La víctima no resentida

Page 1

LA VÍCTIMA NO RESENTIDA DESDE LA TEORÍA DE RENÉ GIRARD Daniel García Chavarín 1. El paso de la jesuología a la cristología  La génesis de la teología cristiana podemos verla, en mi concepto, en el paso de la jesuología a la cristología, el cual puede verificarse en el siguiente hecho: mientras que Jesús, el campesino galileo, ha predicado el Reinado de Dios, la primitiva comunidad le ha predicado a él. Se trata, entonces, del paso de la predicación de Jesús al kerigma de la Iglesia.  Tal paso puede ser entendido, desde una perspectiva más teórica, como el paso del nivel histórico al nivel simbólico, lo cual significa que la cristología no es otra cosa sino la recreación simbólica (interpretación) de la vida de Jesús de Nazaret. Hay aquí en esta reinterpretación simbólica, ciertamente, una verdadera discontinuidad y es importante tenerlo en cuenta para no confundir niveles, pero no una ruptura total, porque la reinterpretación se afinca en la carne de la historia, es decir, es la historia de ese campesino la que funciona como símbolo, lo cual significa que la reinterpretación no es otra cosa sino un empezarse a introducirse en la hondura significativa de una predicación y praxis que dan a que pensar, a que contemplar, a que vivir. Se trata, entonces, de una discontinuidad continua, la cual puede ser entrevista en el hecho de que ya no se habla sólo de Jesús, sino de Jesu-Cristo.  La cristología puede así ser entendida como la confesión de fe de que en el acontecimiento de Jesu-Cristo se ha hecho presente de un modo definitivo la palabra salvadora de Dios para todos los pueblos de la tierra. Esta confesión supone, a su vez, dos cosas. La primera, es la convicción que tuvieron los discípulos de ese hombre de que él había logrado superar el umbral de la muerte, es decir, la fe en la resurrección. La segunda, es el hecho de que, a partir de la nueva visión que despertó en ellos la experiencia del encuentro con el crucificado-resucitado releyeron, tanto las experiencias que habían vivido con él en los tiempos de su ministerio, como las Escrituras hebreas, llegando a la conclusión de que las promesas antiguas han hallado su cumplimiento en Jesús de Nazaret, llegando así a confesarle como el Cristo.  Creo que todo esto significa que, en el centro del paso del nivel histórico al nivel simbólico, encontramos un acontecimiento que tiene todos los visos de ser considerado como fundacional: el acontecimiento pascual, es decir, ese que remite a la muerte y resurrección de Jesucristo. Desde esta perspectiva, la génesis de la teología cristiana está más concretamente en la reinterpretación de un acontecimiento histórico – la muerte violenta de un don nadie – desde aquello que es experimentado como una revelación. En este sentido, Jesu-Cristo no es otro sino el Crucificado-Resucitado.  Hasta ahora he estado hablando de „interpretación‟, cuando en realidad se trata de „interpretaciones‟, es decir, no tenemos acceso al acontecimiento fundacional más que a través de una pluralidad de textos en sí mismos divergentes en muchos aspectos. No obstante su diversidad esos textos remiten al mismo acontecimiento. ¿Qué es lo que permite descubrir una unidad en medio de una evidente pluralidad? ¿Qué es lo que define la canonicidad de un texto? Me parece que para contestar la pregunta hay que remitirse a lo que podríamos llamar la narratividad cristiana, la cual remite, a su vez, a una gramática cristiana. Es decir, hay una serie de reglas gramaticales fundacionales que hacen que un texto sea cristiano. Se trata de reglas tan flexibles que, de hecho, han dado y siguen dando pie a una pluralidad de textos. Más que hablar de narración fundacional, habría que hablar, entonces, de narratividad fundacional. Hay que marcar, pues, una distinción entre acontecimiento fundacional, narraciones fundacionales y narratividad


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
La víctima no resentida by Jesús Torres - Issuu