no.2
basal
basal
basal El basal es el tallo, hoja o flor que nace y crece cerca de la base. En botánica, el término es concebido en dualidad: no hay extremidad en la planta que no sea apical sin ser basal en cambio.
Centro de Promoción Cultural ITESO
Jardinería es el arte y la práctica de cultivar los textos. Consiste en cultivar, tanto en un espacio abierto como cerrado, poesía, narrativa, crónica, ensayo, o cualquier injerto, ya sea por estética, por gusto o para la alimentación, y en cuya consecución el objetivo económico es algo secundario.
autores
autores
Érika Pérez Domínguez // Morelia, Michoacán, México. (1984). Estudiante del Doctorado en Sociología en el COLMEX. Marco de Jesús – Roldán // Ciudad de México, México. (1967). Trabajador del Sector Educativo. Ángel Guadalupe Díaz // Guadalajara, Jalisco, México. (1988). Operador en call center. Natacha Rosenfeld // Buenos Aires, Argentina. (1981). Diseñadora de Imagen y Sonido. Roxana Xamán // Mazatlán, Sinaloa, México. (1984). Programa Indígena Intercultural del CIFS en ITESO.
Rosy Cabrera // Guadalajara, Jalisco, México. (1984). Asistente Académico B en el ITESO y Docente de Inglés en la Universidad de Guadalajara. Camila Garrido // Buenos Aires, Argentina. (1994). Estudiante de Cinematografía en FUC. Xóchitl Sánchez Santos // Monterrey, Nuevo León, México. (1985). Comediante. Franko (Mr. Ed. J. Frank) // Guadalajara, Jalisco, México. (1989). Arquitecto Ilustrador. Roberto Sánchez Santos // Monterrey, Nuevo León, México. (1981). Director y Escritor de Cine.
Andrés Piña // Ciudad de México, México. (1989). Docente en la Preparatoria Universidad Londres y en el Departamento de Investigación de la USLA. Pamela Erin Mason Ramos // Ciudad de México, México. (1989). Licenciada en Sociología. Marlenne González Quezada // Guadalajara, Jalisco, México. (1993). Licenciada en Relaciones Internacionales por ITESO. Raysa França // Belo Horizonte, Brasil. (1995). Estudiante de Ciencias Sociales. Julián Atilano Morales // Dallas, Texas, Estados Unidos. (1986). Estudiante del Doctorado en Sociología en COLMEX.
Sin nombre Erika Pérez Domínguez I Se derrama el ocaso en mis brazos vuelven a mí los pájaros con su canción de niebla.
24
Soy un árbol en medio de la ciudad queriendo alzar el vuelo.
II Toda la noche en mis ojos el gemido vegetal de una herida que nace de no verme en tu lluvia
¿Café? Marcos de Jesús – Roldán
26
Lerdo. Lívido. Con labia libo tu néctar, lúbrico. Ansioso, rabioso. Lúcido. Insomne.
Arena Ángel Guadalupe Díaz
27
Hundía sus pies firmemente, tratando que su huella se definiera en la arena mojada; un cosquilleo en mi garganta abrió mi emoción al ver a mi madre conociendo el mar por primera vez. Entró hasta que las olas golpearon sus muslos, formó una vasija con sus manos y las hundió en el océano, llevó agua hacia su rostro y sorbió. Me acerqué hasta la arena húmeda para hablarle. “¿Qué haces, mamá?”. Ella expelió un divertido chorro de luz de vuelta al mar. “No podía imaginar agua salada”. “¿Y qué tal?”. Me miró con aquella perpetua sonrisa infantil que heredé. “Deliciosa”.
Mientras hacías con el polvo de la casa una montaña Natacha Rosenfeld En nuestra casa materna se notaba la falta de una casa materna anterior. Angustioso silencio cemento traído desde lejos pared techo piso cariño no dicho departamento de ciudad extraña distancia con el Mar Caribe.
28
Su dolor no encontraba hueco por donde respirar luz y nosotros entre muros teñidos de amor arepa tostón tequeño cachapa no pudimos lograr que se sintiera porteña.
Fronteras Roxana Xamán Se trata de las fronteras de que existan del vacío que las circunda de los ojos que se les cierran encima clausurándolas Se trata de muros de rupturas de muchas fosas mojadas por la desesperación y por la dicha -la sangre bombea el exilio de quien no desea volverSe trata de tus reglas de tus preguntas del acá tuyo y el allá otro
29
Se trata de ti Se trata de ti Se trata de ti Se trata de ti
La llamada Rosy Cabrera Ring ring. (Se escucha el teléfono.)
30
—¿Diga? —Comadre Lupita, ¿cómo va todo por los United States? Le sorprenderá mi llamada, pero es que no lo va a creer. ¡Encontré al amor de mi vida! ¿Recuerda a la mamá de mi cuñada Esperanza, la que era esposa de un tal Pancho, que tenía un primo hermano allá por aquellos rumbos? —Eh… Señora… —Soy Marieta. Ah, pues ellos trabajan para el patrón e hicieron aquí una fiesta en la hacienda. No lo va a creer pero conocí a un hombre de esos grandotes, fornidos, bigotudos. ¡Ay! Cómo me gustan a mí esos hombres. —Eh… Disculpe… —No, espéreme, deje que le siga contando. Como decía mi bisabuela, mamá de mi mamá en paz descanse y Dios la tenga en su santa gloria, sentí mariposas en el estómago, y ¿qué cree?, hasta con suerte porque creo que es un hombre que tiene un trabajo donde gana hartos billetes, digo, yo no sé inglés pero por el apodo que se carga, ay, suena rete bonito…
—Señora, disculpe… —Ay, comadre, pero por qué la voy a disculpar mejor escúcheme, el hombre es vecino de uste’ y está como me lo recetó el doctor. Ay, Doña Lupita, si yo le contara… Chin, ya llegó mi hermano y si me cacha hablando con uste’ se va a poner verde del coraje. Bueno, ahí la dejo y, por favor, si ve a su vecino, el Turner, le dice que le mando rete hartos saludos. (Se escucha un rápido click.) —¿Quién era? — pregunta una voz al fondo. —Alguien que definitivamente no quiere contratar una orquesta.
Pocas pulgas Camila Garrido
32
A veces me agarra la loca necesidad de alejarme, la jauría queda atrás chiquita gruñen, y me saca que traten de ponerme reglas bozal correa con la idea fija de amansarme, mejor lunática y llena de espesura.
Algo bueno saldrá Xóchitl Sánchez Santos Después de la primera sesión en terapia, María, mujer de otro planeta, se quedó callada escuchando su primer veredicto. —María, todo lo que me acabas de decir no es más que una prueba del capricho humano. La pregunta es: ¿Para qué? —Antes de que se acabe el año, va a ser mi novio. —Si eso pasa, entrarás en una relación que tiene como base la obsesión, la terquedad y el egoísmo. Nada bueno puede salir de ahí.
33
—Algo bueno saldrá. Significa que yo gané.
Gabriel Pensante Franko (Mr. Ed. J. Frank) Yo soy Gabriel Pensante y siempre estoy pensando. No en mi bien, no en mi mal, sino en chingarme, chingarme a los demás. Tuve una infancia precaria. No tuve padres, jamás celebré una Navidad, nunca tuve juguetes. No me quejo ni me arrepiento, esas cosas vuelven idiotas a los niños. Si hubiese querido un juguete me lo habría robado, prefería robarme martillos y romperles sus juguetes a los niños.
34
No necesitaba nada, el hambre me hacía más fuerte que los demás, dormía en el piso y a veces ni dormía. En ocasiones algún ególatra me hostigaba con su ayuda y me invitaba a dormir en cama. “No quiero, que no quiero; con una chingada, no quiero”. Está bien, pero voy a embarrar su cama con caca, la voy hacer pasar por chocolate y se la voy a dar de comer a su hijo para que se enferme y se muera.
Un flashazo sacudió mis ideas. ¿Qué gano con hacerle mal a la gente? ¿Hacerlos cabrones, quitarles lo pendejo? ¡Jamás! Hoy he cambiado mi credo. Yo soy Gabriel Pensante y siempre estoy pensando. No en mi bien, no en mi mal, sino ayudar, ayudar a los demás. Pasaron los años y Gabriel siguió haciendo el bien hasta morir de viejo. Nadie conoció jamás sus intenciones. La gente lo recuerda con cariño, algunos afirman que se les ha aparecido y a otros hasta les ha cumplido milagritos. Dicen que es más mejor que Buda y más chingón que Jesucristo. Así se hacen los Santos.
Paso de hormiga Roberto Sánchez Santos Me van a matar. Era un orden, no pagaron, ya no les sirvo. Denme chance, puedo convencerlos. Mira, te puedo conseguir lo que quieras, en serio, puedo hacerlo. Demasiado tarde. Ahora solo esperar, a que toda la sangre salga, o al menos lo suficiente para perder el conocimiento. Mentira, no puedo dejar de ver a esa pequeña hormiga cargando algo en su espalda, ¿será una migaja de pan? ¿Y si viene por mí? ¿Lo puede hacer? Y que me encuentren a medio devorar por miles de hormigas. Si eso pasa, espero estar inconsciente.
36
¿Dónde están mis mejores recuerdos? Vil mentira, ahora mi única preocupación es cómo evitar ser devorado por hormigas. Tal vez no les guste la carne humana. Aunque he visto que comen animales. Solo es una, espero que no vaya por refuerzos. No creo que pase a mayores. Ahí viene. No hay ninguna luz, solo sabes que ya se va acabar. Es un fundido a negro, lento y constante. Casi no se escucha nada, solo distingo las pisadas de la pequeña hormiga, ¿dónde está? Ya está oscuro, no hay ninguna luz, solo se escuchan sus pasos, ¿se detuvo?
Pequeño diccionario sefardí Andrés Piña (En desorden) Palavra: Viento que ruge. Anjelo: Olmo viejo, verso de todas las voces.
37
Luvyas: Canto de ausencia que permanece.
Crisis de la economía poética Pamela Erin Mason Ramos Tengo los dedos de la imaginación oxidados Les falta mantenimiento La lengua de las ideas duerme en mi boca Reseca e ignorante. No he podido escribir ni un solo verso Con esta lánguida mente Que va en caída libre Como el peso Los ojos de la cultura, casi ciegos Yacen en mis bolsillos, tristes vacíos No me alcanza el dinero para pagar el arte Que se vende en este sueño de migrantes
38
¡Ay! Tengo una deuda de inspiración hasta con el paisaje…
Limpieza Marlenne González Quezada Su alma era vieja como todo lo demás en esa casa que olía a recuerdos, decepciones y triunfos olvidados. La tomé entre mis manos, la saque de la casa y una parte de ella desapareció en el viento mientras vertía sus restos en el jardín. Otra parte se acumuló en el pasto. Suspiré. Seguí limpiando. Era como si cada mueble, cada adorno, cada retrato y cada mancha hubieran estado cuidadosamente colocados con una precisión barroca y un tono de melancolía. Todas sus cosas habían estado llenas de vida y ahora estaban muertas. El eco de sus respiraciones pesadas rondaban la casa y me acariciaban. La extraño. ¿La extraño?
39
Es extraño. El tiempo la borra de mi mente y mi vida sigue, la recuerdo solo cuando es necesario y entonces mi vida se detiene.
Fraturas da fronteira Raysa França
40
Eu colhi a minha dor quando o conheci em uma madrugada do mês de Janeiro, enquanto caminhava sozinha pelas ruas frias de Budapeste. Essa dor, tão egoísta e individual, não decorre do encontro com o desconhecido, senão da impossibilidade de partilhar a construção de uma memória tão significativa. O ensaio não leva o nome dele - porque já não lembro mais. De fato, não sei nem onde ele mora. Não obstante, por mais que pareça ter sido tão desimportante - afinal, como pode ser relevante uma memória que é tão pálida? No decorrer daquelas horas, não me senti tão pequena e solitária diante do mundo. A partir do momento que disse adeus sem um e-mail ou número de telefone, a execução fenomenológica da memória me mutila aos pouquinhos. Já que, por um lado, as circunstâncias foram partilhadas, por outro, a recordação se produz em um contexto radicalmente individual. A experiência está fraturada na inviabilidade do controle emocional e narrativo desse encontro. No entanto, isso me garante a dádiva da liberdade criativa: eu posso simular que, ele também se sentiu menos sozinho enquanto conversava comigo. Talvez, justamente por não conseguir acessar e me comunicar com essa pessoa, eu tenha ganhado o privilégio de tornar a lembrança única e imaculada. Ao mesmo tempo que digiro a memória, acrescendo-a de floreios, também a transbordo de angústia e de esquecimento. Como dói.
Nocturnos Julián Atilano Morales I Frente al espejo el instante se ahoga, sombra del viento que no volverá. El silencio naufraga mirándome, mi presencia se transforma en mar. II En medio del bosque mi voz es ausencia, eco de árbol sediento.
41
¿Para quién es la lluvia?
En memoria de Luis Alberto Arellano
(1976-2016)
ed airomem nE otreblA siuL onallerA
)6102-6791(
ÍNDICE Sin nombre - p. 24 ¿Café? - p. 26 Arena - p. 27 Mientras hacías con el polvo de la casa una montaña - p. 28 Fronteras - p. 29 La llamada - p. 30 Pocas pulgas - p. 32 Algo bueno saldrá - p. 33 Gabriel Pensante - p. 34 Paso de hormiga - p. 36 Pequeño diccionario sefardí - p. 37 Crisis de la economía poética - p. 38 Limpieza - p. 39 Fraturas da fronteira - p. 40 Nocturnos - p. 41
Basal es el título 2 de la colección Jardinería, un proyecto editorial de Dime Poesía. Cuenta con el diseño editorial de Santiago Rivero. La edición terminó en julio de 2017 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México. Los derechos de los textos pertenecen a sus autores. Este plaquette está compuesto por las fuentes tipográficas: Adobe Caslon Pro, Fira Sans, Gothic y Futura LT.
COORDINADOR EDITORIAL Francisco Aguilar
DISEÑADOR EDITORIAL Santiago Rivero
COORDINADORA DE VINCULACIÓN Aimeé Hernández
CONSEJO EDITORIAL Rogelio Villarreal Antonio Marts María Guadalupe Lira Francisco Aguilar