En estudio es muy fácil controlar la luz en función de tus necesidades y tus gustos. Pero ¿qué ocurre en exteriores? ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando se trata de paisajes, fotografía urbana o de viajes? Con la luz natural, más allá de usar reflectores, difusores, flash de relleno o similares, para matizarla, nada más puedes hacer para cambiarla. Te queda esperarla, perseguirla o adaptarte, según el momento o la situación. La luz cambia a lo largo del día, de las estaciones, en función de las latitudes o de la meteorología. Con el artículo de hoy, que te dedicamos por ser lector VIP, pretendemos que conozcas los distintos momentos o registros lumínicos y sepas cómo sacarle el máximo partido; porque este equipo cree firmemente que no existen luces buenas o malas, existen luces adecuadas para cada fotografía.