 – 210 Borbón, Fernando de, Cardenal Infante (Vivía en la Zarzuela como D. Juan Carlos) 155 Borbón, Fernando VII (El “Felón”, una verdadera caca de rey) 24 – 28 – 29 – 30 – 31 – 42 - 45 – 47 – 75 – 88 – 91 – 118 – 165 – 182 – 192 – 206 - 207 Borbón, Francisco de Asís (El complaciente marido) 76 – 121 – 194 - 202 Borbón, María Cristina (4ª esposa de Fernando VII y madre de Isabel) 29 – 30 – 31 – 32 – 33 – 36 – 42 – 46 – 48 – 75 - 87 - 151 – 154 – 174 – 180 – 206 - 207 Borbón, María Luisa Carlota (La de los bellos ojos azules y la mano larga) 30 – 47 - 220 Borbón, María Luisa Fernanda (la compañera de juegos, ¿estudios? y esponsales) 76 - 129 Borbón, Pilar (la popularísima “la Chata”) Borso de Carminati (Fusilado con otros “antiesparteristas”) 33 Botella, Pepe (ved José Bonaparte) Braganza, Isabel de (Algo le debemos) 28 - 29 Braile (consiguió que leyeran los ciegos) 209 Bravo Murillo (El extremeño que puso los medios para dar de beber a Madrid) 87 – 109 – 148 – 183 – 202 - 209 Bretón (General Isabelino) 31 Bretón de los Herreros (Madrileño por los cuatro costados) 156 - 161 Broschi, Carlos (ved Farinelli)
222
Buchanan (presidente de Estados Unidos “mi día”) 210 Bueno Villagrán (General de la Orden Hospitalaria, médico y maestro) 18 Bullwer (casamentero, dibujante, escritor y embajador coceado) 90 Buren, Van (Presidente USA) 207 Burgos, Francsco Javier de (Algo de su trabajo ha perdurado aunque quizá no dure) 192 – 196 - 206 Burqué (general “sacrificado” por Maroto) Buschental (ved María Pereira) Bustillo, José María (ministro de Isabel) 68 Caballero de Rodas (coronel dispuesto a batirse por sus oficiales) 65 Caballero, Guillermo (boticario de Madrid en el s. XIX) 21 - 160 Caballo Loco (rompió el guión de la película) 213 - 219 Cabarrús (Fundador del banco de San Carlos y Padre de Teresa Tallien) Cabarrús, María Teresa (la hija) 218 Cabrera (“El tigre del Maestrazgo”, general carlista) 28 – 31 - 34 – 35 - 47 Cacopardo, María Dolores (madre de la monja de las llagas) 89 Calatrava, José María (Progresista a ultranza) 196 - 201 Calderón de la Barca (Rey de reyes) 155 Calero, Dr. Ramón (Presidente que fue de la RFEF) 123 Calomarde (El del bofetón) 26 – 27 – 30 - 47 Calvo, José (memorable actor) 136 - 150 Calzones, El (valiente ante los toros y ante los franceses) 34 Campoamor, Ramón (Mi espléndido anfitrión) 86 – 116 – 122 – 123 – 125 – 127 – 133 – 134 – 135 – 136 – 141 – 144 – 145 – 146 – 147 – 151 – 152 – 153 – 154 – 155 – 158 – 160 – 169 – 170 – 173 – 207 - 213 Campomanes (He aquí un conde laborioso) 86 Candela y Gómez, Isabel (Rector del Hospicio de La Coruña) 17 Candelas, Luis (el chulapo que disfrazado y valiéndose de los buenos contactos, de noche desvalijaba a todo Madrid) 220 Canosa (Dueño de una bollería que prosperó hasta ser la “Fontana de Oro”) 139 Cánovas del Castillo (El conservador que consiguió la alternancia institucional) 79 – 166 – 171 – 202 – 211 - 216 Caño, El (ayudante que cayó con el ayudado) 110 Caracol, El (torero y guerrillero) 34 Caracuel, Manuel (Sastre, árbitro de la elegancia al estilo parisién) 135 Carlos I (Nuestro Rey Emperador y V de Alemania) Carmona (brigadier le mataron por excesivamente luchador) 45 Carmona, Antonio, “El Gordito” (revolucionario en el arte del toreo sin salirse del pañuelo que pisaba) 75 Casaus (ministro de Gracia y Justicia) 68 Cascales (Ilustre Familia alcantarillera) 35 Castaños (General capaz de dar un buen castañazo a los franceses) 106 Castellano, S.I. (Mi maestro de literatura) 146 Castells, Juan (General carlista catalán) 31 Castrillón, Enciso (Libretista de zarzuelas de éxito) 156 Castro, Rosalía de (La dulce galleguita) 172 - 220 Cavour (ver Camilo Benso) Céa Bermúdez (Ministro de España) 31 - 45 – 201 - 211 Cepeda, Ignacio (amor de Niña Tula) 181 Cervantes Saavedra, Don Miguel (el más de lo más) 100 César (Augusto emperador romano que nos enseñó latín) 36 Chaleco, El (torero y valiente guerrillero) 34 Charro,el (ved Julián Torres) Chateaubriand (El vizconde reconvertido a la Fe y organizador de los 100.000 hijos de San Luis, además de escritor famoso) 171 - 208 Chaves, Fray Diego de (dominico fundador) 97 Chiclanero, El (torero de gran cartel) 74 - 75 Chico, Francisco (Duro jefe de policía, aunque más duros fueron con él) 110 Choisseul (Primer ministro francés, también anti jesuita) 94 Chopín, Federico (enamorado de Mallorca) 219 Churchill, Wiston (Una gran inteligencia tras un puro) 123 Churriguera (Arquitecto con estilo propio) 97 Cisneros (Cardenal de pelo en pecho) 102
223
Claret y Clará, Antonio María (Con santidad ganada a pulso) 78 - 90 Clarete, Ibrahim (ved Luis Ginzález Bravo) Collado, Pedro, Chamorro (El contador de cuentos y graciosos chistes, para el Felón) 30 Colomer, Pascual (Arquitecto) 207 Colón (sabemos cuales son sus huesos, pero ¿Quién era él?) 132 Comte (el filósofo del positivismo) 207 Concha y Sierra (¡cuantos días de gloria!) 74 Concha, Manuel de la (El americano marqués del Duero) 76 Conde de Alcoy (ved Federico Roncali) Conde de Cavour (ved Camilo Benso) Conde de España (cruel carlista) 35 Conde de Leonard (ved José María del Soto) Conde de Losada (Sabía lo que convenía al joven Jovellanos) 92 Conde de Lucena (Ved Leopoldo O´Donnell) Conde de Luchana (ved Baldomero Espartero) Conde de Montemolín (ved Carlos Luis de Borbón) Conde de San Luís (ved Luis Sartorius) Conde de Santa Coloma (Iniciador de una familia de ganaderos) 73 Conde de Tascher (suegro de Narváez) 90 Conde de Toreno (ved José María Quipo del Llano) Conde de Villapadierna (ved Manuel Pando) Conde de Vistahemosa (Ganadero famoso) 73 Conde Duque de Olivares (el imponente Privado) 89 Conde Solano de la Margarita (embajador de Córcega) 27 Condes de Montijo (padres de emperatriz y duquesa) 154 Condesa de Belascoain (ved María del Pilar Liñán) Condesa de Santa Marca (generosa con las Hermanas de la Caridad) 194 Condesa de Teba (Condesa de Montijo, ved Eugenia de Montijo) (Se enamoró de ella Napoleón y toda Francia) Contreras, Juan (general insurrecto del cantón de Cartagena) 195 Cordero, Santiago Alonso (“el Maragato”, buen inversor) 97 Corella, Jaime (Confitero famoso) 160 Coromina, Bartolomé (Gran artista del buril) 197 Coronado, Carolina (la guapa extremeña) 172 - 182 Cortabarría (Uno de los que se lucían en la Fontana de Oro) 139 Cortazar, Modesto (breve Primer Ministro) 201 Cortés, Donoso (Creía poco en la democracia) 145 - 219 Cortés, Hernán (Cuanto le debe Méjico y que poco le quieren allí) 132 Cortina, Manuel (un autentico liberal, capaz de retirarse de la política en plena madurez y viento favorable) 117 Costa, Francisco (Comerciante del antiguo Madrid) 135 Crawford Long (inició el uso del eter anestésico) 207 Crochet, David (el explorador que tuvo mejor prensa) 220 Cubero, Ramón (Gran hombre de escena) 156 Cúchares (Uno de las figuras universales del toreo) 74 – Cueto, Leopoldo Augusto del, marqués de Bedmar (Diplomático y escritor, largo tiempo íntimo de Isabel) 151 – 166 - 191 Cueva, Alfonso de la (Carlista –de Carlos I- generoso y “cumplidor”) 166 - 191 Curie, María (junto con su marido Pier, descubrió el radio) 204 Custer (el elegantísimo general Yanki fracasado en el campo de batalla) 213 - 220 Daguerre (Mago de sus tiempos) 79 - 81 – 207 - 219 Damocles (El dueño de la amenazante famosa espada) 73 Daniel (Profeta muy reputado) 36 - 208 Dante Alighieri (nos bajó a los infiernos, y se lo agradecemos) 209 Darwin (el ingenioso seductor) 210 - 219 Degas, Ricardo Hilario Germán (el dominador de las academias de baile) 213 Demóstenes (El incorruptible enemigo de Filipo, elocuente creador de las filípicas ) 119 Desmolins (revolucionario francés con demasiada buena prensa) 85 - 220 Díaz, Matilde (Actriz que se disputaban todos los autores) 156 - 159 Díaz, Porfirio (infatigable luchador, contra Maximiliano, Juarez. o el que fuera) 204 - 213 Dicenta, Joaquín (hijo de dramaturgo y actor consagrado) 112 Dickens, Carlos (“¡Paparruchas!”) 207 - 219
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Disraeli, Benjamín (el “tory” responsable del máximo apogeo británico) 213 - 219 Dock, Roberts 207 Dolfus (¿ sería inocente ?) 216 Domeq, Álvaro (Caballero rejoneador) 62 Domingo, Santo 97 Domínguez, Gustavo Adolfo (ved Gustavo Adolfo Bécquer) Donizeti (Para muchos favorito por “La favorita”) 174 Doré, Gustavo (el fantástico dibujante) 206 - 211 Dostoieski (el epiléptico de « Crimen y castigo » o « Noches Blancas ») 214 - 219 Doyle, Arthur Conan. ( bien conocido) 216 - 220 Duaso y Leire, José (canónigo de puertas abiertas) 134 Dubois, Emilio Hugenin (ved Emilio Lhardy) Dulce (Terminó haciendo pasar amarguras a Isabel) 33 – 46 – 109 – 110 - 185 Dumas, Alejandro (El gran novelista) 62 – 124 – 153 – 171 – 204 - 208 Dumont, Santos (empezando a dominar el vuelo) 216 Duque de Ahumada (¡viva la Guardia Civil!) 143 Duque de Alagón (compañero de correrías nocturnas) 30 Duque de Alba (Acaparador de títulos nobiliarios) 88 Duque de Angulema (Delfín que no pasó de ahí) 81 - 83 Duque de Aosta (ved Amadeo I) Duque de Benavente (ved Rodrigo de Pimentel) Duque de Cádiz (ved Duque de Montpensier) Duque de la Torre (ved Francisco Serrano) Duque de la Victoria (ved Baldomero Espartero) Duque de Lerma (rey del nepotismo que llegó a Cardenal) 78 Duque de Montpensiér (Mató en duelo a su cuñado Enrique y quizá a alguno más, pero fue el pa-dre de la infortunada María de las Mercedes) 115 – 119– 129 Duque de Riánsares (ved Fernando Muñoz) Duque de Rivas (Ved Ángel Saavedra) Duque de Sexto (de acogedor portal) 82 Duque de Sotomayor (ved Carlos Martínez de Irujo) Duque de Sotomayor (ved Carlos Martínez de Irujo) Duque de Tetuan (ved Leopoldo O´Donnell) Duque de Valencia (ved Ramón Narváez) Duque de Veragua (Otro noble metido a ganadero) 74 Duquesa de Riánsares (ved María Cristina de Borbón) Durán (Librero) 133 Echegaray, José de (El polifacético) 155 – 166 - 171 Edison, Tomás (miles de patentes) 209 – 212 - 213 – 216 – 220 Eguilaz, Luis de (Zarzuerista) 151 – 157 Elcano, Sebastián (Lo intentó) 128 Empecinado, el (ved Juan Martín Díaz) Engels (el filósofo de Marx) 208 – 212 - 219 Enrique “V” (Casi llega a ser rey de Francia,; quedó en proyecto) 46 Enrique III (El Doliente, que tomó Canarias) 147 Escosura, Patricio (Brillante orador y mejor chico de lo que se decía) 111 – 119 Eslava, Hilarión (¿Se seguirá estudiando su método?) 155 - 157 Espadón de Loja (ved Narváez) Espartero,Baldomero,duquedelaVictoria(Granprotagonista,liberaldefamaydictadordehecho)33– 36 – 38 – 49 – 46 – 65 – 76 – 83 – 84 – 85 – 86 – 108 – 110 – 117 – 120 – 154 – 166 – 201 – 202 – 207 – 208 - 210 Espoz y Mina (heroico guerrillero) 27 Espronceda, José (¿Quién no se sabe algo de su obra?) 43 – 133 - 146 Esquilaz, Luis de (malogrado escritor) 163 Esquivel (Pintor) 151 Faraday (el electromagnetismo) 206 – 219 Farinelli (Gran cantante al que “desgraciaron” de jovencito) 59 – 159 – 158 - 164 Felipe II (El rey que hubiesen querido muchos países) 51 – 102 - 131 Felipe III (tomó la nefasta decisión de expulsar a los moriscos) 102 Felipe V (Primer Borbón para España y que entró a tiros) 24 – 100 – 123 – 156 - 157 Fernán Caballero (ved Cecilia Bel de Faber) Fernández Caballero (el insigne músico murciano) 157 - 220 Fernández de Andrada (estos Fabio, ay dolor,que ves ahora…) 83
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Fernández de Córdoba (el Gran Capitán) Fernández de Córdoba, Fernando (no llegó al mes de gobierno) 202 - 210 Fernández de Moratín,Leandro (picado de viruela, vivió en sus carnes “El sí de las niñas”, pero con peor final ) 165 Fernández de Velasco (marqués de Frias) 201 Fernández Espartero (ved Baldomero Espartero) Fernandez, Marí Dolores de Armero (la fértil madre del ministro) 89 Feuerbach (el filósofo cristiano) 205 Filmore (el Presidente Yanki) 207 - 209 Fiztche (filósofo) 170 Flor, Roger de (el gran conquistador de las venganzas catalanas) 149 Flores, Catalina (Actriz con su milagro propio) 63 Font, José (De una familia de actores que ha llegado a nuestros días) 156 Fonte (Arzobispo de Méjico) 26 Fortuny, Mariano (El catalán que inmortalizó la guerra de África) 151 Fraile,el (dejó la cuadrilla torera y se unió a la guerrillera) 34 Francisco I de Francia (Todo se ha perdido menos el honor) 102 Francisco José I (68 años en el trono) 209 – 210 - 211 Franco, Carolina di (Actriz muy de moda entonces) 156 Franco, Francisco (Gobernó España siete lustros) 68 Freud (todo lo resuelve el psicoanálisis) 217 - 219 Fulgencio, Don (Cura parásito, cuyo apellido no ha transcendido, pero sí su zascandileo en palacio) 114 Gacia Tasara (padre de la hija de la niña Tula) 181 Galindo, Beatriz (Usted si que sabía hasta… latín) 97 – 99 - 150 Gallego, Nicasio (Cura, liberal y literato) 170 Gálvez, Antonio (Tonete Gálvez) 190 - 195 Gamper, Hans (el “Barsa” empieza sin saber catalán) 216 - 219 García (general que se oponía al acuerdo liberal-carlista) 45 García Goyena, Florencio (poco tiempo le dieron) 202 - 208 García Gutierrez, Antonio (Dramaturgo y miliciano) 149 - 152 – 157 - 207 García Moreno (el dictador ecuatoriano asesinado, uno más) 213 García, Cosme (Probo empleado de correos, tal como siempre fueron) 181 - 186 García, Manuel (el gran olvidado) 174 Garcilaso de la Vega (con Boscán introdujo la métrica italiana) 210 Garibaldi (Se sacó una nación de la manga) 79 – 210 – 214 -219 Garrido, Fernando (ejerciente de socialista) 190 - 195 Gaspar y Roig (editor de un gran diccionario enciclopédico) 156 Gauguen (Taití le configuró) 206 Gayarre (Su voz atronaba en los hermosos valles del Roncal, después en toda Europa) 163 – 215 220 Gaztambide (Músico de éxito) 156 – 157 - 164 1 General Bonito (ved Francisco Serrano) Gil, Enrique (Buen escritor) 155 Godoy (Uno de los lados del triángulo fatídico) 95 Gómez Becerra, Alfonso (jefe del Gobierno casi un par de meses) 202 Gómez de Avellaneda, Gertrudis (la niña Tula) 172 - 181 Gómez de Sandoval y Rojas, Francisco (ved Duque de Lerma) Gómez Hermosilla (afrancesado que se esforzó en enseñar a hablar a los españoles) 165 Gómez, Miguel (intrépido militar) 36 – 43 - 46 Gómez, Narciso (el patriota cubano) 209 Góngora y Argote (de estilo inconfundible “y que se ría la gente”) 23 González Bravo, Luis (Político de vocación) 48 – 67 – 72 – 76 – 84 - 87 – 91 - 116 González, Manuel (El empleado de correos que tocó a retreta) 31 Gordito, el (ved Antonio Carmona) Goroitiza (Político de florido hablar) 139 Goya y Lucientes (¡insigne aragonés!) 151 – 173 - 181 Grant (Presidente de Estados Unidos) Greco, el (ved Doménico Teotocópulos) Gregorio XIII (Papa de 1831 a 1846, años difíciles) 32 Gregorio XVI (Bartolomeo Antonio Capellán:”Mirari vos”) Griñó, María (Madre de Cabrera) 28 Güell, José (El portador de la presente) 76
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Guerrero, Jacinto (Compositor muy admirado y prolífico d el s. XX) 73 Guillén, Curro (Torero sabio y tío de figura) 74 Guillermo I (con Bismarck lo consiguió) Gurgué (general asesinado por orden de Maroto) 45 Gutiérrez de la Concha (Marqués del Duero, último Primer Ministro de Isabel II) 31 - 48 Gutiérrez de la Vega (Pintor) 151 Gutiérrez, Antonio (Médico ayudante del Dr. Balmis) 17 Guzmán, Diego de (patriarca sin ostentación) 102 Guzmán, María Eugenia de (ver Eugenia de Montijo) Haro, Luis Méndez de (Marqués del Carpio con manos largas) 78 Hartzembuch (bajito pero de altos vuelos) 44 – 151 – 152 - 157 Hayes (Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica) 22 Hegel (tuvo seguidores de derechas y de izquierda y algunos nos han llevado a situaciones verdaderamente terribles) 170 Heine, J (descubridor de la polomelitis) 207 Heredia, Narciso (conde de Ofelia) 201 Hill (Incendiario general inglés) 51 Hohenzoller-Sigmalingen, Principe de (“olé olé, si me eligen) 49 Homero (el inmortal) 186 Hugo, Victor (La cumbre del romanticismo francés) 150 - 171 Huguenin Dublos, Emilio ( ved Lhardy) Humboldt (Médico inglés) 17 Ibáñez Cuevas, Joaquín (luchó contra los franceses y luego para que vinieran) 47 Ibraim Clarete (ved Luis González Bravo) Iglesias, Pablo (linotipista fundador) 220 Incenga (conocido músico) 154 Inguanzo y Rivero, Pedro (Cardenal Primado) 24 – 27 - 45 Insúa, Sor Pilar (destacada Hermana de la Caridad) 194 Iriarte, Tomás (el gran fabulista) 156 Isabel de Borbón (la Chata) 111 Isabel II (La gran protagonista de esta historia) 8 – 26 – 28 – 30 – 31 – 32 – 33 – 34 – 46 – 62 – 70 – 75 – 76 – 77 – 80 – 87 – 88 – 89 – 90 – 91 – 93 – 94 - 111 – 114 – 115 – 119 – 121 – 123 – 129 – 139 – 148 – 163 – 161 - 166 – 180 – 183 – 185 – 191 – 192 - 193 – 198 – 200 201 – 202 – 203 – 205 – 206 – 208 – 209 – 212 - 217 Isabel la Católica (Nuestro orgullo de reina) 24 - 97 Istúriz, Francisco Javier (El de la bolita de cristal) 109 – 115 – 201 – 202 – 203 – 208 - 210 Iturbe (General carlista que sabía algo de vascuence) 36 Iturbide, Augusto de (llegó a emperador…) 27 Izquierdo (Pedigüeño, conspirador, revolucionario, olvidadizo y desagradecido) 185 Jackson (inició la llamada democracia popular) 206 - 218 Jara Carrillo (Escritor y periodista de Alcantarilla) 35 Jara y García, José (Alcantarillero, Mariscal de los carlistas) 35 Jenner (Médico francés inventor de su vacuna) 17 Jonson, Andrew (Presidente USA) 211 Jorge IV (Del Reino Unido) 124 Jovellanos (El que puso los dedos en las llagas) 86 – 92 – 95 - 102 Juan II (de Castilla y de D. Álvaro de Luna) 150 Juarez, Benito (El indio que intentó modernizar Méjico y fusiló a Maximiliano) 70 Juliá, Eugenio (El de los bellos sellos) 107 Juvenal (difficile est satyram non escribere) 92 Keller, Helen (una luz sonora para los sordos ciegos) 117 Kirchheff, G.R. (investigador de la electricidad) 208 Klans, Kart (Químico alamán) 208 Koch (descubridor del bacilo ácido alcohol resistente) 214 Krause (filósofo) 170 Krocket, David (el filmadísimo explorador) 207 - 219 L´Ardonais, Mme. de (Modista de tronío) 59 Labrador (Embajador del Reino de España en Roma) 46 Lacy (gran militar; luchó con Napoleón y contra él en España, pero el rey Felón le mandó fusilar) 34 Lafuente, Modesto (referente en la historia de España) 72 Lamadrid, Teodora (El no va más de la escena) 112 – 151 – 156 - 220
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Lamartine (Inspirado poeta, político y aspirante a President de la Republic) 37 Lancereaux (médico estudioso) 210 Larra, Mariano José (¿Por qué se tiraría un tiro con el éxito que tenía?) 67 – 147 – 175 Latina, la (ved Beatriz Galindo) Latorre, Adelaida (Actriz de familia de actores) 156 Latorre, Carlos (Triunfador del arte de Talía) 112 - 152 Lefuel (arquitecto y restaurador francés) León XII (pasó del Quirinal al Vaticano) 210 - 218 León XIII (Vicenzo Gioacchino Pezzi, “Rerum Novarum”) 204 – 214 León, Diego de, conde Belascoaín (Fusilado por Espartero) 33 – 46 – 185 - 207 León, Juan (Valiente donde los haya ante las astas del toro) 74 Lerma, Cardenal Duque de (Depredador de primera magnitud) 80 Lerroux, Alejandro (El que dijo aquello que había que hacer con las monjas –“Hermanas”para convertirlas en “Madres” .. y al final se fue a la derecha) 47 - 217 Lersundi, Francisco Alejandro (Fiel hasta el final) 202 - 209 Lesseps (Unió el Mediterráneo y el Rojo, no para aislar a los israelitas, si no para que pasaran los barcos de todo el mundo) 81 - 204 Lhardy, Agustín (Pintor, hijo y sucesor de D. Emilio) 149 Lhardy, Emilio (Europeizó los fogones de España) 127 – 136 – 139 - 148 – 149 - 151 Lincoln (el asesinado más veces ante las cámaras) 204 - 211 Liñán, Fernando (Mi querido abuelo materno) 81 Liñán, María del Pilar (2ª condesa de Belascoaín) 46 Liñán, Mariano (Pavorde, prócer y casi obispo) 24 - 26 Liñán, Pascual Sebastián (Capitán General) 27 – 90 Lista, Alberto (Elocuente político) 67 – 155 – 162 – 165 - 171 Lister, Joseph (¡cuantos pacientes arrancados de la muerte en el quirófano!) 212 Liszt, Franz (el inspirado) 209 Livinngton (el que descubrió la inmensa curva del río Congo) 204 - 212 Lope de Vega (“Mas de mil, en horas 24, pasaron de las musas al teatro”) 112 - 156 López de Ayala (el del “tejado de vodrio” y el manifiesto “España con honra”) 155 López, Joaquín María (de Villena y triunfó en Madrid) 171 – 173 – 201 - 203 López, Vicente (buen pintor, mejor retratista) 151 Lorenzale, Claudio (Pintor y buen maestro) 151 Losada (Pintor) 151 Losada, conde de (orientador de la carrera de Jovellanos) 92 Luis Felipe Napoleón (Rey francés algo iluso) 37 – 206 - 208 Luján, Juan (Señor de la casa familiar que perpetúa su nombre) 102 Lumier (Primer merecedor de un Oscar) 216 Luzón, María (Con familia numerosa de las de antes) 102 Mac Artur (Martillo de los japoneses) 31 Macías (el trovador real) 147 Madoz (¡Cuanto sabía este hombre!) 100 – 117 – 124 202 Madrazo, Raimundo (Éste, el siguiente.. y su padre, pintores renombrados) 162 Madrazo, Ricardo 151 - 182 Madrid, Fray Alonso de (fundador de iglesias) 114 Maiquez, Isidoro (el cartagenero que triunfó en los escenarios) 152 - 220 Malagueña, Pepa la (Su “casa” era posada y cama del rey Felón) 430 Manolete, Manuel Rodríguez, “El Monstruo” (Creador del toreo moderno, bien que pese a sus enemigos) 75 Mansfield, Anne (la ciega sordomuda que tuvo la suerte de encontrar a Hellen Seller) Manzini (El de “I promessi esposi”) 171 Marcal (catalán crlista) 31 Marconi (el dominador del eter) 22. – 22. Marfori, Carlos (el del elegantísimo bigote) 183 María Cristina de Habsburgo (la gran regente) 2.. María de las Mercedes (ved María de las Mercedas Orleáns) Mariana de Jesús (la monja incorrupta) 98 – 100 -108 Maroto (El del abrazo) 35 – 36 - 45 Marquedíe (Insigne grabador) 107 Marques de Albaserrada (Famoso ganadero) 73 Marqués de Alcañices (ved Nicolás Pérez de Osorio) Marqués de Bedmar (cartagenero y enamoradizo, ved Leopoldo del Cueto) Marqués de Casa Riera (levino muy bien la desamortización) 100
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Marqués de Floridablanca (Buscar en José Moñino) Marqués de la Habana y marqués del Duero (ved Gutiérrez de la Concha) Marqués de la Laguna (El de los herederos “cumplidores”) 69 Marqués de la Solana (ved Antonio Urbizondo) Marqués de Mendigorría (ved Fernando Fernández de Córdoba) Marqués de Miraflores (ved Manuel Pando) Marqués de Molins (Mariano Roca de Tohores) Marqués de Nervión (Véase Francisco Armero) Marqués de Novaliches (ved Manuel Pavía) Marqués de Saltillo (que vivía en casa de alquiler) 102 Marqués Viudo de Pontejos (Pronto quedó viudo, pero no renunció a la viudedad, ni al título, véase Joaquín Vizcaíno) Marquesa de Bélgira (Defensora de anacrónicos imposibles) 77 Marquesa de Santa Cruz (Paciente aya donde las haya) 77 Marquesa de Santamarca (la gran benefactora de las Hermanas de la Caridad) 194 Marsillac, Adolfo (actor, autor y director) 112 Martí, José (el poeta que luchó y murió por la independencia) 216 Martín de Santa Cruz (Cruel cura carlista) 31 Martín Díaz, Juan (el heroico Empecinado que no pudo evitar la horca del rey Felón, por liberal) 47 Martín, Antón (fundador del hospital de su nombre que se convirtió en Plaza) Martínez Campos (el restaurador) 193 – 195 - 213 Martínez de Irujo, Carlos (Diplomático cartagenero que murió tras mes y medio de Presidente del Gobierno) 202 - 208 Martínez de la Rosa (Escritor de éxito y político componedor para el “populacho analfabeto”) 24 – 67 – 68 – 72 – 83 – 90 – 147 – 201 - 206 Martínez San Martín (Médico guerrillero) 34 Martínez y Gonzalez, Antonio (marqués de Valdeterrazo) 201 Martínez, Vicente (Ganadero) 73 Martínez, Domingo (Brillante grabador de billetes) 107 Marx, Carlos (menudo caos ha organizado) 204 – 208 – 210 - 212 Maura (luchador y lúcido) 217 Maximiliano (Emperador fuera de tiempo y lugar) 70 – 204 - 211 Maxwel (genial físico) 211 Mayans (Un catalán más en el gobierno de Madrid) 107 Medrano, Nicolás (antecesor de Doña Manolita en oficio y fama) 135 Mendel (los guisantes no tenían secretos para él) 211 - 218 Mendeleiev (el de la armoniosa tabla) 211 - 218 Mendelssohn (A este le habéis oído en todas la bodas… ¡qué poca originalidad!) 174 Méndez Nuñez, Casto (¿bombardear El Callao y Valparaíso puede hacer famoso a un marino?) 129 – 2.. Mendizábal (Buscar Álvarez de Mendizábal) Menéndez y Pelayo (Raudal de erudición) 72 – 88 – 92 - 165 Mérimèe, Próspero (Su cigarrera es bien famosa) 153 – 208 - 212 Merino, Cura (Un casi regicida) 34 – 114 – 209 - 220 Merino, Jerónimo (Héroe guerrillero y cura) 34 Mesner (Médico del magnetismo) 21 Mesonero Romanos, Ramón (Cronista de Madrid, con todo merecimiento) 60 – 67 – 169 Mestre, S.I. (buen maestro, si no le dolía la úlcera) 31 Meternich (el alma del Congreso de Viena y el árbitro de de la Europa absolutista) Milá, Pablo (pintor de éxito en el s. XIX) 151 Mill, Jon Stuart (el del utilitarismo inglés) 208 Millar, W (no sabía leer la Biblia) 21. Mille, Cecil B. de (Productor y director de cine) 11 Mina (Heroico patriota contra los franceses, valiente luchador contra los españoles en América) 27 – 34 – 48 - 90 Mirall (bajo de voz, alto de amistades) 76 Miranda, Carmen (Nos enseñó a bailar la samba mientras guardaba el equilibrio con su espectacular sombrero repleto de frutas tropicales ) 40 Mistral, Federico (Premio Nobel) 166 Miura (Fundador de una ganadería de difíciles y bravos toros que han matado a Joselito, Manolete y otros) 74 Moisés (el antecesor de Lesseps,) 137
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Moissan (descubridor del flúor) 215 Moliere (el de “El enfermo imaginario”) 169 Molina, Tirso (nuestro gran dramaturgo) 153 Mon (Sabía más economía de la que se le suponía) 68 – 90 – 120 – 129 – 171 – 203 - 211 Monier, Casimiro (librero francés en Madrid) 135 Montera, La (a pasar de todo, parece que el Montero podía confiar) 51 Montes de Oca (General fusilado por Espartero) 33 Montes, Francisco “Paquiro” (Torero de los de antes) 74 - 220 Montes, Lola (la española universal de la época) 204 Montijo (militar de la nobleza padre de Emperatiz) 34 Montijo, Eugenia (se casó con un futuro emperador y su hermana con el duque de más títulos del mundo) 88 – 154 - 209 Moñino, José (El marqués que se atrevió con los jesuitas) 94 Mora, Juan de (Arquitecto que triunfó sin las grandes urbanizadoras) 97 Morales (presidente peruano asesinado) 213 Moratín (ved Leandro Fernández de Moratín) 169 Moreno Torres (Alcalde de Madrid) 9 Moret, Segismundo (probo político) 194 Moreto (El del “lindo Don Diego”) 112 Morral, Mateo (Se suicidó, pero le pusieron en pié para fotografiarlo) 133 Morse (con lo bonitos que eran los telegramas…) 207 - 219 Moyano, Claudio (enseñó y aún lo hace desde su cuesta) 124 - 183 Muntaner (Cronista catalán) Muñoz, Fernando, duque de Riánsares (Segundo marido de Mª Cristina , Guardia de Coros e hijo de estanquera) 42 - 171 Murat (Buen general francés y mejor rapiñador) 651 Murillo (su pintura luce hasta en el Hermitage) 173 Mutshiito (abrió el Japón al mundo) 218 Nantes, André de (vino a España a lucir su arquitectura) 97 Napoleón (Ver Bonaparte) Napoleón III (el emperador con buen gusto) 88 – 209 – 213 - 210 Napoleón, Luis Felipe 204 Narváez, Duque de Valenia y “Espadón de Loja” (Verdadero sostén del Isabel II) 65 – 77 83 – 84 – 87 – 90 – 91 – 93 – 110 – 114 - 116 – 141 – 154 – 160 – 183 – 185 – 202 – 203 208 – 209 – 210 – 211 - 212 Negrín, Juan (“Resistir con lentejas y sin lentejas”, aunque él algunas noches cenara tres veces) 81 Nepomuceno, Juan (que llegó a santo) 210 Nicolás I (zar de todas las Rusias y “Gendarme de Europa”) 206 Nicolás II (el zar que asesinaron los rojos) 216 - 220 Nietzche (el filósofo del superhombre) 208 – 215 - 218 Niña Tula (ved Gertudis Gómez de Avellaneda) Nobel (ahora premia a los mejores con lo que ganó con la pólvora) 2… Nocedal (político pariente de políticos) 85 – 87 – 91 - 92 Noguera (Valiente militar que se “atrevió” a fusilar a la madre de Cabrera) 44 Nolson (descubridor del escandio) Nozaleda (Prudente Prelado que incomprendido se hizo cenobita) Nuñez de Arce (La sonoridad en la poesía) 146 – 147 - 212 O´Danojú, Juan (Último virrey de Méjico) 27 O´Donnell, Leopoldo (Como los buenos vinos fue mejorando con el tiemp) 43 - 72 – 76 – 83 - 84 – 86 – 109 – 110 - 119 – 120 – 195 – 203 – 210 – 211 - 212 O´Gorman, Guillermina (Excelentísima Sra. De Campeamor) 141 Ochoa, Eugenio (culto y guipuzcoano) 154 Offembach (Aunque no lo parezca es francés el autor de “Cuentos de Hoffman) 174 Ohm, Georg Simon (estableció leyes de la electricidad) 208 Olavide (El repoblador del sur de Despeñaperros) 92 - 95 Olivares, Conde Duque (Con escoba de barrer… para dentro) 78 Olona (Conoció el éxito con sus zarzuelas) 157 Olózaga (¡Qué interesante individuo!) 72 – 79 – 84 – 89 – 93 – 108 – 115 – 116 – 123 – 139 - 181 – 202 Oraá (General de España) 33 Ordoñez, Gaspar (Insigne arquitecto) 97 Orleáns, Antonio María Felipe de (ved Duque de Montpensier)
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Orleáns, María de las Mercedes (cuatro duques llevaron a la prima guapita) 204 - 214 Orozco, José (Agudo escritor granadino) 44 Orsini (el imitador del cura Merino, pero con Napoleón III) 210 Oscar I (de Noruega y Suecia, hijo del mariscal Bernardotte) 208 Oscar II (se separó de Noruega) 213 Ouidrid (Autor culto de música) 157 - 164 Pacheco (¿Político ecritor? ¿Escritor político?) 115 – 118 – 144 - 171 – 202 - 208 Padilla (el heroico comunero) 191 Palarea, Juan (“El médico”, luchó con éxito contra las tropas de Napoleón) 34 - 44 Pando, Manuel (Culto y prolífico diplomático y ministro) 151 – 166 – 202 – 203 – 208 - 211 Paquiro (ved Francisco Montes) Paquita, la (ved Francisco de Asís Borbón) Paquito de Córdoba (Sus buenas historias le valieron un ducado con toisón de oro) 45 Parrilla S.I., Pedro (mi buen amigo y maestro, recientemente fallecido) 25 Parson, Charles Algernon (la turbina de vapor) 214 Pasteur (el insigne) 208 – 214 – 215 - 218 Pastor Balmis, Gertrudis (sobrina del Dr. Balmis) 14 Pastor, Vicente (impresor tramposillo, no torero) 186 Patrocinio, Sor (ved María Dolores Quiroga) Patti, Adelina (la Caballé del s. XIX) 2… Paul y Angulo (si acaso la punta de iceberg) 197 Paulov (¡pobres perros!) 217 - 218 Pavía (Predecesor, con más éxito que el coronel Tejero) 31 – 48 – 192 - 213 Pedro II (emperador de Brasil) 215 Pedrol Rius (Jurisconsulto e investigador) 119 Peleteiro Varela, Antonio (Mi viejo buen amigo siempre joven) 69 Peña, Pantaleón (El gran disimulador de las calvicies madrileñas) 70 Peñalver (Dueño de una buena tienda de telas en el Madrid el s. XIX) 55 Peñaranda, María Dolores (Prolífica marquesa de Nervión) 76 Peral, Isaac (el marino que pudo cambiar la historia de España) 215 - 220 Pereda, José María (El escritor de la Montaña “arriba”) 38 Pereira, María (la Buschental, predecesora de salsa rosa) 112 Pérez Barela (Insigne grabador) 107 Pérez de Castro, Evaristo (bajo se presidencia acabó la primera guerra carlista) 201 Pérez de Moya, Juan (Cura y gran matemático de Santisteban del Puerto) 58 Pérez de Osorio, Nicolás (Murió defendiendo a un marica (¿) sin serlo él) 77 Pérez Galdós (Canario que conoció bien la península y a la Pardo Bazán) 82 – 155 – 213 - 219 Pérez Tabernero, Alipio (vacada imperecedera, hasta mis tiempos) 73 Pérez Villamil (el buen pintor) 151 Pérez, Alipio (Fundador de una famosa ganadería) 73 Perona (Dueño de su fonda) Petriquillo (El curandero que se cargó a Zumalacárregui) 24 Pidal, Pedro José (Escritor y político) 72 – 125 – 129 - 183 – 202 – Pierce Soule, Franklin (Presidente de los E.E.U.U.) 49 – 166 - 209 Pimentel, Rodrigo (gran palacio en Valladolid y en Madrid viviendo de alquiler) 102 Pineda, Mariana (“La Secretona”, la llamaba a gritos un borracho granadino) 47 – 204 - 208 Pío IX ( Giovanni María Mastai Ferretti: “Syllabus”) 208 - 218 Pío VIII (Papa un poco más de un año en 1829 y 1830) 206 Pío X (el santo) 217 - 220 Pizarro (Le bastaron siete) Planck, Max (la teoría de los cuantos, base de la física moderna... de entonces) 216 220 Plejánov (defensor de los trabajadores) 214 Plinio ( Cayo Plinio Secundo “El viejo” historiador de padre y muy señor mío) 59 Poincaré (matemático, astrónomo, filósofo y más) 215 – 216 - 218 Polk (presidente de Estados Unidos) 206 Pombal (Portugués y del cuarteto diabólico para los jesuitas) 94 Pontejos, María (la marquesa que inmortalizó a su viudo) 181 Popov, A (sería él el que lo inventó) 216 Porlier (Noble y patriota) 34 - 214
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Porredón, Bartolomé (“Ros de Eroles”, muerto en la cama y no de enfermedad) 31 -34 Posada Herrera (Un asturiano en la política… ¡sorpresa!) 166 – 171 - 181 Posada y Rubín de Celis,(marqués, vizconde y Abad y después Arzobispo y siempre isabelino. Fue obispo de Cartagena) 24 - 26 Pozo, Miguel del (Fraile fundador de iglesias) 100 Prieto, Indalecio (Precursor del trasvase Ebro-Segura) 81 Prim (¿Quién le mataría?) 108 – 119 – 185 – 197 - 212 Primo de Rivera y Orbaneja (Gobernó en dictadura) 68 Primo de Rivera, José Antonio (fundador de Falange, asesinado en Alicante en 1936) 68 Puccini, Giacomo (“Tosca”, La Bohème...) 217 Pucheta (Desde el ruedo “animaba” al graderío) 110 Puig Moltó (Ascendió por “méritos especiales”, sospechándosele paternidad real) 80 191 Pushkin (insigne poeta y autor teatral) 207 Quevedo, Francisco de (Incisivo y genial) 97 Quintana, José Manuel (De sienes laureadas) 14 – 74 – 77 – 115 - 172 Quiñones, don Suero (terco donde lo haya) 150 Quipo del Llano, José María, conde de Toreno (El gran elegante) 73 – 86 – 153 - 201 Quiroga, María Dolores, Sor Patrocinio (¿Qué no hubiese llegado a ser de haber existido entonces la prensa rosa y los corros horteras de la T.V.?) 77 – 89 – 90 - 114 Radiquet, la (desvergonzada canzonetista) 91 Ramírez de Prado (El que robó más de lo normal) 78 Ramirez, Amalia (Famosa actriz) 156 Ramirez, Francisco (el artillero) 150 Ramírez, Lázaro (Marido de Catalina Flores) 59 Ramón y Cajal (el Nóbel socio del casino de Alcantarilla) 217 Ramos, Viuda de (Librería bien surtida, incluso de libros extranjeros) 134 Redondo Domínguez, José “Chiclanero” (Que siempre presumió de su origen) 75 Reina Gobernadora (ved María Cristina de Borbón) Reis (inventó su teléfono) 211 Renovales (Militar de Academia) 34 Revilla, Lorenza (Gran actriz esposa de José Calvo) 136 Reyes Católicos (Fundadores del primer estado moderno del mundo) 30 - 104 Richards, Mirian Catherine (Acaudalada esposa de Cabrera) 47 Rico Huete, Ricardo (Dominador de la más beatífica “sofrosine” griega ) 69 Riego (No era músico autor de un himno, si no militar masón) 30 – 82 – 88 - 91 – 93 109 Ríos Rosas (Nada mal ministro) 85 – 89 – 110 - 115 Riquelme Manzanera, Ángel (Investigador) 35 Risco, Juan (Puso música a Calderón) 155 Riva, Ángel de la (frustrado regicida) 202 Rivadeneira (famoso impresor) 59 Rivera, Pedro (arquitecto) 132 Rivero, El Rubio (Parece que se conformó con su perra suerte, peor que la de su hermano de leche) 65 Rivero, Nicolás (Amiguete y consuelo de Espartero en su retiro) 65 – 66 - 174 Robles, Juan de (¿Una de cal y otra de arena?) 132 Roca de Togores, Mariano (marqués de Molins) 1166 - 182 Rodero, José María (Gran caballero del escenario) 112 Rodíl, José Ramón (el Conde presidente que intentó quitar las ventajas aduaneras a los catalanes) 201 Rodríguez Rubí (Autor de zarzuelas) 157 Rodríguez, José Luis (Zapatero) 188 Roger de Flor (La epopeya catalana) 149 Rojas (el gran comediante) 119 Romanoff (familia eliminada por los socialistas) 2…. Romea, Julián (El número uno) 91 – 152 – 156 - 161 Romero, Pedro (Una verdadera institución en el mundo de los toros) 75 Roncali, Federico (bajo su presidencia empezó el telégrafo en España) 202 - 209 Ros de Eroles (ved Batolomé Porredón) Ros de Olano (Militar, político, noble, poeta e inventor) 43 – 109 – 153 - 166 Rosales, Eduardo (Grandes cuadros históricos) 146 Rossini (el inspirado autor) 173
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Rostand (gran “Cirano”) 216 Roy, le (médico obsesionado con las purgas) 21 Rozas (Experto jinete cuando era capitán) 88 Rubín de Celis, Manuel (el generoso prócer) 26 Rubio, Pascual (Relojero, de relojes de cuerda) 160 Ruiz de Apodaca (Conde de Benedito y virrey de Méjico) 27 Ruiz de Arana (¡¡otro!!) Ruiz Zorrilla, Manuel (progresista y monárquico durante la república) 196 Saavedra, Angel, Duque de Rivas (Por casualidad) 85 – 148 – 150 – 183 – 202 – 208 210 Saboya, Amadeo de (duque de Aosta y minirey de España), ved Amadeo I) Saénz Díaz (ved Fulgencio Florentino Sanz) Sajonia, María Amalia de (Se creía que los niños los traían las cigüeñas) 28 – 29 Salamanca (Sagaz y atrevido) 42 – 107 – 115 – 149 – 163 – 171 - 177 Salas, Francisco (Gran actor) 153 Salas, Mauricio (Grabador más que notable) 107 Salaverría, Pedro (no de los peores) 195 Salmerón, Nicolás (Presidente de la república, visto y no visto) 195 - 217 Saltieri (Dueño de una conocida vacada) 73 Salvay, José (Médico ayudante principal del Dr. Balmis) 17 Samuel Hermanos (Una generación de ganaderos que siguieron hijos, nietos, sobrinos, sin perder su sello) 73 San Agustín ( ) 105 San Martín (Dueño de una librería en el Madrid del s. XIX) San Miguel (valiente general) 110 - 120 Sánchez, Antonio “El Tato” (De subalterno a matador de cartel) 74 - 75 Sand, George (la escritora amiga de Chapín) 204 - 207 Sandino, Augusto César (su presencia perdura) 216 Sanmartín, general (héroe de la independencia americana) 214 Santa Cruz, Martín de (Sanguinario cura carlista) 31 Santillán, Ramón de (Gobernador de la mejor provincia: el banco de España) 106 Sanz (general que se oponía a poner fin a la guerra carlista) 45 Sanz del Río, Julián (el filósofo heterodoxo) 153 – 169 - 170 Sanz, Fulgencio Florentino (ni la parálisis pudo con él) 150 Sartorius, Luis de. Conde de San Luis (Mucho ruido y… ¿pocas nueces?) 76 – 87 – 109 – 202 209 Savage, Annette (descendiente de Pocahontas y amante de José I) 182 Schatobriand, René 218 Schiller, Johann Christoph Fiiedrich, von (¡Que ya es bastante!) 171 Schilling (telégrafo) 206 Schubert (Belleza, inspiración, expresividad) 174 Schumann (el romanticismo le llevó a la locura) 206 - 218 Scott, Walter 171 Segura (Valiente general carlista) 35 Seller, Hellen (la gran maestra) 2…. Serra, Narciso (Recibió muchas ayudas y eso que el nombre terminaba en o) 51 - 154 Serrano Domínguez, Francisco, duque de La Torre (El ingrato “general bonito”) 75 – 84 – 115 – 119 -123 – 185 – 191 – 197 – 208 – 212 - 213 Sexto, Duque de (El del acogedor portal) 88 Shakespeare, William (el Cervantes-Lope inglés) 154 Sierra (Dueño de un librería en la calle Postas en el s. XIX) 58 Sino, Lupe (el gran amor de Manolete) 75 Sissi (Reina-emperatriz, anoréxica y madrina de una palmera de Elche) 210 - 220 Sócrates (aunque bastante feo, seguramente no mereció la cicuta) 154 Solabarría, Pedro (un ministro más) 195 Solano de la Margarita, Conde de (Embajador de Cerdeña en Madrid) 27 Solera (Parece que compartió sábanas reales) 191 Somoza, José (buen literato) 155 Soriano Fuentes (Autor de éxito, suerte y gran rendimiento) 157 Soto (Librero de la calle Preciados en el s. XIX) 58 Soto, Serafín María de (el más fugaz de los gobernantes) 114 - 114 – 202 - 209 Sotomayor (Ministro de Isabel) 115 Sousa y Colomini (Almacenista de bisutería en el s. XIX) 61
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Stalin, José (No se iba a portar mejor con nosotros que con los rusos) 81 Stephenson (¡buena locomotora!) 2…. Suero, Don (no necesitó decir su apellido para ser reconocido como muy peleón) 162 Tamayo y Baus, Manuel (Metió en el teatro, la vida real) 154 – 165 – 210 - 212 Tanuchi (El Floridablanca italiano) 94 Tapia (cura también guerrillero) 34 Tartalla (Tartaglia, inventor del famoso triángulo de su nombre) 58 Tascher, Alejandra María (No le dio hijos, pero sí lustre) 90 Tassis, Pompello (tuvo el monopolio postal ero no casa propia en Madrid) Tato, el (ved Antonio Sánchez) Tejero (el de “¡¡sientensen!!” del 23 F) 192 Teotocópulos, Doménico (el griego de Toledo) 173 Tiberi (Cardenal Nuncio de S. S.) 27 Tiberio (no terminó como se auguraba) 32 Tirso de Molina (el mago del escenario) 112 Toledo, Juan de (Llegó se un buen pintor por saber nadar) 97 Tolstoi, Alexei Nicolaievich 2… Tonete (ved Antonio Gálvez) Topete (Monárquico que ayudó eficazmente a traer la república) 119 – 123 - 129 Torre, Dámaso de la (Afrancesado Regidos de Madrid) 176 Torres, Julián “El Charro” (Abandonó sus tierras para luchar contra los franceses) 34 Torrijos, José María (el liberal traicionado y fusilado con sus compañeros) 204 - 206 Tyler, Harrison 207 Urbizondo (El ex ministro que murió en duelo) 77 Uriz (No pasó de teniente por cruel decisión de Maroto) 45 Urraca (Reina de Castilla) 24 Valera, Juan (Literato largo, como su Juanita) 161 - 170 Valldemosa (tuvo sus momentos reales) Valle Inclan, Ramón (Que comía en “El asesino” de Santiago de Compostela) 134 Valmediano (Marqueses sólo desde el s. XVIII) 97 Van Buren (presidente de Estados Unidos) Vargas (Licenciado y un verdadero lince como averiguador) 30 Vázquez, José Vicente (Dueño de una ganadería) 74 Vece, María de (Dueña de una famosa perfumería) 160 Vega y Carpio, Lope de (el inmortal prolífico) 119 - 153 Vega, Ventura de la (castizo, con buena vista por el derecho) 154 – 156 – 157 – 162 - 165 Velázquez (El pincel de los pinceles) 97 - 173 Ventosa (Fracasado aunque esforzado maestro; no pudo con ellas) 76 - 77 Verdi (¿de donde sacaría el tiempo?) 209 – 211 – 212 – 213 - 219 Victor Manuel I rey de Cerdeña) Victor Manuel II (rey de Italia gracias a Cavour) 214 - 220 Victoria I (de Gran Bretaña) 207 – 211 – 219 - 220 Victoria, Fray Juan de la (fundó en buen sitiopero no perduró) 138 Vidal, César (nuestro consuelo nocturno) 82 Villacampa (Militar profesional que luchó contra los gabachos) 34 Villacampa, Anastasio (franciscano y escritor) 59 Vinci, Leonardo de (ni él sospechó lo que de él se sospecharía) 151 Visconti (arquitecto y restaurador) 172 Vizcaíno, Joaquín (marqués viudo de Pontejos) 177 - 181 Voce, María de (la bien perfumada) 159 Vozmediano 97 Wagner (el sublime) 174 – 209 – 210 – 213 - 218 Wailer, Valeriano (en Cuba poco consiguió) Weber (el de “Oberón”) 173 Weiller, Victoriano, 216 Wellington (General ingles que con una mano ayudaba y con la otra…) 51 Wells (suyo era el futuro) 216 Westinhause (la imaginación al servicio del confort) Wilde, Oscar (autor prolífico y exquisito) Witelsbach, Elisabeth (“Sisí”) Wriht (luchador contra la gravedad) 217 Yacer (Militar que lució su valor contra Napoleón) 34 Z. Paco (Mi buen amigo bilbaíno que Dios tiene en su Gloria) 24 - 31
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Zamora (Imitó a Tirso pero triunfó con “El hechizado por fuerza)) 153 Zapata, Emiliano 219 Zarraonaindía, Telmo, “Zarra” (la cabeza envidiada por Europa) 123 Zeppelín (el conde que pasmó al mundo) 217 - 119 Zola, Emilio (El novelista que quiso evitar una injusticia y le costó la cárcel) 171 Zorrilla, José (el inspirado) 152 – 157 – 175 – 207 - 208 ZP ( ved Don José Luis Rodríguez) Zumalacárregui (El gran general carlista) 23 – 28 – 34 – 35 – 206 - 219 Zurbarán (el de los inconfundibles claroscuros) 173
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Bibliografía Abella, J.
Lhardy, panorama histórico de un restaurante romántico ISBN 84-400-4384 Madrid 1978 Desde su fundación por D. Emilio “que vino a Madrid a poner corbata blanca a los
bollos de tahona” se cuentas interesantes anécdotas, se citan importantes e interesantes comensales y se describen pantagruélicos e históricos menús. No sólo Madrid, España entera queda reflejada en este local, verdadero monumento, que como cantan de la Puerta de Alcalá, permanece impertérrito a los avatares del mundo. Leedlo, os gustará, os despertará el apetito y las ganas de sentaros en sus mesas.
Alonso Perujo, Niceto
La Fe Católica y el Espiritismo Librería de Pascual Aguilar, Editor 1886
Dedicada a refutar a la secta espiritista, estudiando su origen, su naturaleza, sus errores, sus falsedades, sus fatales consecuencias y su condena por la religión y la recta razón
Álvarez Junco, José
Los movimientos obreros en el Madrid del S. XIX Ayuntamiento de Madrid. Instituto de Estudios Madrileños. Aula de Cultura. Artes Gráficas Municipales. 1981
Dentro del ciclo de conferencias del Instituto, estudia el autor el interesantísimo resurgimiento social, siempre retrasado en España, y aún más en Madrid, sin cuyo conocimiento es imposible comprender el S. XIX.
Álvarez Sierra, José
Antón Martín y el Madrid de los Austrias Imprenta de los Hermanos de San Juan de Dios San Baudilio del Llobregat. 1961
Con amenidad y gran precisión, el autor, decano de los médicos de la Orden de San Juan de Dios, nos describe los avatares de la primera escuela mundial de enseñanza de Técnicos Sanitarios que después de llamaron ATS y que fundara el fraile Antón Martín en la plaza que hoy lleva su nombre, donde estaba el que llamaron Hospital del Amor de Dios. Nos habla de su escuela de cirugía, de sus logros científicos y nos enumera los diversos cirujanos, de variado origen y que prestigiaron con sus servicios la institución.
Anónimo
Madrid hace cincuenta años a los ojos de un diplomático extranjero Librería Editorial de Bailly-Bailliere e hijos 1904
Obra alemana anónima escrita y publicada hacia el año 1854/1855Traducida anónimamente también (D. Ramiro) en 1856. Desde septiembre de 1853 a mitad de octubre del año siguiente, muy poco más de una año, da lugar a 389 páginas amenas y minuciosas (sin contar las más de cien de notas aclaratorias del traductor) que se leen de un tirón. Si verdaderamente fue un diplomático que sólo conoció España en ese tiempo, merece matricula de honor en sicología y aguda observación. Al estar su legación estaba en la plaza de Oriente, como “se le escapa”, sólo podía ser de Brasil, Bélgica, Noruega o Suecia. También dice que en su país había muchos lagos me inclinaría por Suecia.. Considero este libro como una de las joyas de mi biblioteca.
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Autores Varios
Ciclo de Conferencias Aula de Cultura del Ayuntamiento de Madrid e Instituto de Estudios Madrileños del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Diversos ISBN y Depósitos legales Una serie de conferencias (cerca de 90) desarrolladas en el Aula de Cultura del
Ayuntamiento de Madrid, que comenzaron en 1976 y duraron hasta 1980. Una serie de historiadores del máximo nivel estudian el Madrid en los siglos XVIII y XIX desde todos los puntos de vista, de una manera amena y documentada. Están encuadernados en cinco tomos. He tomado de esta publicación alguna imagen
Ardemans, Teodoro
Ordenanzas de Madrid Oficina de Doña María Martínez Dávila Madrid 1830 Edición Faximil I.S.B.N. 84-9761-158-6 (2005)
Deliciosa recopilación de bandos por los que queda indicado las características que habían concurrir en proyectos y construcciones desde los cimientos a la fontanería. Sobre el éxito que debió de tener en su tiempo basta recordar los versos definitorios: ” La gloria que merecen tus acciones / pues nos das en tu libro proporciones / leyes, reglas, medidas y preceptos / con las que los más sabios arquitectos / hallen la solución en sus cuestiones.
Arenas Ropero, José Narváez el hombre ISBN-84-96101-27-4 Editorial Atrio, S.L.
La vida del Duque de Valencia contada por un paisano y en la que insiste, como es natural, el enfoque de su vinculación a Loja.
Arquero Soria, Francisco
libros, libreros y librerías. Ayuntamiento de Madrid. Instituto de Estudios Madrileños- Aula de Cultura Artes Gráficas Municipales. 1980
Interesante trabajo que. desde Juan Medina que parece ser el primer librero de Madrid allá por 1542, repasa las librería de la Villa y Corte, que siempre fueron muchas más de las que podían esperarse de una ciudad con tan pocos lectores.
Blanco Villa, Luis
”Madrid al paso” ISBN 84-500-1379-8
Amena descripción de los rincones más interesantes de Madrid y sus más importantes museos que no ha perdido actualidad a pesar de estar más de 30 años editado. He usado grabados de este libro.
Cambronero, Carlos
Isabel II Editions de Crémille (1972) Es un libro muy ameno, escrito con gracia e ironía y que se lee con avidez. Fue
testigo directo del final del reinado de Isabel (nació en 1849) y escribe con conocimiento de causa. Fue cronista de la villa a la muerte de Mesonero Romanos. Muy admirador de la reina Regente, Doña María Cristina y por supuesto muy comprensivo con la reina Isabel.
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Carrillo del Valle, Jesús
Recuerdos de la ültima Guerra Civil Imprenta y Librería Viuda de Mariano Cases. Cartagena 1911 Editorial Atrio, S.L.
Un coronel de infantería de marina participante en la tercera guerra carlista, cuenta con gracejo, anécdotas de días de lucha y del final de la misma con el desfile de la victoria que se celebró en la ciudad departamental.
Candamo, Luis G.
De Historia y Gastronomía. Lhardy desde 1839 Depósito legal M-31405-1988 Casi tan antiguo como la puerta de Alcalá, pero casi más inmutable, pues mantiene
el aroma romántico de sus primeros clientes. El autor se recrea con noticias y anécdotas de este restaurante de tan alta personalidad que fue capaz de rebautizar a su fundador dándose por su apellido.
Cárcel Orti, Vicente
Política eclesial de los gobiernos liberales españoles 1830/40 ISBN 84-313-0365-4. 1975
Minucioso e interesante trabajo de las relaciones de la Iglesia y el reino de España durante la primera guerra carlista con numerosos documentos y cerca de mil personajes que tuvieron protagonismo en la época.
Castañeda, Vicente
Los primeros ferrocarriles españoles (intentos y realidades) Vda. De E. Maestre (1946)
Con minuciosidad no falta de amenidad describe el intento de creación de la línea Jerez de la Frontera, San Lucar de Barrameda en 1829 y las sí construidas de BarcelonaMataró, Madrid-Aranjuez y Castillejo a Toledo. Encontraremos descripciones técnicas, horarios, tarifas y unos interesantes grabados que nos situarán en aquellos románticos trenes.
Castillo, Rafael de
Los misterios de Madrid Miguel Guijarro Editor, 1863
Se trata de una larga novela romántica, no de mi gusto, pero que por desarrollarse en época próxima a “mi día” me ha interesado por la descripción de las costumbres que se “estilaban” a principios de la segunda mitad del s. XIX.
Chaulié, Dionisio
Cosas de Madrid, apuntes sociales de la Villa y Corte Tipografía de Manuel G. Hernández. Impresor de la Casa Real. 1884 Escrito con una elegantísima prosa, riquísimo en anécdotas, leyendas e historias.
Combarieu, J.
Historia de la música Espasa Calpe 1920 Imprescindible para el conocimiento de la música y su historia .
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Cortina, M y Madoz, P
Discursos pronunciados en el Congreso de los Diputados de contestación a la Corona en 1846 y 1847 Imprenta Juan Rebollo. El Eco del Comercio (1847) Para leerse las 117 páginas de minúscula letra del texto de esta publicación que en su
día (1847) regaló a sus suscriptores El Eco del Comercio hay que tener curiosidad por el tema. “Desde el momento en que el partido progresista se resolvió a salir del estado de advección, a que las persecuciones tan injustas como encarnizadas de sus dolosos adversarios le habían reducido, habían de levantar sus voces elocuentes y vigorosas... y bien que lo hicieron”. Se verá la agudeza en los argumentos, en las réplicas y contrarréplicas de estos políticos, elocuentes oradores, que improvisaban el más complicado discurso y que en este caso protestaban de pasados abusos, del proceso de elección de Presidente de las Cortes, de los fusilamientos de Denia, de la facilidad de los gobiernos en proclamar estados de excepción...Todo en un estilo grandilocuente, con floridos párrafos a pesar de ser la mayoría improvisados y no pocas veces mordaces.
Gabriel y Ramírez de Cartagena, Alfonso de Pequeña historia de hace medio siglo Ediciones Guadarrama, 1959M-8664-1959
A pesar de tratarse divertidas historias del Madrid de 1900, muchas pueden ser ubicadas a mitad del siglo XX, mientras que otras son realmente de la época en la que se desarrolla la primera parte de esta historia.
González Cremona, J.M.
Anecdotario real: de Felipe V a Alfonso XIII ISBN: 84-01-55014-9 Gavá 1998 Una divertida manera de interesarse por la historia a través de las anécdotas sucedidas a los reyes y de las situaciones acontecidas en su entorno. Algunas muy conocidas, otras sorprenden y todas sirven para conocer a los personajes. Os interesará.
Davillier, Barón Charles
Viaje por España Ediciones Castilla, 1949 En 1962, cinco años después de mi aventura, acompañado del gran dibujante, Gustavo
Doré, emprendió la arriesgada aventura de recorrer la España, de la que estaba profundamente enamorado (tanto de lo bueno como de lo menos bueno), escribiendo una deliciosa reseña que publicó por entregas el periódico “Le Tour du Monde”. El Barón era Caballerizo Mayor del Emperador de los franceses Napoleón III (el que se casó con la granadina Eugenia de Montijo) y el dibujante un verdadero monstruo del grabado. En esta edición escribe el prólogo y las notas a pie de página Arturo del Hoyo y hace un interesante estudio crítico y bibliográfico Antonio Buero.
He usado grabados de este libro
Ezquerra Abadía, Ramón
Madrid visto por los extranjeros Ayuntamiento de Madrid. Instituto de Estudios Madrileños- Aula de Cultura Artes Gráficas Municipales. 1978
Desde Farinelli a finales del S. XIX repasa el autor lo que pensaban los diversos visitantes, no siempre capaces de comprender lo que veían a su alrededor... si hablaban de visitas reales. Siempre ha sido curioso e instructivo conocer su experiencia.
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Fernández de los Ríos, A
Guía de Madrid, manual del madrileño y del forastero Oficinas de la Ilustración española y americana 1876 Aunque se le nota un cierto “tufillo” antimonárquico, bastante justificado, por cierto, es obra fundamental para conocer el Madrid de ayer. Tiene interesantes planos, grabados e infinidad de cuadros estadísticos. He usado grabados de este libro
Flores, Antonio
Ayer, hoy y mañana Montaner y Simón. Ed. 1893 En tres tomos que corresponden a 1800, 1850 y 1900, el autor describe cientos de situaciones, personajes y paisajes de Madrid. Todo con gran amenidad.
Fontaura, Carlos
Gente de Madrid, siluetas y semblanzas López, Editor.Barcelona1900 Los personajes descritos (La Paca, el diputado electo, D. Apolinar...) son gentes del Madrid de siempre, por lo menos hasta hace cincuenta años. Era el autor periodista, novelista y autor de dramas y zarzuelas que publicaba en la revista “El cascabel”.
García Brocara, José Luis
Páginas de una gloriosa historia Publicación de la Real Sociedad Económica Matritense IBSN 84-404-9441-6 Somera, pero interesante historia de esta gloriosa institución responsable
entre otros logros brillantes la creación el colegio de sordomudos, la escuela de ciegos e infinidad de cátedras muy prestigiosas. La presencia en la Económica Matritense de socios de la categoría del conde de Floridablanca, de Mesonero Romanos, Madoz o el marqués viudo de Pontejos, prestigian a cualquier sociedad. He usado grabados de este libro
García de Cortazar, Fernando y González Vesga, José Manuel
Breve historia de España D.L.B. 6436-1995 Alianza Editorial, 1994 Los que estudiamos la historia de España de otra forma árida, y quizá sesgada, encontraremos verdadero placer en adentrarnos en las páginas de esta obra.
G. de Cadamo
Historia y gastronomía de Lhardy desde 1839 Interesante fascículo en el que con habilidad se han resumido casi dos siglos de brillante historia. Tiene muy buenas fotografías.
Gómez Hermosilla, José
Juicio crítico de los principales poetas españoles de la última hora. librería Garnier hermanos, sucesores de V. Salvá. Paris, 1855 Los nueve poetas que selecciona, más enamorado de unos que de otros, los conoce el
autor a la perfección. Comenta y analiza toda su obra poética si entrar en comeias o dramas de que son autores: Fernández de Moratín, Meléndez Valdés, Jovellanos, Álvarez de Cienfiuegos, etc, pasan bajo su lupa.
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Herrero de Collantes, Ignacio y Marañón y Posadillo,Gregorio
Viajes oficiales por España de Isabel II Gráficas reunidas, 1950 Detallado reportaje de los viajes que hizo la soberana desde 1858 por Castilla la
Vieja, León, Asturias y Galicia y posteriormente por Baleares, Cataluña, Aragón, Andalucía, Murcia, provincias Vascongadas, Extremadura y la Mancha. Añade un interesante trabajo sobre los orígenes de la fotografía artística en España.
He tomado un grabado de este libro
Hernández Aligue, Jorge y otros
Historia de España Espasa Calpe, 1999ISBN 84239-9724-3 Muy ameno, con gran cantidad de información gráfica, ha sido distribuido por el diario ABC. He utilizado grabados de este libro
Larra, Mariano José de
Artículos de costumbres. Colección Austral, nº306 Recopilación de varios artículos de este autor capital.
Larra, Fernando José de
Larra en la escuela Yagües, editor 1930
El hijo del periodista y escritor, hizo al final del reinado de Alfonso XIII un librito de iniciación de algunos artículos de su padre.
Le Roy
La Medicina curativa o la purgación, dirigida contra las causas de las enfermedades Imp. Ildefonso Mompié Valencia (1829) Este facsímil de la Editorial Naxtor,, es realmente divertido. Contrasta su conocimiento
de algunas facetas de la fisiología adelantada para sus tiempos, con sus disquisiciones cuasi filosóficas y religiosas muy del gusto de finales del s. XVIII. Desarrolla unas ideas muy razonables para terminar entregándose a las purgas que bien conocemos los de mi generación.
López, Joaquín María
Colección de Discursos Parlamentarios, defensas forenses y producciones literarias Publicados en siete tomos por Feliciano López Imprenta de Manuel Minuesa. Madrid 1856 Incluye además la historia del personaje y “la corona fúnebre tejida por varios
literatos” a su muerte. La vida se lee como una auténtica novela y los discursos y la actividad en el foro con verdadero interés.
Martínez Olmedilla, Augusto El Madrid de José Bonaparte Tomo III de Itinerarios de Madrid Instituto de Estudios Madrileños 1953
Recuerda el autor a Plutarco para afirmar que la anécdota es sal que sazona la Historia, por lo que podemos considerar este estudio de “saladísimo”. A traves de él rompemos muchos moldes en los que teníamos encasillado a José I que en mejores circunstancias hubiera podido ser un aacptable rey.
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Martínez de la Rosa, Francisco Obras literarias Librería Nueva de Carlos Alou Buenos Aires, 1854
Completa recopilación de poesía, prosa y obras dramáticas de este granadino. El estilo puede parecer algo anticuado, como corresponde a cuando se escribió, pero imprescindible para conocer al literato e incluso al político, viendo su obra en orden cronológico.
Martínez de la Torre, Fausto y José Asensio Plano de la villa y corte de Madrid Imprenta José Doblado 1800 115 páginas de texto y 64 planos que cautivan por sus datos, su redacción y por la delicadeza de las representaciones gráficas medidas, eso sí, en varas castellanas.
Menéndez y Pelayo, M.
Historia de España Seleccionada por Jorge Vigón Cultura Española. Valladolid. 1938 Aldus S.A. de artes gráficas. Santander Monárquico y católico, de una vasta cultura enciclopédica, nos describe la historia de
España desde su cristianización hasta el s. XIX. Pone en duda la intervención de Santiago en la evangelización española. En el epílogo primero: “la pesadumbre de un pasado de historia” se muestra especialmente clarividente.
Menéndez y Pelayo, M.
Historia de los Heterodoxos españoles Santander, Aldux, S.A. (1948)
Obra capital. Lectura obligada incluso para quienes no estén de acuerdo con sus apreciaciones.
Mercader Riba, Juan
El siglo XIX Editorial SEIX BARRAL, 1957 Repaso de la situación de la España del Nuevo Régimen desde el punto de vista
político, económico y cultural, minucioso y ameno, añadiendo más de ciento cincuenta páginas de grabados profusamente comentados.
He tomado grabados de este libro
Montalbán Álvarez, J.L. y Cuevas Aller, Joaquín
Historia del sello postal español ISBN 84-300-6654-3 Libros Edaf Editores, S.A.1982 Interesante estudio de la Sociedad Filatélica Bilbaína en la que se ve el trabajo de
un conocedor profundo de los entresijos de esta apasionante afición.
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Montero Alonso, José
Las Tonadilleras Ayuntamiento de Madrid. Instituto de Estudios Madrileños- Aula de Cultura Artes Gráficas Municipales. 1978 Desde la estructura de la tonadilla a las figuras de las tonadilleras y de una manera
especial María Antonia “La Caramba”,la motrileña que en la cumbre de la fama lo abandonó todo para dedicarse a la piedad la oración y la limosna.
Moreno, Alfonso
Los billetes del Banco de España
Editado por el Banco de España ISBN 84-500-3277-6. Madrid 1979
Cuidadísima edición con la descripción y cientos de fotografías a todo color de todos los billetes españoles desde el Banco de San Carlos hasta 1979. Una joya de pesos, reales de vellón, escudos y pesetas .
Moreno Torres, José (Conde de Santa Marta de Babío)
Casa de la Villa de Madrid Artes Gráficas Municipales. Madrid. 1951 El, en ese momento alcalde de Madrid, hace un minucioso repaso de la Casa de la
Villa y del Palacio de Jiménez de Cisneros en una publicación cuajada de gráficos, fotografías y planos.
Múgica, José
Carlistas Moderados y Progresistas (Claudio Antón de Luzuriaga) Biblioteca vascongada de los Amigos del País. 1950
Muy documentada visión panorámica de la guerra carlista utilizando diversa documentación pero de una manera especial el archivo de Antón de Luzuriaga. Demuestra que el renacer económico de Guipúzcoa se debe a la pérdida de algunos de sus fueros.
Olivar Bertrand, R.
Así cayó Isabel II Ediciones Destino, 1955 Para el autor, todo historiador debe contar los hechos sin juzgarlos. Se afana en
ello sin cumplirlo del todo. Muy documentada se extiende desde la “Vicalvarada” hasta el final del reinado de Isabel y la rocambolesca elección de su sucesor. Lleva cerca de cien ilustraciones y 148 interesantes documentos.
Pando Fernández de Pinedo Manuel
Biblioteca de Autores Españoles Continuación de la colección Rivadeneira. Artes Gráficas (1964) El autor, Marqués de Miraflores, ha escrito una minuciosa historia del reinado de
Isabel II, aportando infinidad de documentos, cartas y comentarios como persona que tuvo un gran protagonismo en dicho reinado, desde las Embajadas en las que representó a España y desde Madrid
Palacios, Felix
Palestra pharmaceutica chimico-galénica Juan García Infancon, Impresor de la Santa Cruzada 1706
Precioso facsimil del original cedido por los farmacéuticos mallorquines Suau y Antich con la descripción de todos los productos que usaba la farmacopea en aquellos tiempos, los diversos medicamentos que podían confeccionarse con ellos y el modo de hacerlos. Curioso por los textos, la redacción e incluso la caligrafía.
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Pérez Galdós, Benito
La de los tristes destinos Alianza Editorial,1984 El número 40 de los Episodios Nacionales se refiere al reinado de Isabel II, tomando el punto de 1866. Una serie de abundantes personajes dialogan, se mueven y retratan, como el autor sabe hacer. Leedlo.
Pérez y González, Felipe Chucherías Hijos de M. Guijarro (1897) El delicioso prólogo es de Jacinto Octavio Picón. Cuenta anécdotas de diversas
épocas. El autor es el que escribió el libreto de “La Gran Vía”, la conocida zarzuela con música de Chueca y Valverde, en la que se ironizaba sobre la posibilidad de llegar a terminar la gran calle que ahora une la Plaza de España y la calle Alcalá.
Tomo grabados de sus páginas
Prontaura, Carlos
Gente de Madrid López, Editor 1905Librería Española. Barcelona Este autor de diversas zarzuelas (“Doña Mariquita”, “El caballo blanco”, “El elixir de
amor”, “La circasiana”...) describe una serie de escenas de Madrid con donaire y gracia, que seguramente os gustará.
Rico y Amat, Juan
“Diccionario de los políticos” “Verdadero sentido de las voces y frases más usuales entre los mismos” Edición facsimil I.S.B.N. 84-95636-58-1 (2001)
Divertida definición de palabras y expresiones que demuestran que el oficio de político no varía con el tiempo. Nada nuevo bajo el sol.
Sainz de Robles, Federico C.
El teatro de Madrid en el siglo XIX ISBN 84-500-4254-2 (1981) Editado por el Ayuntamiento de Madrid, se repasa la obra de casi un centenar de autores del siglo XIX, estudiando estilos, enumerando sus trabajos y añadiendo anécdotas que hacen muy amena su lectura
Sainz de Robles, Federico C.
Los antiguos teatros de Madrid Tomo III Itinerarios de Madrid Instituto de Estudios Madrileños, 1952 Hace un minucioso repaso a cuantos teatros hubo en Madrid desde nediados del
siglo XVI (cuando sólo había dos) hasta finales del S. XIX. decenas y decenas de teatros se desriben y los actores y obras que ellos representaron se enumeran con minuciosidad. Tomo grabados de sus páginas
Sepúlveda, Ricardo
El Corral de la Pacheca ( apuntes para la Historia del Teatro de España) Librería de Fernado Fe, 1888 En más de 650 páginas va el autor introduciéndonos en toda la historia del teatro más
famoso de Madrid y posiblemente de España. Todos los autores que allí representaron suobra, todos los interpretes, todas las vicisitudes del local hasta convertirse en el Teatro Español, están contados con gracia.
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Simón Segura, Francisco La Desamortización Española del siglo XIX ISBN 84-7196-084-2. 1973 Interesante y documentado trabajo del Ministerio de Hacienda (Instituto de
estudios fiscales) que arranca de la desamortización y los primeros intentos y sus primeros intentos al pedir las Cortes en 1512 que “ciertos clérigos puedan testar, porque de otra manera el Papa sería sennor de las más hacienda del Reino”.
Tavera, José María Quién fue Isabel II Ediciones G.P.1959 Quizá uno de los libros más documentados de cuantos he utilizado. Taxonera, Luciano de
González Bravo y su tiempo (1811 – 1871) Editorial Juventud, (1941) Narra con gran detalle la vida de este político de tanto protagonismo desde su
nacimiento hasta su muerte por una rotura de un aneurisma en Biarriz en 1871. Sólo leyendo este ameno libro ya se sabe todo lo que sucedió en el tormentoso reinado de Isabel II.
Torres Fontes, Juan
El general Palarea Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcoa Imprenta Nogués (1949) Documentado trabajo sobre esta interesante figura (Un médico murciano en la guerra de la Independencia) y que constituyó el discurso inaugural del curso de 1949 en la Real Sociedad
Uno que siendo español, no cobra de los presupuestos.
Los ministros en España desde 1800 a 1869 J. Castro y Cía. editores. 1870 Este magnífico libro, tan importante en la redacción de este escrito, fue adquirido en una subasta y me ha animado al enfoque histórico.
He tomado grabados de sus páginas
Varios (Ordenado por D. Nemesio Fernández Cuesta)
Diccionario Enciclopédico de Lengua Española Imprenta y librería de Gaspar (antes Gaspar Editores). Madrid 1878 Extraordinario trabajo que incluye “vozes, frases, refranes y locuciones” además
de una gran cantidad de biografías. De todas maneras, como está hecha en época republicana, ignoran la existencia del general Narváez y sin embargo dedican un buen espacio a contar la vida y milagros de Pánfilo Narváez, enemigo de Cortés y posible descubridor de la provincia de Florida.
Varela Hervás, Eulogio
Casa de la Villa de Madrid Artes gráficas municipales 1951 Ayuntamiento de Madrid Minucioso repaso por las dependencias de la Casa de la Villa y del Palacio de
Jiménez de Cisneros. Interesantes láminas y grabados.
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Velasco Zazo, Antonio Panorama de Madrid Lib. Gral. V. Suárez (1946)
El cronista de la villa describe una serie de comercios típicos tal como eran en los primeros años de del siglo XX, muy parecidos en muchos aspectos a los del anterior, que quedan corroborados por las descripciones de sus antepasados.
Vidal, César Los Masones Editorial Planeta, 2005 Un libro fundamental para el conocimiento de la estructura de la masonería y su
influencia en la historia de España. Su origen, sus diversas variantes, su evolución y algunos de sus más importantes miembros, sus conexiones y su influencia en la segunda república española. Seguro que os interesará.
Zamora Caballero, P. E. Historia General...
J. A. Muñoz, e. Top. 1875 Lecturaq amena y recomendada.
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ÍNDICE Portada Donde se ve el arte de mi hija María José que la pintó y la técnica de mi hijo José Antonio que la compuso. A modo de prólogo. Doy fe Donde se comprueba la fuerza de los lazos filiales..................................... 1 Un guiño al olvidado género epistolar Donde se ve la buena voluntad del autor................................................... 3 Prólogo a la primera edición Donde pido permiso y reconozco influencias ajenas.................................. 5 Extraviado Donde por mucho que se explique, menos se entiende............................. 9 La sanidad privada Donde se comprende que el hombre vive de milagro.............................. 19 Entrando en situación Donde si se atiende, algo se aprende....................................................... 27 El libre comercio Donde se verifica que los fenicios dejaron algo........................................ 51 El cuarto poder Donde se evidencia que la prensa puede ser divertida.............................. 67 Los amigotes Donde se confirma que se puede tener amigos de todos los colores........ 73 La desamortización: cruce de intereses Donde se puede concluir que nadie está contento con su suerte.............. 95 Con la crema de la intelectualidad Donde se verifica que alguna vez en la vida merece la pena volver al pasado..................................................................................... 123 Hacia el corazón de Madrid Donde se percibe lo bueno que es el turismo interior............................ 131 La buena mesa Donde queda confirmado que lo caro, puede resultar barato................. 139 253
Los “vivos” y los muertos Donde se demuestra que no siempre los estómagos son agradecidos...... 169 Intentando cambiar la historia Donde queda acreditado que lo que no puede ser, es además imposible.............................................................................. 185 Epílogo (Provisional) Donde queda patente que la amenaza permanece.................................. 199 Gobiernos de Isabel Donde se verifica que la reina lo intentó de todas formas...................... 201 Acontecimientos durante la vida de Isabel Donde se otea el más interesante paisaje................................................ 205 Relación de personajes citados Donde se prueba que se ha trabajado bastante...................................... 221 Bibliografía Donde divertirse de verdad................................................................... 235 Indice Donde al fin se respira con placer.......................................................... 251
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Estoy en Alcantarilla en un día que se promete de anticipado verano. Tras tres años de ímprobo esfuerzo, hoy, día décimo del mes quinto del año de gracia sexto del tercer milenio, después de Cristo, doy por terminada esta escritura, claro está, a resultas de posteriores retoques y modificaciones. Hace hoy 439 años de la muerte de San Juan de Ávila y precisamente 78 del nacimiento de quien esto os escribe. Han pasado también, dos años, 31 días, cuatro horas y varios minutos del silenciado centenario del fallecimiento de la que fue reina de España Doña Isabel II. Celebra la Santa Iglesia, con el citado San Juan (aquel que convirtió a San Juan de Dios) al austero San Antonino y al sufrido peregrino de Santiago de Compostela San Amaro. Además se conmemora al obispo San Cotaldo, a los santos mártires Gordiano, Epimaco, Colopodio, Palmacio, Somplicio, Félix, Blanda, Alfil, Filadelfo, Cirino y Dioscórides. A todos me encomiendo, como al profeta Job, cuyo día también hoy se conmemora y de cuya paciencia os ha hecho participar si habéis llegado hasta aquí. LAUS DEO
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