El caballero Tiberto Érase una vez, hace mucho tiempo, un caballero pobre que vivía en un castillo donde todo iba al revés: los canalones goteaban, las puertas chirriaban, los pájaros anidaban en los matacanes y la hierba crecía entre las piedras En su viejo castillo el caballero Tiberto soñaba con la hija del rey, Aurora. La joven era muy hermosa, tenía grandes ojos claros y un pelo largo y rubio. Pero Tiberto se decía: “El rey jamás entregará su hija a un pobre caballero como yo”. Y se consolaba hablando de Aurura con Hércules, su gordo caballo bonachón. Pero un buen día los mensajeros recorrieron el país de norte a sur, de levante a poniente, para anunciar la noticia: -Ya no queda dinero en las arcas del reino. El rey entregará su hija a aquel que traiga las rosas de oro del jardín de Kurakulor. Se trata de tres rosas encantadas que pueden convertir el plomo en oro. Al momento todos los caballeros del reino prepararon sus caballos y estandartes, y se encaminaron hacia la capital. Su jefe era el barón Astrubaldo, un hombre feroz. Siempre iba acompañado de Galifón, un mago de extraordinarios poderes. Tiberto también había tomado sus armas, pero tenía un aspecto muy pobre al lado de todos aquellos caballeros de espadas resplandecientes y cascos aterradores. Y cuando se unió a la tropa, todo el mundo se echó a reír. Hércules era el que más risa provocaba. Realmente era enorme. Tenía unas patas gordas y pesadas y un vientre hinchado. Parecía dos veces más grueso que los otros caballos. El rey, la princesa y la corte asistieron a la concentración de los caballeros y a la llegada de Tiberto. -¿Quién es ese joven caballero? –preguntó Aurora al rey, su padre. También ella había sonreído al ver a Tiberto con su caballo. Luego, se había sonrojado de emoción al observar que el caballero era hermoso, a pesar de su armadura oxidada y abollada. -Acércate -le dijo el rey al caballero-. ¿Quién eres? -Soy el caballero Tiberto. -Tu caballo está muy gordo y tus armas son demasiado ligeras para traer el tesoro del jardín de Kurakulor. Tiberto se inclinó mientras decía: -Majestad, volveré con las rosas, y las pondré a los pies de la princesa Aurora. Entonces las risas se hicieron más fuertes, pero Tiberto se retiró sin hacer caso
Capítulo 1º. Actividades. El caballero Tiberto. 1º.- ¿Cómo se llamaba el caballero? a)
Roberto.
b) Tiberto. c)
Aurelio.
2º.- El caballero vivía en un... a)
Castillo viejo.
b)
Castillo nuevo.
c)
Una cabaña.
3º.- El caballero soñaba con... a)
La hija del duque.
b)
Una rana.
c)
La hija del rey.
4º.- Hércules era... a)
Su caballo.
b)
Su perro.
c)
Su mejor amigo.
5º.- Los mensajeros decían que el rey entregaría a su hija a... a)
Quien trajera los tres claveles de oro.
b)
Quien trajera las tres rosas de oro.
c)
Quien encontrara la varita mágica.
6º.- Galifón era... a)
Una bruja malvada.
b)
Un hombre feroz.
c)
Un mago muy poderoso.
7º.- Hércules tenía... a)
La cabeza gorda.
b)
La cola blanca.
c)
Las patas gordas.
8º.- La armadura de Tiberto estaba... a)
Nueva y reluciente.
b)
Oxidada y abollada.
c)
Hecha de plata.
9º.- Las rosas estaban en... a)
El jardín de Kurakulor.
b)
El jardín de Karakalor.
c)
El jardín del palacio.
10º.- El rey le dijo a Tiberto... a)
Tu caballo es muy feo.
b) Tu armadura está abollada. c)
Tu caballo está muy gordo.
11º.- Dibuja a Tiberto y su caballo