Revista BODAS DE ORO IE 11028 by Jesús León

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Presentación En la historia de los pueblos, en las diferentes instituciones públicas y privadas, existen momentos y acontecimientos que marcan profundas huellas en el transcurso del tiempo. Por ello, celebrar los 50 años de vida institucional, Bodas de Oro, al servicio de la sociedad etenana, significa valorar aquellos actos trascendentales en que la Escuela Elemental de Varones Nº 2235 y la Escuela de Mujeres Nº 2218, ahora IE. Nº 11028 “Tnte. Cesar F. Pinglo Chunga” ha contribuido a la luz de la verdad, al progreso educativo y cultural de los hijos de Ciudad Eten y del Perú. A lo largo de todos estos años, su gran trayectoria se refleja por el aporte cultural, científico, social, político y deportivo de sus ex alumnos en el ámbito nacional e internacional, por los logros académicos, deportivos, artísticos y cívicos a nivel distrital, provincial y regional. Debemos celebrar los 50 años de nuestra Escuela por esa vida activa y notable, por esos aplausos y referencias de quienes hemos recibido y de los que están recibiendo en las aulas la formación que nos permitirá alcanzar de los que ahora somos y de los que en el futuro serán. En la presente revista se resume al máximo, el valor histórico de su vida institucional, ocurrido durante los 50 años de existencia, en donde los actores más activos los constituyen los niños y niñas, los docentes, personal administrativo, los padres de familia y nuestros ex alumnos. En nombre de la comunidad educativa de la IE. Nº 11028 (ex 2235) hacemos extensivos nuestra invitación y agradecimiento a todos nuestros ex alumnos y a la comunidad de Ciudad Eten para celebrar con gratitud y alegría sus BODAS DE ORO de nuestra escuela y juntos hacer de este año, un año de oro para todos. Lic. Juan F. Mendoza Torres Director

Créditos

Producción general: Germán Puican Zarpán Dirección y edición: Jesús León Ángeles Colaboraciones: Angel Torres Millones, Gilberto Liza Cumpa, Félix J. Nanfuñay Barrios. Apoyo logístico: Ex alumnos de la IE 11028 Diseño y diagramación: Oscar Flores Lejavo Impresión: D’art Publicidad

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Sueño de Oro Medio siglo de vida formando a personas es un privilegio y Ciudad Eten tiene la suerte de contar con una cincuentenaria Institución Educativa Ambiental que hoy goza de renombre a nivel nacional por la calidad de sus egresados y logros obtenidos. Esta escuela tiene sus antecedentes en la Escuela Elemental de Mujeres Nº 2218, fundada en el año 1946 y denominada así hasta 1956, cuando se fusiona con la Escuela Fiscal de Varones Nº 2235. Mediante Resolución Suprema Nº 079 del 22 de julio de 1958, el Concejo Distrital de Eten dona un terreno de 9,040 m2 a favor del Estado, ramo de Educación Pública, para que se construya el local de la Escuela Elemental de Varones Nº 2235. En ese entonces era alcalde el señor Manuel Villalobos Vega y la gestión la hizo el parlamentario Armando de la Flor Valle con apoyo del municipio etenano. Dicha construcción empieza en el año 1961 cuando era director el profesor César Torres Loayza. Hasta entonces, la Escuela 2235 funcionaba en la calle Huáscar. Hace exactamente 50 años, en 1962, se culmina la construcción de la escuela más moderna de la época y en el mes de mayo pasan al nuevo local los alumnos de la Escuela Nº 2235. La repentina muerte del profesor Torres Loayza hizo que interinamente se le encargara la dirección al profesor Félix Raúl Ramírez Soto hasta el nombramiento oficial del profesor Marco Aurelio Cubas Quijano. En 1965, ante un pedido especial del Centro Cultural de Eten, entonces presidido por Alejando E. Salazar, el Ministerio de Educación Pública emite la RM Nº 4008, designando con el nombre de “Teniente César F. Pinglo Chunga” a la entonces Escuela 2235. El 31 de marzo de 1971 mediante RM Nº 1108, se fusionan las escuelas 2235 y 2218 para recibir el nombre de Escuela Estatal de Menores Nº 11028 “Te-

Antiguo local en Húascar

Revista Bodas de Oro niente César F. Pinglo Chunga”. En 1978, las aulas se convierten en mixtas porque antes estudiaban varones y mujeres en aulas separadas. En el año 2000 se amplía el servicio educativo al Nivel Inicial. Actualmente la escuela tiene un área de 3,789.4 m2 registrada en la SUNARP. Existe en archivos una escritura de donación de terreno de 10000 m2 por parte de la Municipalidad de Ciudad Eten con RM Nº 211-95 del 24 de octubre de 1995, cuando era alcalde el profesor Rubén Ramos Chumioque, para que se construya un nuevo colegio 11028. Con la gestión de su actual director, Juan F. Mendoza Torres, este plantel evidencia y presenta mejoras en su infraestructura como cerco perimétrico, plataforma deportiva, cocina, aulas innovadoras, aula para Videoteca y Computación. De igual modo se brinda a las madres y padres de familia, los talleres de Industrias Alimentarias y Químicas y Escuela para Padres. Para los niños se ofrece el programa “Educadores de calidad” y dada su denominación de Escuela Ambiental, se impulsa en ellos y toda la familia del plantel, la defensa y cuidado de la naturaleza. Un remozado plantel se muestra desde el 24 de julio de 2011, inaugurado con la presencia del presidente regional de Lambayeque, Humberto Acuña Peralta, el congresista etenano Javier Velásquez Quesquén y el alcalde de Ciudad Eten, Alejandro Ñiquen Sandoval. Han pasado 50 años con galardones y egresados de éxito que van dejando huella y que siempre recuerdan con cariño a sus maestros, magníficos artífices de lo que hoy son. ¡Feliz Aniversario!

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Mi escuela de ayer y hoy Los recuerdos que dejaron la vivencias en la IE 11028 se traducen hoy en testimonios de ex alumnos que mantienen en su corazón ese amor hacia el centro que los vio crecer. En los siguientes artículos se refleja el sentir de hombres y mujeres que entre carpetas, cuadernos, aulas, recreos y mucho más, expresan su reconocimiento a una casa que este año cumple 50 años.

La maestra Julia Pereyra Por: Gilberto Liza Cumpa Allá por los años 67 llegó a enseñarnos una de las maestras a la que mi recuerdo no ha dejado de admirar por su alto sentido espiritual y de procurar la materialización de los principios y valores que en el aula nos enseñaba. Ella de tez blanca, de por lo menos 1.70 de altura, con una vocecita de ternura cuando los niños se portan bien y con rigor cuando tenía que hacerlo. De ella siempre me acuerdo cuando llegaba al aula portando su cartera, su fólder y con la otra mano dos bolsitas: una de galletas y otra de caramelos; todos nuestros compañeros se ponían de pie como símbolo del saludo y respeto a nuestra maestra, ella también nos saludaba y nos invitaba a sentarnos para tomar atención a la clase del día, pero lo qué más nos llamaba la atención era esas motivantes bolsitas de galletas y caramelos que siempre nos traía para generar la competencia entre nuestros compañeros de la promoción “Miguel Grau Seminario”. Ella escribía en la pizarra con una letra pulcra “Percentíl Ortográfico” y todos estaban a la expectativa de escribir bien sin borrones ni manchones y ni mucho menos equivocarnos en la escritura. Todos querían esas bolsitas de golosinas. También esas competencias solía hacerlas en las clases de matemática con las operaciones básicas. Cuando nuestra maestra revisaba cuadernos las primeras semanas del año escolar y veía que alguien sólo tenía anotaciones en algunas hojas --porque eran de padres precarios-- cogía un pabilo o una cintilla y se lo amaraba en uno de sus dedos, formando un sortija como señal del anillo solidario. Al día siguiente nuestra maestra, cariñosamente, le regalaba un cuaderno a nuestro compañero. Eran múltiples las acciones de valores y principios de nuestra maestra. Tanto nos habíamos acostumbrado con ella que al finalizar el año escolar la vimos llorar con ese sentimiento de segunda madre y despedirnos con estas palabras “De esta promoción saldrán los futuros profesionales y los futuros empresarios”; las lágrimas de nuestra maestra se le caían como si salieran de las entrañas, un dolor profundo pero a la vez mucha alegría al vaticinar el futuro de los profesionales que hoy somos. Ella fue Julia Mercedes Pereyra González, a la que muchos dirán madre-maestra por esa “vocación de servicio”, por ser maestra de la disciplina, maestra de la justicia, maestra de la puntualidad y maestra de los principios. A ella, que falleció el 01 de enero del año 2012 muchos la llevamos en el recuerdo y en cada uno de nuestros corazones, porque además de enseñarnos y educarnos nos formó como personas de bien desde la transición.

Después de un desfile escolar, Salomón Anaya y su plana directiva, en el parque principal.

Despedida a una docente querida, la profesora Blanca Burga de Benel (1970).

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Rocío Bay y muchos más Por: Felix Javier Nanfuñay Barrios Transcurría el año 1992, en nuestra gloriosa escuela primaria y como todos los días asistíamos a clases con la expectativa de aprender cosas nuevas y compartir con nuestros amigos los tan esperados recreos. Cursaba el quinto de primaria y compartía aula con grandes amigos que en la actualidad son grandes profesionales y personas correctas que llevan con orgullo los valores y enseñanzas de nuestros grandes maestros. Como no recordar entre ellos a quienes nos dieron toda su sabiduría y amor en cada lección diaria y a la vez reconocerlos, mencionarlos ya que son inolvidables por marcar nuestras vidas con su paciencia y carisma. Recordar y reconocer a los que ya no están con nosotros porque Dios los llamó para formar a sus ángeles con ese amor como lo hicieron con nosotros. Mencionar entre ellos a la profesora Rocío Bay Castro, quien con su carácter y carisma nos enseñó a ser luchadores en la vida, que los problemas, tristezas se resuelven con alegría y chispa que la caracterizaba, y hacia que todo lo difícil era fácil en la vida. También al profesor Hugo Saldaña Castro, deportista por naturaleza que con su bondad y paciencia nos trataba como verdaderos hijos. Reconocer también a los docentes Irma Chima, Elena Ramos, Jesús Nanfuñay, Cesar Contreras, Cesar Díaz, Cesar Cernaqué, Cesar Dávila, al entonces director Arquímedes Valderrama, al señor Manuel Castro y muy especialmente a mi padre Sinforiano Nanfuñay Mendoza que es mi ejemplo y orgullo. Hoy, mi padre

Tiempos aquellos Por: Ángel Torres Millones Al escribir estas líneas, evoco el tiempo y comprendo que de alguna manera Jorge Manrique, con una visión extraordinaria, acuñó esta frase para la inmortalidad “cualquier tiempo pasado fue mejor”. ¡Cuánta verdad! Mi primera escuela 2235estaba situada en la calle Huáscar. Era el año 1961 cuando yo tenía 6 años y me matricularon en primer grado, conjuntamente con mi hermano Alfredo. No hice transición pues con lo que aprendí donde la famosa e inolvidable “Chepita” fue más que suficiente para ir de frente a primaria. Sabíamos leer y escribir muy bien, sumar, restar, multiplicar y dividir. Mi primer director fue el profesor César Torres Loayza (Q.E.P.D), muy recto y muy dinámico. Garantizaba la disciplina. Al año siguiente, cuando nos trasladan a estrenar el colegio más moderno de la época, a los pocos días fallece nuestro director, lacerado por un paro cardíaco. Imposible olvidar a mi primera profesora, doña Ernestina Burga de Mondragón. Doy gracias a la vida por tener aquella dicha. Un honor realmente haber recibido sus enseñanzas, su carisma, su energía, su ejemplo y una vocación que la convirtió en un verdadero prototipo de esa bendita palabra “maestra”. Así fueron transcurriendo mis 5 años de primaria y tuve como profesoras a Bertha Venegas de Esqueche, Dagna Cumpa Gonzales y en quinto año a nuestra siempre querida y recordada profesora “Quena” María Eugenia Souza Saravia, muy joven ella, hermosa y bastante exigente. Como era siempre en aquellos años maravillosos, los profesores no eran malos. Era la época de la palmeta, de la varilla, los correazos y las jaladas de oreja

Plana docente haciendo un alto a sus labores (1993). es parte de estos 50 años de historia con sus 24 años de servicio apoyando y complementando en la formación de las distintas promociones egresadas. Recordar anécdotas vividas en nuestra escuela, son innumerables pero personalmente recuerdo una muy especial que marcó mi vida y que se dio en forma casual y graciosa. Fue la representación del Señor de Sipán que nos permitió dar muchos reconocimientos a nuestra escuela a nivel distrital, provincial y regional. Ser parte de la promoción 1993 es volver a recordar, seis años maravillosos de mi vida, de alegrías, travesuras, tristezas y de triunfos. Solo me queda dar gracias e todos esos maravillosos profesores que formaron las bases de de mi formación ética y moral para poder lograr hoy mis triunfos y metas que me propuse en la vida.

tan normales y todo por nuestro propio bien. Eternamente agradecidos estamos por ello. Se había heredado el antiguo lema “la letra entra con sangre”. Sin temor a equivocarme, doy fe que este acto nunca constituyó un abuso, sino por el contrario, fue un acto de amor y de gran responsabilidad. No recuerdo haber recibido alguno de estos castigos pues mis padres José Víctor y Petita nos tenían al breque. Trascurría el año 1965 y nuestra escuela se aprestaba a des- El uniforme antiguo, cuando pedir a su primera promoción aún era colegio 2235. Lo lleva completa, pues las anteriores puesto el alumno Alfredo Torres. se quedaban en tercero o cuarto y se iban a terminal al 228. Me permito sacar pecho porque justamente yo era uno de los 18 alumnos que egresamos hacia otros horizontes. El uniforme tipo comando, de dril color beige, corbata y cristina de la misma tela con rombo color azul, los galones de sutache color azul (uno por cada grado) y nuestra insignia en el brazo derecho. Los zapatos eran de color marrón. Al colegio nos mandaban con nuestro morral y con nuestra propina comprábamos alfeñiques a la finada “Cachufa” o por las tardes las encimadas o los mauromina que vendía el señor Barrios, papá de nuestro amigo Celedonio. Estudiábamos mañana y tarde de lunes a viernes y sábado hasta el mediodía. En aquella época no teníamos luz eléctrica, nos alumbrábamos con velitas, candiles o lámparas a kerosene. ¡Oh!, tiempos aquellos.

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Raúl Ramírez Soto

Los maestros no podemos fallar Llegó recién egresado de la Universidad Nacional de Educación “La Cantuta” y ante el repentino deceso del profesor César Torres Loayza, quien era director de la ex escuela 2235, Raúl Ramírez Soto asumió el cargo. Tras su paso por Eten ha servido a la educación lambayecana y peruana 35 años. El último cargo importante desempeñado fue el de Director Regional de Educación de la Ex Región Nor Oriental del Marañón. Diestro en el manejo de la décima y uno de nuestros máximos exponentes en poesía infantil, es también un lector apasionado, cultor de la amistad, las tradiciones, costumbres y expresiones de la cultura lambayecana. ¿Cómo llegó a Ciudad Eten? Llegué en mayo del año 62. Fue el primer trabajo que tuve, y me quedé algo así como un año y dos meses. El inspector de entonces era el señor Jibaja Palacios y me dijo para trabajar en Chiclayo. Así pude matricularme en la universidad para estudiar en la noche y se me dio por estudiar Derecho pero me di cuenta que no servía para eso. ¿Y en Eten cómo fue su experiencia? Trabajar en Eten fue una etapa muy linda y tengo un recuerdo precioso. Me dieron --hecho por Tello Marchena-- un diploma manuscrito por la gente que trabajó conmigo en ese tiempo. Recuerdo que me dieron un almuerzo de despedida en la casa de la señora Ernestina Burga de Mondragon, que era mi colega. Me pasaron dos cosas que son curiosas, el señor Torres Loayza muere en Eten mas o menos a los tres meses que yo llegué, me voy a Chiclayo a trabajar con el señor Bermejo Quiroga y se muere a los tres años. Ya no me querían recibir en ningún lado pero la racha no siguió felizmente.

Raúl Ramírez Soto.

¿Se vivía una época especial hace 50 años? Eten vivía sus viejas costumbres, las señoras tejiendo en la calle, barriendo la callecita, regando su jardín, la gente muy amable, muy gentil, llegaban a veces medio asustadas para preguntar por sus hijos y nosotros procurando hacer lo mejor, porque éramos los maestros y teníamos colegios de la competencia. El señor Tirado Díaz dirigía la escuela de varones que era la más prestigiosa, y una señorita Soto dirigía la escuela de niñas. Yo encontré a mucha gente que eran verdaderos maestros, muy dedicados, la señora Ernestina Burga de Mondragon, la señora Venegas de Mamut, Dagna Cumpa y la señorita Julia Pereira. Éramos como hermanos y me encomendaron la responsabilidad de dirigirlo porque yo era nuevecito, tenía dos meses recién salidito del horno, tenía título y supuestamente sabía un poco más. ¿Ser el primer director fue una experiencia difícil? Yo venía de La Cantuta y no podía quedar mal. Ante todo, estábamos en el local viejo, pero cuando fallece el director Torres Loayza, ya estábamos en el otro (el local que celebra sus Bodas de Oro) y yo tuve que abrir la puerta para hacerme cargo del despacho. Fue muy lindo, pero tuve una cierta pena cuando me vine, es que era abrumador. Recuerdo por ejemplo que había un profesor Roalcaba y era el que dirigía las ceremonias en el parque, pero se había enfermado. Me encomendaron así que yo animara y lo hice; también nos tocó trabajar en apoyo del padre Pinto, en la iglesia vieja pues se venía abajo una parte de la torre del lado derecho. Nos pidieron ayuda para reunir algunos fondos y trabajamos con la señorita Soto, con el señor Tirado, con quienes nos hicimos muy amigos porque comíamos en la misma pensión, que era de la señora Rabines.

En ceremonia de homenaje a Pedro Ruiz Gallo, el Prof. Raúl Ramírez hizo las veces de maestro de ceremonias. En la vista con las señoritas Ivonne Freunt Castro y Yuli Ramos Chumioque.

¿Trabajaban todo el día? Éramos profesores viajeros y no había tiempo para ir a la casita. Los maestros de ahora deberían darse cuenta, esa era época de mucho sacrificio, nos íbamos y veníamos en lo que podíamos. Procurábamos hacer lo mejor, porque la tarea que nos habían encomendado era enseñar. Siempre he dicho que cuando a un carpintero le

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De pie: Ing. Miguel Grosso, Prof. Cabrejos, Prof. Raúl Ramírez (director interino de la IE 11028), Dr. Campos de la Guarda, P. Pinto, Prof. Joel Tirado Díaz, “Sánchez Cerro”, Prof. Arbulú. Abajo: Prof. Carlos Samuel Mayorga, Rodolfo Dávila Ortiz, Sr. Díaz, César Maguiña. Fotografía de hace 50 años, tomada en la quinta del Sr. Henyer Esqueche.

dan madera para que haga una obra tal y le sale mal, la tira por ahí y no ha pasado nada; pero a un profesor le dan un niño para que lo forme y lo mejor posible. Ese era un compromiso que advertí desde temprano y eso ha marcado mi vida siempre, portarse bien, porque el maestro debe portarse bien, el maestro debe dar todo de sí, y ser ejemplo. ¿Tiene algún recuerdo de una posterior visita a Eten? Imagínate, fui cuando estuve como director regional de Educación para el aniversario de Eten. Me entregaron un sombrero de regalo, y yo decía, pensar que era un pueblo muy sencillo, de gente muy buena. Nunca me voy a olvidar que algunos poemas de mis primeros libros han nacido ahí, en esa escuela en Eten, para esos niños de Eten, y después los han puesto en antologías de poesía. ¿Qué mensaje daría a los alumnos, padres de familia y profesores de su ex plantel? En principio a los colegas les diría que escogieron una profesión que en estudio es muy noble, que el comportamiento tiene que ser necesariamente ejemplar. Yo pienso que la gente puede hacer dinero en otros campos, en la educación no lo va a hacer, porque es una especie de entrega por ayudar a que los chicos sean mejores; enseñarles sobre todo, yo diría que más que conocimientos, formas de comportamiento, valores, a ser responsables, trabajadores, comprometidos, amantes del bien de la justicia, el honor, eso hay que enseñarlo, pero enseñarlo con el ejemplo. A nosotros nos dan niños y el compromiso es formarlos integralmente, no podemos fallar, si no estamos contentos

Sra. Ernestina Burga de Mondragón, Srta. Julia Pereyra y otra distinguida dama junto al entonces director interino, Prof. Raúl Ramírez Soto en el flamante local de la IE 11028.

con el sueldo dejemos eso, vayamos a buscar otra fuente de trabajo. A mí nadie me obligó a ser maestro, lo fui porque creí que ese era mi camino y no me he quejado. He estado 38 años en esto y he pasado por toda la escala y de casualidad fui director en Eten. Tengo una serie de merecimientos, que cuando menos pienso digo: pero yo no hice tanto solamente cumplí con mi deber.

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GALERÍA DE DIRECTORES Raúl Félix Ramírez Soto (1962)

Marco Aurelio Cubas Quijano (1962) Rodolfo Dávila Ortiz (1963)

Carlos Mayorga Barco (1964)

Bertha Venegas de Esqueche (1965)

Ruth Llontop Quiñones (1979) Ángela R. de Delgado (1980 - 1981)

Salomón Segundo Anaya Ramos (1966- 1976)

Julia Mercedes Pereyra Gonzáles (1977- 1978)

César Dávila Rojas (1993)

María Jesús Nanfuñay Porras (1994)

Leonardo Zúñiga B. (1982-1983)

María E. Mendoza Oliden (1995- 1999)

Arquímedes Valderrama Verástegui (1984- 1992)

Juan Francisco Mendoza Torres (2002-2012)

Insignia renovada La celebración de las Bodas de Oro trajo consigo el reto de crear una insignia acorde a la evolución del plantel. Esta tarea le fue asignada al maestro etenano Víctor Eduardo Zarpán Neciosup, quien ofrece una explicación de su trabajo. “Se ha unido la parte ecológica que tiene Ciudad Eten con los humedales, las aves, el mar con lo que representa la iconografía moche, el sol que significa amanecer; el rombo significa estabilidad, equilibrio, fuerza, porque está centrado bajo un eje. Internamente se ha querido rescatar un colegio ambiental. A través de la iconografía Moche encontramos los humedales, reflejados en totorales. También se observa las olas del mar en iconografía moche con colores turquesa, (mar o agua), verde (esperanza, vida, naturaleza, campo) y amarillo (alegría)”, señala Zarpán Neciosup. Los laureles que envuelven parcialmente al rombo, significan los triunfos del colegio; el libro representa la fuerza de Dios, estudio y disciplina. El ave que está cerca al libro simboliza la parte de la ecología y finalmente la antorcha es el saber que ilumina todo.

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César Francisco Pinglo Chunga

Héroe de “La Pedrera” El teniente Ejército Peruano César Pinglo Chunga nació el 17 de agosto de 1887. Sus padres fueron el maestro Daniel Pingo y doña Petronila Chunga, con quienes vivió en la entonces Villa de Eten. Sus estudios primarios los cursó en el Liceo Grau del vecino distrito de Monsefú y su secundaria la cursó en el centenario colegio San José de Chiclayo. Su pasión por la carrera militar lo llevó a estudiar en Escuela Militar de Chorrillos y en la división superior se gradúa como alférez, siendo el número uno de su promoción, a la edad de 21 años. En 1910 fue ascendido a teniente coronel. Por esa época se dedicó al periodismo y escribe en prosa y en verso. Fue fundador del club Unión y Periodismo y diseñó una nueva ametralladora. Fue guardaespaldas del presidente Augusto B. Leguía y en 1911 es trasladado a Iquitos, bajo las órdenes del comandante Oscar Benavides. En ese entonces el empresario Julio Arana, en su afán de llevar adelante una explotación intensiva del caucho, concertó acuerdos económicos con firmas extranjeras, trajo negros de la isla Barbados y utilizó a los selvícolas de modo que muchos misioneros católicos y protestantes, al igual que instituciones internacionales, hicieron denuncias de esclavitud, torturas y abusos inimaginables. Muchos de los quejosos eran de nacionalidad colombiana y el Gobierno de Bogotá con frecuencia hacía reclamos. Allí empezó el conflicto en el Puerto Córdova, en el sector llamado La Pedrera. El Perú tenía en esos momentos en Chiclayo al batallón de infantería Nº 9; lo comandaba el teniente coronel Oscar R. Benavides y estaba integrado por 360 soldados, entre ellos el teniente coronel César Pinglo Chunga. En febrero de 1911 el gobierno peruano de Augusto B. Leguía ordenó a Benavides conducir dicho batallón a la frontera amazónica con Colombia para reforzar las tropas. Según versiones de moradores del barrio de la Muñuela (Piura) cuentan que el teniente César Pinglo Chunga rumbo a la frontera con Colombia acampó con su tropa en el lugar denominado el Chilcal (Chuchal) donde su familiares improvisaron una fiesta en su honor en la que solamente se bailó marinera y al final y el teniente entonó la canción “Una madre de canas blancas” para luego continuar con su marcha al lugar de conflicto. La flotilla peruana llegó frente al puesto colombiano de La Pedrera el 10 de julio de 1911 es decir 9 días antes de firmarse el convenio Modus Vivendi, y de inmediato se notificó a los generales colombianos Gamboa y Valencia que abandonaran la guarnición a lo que se negaron. El 11 se produjo un intercambio de disparos y el 12 se decidió asaltar el puesto. César Pinglo se había presentado como voluntario para cruzar el río Caquetá y estableció contacto con la frontera con Colombia, donde el General Isaac Gamboa se había posesionado de tierras peruanas. Pinglo Chunga pierde la vida en el río Caquetá abatido por el fuego enemigo el 12 de julio de 1941. Sus compañeros dieron fe de su heroísmo causando admiración por su arrojo y don de gente. Hoy, es permanente su ejemplo de las filas del ejército peruano. Sus restos mortales descansan el cementerio de la cripta de los héroes en los pueblos de Eten y de Sechura; existen calles y parques del Perú que llevan su nombre. En el departamento de Loreto existe un pueblo que lleva el nombre del héroe César Pinglo.

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Frutos del saber PROMOCIÓN “BODAS DE ORO” 1962 Ex Escuela de Varones Nº 2235 Azcárate Carmona Domingo Leonel Cumpa Chancafe Laureano Chafloque Millones José Rufino Chafloque Neciosup José Wilmer Esqueche Reque José Mario Esqueche Ucañay Eleuterio Esqueche Yuptón Bernardino Farroñay Chumioque Manuel Jordán Yafac Joaquín

Liza Maza José del Carmen Liza Neciosup Andrés Avelino Liza Neciosup Teófilo Millones Chafloque José Augustín Millones Silva Francisco Neciosup Liza Alejandro Nuntón Sandoval Benigno Puican Lumbre Germán Paiconcial Velásquez Darío

Quesquén Yupanqui Alejandro Reyes Ñiquen Manuel Silva Aguilar Julio Silva Liza Víctor Salazar Quesquén Francisco Ucañay Castillo Víctor Vásquez Ñiquen Cirilo Yafac Velásquez Francisco

PROMOCIÓN “BODAS DE PLATA” 1987 Sexto “A” Adanaqué Chapoñán Luz Elena Costilla Neciosup J. del Carmen Cumpa Liza Rosmeri Cumpa Velásquez María Yanet Chancafe Espinoza Ana Escela Chancafe Jiménez Tessy Paola Chapoñán Adanaqué Lucy Ysique Velásquez M. Alejandrina Jordán Cumpa Marleny Edita Jordán Cumpa Nancy Yolanda Jordán Isique María Josefa Liza Barrios Victoria Liza Millones Dilmman Yesenia Liza Velásquez María Gisela López Velásquez Marilú Llumpo Neciosup María Dolores Nanfunay Barrios Rosa Magalli Neciosup Angeles Claudina Neciosup Reque Glaria Juli Neciosup Velásquez Marleny Nuntón Esqueche Marianela Nuntón Esqueche Miriam Victoria

Puican Reque Jessica Marianela Quesquén Millones Rosa Bertha Ravines Castillo Junita Elizabeth Reque Barrios Ada Jenny Reque Barrios María Armandina Reque Esqueche María Manuela Sandoval Azcárate Karina Patricia Salazar Reque Elizabeth Tamay Barboza Esmerita

Sexto “B” Adanaquá Chapoñán Alex Javier Azcárate Barrón Leonel Luis E. Barrios Arévalo José Faustino Cumpa Ñiquen Rolando Jaime Chafloque Morales José Ever Chafloque Velásquez José Walter Esqueche Paiconcial Julio FIores Farroñay Elmer Salomón Liza Neciosup Jole Miguel Liza Velásquez Segundo Merardo

Lumbre Liza Juan José Llontop Velásquez Alex José Millones Millones Claudio Nanfuñay Silva Iván Neciosup Chafloque Eberth Neciosup Chancafe Jaime Neciosup Neciosup Pedro Neciosup Velásquez Carmen Neira Barrios Leandro Nizama Azcárate Robinson Uzziel Núñez Vásquez Ángel Alberto Pejerrey Liza José Luis Puican Chancafe José Carlos Puican Zarpán José Germán Reque Neciosup Carlos Jesús Reque Miranda Orlando Jesús Rodas Puican José Oscar Segobia Puican José Raúl Serrán Neciosup Jose Isaís Torres Quesñay José de la Cruz Vejarano Matsuoka Francisco J. Velásquez Quesquén José Luis Velásquez Quesquén Juan A.

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Promoci贸n 1969

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Promoci贸n 2009-A Promoci贸n 2009-B

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¿Qué ha significado estudiar en la IE 11028? Ex alumnos de la IE 11028 Tnte. César Pinglo Chunga reflejan su cariño y aprecio hacia el centro que los educó y contribuyó en su formación personal y profesional.

José Rolando Puican Chancafe (1996): “He tenido buenos profesores, buena enseñanza; lo más valioso el respeto a nuestros padres, los valores que tenemos y debemos de tener y más que todo querer a nuestro colegio. Al 11028 siempre lo llevaré en mi corazón. Es el mejor colegio que existe”.

Manuel Jaime Farroñay Chicoma (1971): “Aquí aprendí mis primeras letras, formé mi personalidad. Vi una educación muy estricta y llevo a mi colegio en mi corazón. Cumplir 50 años es algo muy importante, se cuenta con moderna infraestructura y felicito a quienes hicvieron las gestiones respectivas”.

Cesar Ángeles Millones (1979): “Aquí aprendí los conocimientos impartidos por nuestra profesora María Rosa País Muro, excelente persona. En cada uno queda un recuerdo imborrable de esta profesora, por su rectitud y conocimientos de los temas que nos enseñaba. Con ella estuvimos los seis años del nivel primario”.

Leonel Azcarate Carmona (1962): “Aquí encontré mis primeros amigos, todo lo que viví en esos momentos me sirvió de mucho. Recuerdo a mi profesor y padrino también de Confirmación, Raúl Ramírez Soto, bien estricto y un buen profesor, nos supo comprender; tengo gratos recuerdos de las profesoras Dagna Cumpa y Julia Pereyra”.

Ángel Torres Millones (1965): “Los ejemplos que nos han dejado los buenos profesores desde aquella época, aparte que hemos convivido con muchachos, hoy en día ya padres de familias, la mayoría profesionales, hombres de bien. En 50 años se ha trazado una línea de mucho aprendizaje en Ciudad Eten”.

Walter Velásquez Ángeles (1968): “Gracias a los buenos profesores que me enseñaron a conciencia logré formar lo que es mi familia. Los valores recibidos en el colegio y en mi casa me sirvieron para seguir superándome. Hoy, gracias a esa base he logrado lo que es mi bienestar y el de mi familia”.

Luis Liza Ñiquen (1971): “Venía feliz desde la calle Junín pese a estar cerca del colegio 11027. Recuerdo a las profesoras Kenia, Naya, Flor; antes como dicen, la letra entraba con sangre, siempre muy exigentes y gracias a esos profesores somos lo que somos ahora, personas de respeto que nos valoramos”.

Dionisio Neciosup Ñiquen (1971): “Actualmente soy su guardián y lo sigo queriendo. Recuerdo a las profesora Naya, Julia Pereira; doy gracias a mis padres porque me pusieron en este colegio, pese que el 11027 estaba cerca de mi casa y he podido participar en todos los grandes eventos que se hacían”.

Jaime Torres Incio (1965): “Una vida de aprendizaje, de familia, de amigos, porque al final el colegio siempre se convierte en una familia. Aprendí lo primero: los valores; en ese tiempo las cosas eran diferentes, un poco más positivas, lo que mis profesores de esa época me inculcaron me sirvió de mucho”.

Carlos Joel Jacinto Ñiquen (1986): “Recuerdo los momentos deportivos entre alumnos y con profesores que ya no están, pasaron al descanso y esos son los momentos más bonitos que recordamos, anécdotas de las mamás cuando llegaban a vernos, a algunos los castigaban delante de los profesores”.

Revista Bodas de Oro Ricardo Nanfuñay Silva (1977): “Haber pasado los mejores años de mi niñez y los mejores recuerdos de una formación que ahora nos compete transmitirla. La alimentación que en ese entonces recibíamos, era un pan y una taza de avena. Traíamos un morral que debíamos usar durante todo el año”.

Audberto Millones Chafloque (1971): “Significa mi éxito como ser humano. En aquellos tiempos los papás llegaban con el ‘sanmartincinto’ para castigar a sus hijos delante de todos; los desayunos era pan, leche, chochoca, etc. Buenos tiempos aquellos, sanos, competencias, incluso yo quedé en segundo puesto en un concurso de matemáticas”.

Javier Millones Puican (1999): “Conocí muchos compañeros que hoy saben valorar nuestro colegio, porque se acuerdan de varias anécdotas y experiencias que pasábamos; los juegos, los conocimientos que compartimos, y ahora después de tiempo que se reúnen es bonito, porque vuelves a vivir”.

Hebert Cayle Neciosup (1980): “Significó la humildad y la gran libertad natural donde mal o bien, uniformados, sin zapatos o con ojotas, con bolsos hechos de mangas de pantalón o mochilas, todos éramos amigos e iguales sin discriminación alguna. Eso lo aplico en mi vida personal, como profesional y como empresario”.

Braulio Chafloc Barrios (1980): “Es significado de orgullo, familia y amor. Allí inicié mis primeros pasos como aprender a leer, escribir y compartir con la ayuda que nos brindaban aquellos profesores que dedicaban su tiempo y amor a nosotros. A ellos los recuerdo con mucha nostalgia. Todos éramos una gran familia”.

Cesar Eduardo Nanfuñay Barrios (1998): “Allí conocí a mis primeros compañeros de clase, más tarde grandes amigos. Recuerdo las enseñanzas de nuestra querida profesora María Jesús Nanfuñay Porras, cuya prioridad era educarnos con valores porque quería que seamos unos hombres de bien”.

JUNTA DIRECTIVA DE EX ALUMNOS 2012 Presidente Vice- Presidente Secretaria Pro -Secretario Tesorero Fiscal

: Juan Chafloque Liza Secretario de Organización : Máximo Millones Chancafe : José Reque Nanfuñay Pro- Secretario de Organización : Luis Millones Ñañez : Yanina Liza Liza Secretario de Cultura y Deporte : Walter Chancafe Espinoza : César Nanfuñay Barrios Secretario de Prensa y Propaganda : Patricia Millones Puican : Alejandro Liza Millones Vocal (1) : Andrés Quesquén Angeles : Angel Torres Millones Vocal (2) : Rosendo Millones Millones Vocal (3) : Blanca Chafloque Neciosup

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Atractiva propuesta arquitectónica El nivel y la competitividad de una institución educativa se refleja en la calidad de docentes y alumnos. Si a ello se suma una moderna infraestructura, el prestigio se eleva y a ello apunta un interesante proyecto hacia el 2020 que amerita el respaldo de toda la familia de la IE 11028 “Tnte. César Francisco Pinglo Chunga”. Esta propuesta de ampliación y remodelación ha sido elaborada por el bachiller en arquitectura Jorge Neciosup Azabache con el apoyo de Josep Reque Nanfuñay. El respectivo informe se ha presentado ante la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería Civil, Sistemas y Arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG). En su concretización, cuentan además con el aporte de Marlon Ñiquen Torres y Arnaldo Neciosup Velásquez. El monto de la obra propuesta es de US $ 821,288.23 y la descripción del mismo comprende una manzana con cuatro frentes a calles locales, que brindará servicios de educación primaria a una población de 500 estudiantes. Se ha planteado la organización por “Módulos Funcionales”, según el nivel y uso, los mismos que se encuentran distribuidos alrededor de ejes espaciales configurados por pasillos y patios exteriores: administrativo, educación primaria, áreas multifuncionales (biblioteca, aulas especiales, arte, servicios higiénicos), auditorio y deportes (losa deportiva, losa de usos múltiples). Todo articulado a través de pasillos, puentes y espacios exteriores. El patio principal comprende los módulos de primaria, biblioteca, sala de arte y otras áreas funcionales. Anexo a este y con un acceso independiente se encuentra el módulo de servicios generales que logra una configuración rítmica entre las aulas, depósitos y SSHH. Para concretar este proyecto, el financiamiento se buscará con el Ministerio de Educación por intermedio del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes); con la Municipalidad Distrital de Ciudad Eten y con la Asociación de Padres de Familia (Apafa).

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PERSONAL BODAS DE ORO- 2012 DIRECTOR

Lic. Juan Francisco Mendoza Torres TURNO DE LA MAÑANA Inicial Mesones Díaz, Ana María 1° “A” Ñáñez Pita, Rosa Elvira 1° “B” Real Chuquimbalqui, Bremilda 2º “A” Nanfuñay Porras, María Jesús 2º “B” Rodríguez Carrillo, Lucero Leticia 3º “A” Lozano Solano, Flora Fermina 3º “B” Cumpa Chancafe, Ana Bertha 5° “A” Dávila Rojas, César TURNO DE LA TARDE 4° “A” Chávarry Rodas, Julieta 5° “B” Montejo Roque, Mercedes 6º “A” Silva Núñez, Tereza Agustina 6º “B” Paredes Cholán, Raquel AULAS DE INNOVACIÓN PEDAGÓGICA Y CRT-XO Mego Ortiz, Rossana Yackeline Bazán Núñez, Joile PROFESORA DE EDUCACIÓN FÍSICA Inolopú Sánchez, Liliana Columba ADMINISTRATIVOS Castro Suárez, Manuel Lázaro Nanfuñay Mendoza, Sinforiano

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Aula Inicial

Primer Grado A

Primer Grado B

Segundo Grado A

Segundo Grado B

Tercer Grado A

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Tercer Grado B

Cuarto Grado A

Quinto Grado A

Quinto Grado B

Sexto Grado A y B

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IE 11028 “TNTE. CÉSAR PINGLO CHUNGA” 50 AÑOS CONSTRUYENDO HOMBRES Y MUJERES DE BIEN

“El colegio, la familia, el Estado, invierten en nuestra educación y eso nos hace crecer. El lado humano es una herramienta indispensable para desarrollarse profesionalmente. La mejor billetera es la humildad y debemos estar preparados para ayudar. A mí me ayudó un gran hombre, a quien considero mi padre profesional, el ingeniero Adolfo Gálvez Villacorta. Con él aprendí que el éxito no es individual, sino colectivo y tenemos que generar empleo antes que buscarlo. Nunca es tarde para empezar y con disciplina todo se puede lograr”.

Germán Puican Zarpán Gerente General

Av. Gral. César Canevaro 1225 – Lince. Telf: (511) 265-9703 Movil: (01) 975-440767 Mail: njordan@pzingenieros.com www.pzingenieros.com 24