Historias al azar

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Historias al azar

CEIP Domingo Lozano 2ยบ Ciclo de E. Primaria



En el marco del programa ComunicA, proponer en el aula actividades de escritura creativa y creación literaria supone dotar a la lectura y la escritura de un valor distinto al sentido puramente práctico y utilitario que las suelen teñir, para empezar a jugar con las palabras, revalorizarlas, redescubrirlas, hacerlas propias y conectar con ellas para expresarse. También implica romper el diseño homogeneizador tradicional de los procesos de enseñanza y aprendizaje para recuperar el valor de la creatividad, abriendo en el aula espacios de expresión y dando cabida a las diferentes respuestas y soluciones posibles. Es lo que hemos pretendido con la actividad de escritura creativa “Historias al azar”. Para realizarla hemos distribuido a los alumnos y alumnas en grupos de cuatro, y a cada uno se le ha proporcionado un dado: el primer dado contiene los posibles protagonistas de la historia; el segundo dado, los posibles contextos o situaciones en los que van a tener lugar los hechos; el tercer dado, posibles acciones a realizar por parte de los personajes; y el cuarto dado presenta diversos objetos que deben aparecer en el texto inventado. Partiendo de que la narración consta de un planteamiento, un nudo y un desenlace, cada alumno o alumna ha escrito una historia en la que debían aparecer los cuatro elementos que han surgido al azar después de lanzar los dados sobre la mesa. El mismo punto de partida para cada miembro del grupo, pero diferentes visiones y formas de construir una historia en función de lo imaginado, las experiencias vividas, el vocabulario adquirido… El azar ha marcado las historias que han escrito. Esperamos que os gusten.


3ยบ de E. Primaria


Personaje

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Lugar

Acción

Objeto

“La bruja que quería el libro misterioso”

na vez, hace mucho tiempo, una bruja buena quería destruir un libro misterioso, porque tenía una gran maldición. Esta maldición consistía en que si alguien que lo tenía no cantaba ni bailaba, se convertía en piedra, Y es por lo que la bruja buena quería destruir el libro misterioso. Para eso, primero tenía que esquivar el volcán gigante, y eso no tenía solución. Sin embargo, se le había ocurrido una idea: excavar un túnel. Al fin lo consiguió y cuando llegó a la otra parte del volcán, destruyó con su magia el libro misterioso. Desde entonces, lo que se convirtieron en piedra, ahora son otra vez personas. José María

“La bruja mágica”

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rase una vez, una bruja que vivía en un volcán y le gustaba cantar. Tenía un libro misterioso con el que intentó hacer un hechizo sobre el volcán, pero no lo consiguió. Por eso seguía cantando, para no aburrirse.


Después de muchos días, la bruja vio en el libro una página que estaba prohibida y como no le importó, la abrió. Leyó cosas que no tenía que haber leído nunca y se volvió una súper bruja. Así consiguió hacer lo que nunca había podido. Hizo el hechizo del volcán y el mundo se salvó gracias a ella. Yessica

“La bruja a la que le gustaba cantar” abía una vez, una bruja a la que le gustaba ir a un volcán cada tarde. Pero un día, ¡el volcán empezó a escupir lava! y la bruja se puso triste, porque no podía ir. Para animarse un poco cantó. Y al momento se le ocurrió una cosa. Podía coger su libro misterioso para ver si encontraba algún hechizo. No sabía dónde estaba el libro, pero al momento apareció en su escritorio. Entonces le echó un ojo y lo encontró. Estas eran las palabras mágicas: “¡Cata plun cata plan, que la lava desaparezca ya!” Y entonces, se puso muy contenta Yunaira

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Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El rey miedoso” rase una vez, un rey al que le daba miedo cantar y un día encontró una escoba voladora que solo funcionaba cuando cantaba. El rey tenía que ir al colegio, pero… ¿cómo iba a ir, si estaba solo con una escoba que únicamente funcionaba cuando cantaba y tenía miedo de cantar? No sé ni cómo se canta -dijo. Bueno, voy a intentarlo. Voy a inventarme una canción. Y le salió. Y voló y voló... De forma que llegó al colegio. Después se preguntó: ¿cómo voy a ir a casa, si ahora no me acuerdo de toda la canción? El rey miedoso tenía un amigo y ¡por suerte quería ayudarle! Aunque tampoco sabía ninguna canción. Pero, de pronto, vino una canción volando. ¡Venga, venga! Y la atraparon y pudieron ir a casa.

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Ángela


“El rey miedoso que cantaba” rase una vez, un rey que era muy envidioso. Un día, miró por la ventana y vio a un hombre cantar en un colegio con una escoba voladora. Tenía tanta envidia que también quiso hacerlo. La directora del colegio lo grabó y colgó el vídeo en Instagram. Cuando el rey cogió su móvil y le llegó un mensaje de su mejor amigo vio el vídeo. Fue al colegio y buscó a la directora, pero no la encontró. Al día siguiente volvió, la encontró y le preguntó si había sido ella, pero la directora le respondió que ella no había sido la que lo había grabado. El rey cogió un cabreo que se fue a su casa y se encerró él solo en su cuarto. A la directora le dio tanta pena que le dijo la verdad y le contó que había sido ella. Entonces,.. problema solucionado.

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Gema

“Un problema en el colegio” abía una vez, un rey muy miedoso y le gustaba cantar en un colegio. Un día estaba volando en una escoba voladora y se cayó. Se hizo un daño terrible, se dobló el tobillo y llamó a la ambulancia. Estaba llorando mucho y encima vivía en la cima de una montaña. Esperó a que el tobillo se curó y por fin pudo regresar a su casa.

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Alba


“Un día raro” rase una vez, un rey miedoso que iba a un colegio de reyes. Un día, después del recreo, fue a la clase de música y lo escogieron a él para cantar. De repente, apareció una escoba voladora que fue girando alrededor de la clase lentamente y el rey siguió cantando cada vez mejor, Se la había enviado un mago bueno que quería ayudarle. Y es que a ese mago bueno le gustaba ayudar a los demás.

É

Jonathan


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El dragón ladrón” na vez, un dragón de lunares dijo que iba a robar en un castillo un libro misterioso. La reina del castillo se rió: “¡ja, ja, ja! No lo conseguirás.” El dragón se acercó a toda prisa y el libro misterioso le lanzó un rayo de ácido sulfúrico: “¡aaaaaaahh! El dragón se hizo un agujero inmenso en un ala. Menos mal que tenía la otra ala. Tuvo que lanzarle una bola de fuego al libro, pero falló y lo primero que quemó fue el castillo. El dragón bajó al suelo, porque estaba cansado. En ese instante llegó el príncipe con su caballo y le clavó su espada.

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Darío H.

“El libro misterioso”

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abía una vez, un castillo muy tranquilo donde vivía un niño ultra – mega - súper – rico. Su padre era el doble de rico que el niño. De repente, apareció un dragón de lunares y dijo: “te voy a robar tu libro misterioso y tendré todo tu dinero. Y comenzó a reír: ¡ja, ja, ja, ja!”


El padre cogió un avión y un paracaídas. Cuando estaba volando encima del dragón se lanzó sobre él, sacó la espada y le dijo: “¡Fuera, vete de la casa que he hecho yooooo! ”. Y así fue como echó al dragón de lunares. Berni

“El rey gusano” abía una vez, en un castillo, un gusano que estaba leyendo un libro misterioso. De pronto, salió un dragón de lunares y el gusano se empezó a reír mucho porque creía que era de mentira. Al dragón le gustaba también leer. Leía chistes y daba sustos. Un día de feria, salió y parecía que llevaba un traje de flamenco. Allí se hizo amigo de un niño de ocho años que era bueno, trabajador, deportista, hacía caso y le gustaba reírse mucho. Llevaba una mascota, una perra que se llamaba Catalina, y le daba de comer nubes de algodón.

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Arianne

“El castillo y la reina” abía una vez, un castillo, en el que vivía una reina. La reina tenía un dragón de lunares que también vivía dentro del castillo. Eran muy amigos y siempre estudiaban, leían y jugaban juntos. Se lo pasaban muy bien y se reían mucho. Un día llegó al castillo un amigo de la reina. De día jugaron al escondite y por la noche hicieron una fiesta de pijamas.

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Al día siguiente fue el cumpleaños de la reina, que cumplía 10 años. Llegaron al castillo más amigos de la reina y le dieron una sorpresa: le regalaron un libro misterioso. Para celebrarlo se fueron todos a Triana. Paula


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El mago viajero” abía una vez, un mago muy divertido al que le gustaba cantar en su cohete. Siempre iba además con una escoba mágica. Un día desapareció el cohete y como le gustaba ir a la Luna tuvo que ir con su escoba mágica. Cuando volvió se puso a cantar. Cantó y cantó, y todo el mundo se quedó asombrado. Después la gente comenzó a irse y cuando vio que se había quedado solo dejó de cantar. Resulta que se habían ido para prepararle una tarta. Y desde aquel día, el mago fue muy feliz.

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Arantxa

“Un mago muy divertido” abía una vez, un mago que siempre estaba cantando. Le gustaba también montar en una escoba voladora. Un día hizo muchas cosas: montó en un cohete porque le gustaba viajar muy lejos. Después voló en su escoba voladora. Y más tarde estuvo cantando una hora y media sin parar. Como era mago, también hizo trucos de magia y le dieron una medalla de oro. Todos le aplaudieron.

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Después de todo lo que había hecho durante ese día, se fue a su casa y se metió en su cama para descansar. Lola

“El mago loco que voló” rase una vez, un mago que estaba un poco loco. Viajó durante dos horas por España subido en su escoba voladora. Cuando llegó a una ciudad, vio que no había nadie. Entonces, cogió su micrófono y se puso a cantar por las calles. Todos los habitantes de la ciudad estaban dormidos, pero la música los hipnotizó y se levantaron de sus camas para ir a escucharle. Por la mañana, todos se despertaron y no sabían dónde se encontraban. El más listo se dio cuenta de que estaban sobre un escenario con el mago. Y gritaron: “¡Aaaaaahhh!” Al principio se enfadaron todos por lo que el mago había hecho, pero su truco les había impresionado tanto que el enfado se les pasó. Y el mago desapareció en un cohete.

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Isabel


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“Los calcetines mágicos” ace muchos años, existía un rey que tenía mil años. Se llamaba Juan Tristón. Vivía en un planeta lejano y los alienígenas se reían de su apellidos. Un día se enfadó tanto con ellos que se fueron en sus cohetes y no volvieron. El rey lloró y lloró por las noches. Tenía mucho miedo. Era un rey miedoso. Andando por su castillo una mañana se encontró con unos calcetines mágicos. Y desde entonces, no lloró más porque cuando se los puso ¡lo calcetines mágicos le dieron poderes! Gracias a los calcetines, los alienígenas volvieron a su planeta y desde aquel día siempre jugaban, desayunaban, comían y cenaban juntos. Y ya no estuvo nunca solo.

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Nacho

“Un rey en las alturas”

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abía una vez, un rey miedoso al que le gustaba mucho reírse. Un día encontró un calcetín mágico y dijo: ¡ojalá tuviera un cohete espacial! Y de pronto, cuando menos se lo esperaba: ¡Zas! “¿Qué está


pasando?” El rey se encontraba dentro de un cohete que estaba despegando. Un miedo horrible apareció en su interior. Después de tres días volando llegó a un planeta desconocido. ¡Y había oxígeno! Entonces, cuando salió de su cohete, vio algo que se movía... eran extraterrestres. Por poco lo ven y se lo comen, pero… De pronto se acordó de su calcetín mágico y dijo: “¡Quiero volver a la Tierra!” Y desde entonces, viajó por todo el universo. David

“Un rey en el espacio” abía una vez, un rey miedoso que tenía un cohete. Pero tenía miedo de subirse en él. Llevaba siempre un calcetín mágico y le gustaba mucho reírse. Un día se atrevió a meterse en su cohete. En unos minutos iba a llegar al espacio. El rey se asustó mucho más. Su acompañante le dio un traje espacial y cuando llegaron a la Luna abrieron la puerta para bajar. El rey estaba cada vez más asustado, pensaba que se iban a perder. Al salir, comenzó a flotar y, de pronto, el calcetín comenzó a arder. Mientras, gritaba: ¡fuegooooo! Y, de pronto, al tocar el calcetín comenzó a bajar hasta el suelo y dejó de tener miedo. Volvieron a la Tierra y, desde entonces, ya no tuvo miedo nunca más.

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Unai


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El rey miedoso” rase una vez, un rey llamado Roberto. El rey era para todos sus amigos “el rey miedoso”. Os podéis imaginar por qué le llamaban así. Un día, el simpático rey miedoso fue a un campeonato de atletismo que había en un colegio llamado Domingo Lozano. Al entrar por la puerta trasera del patio, el rey miedoso comenzó a gritar: “¡Socorrooooo, socorroooooo! ¡Una avispa me quiere picaaaar!” Y, de repente, empezó a correr sin sentido alguno. Los niños que estaban en el patio se quedaron asombrados por el miedo del rey y comenzaron a gritarle: “¡Majestad, majestad!” ¡Es solo una simple avispa que quiere jugar con usted! El rey, al escuchar los gritos de los niños, se paró. Y con voz de miedo les respondió: “¡Ya lo sé, ya lo sé! Estaba calentando los músculos para empezar la competición de atletismo.” Todos comenzaron a reírse: “¡Ja, ja, ja!” Cuando iba a comenzar la competición, el rey se acordó de que tenía un amuleto de la suerte en uno de sus bolsillos. ¿A que no sabéis qué era?… ¡un calcetín mágico! Al ponérselo, no de sus dedos estaba roto. Cuando el rey vio que el calcetin estaba roto empezó a gritar otra vez: “¡Socorroo, socorrooo! ¡Una rata se ha

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comido mi calcetín! ¡Me voy de este colegio, que hay muchos bichos sueltos! ¡Volveré en otra ocasión! Y así se despidió el rey miedoso entre las risas de los niños. Marina

“La broma del calcetín” rase una vez, un niño que era futbolista. Después de un partido en su colegio quiso gastarle una broma a un rey miedoso. El niño, como sabía que siempre tenía mucho miedo, asustó al rey con un calcetín mágico. Entonces, el rey echó a correr y chocó contra la puerta del colegio.

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Elías


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El hada y el cohete” abía una vez, un hada que se reía mucho. Un día se encontró con un cohete en que había un libro misterioso. El hada no sabía cómo se manejaba el cohete, así que le dio a un botón y salió disparado hacia el espacio. Allí había planetas, estrellas, asteroides, cometas, satélites… y le encantaba. Un día, un asteroide aplastó el cohete el hada se quedó en el espacio volando, y viendo que no iba a poder volver a su casa con sus amigos y amigas, los echó de menos. Una semana después, el problema se solucionó con la ayuda del libro misterioso y pudo volver a su casa. Primero vio a sus padres, a sus hermanos y después a sus amigos. El hada estaba supercontenta, porque había vuelto a su casa.

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Lidia

“El hada que quería montar en cohete” rase una vez, un hada a la que le gustaba montar en cohete. Era muy alegre y siempre se reía mucho. Al hada le gustaba leer y tenía uno que especialmente le gustaba mucho: un libro misterioso.

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Cuando se montó en el cohete fue a ver el planeta Marte. Al llegar se puso a investigar y encontró un cofre enterrado. Allí había otro libro que se titulaba “El hada misteriosa”. A la vuelta, se estropeó el cohete y el hada se lanzó con sus libros antes de estrellarse. Por suerte, cayó en nuestro planeta José

“El hada y el cohete” rase una vez, en un pueblo muy lejano, que vivía un hada y muy, muy poca gente. Un día, de repente, el hada se fue muy lejos de allí. Por un conjuro se encontraba dentro de un cohete. Cuando le quedaba muy poquito para poder seguir volando, encontró un libro misterioso. Lo leyó y encontró la forma de parar el cohete, así que se puso a reír. Al día siguiente, volvió al cohete para hacer ella un conjuro y hacer que el cohete no pudiera salir volando otra vez. Después, cuando vio que el conjuro había funcionado, se puso muy contenta. Al final, para celebrarlo, hizo una fiesta con su familia y sus amigos.

É

Marco


“El hada que fue al espacio” abía una vez, un hada que tenía un sueño y ese sueño era que quería ir al espacio en un cohete. Un día cayó un objeto extraño en el bosque donde vivía. Cuando fue a mirar, vio que era un libro misterioso. Al abrirlo salió un destello maravilloso y cuando empezó a leerlo descubrió que existía un cohete cerca de allí. Tenía que encontrarlo. El hada se puso a buscar, pero no encontró nada. Se paró delante de un árbol, levantó la cabeza y vio que el cohete estaba encima de ese árbol. No sabía cómo llegar, así que con su varita mágica hizo una escalera y pudo subir. Cuando llegó no podía entrar en el cohete, pero vio un botón verde y se abrieron las puertas. Se metió dentro, se puso a los mandos puso en marcha el cohete y se fue al espacio. Comenzó a reír de alegría. Llegó a un planeta muy raro, aterrizó y se encontró con una rara criatura. Se trataba de un extraterrestre.

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Daniel


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El dragón de lunares”

É

rase una vez, un dragón de lunares que vivía en una casa abandonada. Unos niños que se llamaban Ángel, David y Lidia se reían sin parar, porque tenían un abrigo de invisibilidad y se acercaban a él sin que les

viera. Un día que les oyó cerca les echó fuego y los niños se pelearon porque terminaron echándose la culpa unos a otros de lo que había ocurrido. Yumalai

“El rey y el dragón de lunares” ace muchos años, existía una casa abandonada que estaba embrujada. Dentro de una habitación había una percha con un abrigo de invisibilidad. Un día, un rey que iba volando sobre un dragón de lunares llegó a la casa y vio el abrigo. Se lo puso y desde entonces nadie pudo verlo. Todo el mundo se puso a buscarlo. Pasaron tres días y ni rastro de él. Al cabo del tiempo, al abrigo de invisibilidad se le acabaron las pilas y el rey volvió a la casa abandonada. Allí encontró una caja donde se guardaban más

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pilas. Le cambiรณ las pilas al traje y desde entonces, siempre siguiรณ siendo invisible. Edurne


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“La bruja voladora” rase una vez, una bruja que volaba con su escoba voladora de colores por un pueblo. En su casa tenía también un cohete. Un día se encontró con un niño que iba con un león. Los dos comenzaron a correr porque tenían miedo de ella. La bruja se cayó de su escoba voladora y se enfadó, con el león, porque se empezó a reír de ella. El niño la ayudó a levantarse y como se había roto una pierna, la llevó al médico. El médico le dijo que se había roto la pierna y una mano, así que no podía hacer magia ni podía volar. Se tuvo que tomar un jarabe malísimo. A la mañana siguiente, se puso buena. Como comenzó a ser otra vez una bruja igual que antes, cuando vio al león que se había reído hizo magia y lo convirtió en una estatua de hielo.

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Ana


“La bruja y la escoba voladora” rase una vez, una bruja que perdió su escoba voladora. La buscó y la buscó, pero no la encontró. Entonces, llamó a otras brujas y la ayudaron a buscarla. Algunas brujas viajaron en un cohete y buscaron también en el espacio. Pero tuvieron mala suerte y se estrellaron con un asteroide. Cuando vieron lo que habían hecho comenzaron a correr, pero la policía que iba en otro cohete las pilló y terminaron metidas en la cárcel.

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Ciro

“La bruja corredora espacial” rase una vez, una bruja a la que le gustaba muchísimo correr. Entonces se apuntó a una carrera, pero había una norma y era que tenía que ir subida en un cohete. Ella llevaba varios días pensándolo: ¿cómo voy a ir en un cohete? No paraba de decirlo y dijo: “Pues yo, para eso, me voy en mi escoba voladora”. Entonces se puso a practicar y, de repente: ¡¡¡¡puchchccch!!!! Chocó contra un árbol. Ella estaba bien, solo que la escoba se rompió. Y al final pensó: ¡Bueno, no hay otra opción! ¡Correré con el cohete!

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Candela


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El infierno de los guardianes” ace mucho tiempo, en una casa embrujada y abandonada, apareció un mago que se llamaba Juan el Mago. Un día salió a pasear por el bosque encantado y se encontró con un ángel que llevaba un traje rojo. Su piel era extremadamente negra y su voz, muy fuerte. El ángel le dijo al mago: “ Vente conmigo, serás muy feliz en el cielo”. Y el mago aceptó. Pero se dio cuenta de que estaba en el infierno. Sacó su mochila guardatodo e intentó salir, pero un montón de guardianes lo vigilaban. Así que fue a ver al ángel vestido de rojo. Le pidió que lo sacasen de allí y el ángel le dio unas pistas que llevaban a la llave con la que podría salir. Buscó durante seis meses y no encontró nada. Pero uno de los guardianes que quería ser bueno le ayudó a salir y por fin pudo regresar.

H

Virginia


4ยบ de E. Primaria


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El rey miedoso y el libro misterioso” rase una vez, en un lugar lejano, un rey que vivía en un castillo y le llamaban el “rey miedoso”. Un día se encontró un libro misterioso. No sabía de quién era ni de dónde venía, así que lo guardó en su biblioteca de libros perdidos. Mientras caminaba por el castillo oyó una voz que decía su nombre: “rey miedoso, rey miedoso”. Y por arte de magia, ya había dejado de ser miedoso. Comenzó a andar por su castillo hasta que llegó a la biblioteca de libros perdidos. El rey miedoso se dio cuenta de que la voz que decía su nombre venía del libro misterioso y entonces se echó a reír. Ahora le llaman el rey valiente y lucha contra los enemigos y contra los dragones.

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Hannah

“El rey con emociones” rase una vez, un rey que vivía en un castillo. Tenía mucho miedo, pero reía mucho. Una vez estaba mirando las estanterías y se encontró un libro que le dio curiosidad. Se dio cuenta de que era un libro que guardaba misterios y se

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asustó mucho. Lo cerró, pero no dejaba de pensar que todo era mentira y echó una carcajada. Entonces, el libro se movió solo y en ese momento, alguien llamó a la puerta. Era un mago que le advirtió que ese libro era mágico y el rey se rió diciendo: “Venga ya, si yo voy a un librería normal. Eso es imposible”. Mientras, se reía y a la vez lloraba. Se dio cuenta de que la biblioteca de su castillo podía ser mágica. Llamó a sus amigos y le dijeron que se lo tomara con normalidad. “No llores, ríete”. Pero se dio cuenta en ese momento de que nada era real. Y rieron todos juntos Diego

“El rey miedoso y el libro misterioso” rase una vez, en un reino muy lejano, un rey llamado Marín. Era muy miedoso, pero aventurero. Un día se escapó del castillo. Muy rápido se durmió. Cuando despertó se encontró en otro castillo. Parecía viejo, grande y sucio por fuera. Pero por dentro… ¡Buaaaa! ¡Estaba más limpio que su castillo! Parecía que no había nadie. Solo un libro tirado en el suelo. Como él era muy miedoso, no lo abrió. Ni siquiera lo tocó. Entró a una habitación, se dio la vuelta y… ¡era el libro! El rey gritó como nunca había gritado y mira que había gritado veces, ¿eh? Después de haber gritado como una hora, por fin se animó a cogerlo. Lo abrió y se encontró muchos jeroglíficos. El rey los sabía leer, porque de pequeño le enseñaron. Según él, ponía que ese libro era un misterio. Decía que podía encontrar algo muy valioso en ese castillo. En el libro había un mapa para que encontrase esa cosa tan valiosa.

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El rey siguió el mapa sin pensarlo dos veces. Ni siquiera sin pensar en su terror o lo que se podía encontrar. El libro en realidad tenía vida, por eso se decía que era un misterio. En realidad, lo que quería el libro era quitarle ese terror de encima con pruebas. Y al final, si las supera le da esa cosa tan valiosa. Se enfrentó a serpientes, cuchillos, comida voladora… Para recibir la cosa tan valiosa había que subir veinte peldaños. El rey, cuando los subió, no había nada. Así que se tiró al suelo y comenzó a llorar. De repente se oyó decir: “¡Enhorabuena!”. El rey miró al libro y dijo: “¿¡Hablas!?”. Y el libro contestó: “Sí, y esa era la cosa valiosa. Esa palabra”. Y el rey se dio cuenta de todo y dijo: “¡Gracias por ayudarme a superar mis miedos!”. El libro, con una gran sonrisa, contestó: “De nada”. Alexia


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“La bruja malvada” rase una vez, una bruja malvada que estaba celosa de una joven llamada Luci. Un día, la bruja fue a un volcán para coger lava y conseguir hacer una bebida embrujada. Quería que Luci se la bebiera. Cuando la fabricó la metió en una cesta y le puso una notita con un lápiz que borra. La notita decía: “Bébete este vaso de zumo”. Cuando llegó a la casa de Luci, pegó en la puerta y Luci leyó la nota que le había puesto la bruja. Se bebió el vaso y se desmayó. Entonces, vino su madre y pidió ayuda. La llevaron al médico y se recuperó. Después, llamaron a la seguridad y metieron a la bruja en una jaula. La bruja pidió perdón y la princesa Luci la perdonó. Desde aquel día se hicieron amigas.

É

Saray

“Los valientes ayudantes”

É

rase una vez, una bruja que se hizo una casa muy grande con forma de volcán. Esa bruja era muy mala y arruinaba a todo el mundo la vida. Un día aparecieron unas niñas que ayudaban a la gente con problemas


y la bruja se enfadó y gritó tan fuerte que tembló todo. Cogió el lápiz que borra, fue en su escoba y vio el lugar por donde iban las niñas. Convirtió a los árboles del camino en espinas para que las niñas no pudieran pasar .ni ayudar a nadie. Pero ellas no tenían miedo, así que cogieron un atajo. Fueron capaces de llegar a la casa de la bruja, Lucharon contra ella y la encerraron en una jaula para brujas. María


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El volcán en erupción” rase una vez, un niño que tenía una mochila guardatodo. Era capaz de guardar todo y no llenarse nunca. Un día fue a un mercadillo, compró una poción y se la bebió. De pronto, la poción hizo que el niño se convirtiera en un dragón de lunares que rompió la mochila. Por donde pasaba volando lo iba destrozando todo. Después se fue a un volcán que estaba en erupción, a punto de estallar. La lava comenzó a quemar todo y las personas huyeron de la ciudad. Los niños en el colegio querían huir, pero había deberes y no podía irse, aunque la ‘seño’ sí se fue. Al final, todo había sido un sueño. Pero sí era verdad, que el niño dragón se comió los deberes de matemáticas y la ‘seño’ lo castigó.

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Darío C.

“Bruño el dragón” rase una vez, un niño que se llamaba Bruño. Se encontró con una bruja que le ofreció una poción mágica. El niño se la bebió y comenzó a ponerse verde con lunares amarillos. Cuando comenzó a andar, se encontró un millón de euros y se compró muchas cosas en las tiendas. Lo metió todo en su mochila guardatodo.

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Un día, un volcán entró en erupción y el niño se acordó de que podía volar porque con la pócima se había convertido en un dragón, Todo el mundo salió corriendo, pero por mucho que quisieran no podían huir. Al final, el dragón se sacrificó entrando en el volcán y así no estalló. Antonio


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El hada y el libro misterioso” abía una vez, una hada a la que le gustaba mucho, mucho, mucho, leer. Una vez fue a una biblioteca y encontró un libro misterioso. Le gustaba leer, pero también le gustaba mucho cantar. A la semana siguiente se cansó del libro misterioso y fue otra vez a la biblioteca. Allí encontró otro libro que le gustó mucho. Trataba sobre cohetes.

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Paola

“La hada y el músico” rase una vez un hada llamada Ana. Vivía en Italia y un día, paseando por el parque, se encontró con un cohete. Llamó a la puerta y apareció dentro un hombre llamado Jesús, que era cantante y profesor de música. Le apasionaba la música. El profesor le dijo: “¿Te apetece venir a mi sala de música?”. Entraron y abrieron un libro misterioso llamado “La hada Ana”. Ana le dijo a Jesús: “Yo soy un hada y profesora de mates, lengua, sociales y naturales. ¿Te apetece leer el libro?”

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Cuando terminaron, cantaron una canción y se gustaron. Fueron novios y trabajaron en el mismo colegio. Un día, en una cena, Jesús le preguntó: “¿Te quieres casar conmigo?” Y Ana le dijo: “¡¡Sí, sí, sí!!”. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. (Y le escribió un poema: Tu cara redonda y bonita, tus ojos grises, tu pelo rubio y rizado. Eres preciosa, guapa, y te quiero mucho, muchísimo)

Cristina

“El hada del libro misterioso” rase una vez, un hada a la que le gustaban mucho los libros misteriosos. Uno de esos libros trataba sobre cantar, otro sobre un cohete…, pero el que más le gustaba era el primero. Un día fue a una biblioteca y cogió un libro de magia. Allí había una niña, se le acercó y le preguntó: -“¿A ti te gusta la magia?” -“Sí” –respondió la niña. -“¿Y los libros de canto?” –volvió a preguntar el hada. -“Esos no mucho” –dijo la niña. “Pero antes de nada, ¿cómo te llamas?” -“Yo me llamo Paola” –dijo el hada. “¿Y tú?” -“Yo me llamo Valentina” –dijo la niña. -“Pues tienes un nombre muy bonito” –respondió el hada Paola. “Vamos a hacer magia”.

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-“¡¡¡Pues

claro!!!” –dijo Valentina. -“Pero antes tengo que coger mi varita” –dijo Paola. Y se fueron a la casa del hada. Y así fue como se hicieron amigas. Rocío Yurena


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El hada que ayudaba con su escoba” rase una vez, una hada que se llamaba Sofía. Estaba en su castillo y salió un poco por su barrio con la escoba voladora. Entonces, se encontró con una mujer que estaba cocinando y se le había caído una olla encima. Estaba agachada y se le había caído en la cabeza. Se desmayó y el hada la llevó a su castillo y la ayudó a recuperarse. L e dijo que se quedara a vivir en su castillo y a partir de ahí, la mujer fue la segunda hada. Hicieron un trato… que fueran hermanas para siempre. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

É

Rayan

“El hada del castillo” abía una vez, un hada en un castillo que ayudaba a la gente. Era el hada María José. Tenía una escoba voladora. María José era un hada muy fuerte, comía mucha ensalada con queso y bacon. Aunque aparte de comer ensalada, comía hamburguesas, perritos calientes, pollo, salchichas... Era buena con la gente.

H


Un día, el hada falló y la reina del castillo se cayó de su cohete y casi se muere. La reina le siguió pagando la comida hasta que su hijo se lesionó jugando y, entonces, el hada tuvo que abandonar su trabajo durante un mes. Al final, el hijo de la reina se recuperó y el hada volvió al castillo. David


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El mago ladrón” rase una vez, un mago ladrón que vivía en un bosque tenebroso y con su magia hizo un abrigo de invisibilidad. Cuando se lo ponía, robaba a cada uno de los habitantes que había en una ciudad. Robaba a los pobres y a los millonarios. Cuando iba a robar en una casa que tenía las puertas cerradas con llaves, utilizaba la magia y se metía dentro. Un día, dentro de una casa, comenzó a fallar el abrigo de invisibilidad. Como los habitantes de esa casa tenían un husky, un pastór alemán y un pit bull, las cámaras de seguridad lo detectaron y los perros fueron a por él. No consiguió escapar y prometió que nunca robaría más. Tras años en la cárcel, lo soltaron y comenzó a llevar ya una vida normal.

É

Alejandro


Personaje

L ugar

Acción

Objeto

“La bruja y el mago Pepe” rase una vez, una bruja que vivía en un bosque tenebroso. Ella quería ayudar, pero la gente le tenía miedo. Un buen día, la bruja salió del bosque y vio un grupo de excursionistas. La bruja no tardó en acercarse y en preguntarles: -“Hola, ¿puedo ayudaros en algo?” -“¡Aaaaaaahhh!” ¡Corred, chicos! –gritaron los excursionistas. Todos corrieron menos Pepe, un niño de seis años, de pelo castaño y ojos pardos. La bruja no se dio cuenta y lloró sin parar. -“¿Qué te pasa?” –preguntó Pepe, que ni corto ni perezoso le consoló. “No llores. Así no vas a conseguir nada”. -“Bueno…, es que…”–le trató de explicar la bruja. “Es que quiero ayudar, pero todos me temen, ¿sabes?”. -“Mira, ¿ves esta mochila guardatodo?”.–dijo Pepe. -“Es de Pepe el mago, o sea… yo. Mira, toma un dragón para ti”. Y... ¡flop! sacó un dragón rojo. En cuestión de minutos la bruja cambió repentinamente. Al cabo de unos años, dos o tres, ya nadie temía a la bruja y desde entonces cambió para siempre. Ruth

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“La bruja problemática” rase una vez, una bruja que vivía en un bosque tenebroso. Necesitaba ayuda porque no tenía dinero para comprarse nada. Un día le regalaron una mochila guardatodo, pero no tenía nada que guardar. Su casa estaba abandonada, pero ella era feliz igualmente. Caminando por el bosque, se encontró a un señor que tenía la cabeza muy gorda y se llamaba Doraimon. Ella se enamoró de él, pero él no estaba enamorado de ella. Entonces se puso muy triste y empezó a tirarlo todo, porque era muy caprichosa. Tampoco tenía amigas, porque se portaba regular con ellas. Un día pensó cómo ser amiga de alguien y se le ocurrió que tendría que portarse mejor con los demás. Y así lo hizo. A partir de ese día tuvo muchos amigos en el pueblo, algunos eran príncipes y princesas. Y ese mismo día consiguió trabajo.

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Marta P.

“La bruja del bosque” abía una vez, una bruja que vivía en un bosque tenebroso. Un día, dos niños iban paseando y se encontraron con la bruja, que pasaba por allí. Los niños se asustaron. Entonces, cogieron su mochila que era guardatodo, porque podía guardar todo lo que quisieran, y sacaron una cuerda. Corrieron hacia ella y la bruja se asustó y se fue corriendo para el otro lado. Al día siguiente, le pasó lo mismo. Y cuando fueron pasando los días, se dieron cuenta de que la bruja no era mala. Así que se hicieron amigos.

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Y desde entonces, van a su casa y ya no le tienen miedo. Y fueron felices y todos se ayudaron. Ana

“La bruja del bosque” rase una vez, una bruja que vivía en un bosque tenebroso. No tenía comida y necesitaba ayuda. Vivía con ella un hombre muy extraño y un día le dijo la bruja que le gustaba mucho su mochila. -“¿Me dejas que la vea?” –dijo la bruja. -“Sí, ¿por qué no?” –dijo el hombre. “Mira, una mochila guardatodo”. -“¡Guauuu!”, -dijo la bruja. -“Si quieres te la regalo” -dijo el hombre. “Tengo muchas en el almacén” -“¡Perfecto!”, -dijo la bruja. Y desde entonces, la bruja tiene de todo.

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Irene

“La bruja del bosque” abía una bruja en un bosque tenebroso que se estaba dando una vuelta con un velita. Una vez se encontró a un poni y le ayudó a salir del bosque. Después se encontró a un gatito y como era muy bonito se lo llevó a su casa. Como el gato era mágico se convirtió en un brujo. El brujo tenía una varita en una mochila guardatodo y convirtió a la bruja en sapo.

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Entonces, el brujo se convirtiรณ en hipopรณtamo y se fue a su casa. Marta A.


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El rey que ayudaba” abía una vez, un rey que era muy miedoso, pero ayudaba a mucha gente. Tenía un amigo llamado José, que era súper bajito. José siempre iba al colegio y su padre le compró de todo: una regla, un lápiz que borra, unas tijeras, un pegamento… Un día, el rey miedoso y José decidieron ir a un bosque tenebroso, aunque le daba mucho miedo. Y fueron para ayudar a gente. Primero se encontraron con una anciana que su gato había quedado atrapado en un árbol. José, como era tan pequeño y no pesaba nada, escaló y lo cogió. La anciana le dio diez euros, cinco a José y otros cinco al rey. Después, se encontraron con un hombre que se había caído en un pozo. El rey cogió una cuerda y lo sacó de allí. Y, por último, encontraron una casa en medio del bosque y decidieron entrar, pero había una bruja que cogió a José para comérselo. El rey, entonces cogió una sartén y se la estampó en la cara, salvando a José. Desde entonces, el rey ya no le tuvo nunca más miedo a nada. Y lo empezaron a llamar “el rey que no tiene miedo a nada”.

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Alfonso


“El rey que ayudó a un lápiz” rase una vez, en un bosque tenebroso, un rey miedoso que ayudó a un lápiz que borra, porque estaba asustado al estar el bosque oscuro. -“¡No te preocupes, yo estoy aquí para ayudarte!”, -dijo el rey. Pero cuando vio una serpiente se asustó y salió corriendo. El lápiz le siguió. Encontraron la salida y fueron felices.

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Daniel

“El rey miedoso” rase una vez, en un rey miedoso llamado Coco, que tuvo que ir a un bosque tenebroso. Allí había una guerra y no podía tener más miedo. Luchó a las cinco y media contra el lápiz que borra, y estaba tan asustado que se quedó dormido tiritando. A la mañana siguiente, parecía mucho más en forma y más valiente que el día anterior. Había soñado que ganaba al lápiz borrador y era feliz. ¡El lápiz borrador vs El rey miedoso llamado Coco ! Sin embargo, el rey estaba ahora con tanto miedo de luchar que en vez de hacer eso se tomaron los dos una caña de cerveza y hablaron. -“¿Necesitas ayuda, lápiz que borra?” –preguntó el rey miedoso. -“Sí, por favor” –dijo el lápiz. Necesito que me ayudes a montar una corona. Terminaron la caña y fueron a arreglar esa corona. Cuando terminaron se despidieron. Al final, no salió todo como se esperaba, pero se lo pasaron bien.

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José Miguel


“El rey miedoso está en peligro” ace cuatrocientos años, todo el mundo pensaba que en el bosque tenebroso vivían unos monstruos. Muchas personas fueron allí y no volvieron. Un día fueron a una guerra a muerte un rey miedoso y sus caballeros contra los romanos. Pero en medio de la batalla dijeron que si no se puede contra el enemigo, es mejor unirse a él. -“Parad” –dijo el rey romano. -“Paaaaaraad” –dijo el rey miedoso. Los romanos mintieron y atacaron tras las espaldas de los caballeros. El rey tenebroso se fue del bosque tenebroso. Intentó volver, pero no pudo. Hasta que un esqueleto pasó con una chaqueta y las manos en los bolsillos y le dijo : -“Hola, soy Sam. Sam el esqueleto.¿Sabes?, mi hermano es un fanático de los humanos. Seguro que si te ve me dirá ¡Sam, eso es un humano! Bueno, te voy a ayudar. Si mi hermano viene, ponte detrás de una lámpara de forma conveniente”. Y apareció el hermano. -“¡Sam! ¿Qué estás haciendo mirando a la lámpara? No haces nunca nada, siempre boqueando” –dijo el hermano. Y cuando se acercó mucho, el rey sacó el lápiz que borra y eliminó al esqueleto.

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Samuel


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El mago” abía una vez, un mago que no aprendía nada en el colegio. Cuando un día iba a salir del colegio, robó el móvil de la directora. Al siguiente día, se lo devolvió: -“¿Por qué me robaste el móvil? ¿Sabes el susto que me llevé?” –dijo la directora. -“Perdón, ya no va a volver a pasar, se lo prometo señorita directora –respondió el mago. Un día, el mago aprendió muchas cosas en el colegio y encima también magia. -“¡Magia potagia! ¡Que aparezca una escoba mágica!” –dijo el mago. Y apareció una escoba voladora. Entonces dejó el colegio por la escoba y se fue a viajar por todo el mundo. Pero una cosa, el colegio se llamaba Domingo Lozano y allí había aprendido muchas cosas. Un día se encontró con un amigo del colegio y se fueron los dos a cenar y se dieron una vuelta por el ‘cole’.

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Ainhoa


“El mago” rase una vez, un mago que quería una escoba voladora, porque no la tenía, claro. Una vez, hace mucho tiempo, se la había robado un niño de 9 años llamado Timi. El mago intentó buscarla y buscarla, pero nunca la llegó a encontrar. Era un grave problema. Pasaron tres años y se le ocurrió buscar en los colegios. Y, por fin, encontró al niño. Esperó a que Timi saliera, pero cuando lo vio no tenía la escoba voladora y pensó: “¡No. Nunca la encontraré!”. El mago persiguió a Timi hasta su casa sin que se diera cuenta. Pero Timi ya no tenía la escoba, porque se la había dado a su amiga Alicia. El mago habló con Timi y le preguntó por la escoba, pero Timi le dijo que se la había dado a su amiga y que no sabía que era suya. Entonces le preguntó dónde vivía Alicia y cuando fue a su casa, allí estaba su preciosa escoba voladora. Habló con la Alicia y la niña le dio su escoba.

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Andrea

“El mago pequeño” rase una vez, un mago pequeño que quería la escoba voladora de la bruja más malvada del pueblo de las brujas. Catrina era su monstruoso nombre. A mí la verdad es que no me gusta. Un día, le dije al pequeño mago que si me podía ayudar con su magia a robarle la escoba voladora a Catrina. Me dio un conjuro en un papel para que yo lo adivinara y me dijo que el baile era la respuesta correcta. Después de unas horas pensando qué podía significar, se me ocurrió que el colegio era mi mejor opción, porque en la clase de música bailamos con los tiempos de las notas

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musicales. No iba a ir a Rusia ni al museo de la ciudad submarina de la mansión del señor y la señora Manscoslis ¡qué miedo! Bueno, por el camino me encontré con el hada Margarita, que no le gusta ser un hada porque dice que no le dejan subir a la moto voladora, ya que lleva alas y puede volar. Pues no le dejan. Le pregunté si me podía ayudar y me dijo que sí, que le encantaría y podría volar en la escoba. Nos pusimos en camino, pasamos por el valle monstruoso, las algas de llamas y, por fin, llegamos a su casa. Fuimos por la parte de atrás y Margarita me llevó volando. Catrina no estaba en casa, así que aprovechamos para robar la escoba voladora. Cuando llegamos a casa del rey Tombo, se acercó y me preguntó dónde había estado. “Yo – o – o – o – o he estado jugando...” Alguien me interrumpió y me dijo: “¡Al parque! ¡Ven conmigo!”. Era Margarita, El rey se quedó sorprendido. Margarita y yo nos fuimos. Catrina volvió a su casa y se dio cuenta de que no estaba su escoba voladora. Entonces fue por todos los mundos hasta que llegó al nuestro. Llamó a la puerta: ¡Pom! ¡Pom!, se oyó en el castillo. Se lo explicamos todo y nos dejó que nos la quedáramos. -“¡Gracias, Catrina!” –le dijimos. -“¡De nada!” –nos respondió. Marta C.


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“La hada Taya se escapa” abía una vez, un hada que se llamaba Taya. Estaba en su castillo y como se estaba aburriendo, decidió escaparse volando. Cogió su mochila guardatodo. Notaron que se escapó y decidieron buscarla, pero se fue a un bosque donde no la encontraran. Dejó unas trampas y cuando entraron en el bosque los atrapó y se fue volando hasta un lugar donde no la encontrarían nunca.

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Fernando

“El hada y sus duendes” abía una vez, un hada muy guapa que vivía en un castillo muy grande. Tenía en su armario una mochila guardatodo y un día salió de camino a buscar árboles con manzanas. Pero se fue por el camino equivocado. Estaba muy oscuro y el hada se asustó, porque vio unos pequeños duendecillos. Entonces se desmayó. Los duendes no querían que hubiera ocurrido eso. Querían avisarle de que ese camino era el camino equivocado. Los pequeños duendes la llevaron a su guarida, que estaba en una cueva. Cuando se despertó, los duendes le habían preparado un bocadillo de jamón, queso, lechuga y aceite, y su zumo de naranja.

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El hada se lo comió todo y le encantó. Se alegró mucho e hizo un hechizo para que los duendes volaran con ella. Todos se fueron volando al castillo de la princesa. Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Francisco


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El príncipe cobarde y el volcán” rase una vez, un príncipe cobarde que vivía cerca de un volcán. Un día, se acercó y vio dentro de ese volcán un libro misterioso, Cuando el volcán entró en erupción, el libro salió volando. Esperó dos horas y al fin lo pudo coger. Dentro había un hechizo para cantar. Lo hizo con el deseo de ser cantante. Y después de hacerlo, se convirtió en un cantante.

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Sara

“El príncipe cobarde” rase una vez, un príncipe cobarde que se llamaba Antonio y le superaba el miedo a los ladrones. Un día, mató a un dragón y lo echó a un volcán. Cuando el dragón murió buscó en un libro misterioso que tenía guardado. El príncipe Antonio estaba muy nervioso y a la vez confundido. Se puso a cantar una canción muy bonita para no agobiarse. Después se encontró un manjar de comida y se puso muy feliz. También encontró a un perro y lo llamó Huesete.

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El príncipe Antonio cumplió treinta años y salió del cuento. Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Darío C.

“El príncipe canta en el volcán” rase una vez, un príncipe cobarde. Un día vino un dragón que le llevó hasta un libro misterioso. Estaba en un volcán de fuego. Allí había una cantante muy guapa que le cantó una canción. Estaba triste, porque su novio Darío la había dejado. El príncipe le dijo que no pasaba nada, los novios son así. Después apareció Darío, el novio de la cantante. El dragón vino y les preguntó qué estaban haciendo y ellos dijeron que nada. Después se fue el dragón, la cantante cogió una espada y le rompió una mano.

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Mario


Personaje

Lugar

Acción

Objeto

“El castillo” rase una vez, un príncipe cobarde que se reía mucho y cuando iba al colegio le daba vergüenza de que le viesen. Así que se ponía un abrigo de invisibilidad, porque no le gustaba ir con ropa de príncipe. Un día, probó a vestirse con ropa normal y ya no le dio más vergüenza. Lo que le daba vergüenza era la ropa de príncipe y ya no tuvo vergüenza nunca más.

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Hugo


CEIP Domingo Lozano (Mรกlaga) Curso 2018 - 2019


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