DOS MUNDOS PARALELOS

DOS MUNDOS PARALELOS JOSÉ MÉNDEZ

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2014 © “Dos mundos paralelos” Colección © DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO Autor: José J. Méndez 2014 Fotografía: Recopilación.

Diseño y maquetación: JJMG Impresión digital: Bubok Portada: “Composición”

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“Extiende el aquilón sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada”.

Torá. Job. 26:7 (3000 años aC) “Secándose los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra. Y entonces verán al hijo del hombre que vendrá en una nube con potestad y majestad grande.

Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca”.

Jesús de Nazaret. N. T. Lucas 21:26 (50 años dC) “He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él...”.

Apocalipsis de Juan (año 105 dC) “Debido a que Dios es perfecto y conoce todo, debe crear lo que yo pienso. Yo puedo imaginar un infinito número de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del Edén en cada uno......”.

Giordano Bruno. Roma, 17 de febrero de 1600 dC) 5

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BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN

BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN El ser humano ha llegado a la era de las telecomunicaciones y su expansión mundial; se maravilla de la mecánica ondulatoria o física cuántica, jugando a descifrar el código secreto de la energía; desintegrando el átomo, la ciencia nos introduce en la aventura de las moléculas a través de la decodificación del ácido desoxirribonucleico ó ADN; e intentando conquistar más espacio, en la actualidad dispone de una veintena de aparatos espaciales que envían a centros estratégicos del mundo, información virtual y gráfica sobre la evolución de nuestro planeta y del Universo, a pesar de producir los estados más de cien toneladas de chatarra (aproximadamente 50.000 objetos terrestres de más de 2 cm. de tamaño de los cuales más de 9.000 superan la tonelada) que segundo a segundo, surcan la órbita geoestacionaria de nuestro mundo como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas.

Cuando nos conectamos actualmente a internet y navegamos por su concentrado mundo de información, podemos sentir la sensación que la tierra se vuelve más pequeña, y que viajar alrededor de nuestra querida Gaia, se ha convertido en un videojuego más de tantos que están a nuestro alcance y que asimilamos con el entusiasmo que produce una novedad más del vasto mercado virtual que se ha puesto a disposición del consumidor.

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Actualmente gracias a Google Earth (el mayor mapamundi en 3D al alcance popular), acceder a cualquier rincón de nuestro planeta, planificar las más recónditas rutas en el mundo, realizar cálculos geométricos de los lugares que más nos interesan o sacar los billetes de transporte que nos permita realizar nuestro tan esperado viaje vacacional, se han convertido en posibilidades accesibles y en crecimiento, que en un abrir y cerrar de ojos estarán al alcance de todos los seres humanos en un futuro inmediato, gracias a la puesta en practica de un acercamiento de la tecnología a las grandes masas humanas; algo parecido, en filosofía, al acceso universal del espíritu humano a una gran biblioteca akásica de realidad virtual.

Sin embargo todavía hay quienes repetimos hasta la saciedad que esta revolución de conocimientos, accesos tecnológicos y descubrimientos científicos que vivimos, constituyen la punta del iceberg de algo más profundo y enriquecedor para el ser humano, 8

BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN

como es el crecimiento imparable de su propia espiritualidad a nivel planetario, donde personajes de profundo calado místico volverán a tener un papel primordial, pero en esta ocasión fuera de persecuciones, censuras y manipulaciones religiosas.

Una era de 2000 años como fue la de Piscis, caracterizada por la manipulación ideológica y espiritual, por el totalitarismo religioso y político y por una ridícula suplantación de los ideales humanistas por éxitos puramente económicos ha tocado a su fin, dando paso a una nueva era, la de Acuario, de la que se dice que permitirá que la enseñanza crística brote libre y espontáneamente dentro del ser humano, desde los rincones más recónditos del planeta y bajo todos los campos que faciliten al ser humano usar la imaginación y sentimientos universales, sean estos sociales, culturales, técnicos, científicos, laborales, etc., para ir creciendo.

Las ventajas tecnológicas con potencial socio-cultural que disfrutamos en la actualidad, en general se están usando como lúdica diversión y para llenar los grandes espacios vacíos de nuestra todavía coartada imaginación. Lo que en otro tiempo se constituyó como un mensaje revolucionario, una auténtica batalla en busca del conocimiento interno, un descubrimiento del entorno natural y sobre todo una lucha personal por expresar los más íntimos sueños de justicia, de derecho a la libertad espiritual y como no también de libertad física, actualmente se vende como un producto literario y portador de cuantiosos beneficios para los intelectuales de turno. Pero la universalidad de mensajes espirituales con alto grado de misticismo sobrepasa con creces el tiempo y la ignorancia humana hasta puntos que en la actualidad todavía suenan a pensamientos e ideas, sino futuristas, si de impacto social de 9

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tremenda actualidad, todo ello sin que la teología de las religiones pueda hacer nada para impedir su progresivo avance.

“Juicio público a Giordano Bruno”. © Giulio Tamburrini 2000

El ejemplo de las declaraciones de Giordano Bruno poco antes de ser condenado y quemado por el Tribunal de la Inquisición, son un claro alegato de ello: “Dios es omnipotente y perfecto y el universo es infinito; si Dios lo conoce todo entonces es capaz de pensar en todo, incluido lo que yo pienso. Debido a que Dios es perfecto y conoce todo, debe crear lo que yo pienso. Yo puedo imaginar un infinito número de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del Edén en cada uno. En todos esos jardines la mitad de los Adanes y Evas no comerán del fruto del conocimiento y la otra mitad lo hará; de esta manera un infinito 10

BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN

número de mundos caerá en desgracia y habrá un infinito número de crucifixiones. De aquí puede haber un único Jesús que irá de mundo en mundo o un infinito número de Jesuses. Si hay un solo Jesús la visita a un número infinito de mundos tomará una infinita cantidad de tiempo, de este modo debe haber un infinito número de Jesucristos creados por Dios.”

A pesar de la claridad de sus palabras y la apertura de ideas que expresó en su defensa, el 17 de Febrero del año 1600 dC y teniendo solo 51 años de edad, Giordano Bruno fue amordazado, atado a una estaca y quemado vivo en público no lejos del Vaticano, en el centro del Campo Dei Fiori de Roma.

Es irónico que después de tantos siglos de lucha por dignificar la libertad del ser humano en todos sus campos, nuestras sociedades se estén inclinando exclusivamente y a nivel cultural, a acumular datos por parte de los individuos, permitiendo que los estándares de educación estén suplantando día a día la capacidad de su libertad espiritual y su imaginación, por algo inocuo para el crecimiento interno de la persona, algo que solamente es explicable si tenemos en cuenta los nefastos condicionamientos que la religión organizada ha producido en el espíritu y la mente de millones de familias a través de la historia y de cuya herencia nos alimentamos.

Sin embargo entre el dogmatismo religioso y el pragmatismo científico-tecnológico y social, siempre ha existido una tercera vía, la de la experiencia íntima e individual de los seres humanos con su parte crística y universal, una realidad al alcance de todos, por desgracia iniciada solo por unos pocos que consiguieron, no solo el crecimiento de una conciencia crítica interior, sino además exterior 11

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con el fin de movilizar las estructuras aferradas a los estamentos políticos, religiosos y económicos contra todo riesgo de su vida. Y este fue el ejemplo de Jesús de Nazaret cuyo mensaje esconde una revolución pendiente, que de ponerse en práctica en cada uno de los individuos llamados cristianos, aceleraría el proceso irreversible del cambio de conciencia universal a la que va encaminada la humanidad.

Recuerdo que fue a finales de los años 70 cuando conocí a mi buen amigo Cayetano Martí Valls, de oficio yesero y apodado por la prensa de Mallorca como “el Gandhi mallorquín”. Por aquella época el hombre, –que sin haber cumplido los 60 años, ya había entrado en la jubilación forzosa por deterioro físico–, se había convertido en todo un referente del universalismo en Mallorca y en uno de los escasos bastiones defensores de Cayetano Martí Valls (1918-2007) la libertad espiritual, de la pobreza evangélica Foto © Jaime Riera 1990 y en especial del mensaje crístico de Jesús de Nazaret. Un maestro espiritual que huía de los eufemismos religiosos y del propio tratamiento como tal, aunque para los jóvenes que acudíamos a su casa la enseñanza y ejemplo de su vida era un referente que nada tenía que envidiar a las enseñanzas de aquellos que han pasado literariamente a engrosar la lista de los llamados grandes maestros espirituales del siglo XX; Krishnamurti, Gurdjieff, Fulcanelli, Castaneda, Madame Blavatsky, Jung, Lanza de Vasto, Huxley, Kalil Gibran, Sri Ramana Maharshi, Osho, Rudolf Steiner, Swami Muktananda Paramahamsa, Dietrich Bonhöeffer, etc. Nada que envidiar, sino tal vez, todo lo contrario.

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BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN

Los discursos del anciano se basaron en ejemplos sencillos de vida, y reflejaron siempre el carácter universal de las enseñanzas crísticas puestas en práctica con más o menos acierto.

Aún recuerdo el día que nos expuso la teoría de un Universo infinito y por tanto de un Dios, creador y recreador de ese Universo, también infinito; en aquella ocasión puso el ejemplo que Dios es como una línea recta trazada en el espacio y sin ningún tope. Los más jóvenes que todavía iban al instituto y realizaban estudios sobre el tema, presentaron un día a su profesor el planteamiento del Cosmos que les había hablado el yesero, a lo que corrigiéndoles de su error les comentó que les dijera que era una teoría errónea, pues según la teoría de Albert Einstein, esta línea recta trazada en el Universo, al final curva y vuelve al mismo punto de partida creando un gigantesco círculo. Los alumnos fueron a visitar nuevamente al yesero y a comentarle la discrepancia del profesor.

Cayetano Martí en una de sus reuniones caseras de los viernes. © 2003

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Entonces el anciano, autodidacta en letras, pero con un bagaje enorme de espiritualidad (descendiente de los primeros cristianos israelitas llegados a Mallorca poco tiempo después de la muerte del rabi de Nazaret), les respondió: “Decid a vuestro profesor que Albert Einstein y Cayetano, el yesero, están de acuerdo con la definición del Universo Infinito, porque si esa línea recta al final curva y se hace un círculo, de cualquier punto de ese círculo se puede volver a crear otro círculo y sucesivamente otro hasta el infinito”.

Y para concluir les dijo: -“Y también podéis decir a vuestro profesor lo siguiente; que el Dios del que yo hablo es efectivamente un círculo, pero un círculo cuyo centro está en todas partes”.

Los alumnos comentaron al profesor las palabras del yesero y después de escuchar el planteamiento del anciano, este les dijo: -“¿Estáis seguros que este hombre siempre ha trabajado de yesero?”.

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EL ÚLTIMO LEGADO

EL ÚLTIMO LEGADO Pocas semanas antes de morir, el anciano chueta quiso dejar a sus amigos y familiares un pequeño legado a modo de tradición oral.

Posiblemente intuía que difícilmente podría hablar de manera clara a los medios de comunicación sobre aquellas experiencias místicas que habían conformado su trayectoria espiritual y humana, sobre todo la parte de misticismo que había heredado de padres a hijos relacionada con su bagaje judeocristiano y en especial el que le vinculaba estrechamente a la familia de Jesús de Nazaret.

Una insistente y obcecada aclaración sobre los primeros cristianos llegados a Mallorca en época romana, fue la tónica de sus últimas charlas con nosotros; la historia oral de la llegada y posterior asentamiento en la isla de la familia de Jesús de Nazaret, su mujer María de Magdala y sus dos hijos, entre ellos Juan, autor del Apocalipsis y el más joven e incondicional apóstol y seguidor del profeta de Nazaret.

Vista parcial del pueblo de Pollensa. Mallorca © 2008

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Pollensa estuvo durante unos meses en el centro de sus conversaciones, pero también de nuestras preguntas. Algo grande intuimos detrás de aquellas palabras, aunque en el fondo y desde hacía años, sabíamos que el cristianismo en las islas también escondía más información de la que había destapado el Vaticano de Roma, historiadores y arqueólogos. No era normal que existiera un vacío tan grande de presencia israelita en la historia de Mallorca en época romana, sabiendo la trayectoria e influencia del pueblo hebreo en la rica navegación que existía antes y después del comienzo de la llamada era cristiana y sobre todo el gran caudal de recursos materiales y humanos que Roma tenía con la Hispania, donde las islas Baleares fueron un eje estratégico importante.

Era necesario que se aclarara porque se reconoce la aparición de los hebreos en la historia de las islas Baleares, sólo cuando las primeras comunidades del catolicismo empezaron a endemoniarlos a través del famoso y más antiguo documento del que se hace mención, como es la “Carta del obispo Severo” (418 Busto de Severo, dC.) a la orden de San Agustín, –en aquel momento obispo de Menorca obispo de Hipona, Annaba, provincia nororiental de Argelia–, y con la que existía un estrecho vínculo por la influencia teológica de esta orden en el Mediterráneo occidental y africano.

También se hacía necesario aclarar el porqué los arqueólogos se han visto impotentes, hasta el día de hoy, de encontrar restos arqueológicos que identifiquen la entrada de este colectivo humano en la isla, evitando con ello afirmar con pruebas fehacientes que entre las comunidades de esclavos y libertos sujetos al imperio romano, se encontraba también la comunidad israelita –cuya presencia está estrechamente ligada a la 16

EL ÚLTIMO LEGADO

fenicia– obviando así la posibilidad de la aparición del cristianismo primigenio dentro de esa comunidad de esclavos y libertos; cuando se sabe que muchas familias de Israel, en su trágica diáspora por el Mediterráneo, inclusive antes del año 70 dC., llegaron hasta “el fin del mundo conocido”, la Hispania, sobrepasando además las famosas “Columnas de Hércules” (hoy llamado el Estrecho de Las “Columnas de Hércules” o Estrecho de Gibraltar. 1705. @ The Gibraltar) y sin olvidar que Mallorca se Hebrew University of Jerusalem encontró siempre en el centro de los circuitos y rutas fenicia y posteriormente cartaginense y púnica como bien recogen multitud de cartas de navegación.

Ruinas de la antigua ciudad romana de Pollentia. Alcúdia. Mallorca © 2008

El anciano chueta no quiso que se hiciera burla sobre una cuestión tan importante como la presencia de sus antepasados nazarenos en la isla, tal vez por eso dejó pasar el tiempo, para que la historia de la vida, la auténtica que no admite interpretaciones ni intereses, fuera colocando las cosas en su sitio. Así lo hemos entendido durante años 17

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las familias que junto a él conformamos aquella sencilla “iglesia pobre” en recuerdo de la “sinagoga pobre” que Jesús de Nazaret dejó como legado a su familia, a sus apóstoles y a sus más cercanos amigos allá en su Galilea natal.

Con el paso de las semanas y la cercanía de la muerte, el espíritu se agudiza y las palabras empiezan a cobrar un sentido más profundo, más místico y posiblemente con una dosis de esoterismo de sencilla comprensión. Cayetano nunca fue una persona de palabras rimbombantes o de planteamientos esotéricos, ni tan siquiera de enseñanzas e ideas místicas complejas; su capacidad de oratoria siempre estuvo marcada por ejemplos sencillos y prácticos, al estilo de sus antepasados, con parábolas. Era fácil ser “alumno” suyo, lo difícil era no serlo y esa era su mayor lucha como persona ... y también la nuestra; aprender a ser locomotoras de tren y no simples vagones ideológicos, fundamentaba todo el mensaje humanístico y su trayectoria humana al servicio de este objetivo espiritual desde que iniciara a los 16 años, sus reuniones caseras en la calle San Miguel de Palma y en pro del mensaje crístico del sencillo jornalero de Nazaret, apoyado por su abuelo Onofre.

Aquel viernes de sabat, 16 de febrero de 2007, como hacía años, muchos de sus amigos acudimos a la reunión en su casa y sin saberlo, también a su despedida. El anciano se encontraba en cama, en Reunión del viernes 16 de febrero @ 2007 una pequeña habitación, escuchando débilmente la conversación y sintiendo a sus amigos que llenaron una vez más la pequeña casa compartida con su hermano 18

EL ÚLTIMO LEGADO

José Valls y donde realizó durante casi 30 años, aquellas reuniones caseras junto a su mujer Magdalena Moll. A partir de aquel momento las palabras quedaron mudas y el corazón de los que anduvimos con él durante todo este tiempo, empezó a gestar un sentimiento de orfandad colectivo que tuvo su mayor manifestación al día siguiente, cuando el anciano emigró de aquel débil cuerpo y nos dejó el sabor amargo de una despedida sin avisos y sin manifestaciones de consuelo.

Fue entonces cuando el legado de Cayetano Martí empezó a coger fuerza por si mismo y con el paso de las semanas sus palabras despertaron un inusitado interés para algunos de nosotros. Toda aquella manifestación del anciano con respecto al posible asentamiento nazareno en la isla y la claridad con la que aseveraba el lugar por donde sus antepasados se introdujeron haciendo historia, 19

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debía tener un sentido. Pollensa, el Calvario, el Puig de María, el ajenjo, el Apocalipsis, la familia de Jesús y en especial mención el desarrollo de gran parte de los acontecimientos del llamado Nuevo Testamento acaecidos en esa parte de la isla de Mallorca, se concentraba en aquellas últimas semanas, como si estuviéramos siendo testigos del renacimiento de la auténtica identidad espiritual con respecto al cristianismo.

Pero de entre todo aquel legado destacaba Juan, el hijo de Jesús, el personaje que acabaría eclosionando con su Apocalipsis los acontecimientos desarrollados en esta isla, y el que dejaría una estela de recuerdos difíciles de asegurar pero imposibles de olvidar para quienes heredaron la memoria de su legado.

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LOS OJOS DEL ESPÍRITU

LOS OJOS DEL ESPÍRITU Y fue así como empecé a investigar primero desde el corazón y la razón aquellos datos, para más tarde introducirme en la verdadera mística del buscador de la verdad, la que proporciona el Cristo a todo ser viviente, la de los ojos del espíritu.

“...cuelga la tierra sobre la nada” Job 26-7. © 2008

Aquella vieja visión del profeta Job en la Torá me obsesionaba: “Extiende el aquilón sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada”. ¿cómo podía el profeta ver la redondez de la tierra 3.000 años antes de la era espacial? ¿Y qué aparatos usó para ello?. Fueron intensas las conversaciones que tuve con el anciano Cayetano, tanto en grupo como en privado sobre este y otros pasajes de la Biblia donde también Jesús hablaba abiertamente de sus visiones y experiencias místicas. Pero en ninguna de nuestras conversaciones se dio jamás pié a un enfoque religioso sobre los temas, sino más bien una visión universalista, profundamente íntima; la experiencia del astral, las posibilidades que ofrece el mundo de los sueños y en especial la auto-identidad crística que permite orientar los 21

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actos de la vida hacia campos difíciles de explicar con palabras, eran el lenguaje habitual que usamos. Sólo elevándome por encima de las circunstancias podría ser capaz de sentir, comprender y ver la realidad que me presentaban estos dos profetas del espíritu. Y estaba dispuesto a no perder este tren.

“Cuelga la tierra sobre la nada....”, ¡qué maravillosa visión de la realidad de nuestro planeta a través de los ojos del espíritu!. ¿Será esto parte del legado que nuestro querido amigo Cayetano nos quiso revelar antes de morir?. Cuántas veces me había introducido en el conocido Google Earth para experimentar el vuelo libre de la imaginación, o para navegar entre los infinitos espacios y constelaciones que nos ofrece en imágenes este navegador digital.

Aquel día volví a introducirme en el navegador con la obsesión de descubrir un mundo nuevo, un detalle, una similitud, un paralelismo entre lo que había acaecido en Israel con el rabí Jesús de Nazaret y lo que estaba a punto de descubrir que pudiera haber acontecido en esta isla del Mediterráneo. En ese momento fue cuando ví con claridad que dos mundos paralelos estaban a punto de aparecer ante mis ojos y que sólo era cuestión de tiempo e insistencia descubrirlos.

Durante varios meses recorrí virtualmente la zona de Pollensa (Mallorca) y Nazaret de Galilea (Israel), su situación, zona geográfica, la altura de sus montañas, las distancias poblacionales, su condicionamiento histórico, la influencia romana, su crecimiento y expansión, su realidad virtual y física, etc., todo aquello que pudiera dar sentido a una presencia real de familiares o apóstoles en aquella zona, y todo aquello que me hiciera sentir cuales fueron sus miedos, sus condicionantes, sus tristezas y alegrías, su influencia espiritual, su visión de futuro... y sus recuerdos. Y es que el ser 22

LOS OJOS DEL ESPÍRITU

humano, al no tener alas, debe usar su capacidad de imaginación para viajar por todos los rincones y lugares deseados, y debe dejar que la mente busque ordenadamente por la emoción, por el deseo, por la intuición y por la inspiración cuantas cosas le ordena el espíritu constatar para su crecimiento.

Término municipal de Pollensa © Google Earth

Con casi 17.000 habitantes, Pollensa es un pueblo de Mallorca situado al norte de su Sierra de Tramontana, y al final de una ladera montañosa que se extiende como un brazo en dirección al mar; en esa ladera descansa en pendiente la parte más alta del pueblo, que baja hasta la planicie acompañando en su descenso a un pequeño monte de 123 metros de altura llamado El Calvario. Bordeado por el pedregoso Torrent de Sant Jordi nacido en las montañas de Mortix y que desemboca en la Bahía de Pollensa, el pueblo nació como núcleo urbano en el siglo XIII, no así la historia de la comarca que se 23

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remonta a la época de las villas de trabajo romana, que se extendían en el siglo I aC. por todo el valle controlado por la ciudad romana de Pollentia.

Frente al pueblo, a casi 500 m. de distancia, se levanta majestuoso y solitario un monte de unos 333 metros de altura sobre el nivel del mar, cuya cumbre es vigilada por una ermita del siglo XVI conocida popularmente como Puig de María.

Pero la historia del núcleo poblacional de Pollensa es extensa, no sólo por haber sido enclave romano de vital importancia en Mallorca –recordemos la declaración por parte de Roma de “magnífica la ciudad talayótica de Bocchoris”, actualmente “Pedret de Bóquer”, supuestamente de origen egipcio, o la larga y pedregosa calzada que atravesaba la isla hasta llegar a la ciudad romana de Palma, sino porque en la zona comarcal pollensina existen registros históricos de otros núcleos étnicos de vital importancia anteriores a la presencia romana, como los fenicios, pueblo-cuna del hebreo antiguo o amorreo y fundadores teóricos de la población baleárica. Lo histórico es que tanto los fenicios como los israelitas, así como otros pueblos semitas de 24

LOS OJOS DEL ESPÍRITU

Oriente Próximo, eran conocedores de la honda y que también usaban militarmente, aunque su presencia en el Mediterráneo occidental fuera única y exclusivamente comercial hasta la llegada de la era púnica.

La comercialización y mezcolanza tribal es la que sugiere la teoría del nacimiento de los famosos honderos baleáricos, tribus semitas de Oriente, que “Honderos balearicos”. junto a los autóctonos de la isla, Ilustración de Angus McBride desarrollaron en un momento de la historia y en el aislamiento, una portentosa habilidad con la honda, herramienta que ya conocían y que potenciaron usándola tanto para la supervivencia como para la negociación, hecho que fue recogido en parte por el mismo historiador romano Plínio, expresando la teoría que para él la honda “era una invención fenicia y que la destreza de los baleáricos era un legado de ellos”.

Tras dos años de asedio a la isla y viendo Roma como los honderos lograban hundir sus naves tirando simples proyectiles de piedra a las líneas de flotación de sus magníficos barcos, tomaron en serio la destreza de los honderos baleáricos, logrando entrar en Mallorca solo cuando protegieron sus naves con cueros; de esta manera consiguieron reducir a los honderos, y obligándoles a incorporarse en sus milicias pusieron fin a las guerras púnicas, hecho que enriqueció sus estrategias militares y ayudó a implantar más control sobre las viejas culturas orientales. Un ejemplo de ello se puede leer en el Antiguo Testamento, en las cartas de Judas Macabeo 25

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(II aC) cuando éste, pidiendo ayuda a Roma para librarse de la opresión síria, les expresaba su admiración por la creciente fama del imperio romano, describiendo sus conquistas en la Hispania diciendo: “... lo que habían hecho en España, para apoderarse de las minas de plata y oro que hay allí”. I Macabeos, 8.

Esta mezcolanza semita fue característica por todo el Mediterráneo en la edad del Hierro y España era respetada por ser un lugar cargado de simbología, donde se mezclaban las deidades de diferentes culturas; un lugar situado entre el mundo conocido y controlado por los imperios orientales y el mundo mitológico cuya puerta a lo desconocido era sustentada por las Columnas de Hércules. En esa circunstancia la Hispania romana apareció como un lugar deseado por el imperio que no tardó en explorar, pero también como un lugar de castigo y destierro con un bagaje histórico de épocas y culturas orientales de corte semita difícil de olvidar por los nativos y que les fue acompañando hasta bien entrado el medievo.

Por primera vez, en el siglo X dC. (en la época del médico y diplomático judío Hasda'i Ben Saprút), una fuerte tradición oral en España circuló entre algunas comunidades judías de cierto nivel cultural de la península; muchas fueron las familias que intentaron defender de manera oral la tradición de ser descendientes de las deportadas tribus de Israel en tiempos de Nabucodonosor, o sea de las tribus de Judá y de Leví. Pero dicha tradición no fue atendida y acabó transformándose en leyenda con el paso de los siglos, dejando un espacio oscuro en la historia del medievo español, que de haber sido analizada y estudiada, hubiera aportado una interesante luz sobre el momento exacto de la entrada de las diferentes tribus judías en la Sepharad de la época babilónica.

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LOS OJOS DEL ESPÍRITU

Visión profética de Abdías sobre Jerusalén. Libro de Abdías

No obstante la posibilidad que los hebreos llegados a Mallorca descendieran de la tribu de Judá y Leví no resulta tan descabellada, si tenemos en cuenta que ya en tiempos de Abdías (IV aC.) España y Baleares se encontraban dentro de las rutas de navegación fenicias, siendo Sefarad nombrada por el profeta como “tierra de cautivos de Jerusalén”, cuando dice: “No te habías de haber alegrado de los hijos de Judá en el día que se perdieron, ni habías de ensanchar tu boca en el día de la angustia”. Abdías, 20.

Dentro de los pocos datos que se desprenden de este hecho histórico y que podrían dar veracidad a los exilios de judíos producidos por los babilónicos y en concreto por Nabucodonosor 27

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II, se encuentra la historia de los honderos mallorquines y su trayectoria fenicia y hebrea. Si es cierto que la aparición casual de los hebreos formando, junto a fenicios, la población de Mallorca, es una teoría más, fundamentada en los pocos datos existentes, de igual modo podría ser teoría válida el hecho de que estas deportaciones judías a la Sepharad descrita por Abdías, tuvieran como lugar de exilio preferente Mallorca, por razones obviamente de confluencia geográfica, un enclave isleño de asentamientos semitas del que históricamente poco se sabe, salvo que su larga tradición y presencia se pierde en la era de los tiempos sin que nadie misteriosamente se haya aventurado a certificar su procedencia. Aún así, la simbología que desprende la cultura de los honderos de Mallorca nos hace pensar que dichos acontecimientos humanos pudieron tener lugar en esta isla en tiempos remotos.

Ni que decir tiene que para la población mallorquina, recordar las gestas de sus antepasados los honderos, es recordar de manera paralela las gestas realizadas por el rey David, algo que se convierte de por sí en un guiño de conexión entre ambos pueblos con posibilidades históricas también paralelas. Y este hecho podría ayudar a comprender cómo fue posible que un pueblo semita como los hebreos tuvieran, con el paso de los siglos, tanta presencia e influencia histórica en Mallorca, sabiendo que no eran un pueblo colonizador (como fueron los fenicios, los púnicos, los romanos, los árabes y especialmente el catolicismo, cuya historia refleja la herencia de la influencia de todas estas culturas), sino más bien tribus adaptables a las circunstancias de cada lugar y con características integradoras, salvo en determinadas excepciones.

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EN BUSCA DE PARALELISMOS

EN BUSCA DE PARALELISMOS Continuando con la descripción de la zona, la primera impresión del valle de Pollensa visto a través del Google Earth es como haber encontrado una isla en forma de ojo ovalado en medio de un lago de vegetación y sobre ella una gran ceja montañosa; una imagen curiosa que despierta rubor al sentirse observado por algo vivo que desconoces y que te devuelve la mirada. Cierto es que este tipo de visiones geológicas se repiten a lo largo y ancho de nuestro planeta, a través de formas que resultan, sino espectaculares, si curiosas para quienes observan la naturaleza pasivamente a través de objetivos u otras técnicas de retención de imágenes, pero también a través de la investigación científica cuyos estudios en la materia han producido en estas últimas décadas, numerosos tratados basados en la similitudes geológicas de diferentes puntos de la tierra.

Pollensa y Puig de María a vista de pájaro © Google Earth

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DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

Son innumerables los trabajos que podemos encontrar colgados en la red y que tienen como denominador común la búsqueda de paralelismos geográficos entre distintos lugares del mundo, ya sea para comprender el proceso de los cambios climáticos que han transformado la corteza terrestre y su posible efecto en el futuro, o ya sea para dar información a las empresas de explotación petrolífera y mineral con el fin de continuar expoliando el hábitat natural, hecho que está produciendo una irrecuperable desorientación a los seres vivos que los pueblan, sin contar el cerco económico brutal con el que van sometiendo las multinacionales a los débiles gobiernos títeres, ricos en materias primas pero incapaces de impedir que sus ciudadanos puedan escapar de las consecuencias de la especulación y la barbarie.

En este caso, la observancia del pequeño trozo de isla que aparecía delante de mi pantalla, tenía unos objetivos muy claros y concretos; se trataba de conjugar información oral, observación, análisis histórico y sobre todo una gran dosis de intuición; y precisamente era la intuición la que me decía que iba por buen camino, consciente de la parte crística y al mismo tiempo crítica del legado profético de mi anciano amigo Cayetano, y que continuamente sobrevolaba mi pensamiento a modo de preguntas: ¿qué debieron sentir aquellos apóstoles, seguidores y familiares de Jesús al encontrarse en aquel lugar?, ¿era aquel valle un lugar extraño para ellos o ya lo conocían a través de la tradición oral de sus antepasados?, ¿transmitió Jesús a su familia y amigos alguna clave, sueño, pensamiento, profecía, camino o consejo como para salir de Galilea y llegar a las Islas Baleares cercanas al “fin del mundo” conocido, en caso de que algo le ocurriera?, ¿fue Juan, su hijo, el verdadero transmisor del legado y guía espiritual de aquel arriesgado viaje? ¿qué tenía de entrañable la parte de la isla de Mallorca llamada Pollensa con respecto al lugar 30

EN BUSCA DE PARALELISMOS

donde nacieron, vivieron y murieron Jesús y parte de su familia? ¿fue el asentamiento nazareno de Pollentia una casualidad histórica? y sobre todo ¿qué paralelismos existen entre las zonas geográficas de la antigua ciudad romana de Mallorca y la Galilea colindante a Nazaret?.

Galilea y Mallorca, dos lugares controlados por Roma, si bien se ejercía dicho control de forma diferente. Mallorca no era en aquella época un lugar de resistencia como lo era Galilea, donde la represión romana estaba a punto de llegar a su máximo clímax dictatorial, con la destrucción del templo de Salomón y la expulsión de los hebreos de Israel. La “isla del ocio y la indolencia” –como fue descrita Mallorca por Consencio en el siglo IV–, tuvo sus épocas de paz y precisamente la época de entrada de esclavos a la misma –entre ellos los hebreos– se caracterizaba por la ausencia de conflictos.

Roma controlaba el Mediterráneo occidental y una de sus mayores fuentes de riqueza era precisamente Hispania y sus islas; imposible era no estar sujeto a dicho control y el éxito de la huida de los conflictos, consistía simplemente en poderse asentar en un lugar ausente de guerras y persecuciones, donde los objetivos del imperio dominante fueran otros diferentes al control, al dominio, al abuso y al sometimiento cultural y espiritual de los seres humanos, como había estado aconteciendo en Israel en manos de los caprichosos gobernadores romanos antes y después de la muerte de Jesús de Nazaret.

Desde que en el siclo I aC., el crecimiento romano en la isla se disparara, no eran pocas las infraestructuras que el imperio desarrolló para asegurar su comercio y su influencia como puerto mercantil.

Pollentia fue creciendo y expandiendo su capacidad comercial hasta 31

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entrado el siglo II dC, ampliando cada vez más sus explotaciones agrícolas por la zona, en especial la vinícola. Se establecieron multitud de villas sustentadas por esclavos llegados a la isla como mercancía de trabajo, centros agrícolas gestionados en muchas ocasiones por los propios libertos, que podían curiosamente ser también hebreos que habían alcanzado su libertad, y en cuyo mando se encontraban en ocasiones amigos o familiares, a los que obligaban a realizar las diferentes tareas laborales que en las villas se les imponían.

Plano de ruta de la canalización de Ternelles a la antigua ciudad romana de Pollentia. @ Javier Aramburu-Zabala

Sin embargo el dinamismo social de la ciudad de Pollentia marcaba otros ritmos ajenos a los que se producían en las villas agrícolas, sobre todo en los latifundios. La necesidad de sustentar 32

EN BUSCA DE PARALELISMOS

aquella considerable y creciente metrópoli, hizo que las obras de ingeniería pasaran por la edificación de diferentes construcciones de índole y servicios diversos y en algunos casos espectaculares: teatros, saunas, fuentes, torres, canalizaciones, calles, pórticos, puentes y costosas calzadas de piedra de conexión viaria que vertebraban la isla, conectando la ciudad de Pollentia con otros puntos neurálgicos de la isla en pleno desarrollo, –como por ejemplo Palma–, se hicieron patentes; sin olvidar el respetable acueducto escalonado de varios kilómetros que, como una larga serpiente permitía que el agua de la cordillera de Ternelles se deslizara suavemente por sus laderas montañosas hasta introducirse en el Valle de Son March a lomos de una acequia tapada situada sobre arcos de medio punto. Se cree que este acueducto llegó a elevarse en momentos con arquería a una considerable altura, permitiendo que el agua llegara con fuerza a la ciudad de Pollentia, bajando en pendiente desde la ladera montañosa del llamado Puig de María, con el fin de alimentar con su caudal, una considerable cisterna terminal que abastecía la red de canalización de agua de la ciudad.

Teatro romano de Pollentia. Alcúdia. Mallorca @ 2008

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DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

Esta mega-construcción romana ha sido una de las polémicas obras de ingeniería con las que se ha teorizado, a raíz de los escasos restos encontrados, no obstante arqueólogos y estudiosos en el tema certifican su existencia por las escasas pero evidentes pruebas obtenidas en las investigaciones de restos todavía visibles, como las realizadas por el experto geólogo J. A. Encinas Sánchez en su época de dibujante. Dicho estudio de investigación y diseño de esta supuesta obra de ingeniería romana realizado para el Colegio de Ingenieros y Arquitectos de Baleares, consistió en un seguimiento gráfico de cálculo milimétrico el cual, basándose en los restos de acequias supervivientes, su inclinación, puntos de asentamiento de pilares del acueducto, desniveles, orografía del terreno y posibles arquerías realizadas necesarias para la construcción, etc. constituiría una fuente importantísima de datos técnicos indispensable para asentar las bases de su confirmación y una información interesante a tener en cuenta sobre la actividad de la zona.

Acequia árabe sobre el trazado romano que cruza el Torrent de Sant Jordi. Pollensa. Mallorca. @ 2008

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EN BUSCA DE PARALELISMOS

La mano de obra empleada para ese crecimiento urbanístico, indudablemente debió estar condicionada a la cantidad de esclavos importados por Roma, y que marcaría también su existencia y futuro en la isla. Pero lo que es indudable es que el pueblo semita de Israel, en especial los galileos (de notable rebeldía para Roma) formaron parte de ese número de esclavos deportados, galileos que fueron reclutados por la fuerza de un imperio y que no hizo distinción entre la diversidad de los habitantes, entre ellos los nazarenos, fueran o no familiares y amigos de Jesús.

Y ese hecho era lo que más me estimulaba la curiosidad, y a pesar de toda la información teórica que surgía, yo continuaba repitiéndome las mismas preguntas como si un extraño golpeara la puerta de mi cerebro, ¿qué vínculo, o paralelismo desprendía este lugar como para emparejarlo con el hogar que dejaron los primeros nazarenos llegados a Mallorca desde Galilea?, ¿qué secreto esconde esta pequeña y aislada población de Mallorca solo destacable en la actualidad por su privilegiada situación geográfica y turística?.

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DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

UN DÍA ESPECIAL Continuando con la intuición, me encontré situado sobre el mirador final del pequeño monte del Calvario de Pollensa; en esta ocasión ya no me encontraba sobrevolando la zona virtualmente frente a la pantalla de mi ordenador a través del Google Earth, sino respirando la suave brisa marina llegada de la costa que, junto a la recta e imponente escalinata que sube la ladera hasta llegar a la ermita, inundaba de emoción todos los sentidos de mi cuerpo, predispuesto como estaba a percibir cualquier rescoldo de sensación mística. Era un día semi-nublado que no presagiaba lluvia, y fui acompañado por dos amigas, María Gilda e Inma, expectantes también de descifrar algún misterio en torno al legado oral de Cayetano.

Valle de Pollensa mirando a Formentor. Mallorca @ 2008

Cierto es que todo lo que actualmente constituye el pueblo de Pollensa no es de la época romana y por tanto difícilmente puede dejar un rastro arqueológico que avale una presencia histórica de la época, salvo el pequeño puente romano que desde el mirador del Calvario se observaba con claridad y que atraviesa el Torrent de Sant Jordi, y a un centenar de metros, otro torrente, el de Ternelles 36

UN DÍA ESPECIAL

–dentro de la Vall de Son March–, donde todavía se puede ver parte del acequia que se supone fue reconstruida en época árabe sobre el trazado del antiguo acueducto romano, y que suministraba agua a la ciudad de Pollentia. No obstante, queríamos conservar cierta magia de aquel paseo, como recuerdo y como oración a nuestro querido amigo Cayetano.

Visión de la montaña Puig de María desde la ermita del Monte Calvario. Pollensa. Mallorca @ 2008

La visita a la pequeña ermita situada al final del Calvario no despertó en mi grandes emociones, tal vez porque venía predispuesto, con datos que avalaban una total inexistencia de presencia humana sobre aquel monte en época romana, o tal vez porque la historia posterior del mismo, reflejaba otro tipo de datos vinculados a órdenes religiosas impuestas a la fuerza en su pequeña cima siglos más tarde por el catolicismo en el 1200, como el Puig del Temple, bajo el control y dominio de la Orden de los Templarios, y que pasó más tarde a manos de la Orden de los 37

DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Sin embargo la subida al monte me ofreció la oportunidad de elevarme de manera real sobre aquel terreno, para oler su paisaje, visualizar –casi con ojo de pez– todo lo que el panorama ofrecía y sobre todo para sentir la sensación de formar parte de un momento de historia de hace casi dos mil años. La visión que desde aquel pequeño monte se tiene de los valles es de casi 360º y no tiene precio alguno, en especial la del monte que se levanta imponente frente al pueblo, apuntando al cielo como una enorme cúpula de observación astronómica.

Vista general del valle de Pollensa. Mallorca @ 2008

Y precisamente esa parte de cielo del monte del Puig de María es la que empezó a cubrirse de oscuras y relampagueantes nubes, augurando sus lejanos truenos una tormenta impredecible. Aunque esta meteorología es más propicia en la zona pollensina que en el resto de la isla, la realidad es que dichos fenómenos siempre imponen y resultan espectaculares, y más si te sorprenden en momentos de total indefensión.

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UN DÍA ESPECIAL

Con la esperanza de que la tormenta siguiera un ciclo lento, decidimos cumplir nuestro objetivo; visitar el único resto arqueológico romano visible en la zona; el pequeño puente romano.

Así que bajamos apresurados los innumerables y pedregosos escalones de la escalinata del Calvario para coger el coche que nos condujera hasta aquel pequeño puente, y al llegar enseguida nos metimos en el torrente de Sant Jordi con el fin de poder sacar algunas instantáneas y unos minutos de película.

De repente empezó a caer una intensa lluvia acompañada de granizo de considerable tamaño que nos obligó a refugiarnos dentro del coche; a partir de aquel momento una sensación de presencia nos envolvió y el recuerdo y consejos de nuestro querido amigo Cayetano se hicieron más patentes, así como sus últimos comentarios relacionados con este pueblo. El silencio se hizo presente dentro del coche y sólo el fuerte sonido de la lluvia y el golpear del granizo sobre la chapa del coche lo disimularon.

Puente romano de Pollensa. Mallorca @ 2008

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Pero aquella escena, difícil de olvidar, no fue suficiente para mi, ya que observar a través del cristal del parabrisas el acontecimiento, era como mirar a través de la pantalla de mi ordenador un hecho trascendente de manera pasiva, sin formar parte de lo que estaba pasando, a lo que me negaba rotundamente; así que saliendo del coche en plena tormenta y cámara en mano, me refugié junto a un grueso tronco de algarrobo situado en la orilla del torrente, donde bajo sus tupidas ramas cargadas de hojas continué filmando aquel escaso pero intenso momento.

Ni que decir tiene que a los diez minutos de tormenta, todo acabó y el cielo se despejó volviéndose de un azul intenso, como si nada hubiera ocurrido; sólo el torrente cobró una sorprendente vida y sonido, recogiendo el caudal de agua encauzada, cuyo movimiento daba a entender lo rápido que fluyen y se disipan los momentos de magia que produce la actividad natural del planeta.

Tanto aquellos instantes como los que desde hacía meses estaba experimentando con mi madre en un periplo de larga hospitalización, son los que me hicieron dar valor a la trascendencia que puede tener la simbología en muchos seres humanos, aunque a nivel personal todo dependa de la sensibilidad del individuo y de la importancia que dé a las cosas pequeñas que ocurren a su alrededor, donde una simple gota de agua le puede despertar multitud de sensaciones, o resultarle indiferente una espectacular tormenta.

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UN DÍA ESPECIAL

Y bajo aquella intensa lluvia es cuando me dí cuenta de lo que estaba a punto de descubrir; que la relación de unión de una persona con un ser querido fallecido o a punto de fallecer, puede tener multitud de lecturas externas cara a los demás, sin embargo ninguna de esas lecturas podría jamás suplantar la experiencia profunda de quien siente y vive ese hecho de unión, ya que esa experiencia trasciende a toda filosofía o creencia que se tenga. Lo que deseaba sentir junto a las piedras y montañas de Pollensa lo acabé sintiendo meses después cuando Lucía, en una pequeña y fría sala del Hospital de la Cruz Roja, sacando fuerzas de flaqueza después de la muerte de su padre Cayetano, me acompañó a la verificación del fallecimiento de mi madre en la madrugada del 13 de diciembre de 2007. Aquel día descubrí que el sentimiento de trascendencia sobre la muerte se basa en el amor y en el respeto a la memoria de los seres queridos que se han ido y que guardamos cerca de nosotros, en nuestro corazón.

Esta experiencia es la que me hace estar seguro que la magia de aquella tormenta de Pollensa radicaba en el deseo de una conversación que quería volver a tener con mi querido amigo Cayetano, desde que su cuerpo abandonara este mundo, como así he deseado tener también con mi madre desde que murió. No son pocas las veces que recuerdo momentos similares, ya fuere cuando me sentaba en un destartalado balancín frente a ella en los días de lluvia, escuchando las gotas de agua pegando en el cristal de la pequeña terraza y las historias que me contaba de otra época ó aquellas en las que me encontraba presente cuando en vida y sentados en el pequeño “búnker” del balcón de su casa, Cayetano repetía a su mujer Magdalena, que “el tiempo iba a cambiar”, porque lo estaba notando en los huesos y en su artrosis de pies y manos.

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Tormenta sobre el camino al Pont romá de Pollensa. Mallorca © 2008

La humedad de la isla nunca les fue bien tanto a mi madre como a Cayetano y su mujer Magdalena, que con creces la padecieron, no así la lluvia que esperaban impacientes como un signo de cambio para sus ya delicados cuerpos, agradeciendo su llegada con palabras que recordaban a la de los segadores hebreos cuando en el último día del año, en la milenaria fiesta de las Cabañas, agradecían al innombrable Dios la llegada de estas preciadas gotas y la importancia que éstas tenían para sus vidas, sus cosechas y la supervivencia del pueblo de sus antepasados.

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH Con más fuerza continué mi investigación retomando el virtual mundo del Google Earth. Deseaba desplazarme con más rapidez y soltura, pero sobre todo desentumecer los músculos de mi cerebro; y nuevas ideas vinieron a mi mente basadas en las palabras de este legado. Nuestro querido amigo dejó caer la idea que aquellos descendientes galileos “no se sintieron extraños de vivir y trabajar en aquel lugar” y algo debió de infundir esa familiaridad.

Tal vez el ambiente, tal vez un detalle, un cierto trato humano, una escena familiar, el clima húmedo del cercano mar, o incluso las propias montañas; cualquier hecho podía ser importante para determinar el significado profundo del lugar para aquella gente y me obsesionaba descifrar su sentido.

Vista general de la ciudad de Nazaret. @ Google Earth

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Así que me desplacé virtualmente hasta Nazaret y comencé a recorrer el paisaje galileo de igual modo que hice con la zona pollensina, buscando en su historia y en su geografía detalles paralelos que, de existir debían estar delante de mis ojos y de mi pantalla de ordenador.

Me fue imposible identificar la actual ciudad de Nazaret con la pequeña aldea que debió ser en su día, pues había formado en mi mente una idea sencilla de su condición geográfica, de su población y aislamiento y sobre todo de su familiaridad. Como es históricamente sabido, esa era la realidad no sólo de Nazaret sino de toda la comarca galilea de hace dos mil años; multitud de aldeas cercanas a pequeños pueblos interconectados por numerosos caminos, que en el mejor de los casos solo las mulas, ajustadas con su carga de víveres y cosechas, podían recorrer con cierta soltura.

El pueblo de Nazaret de Galilea sobre 1840 @ Google Earth

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

Los más de 60.000 habitantes nazarenos de la actual ciudad, superan en creces a las dos o tres docenas de aldeanos agrícolas existentes en época de Jesús de Nazaret que constituyeron sólo un reducido núcleo casi exclusivamente familiar, situado sobre la ladera de aquella meseta y a unos centenares de metros de altitud; una singularidad fácil de interpretar que fue absorbida con el paso de los siglos por la absurda complejidad de los acontecimientos religiosos.

En la actualidad, Nazaret refleja un crecimiento urbanístico sin parangón que la ha convertido en la ciudad árabe más densa dentro del territorio de Israel, y de la sencilla singularidad de supervivencia que caracterizó a esta aldea tribal, sólo quedan los actuales conflictos, la historia pasada y los múltiples restos arqueológicos existentes, como los descubiertos en la cueva de Qafzeh donde los arqueólogos han podido determinar la aparición hace 100.000 años de los primeros homínidos primitivos, los Homo sapiens, precursores del primer paso del hombre moderno en Oriente.

Sin duda no era lo que yo buscaba, de hecho la montaña más emblemática de la zona, el Har Tabor, situado sobre la planicie de Esdrelón en el distrito septentrional de HaZafon en Galilea, se encontraba a casi 7 kilómetros al noreste de Nazaret en línea recta, al final de una pequeña sierra de montes bajos y a primera vista, todo me hacía indicar (por la considerable distancia) que pocos eran los paralelismos que iba a encontrar entre estas dos zonas de Mallorca y Galilea; sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, mi observación se agudizó y empezaron a salir pequeños detalles que me indicaban la forma de enfocar la búsqueda.

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El primer impacto fue descubrir a dos montañas similares, el Puig de María y el Monte Tabor, que juntas compartían peculiaridades significativas: monte bajo de altura similar, (diferenciadas tan sólo por unas decenas de metros), situación de aislamiento con respecto a los demás montes, acceso de subida por el lado noroeste en ambos casos, orografía ovalada de parecida simetría, etc., todo ello sin contar la similar y nórtica situación geográfica en sus regiones de origen.

Fue en ese momento cuando ví con claridad que había iniciado un proceso irreversible de búsqueda que me llevaría a ampliar el campo de observación a toda la zona; pero algo me indicaba que los paralelismos se encontraban cercanos, sobre todo entre aquellas montañas y que todo era cuestión de observar, así que continué investigando en los días sucesivos.

Un sudor frío pero de extremada sensación de calidez mística se apoderó de mi. Sentí encontrarme en una situación privilegiada, en unos momentos que no deseaba despreciar sino compartir, a pesar de no sentirme muy animado ideológicamente por mis queridos amigos de iglesia pobre.

Para la opinión general era una locura, un absurdo, una pérdida de tiempo y de esfuerzo pensar que acciones tan banales como perseguir montañas y valles, podrían ayudar a despejar incógnitas, a sentir la presencia de algo sublime y que esto ayudara a hacer crecer nuestro pequeño y humano espíritu; pero, ¿cuántas son las cosas banales que están llenando espacios vacíos de nuestra limitada vida y mente humana?. Así que me sobrepuse de la falta de apoyos morales de mis amigos y continué buscando entre las inquietudes.

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

Monte Puig de María visto desde la sierra del Calvario. Al fondo a la izquierda la Bahía de Pollensa.

Mallorca @ Google Earth

Monte Tabor visto desde la Sierra de Har Devora. Al fondo a la izquierda lago Tiberiades.

Israel @ Google Earth

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En los días siguientes extendí mi observación a las montañas colindantes al Calvario y el Monte Tabor, transportando mi imaginación a estos lugares y suplantando virtualmente mi personalidad por la de quienes en su día vivieron en aquel entorno y bajo una realidad cotidiana casi olvidada. Me era necesario saber si en época romana, los esclavos y jornaleros que trabajaban en las villas de la comarca de Pollentia, tenían al actual monte llamado Puig de María como un lugar especial donde subir para contemplar la riqueza natural del valle y la Sierra de Tramontana y poder expandir su zarandeado espíritu, como así ocurría con los asentamientos hebreos de la planicie de Esdralón, cuyo Monte Tabor era para ellos un altar natural, un lugar accesible a través de un estrecho camino empedrado que les conducía a lo alto del monte y en cuya cima realizaban el rito ancestral de iluminar la llanura de Yezrael con la luz de multitud de hogueras que en las noches más oscuras de final y principio de cada mes hebreo encendían.

Observando el Tabor desde todos los ángulos imaginables, con acceso gratuito desde el Google Earth, y siguiendo los mismos parámetros usados que en la observación del monte de Pollensa, aparecieron como resultado imágenes de extraordinaria similitud.

Desde el Jebel Qafzeh (Montaña del salto) pasando por el Parque Allon, hasta el monte Har Kesullot y de este al Har Devora cuyo descenso acaba fundiéndose nuevamente en el planicie de Esdrelón, la visión del Tabor resultaba significativamente mágica y de resaltado simbolismo, no era de extrañar que en la falda de “el monte de los montes” (o Jebel et Tur para los árabes) donde hoy se extiende el pueblo Daberath (antiguamente Zabulón), antaño se asentaran los hebreos de la tribu de Zabulón y posteriormente los de Leví, estos últimos asignados por reparto como descendientes levitas de la tribu de Merari.

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

Sierra de Pollensa y el monte Puig de María a vista de pájaro. Pollensa. Mallorca @ Google Earth

Sierra de Har Devora y Monte Tabor a vista de pájaro. Galilea. Israel @ Google Earth

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Fue extraordinario constatar el parecido geográfico de aquellas dos zonas situadas alrededor de dos montes de similar orografía. Si bien dentro del terreno las distancias constituyen elementos difíciles de apreciar, desde la visión aérea no hay lugar a dudas que la pequeña cordillera que desciende desde la montaña del Tomir hasta el valle de Pollensa y que acaba en las faldas del Puig de María es similar a la pequeña cordillera que va recorriendo la meseta de Nazaret, los montes de Har Kesullot y Har Devora hasta acabar también en un valle o planicie, la de Esdrelón, donde se alza al final en solitario el majestuoso Monte Tabor.

La visión en paralelo de estas dos partes de la geografía mallorquina e israelí resulta sorprendente en la actualidad, tal vez porque la mano del hombre a acondicionado grandes espacios vírgenes para su uso, trazando perfiles de cemento y construcción donde en otra época sólo era puro espacio virgen, exceptuando las zonas de cultivo de la planicie de Esdrelón y del valle de Pollensa que poca variación han sufrido en cuanto a su estado natural por el continuado ejercicio de la explotación agrícola.

Sin embargo la necesidad de visualizar las mismas zonas hace 2000 años en época de dominio romano, me llevó a simular la desaparición de algunas poblaciones inexistentes en aquel tiempo, cuya acción sobre las laderas montañosas es notable, por el efecto de deforestación y transformación del propio perfil de las mismas.

La exagerada incursión del pueblo de Pollensa en la ladera del llamado monte Calvario no permite ver el descenso y suave fusión natural con el pequeño monte final de apenas 100 metros de altura en cuyas faldas descansa el actual y alejado cementerio de Pollensa.

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

Zona de Pollensa sin poblaci贸n y reforestada virtualmente. Mallorca @ Google Earth

Sierra de Har Devora reforestada virtualmente. Galilea. Israel @ Google Earth

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Este corte urbanístico radical que antaño no existía, nos hubiera permitido comprobar la extensión real del brazo montañoso donde descansa el Calvario y su auténtica expansión forestal, sin duda conectada estrechamente a través de los pequeños montículos existentes en la zona del cementerio. Rellenando de bosque el vacío poblacional y forestando las actuales zonas finales de ambas cordilleras claramente visibles desde el Google Earth en cuanto a su antigua apariencia, y dando un ligero giro de 43º a la derecha a toda la zona pollensina, nos encontramos con una imagen de paralelismo extraordinario, sólo visible a vista de pájaro y que impone un cierto respeto y consideración.

No podía creer que tantas coincidencias geográficas pudieran darse en una espacio tan reducido de Mallorca como era Pollensa, en comparación a la extensión de terreno que estaba investigando en torno a Nazaret y Monte Tabor, sin embargo a medida que iba profundizando en aquellas zonas, más sentido cobraba la intención de mi investigación. Las posibilidades de encontrar más paralelismos ya se había convertido para mi en una obsesión que deseaba se ampliara a otros espacios, e incluso a toda la isla, una pretensión absurda arrastrada por la emoción del momento. Me preguntaba si solamente Pollensa se convirtió en el supuesto hogar de aquellas familias galileas unidas por las circunstancias, o si toda la isla estaba siendo asumida –para ellos– como el lugar ideal donde comenzar una nueva vida, una tierra prometida por alguien cuyo recuerdo tenían a flor de piel y que también, a las puertas de su muerte anunciada, se atrevió a dejarles como legado, no sólo la visión profética de una tragedia social futura (destrucción del templo), sino también la visión profética de un lugar donde descansar de su inminente huida y cuya similitud con el hogar que abandonarían les 52

NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

proporcionaría de nuevo la confianza en sí mismos y la fuerza para vivir el mensaje de justicia por el que luchar en el futuro.

Así que amplié nuevamente mi campo de observación a toda la isla con la intención de encontrar algo más que estimulara mis sentidos y en esto que pensé que Mallorca en su conjunto, como lo fue toda Galilea, pudo haberse convertido en el hábitat natural de movimiento de aquella gente, hasta el punto de considerar ésta –la isla más oriental de Sefarad– en el lugar espiritual de encuentro con una identidad de forzado abandono, la nueva Jerusalén descrita por el ya anciano Juan en su Apocalipsis –como quien describe con pluma certera los rincones de un espacio aislado de donde no se quiere ni se puede salir–, una isla de medidas simbólicas que acabará arropando los mejores años del cristianismo originario en el anonimato de la vida sencilla, el trabajo y la defensa de la justicia social, ejes fundamentales de la prédica del carpintero Jesús de Nazaret, su familia y sus amigos obreros.

Dispuesto a sorprenderme de lo que podría descubrir observando más allá del valle de Pollensa, y teniendo como objetivo la frontera natural de la isla mallorquina y su costa, nuevamente la magia del Google Earth me situó sobre dos visiones idénticas, la del Puig de María visto desde el pequeño monte el Calvario, teniendo como fondo y a su izquierda la bahía de Pollensa, y la del Monte Tabor visto desde el extremo norte de la ladera del Har Devora teniendo el Mar de Galilea también al fondo y a su lado izquierdo.

Durante los días sucesivos un cierto temor me hizo meditar sobre aquella investigación. Tenía bien claro que el legado de mi amigo chueta Cayetano Martí no era una elucubración mística ni una fantasía oral.

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Monte Puig de María. Pollensa. Mallorca @ Google Earth

Monte Tabor. Galilea. Israel @ Google Earth

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NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH

El hecho de que los historiadores nunca desmintieran la posibilidad que en Mallorca se asentaran células cristianas de origen semita en época romana, se debía a que esas células, ya fueren individuos, familias o grupos, etc., caminaban integrados como comunidad israelita, pueblo cuya presencia en la isla era evidente que se remontaba a épocas anteriores a Roma. Cualquier hecho sociológico vinculado a los israelitas, inclusive la presencia de familiares y seguidores de Jesús de Nazaret en Mallorca, podía ser posible, dado su origen.

Un largo historial de sufrimiento y dolor causado por la iglesia católica y su inquisición a los descendientes de aquellas familias israelitas de la isla, verificaba el odio ancestral de los dirigentes de esta organización hacia el pueblo hebreo, posiblemente motivado por el soterrado miedo a que descendientes de aquellas familias, guiándose por la intensas y profundas enseñanzas del rabí de los pobres y de su tradición oral, evidenciaran con pruebas fehacientes una clara usurpación espiritual, cultural e ideológica con respecto al cristianismo. Mi meditación estaba fundada sobre hechos certeros y empecé a comprender que cualquier cosa podría pasar en adelante si sacara a la luz los datos de mi investigación, o eso pensé yo.

Mil preguntas y sospechas volvieron a mi mente sobre este tema, a cual más intrigante y atrevida; ¿qué importancia política y religiosa tendría el descubrimiento de un nuevo lugar originario con respecto al cristianismo?, ¿que consecuencias religiosas produciría admitir la supervivencia oral del cristianismo originario en Mallorca?, ¿permitiría el mossad de Israel y los sicarios de Roma que surgiera cualquier propuesta socio-espiritual que atentara a sus soterrados acuerdos e intereses?, ¿qué consecuencias traería el reconocimiento 55

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de un nuevo lugar de asentamiento cristiano protagonizado por los personajes más emblemáticos del llamado Nuevo Testamento?, ¿reconocería el Vaticano la ocultación de datos con respecto a la historia del cristianismo en las Islas Baleares, o seguiría practicando la política de silencio con la complicidad que ello supone?, ¿qué envergadura mediática tendría la existencia actual de familiares de Jesús de Nazaret en la isla mediterránea de Mallorca y qué consecuencias sociales se derivarían de tal reconocimiento?, ¿se convertiría Mallorca en uno de los ejes principales de pensamiento cristiano primitivo?, ¿qué pasaría con los descendientes del cristianismo autóctono de la isla?, ¿que papel puede jugar la red en la expansión de este legado?, etc.

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UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

Vista de la Bahía de Pollensa desde la ermita del Puig de María. Mallorca @ 2008

De nuevo volví a Pollensa, en esta ocasión para meditar en paz, sin presiones ni emociones contenidas y en la soledad que proporciona la altura de las montañas. Alquilé una habitación en el Puig de María con el fin de apaciguar durante el fin de semana, aquellos pensamientos y temores tal vez infundados y que habían frenado de golpe mi latente inquietud. Aquella tarde subiendo la montaña, la dediqué a sentir y observar el paisaje, más que a pensar y lucubrar sobre el legado de mi querido amigo; pero lo cierto es que era difícil desconectar de aquellas palabras e ideas que ya habían cogido cuerpo en mi mente.

Cámara en mano fotografié y filmé todo lo que mis ojos veían hasta bien entrada la noche, obligándome a dormir de cansancio y a levantarme temprano para continuar fotografiando y filmando aquel 57

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extraordinario paisaje. Sin embargo aquella intención no surgió efecto; nuevamente me encontré hablando sobre el tema con la gente e investigando posibilidades históricas acaecidas en Pollensa que me aportaran más luz sobre lo descubierto. Me paseé por las ruinas de Pollentia y su Museo Monográfico dedicado a los restos arqueológicos de la antigua ciudad romana, e incluso entré en contacto, gracias a su sobrina, con el interesante espeleólogo J. A. Encinas con el que compartí unas horas de conversación acerca de la historia Vista panorámica desde una de las habitaciones del la ermita del Puig de pollensina y sus investigaciones en el María. Pollensa © 2008 campo de la espeleología. Sin duda fue una fin de semana rico en emociones que me hicieron coger nuevamente confianza en mi mismo, aunque no lo suficiente como para continuar con mi línea de investigación.

Una llamada telefónica a una amiga con el fin de compartir las conversaciones mantenidas dentro del museo de arqueología y en especial con el espeleólogo sevillano sobre el cristianismo originario y la presencia de judíos en época romana, produjo una reacción inesperada que me estimuló nuevamente para continuar con mi investigación y posterior publicación de este legado. Fue precisamente en el regreso a Palma desde Pollensa, cuando al hacer parada en la estación de Inca, –el pueblo de nacimiento de mi querido amigo Cayetano–, una joven a la que nunca había visto, antes de bajar del autocar se dirigió a mi diciendo: “He escuchado lo que hablabas sobre Pollentia y los primeros cristianos y me pareció muy 58

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interesante lo que estabas explicando”. Fue tal mi sorpresa que no tuve ni tiempo ni palabras para reaccionar salvo un “me alegra tu opinión”, ya que la joven salió deprisa del autocar con una sonrisa en los labios, desapareciendo de repente de mi campo de visión. La media hora restante hasta llegar a Palma la pasé meditando profundamente sobre aquel hecho, hasta que comprendí que la respuesta de la joven era precisamente lo que estaba esperando, una opinión popular que me indicara cual importante sería para mucha gente el legado de mi amigo; sin embargo no dejé de pensar que lo más sentido en aquel momento fue una cierta presencia de mi amigo el yesero en la respuesta de aquella joven, un pensamiento producido por el discurso espiritual que siempre escuché, junto a los amigos de iglesia pobre, y que caracterizaba en vida al anciano; palabras basadas en la enseñanza sencilla a través de los actos y hechos cotidianos de la vida, discurso del cual me alimenté durante casi 30 años hasta llegar a sensibilizarme de la importancia que tiene cada minuto de nuestra corta existencia en este planeta.

Cayetano Martí y José Mendez © Valencia, Julio 1983

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Aquella misma noche volví a introducirme en el Google Earth con el claro propósito de recuperar el tiempo perdido. Más de dos meses habían pasado desde mi última visita virtual, así que empecé a refrescar toda la información acumulada y a situarme una vez más sobre las dos zonas en cuestión, intentando globalizar todos los detalles encontrados de manera un tanto anárquica. Eran terrenos bastante amplios y llenos de multitud de lugares importantes a tener en cuenta, en especial Galilea, una región llena de colinas, con una extensión de 4.000 kilómetros cuadrados aproximadamente y una encrucijada de aldeas y caminos situados entre los montes y planicies mediterráneas y los desiertos del este regados por el Jordán, río de 360 km. de largo que antaño unía con fluidez el Tiberiades con el Mar Muerto.

Las fronteras de Israel han variado mucho desde su restablecimiento como estado en 1947 por la ONU, y aunque las 60

Mapa de las fronteras de Palestina del año 1944, antes del restablecimiento de Israel en 1947 y sus variaciones fronterizas

UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

propuestas hebreas presentadas y rechazadas en su principio se han consolidado a base de años de conflictos con las naciones colindantes como Egipto, Siria, Líbano y Jordania, todavía se está a la espera de cerrar acuerdos que establezcan la frontera definitiva de este pequeño país con el pueblo palestino y por tanto la geografía de esta región y en su conjunto como nación. A la pregunta ¿qué importancia tiene el proceso de definición geográfica de Israel y concretamente de Galilea para el trabajo de paralelismos que estaba investigando? la respuesta es simple; mucha.

Delimitaciones fronterizas de Israel entre 1947 y 1967. © Martin Gilbert

Actualmente el perfil de Galilea se configura distinto al que tenía en 1947 con el inicio del nuevo Estado, y su proceso de cambios hasta 1967, antes que en “la guerra de los 6 días” se anexionaran los terrenos ocupados a Siria y en especial al Líbano los Altos del Golán; por tanto, la realidad nos indica que las fronteras actuales dibujan un perfil fronterizo cambiante hasta que los acuerdos con los países en conflicto dibujen el definitivo perfil fronterizo. Sin embargo la realización de este estudio 61

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parte desde las fronteras actuales, obviando las delimitaciones del proyecto judío que como nación aspirante presentó a la ONU antes de su reconocimiento, sin imaginarme el resultado que podría darme.

En cuanto a Mallorca, también hice el ejercicio de situarme sobre sus 3.625,75 km², extensión geográfica similar a la región de Galilea.

La isla está conformada por un terreno irregular y un perfil muy definido, desde que el primitivo mar de Tethys, hace 60 millones de años, fuera transformándose en el Mar Mediterráneo que hoy conocemos, gracias a la incursión del mar Atlántico a través de la rotura del estrecho de Gibraltar, cuya gigantesca abertura permitió que una espectacular catarata de agua atlántica configurara paulatinamente todo el perfil de costa e islas mediterráneas que hoy conocemos en la actualidad, incluidas las Baleares. Por tanto sus naturales fronteras limítrofes pudieran ser las mismas de hace miles de años, facilitándome realizar la comparación sin problema alguno.

Cierto es que la forma de la isla ha variado mucho sobre el papel a nivel histórico. La rica cartografía existente nos indica la visión clara que han tenido los navegantes sobre las islas que conforman el archipiélago balear en el curso de los siglos.

Sin embargo desde la época fenicia hasta la aparición del primer pergamino cartográfico reconocido sobre Mallorca perteneciente a Angelino Dulcet de 1339, el conocimiento de la isla continuaba siendo una cuestión de tradición oral y ciertamente así se conformaban los mapas en la antigüedad, como el realizado en 1154 por el famoso cartógrafo musulmán Al-Idrissi que redibujó desde su exilio y con gran añoranza, parte de la costa mediterránea 62

UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

vinculada a Sefarad (incluidas las Islas Baleares), lugar donde pasó su juventud estudiando en el ilustrado centro cultural del momento, Córdoba del Al Andalus, hasta que se instalara en Sicilia huyendo por motivos políticos y religiosos. Su obra "Nuzhat Al Muchtak Fi Ikhtirak Al Afak" (Pasatiempo de quien está poseído por el deseo de abrir horizontes), o “Libro de Roger”, expone claramente su visión Fragmento occidental de Europa de 1154 de la Tábula Rogeriana del cartógrafo musulmán Al-Idrisi, según una geográfica desde el contexto composición realizada por Konrad Miller. oral, abandonando por Dicho fracmento original fue elaborado con el norte hacia abajo, de ahi que la posición presentada no se ajuste a la primera vez los parámetros original de Al-Idrisi geométricos utilizados por las escuelas árabes; de ahí la desproporción exagerada de las distancias y tamaño de los terrenos reflejados, en aras de una fijación clara por la descripción de islas, rios, montañas y sobre todo situación de las poblaciones.

Pero ¿porqué ampliar la visión a un escenario tan complejo, si lo que buscaba yo eran puntos concretos de unas zonas muy específicas de Galilea y de Mallorca?, ¿qué me incitaba a investigar más allá de las simbólicas fronteras comarcales de Pollensa y Nazaret con su Monte Tabor?. No tardaría mucho en encontrar la respuesta.

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DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

Situé en el Google Eart las herramientas del perfil fronterizo para visualizar la línea de separación entre una nación y otra dentro de aquella aglomeración de países orientales, –ya que era de vital importancia para mi, conocer donde se encontraba la frontera actual de Israel– y cual fue mi sorpresa que al ampliar la zona de Galilea, ésta encabezaba su perfil un pronunciado saliente que se introducía en las faldas del Monte Hermón, muy cerca del nacimiento del río Jordán; un perfil muy curioso que me dio mucho que pensar con el saliente del suroeste de la isla de Mallorca, concretamente el de la comarca de Andratx y su isla Dragonera.

Vista aérea de Galilea, su perfil fronterizo y los Altos del Golán destacado en rojo. Israel @ Google Earth

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UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

Una emoción contenida me invadió por dentro al pensar que había encontrado más información de la que yo pensaba, un paralelismo sin igual que daría sentido a mi búsqueda espiritual de tal manera que cambiaría radicalmente mi visión teórica sobre la historia del cristianismo originario isleño por una experiencia vivencial inequívoca. Pensé que la semblanza de aquella parte de Israel llamada Galilea con la isla de Mallorca, podría obedecer a muchas cosas, entre ellas a un capricho de la naturaleza, como ocurre en muchas partes del mundo con semblanzas naturales similares, aunque yo me decantaba más en pensar en un hecho profético predeterminado que en una casualidad del destino.

Isla de Mallorca superpuesta sobre la región de Galilea. Las líneas roja y amarillas corresponden a las fronteras limítrofes del estado; las blancas corresponden a la frontera natural del Mediterráneo y la sierra del Karem El o Monte Carmelo hasta la colina de Har Megido aprox. @ Google Earth

Con el paso del tiempo me daría cuenta que sólo una fuerza crística podía inspirar a un ser humano a realizar tal búsqueda de 65

DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

semblanzas dentro del mundo físico y esa inquietud la estaba experimentando yo en ese momento, convencido como estoy que materia y espíritu se funden en el universalismo de la vida, la misma que te lleva, en su cruce de caminos, a campos abiertos donde el espíritu –que no tiene barreras ideológicas ni experiencias místicas establecidas–, experimenta la libertad de crecer y alimentarse de todo lo que se le pone a su alcance.

Un giro de -90º al mapa de Israel me colocó la zona de Galilea en posición de usarla como plantilla mientras situaba la isla de Mallorca en doble capa sobre ella. En ese momento la emoción contenida se convirtió –sin buscarlo– en lágrimas, cuando creándole a Mallorca una transparencia, pude contemplar algo que nadie hasta el día de hoy había podido imaginar, ¡la isla de Mallorca se perfilaba sobre la actual Galilea, coincidiendo casi en un 90% de su territorio!.

Una limitación formada por las fronteras de Siria y el Líbano y una clara demarcación del territorio de Cisjordania, unido a la perfilada línea montañosa del Karem El o Monte Carmelo que va desde el Puerto de Haifa hasta cerca de la colina de la antigua ciudad de Har Megido, me descubrían un semblante geográfico tan similar a Mallorca que no podía negar; aunque hice esfuerzos para contemplar aquel hecho desde diferentes puntos de vista, no había lugar a dudas, el paralelismo de estas dos regiones era más que evidente.

A partir de esta interpolación de imágenes comenzaron a surgir nuevos lugares de similar situación; un ejemplo fue la coincidencia en la situación en paralelo de los dos únicos lagos de Israel, el Genesaret de Galilea y el Mar Muerto, este último situado en la frontera de Cisjordania, entre Samaria y Judea, coincidentes con la única zona de lagos que tiene Mallorca al norte de la isla, dentro de 66

UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

su Sierra de Tramontana, también en paralelo, el Gorg Blau y el Pla de Cúber, lagos de vital importancia acuífera para el abastecimiento de su actual capital, Palma.

Lagos Gorg Blau y Pla de Cúber al Norte de Mallorca @ Google Earth

Lagos Tiberiades y Mar Muerto entre las regiones de Galilea y Cisjordania @ Google Earth

Aquel momento de exaltación, difícil de controlar y semejante a quien encuentra un oasis en medio de un desierto a punto quedarse sin fuerzas y sin aliento, debía comunicarlo y esa era mi preocupación real. Sentí que debía buscar por todos los medios la manera de poder expresar de forma clara y concisa el descubrimiento de estos detalles encontrados casi de forma casual..., o no tan casual.

Todo cuanto había investigado hasta el momento surgió paulatinamente e iba encauzándose de manera natural, por lo que, confiado en la importancia del momento, me fui dejando guiar por 67

DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

la intuición de mi espíritu y mis inquietudes sobre el legado de mi amigo el yesero, como el niño se deja guiar intuitivamente por aquellos a los que siente le protegen, sus padres.

Algo continuaba diciendo en mi interior que debía completar este puzle basado en piezas de recuerdos, sentimientos, pensamientos e ideas que durante casi dos mil años habían estado sobrevolando las Baleares, –las islas más orientales del Mediterráneo español–, transmitiéndose de manera oral de forma muy sencilla y desapercibida y esperando el mejor momento de su renacimiento como el ave fénix renace entre sus cenizas; en ese momento me di cuenta de la encrucijada espiritual de la historia más importante con la que estaba a punto de encontrarse el cristianismo organizado en estos dos mil años.

Sa Pobla

Nazerat

Inca

Pollensa

Enclaves poblaciones de similar situación de Galilea y Mallorca. @ Google Earth

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UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

Todas estas coincidencias que creía haber descubierto y que geográficamente rodeaban lo que antaño fuera la aldea de Nazaret, tenían su reflejo paralelo en Mallorca sobre puntos significativos de similar importancia para la primera época del cristianismo.

El trabajo de investigación casera basado en la curiosidad innata que despierta una inquietud, estaba a punto de concluir, cuando de repente me vino a la mente el recuerdo de una respuesta que en muchas ocasiones daba el yesero chueta al preguntársele sobre su origen, respuesta que de manera simpática se repetía: “Yo nací en Inca, la capital de España”. Era una anécdota curiosa que ayudaba a distender el inicio de una conversación cuando le entrevistaba algún medio de comunicación estando en vida, con el fin de romper la cierta excitación que la prensa suele provocar con su presencia.

Sin embargo el recuerdo oral de aquellas palabras me hizo ahondar en su contenido, hasta el punto de volver a contemplar el contorno de la isla y verificar, una vez más, que la situación céntrica de Nazaret también coincidía en aproximación con unos enclaves especiales, la ciudad de Inca, lugar de nacimiento de mi querido y apreciado amigo y Sa Pobla, el pueblo de su apreciado abuelo Onofre Valls.

Dichas poblaciones se encuentran curiosamente dentro de la zona de recorrido histórico de Jesús, entre Nazaret y el Jordán, algo que me indicaba que en esa zona mallorquina, actualmente muy poblada, se encontraban las mayores similitudes e información socio-espiritual vinculada a las primeras décadas de vida de los descendientes familiares de Jesús de Nazaret en Mallorca, y por tanto, lugar clave donde se desarrollaron gran parte de los acontecimientos acaecidos, algunos de ellos reflejados en el llamado 69

DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO

nuevo testamento, concretamente en los “Hechos de los Apóstoles” y como no, también en el propio Apocalipsis de Juan el apóstol, el hijo de Jesús.

Imagen en grabado de los caminos de Galilea @ Gymper

Inca, el pueblo del yesero Cayetano, es una de las pequeñas localidades del interior de la isla de Mallorca que se ganó el apelativo de ciudad solo hace poco más de 100 años. Se encuentra situada precisamente dentro del trazado histórico de la supuesta calzada romana que unía las antiguas metrópolis de Pollentia y de Palma, así como otros núcleos poblacionales como Binisalem, Consell, Santa María y en especial Sa Pobla, pueblo de profundas y antiguas raíces hebreas que en los paralelismos encontrados coincide perfectamente con la situación geográfica de la amplia zona de movimiento nazareno, cuna de los familiares de Jesús.

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UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

Este hecho me hacía pensar que el desplazamiento hacia el interior de los descendientes ribereños que antaño conformaron la comarca de la Pollentia romana, obligados por las posteriores incursiones bélicas de los primeros siglos, debió dejar, con el paso del tiempo, una estela de asentamientos humanos que se fueron consolidando como poblaciones, hasta producir núcleos sociales con idiosincrasia y diversificación genealógica propia, en donde los familiares descendientes de Israel, es más que evidente que acabaron dejando marcada su profunda huella social y espiritual en el camino.

Descarga de mercancía en la antigua Estación de Palma. @ AAFB

Esa era una interesante referencia sociológica que me incitaba a realizar algunas conjeturas con respecto a la tradición oral del yesero y el legado espiritual que nos dejó. Siguiendo el trazado de calzada romana de la antigua Pollentia, todo cobraba sentido cuando al recordar las palabras de mi anciano amigo, éste me contaba que su abuelo Onofre –por parte de madre– siendo joven, bajaba con un 71

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Caricatura de Joan March Ordinas, “en Verga”

carro cargado de patatas desde La Puebla, su pueblo natal, hasta la ciudad de Palma, junto a otros carreteros amigos como Juan March, comerciante de Santa Margarita, (denominado años más tarde “el pirata del Mediterráneo” por su afición al contrabando de todo tipo), los cuales, en aquella primera época, atravesaban prácticamente la isla de norte a sur con sus mercancías para venderlas a Palma.

Con familiares de Sa Puebla y habiendo nacido Cayetano en Inca, población muy cercana a la misma, todo hacía pensar que los orígenes ancestrales de mi querido amigo anduvieron vinculados a los núcleos poblacionales desplazados del norte de la isla, o sea, a la comarca de Pollensa, a diferencia del sur de la isla, comarca cuya fortaleza permitió que su núcleo poblacional resistiera en principio a las incursiones y al pirateo externo, convirtiéndose en la capital del imperio en Mallorca, con una importante y segura población en expansión, objetivo final de los más pobres.

Cierto es que las palabras del anciano yesero solo fueron una información puntual que respondió a momentos determinados entre conversaciones, sin embargo con el paso del tiempo, los datos anárquicos de esas conversaciones me han resultado ser de vital importancia para comprender como se desarrollaron las irregulares migraciones humanas en estos siglos oscuros de la historia de Mallorca, en especial las de aquellos que habiendo comenzado una nueva vida y tras asentarse en un lugar privilegiado de Mallorca como fue la comarca de Pollentia, fueron obligados a desplazarse por la isla al ritmo la guerra, el hambre, la miseria, la enfermedad y sobre todo las persecuciones e injusticia social.

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UN MOMENTO DE MEDITACIÓN

Gracias a la toponimia se ha podido rescatar uno de los pocos vestigios históricos verificados de presencia judía en época romana; precisamente la correspondiente a la existencia real de un “rafal” o explotación agrícola todavía en estudio denominado Judí, dentro del distrito romano de la costa pollensina, el mismo que se hace mención en el Llibre de Repartiment del siglo XIII. De igual modo se cita también la existencia de un pozo de época romana llamado “pou de Judí” en Sencelles, presumiblemente de la misma época.

Interior del “Llibre de Repartiment de Mallorca” del rey Jaime I. Su interior fue redactado por Pere de Sant Milió en 1232, escriba de Jaime I “el conquistador” y consta de 38 hojas de pergamino escritas en latín y árabe. Dicho pergamino fue expuesto en el Parlamento Balear por gentileza del Arxiu del Regne de Mallorca con motivo del 800 aniversario de la reconquista de Mallorca

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Los datos de los repartimientos de tierras y posesiones que se contrastan en tal ilustre pero polémico libro, y que son reflejo claro de los atropellos cometidos por el rey Jaime I bajo palio y bendiciones del catolicismo, me sirvieron para verificar una vez más que el legado oral que mi difunto amigo y chueta Cayetano Martí nos transmitió a cuantos caminamos junto a él durante varias décadas dando cuerpo a aquella sencilla iglesia o sinagoga pobre del rabí de Nazaret, llevaba intrínseca la base de la tradición oral de antaño, esa que ha proporcionado siempre a los historiadores los datos suficientes para elaborar las teorías de los acontecimientos de la historia, y que en el caso que me estaba ocupando se estaban convirtiendo en las claves de un hecho importantísimo.

Ciudad de Palma. Anónimo de mediados del siglo XVII, continuación del plano de Antonio Garau.

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EL AMARGOR DEL AJENJO

EL AMARGOR DEL AJENJO

“El mar de Galilea frente a las montañas de los Altos del Golán” © Historic views of the Holy Land. 1870

Pero un cierto sentimiento de amargura flotaba sutilmente en las palabras del legado de mi anciano amigo, unas palabras que me indicaban que aún quedaban cosas por descifrar y que formaban parte del lado oscuro de la historia de sus antepasados, un lado de dolor y sufrimiento que condicionó gran parte de su mensaje humanístico; un recuerdo, el de sus antepasados, difícil de borrar cuyas historias se fueron gestando por los caminos, montañas, valles y en especial las orillas de los mares que arroparon los desplazamientos de aquellas familias israelitas, antaño en busca de una eterna tierra prometida que estaba tardando demasiado en ser descubierta.

Curiosamente los últimos paralelismos descubiertos colocaban los lagos de la isla de Mallorca e Israel como elementos primordiales para verificar definitivamente la conexión espiritual de estos dos 75

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lugares del mundo, claves de la historia del cristianismo, y me sorprendí una vez más al contemplar cómo los pequeños detalles encajaban dentro de aquel legado como piezas indispensables de una maquinaria a punto de ponerse en marcha.

En la descripción de su legado, el anciano Cayetano mencionó una fuerte presencia en todos aquellos hechos del ajenjo, una planta leñosa Detalle herbolario de la planta del ajenjo o perenne, con intenso olor aromático Artemisia absinthium L. © Wikipedia.org y de fuerte sabor amargo al ser tomada en infusión. Como artemisia de la familia de las herbáceas, existen diversas variedades en Palestina cuya existencia fue reflejada en la Torá como símbolo de las vicisitudes del pueblo hebreo desde la esclavitud en Egipto hasta su diversificada expansión por todo el planeta. De ello que los escritores bíblicos aplicaran al ajenjo la oriental costumbre de simbolizar la mala suerte, la angustia y en definitiva toda clase de calamidades, seguramente por causa de su amarga naturaleza.

Sin embargo su uso medicinal ha quedado reflejado en la historia, desde que en el antiguo Egipto se consumiera como remedio por sus múltiples aplicaciones curativas. En el caso del pueblo hebreo, era frecuente que los “rofes”, (una clase de curadores o auxiliadores de Dios, similar a un médico-sacerdote), de manera altruista ayudaran a paliar los males del pueblo usando plantas medicinales; inciensos, mandrágora, láudano, canela, loto, mirto, ajenjo, gálbano, casia, 76

EL AMARGOR DEL AJENJO

eneldo, cilantro, romero, alazán, mejorana, etc. eran algunas de las plantas usadas en sus rituales sanadores.

Generalmente eran personas extranjeras de los lugares donde ejercían su servicio, pero conocedores de las costumbres y Ley judía, por lo que su actividad estaba muy ligada a las normas de higiene y respeto de las leyes de Moisés, la Torá. No obstante sus conocimientos sobre las plantas era tal, que en su rico repertorio de brebajes curativos se podían encontrar para diferentes curas, en especial uno que “La Bebedora de absenta”. Picaso.

El mal uso de la planta hizo estragos suministraban de manera muy asidua a los a finales del siglo XIX entre artistas y enfermos, en forma de “vino aromatizado bohemios de la época. hecho con hierbas medicinales amargas como el ajenjo”, y que era algo similar al vermouth; un tónico, febrífugo y antihelmíntico que en pequeñas dosis ayudaba a estimular los jugos intestinales y el apetito, así como a calmar serios dolores reumáticos, por lo que su aplicación resultaba muy popular entre los más pobres por su carga de dolencias.

Pero el ajenjo no era una planta más dentro de las conocidas herbáceas medicinales; su accesibilidad popular era tal que podía encontrarse fácilmente al lado de los caminos secos y áridos de Palestina, así como en las orillas del Jordán, el Tiberiades y el Mar Muerto, por lo que el uso y conocimiento por parte del pueblo, contradecían los augurios catastrofistas que atribuían los sacerdotes a esta planta, seguramente por causa de sus propiedades alucinógenas y de alteración de la conciencia, algo que, como dirigentes, no podían 77

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controlar ni permitir, siendo prácticamente imposible encontrar familias que no tuvieran ramas de ajenjo o cabezas de ajos preparados en sus alforjas en caso de tener que marchar a tierras desconocidas. De hecho una de las variedades del ajenjo, la artemisia vulgaris, más conocida como la “hierba de San Juan” –un hipérico usado en medicina como excelente antidepresivo– tuvo en la antigüedad diferentes y variadas aplicaciones en todo “Santa Ana, la Virgen, el Niño y San el mundo; desde repelente de insectos, Juan Bautista” de Leonardo da Vinci.

Imagen de la familiaridad entre Juan el hasta bálsamo para los pies de los soldados purificador y Jesús de Nazerat romanos, remedio contra el cansancio masticando sus hojas, e incluso los más pobres llegaron a usarla mezclándola con otras hierbas, como sustituto de tabaco.

“Artemisia vulgaris” más conocida como “Hierba de San Juan” © Wikipedia.org

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EL AMARGOR DEL AJENJO

Es el caso del ajenjo de la isla de Mallorca, extraordinariamente vinculado con Juan, el purificador del Jordán y primo de Jesús de Nazaret, el cual me incitó a pensar en los conocimientos del profeta del desierto en cuanto a hierbas medicinales, se puede encontrar diseminada esta artemisia por toda la isla, dando a entender que su presencia viene de épocas antiguas, posiblemente cultivada a conciencia en la isla por ese mismo motivo. Recordemos que Juan, el purificador del Jordán, “San Juan Bautista”. Galleria Doria Pamphili. fue un “rofe” para su pueblo, un Roma En la parte superior e inferior derecha se puede apreciar la presencia de la planta ajenjo profeta dedicado a sanar física y espiritualmente a cuantos se acercaban a él en busca de consuelo, incluyendo a su primo Jesús de Nazaret al que debió aleccionar de manera sencilla con el fin de hacerle más llevaderos sus propios dolores o enfermedades, y este a su vez traspasar los sencillos consejos a sus familiares, amigos y en especial a su hijo Juan, como era la costumbre desde hacía generaciones a través de la tradición oral.

Tengamos presente que fueron muchos siglos de bagaje por tierras extrañas y que junto al maná, las familias hebreas no olvidaron nunca ciertas costumbres adquiridas desde Egipto para la supervivencia, entre las que se encontraba el consumo de abséntias como fuentes de sanación. Y es curioso que la decapitación de Juan el purificador acabara siendo recordada, vinculada a esta planta bajo la leyenda: 79

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"… tras ser decapitado San Juan Bautista, varias gotas de su sangre cayeron al suelo e hicieron germinar esta planta: cada vez que estrujamos los pétalos de esta flor, surge un líquido rojo que es la sangre misma de San Juan, que posee grandes poderes mágicos y curativos."

El recuerdo de justicia social pregonado por el profeta del desierto y su predisposición humana en aliviar los males físicos y espirituales de los más débiles, los pobres, junto al conocimiento natural de las hierbas medicinales como el ajenjo, fue tan intenso en las gentes, que éstas guardaron durante siglos en la memoria y en la tradición oral muchos de estos consejos de uso práctico que siempre estuvieron en consonancia con las culturas florecientes como la romana y árabe por el conocimiento y uso conjunto que hicieron de las propiedades de esta hierba.

De ahí que la familia del carpintero, conociera bien esta planta por el uso en vida que hizo Jesús de la misma para curar en ocasiones las heridas de sus amigos y también para el uso propio, aliviando así las molestias de su crónica cojera. Pero lo que fue evidente para sus familiares es que el recuerdo de esta planta no lo constituía su áspero sabor, sino el amargor de saber que algunos miembros de su familia hicieron lo posible para que los soldados romanos se la ofrecieran estando en la cruz y a punto de morir, con el único fin de paliar su agonía y que él se negara, hecho que intensificó aún más su sufrimiento adelantando la muerte y que tanto sus hijos Juan y Judit, su mujer María de Magdala y sus amigos más allegados nunca olvidaron, transmitiendo dicho recuerdo a través de esta universal familia, generación tras generación tras llegar a Mallorca.

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“... Y como llegaron al lugar que se llama Gólgotha, el lugar de la Calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustando, no quiso beber”. Mateo 27, 34-35.

En las versiones actualizadas de las escrituras, como la realizada por los editores G. J. Wenham, D. A. Carson, J. A. Motyer y R. T. France aclaran la descripción del brebaje según las costumbres romanas de la época como de “vino mezclado con ajenjo”: “El Gólgota era un lugar donde se hacían ejecuciones con regularidad, ubicado de manera prominente justo fuera de la ciudad (probablemente donde se halla actualmente la Iglesia del Santo Sepulcro). Los soldados forman una parte importante de la escena ya que durante su turno de guardia ocurrió una confesión crucial en el v. 54. Se los ve, no como sádicos (el vino mezclado con ajenjo como narcótico, para aliviar el dolor), sino como observadores neutrales. Su acusación escrita daba la razón oficial para la muerte de Jesús, y era un alerta para otros líderes nacionalistas aspirantes.”

Libro Nuevo Comentario Bíblico, Siglo Veintiuno

Pedro Juliano Rabello, más conocido como “Petrus Hispanus” e hijo de un judío portugués.

Su obra “Tesoro de pobres” desarrolla terápias naturales a base de plantas medicinales como el ajenjo, a la que describe como “la madre de todas la hierbas” por sus excelentes propiedades curativas.

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La rica variedad del ajenjo o artemisia hace que esta herbácea medicinal se haya adaptado fácilmente en cualquier parte del mundo, siendo en Europa y concretamente en la edad media, cuando se le llegó a considerar “hierba santa” (Artemisia absinthium) e incluso a reconocerla por su historia y propiedades como la "madre de todas las hierbas" en la obra "Tesoro de los pobres" del lusitano Pedro Juliano Rabello, nacido en Lisboa en el siglo XIII y conocido como “Petrus Hispanus”, Pedro de España.

Tan variada presencia en la historia, evidencia que el ajenjo debió tener una influencia extraordinaria en la flora mediterránea y en Mallorca, ya fuere por plantación humana (recordemos los restos de cultura fenicia y egipcia en la isla, grandes conocedores de las propiedades de la misma) o ya fuere por la propia expansión polinizadora en el que están sujetas todas las costas del Mare Nostrum, no lo fue menos. Es lógico suponer que la verificación de la existencia de esta planta, en su variedad autóctona de Mallorca, así como otras de corte medicinal, debieron constituir para aquellos exiliados o esclavos israelitas de origen galileo, sobre todo los vinculados a la familia de Jesús, un necesario nexo común.

Vista general del Valle de Pollensa desde el mirador del Monte Calvario. Pollensa. Mallorca © 2008

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Actualmente se pueden encontrar registros de presencia de ajenjo autóctono diseminado en toda la isla, en especial en el norte de la Sierra de Tramontana; no así en la comarca de Pollensa, cuya concentración natural es la cineraria gris, senecio que evoca también la posibilidad de haber sido cultivado por tradición en una época determinada. Actualmente esa mayor concentración de cineraria gris, confundida a menudo con una artemisia, la podemos encontrar a 6 km. del pueblo, en la Cala de San Vicente, un pequeño puerto pesquero asentado en una antigua necrópolis prehistorica de cuevas funerarias denominada Alzineret, y con una gran variedad de plantas medicinales autóctonas de atractivo interés medicinal.

La cala esta formada por un conjunto de tres ensenadas de agua azulada y cristalina, cuyas playas son separadas por montículo rocosos plagados de vegetación marina, donde la cineraria y otras variedades autóctonas son fortalecidas dentro de los caminos torrentosos que desembocan a dichas calas. Sin duda un lugar suficientemente alejado y aislado de la antigua metrópoli de Pollentia, y que debió ser especialmente atractivo para los habitantes de las villas romanas esparcidas por el valle pollensí. Su paz y aislamiento evocan sin duda la visión de un pasado armonioso en cuanto a convivencia humana.

Imagen panorámica de la Cala San Vicente. Pollensa © 2008

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Pero la fuerte tradición del ajenjo o artemisia medicinal que dio nombre a la hierba de San Juan, denota que la memoria del profeta del Jordán y su praxis social fue algo más que un recuerdo cariñoso e inocente en el Caballeros de la Órden Hospitalaria de San Juan pueblo hebreo, sino que se convirtió de Jerusalem en una exigencia popular de tal calibre que acabó siendo protegida y en cierta manera potenciada por el poder, a raíz de los datos que evidencian la formación oficial de grupos identificados con esa praxis juanista, notoriamente extendida en Israel.

La existencia histórica de cofradías populares que se dedicaron, hasta entrado el medievo, al cuidado de los peregrinos, los enfermos y los más pobres de la población, así lo confirma, reflejando con ello la influencia de un mensaje crístico sin complejos.

Con la incursión de un extraño catolicismo romano en Israel, aquellas iniciativas humanas que defendían con la praxis los recuerdos ancestrales que fundamentaban el más primitivo de los humanismos proféticos predicados primero por Juan y luego por Jesús, se rompieron cuando, por la fuerza de las armas se suplantaron las sencillas cofradías por órdenes religiosas de estructura militar. Entre ellas la más famosa fue la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén (1048), que derivó siglos después en la orden militar de los Caballeros de Rodas (1309-1522) y en la Orden de Malta (1530-1798). Otras organizaciones religiosas como la Orden de los Templarios crecieron paralelamente bajo la protección del mismo papado, enriqueciéndose con la excusa de defender a los peregrinos llegados a la llamada Tierra Santa y a las cofradías y ordenes hospitalarias que los acogían.

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En 1259, Alejandro IV autoriza a la Orden de los Hospitalarios llevar en tiempos de paz el manto negro y en la guerra cotas rojas con la cruz blanca. En 1278 se establece definitivamente el uso obligatorio de la cruz blanca sobre fondo rojo. La curiosidad de este simbolo reside en la evolución que ha tenido siglos después con el organismo internacional de la Cruz Roja, dedicado de manera idéntica a los mismos menesteres que en inicio tuvo los Hospitalarios de San Juan de Jerusalem o sea, al cuidado de enfermos y peregrinos, hoy llamados inmigrantes. El que Henry Dunant, fundador de la Cruz Roja, ingresara en su época estudiantil en una misteriosa sociedad filantrópica, cuya misión era socorrer a los ancianos, enfermos y detenidos, hace pensar en la existencia de la Órden Hospitalaria y la influencia del Vaticano en la creación y control de esta institución de caracter humanitario.

En el caso de Mallorca y concretamente de Pollensa, la incursión de estas órdenes religiosas y militares tuvo una más que marcada incidencia por encima de toda la isla, precisamente por la enorme riqueza que suponía la comarca pollensina, en especial la de -Juz- de Bulânsa, a la que pertenecía el monte Calvario, distrito plagado de granjas agrícolas y alquerías que fueron enriquecidas por pequeños clanes o familias en época árabe, y sobre todo por las infraestructuras realizadas durante siglos que protegían y aseguraban con creces el regadío de toda la comarca y su gran riqueza agrícola.

Con la llegada de Jaime I en 1229, el expolio de la isla dio paso al reparto de la misma y con la ayuda de las diferentes órdenes como los Templarios, el Vaticano y los nobles que le acompañaron en la llamada “reconquista”, la masacre de sus gentes –mallorquines habitantes de la misma– estuvo asegurada, con tal de exterminar una cultura y religión diferente a la católica.

Se cuenta que el 31 de diciembre de 1229, fue el día más triste y sangriento de Mallorca tras la entrada del rey Jaime I en su capital Palma y la matanza de ciudadanos que supuso su triunfo. Según el cronista Bernat Des-clot, cincuenta mil fueron los muertos tras el asedio a Palma por los cruzados del conquistador, sin contar los que huyeron a las montañas para escapar de la carnicería; prácticamente 85

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todos los habitantes de la ciudad. No hay duda que lo de Palma fue “un asesinato colectivo” por motivos religiosos exigido (según Soldevilla, miembro de la Orden de San Juan de Jerusalén) por el propio obispo de Barcelona, y similar a la masacre de “Entrada de Jaime I en Palma por la puerta de Medina Myurka Beziers en Francia por en 1229”. Obra de Nisard Pere. Catedral-Museo Diocesano Simón de Monfort y la primera cruzada de Jerusalén dirigida por Godofredo de Buillon; un triste paralelismo entre estos hechos de la historia que nadie quiere recordar para no manchar de vergüenza los actuales nacionalismos exacerbados de los que hoy tan orgullosamente se abanderan, ocultando crónicas que describen, –como la producida en la Madyna Mayurqa en 1229– la implicación de estamentos tan sagradamente institucionalizados como el clero religioso: “Esta gran salvajada fue debida a que los guerreros cristianos eran azuzados por sus sacerdotes, que los volvían unos asesinos”, cuenta el cronista que describe lo acontecido.

El caso es que, después del “repartiment”, el naciente pueblo de Pollensa y su término municipal acabó en manos de diferentes terratenientes, entre los que se encontraban la Orden Templaria y el propio obispo de Mallorca. Ni que decir tiene que la obsesiva fijación de esta orden católica religioso-militar en acumular poder y bienes 86

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inmuebles a través de su turbulenta y cuestionada existencia, les llevó a tener el control de esta comarca, colocando al monte Calvario, –conocido en aquella época como el Puig del Temple– en su máximo símbolo de poder. Pero en 1314 la corona recuperó nuevamente su estatus sobre la comarca y despojó a los Templarios de aquellas posesiones, traspasándolas nuevamente a la antigua Órden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén que ya militarizados, continuaron la misma labor de ir cobrando abusivamente los impuestos a los pollensines, sobre unas tierras expoliadas.

El inciso histórico sobre la incursión de las ordenes religiosas del catolicismo en la comarca de Pollensa es importante tenerlo presente por una sencilla razón. Las ordenes religiosas medievales siempre tuvieron un doble acometido a causa de la formación de sus miembros (generalmente terratenientes y clérigos con ansias de poder): primero el enriquecimiento desmesurado del grupo de cuyas rentas vivían tanto el Vaticano de Roma como sus miembros; y segundo el control social y espiritual del pueblo los cuales se nutrían ideológicamente de las costumbres y tradiciones para asegurar su feudo, en especial de aquellas que tuvieran algo que ver con los recuerdos antiguos del cristianismo primitivo.

Es curioso que tanto los templarios como la orden de San Juan acabaran buscando en Pollensa un poder y un control que en Palma, siendo la capital de la isla y de la riqueza fácil del expolio de judíos y árabes, no hicieron con mucho interés. Tanto el emblemático monte Calvario, como la “almaria” o monte vigia llamado Puig de María fueron tratados minuciosamente por estas ordenes, intentando recabar una información que jamás pudieron alcanzar a comprender ni controlar; y he aquí su mayor fracaso como organizaciones.

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Pero el intento de secuestrar la memoria histórica de los ancestros mallorquines y en especial la de los pollensines, demuestra la importancia que tuvo para el Vaticano de Roma esta comarca, hasta el punto de enviar a sus grupos religiosos más esotéricos con ese doble fin. No obstante la impronta hebrea quedó evidente en multitud de lugares de la isla recordando los estrechos lazos que a sus gentes les unió con las tierras de Israel; apellidos, casas, calles, rituales religiosos, costumbres alimenticias y culturales, plantas medicinales, canciones, tradiciones, etc. así lo evidencian, sin contar la negra historia de persecución y muerte que se cierne sobre una religión que ha tratado de ocultar, por activa y por pasiva, las raices de un cristianismo israelita muy alejado de los postulados religiosos y del oficialismo.

Todavía hoy se pueden apreciar las huellas de la presencia judía en el Call de Palma © Google Earth

Imagen curiosa del cruce de caminos en Har Devora redibujando la estrella de Israel © Google Earth

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UN LEGADO QUE PERDURA EN EL TIEMPO

UN LEGADO QUE PERDURA EN EL TIEMPO

Casto Cantos, Cayetano Martí y José J. Méndez. Julio 1985 © Casto Cantos

No hay duda que esa memoria histórica perdida en el tiempo, la conformaba un pueblo compuesto de diferentes culturas y entre los que se encontraban los hebreos, grupo cohesionado que, como es lógico, se fue cerrando en presencia, tradiciones y costumbres a raíz de la tremenda persecución que en aquellos momentos empezaron a sufrir con la entrada de la Inquisición. Una persecución atroz que fue producida en gran parte, por la presencia real de un cristianismo israelita autóctono e intenso, alejado de las estructuras del poder religioso, de fuerte tradición popular y que sobrevivió a través de la tradición oral de padres a hijos hasta el día de hoy, algo que el Vaticano intentó arrancar de raiz sin conseguirlo.

Y es en ese cristianismo no organizado en el que me he apoyado para descubrir, analizar y presentar al mundo mis sencillas conjeturas, cargadas de una cierta dosis de imaginación, pero sin dudar por un instante de la veracidad y la sinceridad humana y 89

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espiritual de mi querido amigo, yesero y chueta llamado Cayetano Martí y de su extraordinario legado.

Desde que mis raíces alicantinas se empezaron a hundir en esta isla a la edad de 4 años, Mallorca ha ocupado un espacio crucial en mi corazón, y más aún cuando en el transcurrir de los años, mi juventud dejó paso a la madurez y a la formación de una familia propia, también con raíces autóctonas.

Salida de sol en la Bahía de Pollensa. Mallorca © 2008

Con ello quiero decir que la realización de este trabajo de investigación no se basa exclusivamente en las extraordinarias coincidencias, similitudes o paralelismos descubiertos tras los últimos consejos de un personaje querido y a punto de dejar este mundo, sino en algo más profundo que las palabras. Una soterrada magia 90

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impregna desde hace siglos Mallorca, esta tierra llamada “Isla de la Calma” por Santiago Rossinyol o “isla del ocio y la indolencia” como así la definió Consensio IV, tal vez porque la isla desprende multitud de historias silenciadas imposibles de escapar de sus fronteras por el aislamiento del exterior, historias de esperanzas y ocultación, de persecuciones y enfrentamientos, de conquistas y miserias, de olvidos y despedidas, etc., pero también de encuentros y de acontecimientos históricos, algunos de ellos todavía por descifrar y que podrían arrojar un poco más de luz sobre este maltrecho mundo o un cambio impredecible de aptitud en la propia humanidad.

Cuando me propuse reconstruir el legado espiritual de mi querido amigo y maestro Cayetano Martí, expuesto en este capítulo junto a la descripción de los paralelismos de Mallorca y Galilea, era consciente de que las experiencias que pudieron vivir en esta isla los primeros cristianos israelitas con su llegada a Pollentia, no dejarían indiferente a nadie por ser unos acontecimientos completamente aislados y de difícil constatación. Ante esta disyuntiva, la tradición oral se convirtió para mi en una importante fuente de trabajo e información, con el fin de poder dirigir directamente al corazón la esencia más importante que capté en vida de este personaje, su espíritu, su conciencia, su capacidad de razonamiento y su curiosidad innata por descubrir nuevas fronteras. Comprendí que lo importante era transmitir estos conocimientos que para mi han sido y son de una profundidad y veracidad inusitada, sin duda alejada de los parámetros oficiales de la educación y tradiciones institucionalizadas, pero no por ello menos importantes.

Y en esa esencia de transmisión oral, estoy seguro que se oculta una verdad universal; cierto es que la verdad esta sujeta a la profunda 91

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experiencia espiritual de todo individuo, y por tanto difícil de constatar al no estar sujeta al análisis y al control estructurado de la maquinaria política y religiosa de poder, pero también es cierto que la experiencia interna permite la libertad de reconstruir la importante parte de memoria histórica negada a los más pobres, a fin de cuentas protagonistas reales de la historia de la vida; y eso, que es importante, es también de justicia reconocerlo y exigirlo.

Para el fallecido René Allio, el “cineasta de los humildes” y especialista en el realismo de los sueños y deseos populares: “La memoria de las pobres gentes es una memoria fragil, más que la de los poderosos; la desigualdad continúa más allá de la muerte en la desigualdad de conservación del recuerdo”.

Sin embargo la inexactitud de la tradición oral a la hora de constatar fechas y datos hace que su credibilidad se ponga en tela de juicio para quienes hacen del estudio de la historia su caballo de batalla, olvidando que esta singular peculiaridad social de transmisión de datos y hechos, es la base de la que se han alimentado todas las ramas de la historia humana habidas y por haber.

En febrero de 1988, en un corto pero intenso curso realizado en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), y ante un nutrido auditorio, el profesor Philippe Joutard y autor de “Esas voces que nos llegan del pasado” expresó: “Todos los datos recogidos a través de la tradición oral son aprovechables, con ello quiero explicar que son tan fiables los datos 92

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escritos como las manifestaciones individuales y colectivas... Es cierto que la historia oral da realmente la palabra a los silenciosos de la historia. Toda historia, antes de ser escrita fue contada”.

Y recordando la trágica importancia que tuvo para la memoria colectiva de los isleños, la gripe padecida en Mallorca en 1918 (año de nacimiento de mi recordado amigo Cayetano) ante los medios de comunicación de la isla, una vez más dejó constancia de su defensa a ultranza de la tradición oral expresando: “La memoria colectiva en comunidades con tradición oral va ligada a las desgracias sociales. Puede producirse un hecho con una gran resonancia social y durante años aquella población recordará con facilidad los hechos; sin embargo, puede que se olviden de la destitución de un presidente de gobierno”.

Puente romano. Pollensa. Mallorca 2014

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A pesar de las particulares interpretaciones que cada cual hace de la vida y de sus avatares, un hecho esta claro; que los legados humanos perduran en el tiempo siendo puertas de entrada a una dimensión llena de información, sin duda desconocida para las instituciones ávidas de poder, pero abierta a todos y cada uno de los individuos del planeta capaces de luchar por mantener vivo el recuerdo de las emociones, la enseñanza y la libertad espiritual, y con el fin de recorrer los más intrínsecos caminos internos.

Y sólo así, sin violencia ni enfrentamientos humanos, es posible que se produzca la auténtica catarsis del pensamiento, hasta tal punto de ser posible que unas simples palabras, expresadas en el ocaso de la vida de un anciano, podrían cambiar el rumbo de la propia historia humana. Y si no demos tiempo al tiempo.

Y así como decía el rabí Jesús de Nazaret a los más pobres de este planeta y lo han comprendido y defendido en vida miles de seres humanos librepensadores como mi buen amigo Cayetano: “Ni el sabio Salomón pudo con toda su riqueza, vestirse como una simple y sencilla hierba del campo”.

No sería de extrañar que esta hierba vulgar y recordada con tanta frecuencia en las escrituras fuera el propio ajenjo, la misma planta que el apóstol Juan trató de conservar en memoria de su padre Jesús y que por los avatares del final de una vida, acabara describiéndola en un emocional texto, el Apocalipsis, escrito en lo alto de un cerro y escondido a la sombra de un acueducto romano, en una isla del Mediterráneo llamada Mallorca.

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Detalle ornamental de la torre de la ermita en la almaria o Puig de MarĂ­a bajo la mirada creciente de la luna.

Pollensa. Mallorca Š 2008

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SUMARIO

BAJO LOS EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN . . . . . . . . . . . . . . 7 EL ÚLTIMO LEGADO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 LOS OJOS DEL ESPÍRITU . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 EN BUSCA DE PARALELISMOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 UN DÍA ESPECIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 NAVEGANDO POR EL GOOGLE EARTH . . . . . . . . . . . . . 43 UN MOMENTO DE MEDITACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . 57 EL AMARGOR DEL AJENJO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 UN LEGADO QUE PERDURA EN EL TIEMPO . . . . . . . . . . . 89

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ESTE LIBRO SE INICIÓ EN MAYO DE 2007, SALIÓ PUBLICADO EN OCTUBRE DE 2014 Y FORMA PARTE DE LA COLECCIÓN

“DE UNA ISLA DEL MEDITERRÁNEO”.

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