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Castro de Elviña: actuaciones 2004 José Mª Bello Diéguez
Resumen del año La actividad en el Castro de Elviña continuó también durante el año 2004. En cuanto a la excavación, proseguimos el trabajo en el área delimitada el año anterior, abarcando la esquina SW de la croa, tanto en el interior como en el exterior de la muralla que delimita ésta. Pero además de excavar se realizaron importantes trabajos no directamente arqueológicos, tendentes a la adecuación del espacio en el que el castro se inserta. Por una parte se actuó sobre la vegetación, mediante tala de maleza y control con herbicidas; por otra, se intervino en los caminos que cruzan el área de propiedad pública mediante la aplicación de una capa de grava cubierta por zahorra compactada, respetando en todo momento el trazado tradicional de las vías de paso. Finalmente, ya durante el invierno, se procedió a realizar tareas de consolidación de las estructuras arqueológicas excavadas, de forma que pudiesen soportar, permaneciendo visibles, las inclemencias meteorológicas y las visitas de grupos.
La excavación En la campaña de 2004 se habían empezado a delimitar estructuras de construcciones y urbanísticas tanto dentro como fuera de la croa. Durante el 2005 se continuó la excavación en la misma superficie, profundizando en los estratos que habían quedado sin concluir. Al final de la campaña el panorama que se había comenzado a ver el año anterior se vio notablemente ampliado y parcialmente comprendido. Los muretes, siempre de reducida altura, correspondientes a estructuras de contención de tierras o a las escasas partes que se han conservado de las paredes de edificaciones, delimitan ocho ámbitos diferentes. Una calle con alcantarillado Éstos se articulan, cuando menos en parte, en torno al estrecho pasillo o calle enlosada que ya era conocida de la campaña anterior, y que se ve ahora completada con un sistema de evacuación de aguas que recoge la lluvia caída sobre la calle mediante un agujero que taladra una de las losas y la transporta, a través de un canal enterrado cubierto por lajas planas que discurre por debajo de los pavimentos de los ámbitos adyacentes a la calle, hasta el punto de desagüe situado en el límite norte de dichos ámbitos. En el punto de evacuación, este canal se une a otro que
2 procede de un área todavía no excavada en su totalidad. Todo ello configura un ambiente dotado de elementos de estructuración y cuidado de los espacios públicos o semipúblicos, rompiendo con la imagen de extrema sencillez que podía obtenerse de la contemplación de los restos de las primeras excavaciones del castro. Las edificaciones Las edificaciones son de planta mixta, con lados rectos y ángulos curvos. Una de ellas presenta su espacio dividido en dos compartimentos; el mayor, interior, contiene un hogar de barro apisonado, mientras que el exterior, a modo de atrio, conservaba la base de un molino circular. La edificación situada al sur de ésta tiene un único ambiente y contenía molinos pero no hogares. En general los muros están arruinados en grado sumo, siendo frecuente que sólo quede de ellos la hilada inferior. Esto hace que no sea fácil proponer con garantías la forma y función originales de algunos elementos, como ocurre con la estructura situada al SE del área excavada, en la que tan sólo se conserva en relativo buen estado un largo muro que corre paralelo a la muralla, configurando un camino de ronda; en su interior hay también una estructura de combustión de buen tamaño delimitada por lajas, sin que nos atrevamos a postular para ella una utilización doméstica o industrial. ¿Un viejo taller de orfebre? Alguna pista más puede
3 ofrecer el ámbito situado más al norte, cubierto por el derrumbe de los muros de la edificación dividida en dos ambientes ya citada. A pesar de que sus muros están sumamente arruinados, puede aventurarse una planta circular, a diferencia de las restantes construcciones. Ambas circunstancias así como algún otro argumento de tipo estratigráfico permite suponer en principio que esta construcción es anterior a las restantes. En su interior apareció el único objeto de oro de la excavación: una pequeña cinta o hilo arrollado en helicoide. Apareció también un pequeño objeto de piedra muy pulido que, por comparación con otros previamente conocidos (del castro asturiano de Chao de San Martín en Grandas de Salime y del gallego de Borneiro en Cabana de Bergantiños) puede interpretarse en principio como una piedra de toque, lo que, añadido al helicoide de oro, permite plantear la hipótesis de que en ese espacio tuvieron lugar actividades de orfebrería, lo que no se contradice con la aparición de restos de una hoguera sobre barro y de un amontonamiento de cenizas en sus proximidades, ni con algún objeto de posible uso artesanal como es el caso de una barrita de bronce. Dos momentos de ocupación En la superficie excavada algunos elementos, como ciertos muros que presentan indicios de haber sido reutilizados de construcciones anteriores, o la presencia de cerámicas muy diferentes a las habituales en niveles que subyacen a la primera utilización del paseo de ronda, señalan la existencia de cuando menos dos momentos de ocupación, uno correspondiente a las estructuras visibles, y otro, anterior, tan sólo entrevisto en elementos como los citados así como, tal vez, en agujeros de poste y rebajes realizados en la roca viva en las partes en las que ésta aflora, elementos de sostén y de construcción de estructuras que no se articulan bien con las construcciones visibles. La ocupación reciente: inicio La cronología del momento de utilización correspondiente a las estructuras visibles, incluyendo la gruesa muralla, viene delimitado, hacia atrás, por la fíbula de largo travesaño sin espira y un fragmento de cerámica campaniense, ambos depositados sobre el nivel de la primera utilización del camino de ronda que podemos estimar en el siglo primero antes de Cristo (pudiendo retrasarse hasta el II aC por la campaniense A), lo que coincide también con los restos de ánfora Dressel 1, en origen portadora de vino del sur de Italia en esas mismas fechas, encontrados en otros lugares de la excavación.
4 La ocupación reciente: final Entre los elementos de cronología más reciente, correspondientes a los niveles de destrucción que se superponían a los restos de edificaciones detectados, se encuentran abundantes cuentas de collar de vidrio transparente con una fina lámina o capa de polvillo de oro en su interior, lo que les da una apariencia dorada y brillante de gran belleza. Este tipo de objetos, que presentan muy diversas formas, han sido mejor o peor datados en otros yacimientos que nos pueden servir de referencia; por ejemplo, en el ya citado Chao de San Martín (cuya excavación tan sabiamente dirigida por Ángel Villa Valdés está proporcionando sin cesar descubrimientos impactantes) cuentas similares corresponden, a decir de los investigadores que estudian dicho castro, a tiempos de Tiberio, es decir, a la primera mitad del siglo I después de Cristo sensu lato. Este momento es coincidente con lo que podemos defender para la croa de Elviña basándonos en la aparición de fragmentos de ánforas tipo Haltern 70, en general fabricadas en la Bética y portadoras de defructum (producto derivado de la uva para el que todavía se discute su calidad de mosto o de vino concentrado mediante evaporación por cocción) cuya cronología más habitual abarca tiempos entre Augusto (finales del s. I a.C.) y los Flavios (segunda mitad del s. I d.C.), así como por la absoluta ausencia de cerámicas posteriores de gran difusión, como es el caso de la terra sigillata, cerámica fina de barniz rojo que se extiende con fuerza a partir de mediados del siglo I d.C.; ni un solo fragmento de sigillata se encontró entre los miles de fragmentos exhumados en el interior de la muralla de la acrópolis, mientras que sí aparecen en las ocupaciones del castro exteriores a la croa. Todo indica que en algún momento de la segunda mitad del siglo I d.C. el espacio interior de la acrópolis se abandona y no vuelve a ser empleado como zona habitacional, que se traslada a cotas más bajas extramuros de la croa. La puerta de la muralla En el ángulo SW de la muralla había aparecido en campañas anteriores una puerta flanqueada por dos torreones, estructuralmente similar a la conocida desde los años 40 en el ángulo SE. Por esta puerta entra una calzada en cuesta, enlosada con lajas planas de buen tamaño. No está todavía suficientemente aclarada la evolución arquitectónica de esta puerta; lo que sí se puede afirmar es
5 que su aspecto varía con el tiempo, que los torreones no forman parte de su conformación original, y que en un momento dado, poco después de levantados éstos, la puerta y la calzada se ciegan con un potente derrumbe de piedras y arcilla amarilla, propia de las barreiras próximas al castro. En esta acumulación que rellena la entrada apareció algún fragmento de terra sigillata hispanica y de una botellita de barniz rojo, lo que nos sitúa a partir de la segunda mitad del siglo I d.C. Entre la capa original del suelo enlosado y el derrumbe que ciega la entrada aparecieron capas de carbón resultado de combustión a ambos lados de la puerta, adosados a los torreones por la parte interior. ¿Se trata de restos de hogueras encendidas por los encargados de hacer las guardias en la entrada? La imagen es sugerente, pero el salto de los indicios arqueológicos a lo acontecido realmente es grande, y es peligroso darlo sin suficientes elementos de prueba que en este caso no existen. ¿Había guardias en la entrada? Nada lo confirma. Para lo que sí pueden servir esos abundantes carbones es para obtener dataciones mediante la medición del C14; con todo, sus resultados tan sólo pueden indicarnos que no vamos demasiado errados, pues para esas fechas cabe esperar, por mucho que se esmeren los laboratorios, obtener un margen u horquilla temporal de entre cien y doscientos años, por lo que malamente podrán darnos precisiones más ajustadas que las que proporciona la cerámica y otros restos materiales de fecha conocida.
La muralla Desde la puerta hacia el oeste la muralla, que en esa zona se apoyaba directamente sobre un afloramiento granítico, está desaparecida por haber sido afectada por una cantera relativamente reciente. Hacia el este, por el contrario, se conserva en relativo buen estado, mostrando que a su primer cuerpo de más de cuatro metros de espesor se le añade un segundo cuerpo escalonado (lo mismo ocurría en la muralla del norte de la croa), que presenta chanzos a modo de somera escalera exterior, difícilmente comprensibles si la función de la muralla fuese exclusivamente defensiva. Esta muralla inicial, de cuya cronología sólo sabemos que ya está construida cuando las edificaciones de la croa y el camino de ronda interior se usan por primera vez (es decir, durante el siglo I antes de Cristo), se ve posteriormente reforzada por un nuevo añadido, formado éste por un muro
6 bien careado al exterior que discurre paralelo a ella desde el torreón oriental hasta una edificación que se había adosado previamente a la muralla, rellenándose a continuación con tierra y piedra menuda el espacio que los separaba. En el relleno, parcialmente sondeado, no apareció material alguno que proporcionase una indicación cronológica; con todo, el tipo de aparejo del muro de este refuerzo es diferente del inicial de la muralla y el primer refuerzo escalonado, siendo los antiguos más irregulares, fabricados con piedras de diferentes tamaños bien asentadas pero sin formar hiladas, y empleándose en el más reciente piedras más planas colocadas a soga, dando lugar a hiladas más definidas. Si el siempre recordado Carlos Alberto Ferreira de Almeida estaba en lo cierto en sus consideraciones sobre arquitectura castreña, el estilo del refuerzo reciente indicaría su construcción a partir de época flavia (2ª mitad del siglo I d.C.), lo que resulta coherente con lo que venimos indicando. El área extramuros En la superficie excavada fuera de la muralla de la croa aparecieron, además de la prolongación de la calzada que llevaba a la puerta oeste, otras edificaciones, una de ellas, que interrumpe la calzada obligándola a desviarse al W, de enorme longitud. La factura de sus muros permite aventurar que también fue variando de forma a lo largo del tiempo, partiendo tal vez de una construcción circular para dar lugar a una larga construcción de lados mayores rectos que se amplía posteriormente, cortando una muralla cuya significación todavía desconocemos. En el límite oriental del área excavada tiene interés la construcción, ya citada, que se adosó a la muralla en un momento anterior a la formación del último refuerzo de ésta. Dicha construcción tan sólo nos resulta parcialmente conocida, pues el área excavada no la abarca en toda su extensión, sino que el muro que la conforma prosigue más allá del perfil de la excavación, pero lo excavado no ofrece ninguna particularidad constructiva digna de mención; simplemente un muro sencillo se adosa a la muralla, se desarrolla perpendicularmente a ésta y gira en ángulo recto delimitando un espacio. Tan sólo es de reseñar, en ese aspecto, que al apoyarse en ese muro el refuerzo último de la muralla de la croa se hizo necesario añadir por la parte contraria un contrafuerte escalonado, que se apoya en un afloramiento granítico de considerable tamaño, para contrarrestar la presión ejercida por el relleno del refuerzo. En su interior se diferencian claramente dos niveles,
7 uno cuya superficie coincide con la base del contrafuerte, y otro inferior, no excavado completamente, cuyo expolio proporcionó interesantes objetos: restos de combustión, crisoles, escorias, objetos de bronce y un pequeño fragmento de molde bien identificado como dedicado a la fabricación de sítulas o calderos de bronce con decoración geométrica muy característica, abriendo en conjunto la posibilidad de que nos encontremos ante un taller metalúrgico.
La actuación sobre el entorno Además de proseguir la excavación arqueológica del yacimiento, durante el año 2004 se intervino en el entorno del castro. En toda la extensa superficie de 13 hectáreas que pasó a titularidad pública el año 2002 se actuó a fin de controlar la vegetación, talando arbustos, rozando la maleza y controlando el crecimiento de especies vegetales mediante la aplicación de herbicidas selectivos. El resultado ofrece un paisaje que nada tiene que ver con la maleza incontrolada que, producto de los años de abandono, habíamos encontrado al comenzar el trabajo sobre el yacimiento. También se intervino También sobre se los caminos, siempre con actuaciones reversibles y respetando en todo momento su trazado tradicional, a fin de hacerlos más practicables y evitar los barrizales que se formaban, impidiendo el paso, en épocas de lluvias. A tal fin se aplicó sobre el fondo de camino una capa de zahorra y otra de arena de río, compactándolas posteriormente por apisonado. El resultado ofrece un firme sólido, resistente y bien adaptado al entorno.
La consolidación Al finalizar la excavación se procedió por primera vez a tratar los restos exhumados a fin de protegerlos de las inclemencias del invierno y a reforzarlos ante las visitas colectivas previsibles. Las actuaciones fueron de diferentes tipos: Muros Las cabezas de los muros fueron protegidas mediante la colocación de una nueva hilada de mampuestos tomados con mortero bastardo de acabado blanquecino/grisáceo, visible en las juntas, asentada sobre una capa de regularización de barro de la zona que sirve a su vez de separación entre la parte original y la hilada añadida. Algunas partes de las estructuras que estaban muy debilitadas y con riesgo de desplome o de separación de su lugar original fueron reforzadas con la aplicación de rejuntes de barro rojizo extraído de
8 una barreira situada al NW del yacimiento. Así pues, en el resultado final pueden diferenciarse tres acabados diferentes en los paramentos de las estructuras: - Acabado a seco, sin rejuntar: corresponde con los paramentos y estructuras originales que no han recibido tratamiento alguno - Rejuntado con barro rojizo: se trata de zonas originales que, por hallarse muy debilitadas, fueron reforzadas con barro de la zona, sin adición de piedra alguna - Rejuntado con mortero blanco-grisáceo: hiladas de piedras no originales, añadidas a fin de proteger o regularizar los bordes de las estructuras Esto permite hacer una lectura sencilla y fácil de la arquitectura del castro, sin posiblidad de ambigüedad, en la que los propios elementos consolidantes sirven de delimitadores de las zonas tratadas o añadidas, a la vez que consolidan, refuerzan y protegen las estructuras originales. Pavimentos Las superficies interiores de las habitaciones, formados por pavimentos de arcilla apisonada, fueron protegidos con láminas de geotextil sobre las que se depositó una primera capa de grava y una segunda de acabado en arena de cantera lavada de color gris. Los espacios exteriores fueron tratados de la misma forma, pero con acabado en tierra oscura. Se consiguió así la protección de los pavimentos originales al tiempo que se facilita el drenaje y se ofrece una lectura sencilla de los diferentes espacios del área excavada.
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Colaboración con la Universidad: topografía láser Durante la excavación de 2004 contamos con la inesperada colaboración desinteresada del Grupo de Investigación, dirigido por los Doctores José Antonio Franco Taboada Santiago B. Tarrio Carrodeguas, del Departamento de Representación y Teoría Arquitectónicas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade de A Coruña. En un momento avanzado de la excavación, los componentes de dicho grupo, empleando un el escáner CYRAX-2500 de Leica Geosystems, procedieron a realizar el levantamiendo con láser 3D del área de trabajo; los trabajos de campo ocuparon a cuatro personas durante una jornada de trabajo. La aplicación de esta técnica de toma de datos tridimensionales y de representación gráfica con color virtual ofrecen sorprendentes posibilidades a la investigación arqueológica, dignas de ser exploraradas en futuras investigaciones. En nuestro caso, además, sirvió para comprobar la corrección de los levantamientos realizados mediante métodos tradicionales.
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Sumario Nuestra cita anual en Elviña: actuaciones 2004............................................................ 1 Resumen del año ......................................................................................................... 1 La excavación.............................................................................................................. 1 Una calle con alcantarillado ..................................................................................... 1 Las edificaciones ...................................................................................................... 2 ¿Un viejo taller de orfebre? ...................................................................................... 2 Dos momentos de ocupación.................................................................................... 3 La ocupación reciente: inicio.................................................................................... 3 La ocupación reciente: final ..................................................................................... 4 La puerta de la muralla ............................................................................................. 4 La muralla................................................................................................................. 5 El área extramuros .................................................................................................... 6 La actuación sobre el entorno ................................................................................... 7 La consolidación ......................................................................................................... 7 Muros........................................................................................................................ 7 Pavimentos ............................................................................................................... 8 Colaboración con la Universidad: topografía láser................................................. 9 Sumario ..................................................................................................................... 10