BIOLOGÍA NOMBRE: Jenniffer Alexandra Ramírez Cortéz. ÁREA: Salud.
PARALELO: V02.
DOCENTE: Bioq.Carlos García MSC. FECHA: Viernes, 05 de Diciembre del 2014.
MOVIMIENTO BROWNIANO El movimiento browniano es el movimiento aleatorio que se observa en algunas partículas microscópicas que se hallan en un medio fluido (por ejemplo, polen en una gota de agua). Recibe su nombre en honor al escocés Robert Brown, biólogo y botánico que descubrió este fenómeno en 1827 y observó que pequeñas partículas de polen se desplazaban en movimientos aleatorios sin razón aparente. En 1785, el mismo fenómeno había sido descrito por Jan Ingenhousz sobre partículas de carbón en alcohol. El movimiento estocástico de estas partículas se debe a que su superficie es bombardeada incesantemente por las moléculas(átomos) del fluido sometidas a una agitación térmica. Este bombardeo a escala atómica no es siempre completamente uniforme y sufre variaciones estadísticas importantes. Así, la presión ejercida sobre los lados puede variar ligeramente con el tiempo, y así se genera el movimiento observado. Tanto la difusión como movimiento browniano.
la ósmosis se
basan
en
el
La descripción matemática del fenómeno fue elaborada por Albert Einstein y constituye el primero de sus artículos del que, en la obra de Einstein, se considera el Annus Mirabilis ("año maravilloso", en latín), 1905. La teoría de Einstein demostraba la teoría atómica, todavía en disputa a principios del siglo XX, e iniciaba el campo de la física estadística.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA La primera investigación detallada acerca de estas aleatorizaciones en la naturaleza fue realizada por Robert Brown en 1828. Este botánico inglés Robert Brown (1773-1858) observó que en una solución de agua el polen de una cierta hierba realizaba un movimiento continuo, muy accidentado, en zigzag. Esto mismo lo podemos observar en las partículas que flotan en el aire, o si vertemos algún tipo de polvo de color en un vaso con agua: las partículas de polvo, si bien al cabo de un periodo de tiempo considerablemente grande acabarán en el fondo del vaso, tienen un movimiento completamente irregular y aleatorio, con movimientos hacia abajo, pero también hacia arriba.
Figura 1. Trayectoria irregular que sigue una partícula browniana. En el mismo trabajo, Brown señalaba que otros investigadores, antes que él, ya habían notado este movimiento. En particular, menciona los trabajos de F. W. von Gleichen, realizados unos 60 años antes, y de J. T. Needham. Sin embargo, Brown fue el primero que hizo una investigación detallada del fenómeno. Si bien inicialmente pensó que dicho movimiento se debía a la posibilidad de que las partículas de polen pudieran tener vida, repitió el experimento con polen de plantas muertas hacía cien años, obteniendo los mismos resultados, al igual (y con gran sorpresa para él) que cuando realizó de nuevo el experimento pero en este caso con pequeñas partículas de minerales, llegando de este modo a la conclusión de que el movimiento no se debía a que la partícula en cuestión tuviera vida. De todo este trabajo, Brown sacó la conclusión de que tal fenómeno es característico de cualquier tipo de suspensiones en el que las partículas suspendidas tengan dimensiones muy pequeñas. El trabajo de Brown atrajo mucho la atención de otros científicos europeos, quienes lo criticaron duramente, pues en él se proponía que el movimiento era autoanimado, sugiriendo todo tipo de explicaciones físicas como, por ejemplo, diferencias de temperatura en el agua iluminada, evaporación, corrientes de aire, flujo de calor, capilaridad, etcétera. Sin embargo, el famoso físico inglés Michael Faraday defendió las ideas de Brown, señalando que este movimiento no se podía explicar por ninguna de las causas propuestas. A pesar de todo, tanto Faraday como Brown admitieron, sin embargo, que no sabían cómo explicar este fenómeno. Hacía mediados del siglo XIX se habían formado muchas hipótesis acerca de las causas del movimiento; sin embargo, con las observaciones experimentales varias de las hipótesis fueron eliminadas. En particular se pudo probar de manera contundente que este movimiento no se debía a que hubiera diferencias de temperatura entre dos regiones del espacio. El movimiento browniano se presenta también cuando la temperatura es la misma en todos los puntos del fluido. Asimismo, se desechó la hipótesis de que el zigzag se debía a fuerzas capilares, ya que también ocurría en recipientes muy grandes en los cuales dichas fuerzas no se manifiestan. En 1863 Wiener formuló varios argumentos para mostrar que el movimiento browniano no podía atribuirse a causas externas, sino que tenía que deberse a movimientos internos del fluido. Otro científico interesado en el fenómeno fue el francés Léon Gouy que hizo diversos experimentos de los que concluyó que la vivacidad y agilidad mostrada por las partículas aumentaba a medida que el tamaño de la partícula era menor; asimismo, esta vivacidad aumentaba a medida que la viscosidad del líquido en que se metían las partículas disminuía. Gouy también descartó la posibilidad de explicar este movimiento con base en colisiones con los átomos del fluido.
En resumen, podemos decir que en los primeros años del siglo XX la situación era la siguiente: por una parte, no se tenía una explicación firme y clara de las causas del movimiento browniano; al contrario, lo que se tenía era un panorama muy confuso y contradictorio. En el año 1905 el famoso físico Albert Einstein (1879-1955) publicó un célebre trabajo en el que propuso la explicación del movimiento browniano. Es interesante notar que ese mismo año Einstein publicó otros dos famosos trabajos: el del efecto fotoeléctrico (que le valdría el premio Nobel de Física en 1923) y el de la teoría de la relatividad. Para apreciar la contribución de Einstein hay que mencionar que hasta ese momento todos los argumentos propuestos para el movimiento browniano habían sido sólo cualitativos. Es decir, no se había formulado ninguna teoría de la que se pudiera colegir relación alguna que fuera susceptible de medirse experimentalmente. En su trabajo, Einstein contrastó las predicciones de las leyes de la termodinámica con las de la teoría cinética, que estaba basada en la suposición atómica. En particular se interesó por las conclusiones que se obtendrían si el movimiento browniano se tratara de explicar por medio de la hipótesis atómica. Según había mostrado Maxwell, las partículas del fluido no tenían todas la misma velocidad, sino que tenían muchas velocidades; es decir, tenían una distribución de velocidades. Además, estas velocidades tienen todas las posibles direcciones. En segundo lugar, el número de colisiones que experimenta una partícula en un fluido es extraordinariamente grande. Entonces, y a pesar de que en cada colisión con un átomo del fluido una partícula suspendida en él cambia su velocidad en una cantidad extremadamente pequeña, puesto que la partícula suspendida experimenta un número extraordinariamente grande de colisiones, el efecto acumulado de todas las colisiones resulta ser apreciable. Está claro entonces que el resultado neto es que la partícula suspendida experimenta un cambio finito de velocidad y que su dirección también se altera. Estos cambios son impredecibles tanto en magnitud como en dirección ya que dada la cantidad de colisiones, no es posible seguir el efecto individual de cada una de ellas. Pero lo importante es que éstas ocurren continuamente, por lo que la partícula suspendida cambiará su velocidad también en forma continua, tanto en magnitud como en dirección. De este modo, la partícula browniana realiza un movimiento fluctuante, azaroso, en zigzag.
BIOLOGÍA NOMBRE: Jenniffer Alexandra Ramírez Cortéz. ÁREA: Salud.
PARALELO: V02.
DOCENTE: Bioq.Carlos García MSC. FECHA: Viernes, 05 de Diciembre del 2014.
PERSONAJES ECUATORIANOS EMBALSAMADOS JUAN MONTALVO Juan
María
Montalvo Fiallos (Ambato, Ecuador, 13 de abril de 1832 – París, Francia, 17 de enero de 1889) fue un ensayista y novelista ecuatoriano. Escritor ecuatoriano cuyo pensamiento liberal estaba fuertemente marcado por el anticlericalismo y la oposición a los dictadores Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla. Luego de la publicación de la revista El Cosmopolita, por medio de la cual criticaba a la dictadura de García Moreno, Montalvo viajó a Colombia, donde escribió gran parte del resto de su obra. Uno de sus libros más conocidos es Las Catilinarias, publicado en 1880. Entre sus ensayos destacan Siete tratados (1882) y Geometría Moral (póstumo,1902). También escribió una secuela de Don Quijote de la Mancha, llamada Capítulos que se le olvidaron a Cervantes. Murió a causa de una pleuresía en París. Su cuerpo fue embalsamado y se expone en un mausoleo construido en su ciudad natal, en Ecuador.
SOLITARIO GEORGE Luego de un proceso de taxidermia (arte de disecar) que duró más de un año, el cuerpo embalsamado del Solitario George, la emblemática tortuga gigante de las islas Galápagos, será presentada al público en el Museo Americano de Historia Natural, de Nueva York, el próximo 18 de septiembre, a las 17:30. Gracias a un convenio firmado con el mencionado museo, que se encargó del trabajo de embalsamiento del espécimen, el cuerpo del Solitario George podrá ser apreciado por alrededor de mil personas diarias que visitan este sitio, hasta finales de este año, cuando empezará el proceso de retorno a nuestro país. Para la exhibición en Nueva York, el Museo Americano de Historia Natural ha acondicionado un área especial que cuenta con todos los estándares ambientales y físicos necesarios para la preservación del galápago.
Los taxidermistas que trabajaron con el cuerpo del Solitario, decidieron colocarlo en una postura que muestre la altura de George, con sus extremidades y cuello extendidos, por lo que los visitantes podrán observar a la tortuga en toda su estatura, posición que tomaba cuando “conversaba” con su cuidador, el guarda parque Fausto Llerena. A su regreso al Ecuador, el Solitario George, considerado un bien patrimonial nacional y que representa los esfuerzos de conservación que invierte el Estado ecuatoriano para la supervivencia de las especies de flora y fauna del país, estará en exhibición en un lugar con alta afluencia de visitantes y que cumpla con todas las medidas de seguridad y facilidades para brindarle el cuidado que se requiere para su conservación. Mientras tanto, en Galápagos se exhibirá una réplica construida en bronce en el centro de crianza de tortugas gigantes “Fausto Llerena” de la Dirección del Parque Nacional Galápagos en Santa Cruz, lugar en el que vivió sus últimos 40 años. Para ello, se construirá una sala de interpretación adecuada. El proceso de taxidermia que se realizó al Solitario George, con los cuidados adecuados y retoques anuales, permitirá mantener su cuerpo en exhibición por miles de años. Esto ha sido posible gracias al apoyo de organizaciones aliadas como el Museo de Historia Natural de Nueva York, Galápagos Conservancy, pero sobre todo al Estado ecuatoriano y sus empeños por preservar a esta tortuga que es parte fundamental de la historia.
JUAN VILLAFUERTE ESTRADA PINTOR Y DIBUJANTE.- Nació en Guayaquil el 19 de Junio de 1945. Fueron sus padres legítimos Manuel Villafuerte Freire, natural de Pellleo, Provincia de Tungurahua, que emigró a Guayaquil y trabajó largos años como comerciantes minorista en el mercado de la calle Machala, luego compró un solar en Machala y Manabí y construyó una pequeña casita donde nacieron sus hijos; y Rosa Elena Estrada, natural de la Magdalena, Provincia de Bolívar, hábil tejedora de crochet, de toda clase de tapetes, sobrecamas, etc. de quien posiblemente heredó la habilidad manual su hijo, pues de escasos dos años tomaba el periódico y sobre papeles blancos dibujada las letras grandes. Su padre le compró carboncillos y con ellos copiaba cuanto veía. De cuatro años fue matriculado en un Jardín de Infantes en Luque y Chimborazo. Desde 1952 estudió en el Colegio Mercantil. El 56, el Arq. Marco Martínez Salazar, Profesor de la Escuela Municipal de Bellas Artes, le facilitó el ingreso a dicho centro. Ya acostumbraba pintar. El 57 su padre quiso que estudiara la secundaria y lo matriculó en el Vicente Rocafuerte, tuvo que dejar la Escuela y permaneció hasta el cuarto año. Prefería andar por las calles, subir al cerro, pintar cuanto veía. El 59 ganó el concurso Juvenil dibujando el caballo de la estatua de Simón Bolívar. En 1960 ingresó nuevamente a Bellas Artes destacándose desde el principio. Su padre le compraba los utensilios pues se sentía muy orgulloso de él. Entre el 62 y el 64 obtuvo el Primer Premio en Dibujo e inició su carrera como pintor en compañía de Víctor Barros, José Carreño, Oswaldo Cercado, Ugarte, Miguel Yaulema y otros compañeros de los cursos superiores. "Fue una
promoción brillante y decidida, que trabajó infatigablemente al amparo de la Fundación Gorelíck, que les facilitaba a precio de costo los materiales de arte importados de Europa y bajo la orientación académica de Alfredo Palacios que dirigía la Escuela, más un buen equipo de profesores tales como César Andrade Faini en Pintura, Theo Constante en Dibujo, José Vicente Ordeñana Trujillo en Historia del Arte, entre otros". I estando aparentemente bien de salud, comenzó a sentir ciertas molestias producidas por un cáncer al colon que se le generalizó. Fue internado dos veces en el Hospital del Seguro Social de Barcelona pero le desahuciaron en la segunda. Su esposa llamó por teléfono al padre a que viajara a ver al enfermo. Don Manuel y su hija Lila llegaron un lunes y le hallaron en casa. Cuando Don Manuel le silbó desde los bajos, Juan se asomó a la ventana muy emocionado. Mejoró algo, el viernes salió de su pieza y almorzó en el comedor, pero en la tarde le vino un fuerte dolor que no pasaba ni con inyecciones. La noche del sábado fue nuevamente internado y falleció el domingo 15 de Agosto de 1977, a las cinco de la tarde, de solo 32 años de edad. Su cadáver, debidamente embalsamado, fue traído a Guayaquil. Villafuerte llevó el dibujo al límite de todas las posibilidades con imaginación y oficio. En 1979 se realizó en la Galería Centenario de Guayaquil la primera muestra retrospectiva de su arte y desde entonces su fama ha crecido situándole entre los primeros pintores ecuatorianos del siglo XX por la calidad de sus dibujos.