La 8ª sinfonía de Bruckner suena a máxima potencia en los altavoces. Tarárarárara, tarárarárara, tarárarárara, chánchanchanchán, chánchanchanchán, chán chan chan chán. Júbilo unánime. en luna 10, EL LEVIATÁN quedará lejos atrás. La rebelión continúa. Avanzamos libres a Fuga sin fin.