Edward osborne wilson

Page 1

Edward Osborne Wilson Edward Osborne Wilson

Edward Osborne Wilson en 2003. Nombre nacimiento Nacimiento Nacionalidad Alma máter Ocupación Empleador

de

Edward Osborne Wilson 10

de

de

1929

Birmingham, Estados Unidos estadounidense Universidad

de

Alabama

Universidad de Harvard entomólogo,

biólogo,

profesor,

autor •

Premio Premio Premios

junio

Universidad de Harvard Pulitzer Carl

Sagan

en en

1979 1994

Premio

Crafoord

en

1990

Premio

Pulitzer

en

1991

Premio

Kistler

en

2000

Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2010

Edward Osborne Wilson (10 de junio de 1929, Birmingham) es un entomólogo y biólogo estadounidense conocido por su trabajo en evolución y sociobiología. Wilson es el gran especialista en hormigas y en su utilización de feromonas como medio de comunicación.[ Wilson es uno de los científicos de más reputación nacional e internacional. Tras obtener el bachiller en ciencias y el máster en Biología en la Universidad de Alabama (Tuscaloosa), se doctora en la Universidad de Harvard. Actualmente, Wilson es profesor honorario y conservador del museo de zoología comparada en Harvard. Es hijo de Edward Osborne Wilson e Inez Freeman Wilson. Junto a su esposa Renee tiene una hija, Catherine. El Dr. Wilson es una de las dos únicas personas que han recibido la concesión más alta en ciencias de Estados Unidos, la Medalla Nacional a la Ciencia, y el premio Pulitzer en literatura, este último en dos ocasiones.


La Real Academia Sueca, que concede el Premio Nobel le concedió al Dr. Wilson el premio Crafoord, una concesión diseñada para cubrir las áreas no cubiertas por los premios Nobel (biología, oceanografía, matemáticas, astronomía generales). Fue galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2010 en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación por acuñar el concepto de biodiversidad y contribuir extraordinariamente a concienciar a la sociedad de su valor. También ha recibido otros 90 premios, medallas, y concesiones en todo el mundo, así como 27 doctorados honorarios [cita requerida]. En 1995 fue nombrado como uno de las 25 personalidades más influyente en Estados Unidos, y en 1996 una encuesta internacional lo puso como uno de los 100 científicos más influyentes de la historia (cita requerida). La Teoría de la Biogeografía de Islas Uno de los trabajos más importantes en biogeografía ecológica, el de R. H. MacCartur y los de E. O. Wilson (1967), The Theory of Island Biogeography, expone una teoría nueva sobre la distribución de las especies en una isla o biotopo aislado. Según los autores, el número de especies existentes es el resultado de un equilibrio dinámico entre las especies inmigrantes y colonizantes y las autóctonas, en función de la superficie de la isla. Posteriormente, se han desarrollado teorías complementarias, como la del equilibrio en la biogeografía de las islas de Gilbert (1980). En el estudio de los suelos destaca la aportación de Jenny (1941) por lo que respecta a la cuantificación y los procesos aplicados a la edafología, pero no fue hasta los años 80 cuando se empezaran a medir las variables que influyen en el sistema edáfico (humedad, contenido de materia orgánica y PH, entre otros). Una vez que se pudieran aislar y cuantificar las variables de los procesos se estudió la relación entre los procesos dinámicos y la variabilidad espacial de las propiedades de los suelos de una manera más sistemática. La nueva síntesis

Wilson en 2007. En 1975 Edward Wilson publica la Nueva Síntesis a partir de la cual el autor aborda en forma general (holismo) una serie de cuestiones problemáticas, no resueltas dentro de la Teoría Sintética de la Evolución biológica. Wilson nos entrega una nueva manera de enfoque del término conducta, obviamente muy desarrollado por los etólogos hasta el momento. Así comenzamos a hablar de conducta altruista, que hasta el momento no había recibido este enfoque. Todos explicaban la conducta desde el punto de vista de los beneficios que trae al grupo o la especie. La Sociobiología explica que el altruismo existe porque beneficia a los genes del individuo que la emite. La sociobiología propone que la selección natural actúa sobre el individuo y no sobre el grupo. El éxito reproductivo es aquel que obtiene por ser capaz de transmitir sus genes a la próxima generación. [ Una serie de términos fueron introducidos con la sociobiología: Conducta social: la que el individuo emite en relación con otros congéneres de la misma especie. • Éxito reproductivo: entendido como aptitud inclusiva que incluye la aptitud darwiniana que sería el número de descendientes que deja un individuo. La cantidad de genes propios que pasa de una generación a la otra, no sólo reproduciéndonos individualmente, sino teniendo en cuenta la cantidad de hermanos, sobrinos, nietos, primos. • Relación genética o parentesco genético: La conducta se explica por la relación de genes que tienen en común madre e hijo, y en los insectos sociales (abejas, hormigas) se explica


por la cantidad de genes que comparten hermanas, un 75 % de genes, mientras con sus hijos compartirían un 50 %. Y con los hermanos un 25 % de los genes. De esta manera se desentraña un antiguo dilema propio del orden Himenóptera. Wilson también introdujo el término biodiversidad en la literatura científica. Recomendamos «El significado de la existencia humana» de Edward O. Wilson ¿Tiene la humanidad un lugar especial en el universo? ¿Cuál es el significado de nuestras vidas? Para el biólogo y ganador del premio Pulitzer Edward O. Wilson, ya hemos aprendido lo suficiente sobre el universo y nosotros mismos, como para poder empezar a afrontar preguntas sobre nuestro lugar en el cosmos y el significado de la vida inteligente. En El significado de la existencia humana, Wilson examina lo que hace que los seres humanos sean absolutamente distintos al resto de las especies. Buscando el significado de lo que Nietzsche en su día denominó «los colores del arco iris» en los límites exteriores del conocimiento y la imaginación, lleva a sus lectores a un viaje, entre la ciencia y la filosofía para crear un tratado del siglo XXI sobre la existencia humana, desde nuestros primeros inicios a una mirada provocativa a lo que presagia el futuro de la humanidad. ¿Cuál es el significado de la existencia humana? Wilson sugiere que es la épica de las especies, que se inició en la evolución biológica y la prehistoria, pasó a la historia y, ahora con urgencia, día a día, cada vez más rápido hacia el futuro indefinido, es también lo que decidiremos que sea. Los avances de la ciencia y la tecnología nos llevará al mayor dilema moral desde que Dios sujetó la mano de Abrahán. Estamos a punto de abandonar la selección natural, el proceso que nos creó, a fin de dirigir nuestra propia evolución mediante selección voluntaria, el proceso de rediseño de nuestra biología y naturaleza humana como deseamos que sea. La prevalencia de algunos genes sobre otros ya no será resultado de las fuerzas medioambientales, la mayoría de las cuales están fuera del control humano o incluso del entendimiento. Los genes y sus rasgos prescritos pueden ser lo que queramos. Entonces, ¿qué pasa con vidas más longevas, una mayor memoria, una mejor visión, un comportamiento menos agresivo, una capacidad atlética superior, un olor corporal agradable? Como escribe Wilson, la lista de la compra es interminable. Tenemos suficiente inteligencia, benevolencia, generosidad e iniciativa como para convertir la tierra en un paraíso, tanto para nosotros como para la biosfera que nos engendró. Podemos lograr ese objetivo de manera verosímil, al menos, ir por el buen camino a finales de este siglo. El problema que está frenando este proceso hasta ahora es que el Homo sapiens es una especie disfuncional de manera innata. La maldición paleolítica nos ha ralentizado: las adaptaciones genéticas que funcionaron muy bien durante millones de años de existencia de cazador-recolector, son cada vez obstáculo mayor en una sociedad urbana y tecnocientífica global. No parecemos capaces de estabilizar ni las políticas económicas, ni los medios de gobierno a un nivel superior al de un pueblo. Asimismo, la gran mayoría de la gente del mundo sigue siendo esclava de religiones tribales organizadas, dirigidas por hombres que afirman tener poderes sobrenaturales para competir por la obediencia y los recursos de la fe. Somos adictos al conflicto tribal, que es inofensivo y entretiene si existe en los equipos de deportes, pero mortales si se expresan como luchas étnicas, religiosas e ideológicas. Hay otros sesgos hereditarios. Seguimos destruyendo el medio ambiente natural, la herencia más preciosa e irremplazable de nuestra especie ya que estamos demasiado concentrados en nosotros mismos como para proteger el resto de la vida que existe. Mientras el conocimiento científico y la tecnología sigan creciendo exponencialmente, duplicándose cada una o dos décadas, dependiendo de la disciplina, la tasa de crecimiento se reducirá inevitablemente. Los descubrimientos originales, habiendo generado enorme conocimiento, se reducirán y empezarán a disminuir en número. En las próximas décadas, el conocimiento de la cultura tecnocientífica será enorme en comparación con la del presente, pero también será la misma en todo el mundo. Lo que seguirá desarrollándose y diversificándose de manera indefinida es la humanidad. Si se puede decir que nuestra especie tiene alma, esta reside en las humanidades. Es cierto que la ciencia y las humanidades son fundamentalmente distintas la una de la otra en lo que afirman y en lo que hacen. Pero se complementan la una a la otra en origen, y surgen de


los mismos procesos creativos en el cerebro humano. Si el poder heurístico y analítico de la ciencia se puede unir a la creatividad introspectiva de las humanidades, la existencia humana se elevará a un significado infinitamente más productivo e interesante. Edward Osborne Wilson es reconocido como uno de los biólogos más importantes del mundo. Entre los reconocimientos que ha recibido en todo el mundo se encuentran la Medalla nacional de la ciencia de los EE. UU., el premio Crafoord de la Real Academia Sueca de las Ciencias, o el Premio internacional de biología de Japón. En el ámbito de las letras, dos premios Pulitzer, los premios Nonino y Serono en Italia y el premio COSMOS de Japón. Es Honorary Curator en etimología y catedrático emérito de investigación universitaria de la Universidad de Harvard. Es autor de Sobre la naturaleza humana (premio Pulitzer de 1979), Las hormigas (premio Pulitzer de 1991), Consiliencia: la unidad del conocimiento, El futuro de la vida o Cartas a un joven científico, entre otros libros.

Edward Wilson, el naturalista “Naturalist”, así es como el biólogo, etólogo, entomólogo Wilson (Birmingham, Alabama, EE.UU., 1929) se ve a si mismo en su autobiografía titulada justamente “Naturalist” (1994). Desde pequeño se sintió cercano de la naturaleza, compartiendo la vida con peces, serpientes, pájaros e insectos. Y a los siete años, pescando en su natal Alabama, perdió su ojo derecho sacando del agua un pez con espinas dorsales; pero con su aguda vista del ojo izquierda pudo observar pluralidad de insectos, especialmente hormigas. Acabados sus estudios de biología en la Universidad de Alabama, inició formalmente su especialización en el estudio de las hormigas. Incorporado en la prestigiosa Universidad de Harvard (1951), presentó la tesis doctoral sobre la anatomía y fisiología de un determinado género de hormigas. Después, recorrió un buen número de países recogiendo y estudiando sus hormigas, llegando a ser poco a poco una primera figura sobre la taxonomía de estos insectos. En 1971 publicó una grandiosa síntesis sobre los insectos sociales, “The Insect Societies”, y en 1990, junto con el mirmecólogo alemán Bert Hölldobler, publicaron “The Ants ”, donde se recoge todo lo que se sabía sobre las hormigas. Buscando hormigas por todas partes, Wilson observó directamente la destrucción de pluralidad de ecosistemas y la desaparición de bosques primarios. Desde este momento, el compromiso con la conservación de la naturaleza será una constante en su vida. En el libro “Biophilia” introdujo la noción de biofilia para indicar el placer espontáneo que sentimos cuando conectamos con la naturaleza salvaje. Editó, también, un libro colectivo “Biodiversity”; posteriomente y siguiendo con su compromiso, publicó la influyente obra “The Diversity of Life”. Wilson se centró en la comunicación entre las hormigas; no en la comunicación visual, imposible en los oscuros hormigueros, sino en la comunicación química. Adoptando el concepto de feromona como desencadenante químico de la comunicación entre hormigas, identificó la glándula que las produce y descifró el vocabulario químico de comunicación: constató que hay feromonas que atraen, otras que provocan alarma, otras que comunican la presencia de un cadáver; entre diez y veinte feromonas se


emplean en la regulación de la organización social de una colonia. Las hormigas no aprenden prácticamente nada a lo largo de su vida: desde su nacimiento están programadas, y con un cerebro pequeño como una mota de polvo, llegan a realizar comportamientos muy complejos.

De la etología a la sociobiología ¿El comportamiento animal es resulta un aprendizaje o bien responde preprogramación genética? En la p mitad del siglo XX y con la psic conductista (Watson, Skinner), el apre era considerado el elemento exp clave. En la segunda mitad del siglo y consolidación de la etología por obra d Tinbergen, Konrad Lorenz y otra elemento explicativo clave se ponía predeterminación genética. Lorenz ais estudiaba pautas fijas de acción con genética en diferentes animales; en contexto, Wilson se sintió estimulado obra de Lorenz y buscó pautas fi comunicación entre las hormigas y insectos. Si bien la gran mayoría de animales son insectos (del millón y medio de especies conocidas, tres cuartas partes son insectos), Wilson no se conformó con la descripción y explicación del comportamiento de estos, sino que buscó una teoría unificadora que explicara tanto el comportamiento de colonias de insectos sociales como el de las hordas de primates. Este amplio objetivo lo obligó a adentrarse en un estudio general del mundo animal, especialmente de los primates. Esta teoría unificadora constituirá la nueva síntesis que él denominó sociobiología.


Una de las principales dificultades que tuvo que superar la sociobiología era la explicación de los comportamientos altruistas y cooperativos tan frecuentes en las sociedades animales, dificultad que arrancaba especialmente de la explicación darwinista según la cual la evolución selecciona los genes que inducen a conductas egoístas, no altruistas. Comportamientos que se explicaban haciendo hincapié en la cultura; Wilson los explica recurriendo a la biología. Igualmente, la prohibición del incesto, que se da en todas las sociedades humanas, es explicada por muchos antropólogos como uno a prohibición cultural que obliga a buscar esposas en otros grupos, estimulando intercambios organizados. Según Wilson, al contrario, el incesto ha sido frenado por la evolución, y su prohibición está inscrita en nuestros genes; es producto de la selección natural: el incesto conduce a la degeneración, al empobrecimiento del patrimonio genético. Es una prohibición que también se encuentra en otros mamíferos, así en los chimpancés.


La naturaleza humana El posterior libro “On Human Nature”, 1978, es un intento de resolver o matizar las críticas de determinismo genético que había provocado su tratado de sociobiología. El ser humano no puede hacer de él mismo lo que quiere, tiene una naturaleza biológica: el conjunto de sus genes. Y todos los seres humanos compartimos las mismas necesidades, impulsos y deseos; cómo todos los animales, estamos programados para hacer unas y no otros cosas. En oposición a otros darwinianos que ven hoy en el homo sapiens sólo una evolución cultural, Wilson defiende que los seres humanos continuamos evolucionado biológicamente y que no existe necesariamente una unidad de la especie humana. Somos prisioneros de nuestros genes y esta herencia continúa evolucionado; ahora bien, Wilson niega la determinación biológica de nuestras ideas sobre el bien y el mal: nuestros genes predisponen a un determinado comportamiento o a otro. Pero esta herencia genética está entrelazada con la red cultural que adquirimos con el aprendizaje: nuestra capacidad cultural depende de nuestros genes. Separar lo que es heredado de lo que es adquirido, es decir, trazar la frontera entre naturaleza y cultura, entre ‘nature' y nurture' ‘ (natura y crianza) es una tarea que de momento nos sobrepasa. El comportamiento humano se explica tanto por el patrimonio genético heredado por la evolución biológica cómo por la cultura adquirida. Del mismo modo que buscó una teoría unificadora explicativa del comportamiento animal, buscó una teoría unificadora de las diferentes ramas del conocimiento. Su libro de 1998, “Conciliense: The Unity of


Knowledge�, es una decidida defensa, rompiendo barreras entre disciplinas, de la unidad de la ciencia, del establecimiento de puentes entre las ciencias naturales y las ciencias sociales, entre la cultura científica y la cultura humanista.


Textos escogido de Edward O. Wilson 1. La sociobiología «Esto nos lleva al centro del problema teórico de la Sociobiología: ¿cómo puede el altruismo, que por definición merma el éxito individual desarrollarse por selección natural? La contestación es por parentesco: si los genes causantes del altruismo son compartidos por dos organismos a causa de una ascendencia común y si el acto altruista de un organismo aumenta la contribución conjunta de estos genes a la próxima generación, la propensión al altruismo se propagará al sustrato génico. Esto ocurre aunque el altruista haga menos de una solitaria contribución al sustrato genético que el precio de su acto de altruismo. »He planteado un problema de ética señalar la esencia de la Sociobiolog Sociobiología se define como el e sistemático de las bases biológicas d comportamiento social. De momento, su interés en sociedades animale población y estructuras, casta comunicaciones, conjuntamente con t fisiología que subraya las adapta sociales. Pero esta disciplina tambié interesada en el comportamiento soc hombre primitivo y en sus característic adaptación y organización dentro d sociedades humanas contemporánea primitivas.

»La meta principal de una teoría gene Sociobiología debería ser la capacid predecir las características de organización social, a partir del conoci de los parámetros de esta pob combinados con la información acerca condicionantes del comportamiento im por la constitución genética de las espe



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.