¿Qué pasaría si los peluches hablasen? Un día fui a mi cuarto y, de repente, ¡me habló un peluche! Me llevó a ver a los demás peluches que había en mi habitación y entre todos me trajeron el estuche y mi mochila para ayudarme a hacer los deberes. Cuando terminé de hacerlos me prepararon la merienda. Por la noche, me duché, me pusieron el pijama y al acostarme me dijeron: “Buenas noches”. Rocío (3º)
¿Qué pasaría si cayeses dentro de un videojuego? Estaba jugando con mi videojuego favorito y, de repente, me di cuenta de que estaba dentro de él. A partir de ahora tendría que enfrentarme a niveles insuperables y peligros inigualables. Pensé que ahora podría jugar al Mario Kart en persona y que ganaría fácilmente. África (3º)
¿Qué pasaría si mientras estamos en la clase nos convertimos en Pokemon? Un día tranquilo y soleado, todos los niños de la clase de 3º A se convirtieron de repente en Pokemon; hasta el ‘profe’. - ¡Uaauuuuuu! – decían todos. Estábamos dando la asignatura de Lengua y comenzamos a aprender Lengua Pokemon. Al salir de clase todos nos querían cazar, pero un niño preguntó: ¿y si nos tiramos un pellizco?- Cuando nos lo dimos, vimos que todo había sido un sueño. Menos mal… Natalia (3º)
¿Qué pasaría si no hubiera maestros en el colegio? Un día me levanté de mi cama y fui al colegio Domingo Lozano. Cuando llegué vi que los niños estaban todo el tiempo en el patio de recreo. Entonces, pregunté a un niño qué era lo que ocurría y me dijo que no había profesores. Y es que los habían secuestrado a todos. Desde aquel día nunca tenemos deberes y todo el día estamos haciendo lo que nos apetece. María (3º)
¿Qué pasaría si me despertara con superpoderes? Un día, David se levantó de su cama y al ir a la cocina, se dio cuenta de que había llegado demasiado rápido. Era súper-rápido. Desde aquel día lo llamaron Flash y siempre que podía rescataba a mucha gente. Era el superhéroe de la ciudad. David (3º)
¿Qué pasaría si mi bicicleta volase? Una mañana, cuando salí con mi bicicleta a pasear comencé a volar y me fui de viaje por todo el mundo. Pero, cuando mejor estaba, alguien comenzó a perseguirme para quitármela. Entonces, seguí pedaleando y llegué al espacio para esconderme de la gente que me perseguía. Cuando llegué a Marte conocí a un extraterrestre que tenía el poder de levitación. Él me ayudó y mandó a los que me perseguían a Plutón. Después se vino a vivir conmigo en la Tierra. Marta (3º)
¿Qué pasaría si el ascensor se precipitara hasta el centro de la Tierra? Cuando pulsé el botón del ascensor, no dejaba de bajar. Y llegué al centro de la Tierra. Entonces, con mi pico, comencé a subir picando y, mientras, iba encontrando minerales, rocas y piedras para mi colección. Al subir pensaba que cuando saliera podría encontrarme en la sabana, la selva o cualquier país, ciudad, campo o playa de toda la Tierra. Hasta en el mar… Pablo (3º)
¿Qué pasaría si los peluches hablasen? Un día me levanté de mi cama y los peluches comenzaron a hablarme. Pensé que tenía que mantenerlo en secreto para que nadie lo supiera. Cuando nadie me vio, además de jugar con ellos, me los llevé al cine. Después, nos dimos una vuelta por el paseo marítimo y al final comimos en una pizzería. Ángela (3º)
¿Qué pasaría si fuéramos inmortales? Una mañana calurosa me desperté con una extraña sensación en el cuerpo. Fui a mi casa en el monte y pensé que me había hecho inmortal. Para demostrarlo luché contra un tigre y un dragón a la vez. Después de una hora, me eché en la cama. Leo (3º)
¿Qué pasaría si viviese en las nubes? Una vez tuve un sueño… Soñé que vivía en una nube. Al día siguiente, fui a levantarme de la cama y me encontré en una nube con forma de casa. ¡Y no era un sueño! Yo misma la podía tocar. Cuando se hizo de noche me dormí, y al día siguiente me levanté de nuevo en mi casa Carmen (3º)
¿Qué pasaría si viviéramos debajo del mar? Un día de verano decidí ir a la playa. Me metí en el agua y, de repente, me convertí en una sirena. Comencé a bucear y conocí a un montón de sirenas. Llegué a un palacio precioso y me lo pasé tan bien… Vi a un pez y resultó ser Nemo, que era supergracioso y muy mono. Como me encantó todo, especialmente porque había una pizza flotante y porque hice una amiga nueva, me dieron un colgante mágico para que lo utilizara cada vez que quisiera ir más veces. Laura (3º)
¿Qué pasaría si en la Tierra volvieran a aparecer los dinosaurios? Cuando todos vieron de nuevo a los dinosaurios, se encerraron en sus casas y el mundo se quedó en ruinas. Los humanos alucinaron boquiabiertos… ¡¡¡el pasado vino al futuro!!! Fernando (3º)
¿Qué pasaría si los peluches hablasen? Un día, al levantarme por la mañana, le dije a un peluche: “¿qué pasaría si los peluches hablasen? Y el peluche no contestaba. Por la noche oí que alguien hablaba en mi cuarto y… ¡¡eran los peluches!! Les pregunté qué hacían hablando y me dijeron que era porque yo lo había deseado. Yo no sabía que iba a pasar eso y, desde entonces, los peluches me cuentan una historia cada noche. Carmen (3º)
¿Qué pasaría si un cocodrilo llamara a mi puerta pidiendo un poco de romero? Una señora estaba en su casa y un cocodrilo llamó a la puerta y le pidió romero. Le preguntó qué iba a cocinar y él le dijo que con el romero le saldría una comida muy buena. Entonces, se hicieron amigos y se pusieron los dos a cocinar. Al final, se comieron dos perdices. David (3º)
¿Qué pasaría si cayeses dentro de un videojuego? Una vez, mientras jugaba al Call of Duty Infinity Warfare me caí dentro del juego. De pronto, estaba en Japón luchando contra el SDF. Pude coger una bazuca y al explotar el misil que lancé eliminé a todos los enemigos. Yo era el Teniente Reyes y ¡salvaría al mundo! Pum, pum, por ahí; pum, pum, por allá. Y, en realidad, no estaba dentro. Era por las gafas de realidad virtual, que valen lo mismo que las de la PS4. Pablo (4º)
¿Qué pasaría si me despertara con superpoderes? Un día me desperté con superpoderes. Pude ir a las nubes cuando casi iba a llover y usé el aliento congelado; entonces, comenzó a caer mucha nieve. Después, pude ir a China a visitar a mis amigos de mi antiguo colegio chino, y también llevé a mi familia a visitar muchos sitios, como Francia, Estados Unidos, los bosques, el fondo del mar y una isla. Cristina (4º)
¿Qué pasaría si todos olvidan que me conocen? Un día, todos olvidaron que me conocían. Entonces, comencé a sentirme sola, como si fuera una extraña. Intente hacerme amiga de todos, pero… no se acordaban de cuando éramos chicos y de los buenos momentos que habíamos vivido juntos. Yo sí me acordaba. Fue frustrante y me sentí muy triste. Marta (4º)
¿Qué pasaría si no existiera la música? Érase una vez un pueblo que solo bailaba, no tenía música. –Están tristes sin ritmo- decía América. Y el pueblo no contestaba. En ese pueblo vivía yo, Alicia. Le decía a la gente que yo sabía tocar la flauta travesera, pero decían: -Anda, no digas tonterías, niña, que la música no existe. Y demostré que la música existe tocando la melodía de Popeye. Desde entonces siempre se junta la música con el baile. Marta (4º)
¿Qué pasaría si nuestros profesores se convirtieran en alumnos? Una mañana, cuando fuimos a la clase, le dije a le ‘seño’ que quería ir al baño. Me dejó ir y al volver, cuando abrí la puerta, vi un libro que decía: ¡No abrir! Yo lo abrí y al leer “uno, dos, tres” todos nos convertimos en ‘profes’ y los ‘profes’ en niños, pero no me di cuenta. ¿No pasa nada? –pensé. Repetí: “Uno, dos, tres” y los niños se convirtieron en niños y los ‘profes’ en ‘profes’. Así que dije: “este libro no sirve”, y lo tiré. Claudia (4º)
¿Qué pasaría si me despertase con superpoderes? Una noche estaba durmiendo en mi cama y, de repente, me desperté flotando y me teletransporté hasta el salón. Pude hablar con Manchita, mi mascota, y cuando encendí la tele me teletransporté hasta el lugar que estaba viendo. Me entró hambre y pude hacer que la comida viniera hasta mí. También pude hacer que apareciera dinero y fui hasta una tienda de coches donde me compré un descapotable que cambiaba de color cada vez que quería y que me llevaba hasta donde yo le decía, por agua, aire o tierra. Con el dinero que me quedaba que era 1 000 000 de € me compré una mansión con tres plantas, una piscina infantil, una gigante y otra climatizada. Siguió quedándome dinero, unos 100 000 €, y compré tres perros que hablaban y también tenían poderes, y una tienda de juguetes de dos plantas. Por último, viví la vida. Alejandra (4º)
¿Qué pasaría si cayeses dentro de un videojuego? Yo estaba jugando al FIFA cuando, de repente, se abrió la tele y aparecí en el Real Madrid. El entrenador me dijo: -Nano, que estamos en la mejor liga del mundo. Yo le dije: -Pero, entonces, vamos a jugar contra los mejores del mundo. Él me respondió: -Sí. Llegamos a la final contra el Barcelona y mi gol nos hizo ganar la liga. De repente, el FIFA me echó y volví a estar sentado en el sofá con el mando de la Xbox. Nano (4º)
¿Qué pasaría si cada vez que abro el estuche me teletransporto? Un día, cuando abrí mi estuche, me teletransporté a Estuchelandia. Todos sus habitantes eran estuches, lápices, gomas, colores, etc. Los lápices se peleaban con las gomas, porque borran todo lo que escriben; las gomas se peleaban con los colores, porque no podían borrar lo que colorean; los lápices se peleaban con los sacapuntas, porque al sacarle punta los hacen más cortos… Entonces, yo paré las peleas y me hice la reina de Estuchelandia. Tenía una mascota con el cuerpo de estuche y la cabeza hecha con un estuche más pequeñito. Era como un perrito. Mª del Mar (4º)
¿Qué pasaría si los maestros se apoderaran del mundo? Cuando todos nos levantamos a las 7 de la mañana el mundo era una Q, y nuestros ojos, en vez de ser de colores y redondos, eran el ojo derecho un libro de ‘Mates’ y el izquierdo uno de Lengua. Y lo peor de todo: no había recreos. Y más cosas: mi madre se volvió vaga, mi padre le cambiaba el pañal a mi hermana y yo tenía que lavar los platos. Lucía (4º)
¿Qué pasaría si un cocodrilo llamara a mi puerta pidiendo un poco de romero? Un día, un cocodrilo me pidió un poco de romero, orégano, agua, salchichas, lechuga, galletas, vainilla, atún, yogur, un sifón, un cuchillo, una tabla de cortar, una manzana, un tomate y una calabaza. Luego, lo cortó todo y lo puso en un plato enorme. Mezcló dos litros de yogur y dos litros de vainilla, lo metió en el sifón y puso la mezcla en el mismo plato. Me metió la manzana en la boca y me puso también en el plato. Entonces, salí corriendo, cogí la espada de mi padre y lo maté. Javier (4º)