CONCURSO MICRORRELATOS
Mayo 2.015
Organiza: Departamento de Lengua Castellana y Literatura
IES La Corredoria Oviedo
LA PUERTA DE CRISTAL
Se encontraba frente a la puerta. Entró y el otro hombre pasó a través de él. No debía girarse, así que miró aquel mundo que tenía ante sus ojos. Era igual que el suyo, pero con una diferencia: estaba vacío. Se giró para marcharse y encontró al otro hombre, también sorprendido y asustado. Caminó hacia delante y chocó contra el cristal. Al otro lado, el hombre dejó de imitarle. Su alma quedó vacía y encerrada tras el espejo.
Rosa Jiménez 3º ESO A
EL SUEÑO El otro día soñé que me levantaba por la noche a por un vaso de agua. De repente, vi como la fregona me miraba. Me froté los ojos, pero seguía mirándome. Me di la vuelta y vi ahí a los enchufes, riéndose de mí. Les dije que se callaran, pero no me hicieron caso. Me acerqué al fregadero y allí estaba el abridor de botellas gritando. Tenía miedo de mí. Abrí la puerta de la nevera para beber algo y me encontré con la garrafa de leche con cara de enfadada. Fui a la despensa para comer algo, cogí una barrita y, cuando la abrí, me miraba con cara triste mientras me decía: “No me comas”. Al volver a la cocina, descubrí a la lavadora sacándome la lengua junto con la zapatilla que mostraba una gran sonrisa. Parecía un concierto de rarezas.
De repente sentí un fuerte
dolor. Eva Turrado Lozano 1º ESO D
Ruidos en la noche
Un sonido brusco lo despertó de su sueño. Se levantó y descubrió en el suelo los pedazos rotos de un jarrón que momentos antes descansaba sobre una mesa. Buscó a alguien más en la habitación. Estaba solo, ni ladrones ni gatos inoportunos. Recogió los restos del jarrón y volvió a acostarse extrañado. Un nuevo ruido lo sacó de su descanso, esta vez había sido un cuadro el que se había hecho añicos. Registró a fondo la habitación. Nada. Antes de que pudiera limpiar el estropicio del cuadro, un grito de terror le heló la sangre. Se precipitó al exterior y se encontró a la cocinera entre lágrimas sujetando el cadáver del ama de llaves. Corrió aterrado a encerrarse en su cuarto, cerró bien la ventana, trancó la puerta con una silla y rastreó cada milímetro de la habitación. Vacío. Se envolvió entre las mantas buscando refugio en sus sueños. Todo parecía tranquilo, lo último que sintió antes de dormirse fue el frío metal del cuchillo al hundirse en su piel.
Jonathan Pérez 1º Bach A
Oviedo 16 Mayo 2015
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
LA CORREDORIA