Domingo 18.12.11 IDEAL
8 EXPECTATIVAS
JESÚS MUYOR
PROFESOR DE TRABAJO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
«El empleo es un desafío para las personas con diversidad funcional» Jesús Muyor, profesor de la Universidad de Almería, ha sido galardonado con el premio científico ‘Documentos de Trabajo Social’, de los más importantes para su profesión :: J. E. R. Las personas con discapacidad, como advierte Jesús Muyor, profesor de Trabajo Social de la UAL, han sido definidas siempre de manera negativa: dependientes, anormales, enfermas o minusválidas. Y, además, «estas definiciones han sido impuestas desde fuera, por personas ‘sin discapacidad». Por eso, explica Muyor, «creo, y coincidiendo con la propuesta realizada desde el ‘Foro de Vida Independiente y Divertad’ , que se debe de hablar de personas con ‘diversidad funcional’. Este término hace referencia, y hoy más que nunca, a la realidad social en la que convivimos. Somos una sociedad diversa y las personas con diversidad funcional forman parte y son parte de esta sociedad». -¿Considera que hay una verdadera conciencia social para la integración de las personas con discapacidad? -El reto hoy es trabajar por la ‘inclusión social’ y no tanto por la ‘integración social’. A grandes rasgos, y conscientes de las imprecisiones cometidas, podría decir que ‘integrar’ requeriría centrarnos en la persona con discapacidad, rehabilitando a la persona con el objetivo de que ésta adquiera el máximo de capacidades para que logre asimilarse a las demás personas . La integración es valorada en función de las destrezas y habilidades que ha adquirido . Desde un punto social, esto es un grave error, ya que los esfuerzos se dedicarían a ocultar en cierta medida la discapacidad de la persona, sin respetar la dignidad humana, independientemente de la diversidad. Por el contrario, si hablamos de inclusión, estamos hablando del llamado ‘modelo social de la discapacidad’. Ya no son las limitaciones individuales el centro del problema sino las limitaciones de la sociedad para prestar servicios apropiados a las personas con diversidad funcional. Tenemos que trabajar por la inclusión’, es decir, por eliminar las barreras y las limitaciones que la sociedad pone al colectivo. El acceso al trabajo y el empleo es, en la actualidad, un verdadero desafío. La tasa de actividad de las personas con diversidad funcional se sitúa 30 puntos por debajo de la tasa de actividad de la población sin discapacidad. Uno de los factores más importantes de exclusión social es la falta de oportunidades laborales. Además, en la ma-
Jesús Muyor, profesor de Trabajo Social de la UAL. :: IDEAL yoría de los casos, los empleos a los que acceden las personas con diversidad funcional son poco cualificados y mal remunerados. Cuestiones relacionadas con la igual capacidad ante la Ley; privación de derecho de sufragio por razón de discapacidad; prácticas claramente violatorias de derechos como la esterilización forzosa; la escasa promoción de la autonomía dentro de la llamada Ley de Dependencia, todo esto debilita los niveles de inclusión social y el derecho de las personas con diversidad funcional a vivir con independencia y a formar parte de la comunidad. -¿Entiende que las administraciones invierten todo lo necesario para facilitar la adaptación de estas personas? -Las Administraciones Públicas han desarrollado un cambio importante en este aspecto. Las Leyes que se han ido regulando han ido pasando por una transformación de forma muy importante evolucionando hacia un modelo social de la discapacidad. Actualmente el instrumento jurídico más importante del que disponemos es la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que desde 2008 forma par-
te del ordenamiento jurídico español. Esto implica, entre otras cosas, que las discriminaciones que antes he mencionado son denunciables y de obligado cumplimiento para los poderes públicos. Atender a las necesidades de las personas con diversidad funcional ya no es un asunto de caridad, beneficencia o buena voluntad sino que es una cuestión de derechos humanos. Si bien, en España la forma ha cambiado, el fondo sigue siendo el mismo. Aún existen leyes en contra de los principios establecidos en la Convención. Las prácticas de las Administraciones son, en muchos casos, contrarias a lo establecido por el acuerdo internacional. Queda mucho camino por recorrer en este aspecto. -Usted demanda un cambio en la sociedad en la manera de entender la discapacidad… -El cambio que yo demando en la manera de entender la ‘discapacidad’ es el cambio que demandamos las personas involucradas en la filosofía de vida independiente. Se trata de concienciar a la sociedad que una persona con diversidad funcional no tiene por qué generar en sí mismo sufrimiento, sino lo que genera sufrimiento es la discrimi-
nación permanente, el aislamiento y las restricciones sociales que impone la sociedad a las personas que tienen discapacidad. La diversidad funcional no es una tragedia personal, sino una condición más de la diversidad humana. La mayoría hemos pasado por un carrito con ruedas cuando éramos bebés y con la vejez, la mayoría, volveremos a desplazarnos en una silla con ruedas. No pretendo penalizar la vejez como una etapa frágil y dependiente, sino hacer ver que todas las personas somos diversas y una misma persona a lo largo de su vida se mueve, comunica, alimenta, asea... también de manera diversa. -¿Qué aspectos se deben potenciar para una total inclusión? -Los aspectos tratados por la filosofía de vida independiente, tales como la dignidad, la autodeterminación, la no discriminación, la vida comunitaria, la vida independiente’, la diversidad, la igualdad de oportunidades, la accesibilidad, la igualdad entre el hombre y la mujer también en la diversidad funcional y el respeto a las facultades de los niños, facilitando el proceso individual de su desarrollo y su identidad específica.
-¿Las empresas privadas apuestan cada vez más por la contratación de personas con diversidad funcional? -El empleo constituye uno de los elementos principales para una verdadera inclusión de las personas con diversidad funcional en la sociedad. El contexto socioeconómico que vivimos no es el más propicio para valoraciones positivas en torno al empleo y menos cuando hablamos de trabajo y discapacidad. Desde 1982, las empresas españolas con 50 o más trabajadores están obligadas a reservar una cuota mínima del 2% de su plantilla para la integración de personas con discapacidad. Los estudios manifiestan que, actualmente, esta normativa la incumplen muchas de las empresas españolas. -¿Cómo calificaría la labor del trabajador social? -El Trabajo Social es una profesión que promueve el cambio social. Actuamos para transformar la realidad social acorde con los principios de justicia social y los derechos humanos. Por tanto debemos tener un decidido afán reivindicativo: cohesionar a personas y sociedades en torno a iniciativas y valores que promuevan una mejora significativa del bienestar colectivo y, por extensión, de todas aquellas circunstancias que posibiliten su participación en la construcción de una ciudadanía más inclusiva, diversa, plural y crítica. -¿Qué les aconseja a sus alumnos sobre las salidas profesionales? -Desde el profesorado de la Facultad de Trabajo Social de Almería, estamos con -¿Qué les aconseja a sus alumnos sobre las salidas profesionales? -Desde el profesorado de la Facultad de Trabajo Social de Almería, estamos convencidos que el Trabajo Social es la profesión del futuro. Los trabajadores sociales son una pieza clave en el sistema de bienestar. Los contextos sociales se transforman, las necesidades cambian pero el Trabajo Social permanece como profesión que debe garantizar la cohesión social. El alumnado debe comprender bien la esencia del Trabajo Social, conocer la disciplina, estudiarla e interpretarla. Si conocen perfectamente la profesión, tendrán más posibilidades de desempeñar un trabajo. Además es importante que desarrollen la creatividad.