Desde el punto de vista criminológico los homicidios constituyen una de las conductas criminales más graves pues destruyen
el bien más valioso, afectan negativamente la calidad de vida de las personas, dañan familias enteras, provocan miedo
y ante la incapacidad del Estado para perseguirlos eficazmente, generan impunidad, erosionando con ello la legitimidad de las instituciones. Entendemos que las estadísticas nunca reflejarán el dolor, la tristeza y la impotencia que provocan los homicidios en las víctimas indirectas y en el conjunto social. El presente ejercicio lo que pretende es propiciar una discusión pública con base en datos empíricos. Son muchas las deficiencias de la información oficial, situación que es preciso revertir
pues sin rigor científico en los temas de seguridad seguiremos dando vueltas en círculos.