En la actualidad pensar, sentir y acercarse de cualquier manera a la idea de la muerte es un tabú, esta mal visto. Sin embargo el objetivo de este proyecto busca romper este parámetro social para crear un espacio de reflexión en los tiempos muertos de la cotidianidad con el fin de recuperar el sentimiento de naturalidad frente al destino último de nuestra existencia.
Norbert Elias Michel de Montaigne
Phillipe Ariès
Thomas Nagel
Referentes Conceptuales
“Recuperar el sentimiento de naturalidad frente al destino último de nuestra existencia.” Basados en las conferencias de Phillipe Ariès “Morir en occidente: desde la antigüedad hasta nuestros días” se evidencia el cambio de percepción sobre la finiquitad de la vida a través de los tiempos. En la antigüedad la muerte se relacionaba con un paso más que constituía el fin último de la vida, como algo natural, no reprochable. Tanto niños como adultos y ancianos estaban conscientes de ella por lo que cuando se acercaba el momento cada uno disponía su últimos días alrededor de un ritual para dejarse llevar por la muerte. Sin embargo, través del tiempo, esta concepción sobre la muerte propia fue cambiando. Esto se dio debido a diferentes factores sociales enfocados en el ámbito teológico provocando que la humanidad desarrollara miedo, angustia y recelo hacía la idea de la muerte como fin inevitable y permanente de la vida. A partir de esto, el ser humano comenzó a espantarse cada que se le presentaba cualquier cosa que fuera relacionable con la muerte, reprimiendo desde sentimientos hasta actitudes que este pensamiento les generaba. De esto surge el ensaño de “la soledad del moribundo” por Norbert Elias donde expone como en la actualidad el ser humano se
abandona a sí mismo y desampara a sus seres queridos al alejarse de todo lo que le genera miedo, dolor, angustia; todo lo que le recuerde a la muerte. Esta posición evidencia como la civilización reprimiendo los diferentes factores de la vida natural humana se ha vuelto fría e insolente hacía esta misma naturaleza. En 1998 Michel de Montaigne en su ensayo “De cómo filosofar es aprender a morir” evoca una manera de ver el universo de preguntas que rodean el misterio de la muerte. Relaciona el acto de filosofar alrededor de este tema como un conducto terapéutico para aprender a lidiar con la idea del fin permanente de la vida. Entiende este medio como una vacuna que estabiliza los sentimientos y emociones que ocasionan el reconocer nuestro destino último. El objetivo de este proyecto es recuperar el sentimiento de naturalidad frente al destino último de nuestra existencia, como un instrumento que nos permita comprender y ver el significado objetivo de la vida en sí misma para poder atravesarla de una manera conscientemente plena.
Tome diferentes representaciones gráficas que se han hecho a través de los tiempos con temática y simbologías que evidencian diferentes concepciones de la muerte. Esot con el propósito de hacer el reconocimiento de la imagen directo. * Las representaciones antiguas sobre los rituales de la muerte antes y después del medioevo evidencian la conciencia de la sociedad del acto de morir. * Las imágenes del Danse Maccabre como acercamiento morbido hacia los cuerpos en putrefacción en la época en que existían fosas comunes para depositar los cuerpos de los difuntos. * La muerte ejemplificada en las calaveras basada en al descomposición del cuerpo como un elemento gráfico rápido de entender. * Las pinturas de Hans Baldung que exponen la muerte como la representación a futuro descompuesta de la doncella que adora su belleza y un caballero que la protege de su fin inevitable.
* Tanatos (el díos de la muerte sin violencia) y el inframundo como representaciones iconografícas de la vida después de la muerte en la mitología griega. * Representaciones del sentido de la muerte en la pintura de gustav Klimt (la muerte como calavera que intenta robarles los placeres al vivo) Para este trabajo se escogió el rio de la aflicción del inframundo y la calavera como representación gráfica directa a la muerte.
La reproducción genérica de los elementos dispuestos a la hora de la comida es un factor, en lo absoluto diferencial, sino convierte el acto de la comida en una acción rutinaria de la cotidianidad, son elementos que se utilizan sin mayor atención. El acabado manual en este mismo tipo de objetos, expresada de forma consciente, busca captar la atención del usuario e indicarle que hay maneras diferentes de disfrutar la comida. Y con esto invitarlo a un espacio de reflexión filosofica en los lapsos “muertos” que utiliza para la su alimentación.
En cuanto a la técnica de ilustración escogí el puntillismo como referencia de las ilustraciones científicas que se hacen para este tipo de representaciones. La fluidez del trazo en las almas para generar movimiento y dinamismo. La ubicación y composición de la ilustración es en referencia al acto de comer y de vaciar el contenedor de su contenido. Se hace alusión al mismo acto que se genera en un pocillo con café, café que despierta, igual que filosofar significa despertar o desprenderse de ciertas ideas.
En el primer resultado aunque se entendía de segundazo la idea no era totalmente clara la alusión al rio de la aflicción por lo que decidí repetir la ilustración con más delicadeza y con más detalle. En este segundo intento se logra con mayor precisión el objetivo de la imágen. http://www.flickr.com/photos/jimemaderoramirez18/sets/ 72157642025958665/
BIBLIOGRAFIA
Ariès, Phillpie. Morir en occidente: desde la edad media hasta nuestros días. Elias, Norbert. La soledad de los moribundos. T. Nagel. “La muerte” en: Ensayos sobre la vida humana. Michel de Montaigne. “Decómo filosofar es aprender a morir” en: Ensayos I. Memento Mori Klimt, Gustav. Life and death. Baldung, Hans. The serpent and the death. Bradley Jay. Hiremy Hirschl Adolf. Souls on the Banks of the Acheron.