Opalina Cartonera
Sácate El Balde Erick Swen Pohlhammer. Opalina Cartonera 2015 Edición a cargo de Juan Canales Diseño e Ilustraciones por Macarena Yupanqui Diseño de Portada por Macarena Yupanqui Impreso en Santiago de Chile por Opalina Cartonera Primera edición
Colección Librillos de Poesía Contacto autor: opalinacartonera@live.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas- 3.0 Unported
Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor
Perfumes de darse cuenta
“Conciencia es siempre conciencia de algo� Edmund Husserl
¿Te das cuenta que te estás dando cuenta? ¿no es un milagro? ¿no es más milagroso que un arcoíris? ¿ y el arcoíris de los estados de conciencia te parece poco? ¡ken Wilber! Sí Ken Wilber, el astrónomo de la conciencia
¿Y qué me dices tú de ese astrónomo de la conciencia Prem Rawat? Ah yo lo conocía a él como El Einstein de la Conciencia; yo también, y ahora se suma astrónomo. ¿y qué dice ese hombre? Que el hombre tiene hambre de absoluto, y que en lo absoluto satisfará esa hambre vestido de luto rigoroso al contemplar su alma muerta encajada en el ataúd de los recuerdos tristes ya que la fuente de la más deleitable plenitud ya está y danza y respira en el centro de su mismo corazón; recuerda la importancia de disfrutar la vida, muestra una manera de vivir en el presente, y unas técnicas sencillas , sola aptas para niños y para los que son como niños, que ayudan a centrarse, estar en paz, abrir la flor de la conciencia, y disfrutar la fiesta de una conciencia participativa, sin límites…
Ah que notable ¿algo más? Sí, la prometida
Introducci贸n
Seré breve. El placer de este texto resonará en el paladar más fino, sutil o erudito, menos que lo que dura una breva –madurarumiada por su firme dentadura en el palacio de su boca. El objetivo específico de esta obra es que el lector se abra, desde adentro, desde lo silencioso, desde la fecunda zona armoniosa, el yo profundo, como queráis, se abra a la idea que una obra, como esta, pueda, de manera realista, efectiva y afectiva, ayudar, al lector, a tomar conciencia –primero- de la maravilla de la conciencia [darse cuenta del darse cuenta], y enseguida a manejar los 7 Baldes de la emociones inútiles, en vez de ser manejados por ellos, y transmutar así lo confuso en claridad, la amargura en felicidad, el odio en amor, los así llamados por la Sicología “estados crepusculares de conciencia” en “estados aurorales de conciencia”. Bueno el que quiera sufrir que sufra –está en su derecho- El que quiera seguir pegado en un pasado lamentable, individual e histórico, o sea adicto a rumiar sus rollos personales, como insaciable vaca hambrienta de labio verdosa y lunática mirada eternamente melancólica, puede enfocar este Sácate el Balde como una mera joyita humorística, lo cual me alegrará ene, caleta, muchísmimo, cualquier cantidad, porque coincido con Luigi Pirandelo y Eugene Inonesco, Chaplín y Coco Legrand, Floricita Motuda y Felipe Izquierdo, Julio Jung y Carl Gustav Jung, con los grandes humorísticos y videntes y sociólogos de la conciencia, que he tenido el privilegio de leer y observar, en que el sentido del humor es el más dulce y sanador de los sentidos, que a lo mejor o a la peor somos no más que un Chiste Cósmico en el circo de los tiempos, una nada que bosteza, un átomo anhelante, la nada misma en zapatos y calcetines, como escribe Pessoa “no soy nada/ nunca he
sido nada/ nunca seré nada”.
Es bello eso : ser nada.
Pero ojo : ser-nada. O sea nadar en el océano del ser.
Ser… Nada. O sea ser. Sí, ser, pero Nada.
Nada más que eso: una nada siendo y con zapatos, dentro de la maravilla ultra maravillosa del ánfora de oro del milagroso cuerpo humano, tan o más importante, incluso, que el alma [no nunca tanto] ya que sin continente ¿dónde se empoza el contenido? ¿sin nido adónde aloja el pájaro en invierno? ¿Dónde desemboca el río si no hay mar? ¿A través de qué telescopio mira el alma el firmamento en el Valle de Elqui si no existe la alucinación inconcebible de los ojos con sus respectivas retinas tan preciosas como gloriosas?
多Le mata el alma la rutina? Ajuste la retina.
La expresión sicológica técnica para Los Siete Baldes es este: estados obnubilados de conciencia. La palabra obnubilamiento es bien interesante: deriva del latín obnubilare que se compone de “núbil”, nube, o “ob”, lo que permite la nube, Lo proclive a la nube; los crímenes por celos patológicos, las guerras innecesarias gestadas por desde estados emotivos intransigentes llamado “fanatismo religiosos”, el estalinismo mismo [ah si tan solo Stalin se hubiese sacado el balde del mesianismo delirante] , si el tirano recordara que morirá de la misma manera que una rata o perro callejero, y que no se llevará al otro mundo, en caso que haya otro mundo, y parece que los hay, y muchos, muchos más de lo que uno en su imaginación más salvaje soñaría, ni un llavero, ni un monedero, ni la sombra de un trofeo, puesto que, cuando uno estira la pata no se lleva ni la suela de una alpargata, y si yo, ahora mismo, me sacara el balde, y terminara esta introducción, observaría la realidad –externa e interna- o su continuum indivisible, como diría Ken Wilber, de la manera objetiva y más maravillosa que uno jamás se pudiere imaginar. Recordemos que el objetivo específico del Sicoanálisis es el regreso del neurótico a la aceptación creativa del Principio de Realidad, que el trabajo intenso, interno y físico, del así llamado Cuarto Camino [Gurdieff, Ouspenski], es llegar al Hombre 7, a partir del Hombre 1, el esclavo del intelecto [el el esclavo del sexo], y el Hombre 7 es quien alcanzó la Conciencia Objetiva, que pone entre paréntesis, o saca del paréntesis, la frase de Dilthey, tomada por Humberto Maturana “la objetividad está entre paréntesis” [entre paréntesis : que imprescindible es la neurociencia] [los agotadores los neoreligiosos neurocientistas dogmáticos, adoran la Autopoiesis, para ellos Dios, el genuino nombre de Dios, no es ni Dios ni Krizna ni Alá ni Jehová ni Yahvé ni Gran Arquitecto o Gran Ingeniero o el Gran Técnico Agrícola Cósmico, o el Corazón del Cielo, [cultura azteca] sino Autopoiesis. Plop…
Sólo saquémonos el Balde cuando nos molesten, o estén dañando al otro –la pareja, el hijo, el socio, el compañero de equipoo en un gesto interior de supremo coraje, haciendo uso del Yo a su máximo grado de conciencia, si soy un gran empresario, junto a una gran persona, y desarrollando lo que los grandes futbolistas de todos los tiempos -Franz Beckenbauer, Maradona, Pelé, Elías Figueroa, Garrincha. Alexis Sánchez- hacen con su conciencia y apoyándose en los ojos, de la cara, realizan el prodigio simple de la mirada periférica, saquen la pata del acelerador del automóvil, ponga freno y marcha atrás, al ver, sin balde en la cabeza, el devastador panorama medioambiental que están dejando a sus herederos, de su familia, y la familia humana toda, impelidos por ese numen denominado ‘ambición económica desenfrenada’
[des- en- frena-da] Ambición sin freno accidente seguro.
Y ahora sí, llegó el verano: a la playa amigas y amigos. A disfrutar a disfrutar de las olas y la arena, los botes y los baldes. A disfrutar a disfrutar que el mundo está por empezar. No en balde somos la corona de la creación, y bailamos, y podemos ser felices, y ayudar, aunque sea con un granito de arena, con una genuina sonrisa cordial, en el Metro y en La Vega, en el ocio y en la pega, en la cancha o en la banca, a hacer felices también, a los demás: al prójimo y al remoto.
Los Celos
“Son los celos, ahá Son los celos, ahá Una lágrima que gime y que destruye” Gabriela Ferri
¿Ustedes le creen a su pareja cuando les dice que los ama? Yo, a veces, sí. Pero apenas me asegura que me va a matar si me ve otra vez coqueteando con su mejor amiga dudo que sea auténtico amor el que fluye desde la esencia de su ser divino hacia mí. Aparte que ni siquiera yo me amo tanto [como quisiera amarme]. Y quisiera amarme muchísimo para así también amar al otro como a mí mismo. El Mandamiento es clarísimo: ama al próximo como a ti mismo. ¿Y al remoto no? ¿Por qué el próximo solamente?
Quiero ir un paso más allá: amarme tanto que ame un día no sólo al próximo sino al ser humano más remoto del planeta [remoto para mí] Amar a los argentinos como a mí mismo es fácil porque Argentina está sólo a 2 horas en avión de Chile. Mis mejores novias han sido argentinas. Pero amar como a mí mismo a un tanzanés que vive muerto, de hambre, en Dar es Salaam y hacer algo –concreto, espécífico-, como dar plata a una Fundación realmente humanitaria para que se solucionen los trágicos y agudos conflictos de hambruna en los estómagos de lo que Jean Paul Sarte llama “Los Condenados de la Tierra”, implica sacarse al menos tres enormes baldes de la cabeza ¿o no dicen ustedes? Amar al próximo es más fácil; el desafío es amar al remoto. Además entrevisté a Claudio Paul Cannigia una vez para el Diario el Metropolitano. Y me enamoré de él. Como toda persona normal tengo mi lado gay. Tuve un novio de Buenos Aires que había pololeado con Manuel Puig, el escritor más sexi y buen mozo y atractivo de Latinoamérica, y era más bello que el autor del Beso de la Mujer Araña, aún.
Soy profesor de Oratoria. Pongo suma atención a las palabras. La palabra natural por ejemplo. Usan la palabra natural con una naturalidad espantosa. Jugo Natural de Piña. Zumo natural de Papaya. Resumen del zumo natural de Jugo de Alcayota. Y yo leo las putas etiquetas adheridas al fukin envase supuestamente natural. Y leo: colorantes 35%, edulcorantes 23%, endulzantes [naturales] 15, 36%. Y uno jamás sabrá cómo se obtiene científicamente ese 36% del 15, 36%. Bueno ya, me agotaron, me cansé -estoy 100 % extenuadode manera que aunque sé que el mentado fukin jugo de natural sólo tiene el nombre, y como siempre me ha sobrado el dinero, desde que leí el libro El Secreto, [es verdad: el dinero llama al dinero] [es verdad: hay que pensar en Grande y estar consciente que vivimos en el universo de la abundancia], venga el juguito natural 89,77% artificial de naranja. ¿Naranja? ¿este es el sabor actual de las naranjas? ¿de las naranjas naturales recién sacadas de la rama? Yo tenía el recuerdo de un sabor muy distinto. ¿Perdí la memoria? ¿la puta fruta transgénica me dejó con alzhéimer como al gran don Enrique Lafourcade? ¿que se enorgullecía de su memoria de elefante?
¿Un elefante con alzhéimer? ¿Un elefante literario sin memoria?
“No es natural ser gay”. Eso escuché ayer en televisión. ¿no es natural para quién? Para un gay es lo más natural del mundo. Para un gay ser gay es más natural que un río. O un bosque de abedules en Alaska. Puedo entender que no sea natural ser gay para un recio hombre macho ortodoxamente heterosexual. Tarzán. Por ejemplo. Pienso en Tarzán. Casi pensé en Batman pero ya se supo toda su relación sentimental y erótica con Robin, magistralmente revivida y actuada por Felipe Izquierdo y XX en su estelar programa Parece Mentira en la señal del cable Vive Deportes.
¿Quién puede ser tan imbécil al permitir que la flor de sus labios emane el enunciado morfosintáctico, carente de todo núcleo semántico, exento de toda epistemología y sustento científico, holístico o alopático: no es natural ser gay?
Equivale a decir: los celos no son naturales. ¿quéeeeeeeé? ¿Son artificiales? Me va a decir usted que el ataque de celos que tuve ayer en la última cena de fin de año al ver a mi socio bailando un lento apretadísimo, Hey Jude, más encima, que dura 8 minutos, con mi nueva novia uruguaya. Primera vez que pololeo con una uruguaya. Es lindísima. Es del tipo Linda Evangelista. Tan Linda y más linda que Linda Evangelista. Y la llevo a la fiesta con toda inocencia, confiando en mis amigos, llevando una fe implícita en la ética del socio [que además es católico] [y de misa diaria] [pero no puede con el sexo] [el flujo libidinal lo supera] [no controla el desenroscamiento de la serpiente de la kundalini]. Y mi socio se parece a Roger Moore cuando protagonizaba la serie El Santo, Simón Templer, el Santo. El templario.
Manerita de pellizcarme la uva el rechucha de su mare.
Exploté. Exploté y lo empujé y cayó en una pileta y quedó empapado. Agradece que no te volé la dentadura de un solo cornete, le dije. ¿dónde quedó la ética? La Ética de Nicodemo. La Ética de Aristóteles. La Ética de Hegel. ¿tu ética mística y crística y crítica y prístina y metafísica kantiana? ¿el mero cuerpo sensual y sinuoso de una mujer sexi te la
ha de destruir? ¿Cambiaste la Suma Teológica por la filosofía descontruccionista de Derridá apenas viste por el espejo retrovisor de tu Mercedes Benz a la modelo uruguaya, a la cual me engrupí con un poema romanticón de Mario Benedetti para remate?
No no me venga con la monserga y el discursito místico del NO radical A LOS CELOS.
La uruguaya se enamoró de mí al verme tan recio y masculino. ¿Ustedes creen que Mohamed Alí o Joe Frazier van a permitir que a sus mujeres les pongan la palma de la mano en un cachete del poto mientras bailan Hey Jude?
Los celos nos sacan al púgil que todos llevamos dentro. Y eso es bueno. Osho opina lo contrario pero yo soy el Superosho. Y el Osho está feliz porque la utopía del maestro es ser superado por algún discípulo. Mi amado Osho afirma algo así como: “allí donde hay celos no puede haber amor” Onda el celoso no conoce el verdadero amor. Y en esto puede tener toda la razón. Tal vez todavía ignoro el amor verdadero. Puede que aún no me haya bañando nunca en el océano de satchidananda o en el mar de la bienaventuranza.
En un block anoté el pensamiento de Osho. Es bien bonito. Aquí va:
“Los celos lo destruyen todo. Tu anhelo de posesión lo destruye todo. Se trata de un problema universal, y no puede solucionarse, sólo se puede trascender. La gente intenta solucionarlo. Crea más problemas; eso es lo Que se está haciendo en todo momento. Estos problemas, “los celos, la posesión”, en realidad no son problemas sino síntomas, síntomas, síntomas de que aún no sabes lo que es el amor. Damos por hecho que sabemos lo que es el amor, y que entonces es cuando surge el problema de los celos. El problema surge porque el amor aún no está presente, sencillamente muestra que el amor aún no ha llegado, muestra la ausencia de amor. Así que no puedes solucionarlo. Todo lo que necesitas es olvidarte de los celos, porque se trata de una lucha negativa. Es luchar con la oscuridad; carece de sentido. En su lugar, enciende una vela. Eso es el amor. Una vez que el amor empieza a fluir, los celos y el afán de posesión y todo eso dejan de existir”.
Los celos son ausencia de amor. Claro que cierta noche, sí, en un retiro espiritual, de esos geniales que Osho hacía en India, yo, el superosho le pellizqué la uva a Osho, huí a los cerros con la sanyasi más linda del retiro, y Osho, que también tiene su lado humano, se metió pa’dentro, como decimos en Chile, al referirnos al fenónemo sicológico llamado “implosión”, me quitó el saludo por cerca de 5 años. Los celos le sacaron humos por ojos y orejas, me dijeron. Tal vez esa noche no andaba en su mejor momento. No estaba iluminado. La musa me dijo que Osho era posesivo con “sus” fans. ¿U Osho creía que era Krizna y las hippitas lindas sudamericanas eran sus groupies? Buena onda Osho en todo caso. Pura paz y armonía. Hay que decirlo.
Estoy aburrido de los retiros espirituales. Necesito plata. Acabo de inventar los “Retiros Materiales�. Demasiada espiritualidad es otro Balde. Transparente el Balde pero balde al fin y al cabo.
Otra cosa son los celos patológicos. Los celos de Otelo. Ponerse el balde de una paranoia de celos galopantes. Te ven corriendo por las calles como un loco recién escapado de la Casa de Orates. ¿Y ese individuo adónde va tan rápido? A ningún lugar específico: tiene la creencia de ser perseguido por una jauría de hienas llamada la jauría de los dientes celopáticos.
Sentir celos es tan natural como ser gay o hacer windserf. Lo mismo que llorar de pena o reír de felicidad.
Es natural que se erecte el pene y se humedezca la vagina. En el Sure de Chile inventaron la metáfora “se le hace agüita la canoa” que se refiere al proceso autopoiético y suma mente poético de humectación erótica de la entrepierna femenina. Lo extraño sería observar una erección interminable del divino y patafísico pirulín eréctil antropomorfo. [La cosa tiene que parar en algún momento] Detenerse. A lo más aumentar a un metro. Metro, metro y medio. Mi record son apenas 70 centímetros. [Y con viagra] Y con la uruguaya. Increíble el efecto del viagra tras una lectura con voz aterciopelada del Sexos de Henry Milles. Con la uruguaya terminamos jugando a la paraguaya. Eso que ella era cartucha, cuando la conocí.
El sexo es una forma de conocimiento.
Odio el acento que ponen los místicos en el amor en detrimento de los celos. Odio el amor místico. Amo el amor humano trascendente que es otra cosa. Es decir el amor que integra a los
celos. No ese amor estilo Sapolio que desintegra de la sábana blanca impecable del Yo todo asomo de ego humano, enamorado.
Uno debiera –digo yo- Puedo estar equivocado. Cada uno tienes que descubrir las verdades y las mentiras en sí mismo.
Es peligroso tomarse las frase de los filósofos al pie de la letra. Usted podría tomarse al pie de la letra la frase de San Agustín AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS. Ah, así es la cosa ahora: ama y haz lo que quieras; bueno, como amo tanto –de hecho me enamoré de Diostomaré un hacha y le cortaré la cabeza a mi sobrina, que me anduvo pelando el otro día, porque no la dejé dormir en mi cama cuando yo estaba en Antofagasta; estoy tan enamorado del amor que me disfrazaré de Hitler, me dibujaré un bigotito, y como hago lo que quiero desde que me amo inventaré un cámara de gas para eliminar a los actuales dirigentes de Colo Colo y toda la sociedad anónima junta, no por odio a Colo Colo sino porque amo tanto que puedo hacer lo que se me antoje. De manera que no se tome al pie de la letra cuando escuche que alguien clasificó a los Celos como una de las Siete Emociones inútiles o negativas. Solamente sáquese el Balde de los Celos cuando estos sean injustificados, o descubra que le matan la alegría de vivir, o son celos obsesivos, o si empieza a tener pesadillas todas las noches, durante meses, o ve entrar a Arjona, desnudo, a su cama matrimonial en forma holográfica, y empieza a acariciar con sus largos dedos nervudos, de guitarrista, y con su voz de tarro y su discurso seudopoético ultra chanta le susurra al oído a su mujer qué es él, es él, es él el genuino hombre de su vida, que usted vale hongo, que usted vale callampa, que no tiene esencia, que es puro accidente, pura máscara, pura coraza emocional , pura personalidad, como dijo
Gurdieff: “La personalidad conduce al accidente; la esencia , al destino.”
¿Y los celos profesionales? Los celos profesionales son una estupidez. La tendencia nueva es el trabajo en equipo. Si el equipo gana ganamos todos. Un gran equipo es aquel que olvidando sus pequeñas rencillas y rencores y miserias personales apunta a una meta alta, y disfrutando el proceso, mientras se avanza hacia la meta, cada trabajador o participante se instala años luz más allá de su ego quisquilloso.
Ahá, esta emoción sí que es interesante. La conozco muy de cerca. De tan cerca la conozco que puedo oler el perfume de sus negras flores envenenadas
Para hacer un jardín se necesitan herramientas y semillas. Los jardineros portan en sus bicicletas a menudo sus herramientas: pala, chuzo, cedazo, tijeras de cortar pasto y podar. El ejercicio diario de sacarse los baldes tiene la función de limpiar el terreno, de quitar la maleza. Pero usted no va a ser más feliz, ni más pleno, ni más iluminado, ni más millonario, si sabe distinguir entre un estado obnubilado de conciencia y uno esclarecido; va a ser mucho más consciente solamente. Y es un buen inicio, en caso que ya no disfrute de otras iniciaciones más bacanes y nutritivas.
A continuación y para terminar ofrezco al lector algo así como un panorama de las terapias y enfoques y formas simples de autoconocimiento. Todas ellas las conozco por experiencia y teoría; algunas más a fondo que otras. Todas me han ayudado a vivir mejor, a serenarme, y a disfrutar; y a disfrutar, mucho, de cooperar con un granito, o un balde de arena, a que los demás, también vivan mejor, al constante ejercicio hermoso de armonizarse, y disfrutar.
Ayer disfruté el júbilo de conversar tres minutos con Diego Maquieira en una mesa del Tavelli de Providencia; entre otras cosas me dijo con entusiasmo que le había gustado mucho mi último libro de poemas, Antología Primera y Última, publicada por Lolita, y citó este pasaje de un poema : “Cómo asociarse al mundo/sin disociarse de uno”. Gracias oráculo Diego Maquieira, por tu amor y tu humor y tu generosa lucidez.
Estos métodos han cooperado conmigo en mayor y menor medida a asociarme creativamente al mundo sin disociarme de mi mismo:
El Discurso del Método de René Descartes La Viaje y Novísima GESTALT de Fritz Perls PNL APLIACADA AL PENSAMIENTO CREATIVO El Método “Las Llaves” de Autoapoyo y Conciencia Participati va facilitado por Prem Rawat.
El hecho que me hayan ayudado a mí, y un montón de personas que conozco, dentro y fuera de Chile, no implica que a usted (o a ti) les vaya a ser tan útil y bello como para mí.
No sé porque tengo la idea que los métodos son como los sombreros : no todos los sombreros le caben a todas las cabezas ni todas las cabezas están hechas para todos los sombreros.
La única manera de saber qué sombrero se ajusta al porte y la forma de mi cabeza es probándome sombreros, solamente en caso que yo sienta o me dé cuenta que me gustan los sombreros y tengo ganas de usarlos.
ยกSรกcate el Balde!
No existe ninguna posibilidad de tener éxito en alguna cosa si esta cosa queda mal hecha. He visto pésimos contadores de chistes (el humor es un campo de trabajo) que se sacaron el Balde de la Mediocridad y con práctica y constancia llegaron a ser destacados humoristas. En cambio, conocí algunos, chispeantes y geniales, que terminaron aburridos de sus propias caras, debido a nunca se tomaron el trabajo, ni de pensar, siquiera, en el significado de hacer las cosas bien, como Dios manda. Da exactamente lo mismo el ámbito de la acción. No se trata de jugar al héroe y emprender, necesariamente, empresas épicas trascendentales. Un ex compañero mío del Grange School se aburrió de la Ingeniería Comercial y tomó un curso de Gasfitería en Inacap. El lunes me topé con él en la vereda poniente de la calle Mateo de Toro y Zambrano. Venía dichoso con el clásico soplete de gáfiter en una mano. Con la otra me saludó y me dijo: “Vengo de arreglar un califont; tercer califont que arreglo, y es maravillosa la sensación de arreglar un artefacto, y junto a eso solucionarle un problema a una familia” Y ahí me contó que se había metido a Inacap, y que estaba disfrutando su vida como nunca antes. Qué importante es una buena ducha de agua calentita en la vida. Sé que los filósofos le asignan muchísima más importancia al estudio del Ser y la Nada, y muy poca importancia, o una importancia mínima, o a lo más, relativa, al asunto del califont. Tema que para mí es crucial. Considero que el Califont es uno de los grandes inventos tecnológicos: un pequeño salto para el hombre y un salto cuántico para la Humanidad. Ni Leonardo da Vinci pensó en el Califont. Hoy son millones de seres humanos los que pueden disfrutar, cada mañana, cada noche, antes de irse meter al sobre, de una magnífica duchita caliente, reconfortante y renovadora. La carrera se llama Instalador Domiciliario Sanitario. Eso me lo dijo John Reed, mi ex compañero de escuela, hoy por hoy, un feliz Instalador Domiciliario Sanitario.
Los colegios son como las personas. No hay colegio perfecto. Y el mío tenía muchos defectos, y muchas virtudes. La virtud principal, a mi juicio, su insistencia en el amor por la obra bien realizada. Ése es el éxito. Es mil veces mejor hacer una clase particular de inglés bien hecha que creerse Shakespeare y hacer obras de teatro a medias, al “tun tún”, pobladas de diálogos despoblados de enjundia, sin ninguna estructura dramática, sin la menor conciencia de la presentación, ni el desarrollo, ni el clímax, ni el desenlace; u obras dramáticas sin estructura, antiestructura, por último, pero apasionantes y bien hechas. ¿Y qué es algo bien hecho? Algo que no tiene errores. El éxito del Chocolate Sane Nouss radica en eso. O la Cerveza Escudo. O el Reloj Omega. Los clientes no reclaman. El Producto es la prueba de la Oferta. Y no es tan difícil. Es asunto de concentración, saber combinar los ingredientes, actitud positiva y esfuerzo consciente. El siguiente poema de Juan Guzmán Cruchaga es fruto de la voluntad de excelencia. Puede que usted discrepe del contenido. Lo encuentre pesimista. Desesperanzador. Último de nihilista. Pero ese es otro asunto. Harina de otro costal. Arena de otro balneario. Nótese la factura del mismo, su arquitectura poética, la calidad de todos y cada unos de los versos, la voluntad de forma, de ritmo y claridad de sentido.
“Sucede que entro a las sastrerías marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro” ( Pablo Neruda, Walking Around )
Ponerse el balde es ponerse imbécil. Ponerse el balde es ponerse grave. Ponerse el balde es ponerse una piedra en el zapato, y salir a caminar, a la calle, pero no caminar por placer, ni menos por el placer de caminar, sino caminar con rencor, y por ende andar con displacer. Porque el rencor es una piedra en el zapato. Y sea cual sea la causa del rencor, ponerse el balde significa estar tan confundido, con uno mismo, ergo, con los otros, el mundo y la vida, ponerse el balde es un estado de obnubilamiento , que opera en la esfera de cristal de la conciencia, un empañamiento en ella, de tal magnitud, que apenas nos ponemos el balde, de la imbecilidad, de la gravedad, del rencor, se camina por la vida sin equilibrio ni autoapoyo, se entra y sale de las peluquerías (recordando a Pablo Neruda) con cara de tonto solemne, de sumo pontífice de la intelectualidad de turno, de diputado tieso, recién electo, con aires de autoimportancia, se amanece echado en cama, huraño y mañoso y rencoroso y tristón.
La palabra “imbécil” deriva del latín “imbáculo”, que significa “sin-bastón”. El filósofo Séneca, el príncipe de los oradores latinos, la emplea no poco en sus arengas y escritos políticos. No se refiere al bastón material, sino al bastón subjetivo. Apela a la pérdida de equilibrio interior; denota un estado de conciencia obnubilada. Obnubilada por la nube espesa de una emoción negativa. La Sicología habla de siete emociones negativas: celos, miedo, rencor, ira, lujuria, ambición desenfrenada y envidia. Ponerse el balde es entregarse a los brazos de una emoción negativa; de una de ellas, o más: o todas juntas a la vez. Y si es a todas a la vez, ponerse el balde, en ese caso, es ofrecerse a los brazos del desastre total. Como canta el grupo musical Euritmiks “eclipse total del amor”. No es un insulto, entonces, tratar a alguien de “imbécil”. Aunque para evitar ofensas innecesarias, yo opto por lo siguiente para contrargumentar un argumento que me parece carente de “bastón” intelectual, de apoyo informativo, de sustento intuitivo. Me limito a decir al otro (al otro que soy yo) (Nicolás Guillén : “No sé por
qué piensas tú/ soldado/ que te odio yo/ si somos la misma cosa/ yo y tú”), me limito a decir lo que sigue : tengo la impresión de que estás pensando como un imbécil, o sea no estás pensando, y menos por ti mismo, y sin el menor apoyo argumentativo. Tal vez el famoso doctor Wayne W.Dyer es más certero que yo al hablar de “emociones inútiles” que de emociones negativas, y añadir a mi lista las emociones inútiles de la “culpabilidad” y la “preocupación”. Me preocupa sin embargo la ligereza con que el doctor Wayne. El John Wayne del libro de Autoayuda, turistea por la playa de la culpabilidad. Un asesino en serie podría tomarse en serio el capítulo 5 acerca de la Culpabilidad y pensar, para sí, “ el doctor Wayne, que es una eminecia en siquiatría, afirma que la culpabilidad es inútil, o sea no sirve para nada” y salir ipso facto , cuchillo en mano, a dar muerte a su próxima víctima.
Sin culpa estoy yo gitano es mi corazón, cadenas rompió, y es libre gitano y va, y va a a , canta el gran Nicola di Bari. Esa es otra cosa. No hay motivo para sentir culpa en ese caso: la esencia del gitano genuino es romper todas las cadenas. Sobre todo la cadena de la acomodaticia vida sedentaria. Pero en defensa de la palabra “inútil” y de la estética del arte por el arte, que es una pasión inútil, como diría Jean Paul Sartre (el autor de la Náusea “el hombre es una pasión inútil”) empecemos a hablar de emociones autodestructivas, o de emociones “mala onda”, o por último de emociones chatarra, sin más. Las emociones son importantes en la vida humana. Lo hacen moverse. Moverse de un lugar a otro. Levantarse de la cama ante el gol de Alexis Sánchez ante Brasil. Correr con una carta de amor en la mano a casa de la novia. Mover las glándulas lacrimales al escuchar al gorrión de Conchalí, al gran Zalo Reyes, entonando su bolero topísimo “con una lágrima en la garganta/ de vi partir/ mis ilusiones se destruyeron/ creí morir”. Porque Emoción es otra bella palabra oriunda del latín y que emana de “e-movere”, poner en movimiento. Y yo estoy muy emocionado de escribir este enorme aporte a la felicidad humana, estoy muy emocionado al escribir este vibrante aporte a la expansión de la conciencia, que a falta de otro nombre más ocurrente se llama simplemente Sácate el Balde.
Como ven, este no es un libro sistemático. No tengo el menor interés en escribir libros sistemáticos. Los libros sistemáticos me hacen bostezar. La realidad nunca ha sido sistemática. Además los creadores de sistemas a menudo se ponen el balde (el balde de la sistematización ) y escriben libros tan sistemáticos como el Manifiesto Comunista, que le sistematizan el disco duro del cerebro a un número increíble de individuos pensantes, que a su vez terminan poniéndose el balde de los dogmas marxistas, tales como “la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días* es la historia de las luchas de clases.”, dogmas que, a mi juicio, han gestado calamidades peores que las que intentan superar. Ojo con el asterisco en la frase “hasta nuestros días*”, porque los flamantes autores del Manifiesto Comunista, Carlitos Marx y Federico Engels, ambos muy cultos y comunitarios y emocionales y comunitarios, por cierto, desdicen, de algún modo, lo que acaban de decir, diciendo, y elucidando el asterisco “Es decir, la historia escrita. En 1874, la historia de la organización social que precedió a toda la historia escrita, la prehistoria, era casi desconocida. Posteriormente, Haxthausen ha descubierto en Rusia la propiedad comunal de la tierra; Maurer ha demostrado que ésta fue la base social de la que partieron históricamente todas las tribus teutonas, y se ha ido descubriendo poco a poco que la comunidad rural, con la posesión colectiva de la tierra, es o ha sido la forma primitiva de la sociedad, desde las
Luego, la generalización, materializada en el enunciado categórico “la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días” es sociológicamente irresponsable. Indias hasta Irlanda.”
Conclusión: no todas las sociedades que han existido hasta nuestros días han tenido por núcleo argumental la lucha de clase. Y basta una sola excepción para disolver un absolutismo. Fácilmente un absolutismo se convierte en un balde. No en balde el marxismo (una idea justa con una praxis injusta) (según mi punto de vista) cae en desgracia al ponerse un enorme Balde Rojo: Stalin. Un fanático transido en estado de intolerancia despótica, acerca del cual, uno de sus tantos ex amigos, llamado Lenin, dice “
Por eso es tan importante observar las cosas con espíritu crítico y no dejarse llevar por el agua sucia de las canaletas emocionales que conducen a las alcantarillas de los fanatismos de toda clase: políticos, religiosos, místicos, literarios, futbolísticos, etc. Si mal no recuerdo es Gurdieff quien describe al hombre número Siete como aquel que alcanza el estado de la “conciencia objetiva”, que para Krisnamurti es la recuperación de la “mirada inocente”, y para Fritz Perls, que aplicó la teoría de la forma de la cosmogonía gestáltica a sanar personas de la neurosis, la depresión, la beatería asexuada, la paranoia (la sensación de sentirse
“perseguido” sin que nadie lo esté persiguiendo, ni por la calle, ni en su casa, ni por la arena mojada y dura de una playa larga, etc.) y una serie de otras irritables perturbaciones de la conciencia, justamente a través de la famosa y célebre Terapia Gestalt, no es otra cosa que una mente libre de “introyectos”, o sea de “conceptos” que han entrado a la casa del yo sin nuestro permiso, a la mala, como diría mi adorable abuelita Olga, y que para mi simplemente es una conciencia en paz consigo misma, autoobservante, alerta, dichosa y en vigilia relajada. ¿Y cómo me saco el balde del fanatismo? Con claridad. Es decir empleando la función del Yo, apoyada por el cerebro, denominada PENSAMIENTO CONCIENTE. ¿Para usted el marxismo es una forma de fanatismo entonces? Desde mi punto de vista sí. Estoy dispuesto a dialogar al respecto con el líder máximo del marxismo. Y con mucho respeto. Algunos de las personas por las que siento el mayor respeto intelectual son mis amigos y me siento honrado por ser parte de su universo social. ¿Y si él rechaza su punto de vista? Lo invito al barrio Brasil a tomar cachaza.
La corona del Marxismo se llama materialismo histórico. Y la corona del Capitalismo se llama materialismo histérico. La corona se convirtió en un balde rojo en el primer caso, en el segundo, en un balde Fucsia. Nicanor Parra: “y la fucsia parece bailarina”.
Las ideologías y los fundamentalismos son baldes gigantescos. Abarcan mares de cabezas humanas. ¿Cómo el hitlerismo? Sí, o sea con su rostro visible que se llama nazismo. De allí la importancia de hacer una relectura de la obra La Rebelión de las Masas de José Ortega y Gasset. Y de que la Educación en Chile recupere las clases de filosofía para que no nos convirtamos en imbéciles. Ya que la Filosofía, a través del estudio de la Lógica, nos enseña el arte de razonar. Y es razonando (por mi mismo) que alcanzo, en buena medida, la autoconciencia, la autoestima y el autoapoyo. Eso quiso decir Descartes con “pienso, luego existo”.
A principios del mes de junio de 1995 atravesaba la puerta del Mercado Central un joven alto y rubio y muy buen mozo, de unos 25 o 27 aﾃｱos de edad. Se iba dando cuenta de muchas cosas 窶電el olor a humedad, de las mujeres bonitas, de los locales comerciales- entre, otras, cosas muchas. De lo ﾃｺnico que no se daba cuenta es que iba caminando con un balde en la cabeza.