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Estoicismo
El estoicismo es una escuela filosófica contemporánea y antagóruca de la anterior. Recibe su nombre dela stoa o pórtico, donde Zertón reunia a sus pnmeros discipulos a comienzos del siglo IV a. C. En sus comienzos, esta corriente no tuvo mayor trascendencia, pero alcanzó un auge inusitado en los primeros siglos de nuestra era, en Roma, donde viüeron sus principales representantes: Epicteto, Séneca y Marco Aurelio. Esta doctrina, que es frxrdamentalmente de carácter moral, llama la atención de los primeros pensadores cristianos por sus elevados principios, y prcinto es asimilada por el cristianismo. De ahi que la actitud estoica frente al mundo haya recorrido floreciente la hlstoria del hombre occidental hasta nuestros días. del mundo como un En los cimientos del estoicismo se halla li "o*pr.rrión coslrros, un orden universal, regido por leyes inmutables que gobieman también la üda humana. El ideal del hombre consiste en üür conforme a la naturaleza. De ese modo, se adapta al orden universal y consigue la felicidad. El camino de la perfección reside errla apatheia, wa actitud de indiferencia positiva frente a los acontecimien-
tos. Para alcanzarla el hombre debe comenzaf por cultivar la ataraxia o imperturbalidad. El no dejarse turbar por nada, sea agladable o desagradable, nos garantiza la tranquilidad de espiritu, en armonía total con la naturaleza. Todo lo que nos sucede: éxitoi, alegfias, sufrimientos, muerte, es lo que nos conüene. Aceptarlo, sin apego ni resistencia, es alcanzar la perfección y la felicidad.
A esta actitud se une la conciencia de la dignrdad humana, basada en que todo en el universo es diüno. Como seres humanos todos los hombres somos iguales, tenemos la misma dignrdad. Es tan respetable el esclavo como el libre, el bárbaro como el romano: todos formamos parte del orden cosmico diüno. De este modo el estoicismo culmina en un humanismo uriversalista. La patria del hombre se amplía; ya no es la ciudad, la polis de los griegos, sino el mundo, la humanidad entera.
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TEXTO REPRESENTATIVO EPICTETO: Máximas para alcanzar lo felicidad. (Toinado da Manual o Máximas)
No dosoes nada con pasión; porque si doseas cosas que no dopenden de ti os imposible que no te voas frustado; y si deseas las Ero de ti dependen, advierto quo no ostás bastante instndd,o de lo que os nooosario para doseadas honos'tamento. Por lo cual, si quiores haoer bien aoércato a ollas do maflora que puedas retimrto cuando quioras. Pero todo esto so ha de hacor con modi«la y discreción(...). Cumdo so to ofteoo algúu o§eto ernojoso, aooúúmb,rate a deoir en ti mismo que no es lo quo pafooo sino pura imaginaoión. Luego quo halas hooho refloxión, examina ol objeto por la regla que ya üenes para ollo. considora si es cosa que dependo do ti; porque si no deponde, dirás quo no te tooa (...). Por ejemplo: cuando manojas una olla do barro, piensa que es una olla de tierra la quo manejas, y que puodo queb,rarso fáoilmonto. Porquo, habiendo heoho osta refloxión, si aoaso se quobraso, no te oausará alteración. Asimismo, si amas a tu hijo o tu mujor, acuérdato quo es mortal lo que amas, y por este medio to lib,rarás del imponsado sob,rosalto cuando la muorte te los arrebato (...)' Si te hallases ombaroado y ol bajol viniose a tierra, to soría pormitido desembarcar para buscar agua; y, asimismo, nadio te imfodirá el coger las oonchelas que hallalos en tu camino; poro to corvondria tener la üsta siompre en ol bajel, atendiendo a cuando el piloto te llamaso, y entonoes sería monester dojado todo de modo quo no te hiciose embarcar atado do pios y Íranos oomo una bestia. t¡ mismo sucedo en la üda. Si Dios te da mujer e hijos, permitido to es amarlos y goz f de ellos. Poro si Dios to llama, conviene dejarlo sin más ponsar, y correl a la nave. Y si ya eres üejo, gu.árdato de alejarte y do no estar prevenido oumdo soas
llamado (...).
Nunca pidas que las oosas se hagan como quieras; rnas prooura quererlas como ollas se hacen. Por osto medio todo te suoedorá como lo desoas (...). Acuérdato quo conüene quo reprosontes la parto quo to ha querido dar el autor do la comodia. Si es corto tu papol, ropreséntato oorto; si largo, reproséntato largo. Si to manda hacor el papel de pobro, hazlo naturalmonte lo mejor quo pudiores. Y si te da el do prÍncipo, ol de cojo o ut ¿u un ofioial mooánico, a ti te toca el representarlo y al autor el de esoogértolo
(...). Ton cada día dolante do los ojos la muorto, el destierro y las otras demás oosas que la mayor parte do los homb,ros ponon on el númoro de males. Poro ten oüdado partioularmente
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de la muerte, porque por este medio no tend¡ás ningún pensamiento bajo ni=servil, nunca nada con pasión (...).
ni
desea¡ás
Por opinión que teremos do las cosas que nos tocan podemos conocer lo que desea la
tu veoino fomp€ un üdrio deciáos, luego, que aquollo sucedo ordinariamente; conviene comportarso de la misma Íunela cuando te rompa el tuyo, y quedar tan mesurado como oumdo se rompió el de tu vecino. Aplica esto también a las cosas mayofes. cuando el hijo o la mujer de tu vecino so muef€n, no hay quien no diga que eso es natural; pero cuando nos sucedo tal accidento nos desespelamos y gritamos üciendo: "¡Ah, cuán desgraciado soyl ¡Ah, ouán miserablel". Pero doberás ¡eoordar en este suoeso lo que sientes cuando a.otro le aconteco la oisma cosa (...). Naturaleza. Cumdo el criado do
El *plicarso demasiado a las cosas oorporales es señal de un alma baja, como es ser oontinuo en ejeroicios de comor y beber muoho, ol darqdemasrado a las mujeres y gastar más tiempo del que os metrester en las demiís frmcioues dol ouerpo. Todo esto se ha de hacer de prisa y oomo de paso. Al espíritu se hs¡r do da¡ todos nuestros ouid¿dos.
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