Pequeña antología poética
Aguas mil Clin, clin, clin, caen las gotas sobre mi nariz, huele a regaliz, la lluvia me trae bolitas de anís.
Clin, clin, clin, caen las gotas, sobre mi mandil, huele a perejil, la lluvia se lleva las manchas de hollín. Sagrario Pinto
Escondite Nadie me escucha, nadie me ve, soy transparente, soy de papel, soy una sombra tras el ciprés. Nadie me escucha, nadie me ve.
Si no me encuentran, ¿qué puedo hacer? Antonio A. Gómez Yebra.
Abril - El chamariz en el chopo. - ¿Y qué más? - El chopo en el cielo azul. - ¿Y qué más? - El cielo azul en el agua. - ¿Y qué más? - El agua en la hojita nueva. - ¿Y qué más? - La hojita nueva en la rosa. - ¿Y qué más? - La rosa en mi corazón. - ¿Y qué más? - ¡Mi corazón en el tuyo! Juan Ramón Jiménez
Luna llena Luna de limón y trigo, lunita de girasol, melocotón encendido con rubor de calabaza. Luna color de membrillo, luna del manzano en flor, luna, ¡estás tan amarilla! ¿Es que no tomas el sol? Sagrario Pinto
Nana Dúermete, niño mío,
Si viene el mar humilde
flor de mi sangre,
para besarte,
lucero custodiado,
detrás de cada ola
luz caminante.
relumbra un ángel
Si las sombras se alargan
¿Tendrá el sueño en tus ojos
sobre los árboles,
sitio bastante?
detrás de cada tronco
Duerme recién nacido
Si las estrellas bajan
Lucero custodiado,
para mirarte,
luz caminante,
detrás de cada estrella
duerme, que calle el viento,
combate un ángel.
camina un ángel.
pan de mi carne.
dile que calle.
Si la nieve descansa sobre tu carne,
detrás de cada copo solloza un ángel.
Luis Rosales
¡Qué barbaridad! Me caí jugando al fútbol
Diez mil brochazos de yodo,
después de marcar un gol:
cien mil tubos de pomada,
y otro sol.
ni me quejaba, ni nada.
Me dieron en la cabeza
Ocho millones de metros
y tenía mil chichones
parece que llevo puesto
todos juntos.
un casco de explorador.
vi cuarenta y dos estrellas
lo menos doscientos puntos,
y yo seguía tan fresco:
de vendas alrededor:
Siete mil litros gastaron de aquel agua oxigenada
para limpiarme la herida, tan manchada.
Antonio A. Gómez Yebra
Estrellas ¡En el árbol de la noche cuelgan todas! ¿Quién las irá a cosechar? ¡Nada! que por la mañana viene el jardinero –sol y como ya están maduras las descuelga… ¡Maravillosa cosecha! ¡Las estrellas! ¡Qué jugo claro tendrán! Rogelio Sinán
Rosa, pompa, risa Con la primavera
Con la primavera
Con la primavera
mis sueños se llenan
mis rosas se llenan
mis pompas se llenan
de rosas, lo mismo
de pompas, lo mismo
de risas lo mismo
que las escaleras
que las torrenteras
que las ventoleras
orilla del río.
orilla del río.
orilla del río. Juan Ramón Jiménez
Nanas de la cebolla La cebolla es escarcha cerrada y pobre.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Escarcha de tus días
Soledades me quita,
y de mis noches.
cárcel me arranca.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba.
Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios relampaguea. Es tu risa la espada más victoriosa,
vencedor de las flores y las alondras Rival del sol. Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Una mujer morena
La carne aleteante,
resuelta en luna
súbito el párpado,
se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño, que te traigo la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en tus ojos la luz del mundo. Ríete tanto
el vivir como nunca coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo! Desperté de ser niño: nunca despiertes. Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
que mi alma al oírte
defendiendo la risa
bata el espacio.
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan lato, tan extendido, que tu carne es el cielo recién nacido.
¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera! Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades.
Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego
correr dientes abajo buscando el centro. Vuela niño en la doble luna del pecho:
él, triste de cebolla, tú, satisfecho. No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni lo que ocurre. Miguel Hernández
Preposiciones Tenemos cosquillas verdes y amarillas junto a las mejillas, hacia las patillas,
bajo las barbillas, entre las costillas, por las paletillas,
sobre las rodillas, de las espinillas a las pantorrillas. Se equivocó la paloma Se equivocó la paloma.
Con tantas cosquillas saltas en las sillas y te desternillas.
Se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo; que la noche, la mañana. Se equivocaba. Que las estrellas, rocío; que la calor, la nevada. Se equivocaba. Que tu falda era tu blusa; que tu corazón, su casa. Se equivocaba. (Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama.) Rafael Alberti
Antonio A. Gómez Yebra
Sopa Sopa, sopita de letras
Letras cené a trochemoche
tomé ayer para cenar
y hoy ando con somnolencia,
la B, la J, la Z
que mi barriga esta noche
y toditas las demás.
¡ha dado tres conferencias! Mar Pavón
Fractura múltiple Tengo un brazo escayolado, una pierna y casi un pie: me partí el cúbito, el radio, la tibia y el peroné.
Me disloqué los dos hombros, me rompí cuatro costillas, me destrocé las muñecas e hice polvo mis rodillas. Estoy mal de la cadera y peor del espinazo; además, me duele el cuello, y me he fastidiado el bazo. Por hacer el majareta caí de la bicicleta. Antonio A. Gómez Yebra
Vendo, vendo, vendo Vendo, vendo, vendo,
Está seminueva,
tú no vendes nada,
y metalizada
vendo las heridas
¡menuda bicoca:
A unas doy con yodo,
Vendo, vendo, vendo,
a otras con pomada,
vendando y vendiendo
que es una monada.
ninguna se abre
casi regalada!
soy algo tremendo.
ni queda infectada. Vendo, vendo, vendo, tú no vendes nada, te vendo una bici
que es una chulada. Antonio A. Gómez Yebra
Caracola Me han traído una caracola.
Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua con pececillos de sombra y plata. Me han traído una caracola. Federico García Lorca
Canción tonta Mamá. Yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Yo quiero ser de agua. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá.
Bórdame en tu almohada. ¡Eso sí! ¡Ahora mismo! Federico García Lorca
Las campanas Dan la una, dan la una las campanas de la iglesia,
Dan las cinco, dan las cinco amparándose en las sombras,
dan la una, dan la una
dan las cinco, dan las cinco
sin contar con la abadesa.
las campanas más devotas.
Dan las dos, dan las dos en lo alto de la torre,
Dan las seis, dan las seis con un sonsonete eterno,
dan las dos, dan las dos
dan las seis, dan las seis
y el que no galopa, corre.
en verano y en invierno.
Dan las tres, dan las tres
Dan la una, dan las dos,
estrenado ángulo recto,
dan las tres y dan las cuatro,
dan las tres, dan las tres
dan las cinco, dan las seis,
a los niños y al maestro.
arriba, en el campanario. Antonio A. Gómez Yebra
Dan las cuatro, dan las cuatro con un repique de fiesta, dan las cuatro, dan las cuatro y despiertan de la siesta.
CEIP Domingo Lozano (Mรกlaga) 23 de abril de 2013