LA CATASTRÓFICA HISTORIA DE CAPERUCITA VERDE
Hace muchos siglos existió una niña llamada Caperucita Verde, ecologista, amable y cinturón negro de karate, que vivía con su abuelita (cariñosa y hechicera) y con un leñador loco y solitario en un pueblo pequeño llamado Villararezas. En el pueblo había un gran bosque donde iba a talar árboles el leñador y donde vivía un lobo malvado y feroz. La abuela era hechicera, pero como era obvio ni Caperucita ni el Leñador sabían que la abuelita tenía aquel secreto. Caperucita Verde ya llevaba unos años sospechando de su querida abuelita. Un día vino una señora muy extraña a Villararezas, y se alojó en casa de Caperucita, y de su abuela. Tomaron el té en el salón y después le dijieron a Caperucita Verde que se fuera a su cuarto a leer. Caperucita obedeció, pero mientras leía en su cuarto oyó las voces de su invitada y de su queridísima abuela. Para cuando bajó, ellas ya no estaban.
Caperucita Verde era ecologista, de ahí su nombre: "Caperucita Verde". Caperucita era bajita, de pelo castaño, ojos verdes que combinaban con el color de su capa. Labios carnosos y nariz chata.
Todos los días bajaba del monte e iba a limpiar el pueblo: ayudaba en las tiendas, sacaba los perros a pasear, seleccionaba la basura para reciclar... Y a cambio la gente del pueblo le daba las gracias y ella se sentía feliz. El pueblo de Villararezas, era pequeño, pero muy bonito, y la gente que habitaba en él era verdaderamente rara.
Un día, cuando el leñador estaba talando árboles, vio al lobo persiguiendo una ardilla. En aquel momento, el árbol que acababa de talar cayó sobre el lobo. El lobo dolorido, salió corriendo hacia donde estaban los contenedores de basura del pueblo, con intención de tirar toda la basura en casa de Caperucita Verde y el leñador loco. Una vez que el lobo recogió la basura, la tiró en la casa.
Caperucita, al ver la basura en su casa, de malas maneras, fue a hablar con el lobo. Caperucita Verde se dirigió a la casa donde se encontraba el Lobo, a echarle la bronca. Pero como el Lobo no le hacía ni caso, empezaron a pelearse. Caperucita Verde le tiró por un barranco que vio por ahí y cayó encima de unas setas venenosas. La abuela, al ver la casa tan sucia, le extrañó mucho y empezó a llamar a Caperucita Verde. Como no le respondía, fue a su cobertizo de hechicerías y vio, en su bola de cristal, que Caperucita Verde y el lobo se estaban peleando en el bosque.
Para ver el motivo de la pelea cogió su escoba voladora y llego hasta ellos.
Al llegar, dijo unas palabras mágicas y se quedaron inmóviles como estatuas. Primeramente, le preguntó a Caperucita Verde, por qué la casa estaba tan sucia y ésta le echó toda la culpa al lobo. El lobo se defendió diciendo que era culpa del leñador y de Caperucita Verde por dejarle vivir en su casa . La abuela les dijo que les libraría del encantamiento a cambio de que no peleasen más. Todos fueron donde el leñador y le riñeron por talar como un loco. De allí fueron a casa de la abuela a merendar bollos que iba a preparar. Sin darse cuenta, tiró polvos mágicos a los bollos. Al meterlos al horno, los bollos tenían un aspecto un poco raro y la abuelita sospechaba algo. Al sacarlos se dió cuenta de que tenían unas alas a los lados. La abuelita se quedó impresionada, pero no se lo enseñó a nadie. Los bollos tenían alas de azúcar-glas.
Todo el que comía un bollo de la abuela hechicera se convertía en bueno y amable. La gente se volvió ecologista y el leñador loco dejó de talar tantos árboles.
Y, color铆n colorado, la catastr贸fica Caperucita Verde, ha terminado.
historia
de