MAYO 2016
CALIFICACIÓN DE RIESGO Microfinanza Calificadora de Riesgos S.A. Microriesg ha realizado la calificación de riesgo global la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo con corte al 31 de diciembre del 2015, de acuerdo a las normas contenidas en el literal h) del Art. 180 de la Ley de Instituciones Financieras y en el Capítulo III del Título XXI, del Libro I de la Codificación de Resoluciones de la Superintendencia de Bancos y Seguros y de la Junta Bancaria. El Comité de Calificación de Microfinanza Calificadora de Riesgos S.A. Microriesg decidió asignar la calificación de:
A “La institución es fuerte, tiene un sólido récord financiero y es bien recibida en sus mercados naturales de dinero. Es posible que existan algunos aspectos débiles, pero es de esperarse que cualquier desviación con respecto a los niveles históricos de desempeño de la entidad sea limitada y que se superará rápidamente. La probabilidad de que se presenten problemas significativos es muy baja, aunque de todos modos ligeramente más alta que en el caso de las instituciones con mayor calificación”.
Evrim Kirimkan Gerente General
7 PRINCIPIOS UNIVERSALES DEL COOPERATIVISMO 1
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Ingreso y retiro voluntario: Entras y sales libre y responsablemente de la Cooperativa.
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Administración y seguimiento democrático: Todos
y todas tenemos voz y voto, control social, hay un gobierno cooperativo compuesto por los representantes de los socios.
Participación económica de los miembros: Todos
somos dueños y aportamos para tener un buen patrimonio que nos respalde para servir de la mejor forma.
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Autonomía e Independencia: Crecemos con nuestro esfuerzo, servicios con libertad, no somos el Estado ni una O.N.G., construimos un movimiento cooperativo desde nuestra identidad.
Educación, Capacitación, Información:
Con procesos de comunicación la cooperativa fortalece sus cimientos con programas de educación cooperativa, participativa e información que contribuye a transformar la mente y las formas de vida de las personas en base a los valores cooperativos.
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Compromiso con la comunidad: Presentes en el
Buen Vivir de nuestras comunidades, barrios, parroquias, cantones, región, integrados también en nuestra casa común que es el planeta tierra.
Todas las Cooperativas deben evaluar permanentemente el cumplimiento de estos principios.
Cooperación entre Cooperativas: Formando un gran movimiento con fuerza social, cultural, económica y política.
Ahorrar con felicidad es: comer sano, educarse, movilizarse en bicicleta, hacer deporte y compartir en familia. Comité Editorial
Presentación
Fernando Pulgarín, Richard Yunga, Juan Carlos Urgilés, Nelly Molina, Patricio Zhimnay.
COMUNICACIÓN: Santiago Mejía, Juan Diego Romero, Vinicio Garcia, Geovanny Villalva, Cristian Crespo.
Dirección Benigno Malo 9-75 y Gran Colombia
Contactos
2833-255 ext: 7048/7098
comunicación@jardinazuayo.fin.ec
web
www.jardinazuayo.fin.ec
En esta edición colaboraron: Dirección de Apoyo al Gobierno, Departamento de Contabilidad.
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, en su empeño permanente de aportar hacia una sociedad solidaria y cooperante en busca del Buen Vivir de sus comunidades y pueblos, presenta por segundo año consecutivo la revista “SEMBRANDO ESPERANZA” que en esta ocasión refleja el trabajo valioso del cultivo ancestral, los betuneros, los fabricantes de adobe, la medicina natural, la ganaderia, entre otras actividades que demandan valor, creatividad, fuerza, y que en muchos casos son la única garantía que tienen las personas. Jardín Azuayo ha dedicado este espacio para resaltar estas actividades que normalmente son invisibilizadas o poco tomadas en cuenta en los medios de comunicación tradicionales. Este material, sirve como espacio de información y comunicación, para rendir cuentas de las acciones directivas y administrativas a nuestros socios y a la sociedad en general, como valores y elementos característicos de la Cooperativa. Asimismo, recoge opiniones de nuestros directivos y socios, resaltamos experiencias cooperativistas y de ahorro que dan testimonio de logros alcanzados con el apoyo de Jardín Azuayo. Les invitamos a disfrutar de este material que describe -a la par con fotografías- paisajes maravillosos de los territorios donde está Jardín Azuayo, y el trabajo que día a día realizamos para fortalecer la Economía Popular y Solidaria, siendo consecuentes con la filosofía cooperativista e identidad institucional. Bienvenidos.
REVISTA JARDÍN AZUAYO ES UNA PUBLICACIÓN DEL: La Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo PRODUCIDA POR:
072 881493
Todos los Derechos Reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación
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Comité Editorial Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo
Índice 8 14 16 18 22 24 26
Zona Paute
Cantones que encantan
Cultivo Ancestral
Un camino por donde las papas queman
Betuneros
Zapatos que brillan más que una estrella fugaz
Adobes Andinos
El barro que abriga la vida en el hogar
Jardín Azuayo
Hace su historia en toda la Zona Paute
Educación Cooperativa Masiva graduación
23 años de recordación Desastre de La Josefina
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Gobierno Cooperativo Individualidades apoyadas, transformaciones juntas
Medicina Natural Curando el cuerpo desde tiempos inmemoriales
Ganadería que atrae El sosiego de vivir en armonía
El ahorro es una joya preciosa
Confianza y apoyo para progresar
Negocio que se expande
Creatividad a favor del emprendimiento
Futuro Asegurado Educación y salud garantizadas
Ahorrar Comprando La estrategia es invertir para seguir creciendo
46 47 48 52 53
Casa Nueva En la parroquia Palmas
Identidad Azuaya Festividades con sabor a cuy
Nuestro Jardín
Corresponsal solidario: más cerca de la comunidad
La opinión del socio Noticias
Frutos Sanos Sueños sembrados en tierra fértil
Cooperativismo es trabajar en equipo aportando con lo que tenemos y sabemos, confiando en que el compañero trabaja con la misma convicción nuestra. Esa reciprocidad favorece a la consecución de un propósito. Bajo este criterio la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo brega en la construcción de un espacio donde la Economía Popular y Solidaria es protagonista.
Cosecha de manzanas parroquia Bulán cantón Paute
Zona Paute
Cantones que encantan
Durante los claros días de Azuay, las aves trinan sus cantos para combatir el silencio y los sembríos otorgan alimentos saludables a quienes los cultivan con amorosa paciencia. Los valles y montañas de un verde constante, embellecen a esta provincia ecuatoriana que encierra en su interior, un conjunto de cantones inolvidables que usted conocerá cuando se adentre en sus tierras. En esta edición, atrapamos un instante la belleza que habita en los sitios turísticos y cotidianos de Sevilla de Oro, Gualaceo, Chordelég, Sígsig y Paute. Los paisajes, ríos, montañas, flora y fauna silvestres, conviven en agradable equilibrio junto al ser humano, que ha hecho de cada cantón, una leyenda que perdurará en el tiempo. Las iglesias y casas coloniales de estos lugares representan verdaderas joyas arquitectónicas.
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El cantón Sevilla de Oro está regado por las aguas del Paute, un río donde se construyó el Complejo Hidroeléctrico Paute que genera la mayor parte de la energía eléctrica del país, y que contiene a las represas hidroeléctricas Mazar, Molino y Sopladora. Sus habitantes se dedican a la ganadería, a la producción de quesos, y a la agricultura. Es un sitio caracterizado por la hospitalidad de su gente. La “makana” es la carta de presentación del cantón Gualaceo, ubicado a 38 Km de Cuenca. Makana es la palabra quechua para llamar al chal, una pieza de tejido que cubre la espalda y los hombros. José Jiménez es el artesano más representativo; en su taller, ubicado en el sector San Pedro de los Olivos, se producen fantásticos diseños que son comercializados en el país y en el extranjero. Cuando visite este lugar, no olvide degustar una de sus bebidas tradicionales: el rosero. Esta tierra también contiene a hábiles artesanos que fabrican finos y elegantes zapatos. A los pueblos los hacen sus hombres y mujeres, el esfuerzo de ellos ha logrado que su terruño sea conocido en el mundo entero. Por ejemplo, no se puede hablar ni escribir de Chordelég, sin hacer referencia a la fina joyería que se diseña y produce aquí. Los orfebres pacientemente han aprendido a embellecer metales como el oro, la plata y el bronce, dándoles formas andinas que son apetecidas por los turistas.
Río Paute
La paja toquilla y la producción de sombreros, sin embargo, también está en el cantón Sígsig, localizado a 60 Km de Cuenca. Aquí se encuentran además microfábricas que producen adobes, ladrillos y tejas. En la parroquia San Bartolomé, artesanos como Javier Ullaguari fabrican guitarras de altísima calidad, además de instrumentos musicales como bandolas y charangos. La manzana, no obstante, también ocupa un lugar privilegiado porque en su tierra fértil se producen a gran escala. Paute es un cantón que por su clima y paisaje se ha constituido en un lugar tradicionalmente turístico. Sus atractivos principales son las orillas del río Paute, la gastronomía, los paisajes naturales. La Zona Paute, es una aventura sin fin que espera por los turistas todos los días del año.
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Servicios Cooperativos
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6% 6,25% 6,5% 7% 7,5% 9%
Luchadores de la
Economía Popular y Solidaria
Cultivo Ancestral Paute
Un camino por donde las papas queman
La húmeda tierra se ha pegado en los diez dedos de Juan Manuel Barrera y ha diseñado guantes que cubren sus manos de diminutas espinas. El sol se desvanece, son las 18:00, una leve garúa empieza a caer en Huachi Alto, y cientos de papas surgidas del suelo han sido puestas en grandes costales para dirigirse a los mercados de Paute o Cuenca. “Es una buena cosecha”, dice sonriente Juan Manuel.
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En Dug Dug, la papa tiene su propio monumento. En el parque central la cholita de la localidad hecha en mármol sostiene entre sus manos una canasta llena de papas. Este alimento es el símbolo que representa a esta parroquia del cantón Paute. En sectores como Huachi Alto y Huachi Bajo, también la cultivan con esmero. El agricultor, Alejandro Barrera, sabe de memoria desde cuando se siembra la papa hasta que se cosecha, hay un tiempo promedio de seis meses, “aunque depende de la clase de papa y de las condiciones de la tierra y el clima”, dice. En la altura, la papa bolona está lista a los siete meses mientras que la chaucha a los seis; en esta zona también se produce la papa superchola. Este apetecido alimento está presente en las comidas de los azuayos gracias a sus bondades nutritivas. En Paute, un plato típico que se prepara con ella, es el locro pauteño, una delicia para el paladar. Cuando llegan las cosechas se usa una fórmula de trabajo: se convoca a una “randimpa”. Significa que los vecinos acuden hasta los campos, ayudan a sembrar y posteriormente a cosechar la papa. El beneficiario luego, tendrá que hacer lo mismo por ellos en señal de reciprocidad. En este sector, personas como Juan, Robert y Carmen Segarra también se dedican a sembrar papa. Cada vez hay menos personas que se quedan a cultivar la tierra, sin embargo, quienes lo hacen diariamente reciben como premio estar en permanente contacto con la pacha mama.
“Por cada planta se puede obtener de 25 a 30, comenta Juan Manuel mientras usa sus manos para recoger las últimas papas. “Nosotros vendemos el saco de 170 libras de la papa chaucha, en USD 45; de la chola en USD 30, y de la superchola en USD 35. No es mucho pero de culquier forma, sirve”. En las laderas y planicies de la serranía azuaya, los agricultores cuidan con esmero la tierra para obtener frutos saludables, y de este modo alimentar a las familias del país.
Cosecha de papas parroquia Dug Dug cantón Paute
Luchadores de la
Economía Popular y Solidaria
Betuneros Gualaceo
Zapatos que brillan más que una estrella fugaz Parece un ritual sagrado de dos simples pasos. Primero alistan sus materiales de trabajo: un banquito rústico decorado con tinta negra, una silla verde de madera donde el cliente se sentará, y un cofre que no contiene más tesoros que cepillos, betún marca Brillex y retazos de tela jean. Segundo, esperan sentados y con una sonrisa franca a que alguien llegue y les pida limpiar sus zapatos. A causa del paso del tiempo o de la humedad de la tinta, tienen las manos arrugadas, oscuras, pero limpias. Limpias como todas las manos trabajadoras de los ecuatorianos. Los betuneros son gente educada y emprendedora; saludan a todos con carisma, verlos trabajar con esmero es una caricia para los ojos. La lluvia no es un impedimiento para avanzar.
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Cada vez que alguien requiere sus servicios, ellos cumplen su labor con solemnidad. En la Plaza Cívica Guayaquil de Gualaceo, 17 limpiadores de zapatos llegan con buen humor a los kioscos, y desde las seis de la mañana empiezan a limpiar el calzado de niños o adultos, calzado que aprendieron a barnizar con maestría durante décadas. Nadie en el mundo puede hacer ese trabajo mejor que ellos. Alfonso Arcentales, es bajito y soñador; Jaime Eudoro Torres, es delgado y honesto; y, Elsa Atienses, es callada y paciente. Ellos son veteranos oficiales de la tinta y el betún. Guerreros que combaten el barro y las suelas sucias con sus manos juguetonas que como mariposas libres van de un lado a otro, dejando un brillo de estrellas fugaces en la cara más visible de los zapatos. Limpiar es una tarea que exige paz.
Lustra botas en la Plaza Guayaquil cantón Gualaceo
Alfonso Arcentales trabaja en este oficio desde hace 33 años, pero también sabe hacer otras cosas, por ejemplo, es vendedor de periódicos, chofer y reparador de cosas. En su puesto tiene tinta negra y café, vacerola, un cepillo grande para sacar brillo, y uno pequeño para embarnizar los zapatos. En su cajón también guarda un pequeño bate de beisbol que nunca ha usado para defenderse pero que conserva “porque lo que no pasa en años pasa en un minuto”, dice. Los domingos son los días de mayor demanda, pues por la plaza se pasean las familias que regresan de oir misa o han salido a comprar alimentos en el mercado. En Gualaceo, en silencio, pero nunca ocultos, están los betuneros. Personas honestas que brillan con luz propia y hacen brillar con sus manos y con esfuerzo.
Jaime Torres tiene 63 años de edad y lleva 30 años trabajando de betunero, afirma que “más antes era un poco mejor porque se ganaba en sucres”. Por cada par de zapatos que limpia recibe 50 centavos y por los botines y botas un dólar. El dinero obtenido servirá para ayudar a la familia. Ellos tienen los ojos negros de mirar hondo y sereno; la tez morena, en su cabello habita la noche, y dentro de su pecho, reposa un corazón generoso que brilla más que un zapato de oro.
Luchadores de la
Economía Popular y Solidaria
Adobes Andinos Sígsig
El barro que abriga la vida en el hogar “Cinco centavitos”, una canción de Julio Jaramillo suena en un viejo radio negro depositado al filo de una zanja, la perilla redonda del aparato conserva simpáticas manchas de barro. Dentro, mientras tararea, un hombre de mediana estatura caba la tierra como si tratara de construir una trinchera. Está en Satopamba, un barrio especial ubicado al este del centro cantonal de Sígsig, un lugar que contiene a una persona que sabe hacer adobes, ladrillos y tejas que luego se distribuyen en Sígsig y en las parroquias de Güel, Cuchil, Ludo, Jima, San José de Raranga y San Bartolomé. Sígsig es un bonito valle con montañas de un verde constante y gente amable. El hombre no construye una trinchera, hace algo más importante, selecciona la tierra, materia prima para fabricar adobes. Está equipado con un pico, una pala, una carretilla y, por supuesto, las manos. La canción de JJ sigue sonando, y el hombre continúa cabando con calma. Todas las mañanas, este sigseño al llegar a su trabajo, saluda a los vecinos con buen humor. Coloca en su cabeza una vieja gorra verde que lo proteje de los rayos solares, viste una camiseta y un pantalón desgastados, se calza sus botas de cuacho y se dispone a iniciar su jornal. Antes de empezar, enciende su radio que funciona a pilas, entonces siente que todo está en orden para empezar. Es soltero. Tiene cuatro hermanos pero solo él se dedica a este oficio. Por su jornada diaria de trabajo recibe 20 dólares. Puede producir durante una semana, 600 adobes, 750 ladrillos o 1250 tejas. A simple vista parece
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Luis Gerardo Burbano sector la Tejeria Cantón Sígsig
alguien común, sin embargo, esconde una gran fuerza que radica en su voluntad. En seis meses puede producir 10 mil tejas. Este superhombre se llama Luis Gerardo Burbano, tiene 47 años de edad, y aprendió el oficio a los 15 años gracias a las lecciones de don Albino Zhimnay. Actualmente se construyen pocas casas de adobe porque la modernidad también ha invadido a las comunidades que viven en las entrañas de las montañas. La nostalgia quiere acariciarle el rostro, pero no lo permite y recuerda con serenidad a quienes en antaño producían adobes, “ellos eran Aurelio Rocano, Félix Morocho, Alfonso y Domingo Ortega”. Hoy en día, en La Tejería, solamente él y José Ortega pueden fabricarlos. ¿Cómo se hacen los adobes, don Luis? “Verá hay que sacar la
tierra, mire de esta tierra arcillosa, y amontonarla allá en la fábrica, ya cuando está allá hay que mojarla y aplastarla con pie llucho”, una vez que la tierra ha sido remojada “se tiende un plástico en el piso, se la coloca allí y se pisotea hasta que se mezcle toda; verá que la tierra se hace suavita como masa de pan”, relata. Al cuarto día está lista para ser moldeada y transformada a través de un molde de madera, en adobes, ladrillos o tejas. Un adobe vale 70 centavos; la teja, 50; el ladrillo pequeño 50; y, el grande, un dólar. “Me emociono trabajando, hay veces que corre el viento y me refresca la cara. Me gusta llevar la tierra en la carretilla, en eso de ir y venir ya me distraigo. Y claro también me gusta mucho trabajar escuchando música”, describe contento. Cuando pase por La Tejería, encontrará a alguien con los pies desnudos pisando el barro con destreza admirable, construyendo de este modo los ancestrales adobes andinos mientras escucha a JJ gracias a su fiel y viejo radio. Salúdelo, es Luis Gerardo, un héroe anónimo de Sígsig.
CHORDELEG
FRENTE AL MERCADO MUNICIPAL 4 de Octubre y Juan Bautista Cobos
GUALACEO VÍA PRINCIPAL Av. Roldós Entre Fidel Antonio Piedra y Antonio Delgado PLAZA CÍVICA GUAYAQUIL Calle Luis Río Frio Rodriguez Entre Manuel Guillen Y Cuenca SIGSIG
PARQUE CENTRAL Rodil entre Bolívar y General Torres
PAUTE PARQUE CENTRAL Simón Bolívar 7 - 15 Y Sucre SECTOR EL CABO Vía Principal a Paute
Frente al mercado Municipal 4 de Octubre y Juan Bautista Cobos
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BALANCE GENERAL COMPARATIVO ABRIL 2015 - ABRIL 2016
EN MILLONES 570 494
484 423
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BALANCE ABRIL 2015
Número de colaboradores
BALANCE ABRIL 2016 ABRIL 2015
ABRIL 2016
3.6% 587
4.41% 616
311.675
348.106
43 75.839
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Jardín Azuayo Hace su historia en toda la Zona Paute
Una Cooperativa es una sociedad de personas donde los dueños somos todos, sin lucrar de la necesidad de los servicios financieros que presta, nació Jardín Azuayo como un proyecto social y económico de pobladores del cantón Paute, en la provincia de Azuay. Sus promotores fueron visionarios que se negaron a derrumbarse junto con las montañas del desastre de la Josefina, en 1993. Cuando la catástrofe natural destruyó sembríos, edificaciones, calles canales de riego, obras de infraestructura y todo lo que el agua y el lodo pudo a su paso, el principio de desarrollo solidario primó en hombres y mujeres que hicieron resurgir su economía. Es así que, tres años más tarde, en 1996 y con 120 socios se creo la ahora fortalecida entidad cooperativista de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo. Como todo propósito, con cimientos éticos y responsables, se ha convertido en una realidad vigente con sus servicios crediticios de ahorro, educación cooperativa y afines. Actualmente tiene 348.106 socios en las provincias de Azuay, Cañar, Guayas, El Oro, Loja, Morona Santiago y Santa Elena. En el cantón Paute, la oficina de Jardín Azuayo está ubicada en la calle Simón Bolívar 7-15; en Gualaceo, en la calle Fidel Antonio Piedra 2-29 entre Jaime Roldós y Eugenio Espejo; en Chordelég, entre las calles Guayaquil 6-17 y 5 de Febrero; en Sígsig, en Rodil entre Bolívar y General Torres; y, en Sevilla de Oro, en la Av. 10 de Agosto y Av. Azuay. Con el afán de generar mayor cercanía con miles de socios están también los denominados Corresponsales Solidarios “Nuestro Jardín”, donde se pueden realizar depósitos, retiros y compras. Los cajeros automáticos es otro servicios que tiene gran acogida en los socios. La base de la confianza en Jardín Azuayo, es la transparencia con la que se trabaja a favor de los proyectos de desarrollo económico y comunitario.
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Nueva oficina Jardín Azuayo parroquia Palmas cantón Sevilla de Oro
PLAN ESTRATÉGICO INSTITUCIONAL 2014- 2018 MISIÓN: Somos una Cooperativa de Ahorro y Crédito segura y participativa que contribuye en el crecimiento socioeconómico de sus socios y fortalece la economía popular y solidaria mediante servicios financieros de calidad incluyentes y sostenibles. VISIÓN: Ser un referente positivo del desempeño social y financiero de la economía popular y solidaria del Ecuador, que incide en el desarrollo de sus socios y localidades de intervención con una gestión participativa e incluyente basada en calidad, cercanía y servicio. VALORES: Los valores que orientan a quienes formamos parte de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo son la transparencia, la integridad, la confianza, el compromiso y la responsabilidad. Creemos Profundamente en ello.
Educación Cooperativa Masiva graduación El pasado 12 de diciembre de 2015, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo incorporó a 1.300 estudiantes -entre socios, directivos y empleados- en Educación Cooperativa. Este proceso de formación gratuita inició en enero de 2014. La investidura se cumplió en el coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana, en la capital azuaya, en el sur del Ecuador. Este centro superior avalizó la formación de los estudiantes provenientes de Azuay, Cañar, Loja, El Oro, Morona Santiago, Guayas, y Santa Elena. Jardín Azuayo nació en 1996 en el cantón Paute, provincia de Azuay, como una salida a la crisis económica y pérdidas que dejó el desastre de La Josefina. Actualmente tiene más de 300 000 socios entre las 44 agencias en las siete provincias. De esos espacios procedieron los graduados. En los casi dos años de formación, ellos recibieron 10 módulos en temas como educación financiera, cooperativismo, liderazgo, comunicación, emprendimientos, ciudadanía…
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Los 26 Educadores Cooperativos capacitaron a los estudiantes en el programa de Formación Ciudadana y Liderazgo Social, explicó el coordinador de EDUCOPE por parte de Jardín Azuayo e informó que el programa se replicará cada año, y las inscripciones se las puede realizar en cualquiera de las oficinas de forma gratuita.
23 aĂąos de recordaciĂłn del desastre de La Josefina
A las 09:00 el día lucía esplendoroso en Cuenca. Los ciclistas, uno por uno, en parejas, o en grupos, llegaron al coliseo mayor Jefferson Pérez Quezada para formar parte de la Ciclo Aventura por la Josefina, cuya tercera edición se realizó el sábado 2 de abril. Al ritmo de música tropical proveniente de los altoparlantes, la Av. 12 de abril empezaba a mostrarse repleta de “caballitos de acero” cuyos pilotos estuvieron equipados con guantes, licras, cascos, gafas oscuras y botellas con agua, listos para pedalear 35 Km hasta Paute. La ciclo aventura más que una fiesta del deporte es un acontecimiento importante para estrechar lazos de unión y amistad entre socios. Los participantes compartieron algo común en sus rostros, la sonrisa. Sonrieron y se saludaron entre sí como señal de buena suerte. Esta actividad deportiva se celebró en conmemoración a los 23 años del desastre de La Josefina, crisis que hizo nacer a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo no con el objetivo de lucrar sino de servir. Las reglas fueron simples antes de arrancar el recorrido; No competir, ocupar el carril derecho, no perder la concentración, no arrojar desechos que contaminen la calle y ayudar a quien lo necesite. La unión es la clave para llegar.
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La ruta avanzó por la Av. Panamericana norte con dirección a Paute. Durante el trayecto, un río de ciclistas se adueñó de la carretera y navegó libre por el asfalto, fueron agua invisible, agua humana avanzando al porvenir. La carrera culminó en el parque lineal de Paute, allí los ciclistas que partieron desde Cuenca, Azogues, Sigsig, Gualaceo, Chordeleg y Sevilla de Oro llegaron silbando, tocando pequeñas campanas y estridentes cornetas. La correcta organización de este evento hizo que haya un permanente control de hidratación y veló para que no se produzcan accidentes durante la carrera. En el parque ciclistas y bicicletas descansaron a la sombra de los árboles, y recibieron un refrigerio. Los deportistas junto a varios turistas y grupos familiares, también disfrutaron de la Feria de la Economía Popular y Solidaria que
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ofertó alimentos, ropa, sombreros, artesanías y medicinas naturales provenientes directamente de la mano del emprendedor. En el parque, los kioscos lucieron repletos de socios que adquieron los productos y dinamizaron de este modo la economía común de los comerciantes. Durante este día especial, la música andina del grupo Jayac se compartió al aire libre. Allí, mientras los ciclistas reponían energía coreaban las canciones de los músicos ecuatorianos que hicieron vibrar las gargantas y corazones de todos. En la ciclo aventura se vislumbra un espíritu de solidaridad y unión entre toda la familia cooperativista de Jardín Azuayo. El esfuerzo de la gente y el compromiso de servir es la base del éxito para el progreso.
Gobierno Cooperativo Individualidades apoyadas, transformaciones conjuntas La filosofía de trabajo cooperativo que promueve Jardín Azuayo tiene su fundamento en la estructura directiva, constituida por los propios socios; y, en la administrativa, establecida en base A una gestión por competencias. Esto se puede evidenciar a través de una ética de servicio, de apoyo mutuo, y de una práctica concreta de la filosofía del cooperativismo como lo afirma Félix Filemón Gómez Vicuña, presidente de la oficina Sevilla de Oro. Este licenciado en Ciencias de la Educación y Magíster en Gerencia y Liderazgo Educativo, desde hace 18 años ejerce la docencia en la Unidad Educativa Las Palmas; su experiencia y vocación de servicio le ha permitido acercarse a la comunidad, entender sus necesidades, y apoyarla en proyectos de desarrollo. Este criterio lo comparte el presidente de la oficina de Gualaceo, Luis Galarza. Él es docente de educación general básica, y desde esta visión promulga la formación y capacitación de los socios a través de la Escuela Cooperativa que pone en práctica el principio universal de Educar, Formar e Informar. “Todos los socios son dueños de la Cooperativa, no existen los intereses personales”, afirma. Él mantiene un vínculo emocional y profesional con la institución porque se actúa con transparencia. La profesión de Ingeniero Agrónomo permitió que Marcos Marín mantenga un permanente contacto con el medio ambiente. Esta experiencia basada en el cuidado de la naturaleza y los seres vivos le permitió comprender a cabalidad que las cosas en conjunto
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funcionan bien. “En primer lugar hay que creer en la cooperativa, y como directivo se tiene la posibilidad de servir a nuestra gente”, asegura. Él es presidente de la oficina Chordelég y sabe que cuando una persona se acerca a Jardín Azuayo, significa un nuevo proyecto para apoyar e impulsar enmarcado en el ámbito el buen vivir. Es un ser humano dispuesto a compartir sus conocimientos y a avanzar junto a los demás. Para Manuel Humberto Ávila Moscoso, presidente de la oficina Paute, “todos podemos ser presidente de la entidad, para ello es necesario poner al servicio de la gente nuestra energía, sabiduría y tiempo. Manuel Humberto, es chofer profesional y presta sus servicios en una compañía de transporte escolar. Gracias a su oficio ha experimentado el gusto de recibir un “gracias” de quien ha logrado cristalizar un emprendimiento productivo. Él cree que el cooperativismo, es la alternativa para el desarrollo comunitario. José Vicente Salinas, presidente de la oficina Sígsig, atiende su taller Lavadora, Lubricadora Salinas, y se define como un hombre dedicado a servir. Piensa que las capacitaciones de Jardín Azuayo enseñan mucho a ser líder y a educarse en cooperativismo para valorar a la comunidad . El Gobierno de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, tiene diferentes instancias como, la Asamblea General de Representantes, el Consejo de Administración, el Consejo de Vigilancia y Comisiones.
Nuestros Presidentes de Oficina Zona Paute Personas de trabajo
Marcos Marín - Chordeleg
Manuel Ávila - Paute
Luis Galarza - Gualaceo
Félix Gómez - Palmas
José Salinas - Sígsig
Nuestros Directivos
Oficina Chordeleg
Daniel Salazar
Dianita Maita
Edgar Naranjo
Efrain Castro
Fausto Samaniego
José Piña
Manuel Castro
Manuel Sigua
Mariana Reinoso
Jessica Orellana
Moises Cabrera
Noemí Jara
Blanca Castro
Ramiro Guzmán
Ramiro Ponce
Susana Ramón
Valeria Yunga
Victor Marín
Nuestros Directivos Oficina Gualaceo
Darío Sarmiento
Manuel Rodas
Janer Vanegas
Silvia Ochoa
Bernardita Bueno
Piedad Ulloa
Germán Ulloa
Rosita Lucero
Nolberto Malla
Marlene Galarza
Andrés Tigre
Carmen Quichimbo
Delia Uzho
Esteban Cabrera
Lilia Guarquila
Rosa López
Nuestros Directivos Oficina Paute
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Judith Villavicencio
Freddy Once
Gladys Barrera
Lucía Barreto
Luis Saguay
Eufemia Álvarado
Marcelo Morocho
Miguel Barahona
Nancy Bau
Narcisa Rojas
Piedad Cobos
Ruth Togra
Victor Zúñiga
Alfonso Suquitana
Nuestros Directivos Oficina Palmas
Bertha Tapia
Carmen García
Elvio Arce
Jaime Benavides
Jairo León
Juan Ramírez
Julio Cadena
Julio Ortiz
Luis Barba
María Piscocama
Moises Vicuña
Mónica Hoyos
Mónica Urgiles
Nancy Becerra
Polivio Alarcón
Saúl Peralta
Willian Espinoza
Zoila Vázques
Nuestros Directivos
Luis Delgado
Lilian Bueno
Oficina Sígsig
Arturo Fajardo
Eliazar Jimenez
Antonio Calle
Cesar Lanchi
Félix Portillo
Germán Fajardo
Laudelino Andrade
Luis Guartatanga
Luis Tenorio
María Sánchez
Marío Sánchez
Mesías Brito
Raúl Ordónez
Rolando Salinas
Rosa Arévalo
Sergio Castro
Medicina Natural Chordeleg
Curando el cuerpo desde tiempos inmemoriales En la comunidad de Punguaico, Ubicada en la parroquia Delegsol del cantón Chordeleg, vive Laura María Siguencia Jara, una mujer que ha destinado su vida para aliviar el pesar de la gente. Conocerla y escucharla son experiencias que no se pueden olvidar. Basta preguntarle para qué sirve el ataco para que ella conteste con maestría: “cuando uno siente muchos nervios en la cabeza, hay que chancar el Ataco, mezclarlo con la harina de maíz blanco, remojar un
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paño en agua de azares; untarle con eso y hay que amarrarse en la cabeza porque es un gran remedio”. Este don de reconocer en las plantas sus bondades curativas, no es fácil de cultivar. Existe para ello algo que es indispensable: “Lo primero que hay que hacer es conectarte con la naturaleza, si no te conectas con la pacha mama no eres nadie”, afirma Segundo Alfonso López, quien jamás se sintió desvinculado de la madre naturaleza, y gracias a eso ha podido conocer plantas comunes que pueden hacer grandes curaciones. “Yo le pido a las personas que caminen descalzos a primeras horas de la mañana, y les pido que beban agua de hierbas anti estresantes como la valeriana o el toronjil, en dosis moderadas”, explica este sabio de la medicina natural que viven en la parroquia Puzhío. El objetivo de esto es que la gente comprenda que proviene de la tierra y solo ella le aliviará. Él también es un explorador y descubridor de piezas arqueológicas. A sus 67 años de edad, Laura María se siente orgullosa de no asistir a los hospitales y de no padecer enfermedad alguna; ella también atiende a mujeres que están a punto de concebir. Segundo Alfonso aprendió a usar la medicina natural gracias a las enseñanzas de su abuela, cuando tenía 19 años.
Laura María Siguencia Jara partera del cantón Chordeleg
Ambos expertos de la medicina ancestral no se conocen pero coinciden en algo: en que la montaña no es simplemente montaña, sino una farmacia que debemos cuidar. “Si somos naturaleza, si somos tierra y dejamos destruir las montañas no hemos hecho nada por nosotros mismos” expone Segundo Alfonso. “Nadie quiere aprender esto, así que nosotros estamos haciendo esto solo por amor a ayudar”, sentencia Laura María. La medicina natural se practica en las zonas rurales del Azuay, y es la mejor opción para el hombre del campo que aún conserva ese vínculo entre seres humanos, seres vivos y naturaleza.
Segundo Alfonso en Puzhio
Ganadería Que atrae Sevilla de Oro
El sosiego de vivir en armonía Don Bosco es el nombre de un barrio ubicado en el centro cantonal de Sevilla de Oro. En él se encuentra la vivienda de Fanny Berzoza, una mujer luchadora que no se ha doblegado ante las adversidades del tiempo. Tiene 53 años de edad, sonrisa sincera, cabello trenzado y una piel blanca que ha sido bronceada por el sol a causa de intensas jornadas de trabajo al cuidado de sus vacas. Ella es buena conversadora, y su corazón es generoso. El mal clima no es un impedimento. Llueve, truene o relampagueé Fanny camina hasta los cerros El Tablón y La Libertad para ordeñar las vacas, cambiarles de sitio, darles de beber agua, cortar la mala hierba que crece entre el pasto y limpiar desechos que los animales producen.
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Fanny Berzoza cantón Sevilla de Oro
Al cerro –comenta– se puede llegar de tres formas: 1) En auto propio. 2) Pagando una carrera a alguien que tenga auto. Y 3) A pie. La jornada empieza todos los días a las 06:00 y culmina a las 17:00. Sus herramientas de trabajo son un machete afilado y un par de lecheros. Aprendió a ordeñar a los 8 años de edad, la leche que obtiene la usa para el consumo familiar aunque otro tanto es comercializado. Desde la cima del cerro, en forma de media luna, se observa a las parroquias San Vicente, El Pan, Pan Grande, La Merced, Toluca, La Dolorosa, Huintul, La Unión, Belén y el centro cantonal de Sevilla.
A las vacas, comenta Fanny, no se las puede amarrar en cualquier sitio, hay que saber dejarlas en lugares donde haya hierba fresca que se debe consumir con brevedad y sin arruinar los suelos. Entre conversaciones, bromas y saludos el camino se hace más corto para Luis Garzón, Trinidad Zumba, Rosario Espinoza, Bersabé Zumba e Imelda Cárdenas, quienes todas las mañanas van a cuidar su ganado en el cerro La Libertad. La amistas los ha unido como a una hermandad fiel. La vida en el campo es sencilla y ninguna ciudad puede otrorgarle su paz.
El ahorro es una joya preciosa Chordeleg
Confianza y apoyo para progresar Desde que la Cooperativa Jardín Azuayo llegó a Chordeleg, la luz del sol brilló con mayor intensidad para las personas que decidieron asociarse a ella. Y es que por fin el emprendimiento del artesano podía expandirse más allá de este cantón, gracias al aporte económico que la entidad crediticia iba concediendo a las personas. Al ser, Chordeleg, un cantón de orfebres por excelencia, la producción de joyas incremento y artesanos como Edmundo Astudillo descubrieron en el ahorro, la manera de crecer. Él fue uno de los primeros socios, y recibió de la Cooperativa algunos préstamos, además de la confianza y el apoyo para continuar ejerciendo su oficio orfebrerístico. Los ingresos económicos que iba percibiendo, primero los guardaba, para luego invertirlos en la adquisición de materia prima para construir sus joyas. De este modo consiguió acumular un monto económico estable que le sirve de base para mantener su taller de orfebrería. Edmundo, el artista del metal precioso, sabe construir a mano:
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aretes en piedra y esmaltados, además de anillos y manillas que comercializa en las joyerías de Chordelég. Las ganancias que obtiene las invierte en adquirir la plata para seguir fabricando objetos preciosos, “ese mismo dinero sigue trabajando, yo con eso mantengo mi negocio”, comenta. Al ser, la orfebrería, un oficio que exige dinero líquido, Edmundo tiene que cancelar al contado, el valor por el metal de la plata que adquiere desde Portovelo. Este emprendedor de 50 años de edad, tiene 25 años de experiencia. Al estar involucrado desde temprana edad en los negocios, ha sabido percibir que los créditos son de gran utilidad cuando de proyectarse en el mercado local se trata, pero “que hay que saber usar las manos para pagarlo, y la cabeza para obtener réditos importantes” comenta. Con sus ahorros ha logrado dar la educación a sus dos hijas y construir la vivienda para su familia. El ahorro no es una decisión que se debe tomar solo, sino en familia “nos organizamos los cuatro, mi esposa y mis hijas para planificar qué vamos a hacer y cómo vamos a hacer para hallar rentabilidad en la orfebrería que hago, y cuando tenemos la solución, entonces hago el préstamo o ahorro”, finaliza. Sin duda, ahorrar es posible con planificación y disciplina.
Negocio que se expande
Gualaceo
Creatividad a favor del emprendimiento “Abrí mi primera libreta del chanchito con 5 dólares y la ganancia que iba obteniendo, la iba depositando en otra cuenta para ahorrar”. De este modo, Marlene Galarza empezó su historia junto a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo. Hoy en día su perseverancia e ingenio son referentes para la pequeña economía puesta al servicio del emprendimiento. En la Av. de los Cañaris entre Antonio Vera y Luis Salas, en Gualaceo, se encuentra su hogar; en él adecuó un espacio comercial al que bautizó “Bazar y Papelería Danielita”. Aquí también elabora y oferta pequeños pasteles, ropa para niños tejida en lana y prendas de vestir americanas. Su creatividad para emprender en actividades que generen ingresos económicos es su principal carta de presentación. Con el capital y ahorros que ha ido obteniendo a lo largo de los años, decidió abrir una póliza con un monto inicial de 1.000 dólares, no obstante, su capacidad para ganarse el pan de cada día ha hecho que este valor crezca y le genere un capital mayor y
estable con el que adquiere la materia prima para elaborar sus productos. “No puedo quedarme con los brazos cruzados, algo se me ocurre”, dice. “Primero empecé a negociar por necesidad y luego por el gusto de poder servir a otras personas”, dice Marlene quien ha encontrado en la elaboración de pastelitos una fuente importante de ingresos. Ella los comercializa entre vecinos, y en una tienda local, a un valor de 30 centavos. El objetivo de ahorrar es hacer que sus microemprendimientos crezcan; en el caso de los pastelitos, desea adquirir una máquina industrial porque hasta el momento los prepara manualmente. Todo el dinero que gana lo deposita en la cuenta de ahorro donde además obtiene intereses que luego reutilizará en proyectos productivos. De esta manera la salud y educación de sus dos hijos está asegurada. “No hay que derrochar el dinero”, dice con una sonrisa amable Marlene, y agradece a Jardín Azuayo que la ha apoyado en sus ideas. El dinero va y viene, pero la constancia en la cultura de ahorro permite que los sueños se cumplan.
Geovanny Caicedo
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AHORRE TIEMPO Y RECURSOS
CONSULTAS
De saldos y movimientos en sus cuentas De Créditos De Transferencias electrónicas
TRANSFERENCIAS Entre cuentas de la cooperativa A otras Instituciones Financieras A Tarjetas de Crédito A cuentas de Ahorro Alcancía
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SERVICIOS Recargas Electrónicas (Movistar, Claro y CNT) Consulta de Recargas Bloqueo de tarjeta de débito y el saldo de sus cuentas de ahorro
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CUENTA PERSONAL Cambio de clave Perfil JAWeb Cambio de clave cajero Cambio clave JAMóvil Cambios en el perfil JAWEB
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Servicios Cooperativos ahorro crĂŠdito virtuales cobros pagos Giros
y la tasa solidaria
Sistema Ăšnico de Pensiones Alimenticias
(SUPA)
Futuro Asegurado Sevilla de Oro
Educación y salud garantizadas Las experiencias de ahorro en Jardín Azuayo son muchas. Y es que las alternativas para iniciar ahorrando desde cinco dólares no han pasado desapercibidas por los socios que cada día se suman a esta oportunidad que oferta la Cooperativa, con el objetivo de seguir aportando al crecimiento de la economía popular y solidaria. En el cantón Sevilla de Oro, Carmita Irene Cárdenas Vera usa con eficiencia sus ahorros para garantizar la formación académica de sus hijos, y asegurar su salud y la de su familia. Con Jardín Azuayo se siente segura, sabe que el fruto diario de su trabajo, a largo plazo, le otorgará nuevas alegrías. Ella trabaja en el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal, y su historia con la Cooperativa de Ahorro y Crédito inició con los préstamos, lo que olvidaba es que con la modalidad del ahorro “del chanchito” una parte del dinero dedicada al pago de la deuda, se destinaba a su cuenta y empezaba a ahorrar.
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“Con el pasar del tiempo fui viendo que era muy bueno porque -aunque sea en pequeñas cantidades- eso al final del plazo ya me significaba un ahorro que me ayuda muchísimo”, dice Carmita, quien de acuerdo a sus posibilidades económicas continúa inmersa en esta dinámica de ahorrar. “Lo poquito que voy ahorrando lo invierto en mis mismos hijos, invierto en educación, en salud” añade, mientras recuerda que con un ahorro programado obtuvo USD 600 que invirtió en la operación de uno de sus pequeños. Pensando en el futuro y bienestar de los suyos invertirá otro capital en la educación universitaria de su hija que está próxima a graduarse. La fórmula a veces reside en prescindir de falsas necesidades y enfocarse en los sueños que están por venir y para los cuales se requiere un ahorro especial. En muchas familias de Sevilla de Oro, la opción de ahorrar nació a partir de los créditos, esa política de Jardín Azuayo ha creado una cultura de ahorro y ha permitido que los socios vislumbren su futuro inmediato, a través de un pequeño capital y de la fórmula del ahorro programado que tiene resultados positivos.
Ahorrar Comprando Sígsig
La estrategia es invertir para seguir creciendo La llegada de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo al cantón Sígsig significó una valiosa oportunidad para los micro emprendedores de esta zona. La revolucionaria alternativa de servir y formar a través del cooperativismo hizo que las personas se interesen en la propuesta y aprendan a usar con eficacia y solvencia, su capital. En Sígsig, Cecilia Cárdenas Pacheco sobresale entre los pobladores gracias a su espíritu de perseverancia y a su capacidad de cristalizar proyectos productivos. Es amable, se puede sostener una charla interesante con ella y sentir que su humildad es su manera auténtica de vivir. Cuando joven, Jardín Azuayo fue de ayuda fundamental para construir su vivienda y emprender en su proyecto de montar una pequeña fábrica de helados y bolos que comercializaba al interior del cantón, además de distribuirlos en Paute, Chordeleg, Gualaceo y Cuenca. Las ganancias que iba obteniendo, las invertía en materia prima con la finalidad de mejorar su producto, y expandir y posesionar su negocio.
Su estrategia de manejar el dinero es simple: ahorrar comprando. “Nunca he ahorrado hartísimo dinero porque me gusta invertir”, asegura con efusión, y añade que “en el caso de la elaboración de los helados y los bolos, yo empecé a comprar bastantes materiales como el azúcar, digamos 10 quintales, y ya me rebajaban el precio. Se gana más invirtiendo, ¿por qué?, porque comprando las cosas en gran cantidad me hacen un descuento”. En el año 2004 decidió concursar para administrar el bar de alimentos de la Unidad Educativa Sígsig, actualmente lleva trabajando 12 años. Jardín Azuayo le otorgó un crédito de USD 5000 que le permitió adecuar las instalaciones, adquirir accesorios como un frigorífico, una juguera, una cocina y mejorar sus servicios de venta de alimentos. Con la experiencia del bar de comida, vino la idea de emprender en el servicio de catering para ofertar distintos tipos de platos a la carta, además de arreglo y decoración de locales. El trabajo en equipo es indispensable para alcanzar las metas propuestas, comenta Cecilia, por eso ella confía mucho en su mamá, quien le ayuda a administrar el capital obtenido de las ventas. Ahora se proyecta a crear un salón de eventos, que piensa complementar con un restaurante. Las ganas de superación y la sabiduría en el uso del dinero, son sus herramientas positivas para obtener el éxito.
Casa Nueva
en la parroquia Palmas La Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, oficina Palmas, viene funcionando en el cantón Sevilla de Oro desde el 16 de julio del 2006. El 27 de marzo del año en curso, inauguró su propio local, ubicado en la calle Secundaria en dirección al cementerio de Palmas, vía principal Cuenca – Guarumales. La finalidad es atender con mayor celeridad y eficiencia a los socios. Este día se desarrolló un evento sociocultural que contó con la participación de los socios y de la comunidad. Félix Gómez, presidente de la oficina, dio el saludo de bienvenida a todos. Las actividades artísticas iniciaron a las 11:00. Se presentaron grupos de danza, se desarrolló el festival del trompo y de caritas pintadas, además se amenizó la jornada con canciones alegres que ofrecieron los grupos musicales. Las actividades concluyeron a las 16:00. La oficina Palmas presta los servicios de caja, con la atención de una ventanilla, un oficial de crédito, un oficial de servicios, una educadora cooperativa, y la persona que realiza la limpieza. La responsable de oficina es Diana Peralta. Los días de atención son de lunes a jueves en horario de 08:00 a 17:00; y, los días viernes de 08:00 a 13:00. Los domingos atiende de 08:00 a 13:00. Los números de contacto telefónico son: 2291014/ 0993591942
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Identidad Azuaya
Chordeleg Festividades con sabor a cuy El 6 de marzo de 2016, en la parroquia Chordeleg se vivió el tradicional Festival del Cuy en el que participaron siete asociaciones de pequeños y medianos productores. Observar a los cuyes vestidos con trajes típicos de cholita y luego saborear su carne acompañada con mote, ensalada o papas, llamó la atención del público asistente. Y es que este plato típico, herencia de nuestros antepasados, es parte de la identidad azuaya. Durante el desarrollo de este evento se realizaron distintos concurso; en el Desfile de Modas, los resultados fueron los siguientes: primer lugar para Julia Hermelinda Sarmiento Rodríguez, de la Asociación Huarmi Cussi; el segundo lugar lo obtuvo la Asociación Unidos por un Buen Vivir; el tercer lugar lo ocupó la Asociación Emprendedores de Santa Rosa. En cuanto al festival Papi Cuy, hubo un primer y único lugar para la Asociación Unidos por un Buen Vivir; en la Carrera de Cuyes la Asociación Los Vencedores de Musmus obtuvo el primer lugar, mientras que la Asociación Curutambo obtuvo el segundo lugar. El cuy asado que se vende en los diferentes rincones de la provincia como una delicia que resulta irresistible para el más exigente paladar también tuvo protagonismo en este evento, el primer lugar en el concurso Mejor Plato Asado fue para la Asociación Curitambo, la Asociación Los Vencedores de Musmus, alcanzaron el segundo lugar, y el tercero fue para la señora Hilda Cambizaca. El primer y único lugar para la Mejor Danza fue para Fabiola Odalis Samaniego Salinas.
Nuestro Jardín Corresponsal Solidario: más cerca de la comunidad A través de “Nuestro Jardín” Corresponsal Solidario, los socios tendrán un mayor acceso a los servicios y menor costo para realizar sus transacciones. Este servicio es operado por un socio de la Cooperativa que administre un local comercial, que puede ser de cualquier índole, a través de un contrato mediante el cual se pueden prestar los servicios. El socio es elegido por los habitantes de la comunidad en una reunión, o por los delegados locales. Estas opciones están disponibles según las realidades de cada una de las oficinas.
Walter Ortiz - Amaluza
El objetivo del proyecto es ampliar los servicios ofertados de nuestra Cooperativa y establecer procesos de apropiación institucional con los socios. Si usted integra la gran familia de Jardín Azuayo e identifica uno de estos lugares en su barrio, sepa que con su tarjeta de débito o cédula de identidad puede depositar hasta USD 200, y retirar hasta USD 100, por 25 centavos la transacción y realizar compras hasta USD 100 diarios.
Rafael Tapia Carreño - El Pan
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Rosa Rodas - Bullcay
Efráin Castro - Delegsol
Sandra Elizabeth Uyaguari Tenezaca - San Bartolomé
Rosa Guachún - Chicán
Locales con este servicio en la Zona Paute En la parroquia Amaluza, Walter Ortiz se ha convertido en el principal aliado de la economía popular y solidaria de Jardín Azuayo. Él atiende la agencia ubicada en las canchas de uso múltiple, en el “Comercial Doña Leo”, todos los días de 06:00 a 21:00. Junto al convento de las Hermanas Misioneras Dominicas, funciona el Corresponsal Solidario de la parroquia El Pan. En la tienda “Embajada del Pan”, atiende Italo Rafael Tapia Carreño desde las 08:00 hasta las 18:00, de lunes a domingo.
Efraín Castro - Delegsol
Italo Tapia Carreño - El Pan
En la parroquia Chicán, en la tienda “Doña Rosita”, de Rosa Guarderas, ubicada a media cuadra de la junta parroquial, funciona la agencia del Corresponsal Solidario. La atención es de 08:00 a 21:00, de lunes a domingo. En la parroquia San Bartolomé, en el “Comercial Elizabeth”, ubicado en las calles Luis Benigno Torres y Cuenca, atiende Sandra Elizabeth Uyaguari Tenesaca, los siete días de la semana de 08:00 a 20:00. El teléfono es 0988223982.
En Gualaceo sector Bullcay, frente a la casa comunal de esta parroquia en tienda Bullcay de Rosa Rodas, teléfono 0992591004, aquí atiende de 7 :00 a 21:00, todos los días.
En la vía Chordelég – Principal, en la parroquia Delegsol, frente a la entrada a la parroquia Chocar esta la tienda de Efraín Castro, teléfono 3062786, aquí atiende de 7:00 a 20:00.
En la Parroquia San José de Raranga del cantón Sígsig, restaurante El Turista, en la calle 3 de Mayo y 25 de Diciembre, frente al parque Central. Atención al público de lunes a domingo de 7:00 a 20:00. Teléfono 3010621.
Todos los locales que contienen un Corresponsal Solidario tienen la finalidad de acercar hasta los socios, los servicios que oferta Jardín Azuayo para de este modo promover una economía popular y solidaria en sus sectores, y hacer que los capitales de inversión fluyan y la cultura del ahorro se pueda robustecer.
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Melania Urgilés Guartan - San José de Raranga
NUESTROS SERVICIOS
La Educación Cooperativa (EDUCOPE) es la estrategia más significativa de la Cooperativa Jardín Azuayo para poner en práctica el quinto principio universal cooperativo: «Educación, Formación e Información», destacado por la Alianza Cooperativa Internacional. Los programas que desarrolla la EDUCOPE tienen que ver con la capacitación, la formación y la comunicación cooperativa, orientadas a fortalecer una ciudadanía consciente y un liderazgo social comprometido, sustentados en principios y valores cooperativos.
La opinión del socio
Angelita Espinoza Valverde // Oficina Chordeleg Te llevan de la mano en el emprendimiento “Para mi es muy importante el aporte de los talleres que nos dieron sobre educación, sobre el cooperativismo, sobre cómo reconocer a los líderes, a los dirigentes; esto nos ayudó bastante para organizarnos mejor como comunidades productivas. En Puzhío estamos trabajando de manera organizada en temas productivos, y los créditos que recibimos son importantes para poder desarrollar nuestras ideas”.
Luis Enrique Tacuri Guncay // Oficina Gualaceo Tienen seriedad para ayudar a las personas “Me siento tranquilo de ser socio de la Cooperativa, por la solvencia que tiene la institución, y la seriedad con que atiende las necesidades de la gente que más necesita; gracias a Jardín Azuayo he podido equipar parte de mi ferretería. Las reuniones de capacitación o de informes a las que convoca son un espacio para aprender sobre economía y eso es de gran ayuda para nosotros”.
María Barrera //Oficina Paute Se solidarizan con la gente del campo “Siempre están apoyando a diferentes comunidades con charlas, créditos y capacitaciones que ayudan a mejorar la vida de las familias, eso es algo que usted no obtiene en otra parte. Yo, como coordinadora del grupo de familias emprendedoras de El Cabo he palpado de cerca este beneficio. Jardín Azuayo es una institución que se solidariza con la gente del campo, con la gente que trabaja”.
Padre Juan Leonardo López // Oficina Palmas - Sevilla de Oro Es la gente común la que administra “Yo soy uno de los primeros socios de Jardín Azuayo y creo que es una alternativa muy valiosa para el desarrollo de la gente del campo. Los microcréditos que hacen a los pequeños productores, ganaderos y artesanos han sido fundamentales para que las familias puedan tener una vida digna. Hay que mantenerse con la misma idea y mantener intacto el empeño de servicio al prójimo”.
Tobías Timoleón León Coronel // Oficina Sígsig El crecimiento económico es su clave “En Jardín Azuayo nosotros pusimos nuestras esperanzas, nuestra visión hacia el futuro, nuestro punto de partida económico, y no hemos salido decepcionados. La Cooperativa también es un polo de desarrollo en el ámbito social. Aquí siempre se está dando preferencia al ser humano, a sus proyectos, a sus sueños; asi es la filosofía del cooperativismo”.
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Noticias Jardín Azuayo Ideas fértiles en manos fecundas Compañía segura hacia el emprendimiento exitoso. En la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, las buenas ideas no pasan desapercibidas. Y es que la filosofía del cooperativismo es el motor que mueve a socios y micro emprendedores a dar vida a proyectos artesanales de manera planificada y técnica. Para lograr resultados satisfactorios Jardín Azuayo, a través de un convenio de cooperación, cuenta con el apoyo del Centro de Educación y Capacitación al Campesinado del Azuay (CECCA) quien se ha convertido en un aliado eficaz que permite viabilizar estrategias de producción con resultados positivos. Una modalidad de trabajo cooperativo es el crédito productivo o créditos con acompañamiento técnico, que permiten al beneficiario cristalizar sus planes. “La función del técnico es hacer las visitas de acercamiento, capacitar al emprendedor en temas específicos y realizar visitas periódicas de control”, explica René Vázquez, técnico del CECCA. Bajo esta modalidad se apoyan proyectos agrícolas y pecuarios. En el cantón Paute, David Riera se ha beneficiado con este servicio. En octubre de 2015 se acercó a la Cooperativa de Ahorro
y Crédito y solicitó un crédito productivo. Él construyó un galpón en el que cría 800 pollos que luego de dos meses de crianza, comercializa -en 10 dólares- a los mercados de Paute, Gualaceo y Cuenca. Marta Once forma parte de las 40 familias que conforman la Asociación de Mujeres Emprendedoras de El Cabo. Gracias a un préstamo, esta emprendedora construyó un galpón de cuyes; actualmente tiene 400 ejemplares que en el lapso de 3 meses estarán listos para su comercialización. Su galpón está ubicado en la Parroquia El Cabo, sector La Unión. Los viveros de fresa que cultiva la Asociación San Luis de Uzhupud, es otra de las propuestas agrícolas por la que apuestan los 11 micro emprendedores que pertenecen a ella. Aplicando el principio del cooperativismo, las socias comparten las tareas de sembrar, podar, cultivar y cosechar las fresas que producen. Silvia Vera asegura que cuentan con el asesoramiento de un técnico agrónomo que les orienta en el cuidado de las plantas. En la parroquia Chicán, el emprendimiento personal de Beatriz Toledo también se suma a esta dinámica de los créditos productivos. Ella solicitó a Jardín Azuayo un crédito de 5 mil dólares, con ese capital construyó un invernadero de 725 m donde siembra tomates de riñón. Ella empezó a ejecutar su idea en enero del presente año, desde entonces recoge 35 cajas de tomate, cada caja equivale a 45 libras que vende en Paute.
Se realiza campaña “Que el dinero no te robe la felicidad” La campaña “que el dinero no te robe la felicidad” tiene el objetivo de buscar en la colectividad la reflexión sobre las otras formar de ahorro, de las comumente conocidas. La Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, un día al mes, entrega frutas a socios, no socios y a todas las personas que visitan las oficinas para utilizar los diferentes servicios que ofrece la institución. Los alimentos son adquiridos directamente al productor y provienen de nuestras localidades. Las frutas son distribuidas en una funda de papel, con el mensaje de “comer sano es ahorrar”. Jardín Azuayo, invirtiendo en la esperanza!!!