GERUNDIO Yo Yo rompiendo la vitrina para robarme el split Yo hablando con Cristo en una esquina mugrienta Yo rompiéndome las uñas contra el falso mármol de Radio Nacional Yo durmiendo en un colchón lleno de liendres de algún híbrido cocainómano Yo metiéndome una biblioteca pública de canto en el orto Yo rompiéndome la cara contra la macana de un policía Yo removiéndome los sesos con un cucharón manchado de guiso Yo peleándola con mis textos, mis plantas, mis dibujos, mi música, mi marte Yo riéndome con los chicos en el farolito de la esquina Yo acariciando la jeta de un perro esquilmado por la sarna Yo fisurándome en trescientos veinte millones de pedazos Yo quemándome los nudillos con la hornalla de pensión barata donde me estrello Yo ultimando amenazas al golpeador hijo de re mil puta que hace llorar su pibe a cintazos Yo metiéndome de lleno y sin respirar hondo en una mujer de color indefinido Yo de cabeza al inodoro y sacando azúcar del fondo Yo Yo de persianas cerradas y humo deslizándose por el sol Yo con la pipa resquebrajada, los billetes arrugados y los planes del gobierno Yo con la cara de ser trosko, judío, masón, cepo cambiario y ultrajamundos de primera Todo en uno, Yo Yo en el espejo roto de una trompada Yo que no soy yo Yo que quiero querer queriendo cosas Yo que quiero ser cosas Yo que maltrato pesadillas, cagándolas a pedos entre el rastrillo de la huerta Yo que miro los gatos fumando cigarrillos negros: me miran y silban bajito a Sandro Yo lamiéndome el escroto delante de otros que me aplauden Yo deseando manotear cosas por la calle, cosas con ropa y cosas que no laten Yo que puedo colapsar el sol de un puñetazo
Yo Yo, el que llora cuando es de noche y es de día Yo que me muevo entre amigos que me dicen boludo Yo levantando el pavimento a puro grito pelado Yo que conozco yodos, los secretos más secretos de la mugre Yo que admiro la paciencia de la tierra y el reviente del aire prostituído Yo que me río de las lagañas mogólicas de los otros Yo que sé amasar pan y degollar gallinas Yo que miré el amanecer meando el mar y las sierras Yo lucrando con lo que no se debe Yo lacrado en un sello de giro postal manoseado Yo caminando el silbido de la tristeza de una cuna todavía vacía Yo, solamente yo Yo y todos los yos que quiero y no puedo Que puedo y no quiero
Que soy yo, en yo, con yo.
VIEJA AGENDA IV
Esquemas de días planos, mentalidad demente. Estructuras de saliva. Penetraciones frías. Amor intangible y tangente entre dos pendientes. Se me ha roto una vena. Tu olor es mi embalaje. No puedo verte. Sencillo, acomodado, triste, así me pones. Arden entre mis pies todas las cosas. Gigantes. Pequeñas, como tus ojos que me agobian. Qué tristes son, qué despacio me miran. Qué fuerte resuenan estas palabras en mi paladar. Si te escuece, es intencionado. Cuando te mordí en la boca; cuando te solté la mano.
EL CAPITALISMO COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES Admito que durante mis años de estudiante de filosofía, Hegel me parecía un tostón y me costaba comprender lo que quería decir. Aproximarme a la Fenomenología del espíritu o a sus famosas Lecciones sobre Estética me sumía en un profundo estupor. Tardé bastantes años en hacerme una idea de lo que el filósofo alemán deseaba transmitir. En honor a la verdad, quizá ni siquiera hoy lo comprenda cabalmente y tal vez mi impresión está inspirada en él, pero guarda poca relación con su verdadera teoría. Como amante del Arte en general sí he percibido algo que está muy presente en los textos de Hegel y es la progresiva desmaterialización de la obra de Arte hasta convertirse en concepto, en Filosofía. Esto es, en idea. No está de más señalar que el “arte conceptual” es una etiqueta claramente acuñada. Pensemos en cómo ha ido evolucionando el Arte: de las enormes pirámides a una obra de arte que ni siquiera precisa de expresión física, material, sino que se basta con su propio “libro de instrucciones”, su teoría. La dimensión material del arte ha ido adelgazando hasta en extremo de su virtualidad o conceptualismo. Aceptamos esta tesis sin demasiados reparos, dado que no parece afectarnos directamente en nuestra vida cotidiana. Pero pensemos en algo que suele interesarnos más: el dinero. A pesar de que seguimos viéndolo como una forma de esa “calderilla” de la que hablaba el gran Agustín García-Calvo en algunos de sus escritos, como el maravilloso De Dios, cuando a todas luces (y él lo vio con rotunda claridad) muy poco tiene que ver con ello. La prueba más palpable la encontraríamos en caso de que varios millones de ciudadanos decidieran, de manera simultánea, acercarse a su banco habitual y pidieran que les fuera entregada la cantidad que tienen allí guardada en efectivo. Se descubriría que ese capital no es, en realidad, algo material, parecido a billetes o monedas, sino que se ha convertido en un flujo constante de números en una pantalla. Esto es, en una idea. Algo inmaterial que, no obstante, nos mantiene pendientes de ello sin cesar. Ahora bien, ¿cuál es el punto flaco de una idea? (Adviértase que aquí reside una de las claves del cambio social que se está aproximando): Una idea puede ser modificada o, sencillamente, olvidada. Sólo así pierde su fuerza. Sólo así podemos comenzar a pensar en un mundo diferente. ¿De qué otro modo, si no, se puede vencer a un enemigo que, en cierto modo, no existe?
HOGARES AEROSTÁTICOS En los 11 primeros minutos de la película Up podemos ver cómo se construye un hogar de los de cuento de hadas del s.XX que queda suspendido tras la muerte de Ellie o incluso antes, cuando falla en la formación de una familia nuclear. A partir de ahí, aún tenemos más de una hora de película para ver cómo ese hogar irá desmontándose poco a poco, pero no sin presentar resistencia pues son necesarias las circunstancias y aventuras más increíbles. Lo primero en caer, derribado por las obras que construyen nuevos rascacielos verticales de acero y hormigón, es la seña de identidad por excelencia del hombre moderno: su nombre en el buzón de cartas. La reacción violenta de Carl no es exagerada, una vez jubilado y sin reuniones de antiguos scouts, toda su identidad y relación con el mundo exterior se concentra en ese buzón. A continuación, y en un movimiento tan maravillosos como coherente con la desaparición del buzón, la propia casa se suspende en el espacio vacío sin más referentes ni rumbo que los sueños de sus habitantes que son también la fuente de sus decepciones vitales. Durante toda la película hay una contraposición formal entre la ligereza del sueño y la pesadez de la decepción que conlleva no alcanzarlo. Los personajes no son malos, amargados, gruñones, patosos o pesados, su historia es la que los ha dibujado así. Charles F. Muntz ha refugiado su "Espíritu de la Aventura" en una cueva y trata mezquinamente de reestablecer su honor para ser admitido, de nuevo, en la sociedad de exploradores. Dug traiciona a sus nuevos amigos por tener un lugar entre la manada. Russell es capaz de mentir a todos sobre sus habilidades como boy-scout por una tarde con su padre y Carl… en un último intento de cumplir la promesa que fundó su matrimonio traiciona sus nuevas promesas para conseguir arrastrar el peso de la casa con todos sus sillones, tuberías, vajillas chinas, libros, lámparas y portarretratos. Todos estos sueños rotos de pertenencia producen monstruos. No es casualidad que los globos que les permiten elevarse estén atados al hogar. Ni que lo único capaz de elevarles de esas miserias y reconciliarse para formar una nueva familia de los pedazos sea salvar a las crías de Kevin el pájaro en peligro de extinción. Porque, a pesar de su preciosidad, esto no es más que otra película de Disney… Pero si la multinacional del entretenimiento no ha cambiado su imaginario familiar quizá sí que haya cambiado su imaginario doméstico… Curiosamente, Kevin, el único feliz de familia, no tiene una casa, ni un nido, ni una guarida. Su rareza está protegida por sus alas, su rapidez y un laberinto de piedras bajo la niebla… De vuelta en la ciudad Carl, Russell y Dug también viven su sencila e inusual vida familiar en el bosque urbano sentados en un bordillo. La casa se la dejaron en el mundo perdido, los recuerdos les pesan tanto como un album de fotografías y su "Espíritu de la Aventura" espera a que terminen el helado en un aerostático grotesco suspendido en el aire.
ASALTO DE FE
Despreocupación a las aventuras falta. No asirnos, sólo libarnos. En virtud a la jugada, a la inteligencia de dejarnos marchar con un lazo más fuerte, que hace más bello este plumaje… Al pairo lo tornasolado! Estamos en adobo! Seamos bestias que se revuelcan o el amor será un óxido.
Nares Montero 2014 Acompaña la ilustración “Híbrida liba de un corazón” (Acuarela sobre papel)
A L.M.Panero
/la muerte engendra locos y escupe poetas tristes allí ,donde no llega la luz ni el beso,vive una sombra que llora, allí ,donde no llega la piel ni el calor,perdura el manicomio... Yo, que soy la luciérnaga atropellada por la lágrima, tú, que eras el hijo del dolor y el enajenado que no pudo escapar, prisionero de ti, como tantos que somos prisioneros e hijos del miedo, encarcelados en el hospital,donde no existe la caricia, manipulados por frías batas blancas y pastillas azuladas... Yo, que soy otra enajenada que llora valiums,que desayuna antipsicóticos, que tiembla olvidada en el colchón como un escombro, tú, que recibes elogios y medallas una vez muerto pero al que nadie vino a rescatar de su cama psiquiátrica, al que ningún rostro acogió en su vientre cálido... la locura no es paseo cool por la vida sino que es la sangre clavada en el pensamiento y ver como uno cae en el abismo sin aliento, la locura no se trata de un juego es encontrarte como un animal acorralado y querer morir atado en una cama... por eso,silencio, silencio, silencio, ante el alucinado,ante el loco, silencio y respeto a su mundo infinito, a su mirada perdida, a su mundo incomprensible,
I /yo que enloquecĂ desde tus ojos Y hoy soy la herrunbre y los escombros y hoy soy el agujero y lo que desaparece detrĂĄs de la tormenta, yo,la monstrua entretenida, conoce el precio de hundirse y morir en tu boca/
II /es la noche la que duerme arrancando el miedo de mis ojos un agujero de sue単os en los que yo temblaba enlazando la piel y el jadeo de sus huesos sus huesos de agua sus huesos ocultos tras la piel envejecida De rozar el filo de todos los abismos/
III /allí en la recóndita morada de tu alma donde la palabra toma forma de nadie, deslizándome en tu silencio que estremece, amenazándome otra vez el miedo con acelerar lo escondido y convertir mi vida en la vigilia desnuda de otra vida que no es la mía/
Nicolás Viglietti tinterodenicotina.wordpress.com Emiliano Ciarlante distopia-comics.blogspot.com Marina González Eme marinagonzalezeme.blogspot.com Josué Noguera josuenoguera.com Pablo Camarero camarerus.blogspot.com Dom Pepper playasdemadrid.wordpress.com Enrique Lafuente enriquelafuente.com Gregorio Apesteguía almacendeanalisis.com Javier Lara Delgado 4millonesdepasos.tumblr.com Bruno Delgado fictionrede.tumblr.com
Gabri Ródenas comomeconvertienunescritormillonario.com Proyecto Genoma Poético libreconfiguracion.org/proyecto_genoma_poetico Fare Ala fareala.blogspot.com Claudio Jiménez claudiojimenez.es Ester Gisbert arrsa.org Nares Montero despuesdelaalegria.blogspot.com Juanan Requena nodetenerse.com Princesa Inca laprincesainca.blogspot.com Zoraida Zaro zoraidazaro.tk