Edita: Asociación Católica de Propagandistas Nº 3 / Junio 2021
José María Haro Salvador, un hombre de nuestro tiempo. Testimonios y homenajes públicos (1965-2015) Edición y notas de Juan C. Valderrama Abenza CEU Ediciones, Madrid 2018 193 págs. https://www.ceuediciones.es El 6 de agosto de 1965 moría en Valencia José Mª Haro Salvador. A su alrededor dejaba la clara conciencia de que acababa de marcharse un santo. Histórico propagandista y líder de Acción Católica, no hubo institución social en Valencia, ni civil ni eclesiástica, en la que no participase de forma destacada con su acción de gobierno, su fino talento jurídico o su consejo, ponderado y preciso. Dos eran los pulmones por los que respiraba Haro: el celo por la justicia en materia social y el amor al magisterio, entrañable y constante, a los que entregó su vida. Tras su muerte, brotó del corazón agradecido de la Iglesia en Valencia el deseo de iniciar su Causa de beatificación, impulsada por fin, medio siglo después, a instancias de la ACdP, a la que honró con su fidelidad y encendida vida sobrenatural. Todo un hombre cuya memoria se sigue conservando entre nosotros. Un hombre verdaderamente aún de nuestro tiempo. Disponemos de estampas con la oración a José Mª Haro en castellano, italiano, portugués y valenciano. Escanea el código aquí mismo para acceder al formulario de solicitud. Puedes incluir además los datos de tu comunidad parroquial o asociación: les enviaremos también a ellos los boletines y estampas que desees.
+info Postulación de la Causa de Canonización de José Mª Haro Salvador ACdP. Palacio de Colomina C/ Almudín, 1. 46003 – Valencia (ESPAÑA) causa.haro@acdp.es www.jmharosalvador.wordpress.com Donativos (Banco Santander): ES91 - 0049 - 6596 - 26 - 2316024368
José María Haro Salvador BOLETÍN DE LA CAUSA DE CANONIZACIÓN nº 3 / Junio 2021
Un muchacho cualquiera
L
a vida en Cheste de José María Haro discurría con la normalidad de la vida de un muchacho cualquiera de familia rural, acostumbrada a la privación, al esfuerzo y el trabajo, pero en la que no faltó el cariño, la alegría y la fiesta, las carreras infantiles, los baños en la charca de “El Potrón”, los partidos de fútbol en el primer equipo del pueblo… Así le vemos, jovencito, en 1916. Su casa tenía un patio grande, como es habitual en estas tierras. En él juntaba el chico a otros muchos del pueblo a quienes organizaba fiestas, procesiones, funciones de teatro y hasta “corridas de toro” con una cabeza que él mismo había fabricado con cartón… Y todo ello a buen precio: ¡dos céntimos la entrada! Beneficio no pequeño en manos de un chiquillo, al que luego bien supo encontrar un destino. Ese mismo año, el 17 de agosto, un terrible incendio devastó el templo parroquial de San
Lucas, seguramente a causa de un par de velas no apagadas al término de los oficios de aquella tarde en la capilla de la Virgen. Serían las doce menos cuarto de la noche cuando unos viandantes, que disfrutaban del aire fresco y limpio de la noche estival, dieron la voz de alarma al distinguir el resplandor del fuego en el interior del templo. Al fugaz ir y venir de las llamaradas que asomaban por sus ventanas acompañaba un ruido estruendoso, señal inequívoca de la voracidad del incendio. Inmediatamente se dirigieron a la iglesia todas las autoridades locales: el cura párroco, D. José González Huguet, mártir en la persecución religiosa de 1936; sus coadjutores; el juez municipal y secretario; el alcalde accidental, Francisco Tarín, y el secretario del Ayuntamiento; algunos concejales, miembros de la guardia civil, el médico, el farmacéutico, albañiles, algunos vecinos… Como dijo la prensa de esos días, aquel fue «un [sigue en página 3]
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 2
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Apuntes biográficos [1904] Nace en Cheste (Valencia), el día 24 de abril. Seis días después recibió el bautismo.
[1936] Juez en Villar del Arzobispo (Valencia), donde le sorprende el inicio de la guerra civil.
[1917] Ingresa en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (HH. Maristas) de Valencia.
[1939] Repuesto en la carrera judicial se incorpora al cuerpo de la Magistratura de Trabajo.
[1918] Becario por oposición del Colegio Mayor San Juan de Ribera (Burjassot). Cursa estudios de Magisterio y participa en la fundación de su Asociación de Estudiantes Católicos.
[1940] Presidente de la Junta Provincial de Enseñanza Primaria y Consejero del Servicio Español del Magisterio.
[1923] Alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia. [1926] Ingresa en la Asociación Católica de Propagandistas y en Acción Católica. Presidente de la Federación Regional de Estudiantes Católicos [1928] Finaliza sus estudios de Derecho con las máximas calificaciones. Secretario del Consejo Central de la Juventud Católica Española (Madrid). [1930] Juez de Orcera (Jaén). El día 24 de octubre contrae matrimonio con María Luisa Sabater Valero (1908-1984) en la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados (Valencia). Serán padres de ocho hijos. [1931]
Juez en Viver (Castellón).
[1942] Presidente de la rama de Hombres de Acción Católica de Valencia. [1947] Director del Banco de Nuestra Señora de los Desamparados. Cofundador de la Asociación Católica de Maestros de Valencia. [1950] Presidente de la Delegación Provincial del Instituto Nacional de Previsión. [1954] Cesa a petición propia en la Presidencia de los Hombres de Acción Católica. [1961] Ingresa en la Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación. [1965] Muere en Valencia el día 6 de agosto, festividad de la Transfiguración del Señor. Primeros pasos de su Causa de Canonización. [2015] Solemne apertura de la Causa en la diócesis de Valencia.
Junio 2021
T
odos cuantos coincidían con José María Haro eran testigos de su intenso celo apostólico. Incluso sus camaradas de cuartel entre los años 1925 y 1928, durante su servicio militar. Lo hizo en la ciudad de Valencia, en el Arma de Infantería del Ejército, en periodos intermitentes como soldado de cuota, Suboficial de complemento (1927) y, al final, Alférez (1928). Las largas horas de inactividad cuartelaria las aprovechaba Haro para organizar actividades educativas para sus compañeros reclutas y charlas de formación en la fe, de la que no pocas veces aquellos jóvenes soldados se hallaban bastante necesitados.
7
“A hora y deshora...” El desarrollo de esta actividad no se limitaba a los días de feria, en el tiempo que dejaba libre la disciplina militar. Al contrario, en fines de semana y días de fiesta, José María Haro iba con un grupo de amigos bien seleccionados por las poblaciones cercanas impartiendo catequesis y charlas de contenido social. Lo recordaba el Hno. Bruno, antiguo profesor suyo en el colegio de los Maristas, con el que mantuvo de por vida una entrañable amistad:
«Encargado con otros compañeros por la Superioridad del Regimiento de dar clase a los reclutas analfabetos, lo hacía con el mayor interés y paciencia, aprovechando la ocasión y sin temor al cansancio, a hora y deshora. Los iba instruyendo en religión y buenas costumbres de que tan necesitados estaba la mayoría de ellos, llevándolos así a las prácticas religiosas, ayudado por un equipo que luego se encargó de ir preparando al cumplimiento del Precepto Pascual a todos los soldados del Regimiento con notable fruto y gran contento de Jefes y Oficiales (que también se acercaban a escucharlos); lo que contribuyó eficazmente a mantener un ambiente de moralidad y honestidad no siempre, por desgracia, reinante en esos conglomerados cuarteleros. No contento nuestro José Mª con los frutos palpables logrados en el cuartel, solía tener con su equipo moralizador sus correrías en las tardes de los domingos y fiestas por los pueblos vecinos, en plan de apóstoles catequizantes, con gran provecho de las almas» (1967)
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 6
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Notificación de favores Una casa al fin
debíamos nosotros abandonar la casa de esta familia amiga. Atribuyo a la intercesión del siervo de Dios haber podido resolver con éxito un problema que, ciertamente, tanta preocupación nos causaba a mi esposa y a mí desde hacía varios años” (JV, España)
“Sin ahorros y padre de familia numerosa, después de vivir de alquiler muchos años, rogué al siervo de Dios intercediera por nosotros para acceder a la compra de una vivienda suficientemente amplia y a un precio que pudiéRecuperé mi Oh Dios, Padre misericordioso, que hiciste ramos afrontar, siendo plaza de tu siervo José María un dócil instrumenque todo había de ser to al servicio de tu Iglesia en el desempeño inicialmente deuda y “Quisiera dar las de sus obligaciones ordinarias, en su inno contábamos con gracias por la intercansable dedicación al apostolado católico ayuda de ningún tipo. cesión del Siervo de y en su fidelísima entrega familiar, animanAl poco, el traslado Dios José Mª Haro do sus tareas siempre con un ardiente espíritu sobrenatural. Concédeme ser, como inesperado de una Salvador, en la resoél, testigo de tu amor ante todos los homfamilia amiga a otra lución de un asunto bres, para que iluminando el mundo con la ciudad nos permitió judicial laboral en mi luz del Evangelio, lleguen al conocimiento ocupar temporalmente favor. Soy profesora de la Verdad. Dígnate glorificar a tu siervo su vivienda por un bade religión católica José María y alcánzame por su intercesión jísimo alquiler, lo que en un instituto de el favor que te pido (...) Que así sea. ha favorecido nuestra Cantabria y la Concapacidad de ahorro sejería ha reducido Padrenuestro. Avemaría. Gloria durante los tres años mi plaza a 2/3; he que pudimos ocupar rezado la oración su casa. Durante este periodo, cayó en nues- aprobada para la intercesión del Siervo de Dios tras manos información sobre la construcción José Mª Haro, y el juez me ha dado la razón en de unas viviendas muy cercanas a la capital, todos los términos” (LA, Cantabria) extraordinariamente bien comunicadas y a un precio muy asequible que, además, terminarían causa.haro@acdp.es de construirse precisamente en la fecha en que
Para solicitar estampas con la oración o notificar favores, puede ponerse en contacto con nosotros mediante correo electrónico o a través de los distintos medios que encontrará al final de este Boletín informativo. Su colaboración es muy importante para el desarrollo de esta Causa.
Junio 2021
espectáculo imponente», que se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada. El santo párroco hizo lo imposible por salvar parte del patrimonio de la iglesia de las llamas, sobre todo al Santísimo. Atónitos debió dejar a sus vecinos cuando le vieron cruzar el fuego para rescatar al Señor en el Sagrario con riesgo para su propia vida. De todos modos, mucho fue lo que se perdió. Así que hubo necesidad, pasada la tragedia, de comenzar la restauración del templo, que no finalizaría hasta años más tarde, en 1922. Pues bien, allá iban a parar también aquellos céntimos recaudados por el buen muchacho en el patio de su casa: a la restauración parroquial. Mientras tanto, en las largas horas de ausencia del padre por su constante ir y venir a Valencia, también él debía asumir ciertas tareas en el mantenimiento de la casa y del pequeño negocio de jabones que tenían a su cuidado en Cheste. Su hermano Enrique era todavía muy pequeño, por lo que debía quedarse a su cargo cuando su madre salía para el cobro de recibos pendientes u otras gestiones domésticas. Apenas salía José María de la escuela reemplazaba a su madre, o iba a repartir los pedidos por las casas vecinas, con el pequeño de una mano y un cestillo en la otra. Luego, por la noche, tras la cena, podía entretenerse un rato, hasta las nueve, hora de volver. Plan distinto había cuando se programaban sermones en la iglesia por la tarde. Allá iban entonces algunos chiquillos, rompiendo la monotonía del curso ordinario. En una de esas, en pleno novenario de ánimas, el sueño pudo más que el buen propósito, y tanto Enrique como José María acabaron durmiéndose en el coro. Los oficios terminaron. Se apagaron las luces. El sacristán, que todo lo creía en orden, cerró la puerta al salir. Se hizo la paz propia de la noche. Todo era silencio.
3
Pasadas las diez se despertaron los niños. «¿Y ahora qué hacemos?» –preguntó José María. Su hermano pequeño no tenía la menor duda: naturalmente, seguir durmiendo… Claro que al darse cuenta de que era ya de noche, que todo estaba oscuro, el templo vacío y ellos, allá, completamente solos y en penumbra, la cosa la vio más complicada y –cómo no– rompió a llorar. Y aun habría de llorar más cuando, acercándose a la puerta, la encontraron cerrada, sin poder salir para volver a casa… Cogidos de la mano, llorando el uno, el otro consolándole, pasaban los minutos largos como horas. Poco se podía hacer. Solo una cosa se le ocurrió al mayor, acordándose del «sentimiento que desde la cuna nos había inculcado nuestra madre», según contaba: de hinojos ante el Santísimo, «me dirijo a la otra Madre y le pido por nuestra libertad» . «No llores –le pidió luego al pequeño–. Nos abrirá la Virgen…». A los pocos minutos se oyó girar la llave en la cerradura de la iglesia parroquial. Era el sacristán, a quien había avisado un matrimonio que, al oír los llantos, corrió inmediatamente a pedir ayuda para liberarlos ■
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 4
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Así le vieron
L
a caridad brilló constantemente en la vida de José María Haro. Sabía muy bien que no es posible amar a Dios, a quien no vemos, si despreciamos al hermano que pasa a nuestro lado, incluso si, como sucede tantas veces, nos trata con indiferencia, con insidiosa malevolencia o incluso odio. Por todo ello hubo de pasar también Haro, pero su caridad no podía hacer distinciones, movido por un amor realmente universal. He aquí un gesto muy suyo, de cuando era Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sagrado Corazón (HH. Maristas): «Un día, después de haber celebrado una Junta, nos despedíamos, cuando se presentó un antiguo estudiante dándole explicaciones del motivo por el cual no asistía a las asambleas. Estaba en un gran apuro económico, con enfermos en la familia, sin una ocupación, desalentado. D. José María le alentó y le rogó que no faltara a la reunión siguiente. Efectivamente, acudió el compañero necesitado. Después de haber intervenido brillantemente hablando de la necesidad de la mutua ayuda entre los miembros de la Asociación, contó el caso en que se hallaba su compañero, sin que nadie se diera cuenta de su presencia, y la asamblea correspondió con pruebas manifiestas del deseo de ayudarle. D. José Mª dio la vuelta al salón, lleno de público, con una gran bolsa y la cantidad recaudada fue muy considerable. Además invitó a los asistentes a
“
Caridad con todos buscar una colocación adecuada para su protegido y no pasaron muchos días sin que el aludido estuviera desempeñando un empleo muy retribuido. Le había sacado de apuros...». Hno. Javier de Rafael, Marista (28 enero 1967).
Los pobres, los más débiles, los abandonados son siempre destinatario privilegiado de la caridad cristiana. Una carta desde la cárcel nos habla de su ilimitada disponibilidad: «Mi querido D. José; Ante todo, mi más sincero agradecimiento (a Dios le pido, fervorosamente, que se lo tenga en cuenta) por el interés que se ha tomado por mi asunto, demostrándome con ello que es correspondido el cariño que siempre le tuve. Usted es la única persona amiga noble y buena que he encontrado en estos momentos. ¡Qué falsas eran todas las demás amistades y cómo la vida misma nos hace conocer a las personas!». Carta de Francisco Sáiz, prisión de Monteolivete (11 abril 1940).
Cómo comprendía a los demás sin nunca juzgarlos era algo que recordaban con unanimidad cuantos le trataron en algún momento de sus vidas: «En su generoso corazón nunca halló albergue la murmuración ni la indelicadeza. Qué bien practicaba aquella conocida máxima cristiana que dice:
También la virtud de la Justicia tiene a un tiempo su fuente y su perfección en la Caridad, en el amor. Pero, a su vez, la Justicia crea un medio en el que puede penetrar y vivir el amor; y por eso no tiene sentido en sí misma, sino en cuanto hace posible la convivencia y el amor, porque de otro modo
Junio 2021
5 en manifestar sus intenciones, pero él le esperaba con tanta habilidad como caridad y serenidad, y todo se desarrolló con admiración y edificación de todos. Se mantuvo a una altura tal en relación con su adversario que, avergonzado se tuvo que retirar del salón y no apareció más. No había dicho una palabra menos comedida, ni hubo un gesto que pudiera herir en lo más mínimo al malicioso asambleísta, hipercrítico e insatisfecho sistemático». “Nunca habló mal de nadie. Hno. Javier de Rafael, Si se hacía en su presencia, se abstraía Marista (28 enero 1967).
cuando no puedas hablar bien de alguna persona, cállate. A nuestro buen D. José Mª, no obstante las discrepancias, ingratitudes y contrariedades que seguramente tendría, nunca le hemos oído una queja, ni una murmuración de nadie, antes al contrario, se esforzaba en suplir las negligencias de los demás en el servicio de Dios y de su Santa Iglesia». Siervo de Dios Vicente Hervás, Maestro (noviembre 1966).
Qué difícil, sin embargo, mantener la calma, la incluso objetivamente, pareciendo mesura en la palabra, el comedimiento en el estar ausente de la conversación. Fus- Si hay un caso espetigaba defectos y conductas torcidas gesto y la paz interior, cialmente sintomático generalizando, sin personalizar” cuando la insidia, la de su capacidad de malevolencia y hasta la perdón y caridad para agresión se nos presentan de repente... con todos, ese es el de su comportamiento hacia quienes pretendieron asesinarle en los años de «En una ocasión, después de una Junta un tanguerra, alguno de cuyos nombres conocía perto borrascosa, comenté con Haro que, en vista de fectamente, sin revelarlos jamás: todo aquello, lo mejor era presentar la dimisión y marcharnos. Él me contestó que no hiciera caso de lo ocurrido y que pensara que por encima de todo eso estaba Dios, que era el único por el que trabajábamos. Y decía esto con una transparente serenidad, como si no hubiera ocurrido nada», José Ferrer Olmos, Abogado (4 mayo 1967). «En una circunstancia se presentó a la Asamblea de Antiguos Alumnos un señor a quien en su condición de Magistrado había tenido que exigir los deberes de justicia para con un tercero. Se había presentado intencionadamente para intervenir en contra de cuanto dijera José María. El otro no tardó
«Como testigo del cautiverio que en nuestra guerra sufrió José María Haro Salvador, debo decir que guardó una conducta ejemplar, tanto para nosotros como para sus enemigos que con tanta injusticia le persiguieron, y no solamente no les guardó rencor alguno, sino que incluso rogaba por ellos». Adela Llopis Perpiñá (18 febrero 1967). «Al regresar en coche de las correrías apostólicas solía rezarse el Santo Rosario. Haro siempre, siempre, terminadas las letanías, decía: Recemos un Padrenuestro por nuestros enemigos...». José Ferrer Olmos, Abogado (4 mayo 1967).
sólo conduce a la división. Retengamos estas dos ideas beneficiosas también para el mundo del trabajo: la caridad, fuente y perfección de la Justicia; pero ésta, la Justicia, mediación del amor” (La caridad en el mundo del trabajo y en las profesiones liberales, 1959)
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 4
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Así le vieron
L
a caridad brilló constantemente en la vida de José María Haro. Sabía muy bien que no es posible amar a Dios, a quien no vemos, si despreciamos al hermano que pasa a nuestro lado, incluso si, como sucede tantas veces, nos trata con indiferencia, con insidiosa malevolencia o incluso odio. Por todo ello hubo de pasar también Haro, pero su caridad no podía hacer distinciones, movido por un amor realmente universal. He aquí un gesto muy suyo, de cuando era Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Sagrado Corazón (HH. Maristas): «Un día, después de haber celebrado una Junta, nos despedíamos, cuando se presentó un antiguo estudiante dándole explicaciones del motivo por el cual no asistía a las asambleas. Estaba en un gran apuro económico, con enfermos en la familia, sin una ocupación, desalentado. D. José María le alentó y le rogó que no faltara a la reunión siguiente. Efectivamente, acudió el compañero necesitado. Después de haber intervenido brillantemente hablando de la necesidad de la mutua ayuda entre los miembros de la Asociación, contó el caso en que se hallaba su compañero, sin que nadie se diera cuenta de su presencia, y la asamblea correspondió con pruebas manifiestas del deseo de ayudarle. D. José Mª dio la vuelta al salón, lleno de público, con una gran bolsa y la cantidad recaudada fue muy considerable. Además invitó a los asistentes a
“
Caridad con todos buscar una colocación adecuada para su protegido y no pasaron muchos días sin que el aludido estuviera desempeñando un empleo muy retribuido. Le había sacado de apuros...». Hno. Javier de Rafael, Marista (28 enero 1967).
Los pobres, los más débiles, los abandonados son siempre destinatario privilegiado de la caridad cristiana. Una carta desde la cárcel nos habla de su ilimitada disponibilidad: «Mi querido D. José; Ante todo, mi más sincero agradecimiento (a Dios le pido, fervorosamente, que se lo tenga en cuenta) por el interés que se ha tomado por mi asunto, demostrándome con ello que es correspondido el cariño que siempre le tuve. Usted es la única persona amiga noble y buena que he encontrado en estos momentos. ¡Qué falsas eran todas las demás amistades y cómo la vida misma nos hace conocer a las personas!». Carta de Francisco Sáiz, prisión de Monteolivete (11 abril 1940).
Cómo comprendía a los demás sin nunca juzgarlos era algo que recordaban con unanimidad cuantos le trataron en algún momento de sus vidas: «En su generoso corazón nunca halló albergue la murmuración ni la indelicadeza. Qué bien practicaba aquella conocida máxima cristiana que dice:
También la virtud de la Justicia tiene a un tiempo su fuente y su perfección en la Caridad, en el amor. Pero, a su vez, la Justicia crea un medio en el que puede penetrar y vivir el amor; y por eso no tiene sentido en sí misma, sino en cuanto hace posible la convivencia y el amor, porque de otro modo
Junio 2021
5 en manifestar sus intenciones, pero él le esperaba con tanta habilidad como caridad y serenidad, y todo se desarrolló con admiración y edificación de todos. Se mantuvo a una altura tal en relación con su adversario que, avergonzado se tuvo que retirar del salón y no apareció más. No había dicho una palabra menos comedida, ni hubo un gesto que pudiera herir en lo más mínimo al malicioso asambleísta, hipercrítico e insatisfecho sistemático». “Nunca habló mal de nadie. Hno. Javier de Rafael, Si se hacía en su presencia, se abstraía Marista (28 enero 1967).
cuando no puedas hablar bien de alguna persona, cállate. A nuestro buen D. José Mª, no obstante las discrepancias, ingratitudes y contrariedades que seguramente tendría, nunca le hemos oído una queja, ni una murmuración de nadie, antes al contrario, se esforzaba en suplir las negligencias de los demás en el servicio de Dios y de su Santa Iglesia». Siervo de Dios Vicente Hervás, Maestro (noviembre 1966).
Qué difícil, sin embargo, mantener la calma, la incluso objetivamente, pareciendo mesura en la palabra, el comedimiento en el estar ausente de la conversación. Fus- Si hay un caso espetigaba defectos y conductas torcidas gesto y la paz interior, cialmente sintomático generalizando, sin personalizar” cuando la insidia, la de su capacidad de malevolencia y hasta la perdón y caridad para agresión se nos presentan de repente... con todos, ese es el de su comportamiento hacia quienes pretendieron asesinarle en los años de «En una ocasión, después de una Junta un tanguerra, alguno de cuyos nombres conocía perto borrascosa, comenté con Haro que, en vista de fectamente, sin revelarlos jamás: todo aquello, lo mejor era presentar la dimisión y marcharnos. Él me contestó que no hiciera caso de lo ocurrido y que pensara que por encima de todo eso estaba Dios, que era el único por el que trabajábamos. Y decía esto con una transparente serenidad, como si no hubiera ocurrido nada», José Ferrer Olmos, Abogado (4 mayo 1967). «En una circunstancia se presentó a la Asamblea de Antiguos Alumnos un señor a quien en su condición de Magistrado había tenido que exigir los deberes de justicia para con un tercero. Se había presentado intencionadamente para intervenir en contra de cuanto dijera José María. El otro no tardó
«Como testigo del cautiverio que en nuestra guerra sufrió José María Haro Salvador, debo decir que guardó una conducta ejemplar, tanto para nosotros como para sus enemigos que con tanta injusticia le persiguieron, y no solamente no les guardó rencor alguno, sino que incluso rogaba por ellos». Adela Llopis Perpiñá (18 febrero 1967). «Al regresar en coche de las correrías apostólicas solía rezarse el Santo Rosario. Haro siempre, siempre, terminadas las letanías, decía: Recemos un Padrenuestro por nuestros enemigos...». José Ferrer Olmos, Abogado (4 mayo 1967).
sólo conduce a la división. Retengamos estas dos ideas beneficiosas también para el mundo del trabajo: la caridad, fuente y perfección de la Justicia; pero ésta, la Justicia, mediación del amor” (La caridad en el mundo del trabajo y en las profesiones liberales, 1959)
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 6
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Notificación de favores Una casa al fin
debíamos nosotros abandonar la casa de esta familia amiga. Atribuyo a la intercesión del siervo de Dios haber podido resolver con éxito un problema que, ciertamente, tanta preocupación nos causaba a mi esposa y a mí desde hacía varios años” (JV, España)
“Sin ahorros y padre de familia numerosa, después de vivir de alquiler muchos años, rogué al siervo de Dios intercediera por nosotros para acceder a la compra de una vivienda suficientemente amplia y a un precio que pudiéRecuperé mi Oh Dios, Padre misericordioso, que hiciste ramos afrontar, siendo plaza de tu siervo José María un dócil instrumenque todo había de ser to al servicio de tu Iglesia en el desempeño inicialmente deuda y “Quisiera dar las de sus obligaciones ordinarias, en su inno contábamos con gracias por la intercansable dedicación al apostolado católico ayuda de ningún tipo. cesión del Siervo de y en su fidelísima entrega familiar, animanAl poco, el traslado Dios José Mª Haro do sus tareas siempre con un ardiente espíritu sobrenatural. Concédeme ser, como inesperado de una Salvador, en la resoél, testigo de tu amor ante todos los homfamilia amiga a otra lución de un asunto bres, para que iluminando el mundo con la ciudad nos permitió judicial laboral en mi luz del Evangelio, lleguen al conocimiento ocupar temporalmente favor. Soy profesora de la Verdad. Dígnate glorificar a tu siervo su vivienda por un bade religión católica José María y alcánzame por su intercesión jísimo alquiler, lo que en un instituto de el favor que te pido (...) Que así sea. ha favorecido nuestra Cantabria y la Concapacidad de ahorro sejería ha reducido Padrenuestro. Avemaría. Gloria durante los tres años mi plaza a 2/3; he que pudimos ocupar rezado la oración su casa. Durante este periodo, cayó en nues- aprobada para la intercesión del Siervo de Dios tras manos información sobre la construcción José Mª Haro, y el juez me ha dado la razón en de unas viviendas muy cercanas a la capital, todos los términos” (LA, Cantabria) extraordinariamente bien comunicadas y a un precio muy asequible que, además, terminarían causa.haro@acdp.es de construirse precisamente en la fecha en que
Para solicitar estampas con la oración o notificar favores, puede ponerse en contacto con nosotros mediante correo electrónico o a través de los distintos medios que encontrará al final de este Boletín informativo. Su colaboración es muy importante para el desarrollo de esta Causa.
Junio 2021
espectáculo imponente», que se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada. El santo párroco hizo lo imposible por salvar parte del patrimonio de la iglesia de las llamas, sobre todo al Santísimo. Atónitos debió dejar a sus vecinos cuando le vieron cruzar el fuego para rescatar al Señor en el Sagrario con riesgo para su propia vida. De todos modos, mucho fue lo que se perdió. Así que hubo necesidad, pasada la tragedia, de comenzar la restauración del templo, que no finalizaría hasta años más tarde, en 1922. Pues bien, allá iban a parar también aquellos céntimos recaudados por el buen muchacho en el patio de su casa: a la restauración parroquial. Mientras tanto, en las largas horas de ausencia del padre por su constante ir y venir a Valencia, también él debía asumir ciertas tareas en el mantenimiento de la casa y del pequeño negocio de jabones que tenían a su cuidado en Cheste. Su hermano Enrique era todavía muy pequeño, por lo que debía quedarse a su cargo cuando su madre salía para el cobro de recibos pendientes u otras gestiones domésticas. Apenas salía José María de la escuela reemplazaba a su madre, o iba a repartir los pedidos por las casas vecinas, con el pequeño de una mano y un cestillo en la otra. Luego, por la noche, tras la cena, podía entretenerse un rato, hasta las nueve, hora de volver. Plan distinto había cuando se programaban sermones en la iglesia por la tarde. Allá iban entonces algunos chiquillos, rompiendo la monotonía del curso ordinario. En una de esas, en pleno novenario de ánimas, el sueño pudo más que el buen propósito, y tanto Enrique como José María acabaron durmiéndose en el coro. Los oficios terminaron. Se apagaron las luces. El sacristán, que todo lo creía en orden, cerró la puerta al salir. Se hizo la paz propia de la noche. Todo era silencio.
3
Pasadas las diez se despertaron los niños. «¿Y ahora qué hacemos?» –preguntó José María. Su hermano pequeño no tenía la menor duda: naturalmente, seguir durmiendo… Claro que al darse cuenta de que era ya de noche, que todo estaba oscuro, el templo vacío y ellos, allá, completamente solos y en penumbra, la cosa la vio más complicada y –cómo no– rompió a llorar. Y aun habría de llorar más cuando, acercándose a la puerta, la encontraron cerrada, sin poder salir para volver a casa… Cogidos de la mano, llorando el uno, el otro consolándole, pasaban los minutos largos como horas. Poco se podía hacer. Solo una cosa se le ocurrió al mayor, acordándose del «sentimiento que desde la cuna nos había inculcado nuestra madre», según contaba: de hinojos ante el Santísimo, «me dirijo a la otra Madre y le pido por nuestra libertad» . «No llores –le pidió luego al pequeño–. Nos abrirá la Virgen…». A los pocos minutos se oyó girar la llave en la cerradura de la iglesia parroquial. Era el sacristán, a quien había avisado un matrimonio que, al oír los llantos, corrió inmediatamente a pedir ayuda para liberarlos ■
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización 2
El Siervo de Dios José María Haro Salvador Boletín de la Causa de Canonización Junio 2021
Apuntes biográficos [1904] Nace en Cheste (Valencia), el día 24 de abril. Seis días después recibió el bautismo.
[1936] Juez en Villar del Arzobispo (Valencia), donde le sorprende el inicio de la guerra civil.
[1917] Ingresa en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (HH. Maristas) de Valencia.
[1939] Repuesto en la carrera judicial se incorpora al cuerpo de la Magistratura de Trabajo.
[1918] Becario por oposición del Colegio Mayor San Juan de Ribera (Burjassot). Cursa estudios de Magisterio y participa en la fundación de su Asociación de Estudiantes Católicos.
[1940] Presidente de la Junta Provincial de Enseñanza Primaria y Consejero del Servicio Español del Magisterio.
[1923] Alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia. [1926] Ingresa en la Asociación Católica de Propagandistas y en Acción Católica. Presidente de la Federación Regional de Estudiantes Católicos [1928] Finaliza sus estudios de Derecho con las máximas calificaciones. Secretario del Consejo Central de la Juventud Católica Española (Madrid). [1930] Juez de Orcera (Jaén). El día 24 de octubre contrae matrimonio con María Luisa Sabater Valero (1908-1984) en la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados (Valencia). Serán padres de ocho hijos. [1931]
Juez en Viver (Castellón).
[1942] Presidente de la rama de Hombres de Acción Católica de Valencia. [1947] Director del Banco de Nuestra Señora de los Desamparados. Cofundador de la Asociación Católica de Maestros de Valencia. [1950] Presidente de la Delegación Provincial del Instituto Nacional de Previsión. [1954] Cesa a petición propia en la Presidencia de los Hombres de Acción Católica. [1961] Ingresa en la Academia Valenciana de Jurisprudencia y Legislación. [1965] Muere en Valencia el día 6 de agosto, festividad de la Transfiguración del Señor. Primeros pasos de su Causa de Canonización. [2015] Solemne apertura de la Causa en la diócesis de Valencia.
Junio 2021
T
odos cuantos coincidían con José María Haro eran testigos de su intenso celo apostólico. Incluso sus camaradas de cuartel entre los años 1925 y 1928, durante su servicio militar. Lo hizo en la ciudad de Valencia, en el Arma de Infantería del Ejército, en periodos intermitentes como soldado de cuota, Suboficial de complemento (1927) y, al final, Alférez (1928). Las largas horas de inactividad cuartelaria las aprovechaba Haro para organizar actividades educativas para sus compañeros reclutas y charlas de formación en la fe, de la que no pocas veces aquellos jóvenes soldados se hallaban bastante necesitados.
7
“A hora y deshora...” El desarrollo de esta actividad no se limitaba a los días de feria, en el tiempo que dejaba libre la disciplina militar. Al contrario, en fines de semana y días de fiesta, José María Haro iba con un grupo de amigos bien seleccionados por las poblaciones cercanas impartiendo catequesis y charlas de contenido social. Lo recordaba el Hno. Bruno, antiguo profesor suyo en el colegio de los Maristas, con el que mantuvo de por vida una entrañable amistad:
«Encargado con otros compañeros por la Superioridad del Regimiento de dar clase a los reclutas analfabetos, lo hacía con el mayor interés y paciencia, aprovechando la ocasión y sin temor al cansancio, a hora y deshora. Los iba instruyendo en religión y buenas costumbres de que tan necesitados estaba la mayoría de ellos, llevándolos así a las prácticas religiosas, ayudado por un equipo que luego se encargó de ir preparando al cumplimiento del Precepto Pascual a todos los soldados del Regimiento con notable fruto y gran contento de Jefes y Oficiales (que también se acercaban a escucharlos); lo que contribuyó eficazmente a mantener un ambiente de moralidad y honestidad no siempre, por desgracia, reinante en esos conglomerados cuarteleros. No contento nuestro José Mª con los frutos palpables logrados en el cuartel, solía tener con su equipo moralizador sus correrías en las tardes de los domingos y fiestas por los pueblos vecinos, en plan de apóstoles catequizantes, con gran provecho de las almas» (1967)
Edita: Asociación Católica de Propagandistas Nº 3 / Junio 2021
José María Haro Salvador, un hombre de nuestro tiempo. Testimonios y homenajes públicos (1965-2015) Edición y notas de Juan C. Valderrama Abenza CEU Ediciones, Madrid 2018 193 págs. https://www.ceuediciones.es El 6 de agosto de 1965 moría en Valencia José Mª Haro Salvador. A su alrededor dejaba la clara conciencia de que acababa de marcharse un santo. Histórico propagandista y líder de Acción Católica, no hubo institución social en Valencia, ni civil ni eclesiástica, en la que no participase de forma destacada con su acción de gobierno, su fino talento jurídico o su consejo, ponderado y preciso. Dos eran los pulmones por los que respiraba Haro: el celo por la justicia en materia social y el amor al magisterio, entrañable y constante, a los que entregó su vida. Tras su muerte, brotó del corazón agradecido de la Iglesia en Valencia el deseo de iniciar su Causa de beatificación, impulsada por fin, medio siglo después, a instancias de la ACdP, a la que honró con su fidelidad y encendida vida sobrenatural. Todo un hombre cuya memoria se sigue conservando entre nosotros. Un hombre verdaderamente aún de nuestro tiempo. Disponemos de estampas con la oración a José Mª Haro en castellano, italiano, portugués y valenciano. Escanea el código aquí mismo para acceder al formulario de solicitud. Puedes incluir además los datos de tu comunidad parroquial o asociación: les enviaremos también a ellos los boletines y estampas que desees.
+info Postulación de la Causa de Canonización de José Mª Haro Salvador ACdP. Palacio de Colomina C/ Almudín, 1. 46003 – Valencia (ESPAÑA) causa.haro@acdp.es www.jmharosalvador.wordpress.com Donativos (Banco Santander): ES91 - 0049 - 6596 - 26 - 2316024368
José María Haro Salvador BOLETÍN DE LA CAUSA DE CANONIZACIÓN nº 3 / Junio 2021
Un muchacho cualquiera
L
a vida en Cheste de José María Haro discurría con la normalidad de la vida de un muchacho cualquiera de familia rural, acostumbrada a la privación, al esfuerzo y el trabajo, pero en la que no faltó el cariño, la alegría y la fiesta, las carreras infantiles, los baños en la charca de “El Potrón”, los partidos de fútbol en el primer equipo del pueblo… Así le vemos, jovencito, en 1916. Su casa tenía un patio grande, como es habitual en estas tierras. En él juntaba el chico a otros muchos del pueblo a quienes organizaba fiestas, procesiones, funciones de teatro y hasta “corridas de toro” con una cabeza que él mismo había fabricado con cartón… Y todo ello a buen precio: ¡dos céntimos la entrada! Beneficio no pequeño en manos de un chiquillo, al que luego bien supo encontrar un destino. Ese mismo año, el 17 de agosto, un terrible incendio devastó el templo parroquial de San
Lucas, seguramente a causa de un par de velas no apagadas al término de los oficios de aquella tarde en la capilla de la Virgen. Serían las doce menos cuarto de la noche cuando unos viandantes, que disfrutaban del aire fresco y limpio de la noche estival, dieron la voz de alarma al distinguir el resplandor del fuego en el interior del templo. Al fugaz ir y venir de las llamaradas que asomaban por sus ventanas acompañaba un ruido estruendoso, señal inequívoca de la voracidad del incendio. Inmediatamente se dirigieron a la iglesia todas las autoridades locales: el cura párroco, D. José González Huguet, mártir en la persecución religiosa de 1936; sus coadjutores; el juez municipal y secretario; el alcalde accidental, Francisco Tarín, y el secretario del Ayuntamiento; algunos concejales, miembros de la guardia civil, el médico, el farmacéutico, albañiles, algunos vecinos… Como dijo la prensa de esos días, aquel fue «un [sigue en página 3]