JUEGOS INFANTILES TRADICIONALES DE PEGALAJAR
DEDICATORIA A Mari, mi mujer, con la que tanto he compartido y comparto…
Escuela de Dª Aniceta, donde practicó, con sus amigas y compañeras, la mayoría de los juegos de corro y comba de los que es informante a lo largo de muchas páginas del libro… Juegos de corro y comba repletos de CANCIONES, DE MÚSICA Y DE POESÍA, que la transportaron, en esta etapa de su vida, a un mundo lleno de recuerdos en el que le hubiera gustado continuar siempre…
Prólogo:
– Juan Moreno Palomares
Portada:
– Luis Martínez Vázquez
Dibujos interiores:
– Rafael Cordero Moreno
Transcripciones musicales:
– David Manuel Carrascosa Lechuga
Juegos de La Guardia:
– Francisco Pérez Fernández
Juegos de La Cerradura:
– Manolita Martínez Garrido
PRÓLOGO El autor de esta publicación, Juegos Infantiles Tradicionales de Pegalajar, Joaquín Quesada Guzmán, es en la actualidad profesor jubilado del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves” de Pegalajar, aunque quisiera rectificar este formulismo oficial y llamarle sencillamente el maestro Don Joaquín. Amante de la tradición oral, ha investigado en nuestro pueblo sus raíces populares y costumbristas, unas veces sobre villancicos y aguilandos y otras sobre cuentos, aspectos que ya han visto la luz de la imprenta. Ahora le toca el turno a los juegos de antaño que, desgraciadamente, se vienen perdiendo a pasos agigantados. No me gusta generalizar el dicho popular “tiempos pasados fueron mejores”, por imprecisión del concepto. Sin embargo, en el caso de los juegos tradicionales, sí lo afirmaría rotundamente. En la actualidad, los juegos de nuestros niños difieren mucho de los juegos infantiles, tan añorados por todos y que el autor nos describe aquí ampliamente. Son muchos los beneficios relacionados con la salud física y mental que objetivamente aportaban estos juegos, por realizarse al aire libre, en cualquier plaza o calle de nuestros pueblos. El Colache, Tres Novillos en la Mar, Chichi Veo… Sin duda estos juegos facilitaban la actividad física, y otros aspectos no menos importantes, como el desarrollo de la sociabilidad, el respeto mutuo y a las normas del juego, el aprendizaje de poemas etc… – A la flor del romero, romero verde. Si el romero se seca, ya no florece. Ya no florece, ya floreció, la vergüenza de los hombres ya se acabó… No me opongo al progreso que ha supuesto el desarrollo de la informática y las innovaciones tecnológicas, con su internet incluido. Más bien rechazo el abuso que, sistemáticamente, se viene haciendo de ellos por parte de nuestros niños y jóvenes, que se pasan horas y horas delante de una pantalla con sus numerosos videojuegos, “playstatión”, “nintendo”…
Los niños y niñas de hoy se quedan sin disfrutar del otro maravilloso mundo, que supone jugar en contacto con el medio ambiente, por supuesto con sus riesgos de caídas, torceduras de tobillos, algún que otro chichón, pantalones rotos… Muchos padres se sienten tranquilos teniendo a sus hijos recogidos en sus viviendas, ajenos a los peligros de las calles en estos días. Sin embargo, no se dan cuenta que el abuso de los juegos informáticos supone más perjuicios que beneficios. Espero que, a través de esta amena lectura, podamos comprender los padres y abuelos la importancia que tiene el transmitir la práctica de estos juegos entre niños y jóvenes. Ésta será sin duda la mejor herencia que podamos dejarles, como señal de identidad de las tradiciones de nuestros pueblos. Todos mis mejores deseos para el éxito de esta publicación, que vendrá sin duda a completar, necesariamente, la bibliografía actual sobre Pegalajar, nuestro pueblo. JUAN MORENO PALOMARES (MAESTRO JUBILADO)
LA LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL ¿Qué se entiende por Literatura de Tradición Oral? La literatura de tradición oral está constituida por todo el conjunto de poemas, canciones, romances, refranes (cancionero, romancero, refranero), coplas, nanas, adivinanzas, cuentos, JUEGOS, dichos populares... que, cantados o narrados, hemos heredado de nuestros antepasados por vía oral, por transmisión directa de padres a hijos, de abuelos a nietos. En otros tiempos, este conjunto poético estuvo vivo y constituyó la mayor manifestación de la riqueza cultural de un pueblo. Actualmente, se recuerdan y reviven algunas manifestaciones de tradición oral (los villancicos y los aguilandos por ejemplo), pero otros muchos aspectos de nuestra tradición se están perdiendo (entre ellos los JUEGOS preferidos de nuestra niñez). Con el tiempo, puede suceder que desaparezca esta rica cultura oral, a no ser que nos preocupemos de ella. La cultura oral, que es como el alma de los pueblos, es muy rica y variada en toda España y en Andalucía. Parece imposible que núcleos pequeños de nuestra geografía (Pegalajar es uno de ellos), hayan podido transmitir oralmente una muestra tan extensa y variada, que es patrimonio de su cultura y de su ser como pueblos.
La Literatura de Tradición Oral y el Folklore Infantil Un aspecto fundamental de la tradición oral es el Folklore y Cancionero Infantil, repleto de cancioncillas, canciones de cuna, acertijos, trabalenguas, Juegos Poéticos, Fórmulas de Sorteo, Canciones de Corro y Comba, retahílas, cuentos... Este folklore infantil es una forma literaria digna de ser valorada y de ser tenida en cuenta. La educación de los niños en este folklore es más necesaria que nunca, sobre todo en la primera edad, que es cuando queda sembrada la semilla para todo lo bello. Desde la cuna los niños escuchan poesía. Las madres cantan canciones de cuna, nanas, que son pequeños y bonitos poemas con música. Y cuando sus brazos mecen a sus hijos, es a un compás musical y poético. (Los niños criados y educados sin canciones, sin cuentos, sin juegos, sin poesía, son más pobres espiritualmente que los demás).
Apenas empieza a crecer y a andar el niño, el riquísimo folklore poético sigue todos sus pasos. Con frases rimadas empiezan los niños a comer. Y comienzan a darse cuenta de cuáles son los dedos de la mano mediante el juego de la poesía. Para el juego de prendas, para tirarse al agua, para jugar a la rueda y a la comba, para pedir la lluvia, para columpiarse, para ocupar una silla o para la mayoría de los juegos (llenos de música y de poesía) el niño recita y canta. Los actos más vulgares y cotidianos de la vida del niño se embellecen y se hacen originales mediante esta poesía y esta música, lo que demuestra que en el niño hay una predisposición innata para el verso y el canto.
La Literatura de Tradición Oral hay que recuperarla, conservarla y transmitirla Esta manifestación cultural y popular que nos acompaña desde hace tantos años, que nos pertenece, que es nuestra, hay que recuperarla, conservarla y transmitirla a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. La poesía popular y sencilla de nuestros juegos de niño no debe perderse. Es necesario tomar conciencia de esta necesidad. Y porque es importante recuperar y mantener nuestra propia cultura popular, es por lo que el CEIP "Ntra. Sra. de las Nieves" de nuestro pueblo ha trabajado en este sentido, disponiéndose ya de gran cantidad de material de tradición oral recopilado. El canto y los dichos de nuestros viejos y viejas, de los hombres y mujeres pegalajeños, de los niños y niñas que juegan en nuestras calles y plazas, que han escuchado poesía desde que nacieron, están siendo archivados y recuperados definitivamente. Y no sólo debe interesarnos el folklore infantil, sino cualquier tipo de tradición oral que sea transmitido de padres a hijos: adivinanzas y acertijos, canciones, coplillas, villancicos, aguilandos, romances, nanas, oraciones, refranes, dichos populares… y por supuesto, los JUEGOS. ¿Quién no siente nostalgia de sus tiempos de niño y recuerda con cariño las canciones de sus juegos preferidos? ¿Quién no ha memorizado los villancicos y aguilandos que, Navidad tras Navidad, ha sentido escuchar en el pueblo? ¿Quién no conoce los acertijos y los refranes que nos acompañan desde que nos levantamos hasta que nos acostamos diariamente? ¿Quién no ha sido dormido con cuentos, historias y leyendas en su infancia? ¿Quién no quisiera ser dormido con la misma nana que le cantaba su madre cuando era niño?
Todos, sin excepción, sentimos nostalgia y cariño hacia esta manifestación cultural y popular, hacia esta tradición oral que nos acompaña, que nos pertenece, que es patrimonio de todos los pegalajeños. Y precisamente por ser nuestra, no queremos que se pierda y debemos hacer lo imposible por recopilarla y seguir enseñándola a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Este importante patrimonio cultural de nuestro pueblo (especialmente los Juegos tradicionales de nuestra infancia) no debe perderse…
Literatura Oral y Escuela En una escuela que se plantee un contacto directo y permanente con su entorno, es fundamental la investigación y asimilación de la cultura popular. Y un aspecto importante de esa cultura popular, lo constituye la tradición oral que es patrimonio de todos y, desde luego, de los niños. Los niños acuden a la escuela con un cierto bagaje cultural adquirido en la casa y en la calle, compuesto en gran medida por lo que han escuchado y aprendido de sus padres, hermanos y abuelos. En la escuela podemos, a partir de esta realidad, empezar a conocer y a penetrar en el mundo de los niños. Por esto, es fundamental que la escuela incorpore a ella misma lo que los niños traen aprendido y escuchado, reviviendo vivencias y despertando la memoria. Los juegos infantiles, alegres, musicales, sorprendentes, deben ser la materia prima para una educación poética intensa. Los primeros libros de la escuela deben ser orales. Deben basarse en el oído y en la palabra, descubriendo los significados de la misma y jugando con la imaginación y la fantasía de los pequeños escolares. Resumen de la Comunicación presentada por los Grupos Pedagógicos de Jaén en el Primer Congreso de Movimientos de Renovación Pedagógica (celebrado en Barcelona en Diciembre de 1.983), a cargo de Diego Polo Aranda y Joaquín Quesada Guzmán. Esta Comunicación fue practicada, a lo largo de muchos años de escuela, en nuestro colegio y en el Equipo Comarcal de Literatura Infantil de los Grupos Pedagógicos de Jaén; Grupos que, durante largos años de trabajo cooperativo entre docentes, intentaron llevar a la escuela metodologías activas y creativas que renovaron la enseñanza.
FEDERICO MARTÍN NEBRAS Fue precisamente en las segundas Jornadas Pedagógicas organizadas por los Grupos, y escuchando a Federico Martín Nebras, al hablarnos de “Literatura Infantil”, cuando surgió en mí y en otros compañeros/as el deseo y la necesidad de investigar y recuperar la tradición oral de nuestros pueblos… Siempre estarán presentes en mi memoria las primeras palabras del Curso, ante un grupo de maestros/as, con nuestras manos enlazadas formando un círculo, recordando nuestros juegos de niños/as: “Comenzar en círculo, siempre en círculo, círculo–ojo, círculo–pozo, círculo–luna, círculo–sol, círculo–tierra, círculo… magia… juego… azar. Y en círculo marcamos un ritmo y lo pasamos de mano en mano, de gesto en gesto, de cuerpo en cuerpo; y desde el ritmo, el sonido; y lo silenciamos, y lo atronamos, y lo ocultamos, y lo asomamos, y lo sorprendemos (y nos sorprendemos), y saltamos, y… recuperamos el juego… Y en círculo lanzamos una palabra desconocida o un lenguaje inventado y tocamos la palabra, y nos preguntamos, y olemos la palabra, la mascamos, la votamos, la lanzamos al aire, la… (todo menos mirar al diccionario), y desde el juego (memoria) saltamos a la imaginación y creamos… Y en círculo cogemos un libro y jugamos… Y en círculo y desde el círculo, recordamos la poesía con que jugábamos cuando éramos niños… Y en el círculo y desde el círculo nos han dormido con poesía, nos han metido miedo con poesía, nos han callado con poesía, nos hemos insultado con poesía… Con poesía hemos llamado a la suerte, y a los deseos… La poesía fue nuestro primer juguete… Y así va surgiendo la memoria individual y con ella la colectiva: nanas, adivinanzas, canciones de corro y comba, trabalenguas, juegos… Y después se recopilan, se leen, se cantan, se bailan, se juegan, se callan… Y siempre, siempre, crear, inventar”… Y en aquel círculo de las segundas Jornadas Pedagógicas (gracias a Federico Martín) recuperé en un momento, de improviso y sin esfuerzo alguno, la poesía de uno de mis juegos de niño preferidos:
– Por ahí va mi gavilán, con las uñas “afilás. ¡Como no me traigas uno, te arranco las “tajás!… También recuperé en aquel círculo mi cariño y mi dedicación hacia todas las manifestaciones de la tradición oral de mi pueblo que, desde aquel día, han llenado por completo la mayoría de mis horas libres... JOAQUÍN QUESADA GUZMÁN MAESTRO JUBILADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
CEIP “NTRA. SRA. DE LAS NIEVES” Un recuerdo cariñoso, al editar este libro de Juegos Infantiles Tradicionales (muchos de ellos vividos en la escuela), para mis compañeros/as maestros/as del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves” de Pegalajar, con los que he compartido tantos años de trabajo, intentando instruir y educar, de la mejor manera posible, a muchas generaciones de niños y niñas de nuestro pueblo… De manera especial, para Diego, Ricardo, Gregorio y José (miembros del Equipo Directivo al que pertenecí), para Ana María Quirós, que encontrará en su nuevo destino de Jaén un abundante material (muchas veces solicitado por ella) para el área de Música, para Juan Carlos y Nani, que trabajarán con estos juegos en sus clases de Educación Física, y para Juan Moreno, que simboliza los valores de buen MAESTRO que todos hemos intentado imitar en nuestros años de docencia…
LOS JUEGOS TRADICIONALES A todo el mundo llama la atención el material tan simple que hemos utilizado los niños y las niñas en nuestros juegos: una simple cuerda para saltar, botones viejos ya desechados por nuestras madres, chinas del río, bolas de barro, una pita y un marro de madera, una roanga de hojalata, un plumero hecho con mazorcas o sarmientos, carros de madera fabricados por nosotros mismos, trompos, cartones de las cajas de cerillas, zancos hechos con latas, puntas afiladas que se clavan en el suelo, barro para hacer loritos, pelotas con lana vieja de los saquitos, gomas elásticas, simples corros con las manos enlazadas… Y en todos ellos, canciones, música y poesía, transportándonos a un mundo mágico y maravilloso en el que nos hubiera gustado permanecer toda la vida… Cualquier instrumento nos ha servido para jugar (y dentro del juego, siempre la música y la poesía), haciendo amigos, conviviendo en buena armonía, disfrutando y siendo completamente felices… Este libro recoge la mayoría de los juegos infantiles tradicionales de Pegalajar de nuestros tiempos de niño, en un intento de recuperar de manera definitiva la memoria colectiva de los inolvidables años de nuestra infancia. Estoy seguro que la mayoría de ellos nos evocarán a nuestros amigos y amigas de aquella época, sintiendo nostalgia de una etapa de la vida en la que fuimos felices y permitiéndonos recordar la letra y la música de unas canciones que aún perduran (de manera más o menos nítida) en nuestra memoria… En el colegio y en las calles y plazas de nuestro pueblo ya no se escuchan casi ninguno de estos juegos. El televisor, el vídeo, el ordenador, internet y los propios videojuegos (como Juan Moreno nos recuerda en el Prólogo) han dado al traste con esta cultura oral que se está perdiendo de manera irremediable. ¡Ojalá que esta recopilación pueda servir para conseguir lo contrario!... Mi agradecimiento a los niños y niñas del colegio y a las personas adultas que me han ayudado en esta recopilación (figuran como informantes al final de cada juego, recogiendo literalmente sus propias palabras). Y, sobre todo, a la buena memoria de mi mujer, sin la que no hubiera sido posible recuperar las canciones de corro y comba de sus tiempos de niña…
Gracias también al autor de la portada (Luis Martínez Vázquez), amigo entrañable, que está enamorado, como un pegalajeño más, de nuestras tradiciones y de nuestras costumbres, y a Rafael Cordero que ha realizado todos los dibujos interiores. Y, sobre todo, a David Manuel Carrascosa, compañero maestro especialista en el área de música. Sin su importante colaboración hubiera sido posible recuperar la letra de los juegos y de las canciones, pero nunca hubiéramos podido conocer las notas musicales, totalmente imprescindibles para un aprendizaje posterior en la escuela… Un agradecimiento especial a Francisco Pérez (también compañero maestro), que realizó en su día una recopilación de algunos juegos tradicionales de La Guardia y que no ha tenido inconveniente en incorporarlos en esta edición de nuestro pueblo… A Manolita Martínez (representante genuino de la sabiduría popular), que ha colaborado conmigo (con muchísimo entusiasmo) en la recuperación de los juegos de La Cerradura… Y a mi amigo Segundo Espinosa que intentó en su momento la publicación de este libro, con el recuerdo siempre feliz de sus juegos de niño… Totalmente satisfecho por la recuperación de los juegos infantiles tradicionales de mi pueblo, tengo en estos momentos una nostalgia especial de la calle Arco Villa donde pasé mis años de niño, de mis padres que tanto cariño nos dieron, de mi hermana María Antonia que guarda en su memoria todas las canciones de corro y comba de sus años de escuela y de moza, y sobre todo de mi hermano Juan con el que tantos juegos compartí en esta etapa de mi vida… Ojalá que el presente libro sirva también de recuerdo, con la misma satisfacción e igual felicidad, para el resto de niños y niñas (hoy ya adultos) que, en la década de los 50 y 60, llenábamos las calles del pueblo con estos juegos y canciones tan llenos de vivencias. JOAQUÍN QUESADA GUZMÁN MAESTRO JUBILADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA
RELACIÓN COMPLETA DE INFORMANTES – Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves” de Pegalajar – Alumnas del CEIP “Virgen de la Cabeza” de Campillo de Arenas – Chica Torres, Margarita – Cordero Cordero, Amalia – Cruz Cobo, Clemen – Cruz López, Clemen – Duro Fonseca, Juan Jesús – Fernández Aranda, Juana María – Galiano Castro, María Socorro – García Quesada, María Francisca – Garrido Garrido, Caty – Generoso Almagro, Antonio Ramón – Gómez Cobo, Mari – Gómez Navarro, Lucía – Gómez Torres, Asensio – Gómez Valenzuela, María Agustina – Guzmán López, Catalina – Herrera Valero, Inmaculada – Liétor Morales, José – Martínez Garrido, Manolita – Martínez Quesada, Juan Antonio – Martínez Quesada, Margarita – Merino Torres, María Isabel – Mora Díaz, José – Pérez Fernández, Francisco – Quesada Gómez, Isabel María – Quesada Gómez, Pedro José – Quesada Guzmán, Joaquín – Quesada Guzmán, Juan – Quesada Guzmán, María Antonia – Quesada Rentero, María Francisca – Rodríguez Fernández, Juana – Ruiz Torres, Jerónima – Torres Garrido, Antonia – Torres Talavera, Juana – Valenzuela Generoso, Esperanza – Yeguas Peña, Nieves
DÉCADA DE LOS 50
Escuela de D. Diego. Tras las lecciones, que memorizábamos al completo, venían los juegos: el trompo, las bolas, los cartones, la pita, el plumero y un larguísimo etc. que mi hermano y yo compartimos en aquellos años felices…
Escuela de Dª Encarnación. También en ella se memorizaban las lecciones, siendo ahora preciosos juegos de corro y de comba los preferidos por mi hermana María Antonia y por sus compañeras de clase.
DÉCADA DE LOS 80
Nuevos tiempos, pero los mismos o parecidos juegos, vividos por mis hijos Pedro e Isabel. También ellos han participado como informantes en muchos de los juegos y canciones del libro… Ojalá que el contenido del mismo les sirva de recuerdo entrañable de sus años de escuela, como lo será (sin duda ninguna) para sus padres, tíos y resto de personas colaboradoras…
EL COLACHE (VERSIÓN ANTIGUA) El colache es un juego tradicional de niñas en muchos pueblos andaluces, y por supuesto en el nuestro. Para pasar un buen rato, sólo hace falta una tángana (trozo de baldosa o piedra llana) y mucha habilidad, como a continuación se explica. Tras el sorteo correspondiente, para ver quién comienza a jugar, se pintan en el suelo con una tiza seis recuadros (dentro de un rectángulo grande), numerados del 1 al 6. Comienza el juego poniendo la tángana en el número 1. A la pata coja se le va dando a la tángana con el pie, procurando que pase de un número a otro sin que llegue a posarse sobre las rayas intermedias. En el número 4 se puede descansar. Si la tángana se desliza limpiamente de un recuadro a otro, sin salirse de los cuadros pintados, se va pasando sucesivamente desde el 1 hasta el 6. En caso contrario, es la compañera la que coge el relevo haciendo lo antes referido. Cuando una jugadora ha pasado los 6 recuadros, tiene que hacer trasco. Trasco consiste en poner la tángana en el número 1 y pasar desde él al número 3, desde el 3 al 5 y desde el 5 al 1. Así se dan dos vueltas completas, sin que se salga la tángana de los referidos recuadros. Si se logra hacer trasco, tienes que pasar liso. Liso consiste en poner la tángana encima del pie y dar dos vueltas, saltando de un cuadrado a otro, sin que ésta se te caiga al suelo. Si se logra pasar liso, hay que superar un último obstáculo: dar dos vueltas al colache sin tángana, pero con los ojos cerrados. La que va con los ojos cerrados pregunta a las demás compañeras, siempre que da un paso: – ¿Piso? – ¡Chori! – ¿Piso? – ¡Chori!
– ¿Piso? – ¡Morci! La palabra chori indica que vas bien, sin pisar ninguna raya; en cambio, morci revela que no puedes continuar porque has pisado. La que consigue dar, con los ojos cerrados, dos vueltas finales sin pisar las rayas intermedias, es la que ha ganado. Pueden jugar muchas niñas: una puede ir por el principio del juego y no pasar nunca de él; otra puede ir por trasco; otra por liso; otra, en fin, por chori… En un momento determinado sólo está permitido el juego de una, pero si pierde, tiene que dejar el paso a su compañera. Si una niña consigue llegar hasta liso, por ejemplo, continuará en liso hasta que consiga superar las distintas etapas del juego, pero no tiene que empezar por el principio, sino por donde se quedara la última vez que perdió. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Clemen Cruz Cobo. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
EL COLACHE (VERSIÓN MODERNA) El juego anterior del colache (totalmente tradicional y recordado por todas las personas mayores de nuestro pueblo) tuvo otra versión más moderna en la década de los 80. Para comenzar se hace en el suelo un gran rectángulo vertical, dividido en ocho partes proporcionales (numeradas desde el 1 al 8), teniendo en cuenta que los números 4–5 y 7–8 se colocan juntos para poder descansar los pies. El objetivo del juego es pasar a la pata coja (hacia arriba y hacia abajo) los ocho números que conforman el colache (ida y vuelta), superando el obstáculo que representa la piedra o tángana con la que se juega en cada tirada. El jugador comienza lanzando la piedra al número 1 y, a la pata coja, da vueltas a los sucesivos números, pudiendo solamente descansar en las cifras 4–5 y 7–8, donde puede apoyar ambos pies. Cuando se llega a las casillas 7–8, se gira en dirección contraria, dando un salto de 180 grados. A la vuelta, se debe recoger la piedra sin pisar el cuadro en la que ésta se halla. El juego prosigue con sucesivas tiradas a los números siguientes, continuando los mismos pasos descritos anteriormente (hasta llegar al número 8, donde finaliza la primera parte del juego). Si se desea continuar, se procede a la inversa hasta llegar de nuevo al número 1. Gana el que consigue antes este objetivo. Las reglas del juego son las siguientes: – Es imprescindible en cada vuelta recoger la piedra o tángana del suelo, saltando a la pata coja sobre el recuadro en el que ésta se encuentra. – Está prohibido pisar la casilla donde se encuentra la piedra, tanto a la ida como a la vuelta.
– El jugador pierde su turno si: . Su piedra se sale de la casilla a la que toca tirar. . La piedra toca la línea. . El jugador apoya los dos pies, cuando debe ir a la pata coja. . El jugador toca las líneas que conforman los cuadros del colache. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Isabel María Quesada Gómez. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
TRES NOVILLOS EN LA MAR Comienza el juego haciéndose dos grupos, con el mismo número de niños o niñas en cada uno de ellos. Cada grupo elige a su capitán o capitana (normalmente el niño o niña que más corre). Los capitanes de los dos grupos echan pies o suertes (mediante cualquier fórmula de sorteo), para ver quiénes van a esconderse y quiénes se quedan de toro. Cada componente del primer grupo, se esconde donde puede y quiere. Una vez que todo el grupo está escondido, dicen a grandes voces: – ¡Tres novillos en la mar! (a la mar) Y los que se han quedado de toro responden: – ¡Y otros tres y verás! (a liberar) Y salen a buscarlos y pillarlos. Si pillan al capitán, todo el grupo queda pillado. Pero si pillan a todos los del grupo menos al capitán (éste ha logrado salvarse), todo el grupo queda salvado. Una vez lograda una de los dos alternativas anteriores, empieza de nuevo el juego cambiándose ahora las tornas. Durante el juego, el grupo de los escondidos trata de “salvarse” llegando al lugar donde comenzaron y diciendo: – ¡Salva! Si el capitán se salva, todo el grupo queda salvado. Si se salvan todos los del grupo, a excepción del capitán, éste queda también salvado (el capitán es igual a todos y todos es igual al capitán). Este juego trae grandes recuerdos a todos los niños y niñas de Pegalajar (hoy ya mayores), que lo han jugado en muchísimas ocasiones. El grito de “tres novillos en la mar” y “otros tres y verás” continúa sonando todavía hoy en las calles de nuestro pueblo.
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
TRANCA LA TRANCA Entre un grupo de varios niños y niñas se elige, como en otros muchos juegos, quién se queda de madre y quién de toro. La madre y el resto de los niños que juegan, se juntan un momento, sin que esté presente el toro, para hacer los preparativos. (Es imprescindible que el toro no se entere de lo que hablan). Normalmente, la madre da a cada niño un nombre de fruta, de árbol, distintos colores, nombres propios de niños que no están jugando etc… Hecho este preámbulo, la madre tapa los ojos al toro con sus manos y mete su cabeza entre sus piernas. El resto de los niños permanece en frente. La madre nombra entonces una fruta, un árbol, un color determinado etc… El niño o niña que tenga ese nombre, se acerca de puntillas y en silencio, le da una fuerte manotá al toro en la espalda y vuelve inmediatamente a su sitio, mientras la madre y el resto de los niños cantan esta canción: – Tranca la tranca rompió un jarro. Tranca la tranca lo rompió. ¡Adivina quién te dio! ¡Que siga la bola!
Al compás de esta canción, todos los niños que hay en frente de la madre y del toro, mueven los brazos en espiral. Terminada la canción, el toro se vuelve y tiene que adivinar quién ha sido el que le dio el golpe en la espalda. Se acerca a uno de los niños y lo conduce hasta donde está la madre, indicando que éste ha sido el que le dio. Entonces la madre pregunta al toro: – ¿De dónde traes este saco? – ¡Del molino! – ¡Pues, déjalo aquí que es mío! (o al río que está podrío).
En este caso es que el toro ha acertado, y el niño que ha sido conducido por él, hace de nuevo toro. – ¿De dónde traes este saco? – ¡Del molino! – ¡Pues, llévatelo que no es mío! En este caso es que el toro no ha acertado. Continúa el juego con el mismo toro, volviendo el niño al corro de donde lo han traído. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María y Pedro José Quesada Gómez. – Joaquín, Juan y María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
A LA FLOR DEL ROMERO A la flor del romero es el juego predilecto de niños y mayores en las tardes de Pascua, mientras se gasta el hornazo. “Las Siete Pilillas” y “La Alberquilla” han sido los lugares tradicionales para el mismo. En él pueden participar muchos niños y niñas, e incluso personas mayores. Es importante que haya el mismo número de cada sexo, porque cada uno tiene que llevar agarrado de la mano a su pareja. (En tiempos pasados era el juego preferido, al ser poco frecuente este contacto físico entre niños y niñas o mozos y mozas)… Cogidos de la mano, las parejas se colocan en fila y alzan sus brazos formando un gran arco. Por ese arco y, agachándose, van pasando todas las parejas, volviendo a levantar los brazos propios una vez que han pasado por debajo de los brazos de todos los demás. Mientras se efectúa el movimiento anterior, todos van cantando la siguiente canción, que es la que proporciona el ritmo al juego: – A la flor del romero, romero verde. Si el romero se seca, ya no florece. Ya no florece, ya floreció, la vergüenza de los hombres ya se acabó. – Y la de las mujeres, no digo nada, que se van con los hombres de madrugada. – Venga tela, venga tela, venga tela de verano. A mí me gusta la tela por las mañanas temprano.
– A la flor del picante, pique o no pique, el que tenga coraje, que se le quite. Que se le quite, se le quitó, la vergüenza de los hombres ya se acabó. – Y la de las mujeres no digo nada, que se van con los hombres de madrugada. – Venga tela, venga tela, venga tela de verano. A mí me gusta la tela por las mañanas temprano. – Me dijiste que era fea y al espejo me miré. Algún salerillo tengo y a algún tonto engañaré. – A la flor del romero… El juego puede durar poco o mucho, según las ganas de alzar las manos y de agacharse, y sobre todo según las ganas de tener, más o menos rato, cogida la mano de un niño/a o mozo/a que te guste… Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Información y recopilación: – Clemen Cruz Cobo. – Joaquín Quesada Guzmán. – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
A LA UNA, MI MULA – A la una, mi mula; a las dos, la coz; a las tres, Juan, Periquillo y Andrés; a las cuatro, le piso la cola al gato; a las cinco, te la hinco; a las seis, la gran culetá del rey; a las siete, cucuruchete; a las ocho, Pinocho; a las nueve, empina la bota y bebe, y las 10, lo que uno quiera hacer. A las once, subí a un monte; en el monte, un pino; en el pino, una rama; en la rama, un nido; en el nido, cuatro huevos. Al coger el amarillo, me quedé bizquillo; al coger el rojo, me quedé cojo; al coger el colorao, me quedé escalabrao; al coger el blanco, me quedé manco y al coger el marrón, se me quitó tó. Entre un grupo de niños se echa suertes, para ver quién se queda de burro. Una vez realizadas las suertes, todos los componentes saltan por encima del burro (uno detrás de otro y sin interrupción) diciendo cada una de las frases anteriores. (Si por ejemplo, hay ocho niños saltando, los ocho dicen la primera frase; los ocho, la segunda; los ocho, la tercera etc…). – “A la una, mi mula”: cada niño salta por encima del burro diciendo esas palabras, como si se jugara a maíza la corta. – “A las dos, la coz”: todos le dan con el pie en el culo al saltar. – “A las tres, Juan, Periquillo y Andrés”:
. Juan: saltan por encima del burro. . Periquillo: otro salto procurando avanzar todo lo que se pueda. . Andrés: un salto más, continuando avanzando hacia adelante. (Si alguno no llega a donde llegó el primero, se queda de burro). – “A las cuatro, le piso la cola al gato”: le pisan el pie al burro y después saltan. – “A las cinco, te la hinco”: le hincan los puños al burro al saltar (encima de las costillas). – “A las seis, la gran culetá del rey”: le dan una culá al burro al saltar. – “A las siete, cucuruchete”: gesto, al tiempo que saltan, de ponerle un cucurucho al burro en la cabeza. – “A las ocho, Pinocho”: . Pi: saltan. . No: giran un pie sin mover el otro. . Cho: dan una patá en el culo del burro, sin haber movido el otro pie. – “A las nueve, empina la bota y bebe”: al saltar, hacen el gesto de empinar la bota como si estuvieran bebiendo. – “A las diez, lo que uno quiera hacer”: hacen al saltar el gesto que cada uno quiera. – “A las once, subí a un monte”: desde ahí hasta el final, saltan normalmente por encima del burro. Cada una de las frases es repetida por todos los niños participantes… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
CHICHI VEO Chichi veo es un juego muy conocido en Pegalajar. Juega normalmente un grupo de niños (también niñas), que puede ser muy numeroso. Dos de los niños del grupo, de acuerdo con el jefe del mismo, se separan y se esconden en un lugar lejano donde no sean visibles (normalmente, en una esquina, un zaguán etc…). Muchas veces, si el comienzo del juego está ubicado en un extremo del pueblo, los niños que se esconden suelen irse al otro extremo, con el objeto de atravesar muchas calles y llamar la atención de la gente con sus gritos. Una vez escondidos en el lugar previamente hablado con el jefe del grupo, el juego se realiza así: – Voces fuertes de todos los niños del grupo: ¡¡Chichi veo!! – Jefe del grupo: ¡¡No salgáis!! – ¡¡Chichi veo!! – ¡¡No salgáis!! Así, van dando voces por las calles del pueblo, hasta llegar al sitio donde están escondidos los dos compañeros. – ¡¡Chichi veo!! – ¡¡No salgáis!! – ¡¡Chichi veo!! – ¡¡SALID AHORA!! En ese momento comienza una persecución de los dos escondidos hacia el resto del grupo (a excepción del jefe). Los dos que sean pillados tienen que llevar a cuestas a los dos escondidos, hasta el sitio donde comenzó el juego. Muchas veces, y a lo largo de las distintas calles del pueblo, los gritos de los niños son éstos:
– ¡¡Chichi veo!! – ¡¡En tu abuela me …!! – ¡¡Chichi veo!! – ¡¡Que no te veo!! Es un juego cachondo y divertido para pasear las calles, dando voces y pasándoselo en grande. Dentro de la algarabía y del cachondeo anterior eran frecuentes las siguientes gamberradas, que sentaban muy mal a las mujeres del pueblo. Llamada al timbre: – ¡Que venimos por el costal! – ¿Qué costal? – ¡¡Chinas al portal!! Nueva llamada al timbre en otra calle distinta: – ¡Que venimos por la lata! – ¿Qué lata? – ¡¡La que tienes entre las …!!. Las voces de “sinvergüenzas”, “sinvergüenzas” llegaban hasta lo alto de la Villa. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
ÉSTE ES UN ÁRBOL DE ESTA MANERA Un niño se queda de madre con un cinto en la mano y todos los demás (el número de niños y niñas que se quiera), se ponen en fila, uno detrás de otro, frente a la madre. El primer niño de la fila coge un extremo del cinto y la madre el otro. La hebilla debe ser cogida por el niño que está en la fila. Teniendo la hebilla en la mano, será imposible que golpee con la misma al resto de compañeros… El juego comienza con estas palabras de la madre: – Éste es un árbol de esta manera, echa la fruta así como quiera… Es de grande… La madre va dando pistas sobre el tamaño del árbol o planta, color, en qué época del año se come etc… Todas las pistas que sean necesarias hasta que uno de los niños acierte. Si el primer niño de la fila no acierta, pasa el cinto al segundo y se coloca al final de la cola. Así continúa el juego, hasta que haya alguien que acierte con la fruta pensada por la madre. Si la fruta era, por ejemplo, naranjas, la madre dice soltando el cinto: – ¡¡A naranjazos con ellos!! El que ha acertado, sale corriendo en persecución de sus compañeros, dándoles cintazos no muy fuertes. Mientras la madre vocee las palabras “rión, rión”, seguirán los cintazos, pero en el momento que diga: “tableta, tableta, tabletilla, palos a las costillas”, el del cinto tiene que quedarse quieto mientras los demás le dan manotás en la espalda. Ése es el momento en el que la madre vuelve a decir: “rión, rión”, con los consiguientes cintazos. Las voces de “rión, rión” y “tableta, tableta, tabletilla, palos a las costillas” son usadas por la madre a su antojo y en el momento que vea más conveniente. Termina el juego con las palabras de la madre: “tocino fresco”, “tocino fresco”.
Al pronunciar estas palabras, el del cinto corre veloz hasta donde se encuentra la madre, siendo perseguido por todos los demás que siguen dándole palos en las costillas. Así continuarán hasta que entregue el cinto a la madre, pronunciando de nuevo el nombre de la fruta que había acertado. Los palos caerán sobre él si ha olvidado, por casualidad, que el nombre de la fruta era naranjas… El juego continúa de nuevo lo mismo que comenzó: – Éste es un árbol de esta manera, echa la fruta así como quiera… Es de grande… Y así hasta que los niños se cansan… Mi hermano Juan y yo nos lo hemos pasado en grande con este juego en el Arco. ¡Aunque en apariencia parezca violento, es enormemente divertido! Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
LA GALLINICA CIEGA En este juego hay normalmente muchos niños y niñas, pudiendo ser realizado en cualquier tiempo, hora y lugar… Es muy simple: se venda a un niño o niña los ojos con un pañuelo, procurando que esté bien atado y no permita ver nada. El resto de los niños rodea al de los ojos vendados, dándole vueltas de un lado para otro, con el objeto de que pierda el sentido de la orientación. Hecho lo anterior, le preguntan: –¿Qué se te ha perdío? – ¡Una aguja y un dedal! – ¡Da la vuelta y los verás! Al pronunciar estas últimas palabras, todos los niños se esconden, ríen y dan vueltas alrededor del que tiene los ojos tapados, procurando no ser cogidos. Si el de los ojos tapados coge a algún niño o niña, tiene que adivinar de quién se trata. Para ello, le tocará el pelo, la cara y otras partes del cuerpo…, hasta que adquiera la certeza de la identidad del que ha sido cogido. Si acierta, la venda pasa al que ha sido identificado. En caso contrario, sigue el juego tapándose los ojos al mismo. Así continúa hasta el cansancio de los niños. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María y Pedro José Quesada Gómez. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
EL ANILLO O LAS PRENDAS Un grupo numeroso de niños y niñas se sientan en círculo, con las manos juntas y cerradas (como si estuvieran rezando). Uno de ellos, también con las manos juntas y cerradas, pero con un anillo dentro de ellas, va pasando por las de los demás, haciendo como que deposita el anillo en cada compañero de juego. Después de haber dado un par de vueltas por el círculo, haciendo esta operación, deposita por fin el anillo en una mano cualquiera (procurando no ser visto). En ese momento, colocándose en medio del círculo, pronuncia las palabras mágicas que aparecen siempre en todo juego infantil: – Por allí se me fue, por aquí se me vino, pide el anillo. Y elige a uno del círculo para que adivine quién tiene el anillo. Si el elegido para adivinar no acierta, tiene que colocar en medio del círculo una prenda. Y si acierta, tiene que colocar la prenda el que tenía en su mano el anillo. Así continúa el juego, hasta que en el centro del círculo haya bastantes prendas (un reloj, un zapato, un pañuelo, una medalla…). El repartidor del anillo va cogiendo prenda por prenda, gritando: – ¿De quién es esta prenda? Conocido el dueño de la misma, el grupo delibera y le manda hacer las cosas más disparatadas que hacen la alegría de todos: bailar, cantar, mear estilo perro, besar a alguien de sexo contrario, contar un chiste, decir qué niño o niña le gusta …etc. Así continúa, hasta que todos los dueños de las prendas han hecho su número. Una variante del juego de las prendas es “Antón Pirulero”, en el que se recitaban los siguientes y conocidos versos:
– Antón, Antón, Antón Pirulero. Cada cual, cada cual, atienda a su juego. Y el que no lo atienda, soltará una prenda (pagará una prenda). – Yo sé, yo sé que de esta manera se le da, se le da la lata a cualquiera (la lata a tu abuela).
Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María y Pedro José Quesada Gómez. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
HAN MANDAO LOS SANTOS PADRES Entre un grupo de niños y niñas se elige (echando suertes) quién se queda de madre y quién de toro. La madre tapa los ojos al toro con sus manos y mete su cabeza entre sus piernas. El resto de los niños está alrededor, esperando la orden de la madre que llega al momento: – Han mandao los Santos Padres que vayáis, que vayáis y… traigáis una piedra de lo alto de la Villa, un vaso lleno de agua sin que se derrame, toquéis todos los timbres de la calle, deis un beso a la vecina, preguntéis la hora al abuelo de enfrente, o cualquier otra cosa aún más disparatada… Los niños salen corriendo a cumplir el mandato de la madre. Ésta suelta entonces al toro, pronunciando las palabras poéticas que aparecen en todos los juegos: – Por ahí va mi gavilán con las uñas afilás, como no me traigas uno, te arranco las tajás… ¡Gra, gra, gra!
Esta canción es cantada por la madre a pleno pulmón… El toro corre detrás de los niños, intentando coger a alguien. Éstos no pueden volver a donde está la madre hasta no haber cumplido su mandato. Al volver, le van entregando lo que la madre les ha pedido que traigan o confirman haber cumplido la orden dada… El niño que sea cogido, hará ahora de toro. Pero si nadie es cogido, continuará el mismo toro de antes.
Este juego de “han mandao los Santos Padres”, recibe en La Guardia el nombre de “caña larga” y es relatado así por Francisco Pérez (maestro de nuestro pueblo vecino): “También me gusta mucho el juego de caña larga. Se pone una mujer mayor sentada, que es la madre, y un chiquillo o chiquilla de rodillas, con la cabeza apoyada en sus faldas, que es el gavilán. Entonces la madre dice: – Hay que ir, hay que ir… a darle un beso al abuelo del Torrejón y decirle ¡ay lo que te quiero! La madre no puede ser cualquiera, pues tiene que tener gracia para mandar cosas. La mejor es la María. – Hay que ir al pilar a traerse una bolsillá de agua. – Hay que ir a la casa de fulanita a preguntarle qué van a comer mañana. – Hay que ir a la casa de fulanito a echarle un puñao de tierra en el portal. – Hay que ir a la puerta de menganito, a preguntarle si el caballo muerde. Cuando todos están haciendo lo que se les ha mandado, la madre dice: – ¡Ahí va mi gavilán, que con las uñas os pillará! Los chiquillos tienen que esquivar al gavilán y llegar a tocar a la madre al llevarle el encargo. El que sea pillado, le tocará hacer de gavilán”. Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Información y recopilación:
– Francisco Pérez Fernández. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
LAS CUATRO ESQUINAS Antiguamente, el sitio típico para jugar a las cuatro esquinas era el Campillejo. – ¡Vámonos al Campillejo a jugar a las cuatro esquinas! – ¡Vámonos! El Campillejo era rectangular y tenía cuatro esquinas bastante alejadas entre sí, siendo un gran lugar para este juego. Hoy se juega en cualquier parte (calle o plaza) que sea rectangular o cuadrada. Para el juego son necesarios solamente cinco niños o niñas (en el caso de haber más se hacen los turnos correspondientes). Las cuatro esquinas de la calle o plaza elegida son ocupadas por cuatro niños, quedándose uno de toro en medio de la misma. El juego es muy simple: consiste en que los niños se cambien de esquina (no importa el sentido del cambio) sin que el toro logre quitarles su sitio. Lógicamente, como las esquinas son sólo cuatro y los niños que juegan son cinco, siempre habrá uno (el menos veloz o el más despistado) que permanecerá muchas veces de toro. A pesar del despiste comentado, los toros van cambiando con bastante frecuencia, lo cual da al juego mucha movilidad. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
A LA ZAPATILLA POR DETRÁS Un grupo de niños y niñas (mientras más haya mejor), forman un corro sentados en el suelo. Uno de ellos, que hace de madre, se queda fuera del corro con una zapatilla en la mano. Andando a la pata coja, empieza a dar vueltas alrededor del corro (con la zapatilla en la mano), mientras todos los niños recitan la siguiente canción: – A la zapatilla por detrás, tris, tras, ni la ves ni la verás, tris, tras.
– Mirad parriba, que caen hormigas (todos miran hacia arriba), mirad pabajo, que caen garbanzos (todos miran hacia el suelo). A dormir, a dormir (todos cierran los ojos), que los Reyes Magos van a venir. Terminada la canción, todos los niños del corro tienen los ojos totalmente cerrados. Se los tapan muy bien con ambas manos, apoyándose sobre las piernas. El que va dando vueltas (la madre), deja silenciosamente la zapatilla en el suelo detrás de un niño o niña cualquiera. Inmediatamente después todos miran detrás a ver si tienen la zapatilla. El que la tiene, se levanta, la coge en la mano y sale corriendo a pillar a la madre, que corre rápidamente dando vueltas al corro. Si la madre llega al hueco dejado en el corro por el que se ha levantado y se sienta sin ser pillada, el que lleva la zapatilla se quedará de madre y continuará de nuevo el juego.
Variante de la canción: – Mirad parriba, que caen hormigas, mirad pabajo, que caen gargajos (o escarabajos)… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Amalia Cordero Cordero. – Esperanza Valenzuela Generoso. – María Isabel Merino Torres. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
¿CUÁNTO VALE ESTA CADENA? Un grupo de niños y niñas se dan la mano formando una larga fila. El primero de la fila apoya su mano derecha en una ventana o en algún otro soporte fuerte, dando la otra mano al compañero. A la voz de: – Líate carrete, líate carrete, el último de los niños de la fila se va metiendo por debajo de los brazos de todos los demás (empezando por el primero, luego por el segundo)…, hasta que todos quedan completamente liados. Así preparados, dice el último de la fila: – ¿Cuánto vale esta cadena? – ¡Mil reales! – contestan a coro todos los demás. Entonces el último comienza a tirar con todas sus fuerzas, siendo acompañado por el resto de compañeros. Así, hasta que logren romper la cadena. El niño o niña que rompa la cadena es castigado, en primer lugar diciéndole: – ¡Al pavo, al pavo! Posteriormente le hacen algunas de las cosas siguientes (a elegir): – Puente bajo: todos los niños ponen las manos contra la pared. El “pavo” pasa por debajo del puente y le dan fuertes manotás en las espaldas. – Puente alto: lo mismo que puente bajo, pero con las manos colocadas más arriba. – Subir al cielo: subirlo entre todos hacia arriba, tirándole repizcos en el cuerpo. – Silencio: ¡¡Schiiiiiii!! (en el oído). – Mantearlo, chillíos en la oreja, tirones de pelo, escupitinajos, bofetás, patás en el cuelo… etc. etc. (sin dar fuerte).
Una vez que el niño que ha perdido, ha elegido una de las cosas anteriores y ha ejecutado la sentencia, se vuelve a empezar el juego. El castigado se coloca ahora al principio de la cadena. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Amalia Cordero Cordero. – Esperanza Valenzuela Generoso. – María Isabel Merino Torres. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
EL NUDO Entre un grupo de niños y niñas (casi siempre niñas) forman un corro. Una de ellas se queda fuera del mismo y se aleja un poco (sin mirar), para no ver cómo se hace el nudo. Las niñas que forman el corro empiezan a cruzarse en todas direcciones, sin soltarse, procurando formar un nudo humano (mientras más complicado sea, mejor). Dan vueltas y revueltas metiendo el cuerpo, las piernas, la cabeza etc… entre los miembros de sus compañeras. (De ahí que las niñas no quieran jugar con los niños)… Los cruces que se forman son totalmente difíciles de soltar. Parece increíble que puedan hacerse con el cuerpo nudos tan complicados… La niña que se quedó fuera tendrá que desliarlo. Ella es la que irá ordenando el desliamiento y todas obedecerán sus órdenes. (Desliamiento que, en ocasiones, puede complicar aún más el nudo que ya estaba hecho). Si consigue desliarlo, se mete en el corro y sale otra. Y si no lo consigue, se queda otra vez de toro. Al final, las niñas tienen dolor de dedos, manos, pies y músculos en general. Éste es un juego muy bonito y divertido para hacerlo con niños pequeños de educación infantil… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
DOLA, DOLA, CON LOS CHORIZOS COLGAOS En este juego se elige un niño o niña como madre y otro como toro, que se queda para pillar a los demás. Comienza diciendo la madre: – Dola, dola, con los chorizos colgaos: todos los que juegan se tienen que colgar en una ventana o en cualquier otro sitio, sin dar con los pies en el suelo. – Dola, dola, con el Missisipi: hay que dar patadas a una pared con ambos pies. – Dola, dola, con la lagartija viva: se acuestan en el suelo y se mueven a distintos ritmos. – Dola, dola, con la lagartija muerta: se acuestan en el suelo, pero sin moverse. – Dola, dola, con el enchufe: tocan las espaldas del toro con los dedos tiesos, como si le pusieran banderillas. – Dola, dola, con la sombra cercana: todos se acercan al toro. El que llegue el último, se queda y le sustituye. – Dola, dola, con la sombra lejana: se alejan lo más posible del toro. En ese momento la madre dice: “con el enchufe”, y el último que llegue, se queda. – Dola, dola, con la carrera de galgos: todos los que juegan se colocan en una pared y cruzan las manos entre las piernas. La madre traza un límite y todos los niños, menos el toro, tienen que llegar al límite, escupir y volver. El último que llegue, se queda de toro. – Dola, dola, con las marcas de tabaco: el toro y la madre se retiran de los demás y piensan entre ellos tres marcas de tabaco. El toro apoya la cabeza en el vientre de la madre. Los jugadores dicen tres marcas de tabaco cada uno, y el que menos acierte se queda de toro. – Dola, dola, con el soldadito de plomo: si la madre dice “plomo”, todos se tienen que quedar quietos. El toro vigila y si alguien se mueve, le sustituye en su puesto. Si la madre dice “goma”, todos dan saltos. El último que comience en dar saltos, se queda de toro.
– Dola, dola, con la carta de Roma: el toro coloca la cabeza en el vientre de la madre y los jugadores se colocan en fila india detrás del toro. El primero de ellos dice: . Esta carta va a Roma, para decirle al Papa que tengo mucha gana de verlo. . Punto: con el puño cerrado da un golpe en la espalda del toro. . Coma: con el dedo pulgar y los demás dedos cerrados golpea la espalda del toro. . Sello: con la mano abierta da encima de la espalda del toro. . Y al buzón: con la rodilla le da un fuerte empujón en el culo. Lo mismo que ha hecho el primero, hacen el resto de los jugadores. El que le dé al toro más despacio, se quedará para la próxima mano. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
EL PAÑOLÍN Comienza el juego trazando tres rayas en la calle o plaza donde los niños estén concentrados: una raya en el centro y otras dos rayas laterales a distancias equidistantes de la central. Se hacen dos equipos de jugadores (echando suertes, echando pies, los de un barrio contra los de otro barrio etc.) con el mismo número de niños. Los capitanes van escogiendo sucesivamente a los que más corren, dejando para el final a los menos ágiles… A cada niño de los dos equipos se le asigna un número (se lo asignan ellos entre sí). Así, si los equipos son de diez niños, la numeración será desde el número uno al diez, con lo que tendremos dos equipos numerados desde el 1 al 10 enfrentados entre sí. En la raya central se coloca un niño con un pañuelo, mientras que en las rayas laterales quedan colocados los componentes de los respectivos equipos. Es importante que ninguno pise la raya… Si pisa, será descalificado. El niño colocado en el centro dice un número cualquiera, del 1 al 10, y los dos niños que tengan dicho número correrán a coger el pañuelo, no pudiendo pisar la raya central ni pasarse al campo contrario. Si así lo hacen, son descalificados al momento. Gana el niño que consigue llevarse el pañuelo, habiendo cumplido las normas anteriores, y atraviesa su raya sin que el contrario, que corre detrás de él, le haya agarrado o rozado con su mano, quedando fuera de juego su compañero. Si el niño que corre detrás del que lleva el pañuelo, agarra o le da con la mano a su compañero, antes de que atraviese la raya, queda descalificado el que lleva el pañuelo. En este momento quedan 10 niños jugando contra nueve. Entre los que van perdiendo habrá ahora un niño que tenga dos números (normalmente el más ágil y veloz). Continúa el juego, con las mismas normas antes descritas, hasta que todos los componentes de un equipo hayan sido descalificados. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales. – Pedro José Quesada Gómez.
LA PALMADA El juego de la palmada es muy divertido y casi interminable. Lo primero que hay que hacer es elegir dos equipos entre todos los niños que quieran jugar. El número máximo de jugadores es de infinitos y el mínimo de cuatro. Los capitanes echan pies, escogiendo en primer lugar a los que más corren… Hechos los dos equipos, con el mismo número de jugadores, se separan aproximadamente unos 30 pasos y se hacen dos rayas en cada extremo, igual que en el juego del pañuelo. La diferencia estriba que en este juego no hay raya intermedia… Los equipos quedan alineados sobre sus respectivas rayas. Un jugador de un equipo cualquiera recorre los 30 pasos y se acerca al equipo contrario. Todos los jugadores de dicho equipo contrario lo están esperando bien alineados y con las manos extendidas. El jugador desplazado roza ligeramente su mano sobre las manos de los jugadores del equipo contrario (manos extendidas como ya queda dicho), dando una fuerte palmada sobre la mano que vea conveniente (normalmente la del niño que considere menos ágil y menos veloz)… Inmediatamente sale corriendo hacia su equipo, siendo perseguido por el jugador que ha recibido la palmada. Si logra pillarlo (agarrarlo o rozarlo) antes de que rebase la línea de jugadores, el que dio la palmada pierde y pasa a formar parte del equipo contrario. Si no logra pillarlo, será el que recibió la palmada el que pasará a formar parte del otro equipo. Así continuará el juego, hasta que un equipo se quede sin jugadores. Ganará lógicamente el equipo que haya conseguido quitar al otro todos sus componentes. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales.
¿ANTONIO, PICO O PALMA? Comienza el juego haciéndose dos grupos con el mismo número de niños. Se echan pares o nones (o se echan pies), para ver qué grupo se queda de caballo o de jinete. Una vez que se han echado las suertes, los niños se colocan en corro, teniendo los caballos que aguantar a cuestas al grupo de los jinetes. Uno de los jinetes le tapa los ojos a uno de los caballos, mientras dice: – ¿Antonio, pico o palma? Y hace un gesto con la mano, indicando si es Antonio, pico o palma: . Antonio: puño cerrado. . Pico:
índice estirado.
. Palma:
mano abierta.
Si adivina el caballo, se cambian, pasando ellos a ser jinetes y los jinetes a ser caballos. Si no adivina, los jinetes cambian de montura. Y tapando los ojos a otro de los caballos, continúa el juego como se ha indicado anteriormente. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
¿SOBRE CUÁNTAS? Sobre cuántas es una variante del juego anterior, también con caballos y con jinetes. Pero en vez de preguntar ¿Antonio, pico o palma?, se pregunta: – ¿Sobre cuántas? Al decir la pregunta anterior, se tapan los ojos de un caballo y se muestran varios dedos de la mano o uno solo (o incluso ninguno). El caballo tiene que adivinar el número exacto de dedos que han sido levantados. Si adivina, los caballos se convertirán en jinetes. Si no adivina, los jinetes cambian de caballo continuando el juego.
¿CHURRO, MEDIA MANGA O MANGOTERO? Este juego es otra segunda variante de ¿Antonio, Pico o Palma?… Se forman dos equipos con igual número de niños y todos los componentes de uno de ellos (escogido antes por sorteo) se sientan en el suelo, con la cabeza entre los pies y formando una cadena. Los componentes del otro equipo se colocan encima de las espaldas de sus compañeros, diciendo el primero de los jinetes las palabras “churro, media manga o mangotero”: . Churro:
gesto de puño cerrado.
. Media manga:
gesto de puño abierto.
. Mangotero:
dedo estirado.
Si adivina el de abajo, se invierten los términos. En caso contrario, continúa el juego como anteriormente, preguntando a otro de los caballos. Juegos tradicionales de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
CINTO CORRÍO Es un juego típico de niños: los cintazos van muy bien a su espíritu peleón y combativo… Comienza, como casi todos los juegos, sorteando quién se quedará de toro: en este caso quién recibirá los primeros cintazos en sus nalgas y espaldas. Una vez escogido el toro, los demás componentes del juego se sientan, pegando las espaldas a la pared, con las manos atrás. Entre el laberinto de manos pasará el cinto con todo el sigilo posible, para que el toro no pueda adivinar dónde se encuentra. El trabajo del toro consistirá en meter sus manos entre las de sus compañeros de juego buscando el cinto. En su intento, recibirá fuertes cintazos del lado que menos espera… Una vez que el cinto ha golpeado las espaldas del toro, vuelve rápidamente atrás, hasta que llegue un momento en que el toro logre agarrar el cinto. En ese momento, se quitará de toro y se sentará, pasando a ocupar su lugar el compañero que fue cogido con el cinto en la mano. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
EL LAPO El lapo es un juego bastante salvaje, que nos ha hecho llorar a más de uno, a pesar de los jerséis de invierno y del gabán doble que llevábamos puestos. Recuerdo un día muy especial, en el que mi hermano Juan y yo nos atrevimos a jugar al lapo en el cementerio, en la puerta lateral de la ermita de la Virgen de las Nieves… Todavía recuerdo los cintazos que me dieron, cuando eché al aire el hueso que utilizábamos en el juego y me salió “bujero”… El hueso en cuestión (creo que era de cordero, pero no recuerdo de qué parte del animal lo cogíamos) tenía dos lados laterales más altos, en forma vertical, y otros dos lados bajos y horizontales. Los que sacaban los dos lados verticales se convertían automáticamente y respectivamente en el que manejaba el cinto y en el rey que daba las órdenes para los cintazos. En los dos lados horizontales estaba por un lado la “panza” (si te salía quedabas libre de castigo), y por otro, el temido “bujero”, con el que se te saltaban las lágrimas nada más pensar en lo que te esperaba. El que, por su mala suerte, tiraba el hueso al aire y le salía “bujero”, se agachaba, colocaba la cabeza entre sus manos y dejaba libres sus espaldas para los correspondientes cintazos. – ¡Veinte recién sacaos del horno! – ordenaba tu compañero de juego, con cara de mala leche. Y el del cinto te los daba con fuerza y a placer, mientras tú te engurruñías debajo del gabán… Siguiendo el juego, podían cambiarse las tornas, saliéndole “bujero” al del cinto o al propio rey que había dado la orden de los recién sacaos… La venganza, como es de suponer, no se hacía esperar… Este juego, que ya no se utiliza, no es recomendado para menores y menos aún para niños como mi hermano y como yo, a pesar de lo bien abrigaos que íbamos siempre que salíamos a la calle…
En La Guardia el juego del lapo se conoce con el nombre de “traba”. De él dice Francisco Pérez lo siguiente: “A la traba se juega con un hueso de cordero que tiene cuatro caras. El verdugo, el rey, la víctima y en veleto. El rey es el que manda dar los palos; el verdugo el que los da con un pañuelo al que se le hace un nudo y se moja en saliva; la víctima, el que los recibe y, si te cae en veleto, te llevas el rey y el verdugo y los inflas a palos”. De la declaración anterior se deduce, una vez más, la poca diferencia que hay en estos juegos de niños entre los pueblos vecinos… También los guardeños se calentaban el hato unos a otros en los días de invierno, aunque hacerlo con un pañuelo con un nudo mojado en saliva siempre era menos violento que hacerlo con cintazos recién sacaos del horno... Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Información y recopilación:
– Francisco Pérez Fernández. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
ALZO LA MAYA También hemos pasado muy buenos ratos, en todas las calles del pueblo, jugando a “alzo la maya”… Es un juego de agilidad y de velocidad (parecido al del “escondite”), que ha gustado y gusta mucho… En él pueden participar todos los niños y niñas que quieran… Escogido un toro mediante la fórmula de sorteo correspondiente, éste coge del suelo una piedra (normalmente grande) que le servirá para alzar la maya, mientras el resto de sus compañeros se esconden. – Una, dos, tres…, diecinueve y veinte, ronda, ronda, el que no se haya escondío, que se esconda, que tiempo ha tenío. El toro no saldrá corriendo detrás de ninguno, para atraparlos (como se hace en el “escondite”), sino que, al ver a uno cualquiera de ellos, golpea la piedra contra el suelo, diciendo: – ¡Alzo la maya por…, que está escondío en el zaguán! – ¡Alzo la maya por…, que está detrás de la esquina! – ¡Alzo la maya por…, que!… Basta alzar la maya y pronunciar un nombre, para que éste quede automáticamente eliminado… Pero, si alguno de los que están escondidos, no ha sido descubierto y logra llegar hasta la maya sin que el toro se dé cuenta, salvará a todos los demás diciendo: – ¡Alzo la maya por tos mis compañeros y por mí, el primero!... Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales.
LA PITA Todos los chiquillos del pueblo teníamos en nuestras casas una pita y un marro fabricados por nosotros mismos... Mientras las niñas jugaban a los botones, a las chinas, a la comba y al corro (mucho más poéticos), nosotros (más brutos) nos entreteníamos con la pita a punto de vaciarnos un ojo… El marro, de madera de oliva, podría tener entre 40 y 50 centímetros y nos servía para golpear la pita (de menores proporciones y terminada, por ambos lados, en punta)… Tanto el marro como la pita eran realizados con una navaja de nuestra propia casa (después de escoger las mejores varas entre los haces de ramón verde del horno de “La Raja”)… Normalmente eran dos los jugadores: el que golpeaba la pita con el marro y el que, a una distancia determinada, se colocaba en frente para cogerla al aire… – ¡Pitiliuna! El marro daba un golpe sobre una de las afiladas esquinas de la pita. Ésta era enganchada por el aire y lanzada hacia adelante… – ¡Pitilidós!... (se realizaba la misma acción anterior)… – ¡Y pitilitrés!... Ganaba la partida el que más había alejado una vez finalizado el “pitilitrés”… Si el que estaba en frente, lograba coger la pita mientras iba por el aire, se convertía en aquel momento en el encargado de manejar el marro... También lo manejaba si, después del referido “pitilitrés”, la pita continuaba en el suelo (en el mismo sitio donde se había empezado el juego), sin haber sido enganchada por el marro… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
EL PLUMERO Parecido a la pita, pero de mucho menos peligro, era el juego del “plumero”. El marro se convertía ahora en una tableta de madera (parecida a las que se utilizan en el ping–pong), de fabricación igualmente casera. La pita, por su parte, pasaba a ser un plumero, adornado con vistosas plumas de gallo que se introducían (bien colocadas y formando un círculo) dentro de un mazorco o un sarmiento… En la época en que nos daba por jugar al “plumero”, todos los gallos que había en las cuadras y corrales del pueblo se echaban a temblar… Con el “plumero” podías hacer un solitario (si no tenías compañero de juego), lanzándolo hacia arriba con la tableta y procurando que nunca tocase el suelo. Si tenías buena maña, podías decir con orgullo que, de una sola vez, te habías hecho quinientos, en el caso de que quisieras dejar en ridículo a alguno de tus vecinos… Pero lo normal no era hacer solitarios, sino jugar con otro niño, siguiendo las mismas pautas antes indicadas con la pita… El plumero era golpeado hacia delante tres veces, (en ocasiones repitiendo el pitiliuna, pitilidós y pitilitrés del juego anterior), aunque ahora era mucho más frecuente que fuera enganchado por el que estaba en frente… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José Quesada Gómez.
LA PUNTA (1ª VERSIÓN) Para jugar a la punta sólo era necesaria una calle sin asfaltar (con la tierra blanda después de haber llovido) y una punta grande o cualquier trozo metálico puntiagudo–punzante. Utilizando dicha punta, se dibujaba en el suelo un cuadrado o un rectángulo (también grande) dividido por la mitad con una raya. En la mitad del cuadrado se colocaba uno de los jugadores y en la otra mitad, su compañero. El primero en jugar (después de haber echado suertes), cogía la punta y, desde su campo, la lanzaba a la mitad contraria de su oponente. Si ésta no se quedaba hincada en el suelo, perdía y le tocaba lanzar al otro. Pero, si se hincaba, se hacía una nueva raya horizontal (por el sitio donde había quedado clavada la punta), robándole un trozo de cuadrado a su compañero. Ganaba el juego el que lograba (hincando la punta sucesivamente) apoderarse de todo el campo contrario… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido.
LA PUNTA (2ª VERSIÓN) Para jugar a este juego se necesita un terreno de tierra y a ser posible sin muchas piedras, lo cual para empezar es ya casi imposible encontrar en el casco urbano de nuestro pueblo, salvando, claro está, los jardines. Unos de los terrenos más solicitados por los niños y niñas de entonces era la desaparecida Haza de Jesús, ahora viviendas y calle Federico García Lorca, junto al antiguo colegio, y también la explanada, al lado del parque público. Una vez seleccionado el terreno, se necesita “la punta”: objeto metálico puntiagudo generalmente formado por una varilla de unos 20 cm. de longitud. Cabe destacar que cada jugador tenía su propia punta y algunos hasta personalizada. Si un jugador no tenía o se le había olvidado la punta, cualquier otro jugador no dudaba en prestarle la suya. Con la punta se traza en el terreno el dibujo copiado del colache (ver imagen) y da comienzo el juego. Pueden jugar tantos niños y niñas como quieran. El jugador comienza lanzando la punta, desde la línea discontinua, al numero 1. Si la punta se queda hincada, pone los dos pies en el 1, coge la punta y tira al 2. Si la punta se queda hincada, avanza al 2, coge la punta y tira al 3 y así sucesivamente hasta que llega al 8. En este momento se da la vuelta y terminaría su ronda en el 1. En la siguiente ronda tira al 2 y hace lo mismo que para la ronda 1. Es fácil ver que las rondas se van complicando a medida que hay que tirar a los números mayores, ya que están más lejos de la línea discontinua. Todos los jugadores hacen el mismo recorrido y gana quien primero completa las 8 rondas del juego sin faltas. Hay que decir que el juego se puede alargar en su desarrollo haciendo además de las 8 rondas iniciales, las mismas pero esta vez al revés, del 1 al 8 y del 8 al 1. Las reglas del juego son las siguientes: – El jugador pierde su turno si: . Su punta no se hinca. . Su punta se hinca fuera del cuadro al que le toca tirar. . La punta se hinca en alguna de las líneas que conforman los cuadros del juego. . El jugador pisa las líneas que conforman los cuadros del juego.
Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Asensio Gómez Torres.
CAÑA LARGA Entre un grupo de varios niños y niñas se elige, como en otros muchos juegos, quién se queda de madre y quién de toro. La madre tapa los ojos al toro con sus manos y mete su cabeza entre sus piernas. El resto de los niños permanece en frente. La madre va llamando, uno a uno, a todos los jugadores, realizándose entre ella y el que se va acercando el siguiente diálogo: – ¡Caña larga! – ¡Tuturumbel! – ¡Da un porracito y vete a esconder! – ¿Chico o grande? – ¡Hasta que se le salte la sangre! Todos y cada uno de los niños se van escondiendo, una vez dado en la espalda el golpe correspondiente… Cuando todos se han ido, dice la madre la fórmula poética que ya conocemos: – Por ahí va mi gavilán con las uñas afilás, como no me traigas uno, te arranco las tajás… ¡Gra, gra, gra! Es una manera distinta de comenzar el conocido juego del “escondite”… El toro sale a buscarlos y…: el que sea pillado pasa a hacer de toro, volviendo a comenzar el juego… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
UNA, DOS Y TRES, POLLITO INGLÉS Un grupo de niños y niñas (casi siempre niñas) elige a la que se quedará de toro. Éste se pega a la pared, de espaldas y sin ver a las demás componentes del juego, mientras están haciendo los siguientes preparativos: Trazan una línea en el suelo (a mucha distancia de donde está el toro) y se colocan una al lado de la otra en la línea trazada, como si fueran a comenzar una carrera. Hecho lo anterior, le avisan al toro para que comience el juego. – ¡Una, dos y tres, pollito inglés! Mientras el toro pronuncia estas palabras (sin mirar aún a sus compañeras), éstas avanzan rápidamente hacia él. Al terminar de decir “pollito inglés”, se vuelve rápidamente y, a la que haya visto moverse, la hace retroceder a la raya trazada. Las niñas se quedan en las posturas más insólitas, con tal de que el toro no las vuelva hacia atrás (de puntillas, a la pata coja, con el tronco hacia delante, con el tronco hacia atrás…). Se trata de que el toro no descubra su movimiento hacia adelante. Hecho lo anterior, el toro vuelve a decir: – ¡Una, dos y tres, pollito inglés! Se vuelve a comenzar el proceso, y el toro vuelve niñas hacia la raya, si es que las ha visto moverse. Suele haber algunas peleíllas entre el toro y las niñas: el primero diciendo que las ha visto moverse y las segundas contestando que es mentira, que hace trampa etc… Cuando el juego está muy avanzado (el toro ha pronunciado ya varias veces “una, dos y tres, pollito inglés”), unas niñas estarán aún en la raya, otras cerca del toro y otras en la zona intermedia. De ahí la necesidad de que la raya haya sido trazada a una distancia muy grande, como se explicó al principio…
Si alguna niña o niño llega a tocar la pared, sin que el toro la haya vuelto hacia atrás, dice inmediatamente: – ¡¡Pared!! En ese momento se queda de toro y vuelve a empezar el juego. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS LAZOS Los preparativos de este juego son parecidos a los del “Pañuelo”: se hacen dos equipos de jugadores (normalmente niñas) con el mismo número de componentes. Se asigna un número a cada una de las niñas de los dos equipos. Así, si los equipos son de diez niñas, la numeración será desde el número 1 al número 10, con lo que tendremos dos equipos numerados desde el 1 al 10 enfrentados entre sí. Comienza el juego trazando un círculo central en el que se coloca una niña con dos cintas (una en cada mano), dando el culo a un grupo y la cara al otro. Se trazan también dos rayas laterales, a distancias equidistantes del referido círculo central. En ellas se colocan las componentes de los dos equipos, como si fueran a emprender una carrera. La niña del medio dice un número cualquiera del 1 al 10 (por ejemplo el 3), y las que tengan dicho número corren rápidamente hacia el centro. El número 3 del primer grupo coge uno de los lazos y el número 3 del segundo grupo coge el otro… Inmediatamente se desplazan al grupo contrario y atan el lazo en el brazo y en la pierna de un contrincante, corriendo después a desatar el último lazo hecho en su propio grupo. Una vez deshecho este último lazo, vuelven a atar la cinta en el brazo de la niña que está en el medio. La niña que tarde más en hacer estas operaciones de atar y desatar, quedará eliminada. Eliminado el número 3 de un grupo, quedarán 10 niñas en un equipo contra 9 del otro. Entre las que van perdiendo habrá una niña que tenga dos números (normalmente la más ágil y veloz). Continúa el juego, igual que en el “Pañuelo”, hasta que uno de los equipos elimine a todos sus contrarios.
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
MOSCA Se colocan dos filas paralelas de niños, dejando un metro o metro y medio entre ellos. El toro se coloca en un extremo y hace en el suelo una raya. El juego comienza pisando el toro dicha raya con los dos pies y diciendo: – ¡¡Mosca!! Al escuchar la palabra “mosca”, todos los que juegan se quedan quietos y callados. El toro empieza a hacer tonterías para que los otros se rían o se muevan. Mientras el toro está haciendo dichas tonterías, los que forman las dos filas le dan tortazos en la cabeza, con disimulo y sin que el toro advierta quién le ha dado. Si el toro ve a alguien que se ha movido, tiene que salir corriendo por medio de las dos filas y los otros le dan porrazos en la espalda. Al que haya visto moverse, reírse o darle, se queda. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Juan Antonio Martínez Quesada. – Pedro José Quesada Gómez. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
EL REY Reunido un grupo de niños y niñas, se dividen en dos bandos: en uno estará el rey y la reina (por sorteo) y en el otro, todos los demás. El grupo o bando de “todos los demás” se pone de acuerdo (hablando entre ellos) sobre un oficio cualquiera (por ejemplo aceitunero), y buscan un pueblo o ciudad que empiece por la letra A, para dar una pista al rey y a la reina que tendrán que averiguar dicho oficio. En ese momento dicen: – ¡Buenos días, señor rey! – ¿De dónde venís? – ¡De!… (dicen un pueblo, ciudad o nación que comience por la letra a). – ¿Qué oficio traéis? – ¡El que ustedes van a ver! Y comienzan a hacer los gestos que puedan identificar el oficio de aceitunero. La mímica es de una gran importancia en este juego… Aparte de la mímica, ya se les ha dado a los reyes la pista de la inicial del pueblo de donde vienen, que es la inicial del oficio de la mímica que están haciendo. Si los reyes averiguan el oficio, son quitados de reyes y se colocan otros en su lugar. Así continuarán con multitud de oficios, recurriendo siempre a mímicas que hagan reír a los participantes y a todos los que, desde fuera, contemplen el juego.
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
MOMIA Momia es un juego muy parecido a la “gallinica ciega”… Un niño o niña, con los ojos tapados con sus manos o con un pañuelo, se pega a la pared. Los niños restantes están cerca de él, rodeándole. En un momento dado, la niña o niño de los ojos tapados, dice: – ¡Una, dos y tres! ¡Momia! Mientras dice “una, dos y tres”, los niños que hacían el cerco se retiran corriendo. Y, al decir “momia”, se quedan completamente parados, como si fueran auténticas momias. El niño de los ojos cerrados avanza hacia sus compañeros, sin hacer la trampa de destaparse. Cuando encuentra a uno, tiene que averiguar quién es. El juego es totalmente en silencio. Los niños o niñas que hacen de momia pueden contonearse, bajar y subir el tronco u otros muchos movimientos, pero sin poder mover en ningún caso los pies. Si acierta el nombre de la “momia”, ésta pasará a taparse ahora los ojos y continuará el juego… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
ESPAÑA DECLARA LA GUERRA En este juego pueden participar todos los niños o niñas que quieran. Cada uno llevará el nombre de un país, y uno de ellos el nombre de “España”. Antes de comenzar, se habrán realizado los preámbulos necesarios para que cada niño sepa el nombre del país al que representa. El niño o niña llamado “España” se colocará pegado a la pared, y los demás niños en frente de él, a una distancia aproximada de uno o dos metros. El niño llamado “España” comienza diciendo: – ¡España declara la guerra contra!… (dice el nombre de un país). Si ha dicho por ejemplo, “España declara la guerra contra Francia”, el niño llamado “Francia” saldrá corriendo hacia la pared en la que estaba “España”. Todos los compañeros de juego y el propio niño llamado “España” salen corriendo también, pero en dirección contraria. Cuando “Francia” llega a la pared dice: – ¡Sangre! A esa voz, todos sus compañeros de juego tienen que pararse. El niño llamado “Francia”, dando tres pasos grandes tendrá que llegar a pisar al compañero que vea más cerca. Si llega a pisarlo, el niño pisado quedará eliminado. Si no alcanza a pisarlo, será él (en nuestro caso “Francia”), quien quedará eliminado. Así seguirá el juego hasta que todos se eliminen. El último que haya quedado sin ser eliminado, se quedará de “España” para continuar jugando. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín y Pedro José Quesada.
SANGRE Sangre es un juego parecido al anterior. En él pueden jugar todos los niños o niñas que quieran, nombrándose un toro por sorteo. Hecho un círculo o redondel en el suelo, el toro se meterá dentro de él, mientras el resto de los niños estarán haciendo corro alrededor. El toro dice: – ¡Me tiro, me tiro, me tiro por!… (dice un nombre cualquiera de los que están alrededor). En ese momento, todos echan a correr, incluido el propio toro, mientras que el niño nombrado se mete en el redondel y dice: – ¡Sangre! Al escucharse la palabra “sangre”, todos se quedarán quietos sin poder moverse. El toro dará tres pasos de gigante hacia el niño o niña que esté más cerca. Si después de dar los tres pasos, logra alcanzarlo con la mano, lo eliminará… Así seguirá el juego hasta que todos se eliminen, comenzando de nuevo. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LAS CHINAS El juego con chinas fue muy popular tanto en Pegalajar como en La Guardia (principalmente entre las niñas). Francisco Pérez comenta cómo se jugaba a las chinas en nuestro pueblo vecino: “A las chinas se juega con cinco piedras del río, pequeñas y redondas, que encargan a los padres o a los areneros. Se echan en un sitio liso y se pone una mano abierta en el suelo. Con la otra mano se echa una piedra al aire y, mientras cae, hay que empujar a las otras, pasando por entre los dedos, hasta meterse en el hueco de la mano, diciendo: – a mí uno, a mí dos, a mí tres… A las que nunca pierden en el juego de las chinas las llamamos repipis y nadie quiere jugar con ellas, aunque para que no se lo crean, se les echa la culpa a las piedras: – Yo no juego con esas piedras, que las tienes canteadas”. En Pegalajar se jugaba así: La primera niña en jugar lanzaba las cinco chinas al suelo, cogiendo una en su mano derecha, que le servirá de comodín durante todo el juego. Lanzado el comodín hacia arriba, tiene que recoger una china del suelo antes de que éste llegue a su mano. Si lo ha hecho bien, pasa la china recogida a la mano izquierda, repitiendo la operación hasta recoger una a una todas las chinas que hay en el suelo. Hecho lo anterior sin haber fallado (si falla pasa el turno a la siguiente compañera), repetirá la acción anterior, cogiendo ahora de dos en dos las cuatro chinas que hay en el suelo. Después, recogerá tres en un primer intento y la cuarta que queda en un segundo intento. Por último, las aproximará poco a poco y las cogerá las cuatro de un golpe, mientras el comodín esté en el aire. Continuaba el juego haciendo un puente en el suelo con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda. Mientras el comodín está en el aire, irá aproximando las chinas hacia el puente, hasta conseguir pasar una de ellas por debajo del mismo, repitiendo la operación hasta pasarlas todas (una a una) entre los dos dedos referidos.
Después de lo anterior y con objeto de complicar más el juego, solía hacerse un círculo juntando los dedos índice y pulgar de la mano izquierda, quedando dicho círculo apoyado en el suelo. Mientras el comodín está en el aire, va recogiendo una a una las cuatro chinas que hay en el suelo, colocándolas dentro del círculo. Cuando las ha metido todas, retira la mano y las recoge las cuatro en un último lanzamiento. Con anterioridad o posterioridad al círculo, se apoyaban los cinco dedos en el suelo y, con el comodín en el aire, se iban acercando las cuatro chinas a cada uno de los arcos formados con ellos. Una complicación última era la siguiente: lanzar hacia arriba las cinco chinas y recogerlas sobre sus manos juntas boca abajo. Si lo consigue, sin que se le escape ninguna, vuelve a lanzarlas hacia arriba y las recoge formando un cuenco con las dos manos. Así acabaría este difícil juego, en el que las niñas han demostrado siempre rapidez y una enorme habilidad. Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Informantes: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Recopilación: – Francisco Pérez Fernández. – Joaquín Quesada Guzmán.
LA GOMA He visto a muchas niñas del colegio jugando a la goma, pero no he logrado recuperar nunca ninguna de sus canciones. Tampoco he tenido la oportunidad de escribir una explicación detallada de ninguno de los juegos, dada la complejidad de los mismos. Estoy convencido de que, si hubiera recurrido a ellas, me hubieran dado por escrito dicha explicación… Así lo logré en los juegos con las manos, que tienen la misma o idéntica complejidad… Pero no puedo decir lo mismo con los de la goma llenos de ritmo, de habilidad y de mucho ingenio. Aunque siempre hay un buen número de niñas jugando, es necesario un mínimo de tres: dos para sujetar la goma y una tercera para saltar, aunque puede haber ocasiones en las que los ejercicios se realicen en la propia casa, sujetando el elástico en dos sillas del comedor (o del terrao, si tu madre no te deja que juegues con las nuevas)... Saltar a la goma es un juego de niñas, que se practica al aire libre en cualquier época del año (principalmente en los meses de buen tiempo). Durante los recreos en la escuela, y por las tardes en cualquier calle del pueblo, puede verse a grupos de niñas con la famosa goma elástica, pasándoselo en grande… En el juego de la goma las niñas realizan difíciles figuras con ambas piernas, pisando con un pie, soltándose del otro y subiéndolos ambos hasta alturas prodigiosas… Pierde el turno la menos hábil… Si la niña que está jugando, haciendo esos difíciles malabarismos, no comete error, se suele subir la altura de la goma desde los tobillos (donde normalmente comienza el juego) hasta la pantorrilla, la barriga, el pecho y los brazos, buscando siempre el más difícil todavía… Los juegos con la goma son acompañados con canciones populares o de otros juegos (de corro o comba principalmente), que se adaptan a estos estiramientos de brazos y piernas tan inverosímiles… Juegos tradicionales de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
MAÍZA Maíza es un juego típico de niños, que se practicaba en nuestro pueblo en todas las épocas del año. La agilidad, la rapidez y los reflejos son las características más importantes del mismo. – ¿Jugamos a maíza? – ¿La larga o la corta? Y nos poníamos en disposición de jugar a maíza la larga, formando una fila de críos (a veces también crías)… El primero doblaba la cintura y escondía la cabeza entre las manos, para que no le dieran con los pies al producirse el salto. Para realizar el salto (como si se tratase del potro que se utiliza en la escuela, en las clases de gimnasia), teníamos que apoyar las dos manos en las espaldas del compañero que estaba doblado. Después se separaban bien las piernas y se saltaba por encima de él, sin tocarlo con ellas. Una vez realizado lo anterior, el niño que había dado el primer salto se colocaba en la misma posición de su compañero para poder ser saltado también por el resto de críos de la fila… Así, sucesivamente y sin interrupción, iban saltando todos, colocándose de burro inmediatamente después. Cuando todos los jugadores habían saltado, el primero de ellos dejaba de hacer de potro y saltaba también él a todos los demás… Había ocasiones en que nos juntábamos veinte o treinta críos y la fila, saltando a maíza, llegaba desde el pilar hasta la fuente… En maíza la corta, sin embargo, no había desplazamientos sucesivos hacia adelante. El burro permanecía siempre en el mismo lugar, mientras sus compañeros de juego saltaban por encima de él, dándole con el pie, hincando los puños en su espalda, dándole una culá etc…(Ver juego “a la una, mi mula”). Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales.
EL TROMPO Es gratificante leer lo que escribe Francisco Pérez sobre el juego del trompo en el pueblo vecino de La Guardia: “Los juegos de los muchachos venían por temporadas y por barrios. A veces los del Barrio de las Cuevas sacaban el trompo y todo el mundo se ponía a jugar a los matacueros. Este juego consistía en que cada uno, por turnos, echaba el trompo a bailar dentro de un círculo y los demás le tiraban con el suyo para partirlo o quitarle una astilla. Los mejores trompos son los de punta de acero, que se la pone el herrero por diez reales. Los trompos de la tienda traen la punta redonda. Esta punta se llama de balín, y hay que cambiársela por una de acero que la hace el herrero de un clavo de las puertas. Por un lado la afila en forma de punta de lanza con cuatro aristas, y por el otro, que es más alargada, la calienta y la clava a martillazos en el trompo. Finalmente la repasa, por si se ha achatado con los martillazos. Con uno de ellos, Merengue ha partido ya varios trompos por la mitad, de un puntazo. Por eso, nadie quiere jugar con él. Hoy el Pepe se ha sacado con disimulo un destornillador del bolsillo y se lo ha tirado a mi trompo, rompiéndole un astillón. Yo me he puesto a llorar, mientras el trompo ha seguido dando vueltas, zumbando como un zurreón de los que se meten en las flores de los dompedros. Al ver que el trompo zumbaba y se distinguía de los otros, todos me lo han querido cambiar por tres de los normales. Pero yo he echado a correr con el trompo bien guardado en el bolsillo, como si tuviera un tesoro. Alguien me grita: – ¡Ese trompo no vale, es un zancarañas! –¡Y el tuyo es la pata de una cama! – le contesto, volviéndome sin dejar de correr. Desde que el Domingo aserró la pata de una cama de madera y se presentó con aquel pedazo de trompo, el doble de grande que uno normal, todos nos burlamos de los trompos grandes diciendo que son de la pata de una cama”.
También en Pegalajar había trompos de la punta de acero (utilizados normalmente por niños mayores), que eran el terror y nadie quería jugar con ellos. Los trompos pequeños (llamados de la punta de níquel) los comprábamos en la tienda de Julián, y siempre los llevábamos en el bolsillo (incluso en la escuela) enroscados en una guita. Normalmente jugábamos al trompo al final del verano y los primeros meses del otoño. Cuando llegaba el Día de los Santos, los guardábamos hasta el año siguiente diciendo: – ¡El día de los “vinaos” (finaos), los trompos a los tejaos! Si, después de enroscar bien la guita en el trompo (comenzando por la punta) y tirarlo al suelo, éste no bailaba, perdías y tenías que esperar a que tirase el compañero el suyo. Una vez que el trompo del compañero bailaba con fuerza, acercaba los dedos al mismo y se lo colocaba sobre la palma de la mano, lanzándolo con fuerza contra el tuyo que estaba en el suelo. Los que perdían tenían que aguantar el castigo: colocado el trompo perdedor en el suelo, el que había ganado cogía una piedra y golpeaba el suyo contra el del compañero, haciéndole un “bujero” o rompiéndole una astilla. Con los de la punta de acero, era corriente partir el trompo contrario por la mitad… Los trompos de los perdedores tenían marcados pequeños o grandes hoyos en su superficie, mientras que los de los ganadores estaban aplanchetaos al haber sido golpeados con las piedras. Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Información y recopilación: – Francisco Pérez Fernández. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales.
LOS PLATILLOS Comenzamos también la explicación del juego de los platillos con las palabras textuales de Francisco Pérez, compañero maestro de La Guardia: “El Fadriquito y yo nos hemos dado cuenta de que se puede cambiar la moda de los juegos. Antes había juegos de invierno y de verano, pero ahora, como llueve tanto, cualquier juego puede durar todo el año. Además nosotros hemos observado que, si nos ponemos de acuerdo y sacamos dos días seguidos las cajetillas, todo el mundo va con los bolsillos llenos al tercer día, y en todos los rincones del pueblo se puede ver a los muchachos jugando con ellas. Las cajetillas son los tapones de las botellas de cerveza y gaseosa. En Jaén les llaman platetes, y cuando viene algún forastero nos reímos de él y ya no vuelve a decir platetes, sino cajetillas como todo el mundo. A la hora de elegir juegos, hay algunos muchachos muy dominantes que lo deciden todo, y los demás, sin rechistar, les hacen caso. Cuando más descuidados estamos, dicen: – ¡El último, un mierda!... Y salen todos a correr. Los más despistados salimos corriendo sin saber exactamente hacia dónde hay que ir, pero siempre miramos al Pepe o al Manolo y corremos hacia donde van ellos. Yo me canso muy pronto de correr, y entonces grito: – ¡El primero, su mama tiene un “bujero”!... Y empieza el lío, porque el primero viene a pegarme y entonces tengo que correr para que no me dé dos guascas, con lo que no he ahorrado nada. Cuando jugamos a las cajetillas, tenemos un lenguaje para cada ocasión. En otros barrios suelen cambiar bastante y si te vas a las Peñas o a la Plaza, te expones a que te echen por no saber jugar.
En el Pilar y en el Torrejón decimos “porse”, cuando queremos asegurarnos de que nadie que tire detrás nos mueva la cajetilla que hemos colocado cerca de la raya. Cuando la cajetilla ha caído sobre la rayuela, justo en mitad, decimos “terciá”, para indicar que si se mueve habrá que ponerla justo en el centro. Hay algunos que se atrancan al hablar y dicen “pooorse teeerciá”, y todos nos burlamos. Hay un truco para echar las cajetillas, que es sujetarlas con el canto del dedo y darles un tirón como cuando se echa el trompo. Entonces van girando con fuerza y cuando llegan al suelo salen despedidas, dándose la vuelta. Esto está permitido y casi nadie protesta”. También en Pegalajar hemos jugado con los tapones de las botellas de las cervezas y de las gaseosas, que nosotros llamábamos platillos. Nunca hemos utilizado el nombre de cajetillas, como en La Guardia… Había dos maneras de jugar: La primera, haciendo una raya en el suelo y tirando los platillos hacia ella, desde una distancia convenida. Ganaba el que dejaba clavado el platillo encima de la raya o lo más cerca de ella. A pesar de la dificultad, siempre había niños o niñas de gran puntería y habilidad que lograban impactar en todo lo alto. Otra manera de jugar era dibujar una especie de circuito en el suelo con una tiza de la escuela. El circuito solía estar en zig–zag, con numerosas curvas, ensanchándose en algunos tramos y estrechándose en otros. Cada participante colocaba su platillo en la línea de salida y, por turno, lo impulsaba con un dedo, intentando avanzar el máximo recorrido sin salirse del circuito. En el caso de salirse, tenía que retroceder al punto desde el que salió, esperando nuevo turno. Lógicamente, el primero que conseguía llegar a la meta (final del circuito) era el que ganaba y se embolsaba los platillos de los demás. Los platillos servían con posterioridad para hacer cortinas, que se colocaban en la puerta de las casas para que no entraran las moscas… Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Información y recopilación: – Francisco Pérez Fernández. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán.
EL ESCONDITE ¡Vamos a jugar a torico el esconder! ha sido y continúa siendo una de las frases más repetidas en las calles y plazas de nuestro pueblo… Es un juego de agilidad y de velocidad, que ha gustado y gusta mucho a todos los niños y niñas (principalmente a los más pequeños, que realizan las carreras y la búsqueda de los escondidos incluso en el interior de las casas)… En él pueden participar todos los niños y niñas que quieran… Escogido un toro, éste se pega a una pared y, mientras sus compañeros se esconden, dice con los ojos cerrados, tapados con la dos manos: – Una, dos, tres…, diecinueve y veinte, ronda, ronda, el que no se haya escondío, que se esconda, que tiempo ha tenío. ¡Que voy!... El toro comienza la búsqueda de los escondidos… Viendo a uno cualquiera de ellos, sale corriendo detrás de él, procurando agarrarlo. Si así lo logra, dice: – ¡Cáscara de tomate, para que no se me escape! Y el agarrado queda eliminado en ese mismo momento… El toro continúa persiguiendo al resto de los niños escondidos, volviendo a repetir las mismas palabras anteriores, siempre que logre coger a uno. Hay niños ágiles que esquivan la persecución del toro y logran llegar al lugar donde comenzó el juego, diciendo: – ¡Salva! El niño o niños que hayan sido cogidos, harán de toro en sucesivas ocasiones… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Pedro José e Isabel María Quesada Gómez.
ECHAR LOS AÑOS En numerosas ocasiones, y principalmente el Día del Niño, era una costumbre popular “echar los años”. Reunidos en una casa un grupo de mozos y mozas jóvenes, así como hombres y mujeres maduros, se echaban los famosos “años”. Por un lado, se escribían en papeles separados los nombres de todos los hombres y de todas las mujeres y se colocaban, muy bien doblados, en dos montones. En un tercer montón se escribían disparatados adagios o dichos escritos por los propios concurrentes. Cerrados todos los papeles, se iban sacando sucesivamente el nombre de una mujer y de un hombre, y el adagio correspondiente (normalmente picante) que uno a otro se dedicaban, entre las risas y la algarabía de todos... Este juego se practicaba en Pegalajar y en La Cerradura, en un sano ambiente de amistad y de compañerismo (perdido hoy por desgracia), con los tinajones repletos de tostá y la bota de vino siempre acompañando… Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
CIVILES Y LADRONES Civiles y ladrones (o policías y ladrones) es un juego muy divertido. Da comienzo poniéndose de acuerdo quiénes serán los civiles o policías y quiénes los ladrones. Tiene que haber el mismo número de unos que de otros… Hechos estos preámbulos, se colocan en fila y el primero de ellos canta: – Uni, doli, treli, catoli, quili, quileta, estando la reina sentada en su silleta, llegó Gil, apagó el candil, candil, candilón, cuenta las veinte, que las veinte son, policía y ladrón.
Después de esta fórmula de sorteo, los civiles o policías se colocan en un lado y las ladrones en otro. Éstos últimos van a esconderse, después de haberse puesto de acuerdo en el sitio o lugar que hará de cárcel. Los civiles tienen que atrapar uno a uno a todos los ladrones, corriendo tras de ellos con rapidez y habilidad… Los quiebros y escaramuzas son frecuentes, siendo éste un juego adecuado para soltar adrenalina y estar en forma… Cuando un civil o policía atrapa a un ladrón, lo conduce a la cárcel. Un ladrón no puede abandonar la cárcel a menos que sea tocado por un compañero que no esté atrapado.
Los ladrones, por tanto, pueden salvar a sus compañeros ya capturados, dándoles una palmada. De ahí que los civiles monten guardia en la cárcel para evitar el rescate de los prisioneros. Finaliza el juego cuando todos los ladrones estén a buen recaudo, cambiándose ahora las tornas y convirtiéndose los perseguidos en perseguidores… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Juan Antonio Martínez Quesada. – Pedro José Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EL ASESINO Todos los jugadores que lo deseen (niños y niñas mezclados) se sientan formando un gran círculo, de manera que se vean las caras. Uno de ellos recorta 15, 20 ó 30 papelillos, dependiendo del número de participantes. En uno de ellos hace una señal, dejando todos los demás en blanco. Doblados los papelillos, son repartidos entre cada uno de los jugadores, siendo abiertos con precaución, sin que el compañero de al lado vea si está en blanco o marcado. El niño o niña que haya recibido por suerte el papel marcado, será el asesino. Su trabajo consistirá en ir asesinando uno a uno a los demás compañeros, guiñándoles el ojo con gran disimulo para no ser descubierto. Cuando alguien ha sido guiñado, dice en voz alta la palabra “muerto” y queda eliminado. Todos están pendientes de descubrir quién es el asesino, por lo que éste debe guiñar el ojo en el momento oportuno, cuando vea totalmente despistados a sus compañeros. Si el asesino consigue eliminar a todos los jugadores sin que nadie lo haya descubierto, ganará la partida. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán. – Juan Antonio Martínez Quesada.
EN EL MAR HAY UN PESCADO – En el mar hay un pescado que tiene la cola verde, verde la cola, la cola verde. Desengáñate… (se dice un nombre del corro) que tu novio no te quiere, que no te quiere (bis último verso).
– En el mar hay un pescado que tiene la cola azul, azul la cola, la cola azul. Desengáñate…, que tu novio es un gandul, que es un gandul (bis último verso). – En el mar hay un pescado que tiene la cola roja, roja la cola, la cola roja. Desengáñate…, que tu novio está con otra, está con otra (bis último verso). Así pueden inventarse estrofas con otros colores, añadiéndole adjetivos al novio. Varias niñas cogen de los brazos y de la cintura a otra niña, a la que tienen que subir hacia arriba al ritmo de la canción. Van botando a la niña al ritmo de la música y al final de los versos (“verde la cola”,“la cola verde”, “que no te quiere”, “azul la cola”, “la cola azul”,”que es un gandul”, “roja la cola”, “la cola roja” y “está con otra”), la suben todo lo arriba que puedan. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Mari Gómez Cobo. – Joaquín Quesada Guzmán.
CHOCOLET, CHOCOLET – Una, dos y tres, chocolet, chocolet, chocolet. A por ti, a por ta, a por todas las demás. Un grupo de niñas hacen un corro y dicen las siguientes palabras: – “Una, dos y tres”: en ese momento se sueltan. – “Chocolet, chocolet, chocolet”: dan tres saltos, alejándose unas de otras. – “A por ti”: una vez que están separadas, la que haya quedado más rezagada da un salto hacia la más cercada diciendo: “a por ti”. – “A por ta”: la otra niña contesta “a por ta”, dando un salto y alejándose. – “A por todas las demás”: la niña primera da entonces tres saltos consecutivos pronunciando estas últimas palabras. Si logra pisar a alguna niña, saldrá del corro la que ha sido pisada. En caso contrario, no juega en adelante la que no ha conseguido pisar. Inmediatamente vuelven al corro todas las niñas, menos la que haya perdido. El juego vuelve a comenzar, continuando hasta que sólo quede una ganadora. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
DEBAJO DE UN PUENTE (CANCIÓN DE COLUMPIO) – Debajo de un puente había un penitente, comiendo morcilla, le pedí una poquilla, no me quiso dar, fui a la Acequia del Peral a beber agua, no había. ¿Quién se la ha bebío?: los bueyes que han venío. ¿Dónde están los bueyes?: a arar se han ío. ¿Dónde está el arao?: las gallinas lo han escarbao. ¿Dónde están las gallinas?: a poner huevos se han ío. ¿Dónde están los huevos?: los curas se los han comío. ¿Dónde están los curas?: a decir misa se han ío. ¿Dónde está la misa?: al cielo se la han subío. ¿Dónde está el cielo?: ¡debajo de un puchero! La mecía del penitente, el que le urgue, que reviente, que si no, le tenemos que dar otras veinte: una, dos, tres, … diecinueve y veinte. Periquillo el aguaor fue a cagar y no cagó, (fue a pescar y no pescó) tres pelotillas echó: (tres pececillos pescó) una para el gato, otra para el perro y otra para el niño que está en el meceero, para que se suba otro compañero.
El niño que está montado en el columpio es mecido al ritmo de la canción. Al llegar al final de la misma, una vez pronunciadas las palabras “para que se suba otro compañero”, se baja sin protestar, subiéndose el siguiente. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Joaquín Quesada Guzmán. – José Mora Díaz. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
TERESA LA MARQUESA – Teresa la marquesa, chipitín, chipitesa, tenía una corona, chipitín, chipitona, con cuatro monecillos, chipitín, chipitillos, el cura de los lentes, chipitín, chipitentes, y el cura sacristán, chipitititín, chipitititán.
Dos niñas se entrecruzan los brazos a la espalda y van avanzando hacia delante al ritmo de la canción. Al decir “chipitín, chipitesa”, “chipitín, chipitona” etc. hacen un giro de 180 grados y vuelven la cabeza y el tronco hacia atrás, volviendo de nuevo hacia delante y continuando con el mismo ritmo hasta el cansancio. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Joaquín Quesada Guzmán.
MADRE, ¿QUÉ TRAEN LOS QUINTOS? – Madre qué traen los quintos, madre, pun, fueron al cuartel, madre, pun, lo primero que hacen, madre, pun, una, dos y tres, madre, pun.
Igual que en “Teresa la marquesa”, se avanza hacia adelante al ritmo de la canción, hincando la rodilla en tierra siempre que se dice pun. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
AL PASAR POR ARAGÓN – Al pasar por Aragón una niña me encontré y por cadena me eché la cinta de su corsé. – Fue tanto lo que apretó que me hizo devolver. ¡Adiós, morena del alma, cuándo te volveré a ver! – Cuándo te volveré a ver, cuándo te volveré a ver: cuando tenga la licencia del teniente coronel. Juego parecido al de “a la flor del romero”, pero las parejas no pasan por debajo, sino que van haciendo ondas cruzándose unas con otras. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán
HOYO MÍO A LAS BOLAS (JUEGO CON LAS BOLAS) Todos los niños de Pegalajar hemos pasado los mejores ratos de nuestra niñez jugando a las bolas. Normalmente jugábamos durante el verano, haciendo un hoyo en el suelo cuando las calles del pueblo eran todavía de tierra y el patio de la escuela no tenía pistas polideportivas como las de ahora… A pesar de los buenos ratos que hemos pasado mi hermano y yo jugando a las bolas, guardo un malísimo recuerdo (tal vez el más triste de mis juegos de niño), ya que me “pelaron” en un solo día (una a una y sin compasión alguna) todas las bolas que tenía, cristalas incluidas… No diré el nombre del pelaor (que era mucho mayor que yo), pero sí debe constar el sitio (la luz que había en la esquina del Arco) y el hecho de que todavía hoy le guardo el aire después de tanto tiempo… Cuando salí de mi casa llevaba llena de bolas la taleguilla de tela que me había hecho mi madre (mi hermano tenía otra como la mía), y cuando volví (casi llorando) ya no me quedaba ni una… Para compensar esta pérdida (para mí importantísima en aquel entonces), todavía guardo hoy en el terrao (como oro en paño y para mi consuelo) las cristalas de mi hijo Pedro, que también disfrutó como yo de este estupendo juego. Francisco Pérez, compañero maestro de La Guardia, que ha recopilado también los juegos tradicionales de su pueblo, escribe lo siguiente sobre las bolas (copia textual): “Uno de los juegos que a veces ponemos de moda el Fadriquito y yo es el de las bolas. A este juego se juega en verano, pero nosotros lo sacamos en cualquier tiempo. Nos echamos unas cuantas bolas en el bolsillo y, al día siguiente, todos traen los pantalones a reventar que casi se les caen del peso. Van con la pella en el culo y muchos que no tienen peto y tirantes, se los sujetan con una tomiza de esparto. Para jugar a las bolas se hacen parejas. Cada uno busca a quien cree que le puede ganar y lo reta a jugar. Entonces se apoya el talón de la bota en el barro, y se comienza a dar vueltas sobre sí mismo hasta que se hace un hoyo en el suelo. Allí se echan las dos bolas y se sortea la salida.
Uno pone la bola a una distancia cualquiera del hoyo y el otro mide una cuarta desde dicho hoyo con la mano izquierda, y después empalma con la otra cogiendo la bola entre el dedo gordo y el siguiente, lanzándola con una mezcla de giro y pellizco. La bola sale disparada y si golpea a la otra, debe darle dos golpes más para ganarla. – ¡El uno, el dos, el tres y al hoyo! Si no se acierta al hoyo, le toca al otro que puede hacer dos cosas: tirar al hoyo y anular la jugada o tirar a la bola del compañero, darle los tres golpes y llevarla al hoyo para ganarla él. Las bolas de barro valen menos que las de cristal, que se llaman cristalas. A veces si las de cristal tienen colorines, pueden valer hasta diez de barro. Hay otras que se cogen de unos árboles llamados quejigos, pero no están redondas del todo y los muchachos no las toman. El Fadriquito y yo vamos al tejar, que está debajo de la Casería del Médico, en la carretera del puente, y cogemos barro colorao. Lo amasamos, echándole agua, y después ponemos una hilera de bolas en una tabla. Las metemos luego debajo de la mesa, para que se cuezan con el calor del brasero de picón, pero muchas se rajan. Las bolas de cristal las vende el tío del quiosco a perra gorda diez. Pero nosotros las sacamos de las botellas de gaseosa Citrania que las llevan en el cuello, en una especie de bulto donde están metidas para que a la gaseosa no se le salga el gas. En mi cámara hay muchas, guardadas en cajas de madera. Las vamos sacando, escondidas en el saquito, y las rompemos dentro de la hijuela para que no se oiga y no se vean luego los cristales. Cuando mi madre las echa en falta, nos llama sinvergüenzas y granujas, pero como está el Fadriquito, no se atreve a tocarnos”. Hasta aquí la explicación del juego guardeño, que se parece totalmente al pegalajeño, con las diferencias de que aquí no se echaban suertes. El primero que decía “hoyo mío a las bolas, el primero que tenga”, era el que comenzaba el juego. Otra diferencia es que, aparte de coger la bola con el dedo gordo y el índice, también solía cogerse con el gordo y el anular, conociéndose esta modalidad como “jugar al parpo”…
En nuestro pueblo solíamos jugar también al golpe: se apoyaba la bola en la pared (en la calle o en las mismas casas que en aquel entonces estaban empedrás) y desde ella se soltaba, cayendo al suelo por su propia inercia. A continuación, tiraba el compañero desde la misma pared y desde el mismo sitio que habías tirado tú. Si la bola del compañero golpeaba en la tuya que ya estaba en el suelo, ¡una menos en tu taleguilla!… Juego tradicional de Pegalajar y La Guardia – Información y recopilación: – Francisco Pérez Fernández. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – José Liétor Morales.
EL MUERTO (JUEGO CON LAS BOLAS) Este juego es muy tradicional en mi pueblo (Pegalajar). Para jugar sólo hace falta un puñado de bolas y buena puntería. Consiste en dibujar un triángulo grande en el suelo y hacer una línea a unos tres o cuatro metros de dicho triángulo. Pueden jugar todos los niños que lo deseen, pero lo más corriente son tres. Los tres niños que juegan ponen cada uno una bola en los tres extremos o vértices del triángulo (si juegan cuatro, se pone también una bola en el centro), y tiran con otra bola a la línea desde una distancia acordada anteriormente. La bola que cae más cerca de la línea, será la primera que tire al triángulo, que es el muerto. En el caso de que alguien caiga fuera de la raya, ése será el último. Y si caen fuera más de uno, será el último el que más lejos esté de la raya. Una vez que se conoce el orden para tirar al muerto, se coloca el primero en la línea y tira. Si quiere llevarse alguna de las bolas que hay en el triángulo, debe caer como mínimo a dos cuartas del muerto. Desde allí mueve sus manos dos cuartas en dirección al muerto y tira su bola. Si tiene bastante puntería y acierta con una de las bolas y logra sacarla del triángulo con el golpe dado, será para él… Luego tira otra vez al muerto y así sucesivamente hasta que las pele todas. El dueño de la bola que vaya siendo pelada, queda eliminado. He respetado las palabras textuales de Juan Jesús, explicando el juego… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Juan Jesús Duro Fonseca. – Pedro José Quesada Gómez. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
BOLAS AL REDONDEL (JUEGO CON BOLAS) Aparte de los juegos con bolas antes mencionados, también era frecuente, tanto en nuestro pueblo como en otros pueblos de los alrededores, hacer un redondel o círculo en el suelo (de un diámetro normalmente grande) y colocar en el centro del mismo una o dos bolas por cada jugador participante. Una vez colocadas las bolas en el centro del redondel, se echaban suertes para ver qué jugador era el primero en tirar. Colocado éste lejos del redondel, a una distancia acordada con anterioridad, lanzaba una de sus bolas contra todas las que se encontraban dentro del referido círculo. El lanzamiento se producía como ha quedado explicado en los juegos anteriores: agachado, apoyaba la bola sobre el dedo índice y la impulsaba hacia adelante con la uña del dedo pulgar. Si tenía buena puntería y sacaba con dicho tiro una o más bolas del redondel, pasaban a su taleguilla y eran desde ese momento de su propiedad. Siempre que ganaba, y mientras había bolas dentro del redondel, tenía el privilegio de continuar tirando. Pero en el caso de que fallara y no consiguiera sacar ninguna bola del círculo, cedía el turno al siguiente compañero para que realizase su lanzamiento. Así continuaba el juego hasta el cansancio o hasta que alguno de los jugadores se quedaba sin bolas. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
PELOTA RUEDO (JUEGO DE NIÑOS Y NIÑAS CON LA PELOTA) Una niña (también puede ser un niño) se queda de madre, siendo ella (con una tiza en la mano), la que hace los dibujos en el suelo que ahora se indican. Suponiendo que sean 5 los jugadores, pintará: . Cinco cuadrados grandes, escribiendo en cada uno de ellos el nombre de 5 equipos de fútbol: Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza y Bilbao, por ejemplo. . Y un círculo al lado, en el centro del cual colocará un balón o pelota. Hecho lo anterior, dará a cada uno de los jugadores uno de los nombres de los equipos de fútbol nombrados. La madre se queda al lado de los cinco cuadrados, que le servirán de marcador (sin soltar la referida tiza), mientras que los 10 jugadores se acercan al círculo y, agachándose, tocan el balón con la mano. En ese momento la madre dice: – ¡Pelota ruedo, pelota ruedo! ¡Barcelona! Todos los niños salen corriendo y se alejan del círculo, a excepción del que tenga el nombre de Barcelona. Éste se meterá inmediatamente dentro del círculo y dirá: – ¡Pie quieto! Al decir “pie quieto”, todos los niños que se alejaban del círculo, se quedarán totalmente quietos sin mover los pies. Entonces, el que está en medio del círculo tirará la pelota al jugador que se encuentre más cerca de él. Si le da, la madre apuntará una falta al que ha sido tocado. En caso contrario, se la apuntará al que tiró la pelota. Las faltas las coloca la madre, haciendo una raya transversal al lado del equipo correspondiente (una X = 2 faltas).
Así se continúa, hasta que uno de los equipos tenga las faltas que hayan sido estipuladas al comienzo del juego, quedando eliminado. Naturalmente, el último equipo en salir, será el ganador. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS AJOS (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) Juego recopilado en La Guardia por Francisco Pérez. “Mi hermana y sus amigas se hinchan de jugar a la comba y al ajo. Cuando se cansan, juegan a las chinas o a la rueda de la alcachofa. A los ajos se juega con una pelota. Se pone una de espaldas y la tira para arriba diciendo: – ¡Para fulanita! Todas corren, menos la nombrada que coge la pelota y grita: – ¡Pie quieto! ¡Pie quieto! Algunas no se paran y siguen corriendo, por lo que les llaman fulleras y nadie quiere jugar con ellas. Después se dan tres pasos largos y tres cortitos, y se lanza la pelota a la más cercana. Si le da, se apunta un ajo y sigue jugando. Al de tres ajos, queda eliminada”. Juego tradicional de La Guardia – Información y recopilación: – Francisco Pérez Fernández.
QUEMAO (1ª VERSIÓN) (JUEGO DE NIÑOS Y NIÑAS CON LA PELOTA) El balón–tiro es un deporte totalmente profesionalizado, con reglamento y con reglas precisas… Quemao es un juego muy parecido al balón–tiro, que ha hecho las delicias de niños y niñas de nuestro pueblo en calles y plazas, y en el mismo patio del colegio… Reunido un numeroso grupo de niños y niñas, comienza el juego de la siguiente manera: Dos niños del grupo se colocan en los extremos y desde ellos van “quemando” con una pelota al resto de los compañeros que han quedado en el centro. Es suficiente una única pelota, ya que ésta (al ser lanzada) pasa con facilidad de un extremo a otro. “Quemar” es, ni más ni menos, que darles con la pelota, que tiran con fuerza hacia el pelotón central. Los niños del centro tienen que moverse ágilmente y muchas veces (hacia delante, hacia atrás, hacia la izquierda, hacia la derecha), de forma que no sean “quemados”, ya que al pasar la pelota de un extremo a otro, reciben pelotazos (alternativamente) desde los dos sitios. En el momento que la pelota impacta sobre uno de los niños del centro, el que la ha arrojado dice con fuerza: – ¡¡Quemao!! En ese momento el niño que ha recibido el pelotazo, tiene que irse al extremo del niño que lo ha quemado. Así continúa el juego, hasta que no queda ningún niño en el círculo central, ganando el grupo en el que haya más niños quemados. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
QUEMAO (2ª VERSIÓN) (JUEGO DE NIÑOS Y NIÑAS CON LA PELOTA) Quemao es un juego por equipos en el que hay que ser muy rápido para esquivar la pelota. Es muy entretenido y emocionante y en él pueden jugar muchos niños y niñas. Se pinta en el suelo un campo rectangular (tan grande como lo permita el lugar en donde se juega) y se divide con una raya por la mitad. Los jugadores se dividen en dos equipos (después de haber escogido los capitanes por orden a los más ágiles), y cada equipo se sitúa en una parte del campo. Cada equipo envía a uno de sus jugadores detrás del equipo contrario, trazando las correspondientes rayas divisorias entre éstos y los referidos equipos. Comienza el partido con la pelota en posesión de uno de los jugadores que hay en los extremos, el cual la lanza intentando impactar en el cuerpo de algún niño del equipo contrario. Todos los jugadores deberán permanecer dentro de los límites marcados. Si la pelota toca a un jugador y cae al suelo dentro del campo de dicho jugador, éste queda quemao. Los quemaos se colocan detrás del equipo contrario… El juego finaliza cuando son quemaos todos los miembros de un equipo. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Isabel María Quesada Gómez. – José Liétor Morales. – Mari Gómez Cobo. – Pedro José Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
TENGO UNA CESTITA LLENA DE LIMONES (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Tengo una cestita, lerén, llena de limones, lerén, naranjas mandarinas, lerén, y melocotones, lerén.
– A la chibiribirí, una, a la chibiribírí, dos, a la chibiribirí, tres, té, chocolate y café. – A la luna, la laguna, a las dos, el reloj, a las tres, el alfiler, a las cuatro, los zapatos, a las cinco, pego un brinco, a las seis, tiro otra vez, sota, caballo y rey. – “Tengo una cestita… y melocotones”: se echa la pelota contra la pared, procurando que no se escape, al ritmo de las palabras que se van diciendo. (Otras niñas botan la pelota contra el suelo y siempre que dicen “lerén”, se la pasan por debajo de la pierna). – “A la chibiribirí, una” : se lanza la pelota contra la pared. – “A la chibiribirí, dos” : se deja que bote. – “A la chibiribirí, tres” : se coge con las manos. – “Té, chocolate y café” : se bota tres veces en el suelo. – “A la una la laguna… hasta tiro otra vez”, se hacen los gestos siguientes:
. “A la una, la laguna”: se hace un círculo con las manos, simulando un gran lago, procurando que no se escape la pelota. . “A las dos, el reloj”: se toca la muñeca en el sitio donde nos colocamos el reloj. . “A las tres, el alfiler”: se hace el gesto de coser o de enhebrar una aguja. . “A las cuatro, el zapato”: se toca el tacón. . “A las cinco, pego un brinco”: se hace lo propio. . “A las seis, tiro otra vez”: tiro normal, sin hacer ningún gesto. – “Sota, caballo y rey”: se bota la pelota tres veces en el suelo. Se pierde el juego en el momento que se escape la pelota… También puede jugarse como canción de comba, dando comba al compás de la canción. Al decir “lerén”, la niña que salta se agacha, y las que dan levantan la cuerda (igual que en el “cocherito, lerén”). También se puede jugar como duble, dejando la cuerda arriba. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
UNA MAÑANITA (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Una mañanita, muy tempranito, me levanté, me lavé, me peiné, me eché polvitos, de los más coloraditos, bajé al jardín, cogí una rosa, de las más hermosas, la deshojé y me la eché al mandil. Este juego de niñas es parecido al anterior (“tengo una cestita llena de limones”), pero no tiene música. Se va lanzando la pelota contra la pared, al ritmo de las palabras que se van diciendo, haciendo los gestos que se indican y procurando que la pelota no caiga nunca al suelo. En el caso de caer la pelota al suelo, pasará a jugar la siguiente… Desde “me levanté… hasta me la eché al mandil”, se van haciendo los gestos correspondientes, con mucha velocidad para que la pelota no caiga al suelo. – “Me levanté”: se frotan los ojos con las manos. – “Me lavé”: gesto de lavarse la cara. – “Me peiné”: gesto de peinarse. – “Me eché polvitos”: acción de echarse polvos en la cara. – “De los más coloraditos”: misma acción anterior. – “Bajé al jardín”: gesto de bajar escaleras. – “Cogí una rosa”: gesto de cortar una rosa. – “De las más hermosas”: se huele la rosa.
– “La deshojé”: gesto de deshojarla. – “Me la eché al mandil”: gesto de echarla en el mandil. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
DON MELITÓN TENÍA TRES GATOS (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Don Melitón tenía tres gatos, que de comer les echaba en un plato (que los hacía bailar en un plato), y por la noche les daba jamón (turrón). ¡Que vivan los gatos de Don Melitón!
– Don Melitón tenía cuatro gatos… etc. Se va botando la pelota al ritmo de la canción. Al final de cada verso, se pasa la pelota por debajo de la pierna: en primer lugar se pasa por debajo de la pierna derecha por un lado, después se pasa por debajo de la pierna derecha por el otro lado. Luego, por debajo de la izquierda, también por ambos lados. Mientras se bote la pelota sin que se caiga al suelo, sigue jugando la misma niña. En caso contrario, seguirá jugando la que esperaba. Pueden aumentarse los gatos de Don Melitón desde tres hasta el infinito, hasta ver cuántos gatos se aguantan sin que la pelota caiga al suelo. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
P. P. A. (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – P. P. A., ¿qué me das? Por delante y por detrás. La caracolilla, saludos a Sevilla. Hombritos, coditos, caderas, rodilleras, punteras, media cruz, la cruz entera, la media vuelta y la vuelta entera. Una niña coge una pelota y la lanza contra la pared, procurando recogerla sin que se le caiga al suelo. Esta operación de lanzamiento y recogida se realiza en cada uno de los versos, pronunciando las palabras que vayan correspondiendo y haciendo los gestos que se indican a continuación: – “Por delante y por detrás”: se da una palmada por delante y otra por detrás de la espalda, con rapidez para que el balón no se caiga al suelo. – “La caracolilla”: se mueven rápidamente las manos en espiral. – “Saludos a Sevilla”: se hace un saludo militar. – “Desde hombritos hasta punteras”: se tocan con la mano cada una de las partes nombradas. – “Media cruz”: se toca con la mano derecha el hombro izquierdo. – “Cruz entera”: se toca con la mano derecha el hombro izquierdo, y con la mano izquierda el hombro derecho. – “Media vuelta”: se da media vuelta, procurando coger el balón. – “La vuelta entera”: vuelta entera sin que se caiga el balón.
En el momento en el que se caiga la pelota al suelo, pasa a jugar la compañera siguiente. Si se termina todo lo anterior y no se ha perdido, sigue la misma niña, pero con las siguientes variantes: Se vuelven a hacer los mismos gestos de antes, pero repitiendo siempre al principio “por delante y por detrás”. Ejemplo: “Por delante y por detrás, la caracolilla” (y se continúan todos los gestos hasta llegar al final). Si continúa sin perder, se comenzarán de nuevo los gestos, siendo ahora “la caracolilla” el principio de todo lo que se haga. Ejemplo: “La caracolilla, saludos a Sevilla”; “La caracolilla, hombritos”… y así sucesivamente, complicando cada vez más el juego hasta que pierda y pase a jugar otra niña. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
TENGO UN PATO DE CRISTAL (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Tengo un pato de cristal, no me lo rompa que vale un real. Le pongo el gorrito, le pongo el collar, le pongo los guantes y lo saco a pasear. Al ritmo de las palabras que se van diciendo, se lanza la pelota contra la pared, procurando que no se caiga al suelo. Lógicamente se van haciendo los gestos que se indican (ponerse el gorro, el collar y los guantes), procurando siempre amarrar la pelota con las manos. Respetando todo lo anterior, se puede hacer también el juego de las siguientes formas: . Moviendo los pies y sin moverlos. . Del lado derecho y del lado izquierdo, sin mover los pies. . A la pata coja, con la izquierda y con la derecha. . Con las dos manos. . Con la mano izquierda y con la mano derecha. . Dando palmadas. . Dando media vuelta y la vuelta entera etc… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Amalia Cordero Cordero. – Esperanza Valenzuela Generoso. – María Isabel Merino Torres.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
LOS DIEZ JUEGOS (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9,10: se lanza la pelota contra la pared al mismo tiempo que se dice cada número. Por tanto, se lanza contra la pared 10 veces, procurando que no se te caiga al suelo. – 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9: lo miso que antes, pero la pelota da un bote en el suelo después de haber dado en la pared. Se lanza, pues, 9 veces. – 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8: con las manos cruzadas totalmente, se lanza la pelota contra la pared 8 veces, empujándola cada vez con dichas manos cruzadas (con el reverso de las dos manos). – 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7: se vuelve a lanzar 7 veces contra la pared, pero ahora con los dedos de una mano. La otra mano sujeta a la mano que lanza. – 1, 2, 3, 4, 5, 6: se lanza la pelota 6 veces por debajo de la pierna. – 1, 2, 3, 4, 5: se lanza la pelota, da un bote; la niña da una vuelta de 360 grados y la coge. – 1, 2, 3, 4: con la cabeza y el cuerpo apoyados en la pared (pero no mirando a ella), se lanza la pelota contra la pared y se recoge. – 1, 2, 3: se bota 3 veces. Se bota con una mano y se coge con la otra; se vuelve a botar y se coge con la otra, y así tres veces. – 1, 2: se chuta dos veces con el pie contra la pared. – 1: se lanza la pelota contra la pared, la niña da una vuelta completa y la coge sin que dé bote. Si al llegar hasta aquí, no se ha perdido, se vuelve a empezar. En este juego nunca se puede pegar la pelota al cuerpo.
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS DEBERES DE MI GATO (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Uno, dos, tres y cuatro. Son los deberes que tiene mi gato: lavarse, peinarse y ponerse guapo. El juego es muy simple: la pelota es arrojada contra la pared al ritmo de las palabras que se van diciendo. – “Lavarse”: se hacen gestos de lavarse la cara. – “Peinarse”: se hacen gestos de peinarse el pelo. – “Ponerse guapo”: se hacen gestos de alisarse la cara con las dos manos. Es importante que la pelota no se caiga al suelo. En caso de caerse, corresponderá comenzar el juego a otra niña. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
PINO PINITO DE LA B (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Pino pinito de la B, que vive enfrentito de la B, en un carrusel de la B, que cuántas me pide usted, de la B. ¡Cinco! Una, dos, tres, cuatro y cinco.
Se va botando la pelota al ritmo de la canción. – Al final de cada verso (al decir “de la B”), se pasa la pelota por debajo de la pierna, procurando que no se caiga al suelo. En caso de caerse, comienza a jugar la siguiente compañera. – “Cinco”: se pasa la pelota cinco veces consecutivas por debajo de la pierna. Si no se ha caído la pelota al suelo después de haberla pasado cinco veces por debajo de la pierna, continúa jugando la misma niña, sabiendo que después le pedirán muchos más botes (10, 15, 20)… Siempre habrá niñas muy hábiles que jugarán ininterrumpidamente, sin dejar participar a sus compañeras. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo y Nieves Yeguas Peña.
VIVÍA EN ANDALUCÍA (JUEGO DE NIÑAS CON LA PELOTA) – Vivía en Andalucía, María, María. Por donde pasaba el tren, Maribel, Maribel. Si te pillara el diablo, Rosario, Rosario.
– Por qué te vas por la acera, Carmela, Carmela. – Porque a mí me da la gana. ¡Fea, cochina y marrana! – “Vivía en Andalucía”: se bota la pelota al ritmo de la música. – “María, María”: se pasa la pelota dos veces por debajo de la pierna derecha. Igual se hace con el resto de la canción, botando siempre la pelota al cantar el primer verso. En cambio, al cantar el segundo verso (María, Maribel, Rosario, Carmela etc.), se va pasando la pelota por debajo de la pierna derecha y de la pierna izquierda (indistintamente y cambiando continuamente de orientación). Gana la que consigue llegar hasta el final controlando en todo momento la pelota sin que se le caiga al suelo. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Antonia Torres Garrido.
LA CHATA MARIGÜELA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – La chata Marigüela, güi, güi, güi, como es tan fina, trico, trico, tri, como es tan fina, lairón, lairón, lairón, lairón, lairón, ¡lairón! (o tomates con arroz, chin, pon).
– Se pinta los colores con gasolina. Y su madre le dice: – quítate eso, que va a venir tu novio a darte un beso. – Mi novio ya ha venido, ya me lo ha dao, y me ha puesto el carrillo muy colorao. Aquí suele terminar la canción, pero algunas niñas le suelen añadir también la siguiente estrofa: – Por dónde vas a misa que no te veo. – Por un empedradito, que han hecho nuevo. La canción es cantada y jugada normalmente por niñas, pero en ocasiones, es acompañada también por niños (incluso por personas mayores cuando se gasta en la Pascua el hornazo).
Se colocan dos hileras de niños y niñas mezclados, una en frente de otra (a una distancia de dos o tres metros). Por medio de las hileras y haciendo palmas al ritmo de la canción, se pasearán dos niñas o un niño y una niña en sentido contrario. Tanto los niños que hay en las dos hileras, como los niños que van por el centro dan palmas al ritmo de la canción. Al llegar a “güi, güi, güi”, “trico, trico, tri” y “lairón”, las niñas que van por el centro se paran y hacen movimientos de caderas al son de la música. Este movimiento de caderas tan femenino, hace que muchos niños no quieran participar, dejando casi siempre solas a las niñas (o quedándose los niños en las hileras dando palmas y acompañando, pero no queriendo salir ellos al centro). De este juego dice Francisco Pérez lo siguiente: “Cuando mi hermana y sus amigas se cansan de la comba, juegan a otro juego que se llama “La chata Meringüela”: se ponen en dos filas y sale una chiquilla de un extremo con las manos en las ancas, moviendo mucho las caderas. Llega así hasta el otro extremo y se para en frente de otra, sin dejar de bailar. La otra la imita y se cogen por la cintura, marchando la última a ocupar el puesto de la primera mientras la otra ocupa el suyo. Se repite la canción yendo a sacar a otra: – La chata Meringüela, güi, güi, güi, como es tan fina, trico, trico, tri, como es tan fina, lairó, lairó, lairó, lairó, lairó. – Se pinta los colores con gasolina. Y su madre le dice: – quítate eso, que va a venir tu novio a darte un beso.
Aquí termina la canción, pero yo le he añadido un final, y se lo canto a las amigas de mi hermana que, aunque va en contra de las mujeres, lo añaden con mucho gusto, porque piensan en algunas adelantadas que se pintan tanto que parecen muñecas de porcelana: – La Chata le contesta, güi, güi, güi, no me lo quito, trico, trico, tri, no me lo quito, lairó, lairó, lairó, lairó, lairó. – Y su madre le dice, güi, güi, güi: – so tía marrana, trico, trico, tri, so tía marrana, lairó, lairó, lairó, lairó, lairó”. Juego tradicional de Pegalajar, La Cerradura y La Guardia – Informantes: – Francisco Pérez Fernández. – Isabel María Quesada Gómez. – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Francisco Pérez Fernández. – Joaquín Quesada Guzmán.
AL JARDÍN DE LA ALEGRÍA (CANCIÓN DE DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Al jardín de la alegría quiere mi mamá que vaya, a ver si me sale un novio de los más guapos de España. – Vamos los dos, los dos, los dos, vamos los dos en compañía, vamos los dos, los dos, los dos, al jardín de la alegría.
Éste es uno de los juegos de niñas en el que les gusta participar a los niños, por aquello de “vamos los dos, los dos, los dos” y el agarrón de manos consiguiente… Se hacen dos hileras separadas unos metros y una niña en medio. Todas las demás hacen palmas al ritmo de la canción. – “Vamos los dos, los dos, los dos”: la niña coge de la mano a un niño (también puede coger a otra niña), paseándose juntos (con la referida mano cogida) por medio de las dos hileras, hasta el final de la canción. Terminada ésta, queda en el centro el niño sacado, repitiéndose el proceso anterior, con la diferencia de que ahora será él el que tendrá que sacar a una niña. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Información y recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – Mari Gómez Cobo. – Isabel María Quesada Gómez.
EN LA CALLE DE LA BOMBA REDONDA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – En la calle de la bomba redonda hay una zapatería, donde van las chicas guapas a tomarse la medida. ¡Medida! Se levantan las falditas, se le ven las pantorrillas. El maestro es un diablo y hasta cae de la silla. ¡Morcilla!
– En la calle de la bomba redonda hay una pastelería, donde van las chicas guapas a tomarse la bebida. ¡Bebida! Se levantan las falditas, se le ven las pantorrillas, y los chicos de vergüenza se cayeron de la silla. ¡Morcilla! Se colocan dos hileras de niñas, una en frente de otra (a una distancia de dos o tres metros). Por medio de las hileras, haciendo palmas al ritmo de la canción, se pasea una niña. Las niñas de las hileras también hacen palmas, como en otros muchos juegos parecido a éste. Al decir “se levantan las falditas”, se alzan un poco la ropa dejando al descubierto la pantorrilla. Al final de la canción, al pronunciar la palabra “morcilla”, la niña que se paseaba en medio de las hileras da un culetazo a otra niña, que será la elegida para salir al medio y repetir de nuevo la canción. Así, hasta el cansancio o el cambio a otro juego. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
AL PASAR POR EL CUARTEL (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Al pasar por el cuartel, se me cayó un botón y vino el coronel a darme un bofetón. – ¡Qué bofetón me dio el cacho de animal, que estuve siete días sin poderme menear! – Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete. – Las niñas bonitas no van al cuartel, porque los soldados les pisan el pie. – Soldado valiente, no me pise usted, que soy pequeñita y me puedo caer. – Si eres pequeñita y te puedes caer, cómprate un vestido color de café. – Cortito por delante, cortito por detrás, date media vuelta y adiós, mi capitán.
Como en otros juegos parecidos a éste, se colocan dos hileras de niñas una en frente de otra. Por medio de las hileras se paseará otra, haciendo palmas al ritmo de la canción (también hacen palmas el resto de sus compañeras). La niña que va en medio hace los siguientes gestos: – “A pegarme un bofetón”: se pone la mano en el carrillo, simulando un fuerte dolor o haber recibido un golpe. – “Le pisan el pie”: la niña que va en medio pisa con fuerza el pie de una compañera cualquiera de las hileras. – “Cortito por delante”: la niña que va en medio se alza el vestido por delante. – “Cortito por detrás”: se alza el vestido por detrás.
– “Adiós mi capitán”: la niña que va en medio se cuadra y hace el saludo, marcialmente, delante de una niña de las hileras, que será la que saldrá ahora en medio para continuar el juego. Es imprescindible para este juego llevar falda, para alzársela un poco cuando corresponda… Los niños curiosos que ven el juego, seguro que lo agradecerán. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
HAN PUESTO UNA LIBRERÍA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Han puesto una librería con los libros muy baratos, con los libros muy baratos, con un letrero que dice: ¡aquí se vende barato, aquí se vende barato!
– Chiquilla dame la capa, que me voy a torear, que me voy a torear. – A ti no te doy la capa, que el toro te va a matar, que el toro te va a matar. – A mí no me mata el toro, ni tampoco los toreros, ni tampoco los toreros; que a mí me mata una niña, que tenga los ojos negros, que tenga los ojos negros. – Al subir por la escalera, ¡¡aaay!!, un bichito me picó, un bichito me picó. Lo cogí de las orejas, y lo eché por el balcón y lo eché por el balcón. Se forman dos hileras y una niña en medio. Todas hacen palmas al compás de la música, incluida la que se pasea por medio.
– El “aaay” es gritado por todas con voz muy fuerte y dando un gran salto (salto que llame la atención). – “Lo cogí de las orejas”: la niña que va por el medio, coge la oreja a una cualquiera de las hileras y la saca de allí, colocándola en el centro. La niña cogida de la oreja es la que continuará el juego… Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
ESTANDO LA PÁJARA PINTA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Estando la pájara pinta sentadita en su verde limón, con el pico picaba la hoja, (recoge la hoja) con el pico picaba la flor. ¡Ay de mi amor! Me arrodillo a los pies de mi amante, fiel y constante, dame una mano, dame la otra, toma un besito para tu boca. (dame una vuelta en carrera loca). Daremos la media vuelta, daremos la vuelta entera, daremos un paso atrás, haremos la reverencia, porque sí, porque no, casaditos seremos los dos (bis 2 últimos versos).
Se colocan dos hileras de niñas (o niñas y niños). Dos de ellas salen al medio y se cruzan (con las manos en jarras) al ritmo de la canción. Todas las demás hacen palmas a ese mismo ritmo.
– “Arrodíllate, dame la mano, dame la otra, toma un besito para tu boca”: las dos niñas del medio están de rodillas durante toda la estrofa, haciendo los gestos que se indican. – “Daremos la media vuelta, daremos la vuelta entera, daremos un paso atrás, haremos la reverencia”: las dos niñas del medio están ahora de pie, haciendo todos los gestos que se están cantando. – “Porque sí, porque no, casaditos”…: las dos niñas del medio se colocan delante de otras dos niñas a las que quieren escoger para salir, balanceando los pies hacia delante y hacia atrás, al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes:
– Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
HAN PUESTO TABLAS (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Han puesto tablas, tableros y tablas, para que pase…, tropiece y caiga.
– Pasó su novio, la vio llorando: ¿qué pasa, vida mía, que lloras tanto? – Me he roto un brazo, siete costillas, mañana nos veremos las pantorrillas. Se forman dos hileras de niñas y niños. Por el centro van dos niñas (o un niño y una niña) que se cruzan al ritmo de la canción. – “Tropiece y caiga”: la niña hace como que tropieza y se cae al suelo. – El niño queda de pie y le pregunta: “¿qué pasa, vida mía, que lloras tanto?”. – Contesta la novia: “me he roto un brazo, siete costillas, mañana nos veremos las pantorrillas”. La novia va haciendo los gestos de lo que se ha roto y al final, le enseña al novio las pantorrillas. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
ESTANDO EL SEÑOR DON GATO (1ª VERSIÓN) (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Estando el señor Don Gato, sentadito en su tejado, maramamiau, miau, miau, sentadito en su tejado.
– Ha recibido una carta, que si quiere ser casado, maramamiau, miau, miau, que si quiere ser casado. Con una gatita blanca, sobrina de un gato pardo. El gato, con la alegría, se ha caído del tejado. Se ha roto siete costillas, el rabo y el espinazo. Ya lo llevan a enterrar por la calle del pescado. Al olor de las sardinas, el gato ha resucitado. ¡Con razón dice la gente: – siete vidas tiene un gato! Las niñas de las hileras y las del medio hacen palmas al compás de la música. Las del centro se pasean a ese mismo compás. Siempre que llegan a “maramamiau”.., las niñas que van en medio se ponen en jarras (manos en las caderas), y menean el tronco de izquierda a derecha y de derecha a izquierda al ritmo de la canción. Los mismos gestos son hechos en cada una de las estrofas. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
ESTANDO EL SEÑOR DON GATO (2ª VERSIÓN) (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) La versión tradicional cantada en Pegalajar (conocida por todo el pueblo) es la anterior, finalizando en la frase “con razón dice la gente: siete vidas tiene un gato”. Se transcribe a continuación una versión más completa (para que pueda ser memorizada en la escuela), que no pertenece a nuestra tradición oral… – “Estando el señor Don Gato, sentadito en su tejado, ha recibido una carta, que si quiere ser casado, con una gatita blanca, sobrina de un gato pardo. – El gato, por ver la novia, se ha caído del tejado. Se ha roto siete costillas y la puntita del rabo. Ya vienen a visitarlo médicos y cirujanos. – Unos dicen: – vaya, vaya. Otros dicen: – malo, malo. Los médicos le recetan una tacita de caldo. Si no la quiere beber, denle 400 palos. – A las doce de la noche, ya se ha muerto el pobre gato. Ya lo llevan a enterrar por la calle del pescado. Los gatitos van de luto, y los ratones cantando. – Al olor de las sardinas, el gato ha resucitado. Con razón dice la gente: – siete vidas tiene un gato.
– Dando un salto de la caja, se ha metido en el mercado, robando una pescadilla, porque estaba desmayado. Entonces salió corriendo de un modo desesperado. – Por tirar la calle arriba, tiró por la calle abajo, tropezando con un perro, que le arrancó medio rabo. Le echó las tripas al aire, después de haberle besado. – Y entonces quedó bien muerto, como en la guerra el soldado”.
AL PASAR LA MEDIA LUNA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Al pasar la media luna con su carita de nieve, pobrecilla de … (se dice el nombre de la niña que va en medio), que su novio no la quiere. – Si mi novio no me quiere, yo tampoco quiero a él, que se vaya con… (nombre de una niña de las hileras), que no la quiero ni ver. Al comenzar la canción, todas las niñas cantan y hacen palmas al compás de la música (incluida la niña del medio). – “Si mi novio no me quiere”…: canta solamente la niña que va en medio. – “Que se vaya con”…: la niña nombrada es la que se queda ahora en medio, continuando el juego. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS TOREROS DE MARUÑA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Los toreros de Maruña han descubierto una mina, para torear los toros con mantones de manila. – Ven acá, Lolita, ven acá, salá, que yo soy el toro que te va a matar.
– El toro le prometió (la convenció) que se hincara de rodillas. No me mates, no me mates, ni me hinques banderillas. Ven acá, Lolita… – A mí no me mata el toro, ni tampoco los toreros, que a mí me mata una niña que tenga los ojos negros. Ven acá, Lolita… Se hacen dos hileras de niñas una en frente de otra. Una niña va por medio. Todas hacen palmas al ritmo de la canción. – “Ven acá, Lolita”: la niña del medio saca a otra niña. Las dos se pasean juntas hasta “yo soy el toro que te va a matar”. En ese momento se mete en la fila la niña que salió primero. – “Que se hincara de rodillas”: la niña que va ahora por el medio se hinca de rodillas delante de otra compañera de las hileras, y le canta “no me mates, no me mates, ni me hinques banderillas”.
– “Ven acá, Lolita”: vuelve a sacar a la niña delante de la cual estaba de rodillas. Así continúa hasta el final, haciéndose los gestos que indica la canción. Juego tradicional de Pegalajar y Campillo de Arenas – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán. – Juan Quesada Guzmán. – María Antonia Quesada Guzmán.
SOY CAPITÁN DE UN BARCO INGLÉS (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Soy capitán (bis), de un barco inglés (bis), y en cada puerto tengo una mujer (bis dos últimos versos). La rubia es (bis), fenomenal (bis), y la morena tampoco está mal (bis dos últimos versos). Si alguna vez (bis), me he da casar (bis), con la española una y nada más (bis dos últimos versos). Adiós, adiós, mi lindo marinero, adiós, adiós (bis), si sabes que te quiero, aunque tu barco naufrague en alta mar.
Las niñas de las dos hileras hacen palmas al ritmo de la canción. La que va en medio recorre la calle al mismo ritmo, con las siguientes variantes:
– “La rubia es”: saca a una niña, recorriendo las dos juntas la calle. – “Y la morena tampoco está mal”: saca a otra niña, siendo ya tres las que recorren la calle (de la mano y al ritmo de la música). – “Con la española, una y nada más”: esta frase suele ser cambiada por “me casaré con una de las dos. Plon, con la mejor”: elige a una de las dos, por este sistema de sorteo, retirándose la otra. – “Adiós, adiós y versos siguientes”: continúan las dos niñas en el medio hasta el final de la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán. – Isabel María Quesada Gómez.
UN PERRO BLANCO Y NEGRO (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Un perro blanco y negro que al árbol subió (que a la mar subió), cogiéndose del tronco ¡Ay, qué mareo le dio! (y un beso que robó) (bis), caído de dolor, diciendo qué jarabe, sería el rondador. Al son del tralara, (bis) al son del tra, choca la ma. (bis)
Una niña avanza entre dos hileras. Todas hacen palmas al ritmo de la canción. – “Al son del tralara”: la niña del medio hace movimientos pronunciados de cintura delante de una compañera de cualquiera de las hileras. Ésta le corresponde con los mismos movimientos. – “Choca la ma”: le choca la mano a dicha niña y la saca, continuando como se empezó”. La letra de la canción parece no tener sentido, pero en Pegalajar siempre se ha cantado así, principalmente en los días de la merendilla, gastando el hornazo. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Información y recopilación: – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
ESTOY METIDITA EN AGUAS (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Estoy metidita en aguas hasta la misma cintura, mi novio con otra novia y yo con esta frescura. Que vengo de la churripampa, churripampa, churripé, que vengo de la samacuca, samacuca, samacuqué, je, je.
Esta canción se canta inmediatamente después de “un perro blanco y negro”, como continuación de la misma. Siguen las dos hileras y la niña del medio, haciendo palmas al ritmo de la canción. – “Je, je”: la niña del medio se coloca delante de una compañera cualquiera de las hileras y le hace los movimientos de cintura referidos en la canción anterior, los cuales son correspondidos. Inmediatamente después la saca, continuando el juego. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Información y recopilación: – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
SI MI PEPE FUERA PEPE (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Si mi Pepe fuera Pepe y me quisiera llevar, tengo yo para mi Pepe un corazón ideal. Pepe del alma, vámonos, a la ribera donde nos, y si nos pilla la camioneta, dame la mano y vámonos, condiós.
– Qué es aquello que reluce en lo alto de aquel cerro. Son los huesos de mi novio, que los está royendo un perro. Pepe del alma, vámonos, a la ribera donde nos, y si nos pilla la camioneta, dame la mano y vámonos, condiós. Esta canción es continuación de las dos anteriores (“un perro blanco y negro” y “estoy metidita en aguas”). Siguen, por tanto, las dos hileras y una niña en medio, haciendo todas palmas al ritmo de la música. – “Pepe del alma, vámonos”: la niña del medio coge a una compañera de las hileras y la saca al medio con ella. – “Condiós”: la primera niña se mete en una hilera. La que ha salido en segundo lugar, sigue por el medio. – “Pepe del alma”: se saca de nuevo a otra niña…
Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes:
– Isabel María Quesada Gómez. – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN MI HUERTO HAY UN PERAL (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – En mi huerto hay un peral (en mi casa, en mi puerta hay…) (Mi abuelo tenía un peral) que echa las peras muy finas, que echa las peras muy finas.
– Y en lo alto del peral se paran las golondrinas, se paran las golondrinas. – Por el pico echaban sangre (echan la sangre) y con las alas decían, y con las alas decían: – Malditas sean las mujeres, que de los hombres se fían, que de los hombres se fían. – Al subir por la escalera, ¡ay!, un bichito me picó, un bichito me picó. – Lo cogí de las orejas, y lo eché por el balcón, y lo eché por el balcón. – A los hombres, garrotazos, y a las mujeres pesetas, y a las mujeres pesetas. – Y a los niños chiquitillos, una poquita de teta. una poquita de teta.
– Al subir por la escalera, ¡ay!, un bichito me picó, un bichito me picó. – Lo cogí de las orejas, y lo eché por el balcón, y lo eché por el balcón. Canción con dos hileras y una niña en medio, que avanza al ritmo de la música… – “Que echa las peras muy finas, que echa las peras muy finas”: la niña del medio se para delante de una compañera cualquiera de las hileras y salta delante de ella, cruzando los brazos hacia izquierda y derecha al compás de la canción. Ésta le responde haciendo los mismos movimientos. Siempre que se repite un verso, se realizan los mismos gestos descritos. Juego tradicional de Pegalajar, La Cerradura y Campillo de Arenas – Informantes:
– Isabel María Quesada Gómez. – Juan Quesada Guzmán. – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
QUE SALGA LA DAMA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO) – Salga el sol por una esquina, lechuguita de mi amor, para ir a la verbena juntitos los dos. – Que salga la dama, la dama, vestida de marinero, que salga la dama, la dama, que es lo que más quiero, que es lo que más quiero. – Regalo del alma mía, regalo de mi querer, los pollos de la casera, que no saben lo que hacer, que no saben lo que hacer. (que son sopitas de miel). – Se les echa un poco de ajo y una hoja de laurel, y se sirven a la mesa, para poderlos comer, para poderlos comer. – Ni son para ti, mi vida, ni son para ti, mi bien, que son para… (se dice el nombre de una niña), que los sabe componer, que los sabe componer. – Este cuerpo, este talle y este bonito meneo, y este cuerpo saleroso, que tiene tanto salero. Sal, sal, carita de cielo. Sal, sal, carita de cielo.
Esta canción se canta inmediatamente después de “en mi huerto hay un peral”. Continúan, por tanto, las dos hileras y la niña en medio, cantando y avanzando al ritmo de la canción. – “Que salga la dama, la dama”: la del medio saca a una niña y avanza junto a ella. – “Que es lo que más quiero”: se mete en la hilera la primera niña. La segunda continúa avanzando. – “Este cuerpo… hasta salero”: la niña que va ahora por medio se coloca delante de otra y hace graciosos movimientos de cintura al ritmo de la canción, siendo contestada de igual manera. – “Sal, sal”: le hace movimientos con la mano para que salga, y la saca. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes: – Manolita Martínez Garrido. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
¿DÓNDE ESTÁN LAS LLAVES? (CANCIÓN CON DOS HILERAS) – Yo tenía un castillo, materinlerinlerero, yo tenía un castillo, materinlerinlerón, chin, pon. – ¿Dónde están las llaves?, materinlerinlerero, ¿dónde están las llaves?, materinlerinlerón, chin, pon.
– En el fondo del mar… – ¿Quién las irá a buscar? (o ¿quién irá por ellas?)… – … ha de ser… (se nombra a una niña de la hilera). – ¿Con quién la va usted a casar?... – Con … ha de ser (se nombra a un niño de la hilera). – ¿Qué le va usted a regalar?... – Se inventa un regalo… – ¿Dónde la va usted a acostar?... – Se inventa un sitio para acostarla…
– ¿Cuántos hijos va a tener?... – Se dice el número de hijos que va a tener… – ¿Qué dinero le va a dar?... – Se inventa una cantidad determinada de dinero… – ¿Qué oficio le va usted a dar?... – Se inventa un oficio… Y así sucesivamente, se van inventando preguntas y respuestas, terminando así: – Tome usted esta niña, materinlerinlerero, tome usted esta niña, materinlerinlerón, chin, pon. Comienza el juego colocándose una hilera grande de niñas y niños (también personas adultas cuando se gasta el hornazo), y en frente una niña sola, comenzando ella la primera estrofa de “yo tenía un castillo”. Los niños y niñas de la hilera (también hombres y mujeres) cantan sucesivamente todas las preguntas siguientes, avanzando hacia la niña que está sola y retrocediendo al lugar de origen (al ritmo de la canción). En los dos primeros versos se avanza, y en los dos últimos se retrocede… La niña que está sola contesta a las preguntas, avanzando y retrocediendo como sus compañeros. Así ocurre con todas las preguntas y respuestas anteriores (siempre es el grupo grande el que pregunta y la niña sola la que responde)…. La última estrofa (“tome usted esta niña”…), es cantada por los niños y niñas de la hilera. Una vez terminada, la niña que había sido nombrada para buscar las llaves, se viene con la que estaba sola. Así continúa el juego hasta que se van viniendo, con la niña que comenzó sola, todos los niños y niñas que había en la hilera. Cuando ya sólo queda una niña o niño por pasarse, comienza de nuevo el juego, pero al revés…
Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Información y recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
CANTINERITA (CANCIÓN CON DOS HILERAS Y UNA MOZA EN MEDIO) – Cantinerita, niña bonita, si tú supieras lo que es mi amor, una semana de buena gana, sin comer rancho estaría yo. – Soy la cantinerita, pon, pon. Soy la niña bonita, pon, pon. ¡Escuadra, saludo y salga usted a bailar! Cantinerita… etc.
Canción típica de dos hileras y una moza en medio, haciendo palmas al ritmo de la música. Las palmas (tanto de la que va en medio como las de los que la acompañan en las hileras) se prolongan hasta llegar a los tres versos finales. Se realizan entonces los gestos siguientes: – “Escuadra”: posición de firme (como si se estuviera en la mili) de la moza que va en medio, delante del mozo que quiera sacar. Éste le corresponde. – “Saludo”: saludo militar de ambos.
– “Y salga usted a bailar”: le invita a salir al medio. Esta canción de “La Cantinerita” se realizaba en La Cerradura, con numerosa participación de mozos y mozas, produciéndose de esta manera tan particular un cortejo amoroso entre los que mutuamente se gustaban o se querían… Juego tradicional de La Cerradura – Información y recopilación :
– Manolita Martínez Garrido.
YO TENDÍ MI CHAQUETILLA (CANCIÓN DE DOS HILERAS Y UNA MOZA O MOZO EN MEDIO) – Yo tendí mi chaquetilla donde la volara el aire, los paseos que yo daba, chiquilla mía, no eran en balde. – Chiquilla, no eran en balde, chiquilla, en balde no eran, yo tendí mi chaquetilla donde mi novia la viera. – Sábanas, sábanas, sábanas son, sábanas, niña, y almohadón.
– Las sábanas de mi cama todos los días las lavo, con lágrimas y suspiros, chiquilla mía, era un milagro.
– Chiquilla, era un milagro, chiquilla, un milagro era, yo tendí mi chaquetilla donde mi novia la viera. – Sábanas, sábanas, sábanas son, sábanas, niña, y almohadón. Canción con dos hileras y un mozo o moza en medio, haciendo palmas al ritmo de la música. Al pronunciar la palabra “chaquetón”, se sacaba de una de las hileras a la pareja del sexo contrario que más te gustara… Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
CHUNGALARANLANLERO (CANCIÓN DE CORRO) Un grupo numeroso de niños y niñas se cogen de la mano y forman un corro, avanzando a derecha y a izquierda (alternativamente en cada estrofa) al ritmo de la canción. Al llegar a “haciendo de este modo”, se sueltan las manos y hacen los gestos que se indican, volviendo después a juntarlas de nuevo en la estrofa siguiente. – Ya vienen las niñas, chungalaranlanlero, ya vienen las niñas, chungalaranlanlán.
– Haciendo de este modo, chungalaranlanlero, haciendo de este modo, chungalaranlanlán. (Se hacen gestos de saltar a la comba) – Ya vienen los niños (gestos de pegar patadas al balón). – Ya vienen las mozas (gestos de pintarse los labios). – Ya vienen los mozos (gestos de fumar). – Ya vienen las madres (gestos de lavar la ropa). – Ya vienen los padres (gestos de quitarse el cinto). – Ya vienen los curas (gestos de santiguarse).
– Ya vienen las monjas (gestos de leer un libro devotamente). – Ya vienen los maestros (gestos de escribir en la pizarra). – Ya vienen los guardias (gestos de pegar con la porra). – Ya vienen los novios (gestos de besarse en los labios). – Ya vienen las criadas (gestos de barrer). – Ya vienen los músicos (gestos de tocar la trompeta). – Ya vienen los cojos (gestos de cojear visiblemente). Así puede continuar el juego de manera indefinida, con nuevos inventos de quién viene y qué gesto hace… Es un juego muy divertido que gusta mucho a los niños (principalmente a los más pequeños). Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín, Juan y María Antonia Quesada Guzmán. – Pedro José e Isabel María Quesada Gómez.
UNA PULGA Y UN RATÓN (CANCIÓN DE CORRO) – Una pulga y un ratón y un escarabajo blanco, chin, tarata, chin (bis), se pusieron a jugar en la puerta de un estanco, chin, tarata, chin (bis).
– Ha salío el estanquero y les ha pegao un escobazo, chin, tarata, chin (bis). También salió la estanquera con otra escoba en la mano… Que te cojo, que te pillo, que te pillo, que te agarro… El ratón, como es tan tuno, se ha salío del estanco… Se ha sacao dos cuarterones y dos libras de tabaco… Corro muy veloz al ritmo de la canción. Siempre que se diga “chin”, todos los niños y niñas del corro se agacharán. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz López. – Clemen Cruz Cobo. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
VIVA LA MEDIA NARANJA (CANCIÓN DE CORRO) – Viva la media naranja, viva la naranja entera, vivan los guardias civiles que van por la carretera. – Ferrocarril, camino llano, en el vapor se va mi hermano, se va mi hermano, se va mi amor, se va la prenda que adoro yo, que adoro yo.
– Del hueso de la aceituna tengo que hacer un tintero, y del tintero, una pluma, de la pluma, un palillero. – Ferrocarril, camino llano, por el vapor se va mi hermano, se va mi hermano, se va mi amor, se va la prenda que adoro yo, que adoro yo.
– Me he comprado un pajarito que canta lindas canciones, me despierta con sus trinos y me duerme con sus sones. – Ferrocarril, camino llano, por el vapor se va mi hermano, se va mi hermano, se va mi amor, se va la prenda que adoro yo, que adoro yo. – “Viva la media naranja”: corro al ritmo de la canción. – “Ferrocarril”: se para el corro y, por parejas, mueven alternativamente la pierna izquierda y la derecha hacia arriba y hacia abajo, al ritmo rápido de la canción. – “Del hueso de la aceituna”: corro de nuevo al ritmo de la música. – “Ferrocarril”: se para de nuevo el corro y, por parejas, una niña entrecruza su brazo derecho con el brazo izquierdo de su compañera, y después el brazo izquierdo con el derecho. Estos movimientos se hacen rápidos, al ritmo de la música. – “Me he comprado un pajarito”: corro de nuevo. – “Ferrocarril”: se pueden mover las piernas hacia arriba o hacia abajo (siempre por parejas) o entrecruzar los brazos como ha quedado indicado más arriba. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS DIEZ PERRITOS (CANCIÓN DE CORRO) – Yo tenía diez perritos, uno no come ni bebe. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que nueve.
– De los nueve que me quedan, uno se comió un bizcocho. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que ocho. – De los ocho que me quedan, vendí uno por un billete. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que siete, – De los siete que me quedan, uno se lo llevó el rey. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que seis. – De los seis que me quedaban, uno se mató de un brinco. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que cinco. – De los cinco que me quedan, uno se mató de un salto. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que cuatro.
– De los cuatro que me quedan, uno se lo di al tío Andrés. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que tres. – De los tres que me quedaban, uno se murió del sol. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que dos. – De los dos que me quedaban, uno se murió el muy tuno. No me quedan, no me quedan, no me quedan más que uno. – El perro que me quedaba me lo ha pillado un becerro. No me queda, no me queda, no me queda ningún perro. Canción de corro al ritmo de la canción… Un grupo numeroso de niños y niñas se cogen de la mano y forman un corro, avanzando a derecha y a izquierda (alternativamente en cada estrofa) al ritmo que va marcando la música. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
EL JUEGO CHIRIMBOLO (CANCIÓN DE CORRO) – El juego chirimbolo qué bonito es. Un pie, otro pie. ¡El pie!
– El juego chirimbolo, qué bonito es. Un pie, otro pie, una mano, otra mano. ¡La mano! – El juego chirimbolo, qué bonito es. Un pie, otro pie, una mano, otra mano, un codo, otro codo. ¡El codo! – El juego chirimbolo… – “El juego chirimbolo, qué bonito es”: se van añadiendo otras partes del cuerpo que sean pares, como el hombro, el ojo, la oreja etc., con lo que el encadenado es cada vez más largo. Canción de corro al ritmo de la canción. Cada miembro del cuerpo que se nombre va acompañado con el gesto de señalar o mostrar dicho miembro. Después de nombrar todas las partes del cuerpo que sean pares, suele finalizar así: “El culo, otro culo. ¡Se acaba el juego chulo!”...
Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
A ATOCHA VA UNA NIÑA (CANCIÓN DE CORRO). – A Atocha va una niña, carabí, a Atocha va una niña, carabí, hija de un capitán, carabí hurí, carabí hurá, hija de un capitán, carabí hurí, carabí hurá.
– ¡Qué hermoso pelo lleva!, carabí, ¡qué hermoso pelo lleva!, carabí, ¿quién se lo peinará?, carabí hurí, carabí hurá, ¿quién se lo peinará?, carabí hurí, carabí hurá. – Se lo peina su madre, con peine de cristal… (con mucha suavidad). – Con peinecito de oro y horquillas de cristal. – La niña está enfermita, quizá se curará…
– La niña ya está buena, con ganas de jugar... Otra versión que no se juega en Pegalajar: – Las primeras estrofas igual. – Elisa ya se ha muerto, la llevan a enterrar. – La caja es de oro fino, la tapa de cristal. – Y encima de la tapa, dos pajaritos van. – Cantando el pío, pío, cantando el pío, pa. Canción de corro al ritmo de la canción. Puede cambiarse de dirección después de cada verso o de cada dos versos. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Isabel María Quesada Gómez. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
¡AY, MARUSIÑA! (CANCIÓN DE CORRO) – ¡Ay, Marusiña, miña, miña, miña, miña, te quiero mucho, mucho, mucho de verdad! – Pa demostrarte la verdad de mi cariño, dame un besiño, chiquitiño de verdad. –Todas las tardes cuando salgo de paseo, voy tan gustosa que no lo puedo negar, pues tos los chicos al mirarme van y dicen: la más bonita que ha nacido en Portugal. (que ha nacío en Pegalajar). – ¡Ay, Marusiña, miña, miña, miña, miña, te quiero mucho, mucho, mucho de verdad! etc…
Se hacen dos corros concéntricos con niñas cogidas de la mano, que avanzan al ritmo de la canción. El corro de fuera echa sus brazos por encima de las cabezas del corro de dentro, cambiándose después y echando las de dentro sus brazos por encima de las cabezas de las de fuera. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ÉSTA ES LA RUEDA DEL MUNDO (1ª VERSIÓN) (CANCIÓN DE CORRO) – Ésta es la rueda del mundo, ésta es la rueda del mundo, la rueda del mundo es, la rueda del mundo es.
– ¿Ha visto usted a mi marido, ha visto usted a mi marido, en la puerta del cuartel, en la puerta del cuartel? (en la guerra alguna vez) – No, señora, no lo he visto, ni tampoco sé quién es… – Mi marido es alto y rubio, alto, rubio y coronel… – Y en la punta de la espada lleva un pañuelo bordel… – Y otro que le estoy bordando, y otro que le bordaré… – La princesita lloraba, la princesita lloraba, y el principito también, y el principito también. Pero lo que más lloraba, pero la que más lloraba era la reina Isabel, era la reina Isabel.
Se hace un corro grande de niñas, mientras una de ellas permanece de pie en medio del mismo. El corro comienza a dar vueltas al compás de la música hasta que da comienzo el diálogo. – Al decir “ha visto usted a mi marido”, la que estaba en medio del corro, se arrodilla delante de la compañera que ella elija y le canta los cuatro primeros versos del diálogo. – Al terminar la pregunta se pone de pie, siendo la otra la que se arrodilla para contestarle con los cuatro versos siguientes: “no, señora, no lo he visto”… El resto de las niñas sigue en pie y en corro, escuchando en silencio el diálogo. – “Mi marido es alto y rubio”… hasta “otro que le bordaré”: la niña que había comenzado el diálogo se ha vuelto a poner de rodillas y a cantar en esa posición. – Al cantar “la princesita lloraba”, todas se acercan y le acarician el pelo a la que comenzó el diálogo. – Al cantar “y al principito también” acarician el pelo a la otra niña que había dialogado con ella. – Al decir “era la reina Isabel”, vuelven las caricias a la primera, finalizando así la canción y el juego. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – María Antonia Quesada Guzmán. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
ÉSTA ES LA RUEDA DEL MUNDO (2ª VERSIÓN) (CANCIÓN DE CORRO) La versión tradicional cantada en Pegalajar (conocida por las niñas del colegio) es la anterior, finalizando en la frase “era la reina Isabel”. Se transcribe a continuación una versión más completa (para que pueda ser memorizada en la escuela), que no pertenece a nuestra tradición oral… – Ésta es la rueda del mundo, la rueda del mundo es. – ¿Ha visto usted a mi marido en la puerta del cuartel? (en la guerra alguna vez) – No, señora, no lo he visto, ni tampoco sé quién es. Si lo he visto no me acuerdo, déme usted las señas de él. – Mi marido es alto y rubio, alto, rubio y coronel. Y en la punta de la espada lleva un pañuelo bordel. Que lo bordé siendo niña, siendo niña lo bordé. Y otro que le estoy bordando, y otro que le bordaré. – Por las señas que me ha dado, su marido muerto es. – Siete años lo he esperado, siete más lo esperaré. Si a los catorce no viene (no vuelve), monjita me meteré. Y un hijito que de él tengo, frailecico yo le haré. Y si no quiere ser fraile, entrará a servir al rey. Que donde ha muerto su padre, también podrá morir él. – La princesita lloraba y el principito también. Pero la que más lloraba era la reina Isabel.
ISABELITA ME LLAMO YO (CANCIÓN DE CORRO) – Isabelita me llamo yo y soy la hija de un labrador. Cuando era chica, así de chica. Cuando era grande, así de grande. – ¿Cómo está usted? – ¡Yo estoy muy bien! – ¿Y su papá? – ¡También lo está!
– Ni sabe coser, ni sabe barrer, ni sabe dar la vuelta como yo la sé. – Una, dos y tres, quien se ría va al cuartel. Una agüela se rió y al cuartel se la llevó. ¡Anticipo! Se forma un corro grande y las niñas comienzan a dar vueltas al compás de la música.
– “Cuando era chica, así de chica”: todas las niñas se agachan hasta tocar el suelo con la mano. – “Cuando era grande, así de grande”: levantan las manos hasta donde alcancen. – “¿Cómo está usted?”: cada niña choca la mano de la compañera que tiene a su derecha. – “Yo estoy muy bien”: se da la vuelta y choca la mano de la compañera que tiene a su izquierda. – “¿Y su papá?”: vuelven a chocarse la mano las dos primeras, después de rodearse. – “También lo está”: se la chocan ahora las dos segundas, rodeándose otra vez. – “Ni sabe coser”: se hacen los gestos de coser. – “Ni sabe barrer”: se hacen los gestos de barrer. – “Ni sabe dar la vuelta”: se dan la vuelta. Continúan de nuevo en el corro, cantando al compás de la música hasta el final de la canción. La primera niña que diga “anticipo”, una vez concluida la canción, será juez de todas las demás, a las que mirará muy seria a ver si se ríen. Eliminará a la niña que sea la primera en reírse. Dicha niña abandonará el corro, comenzando el juego de nuevo desde el principio. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
RATÓN QUE TE PILLA EL GATO (CANCIÓN DE CORRO) – Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a pillar, si no te pilla de noche, te pilla de madrugá.
Varias niñas o niños forman un corro, cogiéndose las manos y alzándolas bien altas. Están así preparados, para que el gato corra detrás del ratón, pasando por debajo de las manos alzadas, haciendo zig–zag… Con anterioridad se han puesto de acuerdo en quién hará de ratón y quién de gato. El juego da comienzo escupiendo el ratón en medio del corro, iniciándose inmediatamente el siguiente diálogo: – ¿Quién ha escupido ahí? – pregunta el gato. – ¡El ratón! ¡El ratón! – contestan todos los del corro. – ¿Por dónde se ha ido ese granuja? – ¡Por allí! ¡Por allí! Al oír estas últimas palabras, el gato sale en zig–zag en persecución del ratón, metiéndose entre los brazos alzados, al compás de la música. Si logra alcanzarlo, el ratón queda descalificado y abandona el juego. Si no lo logra, el descalificado será el gato, iniciándose el proceso desde el principio con nuevos protagonistas. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
QUISIERA SER TAN ALTA COMO LA LUNA (CANCIÓN DE CORRO) – Quisiera ser tan alta como la luna. ¡Ay, ay, ay! (pin, pon, fuego), (pin, pon, fuera), como la luna, como la luna.
– Para ver los soldados de Cataluña. ¡Ay, ay, ay!, (pin, pon, fuego), (pin, pon, fuera), de Cataluña, de Cataluña. – De Cataluña vengo de servir al rey… – Con licencia absoluta de mi coronel… – Al pasar por el puente de Santa Clara… – Se me cayó el anillo dentro del agua… – Por sacar el anillo. saqué un tesoro… – Una Virgen del Carmen y un San Antonio…
– San Antonio bendito dame un marido… – Que no fume tabaco, ni beba vino… – San Antonio bendito ya me lo ha dado… – Fumador de tabaco y enamorado… Se hace un corro de varios niños y niñas (muchos o pocos). Todos los componentes del corro van cogidos de la mano, y dan vueltas al compás y ritmo de la canción. – Al decir “Ay, ay, ay”, “pin, pon, fuego” o “pin, pon, fuera”, se hace lo siguiente: . Pin: dan una palmada fuerte normal. . Pon: dan una palmada fuerte debajo de la pierna izquierda (alzando la pierna). . Fuego: dan una vuelta completa. Inmediatamente después de cada “pin, pon, fuego”, todos se cogen de nuevo de la mano, y siguen dando vueltas al compás de la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
A LA RIBERA DEL OSO (CANCIÓN DE CORRO) – A la ribera del oso hay un colegio famoso, la chungarara, (bis) hay un colegio famoso.
– Donde van todos los niños a aprender a hacer el oso, la chungarara (bis), a aprender a hacer el oso. – El maestro es un diablo y los niños son diablillos… – Y nosotras como niñas, parecemos angelitos… Un grupo de niñas se pone de rodillas en el suelo, y otro grupo igual se queda de pie. Cada niña que está de pie busca su pareja arrodillada y le coge la mano derecha en alto. Las niñas que están de pie, con la mano cogida de la compañera arrodillada, la rodean, dando vueltas al compás de la música. Al término de la primera estrofa (cinco primeros versos), las que estaban de pie, se arrodillan y viceversa. Al término de la segunda estrofa, vuelven a cambiarse y así sucesivamente hasta que termina la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
YO TENGO UNA GORRA NEGRA (CANCIÓN DE CORRO) – Yo tengo una gorra negra, chumbambá, que la tengo que tener, chumbambá, por la sangre de… (se nombra una niña del corro), qué chupeteo, chumbambá, qué cañonazo, chumbambá, que se vuelva de culazo, chumbambá.
Se hace un corro con todas las niñas participantes cogidas de la mano. Al ritmo de la música van dando vueltas, de derecha a izquierda o de izquierda a derecha. Al decir “que se vuelva de culazo”, la niña que ha sido nombrada (“por la sangre de”) cambia de posición, volviéndose de culo al corro, pero siguiendo dando la mano al resto de sus compañeras. Así va continuando el juego hasta que se vuelven de culo todas las del corro. Después se hará a la inversa, volviendo cada niña a su posición primitiva. Así, si hay 10 niñas en el corro, la canción tendrá que ser cantada 20 veces para poder terminar el juego. Es muy participativo, al ser nombradas todas las componentes… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada y Mari Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
MIGUEL, MIGUEL, MIGUEL (CANCIÓN DE CORRO) – Miguel, Miguel, Miguel, trolé, trolé, trolero, Miguel, Miguel, Miguel, da la vuelta al revés, un, dos, tres. – El cuartel se va a caer, a mí no me pillará, pillará a mi coronel, que está dentro del cuartel, un, dos, tres.
El juego es muy simple al par que divertido: Varias niñas y niños hacen un gran corro con las manos cogidas, y comienzan a dar vueltas al ritmo de la música. – Al decir “un, dos, tres”, todo el corro cambia de sentido y continúa dando vueltas según el compás. – El “un, dos, tres” final hace que el corro cambie de sentido de nuevo, comenzándose la canción con un tono más alto. Así, hasta el cansancio o hasta que aguante la garganta. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada y Mari Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
¡POBRE NIÑA! (CANCIÓN DE CORRO) – Pobre niña, ¿por qué lloras reclinada en un altar? – Porque vivo sin cariño, tuve madre, la perdí. – No llores, niña, no llores, nosotras te buscaremos una madre para ti. – Escojo a… (dice un nombre del corro) por ser la más bella, de todas las niñas que hay por aquí. – Muchas gracias, jardinera, por haberme elegido, entre tantas como estamos, a mí sola has escogido, a mí sola has escogido.
Un grupo de niñas forman un corro y van dando vueltas al ritmo lento de la canción. En el centro del corro hay una compañera arrodillada, que se tapa los ojos con las dos manos, simulando llorar.
– “Pobre niña, ¿por qué lloras?”: cantan todas las niñas del corro, dando vueltas al compás de la canción. – “Porque vivo sin cariño”: la niña del centro se levanta y contesta (el motivo de su llanto es vivir sin cariño, una vez muerta su madre). – “No llores, niña”…: le contestan las del corro, consolándola con su triste canto. – “Escojo a”…: la niña del medio se dirige a una compañera del corro y la elige por madre, pasando ésta inmediatamente al centro. – “Muchas gracias”: la niña que ha pasado al centro da las gracias por haber sido elegida. Convertirse en madre de su compañera (entre tantas niñas) le llena de satisfacción y de orgullo. El juego continúa, como al principio, con la nueva niña. Mi mujer recuerda haber cantado en muchas ocasiones esta canción (principalmente en el parque nuevo, junto a la antigua fábrica de Los Torres y en las primeras comuniones)… También recuerda que muchas compañeras de juego lloraban al cantar los primeros versos: – “Porque vivo sin cariño, tuve madre, la perdí. – No llores, niña, no llores… El cariño que dan las madres y la tristeza que produce su pérdida estaban muy presentes en este juego de niñas… Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes:
– Recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez e Isabel María Quesada. – Joaquín Quesada Guzmán.
ESE PAÑUELO QUE VES (CANCIÓN DE CORRO) – Ese pañuelo que ves en el suelo con tantas flores, recógelo, vida mía, que es un principio de amores. Así se lo pone el toro, así a lo bandolero, así a lo sevillano, morena, cuánto te quiero.
Se hace un corro al ritmo de la canción, con una niña en el medio y un pañuelo tirado en el suelo. – “Recógelo, vida mía”: la niña que está en el centro recoge el pañuelo del suelo. – “Así se lo pone el toro”: gesto de torear con el pañuelo. – “Así a lo bandolero”: gesto de ponerse el pañuelo en el cuello, a lo bandolero. – “Así a lo sevillano”: gesto de ponerse el pañuelo en la cintura, a lo sevillano. – “Morena, cuánto te quiero”: le echa el pañuelo a una niña por encima de la cabeza. Dicha niña sale al corro, comenzando de nuevo la canción… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
DESDE CHIQUITITA ME QUEDÉ CHIN PUN (CANCIÓN DE CORRO) – Desde chiquitita me quedé, chin, pun, algo cojita me quedé, chin, pun. Pero, al andar, es cosa muy bonita disimular que soy una cojita. Disimularé que te doy un puntapié, que te lo di.
– Desde chiquitita me quedé, chin, pun, algo chiquita me quedé… … que soy una cojita, y si lo soy lo digo muy rebién: corre que te pillo, que te doy un puntapié, que mueve el pie, que ya movió, que mueve el pie, que ya movió, chin, pon. Corro normal al ritmo de la canción. – “Chin, pun”: todas las niñas del corro dan una gran cojetá. – Resto de la canción: cojean levemente, disimulando. – “Que te doy un puntapié, que te lo di” y “corre que te pillo, que te doy un puntapié”: cada niña da un puntapié a la niña que lleva delante.
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
RON, RON, RON (CANCIÓN DE CORRO) – Ron, ron, ron, qué será ese ruidito, que anda por aquí (por ahí), ni de noche, ni de día, no nos deja ni dormir.
– Somos la estudiantina, que venimos a estudiar la carrera, la carrera de la Virgen del Pilar. Con un mantón de oro, ni de oro, ni de plata, que se quite, que se quite, ésa de la puerta falsa, que- se- qui-te é-sa- de- la- puer-ta fal-sa. Se hace un corro con varias niñas que van dando vueltas al compás de la música. Una niña queda fuera del corro dando vueltas alrededor del mismo, en la misma dirección de sus compañeras. Al llegar al final, se paran todas y la niña que iba fuera dice: – “Que-se-qui-te-é-sa-de-la-puer-ta fal-sa”: toca a una compañera cualquiera, que le acompañará dando vueltas alrededor del corro (ya son dos niñas las que dan vueltas). Así sucesivamente hasta que quede una sola niña en el corro. Con la niña que queda sola al final, vuelve a empezar el juego igual que antes. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Recopilación:
– María Antonia Quesada y Mari Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
UNA NIÑA DE SEVILLA (CANCIÓN DE CORRO) – Una niña de Sevilla se ha metido a enfermera, para cuidar a su novio que está herido de la guerra. ¡Ay, larán (bis), ay, larán, laranlarán!
– Que está herido de la guerra, que de la guerra está herido, en qué estaría pensando cuando le dieron el tiro. ¡Ay, larán…! – Cuando le dieron el tiro en la Montaña del Carmen, no podía escribir por la falta de la sangre. ¡Ay, larán…! – Por la falta de la sangre, por la falta del dinero, por la falta de una niña que es todo lo que yo quiero ¡Ay, larán…! Corro al ritmo de la canción, cambiando siempre de sentido en el estribillo (“ay, larán”), y volviendo al sentido primitivo después de él… Al decir “ay, larán”, se sueltan todos los componentes del corro, colocan las manos en jarras y mueven la cintura al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informante: – Recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – Joaquín Quesada Guzmán.
DEBAJO DE TU VENTANA (CANCIÓN DE CORRO) – Debajo de tu ventana tres arbolitos sembré (planté), y tuve la buena suerte (la buena mano), que me agarraron los tres. ¡Ay, larán, (bis) ay, larán, laranlanlán.
– El primero fue un olivo, el segundo fue un esparto, y el tercero fue un sarmiento con los pámpanos en lo alto. ¡Ay, larán…! – Del olivo yo me olvido, del esparto yo me aparto, del sarmiento me arrepiento de haberte querido tanto. ¡Ay, larán…! Corro con el mismo ritmo y la misma entonación de “una niña de Sevilla”. Igual que en ella se cambia siempre de sentido en el estribillo (“ay, larán”) y se vuelve al sentido primitivo después de él… Juego inspirado en un poema de Federico García Lorca, añadiéndole el estribillo… Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
SON TUS OJOS, NIÑA (CANCIÓN DE CORRO) – Son tus ojos, niña, son tus ojos son, son dos luceritos que alumbran el sol, que alumbran el sol, que alumbran el sol y también alumbran a mi corazón. – Cuando paso por tu puerta, parto pan y voy comiendo, pa que no diga tu madre que de verte me mantengo.
– Desde aquí te estoy mirando, cara a cara, frente a frente, y no te puedo decir lo que mi corazón siente. – San Antonio me perdone lo que te voy a decir: que ninguno de su nombre ha nacío para mí. – San Antonio, San Francisco, San Juan, San Pedro me valgan. Aquél que dije primero, me tiene robada el alma.
– Un amor tenía yo que me decía llorando, que nunca me olvidaría y ya me estaba olvidando. – Si yo estuviera cantando una semana y dos meses, no es posible que cantara una coplilla dos veces. – El escalón de tu puerta es de plata y se “esmorona”. Como la plata de falsa así será tu persona. – Mañanita de San Juan cuaja la almendra y la nuez. También cuajan los amores cuando dos se quieren bien. – Día de San Juan alegre, día triste para mí, porque se llamaba Juan el amor que yo perdí. – Ya viene el sábado alegre y el domingo para holgar, y ya viene el lunes triste para irse a trabajar. Canción de corro al ritmo de la canción. La música de las estrofas es la misma de “debajo de tu ventana tres arbolitos sembré”. El estribillo “son tus ojos niña” puede intercalarse después de cada estrofa. Pueden añadírsele cientos de coplillas como las anteriores, siempre que se adapten a este ritmo. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y María Antonia Quesada Guzmán.
ARROZ CON LECHE (CANCIÓN DE CORRO) – Arroz con leche se quiere casar con una mocita que sabe bailar, que sabe dar las vueltas y dar campanás.
– Arruí, arruá, chiquilín, chiquilín, chiquilán. Arruí, arruá, chiquilín, chiquilín, chiquilán. Continúa con la canción: “que tengo yo unas enaguas”… Corro al ritmo de la canción. – “Arruí, arruá”: con las manos en jarras, todas las niñas del corro flexionan la cintura hacia la izquierda y hacia la derecha respectivamente. – “Chiquilín, chiquilín, chiquilán”: en tres saltos sucesivos cada niña del corro da una vuelta de 360 grados sobre sí misma. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
QUE TENGO YO UNAS ENAGUAS (CANCIÓN DE CORRO) – Que tengo yo unas enaguas, que nadie me las desprecia, acuérdate, gitanilla, cuando tirabas de ellas. – A Belén, qué bonitas las lleva, a Belén, qué bonitas las va, a Belén, qué bonitas las lleva las enaguas bien bordás.
El corro comienza a dar vueltas al ritmo de la canción. – “Que tengo yo unas enaguas”: el corro da vueltas normalmente de izquierda a derecha. – “A Belén”: una niña se suelta de una mano y gira de espaldas a la rueda, hasta juntarse otra vez con la niña de la que se soltó. El corro continúa girando y dando vueltas de espaldas al ritmo de la canción. – “Que tengo yo unas enaguas”: vuelven a soltarse como se ha indicado antes, comenzando de nuevo. Suele cantarse inmediatamente después de “arroz con leche”. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
YO SOY LA VIUDITA DEL CONDE LAUREL (CANCIÓN DE CORRO) – Hermosas doncellas que al prado venís, a coger las rosas de mayo y abril.
– Yo soy la viudita del conde Laurel, que quiero casarme y no sé con quién (no encuentro con quién) (no tengo con quién). – Pues siendo tan bella, no tienes con quién (no sabes con quién) (no hallaste con quién), elige a tu gusto que aquí tienes cien. (Si quieres casarte, y no encuentras con quién, elige a tu gusto que aquí tienes cien). – Elijo a… por ser la más bella, la blanca paloma que hay en la rueda. – Buen gusto has tenido cogiéndome a mí, reina entre las flores que hay en el jardín.
– Y ahora que hallaste la prenda querida, feliz a su lado pasarás la vida. Canción de corro con una niña en medio del mismo. Las preguntas y las respuestas se suceden desde el principio hasta el final: – “Hermosas doncellas”: canta todo el corro. – “Yo soy la viudita”: canta la niña que hay en medio del corro. – “Pues siendo tan bella”: todo el corro. – “Elijo a”: canta la niña del medio. – “Buen gusto has tenido”: contesta la niña que ha sido elegida. – “Y ahora que hallaste”: todo el corro. A continuación sigue en el centro del corro la niña elegida, volviéndose a repetir todo lo anterior. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – María Antonia Quesada Guzmán. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
MUERTE DE LA REINA MERCEDES (CANCIÓN DE CORRO) – De los árboles frutales me gusta el melocotón, y de los reyes de España Don Alfonso de Borbón.
– ¿Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas, triste de ti? – Voy en busca de Mercedes, que ayer tarde no la vi. – Si Mercedes ya se ha muerto, el entierro yo lo vi, (muerta está, que yo la vi), las señas de cómo iba yo te las puedo decir. – Cuatro duques la llevaban por las calles de Madrid, su carita era de cera, (su carita era de Virgen), sus manitas de marfil. (Y el velo que la cubría de color de carmesí). – Sandalias bordás de oro, llevaba en sus lindos pies, que se las bordó la infanta, la infanta Doña Isabel. (Los zapatos que llevaba eran de rico charol, regalados por Alfonso el día que se casó).
– El manto que la envolvía (el manto que la cubría) era rico terciopelo, y en letras de oro decía: ha muerto cara de cielo. – Los caballos de palacio ya no quieren pasear, porque se ha muerto Mercedes y luto quieren llevar. – Las farolas de las calles (las farolas de palacio) con gasas negras están, (ya no quieren alumbrar), porque Mercedes se ha muerto y luto quieren guardar. – Ya murió la flor de mayo, ya murió la flor de abril, ya murió la blanca rosa, rosa de todo Madrid. – Al entrar en mi palacio (junto a las gradas del trono) una sombra negra vi, cuanto más me retiraba, más se venía hacia mí. (más se aproximaba a mí). – No temas, Alfonso XII, (no te retires, Alfonso), no te asustes, ¡ay de mí!, (no te retires de mí), que soy tu esposa Mercedes, (que soy tu esposa querida) que me vengo a despedir. (y no me aparto de ti). Canción de corro al ritmo lento de la música…
Alfonso XII (hijo de Isabel II) reinó en España a finales del siglo XIX. De él se sigue recordando en nuestros días (aparte de su espíritu generoso y prudente) su mítica visita a los apestados de Aranjuez y su muerte de tuberculosis, cuando aún no había nacido su hijo Alfonso XIII. Pero sobre todo, su boda con su prima María de las Mercedes de Orleáns, muerta en plena juventud. La desaparición de la joven y guapa reina conmocionó a todo el mundo. En recuerdo de la reina Mercedes se escribió este romance, convertido en canción de corro en todos los rincones de España (incluido nuestro pueblo). Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María y Joaquín Quesada.
SI VIENE MI PRIMO ANTONIO (CANCIÓN DE CORRO) – Si viene mi primo Antonio, ay, lerén, no le des la silla nueva, que ha tenido sarampiones, ay, lerén, sarampiones y viruelas. – La bota que te la piso, mira que te piso el pie, la bota que te la piso, que he venido de Jaén (bis cuatro últimos versos).
Canción de corro al ritmo de la música. – “Si viene mi primo Antonio”: corro normal al ritmo de la canción. – “La bota que te la piso”: las niñas que componen el corro se sueltan y, por parejas, dan vueltas en círculo después de haber enganchado con su pie, el pie de su compañera. Este enganche hay que mantenerlo sin perder el equilibrio, dando vueltas y haciendo palmas al ritmo de la canción. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes: – Recopilación:
– Catalina Guzmán López y Manolita Martínez Garrido. – Joaquín Quesada Guzmán.
EL CONEJO NO ESTÁ AQUÍ (CANCIÓN DE CORRO) – El conejo no está aquí, ha salido esta mañana, a la una ha de venir. ¡Ay, aquí está el conejo, el conejo! ¡Ay, aquí está el conejo de verdad!
– Date la vuelta, conejo, que te voy a marear. ¡Ay, aquí está el conejo, el conejo! ¡Ay, aquí está el conejo de verdad! – Vuelve, conejo del alma, haciendo la reverencia. ¡Ay, aquí está el conejo, el conejo! ¡Ay, aquí está el conejo de verdad! – Salva las niñas bonitas, salva la que quieras más. ¡Ay, aquí está el conejo, el conejo! ¡Ay, aquí está el conejo de verdad! Se forma un corro grande que da vueltas al ritmo de la canción. Todas las niñas, cogidas de la mano, cantan las estrofas anteriores con las variantes siguientes:
– “Ay, aquí está”: una niña se coloca en medio del corro y a la pata coja va de un lado para otro. – “Date la vuelta, conejo”: se da la vuelta sobre sí misma, siempre a la pata coja. – “Haciendo la reverencia”: hace la reverencia. – “Salva la que quieras más”: se arrima a una niña y la salva, saliendo ésta al medio del corro. La niña del medio va de un lado para otro, durante todo el juego a la pata coja. El resto de las niñas siguen siempre dando vueltas al ritmo de la canción. Juego de Campillo de Arenas. El estribillo “ay, aquí está el conejo, el conejo, ay, aquí está el conejo de verdad” todavía resuena en las calles de este pueblo vecino. Juego tradicional de Campillo de Arenas – Informante: – Mari Gómez Cobo. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
CALLE DE SANTA MARÍA (CANCIÓN DE CORRO) – Calle de Santa maría, número tapao con yeso, aquí tienes a … que es más fea que un conejo.
– Y si fuera una coneja, me la comería a bocaos, pero como es un conejo, me retiro de su lao. – Date la vuelta, conejo, que te quiero ver el culo, date la vuelta, conejo y no tengas disimulo. Canción de corro al ritmo de la canción. – “Aquí tienes a”: se nombra a una niña del corro , que normalmente se enfada con el nombramiento, por aquello de ser “más fea que un conejo”… – “Date la vuelta, conejo”: se da la vuelta completa, dando el culo a sus compañeras de juego. La niña nombrada se da la vuelta como ha quedado indicado y mira en dirección contraria a las otras componentes del corro. Así continúa el juego (nombrando nuevos conejos) hasta que todas las niñas del corro se han dado la vuelta. Juego tradicional de Campillo de Arenas – Informante: – Recopilación:
– Mari Gómez Cobo. – Joaquín Quesada Guzmán.
EL PATIO DE MI CASA (CANCIÓN DE CORRO) – El patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja, como los demás. – Agáchate, y vuélvete a agachar, que los agachaditos también se agacharán. – H, i, j, k, l, m, ñ, a, que si tú no me quieres, otro niño me querrá. (otro amante, otro novio me querrá). – (H, i, j, k, l, m, ñ, o que si tú me quieres, otro amante tendré yo), – Chocolate, molinillo, corre, corre, que te pillo, a estirar, a estirar, que el demonio va a pasar. ¡¡Uuuf!!...
– El patio de mi casa es de chocolate, las escaleras de azúcar. ¡Jesús qué disparate! – Agáchate y vuélvete a agachar… etc. Se suelen añadir también las siguientes letrillas antiguas: – Parece que ha nevao, según blanquean, las tejas del tejao de mi morena. – Agáchate y vuélvete a agachar… etc. – Si tu madre no me quiere, que se vaya a la puñeta, que una cabra vale un duro y una chota, una peseta. – Agáchate y vuélvete a agachar… etc.
– Si tu madre no me quiere, déjala que no me quiera, estaré yo sin quererte hasta que tu madre muera. – Agáchate y vuélvete a agachar… etc. Se hace un gran corro (normalmente de niños y niñas pequeños). Los niños pequeños prefieren este juego, porque hay que agacharse (ellos se tiran al suelo) y volver a agacharse, siendo muy divertido para Educación Infantil y primeros niveles de Primaria. El corro se mueve, como es normal en estos juegos, al compás y ritmo de la canción cantada. – “Agáchate y vuélvete a agachar”: se agachan y se levantan tantas veces como dice la canción, volviendo a moverse el corro como al principio, una vez realizados los agachamientos. – Las vueltas que da el corro adquieren un ritmo más veloz a partir de “H, i, j, k…” hasta el final. – Al decir “a estirar, a estirar”, los niños tiran de las manos de sus compañeros, haciéndose un corro grande y tenso. – Al decir “uuuf”…, desaparece la tensión anterior juntándose todos los niños en el centro del corro con las manos alzadas. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y María Antonia Quesada Guzmán. – Isabel María Quesada Gómez.
A LA RUEDA DE LA ALCACHOFA (CANCIÓN DE CORRO) – A la rueda de la alcachofa, veinticinco por una hoja, los mauros, los mauros, que se agache usted de culo. – Agáchate, y vuélvete a agachar, que los agachaditos también se agacharán. – H, i, j, k, l, m, ñ, a, que si tú no me quieres, otro niño me querrá. – Chocolate… etc. “A la rueda de la alcachofa” es una variante de “el patio de mi casa” y se utiliza también mucho con niños y niñas pequeños … La explicación dada para el juego anterior vale también para éste. – “Agáchate y vuélvete a agachar”: se agachan y se levantan tantas veces como dice la canción, volviendo a moverse el corro como al principio una vez realizados los agachamientos. – Las vueltas que da el corro adquieren un ritmo más veloz a partir de “H, i, j, k…” hasta el final. – Al decir “a estirar, a estirar”, los niños tiran de las manos de sus compañeros, haciéndose un corro grande y tenso. – Al decir “uuuf”…, desaparece la tensión anterior juntándose todos los niños en el centro del corro con las manos alzadas. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín y María Antonia Quesada Guzmán.
AL CORRO DE LA PATATA (CANCIÓN DE CORRO) – Al corro de la patata, comeremos ensalada, lo que comen las criadas. Naranjitas y limones, lo que comen los señores. ¡Achupé! ¡Achupé! ¡Sentadita me quedé!
– Corre que te pillo, que te pego un puntapié, que llega el tren, que ya llegó, que llega el tren, que ya llegó, chin, pon. – Agáchate y vuélvete a agachar… etc. Juego para niños pequeños, siendo una continuación de “el patio de mi casa” y “a la rueda de la alcachofa”. La explicación dada para estos dos juegos, vale también para éste… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– María Antonia Quesada Guzmán. – María Francisca Quesada Rentero. – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
JARDINERA TÚ QUE ENTRASTE (CANCIÓN DE CORRO) – Jardinera, tú que entraste en el jardín del amor, de las flores que regaste, dime cuál es la mejor (bis).
– La mejor es una rosa, que se viste de color, del color que se le antoja y verde tiene las hojas (bis). – Tres hojitas tiene verdes y las demás encarnadas, a ti te prefiero (se dice un nombre del corro) por ser la más resalada (bis). – Muchas gracias, jardinera, por haberme elegido, entre tantas como estamos, a mí sola has preferido (escogido) (bis). Se hace un corro grande y una niña se coloca en medio. El corro empieza a cantar la canción, dando vueltas alrededor de la niña del medio. – “Dime cuál es la mejor”: en ese momento se para el corro. La niña que estaba en medio comienza a cantar sola, poniéndose delante de la compañera que quiera elegir. – Así sigue cantando sola, hasta llegar a “por ser la más resalada”. – “Muchas gracias, jardinera”: la niña elegida canta sola la última parte de la canción, quedándose ella en medio y continuando el juego. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informante: – Recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – Joaquín Quesada Guzmán.
MI PAPÁ ME PEGA PALOS (CANCIÓN DE CORRO) – Mi papá me pega palos y se quita la correa, porque no quiere que vaya (que juegue) con las de la carretera. – ¡Un, dos, tres, ahora va bien! (bis dos últimos versos).
Es una canción de corro normal y corriente al ritmo que marca la música. No hay gestos ni ademanes especiales… Pueden añadírsele otras muchas estrofas que vayan bien con el ritmo de la canción. Ejemplos: – A la entrada de mi pueblo, lo primero que se ve son las ventanas abiertas y las camas sin hacer. ¡Un, dos, tres!... etc. – Todos los Juanes son tontos y el que no es tonto, es chalao, yo tenía un novio Juan y por tonto lo he espachao. ¡Un, dos, tres!... etc. – Si tu madre no me quiere, que no lo publique a voces, que eso lo esperaba yo de esa mula que da coces. ¡Un, dos, tres!... etc.
– Micaela fue a los toros y se echó por la barrera, y su madre le decía: toma toros, Micaela. ¡Un, dos, tres!... etc. – Catalina, Juana y Ana fueron a coger membrillos, Catalina como tonta, cogía los más amarillos. ¡Un, dos, tres!… etc. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
A LA UNA NACÍ YO (CANCIÓN DE CORRO) – A la una nací yo, a las dos me bautizaron, a las tres me salió novio y a las cuatro me casaron. – A las cinco tuve un hijo, a las seis se me murió, a las siete fue el entierro. ¡Hijo de mi corazón!
Este juego es muy parecido al de “Miguel, Miguel, Miguel”. Varias niñas y niños hacen un gran corro con las manos cogidas, y comienzan a dar vueltas al ritmo de la música. Al finalizar la primera estrofa (cuatro primeros versos), todo el corro cambia de sentido y continúa dando vueltas según el compás. Al finalizar la segunda estrofa (cuatro versos siguientes), el corro cambia de sentido de nuevo, comenzándose la canción con un tono más alto. Se le suelen añadir las siguientes estrofas: – El domingo la vi en misa, lunes le mandé recado, el martes hablé con ella y el miércoles me casaron. – El jueves dormí con ella, el viernes la armé de palos, el sábado se murió y el domingo la enterraron.
– En una semana he sido viudo, mozo y casado, para que sirva de ejemplo una lágrima no he echado. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán. – María Antonia Quesada Guzmán.
AHORA QUE VAMOS DESPACIO (CANCIÓN DE CORRO) – Ahora que vamos despacio (bis), vamos a contar mentiras, tralará, vamos a contar mentiras, tralará, vamos a contar mentiras.
– Por el mar corren las liebres (bis), por el monte las sardinas, tralará, por el monte las sardinas, tralará, por el monte las sardinas. – Al salir del campamento con hambre de seis semanas, me encontré con un ciruelo cargadito de manzanas. – Empecé a tirarle piedras y caían avellanas. – Al ruido de las nueces salió el amo del peral. – ¿Quién es el que coge higos, siendo mío el melonal?
– Y cogió una berenjena y al morrillo fue a parar. (Es de una pobre señora que nació en El Escorial). Canción de corro al ritmo de la canción. Al finalizar la primera estrofa, todo el corro cambia de sentido y continúa dando vueltas según el compás. Al finalizar la segunda estrofa, el corro cambia de sentido de nuevo, continuando con estos cambios hasta el final. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Juana Rodríguez Fernández. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez e Isabel María Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
MI ABUELO TENÍA UN HUERTO (CANCIÓN DE CORRO) – Mi abuelo tenía un huerto (bis), que criaba ricos nabos, tralará, que criaba ricos nabos, tralará, que criaba ricos nabos.
– También tenía un borrico (bis), que lo llevaba al mercado, tralará, que lo llevaba al mercado, tralará, que lo llevaba al mercado. – Por la mitad del camino (bis), le salieron los gitanos… etc. – Le robaron el borrico (bis), y le dejaron los nabos…etc. Canción de corro al ritmo de la música. Se canta con el mismo tono y entonación de “ahora que vamos despacio”, cambiando de sentido de la marcha después de cada estrofa. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín y María Antonia Quesada Guzmán.
LA FAROLA DE PALACIO (CANCIÓN DE CORRO) – La farola de palacio se está muriendo de risa, de ver a los estudiantes con corbata y sin camisa. – ¡Ay, chúngala, catatachúngala, ay, chúngala, catatachón, ay, chúngala, cómo me río, con todo mi corazón!
– De los pies a la cabeza vestí ayer a un pajarito, para sacarlo a paseo con sombrero y con manguito. ¡Ay, chúngala, catatachúngala, ay, chúngala, catatachón etc… Canción de corro al ritmo que marca la música. Después del estribillo puede cambiarse el sentido de la marcha… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ESTE CORRO ES UN JARDÍN (CANCIÓN DE CORRO) – Este corro es un jardín y las niñas son las rosas, y Jesús el jardinero que escoge las más hermosas (bis 2 últimos versos).
– Este corro es un jardín, ¡oh, corazón de Jesús!, y las niñas son las rosas para llevarte la cruz. (bis dos últimos versos). – Si yo fuera palomita para subir al sagrario, le daría compañía a Jesús Sacramentado. (Bis dos últimos versos). Otra versión de la primera estrofa: – Este corro es un jardín y las niñas son las rosas. Yo, como jardinerita, escojo las más hermosas. (bis dos últimos versos). Solía cantarse (preferentemente) el día en el que las niñas hacían la primera comunión (vestidos blancos almidonados formando el corro), siendo las siguientes estrofas las más usuales de todas:
– Este corro es un jardín y las niñas son las rosas, y Jesús Sacramentado escoge las más hermosas. – Este corro es un jardín y las niñas son las rosas. ¡Oh, corazón de mi Jesús, dame valor para llevar la cruz! ¡Oh, corazón, de mi Jesús, dame valor para llevar la cruz! – Por el medio del jardín se pasea un blanco lirio, que Mari tiene por nombre y Gómez por apellido. – Jardinera soy, señores, de los campos de Alcalá y las flores que yo tengo alguien me las comprará. Canción de corro al ritmo de la música… Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
SAN MARCOS (CANCIÓN DE CORRO) – San Marcos, San Marcos, el rey de los charcos. – Por mis melones, que ya tienen flores. – Por mis sandías, que ya están florías. – Por mi triguito, que está muy bonito. – Por mi cebada, que está muy granada. – Por mis pimientos, que están muy contentos. (que ya están contentos). – Por mi aceituna, que ya tiene una. (que ya tengo mucha). Canción de corro al ritmo de la música. – Al decir “flores”, “florías”, “bonito”, “granada”, “contentos” y “una”, se agachan las niñas del corro… Después se levantan con rapidez y se vuelven a agachar… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Recopilación:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”. – Joaquín Quesada Guzmán.
TENGO UNA MUÑECA VESTIDA DE AZUL (CANCIÓN DE CORRO) – Tengo una muñeca vestida de azul, con su camisita y su canesú.
– La saqué a paseo, se me constipó, la tengo en la cama con mucho dolor. – Esta mañanita me dijo el doctor, que le dé jarabe con un tenedor. – Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis. – Y ocho, veinticuatro, y ocho, treinta y dos. ¡Ánimas benditas, me arrodillo yo! Canción de corro al ritmo que marca la música. Después de cada estrofa puede cambiarse el sentido de la marcha. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
SOY EL FAROLERO DE LA PUERTA EL SOL (CANCIÓN DE CORRO) – Soy el farolero de la Puerta el Sol, cojo mi escalera y enciendo el farol.
– Después de encendido me pongo a contar, y siempre me sale la cuenta cabal. – Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis. – Y ocho veinticuatro, y ocho treinta y dos. ¡Ánimas benditas, me arrodillo yo! Canción de corro al ritmo que marca la música. Después de cada estrofa puede cambiarse el sentido de la marcha. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
QUE LLUEVA, QUE LLUEVA, LA VIRGEN DE LA CUEVA (CANCIÓN DE CORRO) – Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva. Los pajarillos (pajaritos) cantan, las nubes se levantan. Que sí, que no, que caiga un chaparrón, que rompa los cristales de la estación. Y los tuyos sí, y los míos no. Que sí, que no, que caiga un chaparrón, que pronto grane el trigo, que luego luzca el sol. – Que siga lloviendo, los pájaros corriendo, florezca la pradera al sol de primavera. Que si, que no, que caiga un chaparrón, que se mojen los niños y no me moje yo.
Canción de corro al ritmo de la música (muy apropiada para niños pequeños de Educación Infantil)… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA (CANCIÓN DE CORRO) – Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena. Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá. Do, re, mi, do, re, fa, no sé cuándo vendrá.
– Si vendrá por la Pascua, qué dolor, qué dolor, qué guasa. Si vendrá por la Pascua, o por la Trinidad. Do, re, mi, do, re, fa, o por la Trinidad. – La Trinidad se acaba, qué dolor, qué dolor, me daba. La Trinidad se acaba, Mambrú no viene ya etc... – Me he subido a la torre, qué dolor, qué dolor, que corre. Me he subido a la torre, para ver si aún vendrá etc… – Allí viene su paje, qué dolor, qué dolor, que traje. Allí viene su paje, ¿qué noticias traerá? etc…
– Las noticias que traigo, qué dolor, qué dolor, me caigo. Las noticias que traigo, dan ganas de llorar etc… – Que Mambrú ya se ha muerto, qué dolor, qué dolor, qué entuerto. Que Mambrú ya se ha muerto, lo llevan a enterrar. etc… – En caja de terciopelo, qué dolor, qué dolor, qué duelo. En caja de terciopelo, con tapa de cristal etc… – Y encima de la tumba, qué dolor, qué dolor, que zumba. Y encima de la tumba, dos pajaritos van etc… – Cantando el pío, pío, qué dolor, qué dolor, qué frío. Cantando el pío, pío, cantando el pío, pa. Do, re, mi, do, re, fa, cantando el pío, pa. Canción de corro al ritmo de la música. Puede cambiarse de sentido de la marcha después de cada estrofa. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
LA TARARA (CANCIÓN DE CORRO) – Tiene la Tarara unos pantalones, que de arriba abajo todo son botones. – La Tarara sí, la Tarara, no, la Tarara, niña, que la bailo yo.
– Tiene la Tarara unas pantorrillas, que parecen palos de colgar morcillas. – Tiene la Tarara un vestido blanco, que sólo se pone en el Jueves Santo. – Tiene la Tarara unos calzoncillos, que de arriba a abajo todo son bolsillos. – Tiene la Tarara un dedito malo, que no se lo cura ningún cirujano. – Tiene la Tarara un cesto de frutas, que si se las pido me las da maduras.
– Tiene la Tarara un cesto de flores, que si se las pido me da las mejores. Canción de corro al ritmo de la canción (muy apropiada para niños pequeños de Educación Infantil). Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
ESTABA LA PASTORA (CANCIÓN DE CORRO) – Estaba la pastora, larán, larán, larito, estaba la pastora cuidando el rebañito.
Con leche de sus cabras, haciendo los quesitos. El gato la miraba, con ojos golositos. – Si te comes el queso, te cortaré el rabito. El queso se comió, y el rabo le cortó. A confesar su falta, se fue al Padre Benito. – A vos, padre, me acuso, que he matado un gatito. – De penitencia te echo, que reces un credito. El credo lo rezó, y el cuento se acabó. Juego de corro al ritmo de la canción (muy apropiado para niños pequeños de Educación Infantil). Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
YA SE MURIÓ EL BURRO (CANCIÓN DE CORRO) – Ya se murió el burro cara de vinagre, (que traía el vinagre) ya se lo llevó Dios de esta vida miserable. Que tururururú, (tres veces) que la culpa la tienes tú.
– Él era valiente, él era mohíno, él era el alivio de mi buen vecino. – Gastaba polainas, chaqueta y chaleco y una gran camisa con puños y cuello. – Llevaba anteojos, el pelo rizado, y entre las orejas un lazo encarnado. – Estiró la pata, arrugó el hocico, con el rabo tieso decía: – adiós, Perico. – Todas las vecinas fueron al entierro, y la tía Joaquina tocando el cencerro. Canción de corro al ritmo de la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín y María Antonia Quesada Guzmán.
POR LA CARRETERA SUBE (CANCIÓN DE CORRO) – Por la carretera sube, ¿quién sube?, ¿quién sube?: – Facundo con un farol, Facundo con un farol.
– En busca de los civiles, civiles, civiles, que en su casa hay un ladrón, que en su casa hay un ladrón. – Que va a robar los cristales, cristales, cristales. la ventana y el balcón, la ventana y el balcón. Canción de corro al ritmo de la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Alumnas del CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves”.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
¿CÓMO PLANTA USTED LAS FLORES? (CANCIÓN DE CORRO) – ¿Cómo planta usted las flores? A la moda, a la moda. ¿Cómo planta usted las flores? A la moda de París.
– Yo las planto con el pie, a la moda, a la moda. Yo las planto con el pie, a la moda de París. – Yo las planto con la mano, a la moda, a la moda. Yo las planto con la mano, a la moda de París. – Yo las planto con el codo, a la moda, a la moda. Yo las planto con el codo, a la moda de París. – Yo las planto con la boca, etc… Canción de corro al ritmo de la música y haciendo los gestos que se indican… Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– María Antonia Quesada Guzmán.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EL JUEGO DE LA RUEDA EN LA CERRADURA Según la información facilitada por Manolita Martínez, las canciones de corro en La Cerradura (para ellos el juego de la rueda) tuvieron una gran importancia para el cortejo entre los mozos y las mozas… No se concebía ninguna reunión festiva sin estos juegos y sin el baile correspondiente… El baile y el juego de la rueda los acompañaban siempre, como única y divertida distracción, siendo muchas las parejas que iniciaban su relación amorosa en estos momentos. Una fecha a resaltar era el jueves anterior al último domingo de abril. La Hermandad de la Virgen de la Cabeza, proveniente de Colomera, se dirigía al Cerro y hacía su parada en la Venta del Puente… Todos los vecinos sin excepción dejaban sus ocupaciones diarias, se arreglaban como en el día de la Patrona, vestían sus mejores galas y se dirigían a la Venta a recibir a la Virgen. Mientras la esperaban, comenzaban los juegos de la rueda antes comentados, con la participación de todos los mozos y mozas de la aldea. Después de pasar la Virgen continuaban dichos juegos, en un ambiente de fiesta único e incomparable… Después llegaba Gonzalo con su acordeón y comenzaba el baile, entre la algarabía y el contento de todos los concurrentes. Cuatro eran los estribillos (de gran belleza) que acompañaban los distintos juegos de la rueda y que podían servir, indistintamente, para cada uno de ellos: – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar, ésa se viene conmigo si su madre me la da. Si su madre me la da, le tengo que regalar etc… – Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no, ahora sí que te quiero yo a ti, de corazón.
– Que con el tin tin, que con el tintero, qué gracia tiene mi carbonero. Madre, mi carbonero no vino anoche, y lo estuve esperando hasta las doce. Que con el tin, tin, que con el tintero, qué gracia tiene mi carbonero etc… – Son tus ojos, niña, son tus ojos son, son dos luceritos que alumbran el sol etc.… (Ver los estribillos completos en los juegos siguientes)… Los juegos de la rueda tuvieron, por tanto, muchísima importancia en su tiempo y son recordados con mucho cariño por todos. Jugando en la carretera se fortalecía la convivencia, se practicaba una sana diversión y se realizaba el cortejo entre los mozos y mozas que llenaban La Cerradura en aquel entonces. Aparecen a continuación algunos de aquellos juegos, que terminaban normalmente con los estribillos antes comentados… Juegos tradicionales de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
TIENES MÁS PATAS QUE UN OLIVAR (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Tienes más patas que un olivar. Si quieres que te quiera, córtate la mitad. – Con este novio que tengo ahora, le da la pata al otro y el tonto llora. – Y el tonto llora y yo me río, de ver la mala pata que tiene el tío. – Que con el tin, tin, que con el tintero, qué gracia tiene mi carbonero. – Madre, mi carbonero no vino ayer, y lo estuve esperando hasta las diez. – Que con el tin, tin, que con el tintero… – Madre, mi carbonero no vino anoche, y lo estuve esperando hasta las doce. – Que con el tin, tin, que con el tintero… – Madre, mi carbonero ya no me quiere. Yo lo estuve esperando, pero él no viene.
– Que con el tin, tin, que con el tintero… – Madre, mi carbonero ya me querrá. Yo lo sigo esperando y al fin vendrá. – Que con el tin, tin, que con el tintero…
Canción de corro o de rueda al ritmo y compás de la música. Después de cada estrofa podía cambiarse el sentido de la marcha… Juego tradicional de La Cerradura – Informante: – Recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – Joaquín Quesada Guzmán.
TÚ TE TIENES PORQUE ERES (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Tú te tienes porque eres la más guapa de la junta, y eres un huevo sin sal y un refresco sin azúcar. – Tú te tienes porque eres la más guapa del lugar, ni guapa, ni buena moza, ni tampoco tienes sal. – Yo tengo los ojos puestos en un pantalón rallao, una chaqueta de listas y en un moreno salao. – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar, ésa se viene conmigo, si su madre me la da. – Si su madre me la da, le tengo que regalar un vestido de arandeles y una toquilla encarná. – Y una toquilla encarná, que alegra los corazones. ¡Mira, si será bonita la niña que se la pone!
Canción de corro o de rueda al ritmo de la música. Después de cada estrofa puede cambiarse el sentido de la marcha. Las dos primeras estrofas solían intercambiarse entre dos mozas del corro, que se echaban en cara (una a la otra) no ser tan guapas como ellas creían… Juego tradicional de La Cerradura – Informante: – Recopilación:
– Manolita Martínez Garrido. – Joaquín Quesada Guzmán.
POR LA VÍA PASA EL TREN (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Por la vía pasa el tren, por la carretera, el coche, y por tu cara, morena, pasa la Virgen de noche. – Pasa la Virgen de noche, que está puesta en el altar y por tu cara, morena, la Virgen ha de pasar. – Son tus ojos, niña, son tus ojos son, son dos luceritos, que alumbran el sol. Que alumbran el sol, que alumbran el sol y también alumbran a mi corazón.
Canción de corro o de rueda al compás y ritmo de la música. Después de cada estrofa, puede cambiarse el sentido de la marcha. Después de “son tus ojos, niña”, podían añadirse cualquiera de los otros tres estribillos: – Ahora, sí, sí, si… – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar… – Que con el tin, tin, que con el tintero… Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN MI VIDA HE VISTO YO (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – En mi vida he visto yo lo que estoy viendo esta tarde: jugar las mozuelas solas por ser los hombres cobardes. – Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no, ahora sí que te quiero yo a ti, de corazón. – Me dijiste que te ibas, y yo te dije que adónde: a la campiña a segar, como si fueras un hombre. – Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no etc… – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar, ésa se viene conmigo, si su madre me la da. – Si su madre me la da, le tengo que regalar un vestido de arandeles y una toquilla encarná. – Y una toquilla encarná, que alegra los corazones. ¡Mira, si será bonita la niña que se la pone!
Canción de corro o de rueda al ritmo y compás de la música. Después de cada estrofa, puede cambiarse el sentido de la marcha… Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
AUNQUE TENGA UN PIE EN EL AGUA (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Aunque tenga un pie en el agua, no me pasa la laguna. Aunque soy hija de pobre, no me cambio por ninguna. – Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no, ahora sí que te quiero yo a ti, de corazón. – Cuando querrá Dios del cielo y la Virgen del Pilar, que tus trapos y los míos vayan juntitos al pilar (a lavar). – Ahora sí, sí, sí, ahora no, no, no… etc. – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar, ésa se viene conmigo, si su madre me la da. – Si su madre me la da, le tengo que regalar un vestido de arandeles y una toquilla encarná. – Y una toquilla encarná que alegra los corazones. ¡Mira, si será bonita la niña que se la pone!
Canción de corro o de rueda al ritmo y compás de la música. Después de cada estrofa podía cambiarse el sentido de la marcha… Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ECHÉ UN LIMÓN A ROAR (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Eché un limón a roar y en tu puerta se paró. ¡Hasta los limones saben que nos queremos los dos! A continuación, se pueden cantar cualquiera de los tres estribillos anteriores o los tres al mismo tiempo… – Ahora sí, sí, ahora, no, no, no etc… – Ésa me la llevo yo, ésa me la he de llevar etc… – Que con el tin, tin, que con el tintero etc…
Se pueden añadir a continuación todas las estrofas que se quieran, siempre que se adapten al ritmo y a la música anterior. Por ejemplo: – Si tu madre no me quiere, déjala que no me quiera. Estaré yo sin quererte hasta que tu madre muera. – Si tu madre no me quiere, que no lo publique a voces, que eso lo esperaba yo de esa mula que da coces.
– Cristo, Cristóbal te llamas, qué nombre tan rebonito, que para nombrar Cristóbal, primero se nombra a Cristo. – Si tú madre no me quiere, porque no tengo caudal, cásate con un reloj que todas las horas da. – Si tu madre no me quiere, porque tiene un hijo guapo, que te meta en una orza y te tape con un trapo. – Si tu madre no me quiere, que se vaya a la puñeta, que una cabra vale un duro y una chota una peseta. – Al altar mayor subí, a rezarle a Cristo un credo. Por decir creo en Dios Padre, dije: moreno, te quiero… etc. Canción de corro o de rueda, al ritmo y compás de la música. Después de cada estrofa, puede cambiarse el sentido de la marcha… Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
MONTADITO A CABALLO (CANCIÓN DE CORRO O DE RUEDA) – Al pasar por Aragón, me dieron tres avellanas, casqué una, casqué dos, las tres me salieron vanas. – Montadito a caballo he de ir a verte, que me han dicho que montas divinamente. – Divinamente, niña, divinamente, montadito a caballo he de ir a verte. – La jota quieres que baile, la jota yo no la sé. Por darle gusto a mi amante, la jota yo bailaré. – Montadito a caballo he de ir a verte etc…
Hecho un corro, formado por mozos y mozas, se pinta una cruz grande en el centro del mismo. Al lado de la cruz se coloca un miembro del corro, el cual tendrá que bailar al ritmo de la música, sin poder pisar nunca las rayas pintadas en el suelo. Indistintamente, irá colocando el pie izquierdo y el pie derecho (al ritmo lento o rápido de la música) en los distintos huecos de la cruz. En el momento que pise una de las rayas, dejará de bailar, pasando el turno a otro compañero o compañera del corro. El ritmo rápido del final hacía que muchos perdieran o se rindieran, dada la enorme dificultad de colocar los pies, sin pisar, en los distintos huecos de la cruz. Juego tradicional de La Cerradura – Informante:
– Manolita Martínez Garrido.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
UNI, DOLI, TRELI, CATOLI (CANCIÓN DE COMBA) – Uni, doli, treli, catoli, quili, quileta, estando la reina sentada en su silleta, llegó Gil, apagó el candil, candil, candilón, cuenta las veinte, que las veinte son: una, dos, tres…, diecinueve, veinte y pisotón. – Hoy ha llovido, mañana hay barro, ya no podemos tirar del carro. Morena mía, ponte a servir, que lo que ganes será pa ti, para tabaco, para papel, para cerillas para encender. – Yo tengo un carro y una carreta, con cuatro mulos campanilleros. Los cuatro mulos son de oro y plata, y una morena que a mí me mata. Morena mía, ponte a servir, que lo que ganes será pa ti, para tabaco, para papel, para cerillas para encender.
– Ni quiero tabaco, ni quiero papel, ni quiero cerillas para encender.
– La fórmula de sorteo “uni, doli, treli, catoli”, se convierte en este juego en una canción de comba o de barca (media comba), añadiéndole unas estrofas al final (“hoy ha llovido”…), que se cantan en todos los barrios del pueblo. – Dos niñas cogen la cuerda y dan al compás de la música. Una niña va saltando también a dicho compás. Al decir “pisotón”, la que salta tiene que pisar la cuerda. Si no la pisa, pierde, entrando otra compañera. – Si la pisa, sigue saltando al ritmo de la música hasta “ni quiero tabaco, ni quiero papel”… Desde ese momento hasta el final, le dan duble (ritmo muy fuerte). El duble hace perder normalmente a muchas niñas. No saltar bien al compás rápido del duble equivale a perder, entrando inmediatamente otra. Variante del juego: otra manera de jugar distinta a la anterior (desde “uni, doli” hasta llegar a “veinte) es la siguiente: En cada uno de los versos van entrando ininterrumpidamente niñas al ritmo de la música, perdiendo la que no sepa hacerlo en el momento oportuno…
Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
CUCÚ CANTABA LA RANA (CANCIÓN DE COMBA) – Cucú, cucú, cantaba la rana, cucú, cucú, debajo del agua.
– Cucú, cucú, sacó la cabeza, cucú, cucú, quería cerveza. – Cucú, cucú, pasó un caballero, cucú, cucú, con capa y sombrero. – Cucú, cucú, pasó una señora, cucú, cucú, con bata de cola. – Cucú, cucú, pasó una criada, cucú, cucú, comiendo ensalada. – Cucú, cucú, pasó un marinero, cucú, cucú, vendiendo romero. – Cucú, cucú, yo quiero lentejas, (no quiero lentejas), cucú, cucú, comida de viejas.
– Cucú, cucú, yo quiero rosquillas, cucú, cucú, me quedan poquillas. – Cucú, cucú, yo quiero galletas, cucú, cucú, valen dos pesetas. – Cucú, cucú, qué vida tan cara, cucú, cucú, me meto en el agua. Canción de comba al ritmo lento de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
¿ADÓNDE VAS, CULONA? (CANCIÓN DE COMBA) – ¿Adónde vas culona con tanto culo? – A la besuguería por un besugo. – El besuguero dice que no hay besugo; entonces la culona menea el culo. – Pallí, pacá (bis), que tengo un novio; pallí, pacá (bis) se llama Antonio. Pallí, pacá (bis), yo no lo quiero; pallí, pacá (bis), porque es torero.
– Pimiento colorao, azul y verde, la señorita… (se dice un nombre), casarse quiere. – No quiere que sepamos cuál es su novio, el señorito… (se dice un nombre), que es un pimpollo. – Pallí, pacá … etc. Juego normal de comba al compás marcado. A partir de “la culona menea el culo” hasta el final, la que salta menea el culo al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán. – María Antonia Quesada Guzmán.
EL COCHERITO, LERÉN (CANCIÓN DE COMBA) – El cocherito, lerén, me dijo anoche, lerén, que si quería, lerén, montar en coche, lerén. – Y yo le dije, lerén, con gran salero, lerén, que no lo quiero, lerén, por compañero, lerén.
Otra variante: – Y yo le dije, lerén, no quiero coche, lerén, que me mareo, lerén, montando en coche, lerén. En este juego tan popular (llamado en Pegalajar “el cochecito, lerén”) dos niñas dan a la comba, mientras otra va saltando al compás de la música. Al decir “lerén”, la niña que salta se agacha y las que dan, levantan la cuerda. Si se equivoca, pasará a ocupar el puesto de una de las compañeras que esté dando. También se puede jugar con la pelota. Se bota la pelota al compás de la música, y al decir “lerén”, se pasa ésta por debajo de la pierna. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
CANDONGA, CANDONGA (CANCIÓN DE COMBA) – Candonga, candonga, date la vuelta redonda, por ver si quería bailar el ballón.
– Que entre, que entre, la señorita de en frente, las dos muy juntitas y muy agarraditas, bailando el ballón. Dos niñas dan a la comba, mientras otra entra y salta al compás de la música. – “Date la vuelta redonda”: se da la vuelta completa sin dejar de saltar. – “Que entre, que entre”: entra otra niña en la comba, saltando ahora las dos juntas. – “Las dos muy juntitas y muy agarraditas”: se acercan y se cogen las manos, pero siempre sin dejar de saltar. Al terminar la canción, se sale de la comba la que había entrado primero, comenzándose de nuevo la canción con la segunda. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
CUANDO VENGA EL CARTERO (CANCIÓN DE COMBA) – Cuando venga el cartero, ¿qué carta traerá? ¿Traerá la de mi amante o la de mi papá?
– Tan, tan. – ¿Quién es? – El cartero. – ¿Hay carta? – No. – ¡Pues, hasta luego! Dos niñas cogen la comba y le dan al compás de la canción. (Pueden darle como normalmente se le da a la comba, o sólo balanceándola sin llegar hasta arriba, lo que es conocido con el nombre de “barca”). – “Cuando venga el cartero”: una niña se mete en la comba y salta haciendo esta pregunta. – “Tan, tan”: otra niña entra en la comba diciendo “tan, tan”, saltando al mismo tiempo y al mismo compás que la primera. – “Quién es?”… etc.: se inicia el diálogo entre las dos niñas que saltan. – “Pues, hasta luego”: se sale la niña que había entrado primero, permaneciendo saltando la segunda. Así continúa el juego hasta que entren todas en la comba o se cansen. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN LA PLAZA MAYOR HA CAÍDO UNA BOMBA (CANCIÓN DE COMBA) – En la Plaza Mayor ha caído una bomba y ha ido a parar a la reina Victoria. Victoria está mala y el rey no la quiere. Por eso, Victoria de pena se muere.
– Sosa, patosa, carita de rosa. ¿Quién será, quién será, la patosa que perderá? ¿Quién ha sido, quién ha sido la patosa que ha perdido? Se juega a la comba o a la barca (media comba), al compás de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña. – Joaquín Quesada Guzmán.
EN EL HOSPITAL DE ASTURIAS (CANCIÓN DE COMBA) – En el hos, en el hospital de Asturias, al subir, al subir por la escalera, hay un le, hay un letrero que dice: aquí se, aquí se venda y se opera. – Cuando a mí, cuando a mí me operaron, yo tenía, yo tenía mucho miedo, y a los tres, y a los tres días siguientes, caminé, caminé al cementerio. – Al cementerio subí, por ver los muertos que había y había dos angelitos, rezando el Ave María. – Dios te salve, María…
Se reza el Ave Maria completa, incluida el Santa María, madre de Dios… Toda la primera parte hasta “caminé al cementerio” es comba normal al ritmo de la música. – “Al cementerio subí”: desde aquí hasta “rezando el Ave María”, comba igual que en el “cocherito, lerén”. Toda el Ave María es con duble muy rápido. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
YO TENGO UNAS TIJERITAS (CANCIÓN DE COMBA) – Yo tengo unas tijeritas, que se abren y se cierran, yo toco tierra, yo me arrodillo, yo toco los platillos y me salgo fuera.
Dos niñas dan a la comba o a la barca (media comba) y otra va saltando al ritmo de la canción, haciendo los siguientes gestos: – “Que se abren”: la niña abre las piernas. – “Que se cierran”: cierra las piernas. – “Yo toco tierra”: se agacha y da con la mano en el suelo. – “Yo me arrodillo”: se arrodilla y vuelve a levantarse para continuar saltando. – “Yo toco los platillos”: da una palmada. – “Y me salgo fuera”: se sale para que entre otra compañera a repetir lo mismo. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN EL BARRANCO DEL LOBO (CANCIÓN DE COMBA) – En el Barranco del Lobo hay una fuente quemada, sangre de los españoles que murieron por España. – ¡Pobrecita madre, cuánto ha llorado, al ver que su hijo en la guerra ha estado! – ¡Pobrecita madre, cuánto llorará, al ver a su hijo que en la guerra está! – Ni me lavo, ni me peino, ni me pongo la mantilla, porque va a venir mi novio de la guerra de Melilla. – Melilla ya no es Melilla, Melilla es un mataero, donde van los españoles a morir como corderos. – ¡Pobrecita madre, cuánto ha llorado, al ver que su hijo en la guerra ha estado! – ¡Pobrecita madre, cuánto llorará!… etc. Se da comba normal, al ritmo de la música, en toda la canción, excepto en “pobrecita madre”…, que se da comba muy rápida, o sea, duble. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Juana María Fernández Aranda.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
PIMIENTO, PIMENTÓN (CANCIÓN DE COMBA) – Ese o, sopa de arroz, pimiento, pimentón, que pica, que rabia, que toca la guitarra, que viene Don Ramón y nos da la colección: colección una, colección dos…, colección trece y pisotón.
Se juega a la barca (media comba). Dos niñas dan a la comba y otra salta, al ritmo de la música hasta llegar a “trece y pisotón”. En ese momento, la niña que salta tiene que pisar la cuerda. Si no la pisa, pierde y se pone ella a dar la comba. En el caso de que gane, se pone de nuevo en la fila para seguir saltando, siendo reemplazada por otra compañera. En éste y en todos los juegos de comba hay siempre un rito anterior para ver qué niñas dan a la comba y quiénes saltan. Normalmente se echan suertes por una de las múltiples formas de sorteo que existen. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
AL PASAR LA BARCA (CANCIÓN DE COMBA) – Al pasar la barca me dijo el barquero: – las niñas bonitas no pagan dinero.
– Yo no soy bonita ni lo quiero ser, yo pago dinero como otra mujer. Al volver la barca, me volvió a decir: – las niñas bonitas no pagan aquí. – Yo no soy bonita ni lo quiero ser, yo pago dinero como otra mujer. Al volver la barca me volvió a decir: – esta morenita me ha gustado a mí. – Yo no soy morena ni lo quiero ser, yo pago dinero como otra mujer. Se juega a la barca (media comba) al compás de la música. Es cantada por todas las niñas que juegan, a excepción del trozo “yo no soy bonita”… etc., que es cantado solamente por la que salta. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Joaquín Quesada Guzmán.
SOY LA REINA DE LOS MARES (CANCIÓN DE COMBA) – Soy la reina de los mares y tú no lo puedes ser, puedes ser. Tiro mi pañuelo al suelo y lo vuelvo a recoger, recoger.
– Que una, que dos y que tres, salta, niña, que vas a perder y si no te sales, tiro del cordel. – Pañuelito, pañuelito, quién te pudiera tener, dobladito en el bolsillo, como un pliego de papel, de papel. – Que una, que dos y que tres, salta, niña, que vas a perder y si no te sales, tiro del cordel. Puede jugarse a la comba o a la barca (media comba) al compás de la música. – “Tiro mi pañuelo al suelo”: tira el pañuelo al suelo mientras salta. – “Y lo vuelvo a recoger”: lo recoge sin perder el ritmo. – “Y si no te sales”…: se sale y entra otra niña. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Recopilación:
– Isabel María Quesada y Mari Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
¿TE INVITO? (CANCIÓN DE COMBA) – ¿Te invito? – ¿A qué? – ¡A un café! – ¿A qué hora? – ¡A las tres! Que una, que dos y que tres. – ¿Me meto? – ¡Métete! – ¿Te invito? – ¿A qué? – ¡A salirte! – ¿A qué hora? – ¡A las tres! Que una, que dos y que tres. Una niña, con los dos extremos de la comba cogidos, salta al compás de la música. El primer diálogo se produce entre ella que está saltando sola y otra compañera que está fuera y quiere entrar. Al finalizar el segundo diálogo, la niña que estaba fuera se mete dentro y salta muy pegada a la que da la comba sin perder el ritmo. El tercer diálogo se produce entre las dos niñas que continúan saltando al mismo compás. Al final de dicho diálogo, se sale la niña que había entrado, y la que da comba invita a la siguiente que está esperando. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Recopilación:
– Isabel María Quesada y Mari Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
AL PASAR POR SEVILLA (CANCIÓN DE COMBA) – Al pasar por Sevilla vi una chiquilla, me enamoré, la cogí de la mano y al campamento me la llevé.
– Yo le dije: serrana, rosa temprana, jazmín de olor, vente conmigo al muelle y embarcaremos en el vapor. – El vapor por el agua, tú por la arena, yo por el sol, me despido llorando de una morena, adiós, adiós. Canción de comba al ritmo de la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
AL PASAR POR TOLEDO (CANCIÓN DE COMBA) – Al pasar por Toledo, me corté un dedo, me salió sangre, y una niña bonita me dio un pañuelo para limpiarme. – Y después del pañuelo me dio una cinta para mi pelo, y después de la cinta me dio recuerdos para mis padres. – Los domingos que salgo a la calle, siempre hay un mocito guasón, que se fija en mi cuerpo y en mi talle y lo hace con mala intención. – Pero yo como soy chuliguapa, a los hombres les hago reír, ¡ja, ja!, y al momento les doy las calabazas y las uvas las guardo pa mí.
Canción de comba al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Isabel María Quesada y Mari Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ANDA VETE Y NO TE VAYAS (CANCIÓN DE COMBA) – Anda vete y no te vayas, métete en un agujero, y si viene la justicia, le diré que eres un mochuelo. – Niña bonita dile a tu mama: que te haga un moño alto y también la ropa larga. – Niña bonita, dile a tu mama: que te haga el chocolate y te lo suba a la cama, niña bonita, dile a tu mama. – Que sal a bailar, salero, salero, sal a bailar, que tienes tú para mí, la gracia de Dios salá. – Que sal a bailar, salero, salero, sal a bailar, que tienes tú para mí, la gracia de Dios salá.
– Anda vete y no te vayas, ya te podías haber ío, pa la falta que me has hecho, aunque no hubieras venío. – Niña bonita dile a tu mama: que te haga un moño alto y también la ropa larga. – Niña bonita, dile a tu mama: que te haga el chocolate y te lo suba a la cama, niña bonita, dile a tu mama.
– Que sal a bailar, salero, salero, sal a bailar, que tienes tú para mí, la gracia de Dios salá. – Que sal a bailar, salero, salero, sal a bailar, que tienes tú para mí, la gracia de Dios salá. Canción de comba normal y corriente al ritmo de la música… En los trozos que indica dicho ritmo, se tira de la cuerda hacia arriba como en “el cocherito, lerén”… En el estribillo “que sal a bailar, salero”, se da duble. Juego tradicional de Pegalajar y La Cerradura – Informantes: – Manolita Martínez Garrido. – Mari Gómez Cobo. – Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
JUANITO SUBIÓ A LA VÍA (CANCIÓN DE COMBA) – Juanito subió a la vía por ver si venía el tren, el tren venía por Valencia, Juanito volvió a caer.
– De que el maquinista vio la vía llena de sangre, se tira por los vagones a darle parte al alcalde. – Ya está aquí el señor alcalde con toda su policía, los guardias municipales lo llevan en la camilla. – Lo llevan en la camilla, lo entran al hospital, y los médicos le dicen que no lo pueden curar. – Si no me pueden curar, que me peguen cuatro tiros, que yo no puedo vivir con estos brazos partidos. Se da comba al ritmo de la canción y al final del verso se deja la cuerda arriba para volver a empezar (igual que en “el cocherito, lerén”). También se puede hacer como duble, aligerando el ritmo de la canción y deteniendo arriba la cuerda como se ha dicho anteriormente.
“Juanito subió a la vía” puede convertirse también en un juego con la pelota: se va botando ésta al ritmo de la canción, y al final de cada verso se pasa por debajo de la pierna. Si se cae la pelota, se pierde. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN ESTA PLAZA NUEVA (CANCIÓN DE COMBA) – En esta plaza nueva no se puede jugar, porque llegan los niños y vienen a estorbar. – Con un cigarro puro vienen a presumir, más vale que les dieran un palo y a dormir. – ¡Ay, Mateo, teo, teo, teoteíto, anda y cómprale a la niña un acordoncito! – ¡Ay, Mateo, teo, teo, teoteón, anda y cómprale a la niña un acordeón, chin, pon!
– En esta plaza nueva no se puede jugar, porque vienen los niños y vienen a estorbar. – Y las niñas protestan: a ver, a ver, a ver, niños de quince años quieren tener mujer. – ¡Ay, Mateo…! Etc… Comba como en “el cocherito, lerén”: la niña que salta se agacha y las que dan atirantan la cuerda, siempre que el ritmo de la canción lo pida. Al llegar a “teo, teo”, hay duble con las mismas características antes descritas. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Catalina Guzmán López.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
POR EL PASEO DE ORIENTE (CANCIÓN DE COMBA) – Por el paseo de Oriente, muy rebonito (bis), por donde se pasean, los señoritos (bis).
– Los señoritos llevan en el zapato (bis), un piojo y una pulga bailando un tango (bis). – Por el paseo de Oriente… – Los señoritos llevan en la cartera (bis), un piojo y una pulga de borrachera (bis). – Los señoritos llevan en los bolsillos (bis), un piojo y una pulga muy chiquitillos (bis). Comba al ritmo de la canción. La niña que salta, se agacha y las que dan, dejan la cuerda en alto siempre que el ritmo así lo pida (como en “el cocherito, lerén”)… Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Catalina Guzmán López. – Joaquín Quesada Guzmán.
PLUMA, TINTERO Y PAPEL (CANCIÓN DE COMBA) – ¡Que una, que dos y que tres!, pluma, tintero y papel, para escribir una carta a mi querido Miguel. ¡Que una, que dos y que tres! ¡Que salga una niña que vaya a perder! – A la lata, al latero, a la hija del hojalatero (chocolatero), que viva la lata, que viva el latero, que viva la hija del hojalatero (chocolatero).
– ¡Que una, que dos y que tres!, pluma, tintero y papel, para escribir una carta a mi querido Miguel. – ¡Que una, que dos y que tres! ¡Que salga una niña que vaya a perder! – A la lata, al latero… etc.
Canción de comba al ritmo de la música. En el estribillo (“a la lata, al latero”) se da duble. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– María Antonia Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ÉNTRATE, ROSA (CANCIÓN DE COMBA) – Éntrate, rosa, salte, clavel, y repetiremos de nuevo otra vez. Dos niñas dan a la comba o a la barca (media comba). Una niña entra y salta, al ritmo de la música, permaneciendo sola mientras se recitan los versos por primera vez. Inmediatamente después (ella continúa saltando), al decir “éntrate, rosa”, entra una nueva niña. Y al decir “salte, clavel”, se sale la primera y sigue la segunda. Así sucesivamente hasta que saltan todas.
Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Mari Gómez Cobo. – Joaquín Quesada Guzmán
¿VIUDA, SOLTERA, CASADA O MONJA? (CANCIÓN DE COMBA) – Oh, Clemento, quiero salir del convento, para estudiar la lección del Sagrado Corazón.
– Viuda, soltera, casada o monja…. (Se repite hasta que se pierda). Se compaginan barca y comba normal, al compás de la música, comenzando por barca. Al llegar a “viuda, soltera”…, se da un duble muy rápido, hasta que pierda la que está saltando. Si pierde en “monja” por ejemplo, es que será monja cuando sea mayor etc… Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ÚRSULA, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? (CANCIÓN DE COMBA) – Úrsula, ¿qué estás haciendo tanto tiempo en la cocina? – Señora, le estoy quitando las plumas a esta gallina.
– Si las plumas son de oro, me las tienes que pagar, para hacerle una corona a la Virgen del Pilar. Comba normal al ritmo de la canción.
MARÍA TACÓN (CANCIÓN DE COMBA) – María tacón, taconeando, pisó un ratón, le sacó las tripas y se lo comió. Comba normal o duble… Juegos tradicionales de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
¿CON CUÁNTOS AÑITOS ME VOY A CASAR? (CANCIÓN DE COMBA) – Papá, mamá, ¿con cuántos añitos me voy a casar?
– Con uno, con dos… Se va dando comba al ritmo de la canción, contando años desde el uno hasta que se pierda.
Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Mari Gómez Cobo.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán
¿ADÓNDE VAS, CHINITO? (CANCIÓN DE COMBA) – ¿A dónde vas, chinito, con ese farol? – Voy debajo del puente que tengo calor. – ¿En qué calle vives? – En calle Mayor, número veintisiete y ochenta y dos.
Canción de comba normal al ritmo de la música… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Isabel María Quesada y Mari Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
SOY LA ESPAÑOLA (CANCIÓN DE COMBA) – Soy la española, la aceituna como ninguna (duble), estoy rellena (duble), de rica anchoa (duble). – El demonio, como es tan travieso (duble), las uñas largas (duble) y el rabo tieso (duble). – El demonio fue a la guerra y me trajo un caramelo (duble), lo dejé sobre la mesa (duble) y se lo comió mi abuelo (duble). – ¡Vaya un abuelo tan puñetero (duble), que se ha comío mi caramelo! (duble). Comba normal al ritmo de la música, compaginándola con duble donde se indica.
QUE UNA, QUE DOS Y QUE TRES (CANCIÓN DE COMBA) – Que una, que dos y que tres, que como se llama usted: – a la vuelta se lo diré, me llamo María Isabel.
Barca o comba muy lenta al ritmo de la canción. Juegos tradicionales de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
QUE UNA, QUE DOS, SIN PERDER COMBA (CANCIÓN DE COMBA) – Que una, que dos, sin perder comba, que tú ganaste la victoria, que tú la tienes que ganar: roja, amarilla y encarná, el color de la bandera nacional.
– Desde el principio hasta “la tienes que ganar”: barca o media comba. – “Desde “roja, amarilla” … hasta el final: duble.
MAMA INÉS (CANCIÓN DE COMBA) – Mama Inés, ¿cuántos años tiene usted?
– Uno, dos… (se sigue contando hasta perder). Comba al ritmo de la canción. Al contar se hace duble rápido, desde uno hasta que se pierda. También puede jugarse con una pelota: al compás de la canción se bota, a ritmo rápido, la pelota (principalmente cuando se empieza a contar), hasta que se pierda el control de ésta. Juegos tradicionales de Pegalajar – Informantes: – Recopilación:
– Isabel María Quesada y Mari Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
PERIQUILLO Y SU MUJER (CANCIÓN DE COMBA) – Periquillo y su mujer, uno y dos, se pusieron a comer, uno y dos. Periquillo se enfadó, la cuchara le tiró.
Comba duble al compás de la canción. Después de la cuchara pueden añadirse otras acciones de Periquillo contra su mujer: “una torta le pegó”, “el divorcio le pidió” etc… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Catalina Guzmán López. – Isabel María Quesada Gómez. – María Antonia Quesada Guzmán. – Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
SI TUVIERA UNA NARANJA (CANCIÓN DE COMBA) – Si tuviera una naranja, contigo la partiría, pero como no la tengo, ésa es la penita mía. – Dame la mano, paloma, y vete con Dios, pichona.
Canción de comba al ritmo de la canción, con una sola niña saltando. Al decir “dame la mano”, entra una segunda compañera. Al finalizar la frase “vete con Dios, pichona”, sale fuera la que había comenzado el juego, continuando igual hasta que han participado todas… Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Catalina Guzmán López. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
CON ESE COLLAR DE PERLAS (CANCIÓN DE COMBA) – Con ese collar de perlas y esa falda tableada, te pareces a la reina cuando pasa por Granada. – ¡Qué guapa eres cuando me miras! – Con esa falda tableada, que no te llega a las rodillas, el sinvergüenza de tu novio te quiere ver las pantorrillas.
Duble al ritmo de la canción, dejando la cuerda arriba (como en “el cocherito, lerén”), cuando el ritmo lo indica. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido. – Clemen Cruz Cobo. – Clemen Cruz López. – Isabel María Quesada Gómez. – Jerónima Ruiz Torres. – Juana Torres Talavera. – Mari Gómez Cobo. – Nieves Yeguas Peña.
PAN, VINO Y TOCINO (CANCIÓN DE COMBA) – Pan, vino y tocino, tocino, tocino, tocino… (muchas veces). – Pan y tocino y una copa de vino, y otra de aguardiente, fuerte, fuerte, fuerte… (muchas veces). – Pan y tocino, la oreja del cochino, y una copa de aguardiente, fuerte, fuerte, fuerte… (muchas veces). Comba normal al principio, terminando con un duble muy rápido, repitiendo la palabra “tocino” y “fuerte” hasta que se pierda… Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
POR UN PASERITO, MARI (CANCIÓN DE COMBA) – Por un paserito, Mari, rendido de andar, a la sombra de un pino me puse a descansar. – Estando descansando, por allí pasó una niña muy guapa, que me enamoró. Rubia de cabello, blanca de color, alta de cintura, que así la quiero yo. – En Zaragoza cayó un cañón, ¡ay, qué gran bote en el agua dio! Lo levantaron, volvió a caer, mató a la hija de un coronel, de un coronel, de un capitán, Alfonso XII ha muerto ya.
Canción de comba al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
ESTÁ LLOVIENDO, LLOVIENDO (CANCIÓN DE COMBA) – Está lloviendo, lloviendo, te mojarás, mojarás, los zapatitos de seda y las medias de cristal, colorín, colorán.
Canción de comba al ritmo de la música. Juego tradicional de Pegalajar – Información y recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
TENGO, TENGO, TENGO Y TRES POLLITOS (CANCIONES DE COMBA) – Tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada. Tengo tres ovejas en una cabaña. – Una me da leche, otra me da lana y otra mantequilla para la semana. (y otra me mantiene toda la semana). Caballito blanco, llévame de aquí; llévame hasta el pueblo donde yo nací. – Tres pollitos tiene mi tía, tiene mi tía, tiene mi tía: uno le canta, otro le pía y otro le toca la sinfonía. – ¡Atención, que va a empezar, la sinfonía! Tres pollitos…
Canciones de comba al ritmo rápido de la música. Juegos tradicionales de Pegalajar – Información y recopilación:
– Antonia Torres Garrido.
LA HIJA DEL ALCALDE (CANCIÓN DE COMBA) – La hija del alcalde, la más pequeña, pun, catapún, chimpún, gori, gori, gori, sun, sun, sun, la más pequeña, pun. – La que esconde los huevos bajo la leña, pun, catapún, chimpún, gori, gori, gori, sun, sun, sun, bajo la leña, pun. – De tu casa a la mía no hay más que un paso, pun, catapún, chimpún, gori, gori, gori, sun, sun, sun, no hay más que un paso, pun. – Ya no bebo más agua de tu tinaja, pun, catapún, chimpún…, de tu tinaja, pun. – Porque he visto un bichito que sube y baja, pun, catapún, chimpún…, que sube y baja, pun.
Canción de comba al ritmo y compás de la música. Al final de cada estrofa se detiene la comba (coincidiendo con la palabra “pun”), volviendo a comenzar con el mismo ritmo anterior en la estrofa siguiente… Canción de comba de Pegalajar y Campillo de Arenas – Información y recopilación:
– Juan Quesada Guzmán y alumnas del CEIP “Virgen de la Cabeza”.
CANCIONES DE COMBA DE LA GUARDIA “Mi hermana y sus amigas se ponen luego a jugar a la comba. Hay tres velocidades: una lenta que se llama la barca, otra normal y otra muy rápida que es un duble. A los muchachos no nos dejan jugar porque dicen que se se nos cae el pito. Entonces nos sentamos en el suelo a verles las piernas. De vez en cuando, al salirse de la cuerda, se les levanta la falda y les vemos las bragas: son blancas, rosas o azules y casi todas con encajes. Al rato no quedan casi muchachos mirando, porque se han ido a los granaos. Yo no me voy a los granaos porque luego te salen empeines, y los padres y el maestro saben de qué salen estos empeines. Unos pocos nos quedamos viéndolas saltar a la comba, a ver si hay suerte y nos dejan saltar. Ellas se hacen las disimuladas, pero empiezan a cantar una canción con idea: – En el mar hay un demonio, que tiene la cola verde, la cola verde. Yo digo para mí: “éstas saben lo de los granaos”, y me pongo rojo como un tomate. Pero aguanto allí porque me gusta oírlas cantar. – Por la baranda del cielo se paseaba una dama: vestida de azul y blanco, sí, sí, que Catalina se llama. Al final me quedo solo y entonces mi hermana me deja saltar con ella. A veces saltan dos chiquillas de la mano. Otras veces alguna dice “me pido un duble”, pero si pierde tiene que ponerse a dar. – Úrsula, ¿qué estás haciendo tanto rato en la cocina? – Señora, le estoy quitando las plumas a la gallina. Hay un duble en el que se van diciendo nombres de muchachos, y donde se para la comba, ése es el novio. Pero son cuatro nombres nada más:
– Quisiera saber quién es mi novio: Pepe, Juan, Luis o Antonio, Pepe, Juan, Luis o Antonio… Y así hasta que se pierde. A mí una de las canciones de comba que más me gusta es la que critica a las muchachas que no saben hacer nada en la casa: – Eres más chica que un huevo y ya te quieres casar. Anda, ve y dile a tu madre, que te enseñe a remendar. Que, ¡ay, ay, ay, tápate, que te doy una patá. (Nosotros decimos: el culo se te ve). Una canción de comba que se me olvidaba es la de Las Cándidas: – ¿Dónde van las Cándidas? En busca del médico, porque la Conchíbira se ha cortado un débiro. Que la Conchíbira se cortó un débiro, con la cuchíbira del zapatébiro. (Muy deprisa cuatro últimos versos). Diré la última, para no resultar hartizo: – ¿A dónde vas culona con tanto culo? A la besuguería a por besugo. Me ha dicho el besuguero que no hay besugo. Entonces la culona menea el culo”. Juegos tradicionales de La Guardia – Información y recopilación:
– Francisco Pérez Fernández.
EL VERDUGO SANCHO PANZA (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – El verdugo Sancho Pan, za, za, ha matado a su mujer, jer, jer, porque no tenía dinero, ero, ero, para irse, para irse al café, fe, fe (bis).
– El café era una casa, sa, sa, que tenía una pared, red, red, en la pared una vía, ía, ía, por la vía, por la vía pasa el tren, bu, bu (bis). – En el tren había una vieja, ja, ja, que tenía cuatro pelos, elos, elos, y los cuatro que tenía, ía, ía, se los cortó, se los cortó el peluquero, ero, ero (bis) Para comenzar el juego se da una palmada. La mamo derecha de una niña choca contra la derecha de la otra, cruzándose. Después dan otra vez palmada, y chocan la izquierda contra la izquierda.
Al final de cada verso se hacen los siguientes gestos: – “Pan, za, za”: se tocan el vientre o se hace el gesto de tener la barriga muy gorda. – “Mujer, jer, jer”: se hace el gesto de cortarle el cuello con una navaja. – “Dinero, ero, ero”: gesto de tener dinero (roce de los dedos pulgar y corazón). – “Café, fe, fe”: señas de beber café en una taza. – “Casa, sa, sa”: se hace la forma de una casa con la mano. – “Pared, red, red”: señas de enlucir una pared. – “Vía, ía, ía”: señas de recorrer la vía de un tren. – “Bu, bu”: señas de silbar el tren o señal de tirar de la campana del tren. – “Vieja, ja, ja”: señas de una vieja llevando un bastón. – “Pelos, elos, elos”: se cogen el pelo propio. – “Tenía, ía, ía”: acción de enseñar cuatro pelos. – “Peluquero, ero, ero”: señas de cortar el pelo. El cruce de manos y todos los gestos anteriores se hacen a gran velocidad… Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Recopilación:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Joaquín Quesada Guzmán.
SOY EL CHINO CAPUCHINO (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – Soy el chino capuchino mandalín, lin, lin, que ha venido del país de la ilusión, sión, sión, mi coleta de tamaño natulal, lal, lal, y con ella me divierto sin cesal, sal, sal.
– Una tarde que salí a paseal, al, al, una china me tiló del coletín, tin, tin, mila, china, que no quiero discutil, til, til, soy el chino capuchino mandalín, lin lin. El segundo verso puede cambiarse por “de la era patatera del Japón”. El sonido r se ha convertido en l: – Mandarín (mandalín). – Natural (natulal). – Cesar (cesal). – Pasear (paseal). – Discutir (discutil). Se juega igual que “el verdugo Sancho Panza”, con las siguientes observaciones:
– “Mandalín, lin, lin”: con los dedos se estiran ambos ojos imitando los de un chino. – “Ilusión, sión, sión”: gestos imitando a un mago que abre sus manos. – “Natulal, lal, lal”: se tientan el pelo o coleta. – “Cesal, sal, sal”: gesto de menear la coleta, chuleando con ella. – “Paseal, al, al”: gesto de pasear (andar a pasos pequeños como los chinitos). – “Coletín, tin, tin”: tiran del pelo a la compañera de juego. – “Discutil, til, til”: se sacan la lengua mutuamente. – “Mandalín, lin, lin”: gesto de estirazar los ojos como los chinos. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
MOISÉS FOLLUTI (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – May, may, may. Moisés folluti, tú eres ancla, por eso lluti, contigo está, au, au. – La china guagua, doméstica la chacha, tenía una muchacha, que no sabía leer, er, er.
– Este verano se corta el pelo el peluquero del Cordobés, er, er. (Se corta el pelo el Cordobés). – Todas las chicas se pasean por las calles de Madrid, verdad que sí, sí, sí, verdad que no, no, no. – “May, may, may”: una niña pasa la mano derecha sobre la izquierda de su compañera, y la compañera pasa la izquierda sobre la derecha de la contraria suavemente. Manos en posición horizontal.
Al comenzar, una mano está mirando hacia abajo y otra hacia arriba, y los de la compañera al revés. Hecha esta introducción, se colocan las manos en posición vertical, chocándolas, dando una palmada y pasándola suavemente como al principio. Así se va repitiendo durante toda la canción. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes: – Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada. – Recopilación: – Joaquín Quesada Guzmán.
SANTO DOMINGO (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – Santo Domingo, uh, uh, qué mala pata, ata, ata, que el otro día, me encontré con una vaca, ¡muuu!
Le di dos tiros, pun, pun, y la maté, ee, ee, el otro día me encontré con mi bebé. – ¡Mamá, yo quiero cheche! Le di la cheche, mu, mu, y el chupete, ete, ete, y al otro día me encontré con mi mujer. – ¡Cariño, yo quiero un beso! Le di dos besos, muá, muá, y me pegó, chip, chop, y al otro día me encontré con un ciempiés: 10. 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80. 90 y 100. Juego con las manos (igual que los anteriores), haciendo los movimientos y gestos que se indican. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
MARÍA LA COCOTERA (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – María, cha, cha, cha, la cocotera, cha, cha, cha, vende patatas, cha, cha, cha, a mil pesetas, cha, cha, cha.
– Cuidado, cha, cha, cha, que va de lado, cha, cha, cha, con cuatro vueltas, cha, cha, cha, una, dos, tres y cuatro. Juego con las manos (igual que los anteriores), haciendo los movimientos y gestos que se indican. Juego tradicional de Pegalajar – Informantes:
– Caty Garrido Garrido. – Inmaculada Herrera Valero. – Lucía Gómez Navarro. – María Agustina Gómez Valenzuela. – María Francisca García Quesada. – María Socorro Galiano Castro. – Margarita Chica Torres. – Margarita Martínez Quesada.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
EN LA CALLE VEINTICUATRO (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – En la ca-lle-lle veinticua-tro-tro, se ha cometi-do-do un asesina-to-to. Una vie-ja-ja mató a un ga-to-to, con la pun-ta-ta del zapa-to-to. ¡Pobre vie-ja-ja, pobre ga-to-to, pobre pun-ta-ta del zapa-to-to!
Sería necesario un vídeo explicativo para este juego, dada la dificultad de expresar con palabras el rápido movimiento de las manos… Es un espectáculo ver a las niñas jugar en el patio del colegio en éste y en otros juegos, en un alarde de rapidez y de reflejos difíciles totalmente de explicar por escrito. Dos niñas (enfrentadas una con otra) juegan alternando choques sucesivos de manos: en primer lugar, enfrentan las palmas en horizontal (la parte de arriba contra la de abajo). Después dan doble palmada en vertical, terminando con doble palma (como si estuvieran aplaudiendo). En cada una de las dobles palmas, una de las niñas se va agachando por turnos… Juego tradicional de Pegalajar – Informante: – Recopilación:
– Isabel María Quesada Gómez. – Joaquín Quesada Guzmán.
LOS SIGNOS DEL ZODIACO (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS)
– Capricornio, Leo, Cáncer, Aries, Libra, Piscis, Tauro, Escorpión y Sagitario, Virgo, Géminis y Acuario. – Capricornio, Leo, Cáncer, Aries, Libra, Piscis, Tauro, Escorpión y Sagitario, Virgo, Géminis y Acuario.
Juego por parejas (igual que “En la calle veinticuatro”), pero sin doble palmada al final. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Isabel María Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán
MILIQUITÚMBALAMALÉTICAPOTINGUE (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – Mi, mi, mi. Miliquitúmbalamaléticapotingue, delpotinguedelaséticadelamalética, delpotinguedelamaléticadelasética. ¡Ay, qué lío nos hacemos entre las dos! ¡Chin, pon!
Juego por parejas (igual que “En la calle veinticuatro”), pero sin doble palmada al final. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Isabel María Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
¡HOLA, PEPITO! (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) – ¡Pon, pon! – ¿Quién es? – ¡Soy yo! – ¡Pepito! – ¡Hola Pepito! ¿Cómo estás? Dame un besito. ¡Muá, muá, muá! “Hola Pepito” es un juego de coordinación con los dedos de las manos. Con las palmas abiertas y unidas, los dedos mantienen la anterior conversación, al tiempo que realizan los movimientos que a continuación se indican: – “¡Pon, pon”!: se tocan dos veces los pulgares. – “¿Quién es?”: se tocan los meñiques. – “¡Soy yo!”: se tocan los índices. – “¡Pepito!”: se tocan los anulares. – “¡Hola Pepito! ¿Cómo estás? Dame un besito. ¡Muá, muá, muá!”: los dedos corazón me mueven con mucha rapidez, de izquierda a derecha, como si estuviesen abrazándose y saludándose. Juego tradicional de Pegalajar – Informante:
– Isabel María Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
GUERRA DE PULGARES (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) Las manos de las dos personas que juegan se unen y se enganchan, dejando libres los pulgares de ambos. Comienza así la guerra de los dos pulgares, ganando la persona que consigue atrapar e inmovilizar el pulgar del compañero con el suyo propio.
MANOS ENFRENTADAS (JUEGO DE NIÑAS CON LAS MANOS) Cada jugador une sus propias manos por las palmas y se coloca en frente de su adversario, decidiendo por suertes quién comenzará el primero. Las reglas del juego son las siguientes: 1.- Sólo despega las manos para golpear al adversario la persona que pueda pegar. 2.- Si el que pega es esquivado, pierde el turno y cambia su papel. 3.- El que recibe, sólo puede esquivar moviendo las manos (unidas por las palmas) hacia arriba o hacia abajo. Si las separa, se considera trampa. Juegos tradicionales de Pegalajar – Informante:
– Isabel María Quesada Gómez.
– Recopilación:
– Joaquín Quesada Guzmán.
OTROS JUEGOS FINALES Hay otros muchos juegos que no merece la pena comentar con detalle, al ser muy conocidos. Se escribe a continuación sólo una explicación mínima y sencilla de los mismos. Es importante continuar reteniéndolos en nuestra memoria, ya que los hemos jugado muchas veces en la escuela y en el pueblo y tenemos un gran recuerdo de ellos…
EL CONEJO DE LA SUERTE – El conejo de la suerte ha salido esta mañana, a la hora de partir plin, plon, ya está aquí, haciendo reverencia con cara de vergüenza. Tú besarás al chico o a la chica, que te guste más.
Hecho un corro circular de niños y niñas, todos cantan la anterior canción como si estuvieran utilizando una fórmula de sorteo, hasta llegar al final de la misma. – “Que te guste más”: al que le corresponda la palabra “más”, se levanta y besa al niño o niña del corro (según corresponda) que le guste por novio o novia.
DE LA HABANA HA VENIDO UN BARCO Uno de los jugadores menciona cualquier producto que pueda ser transportado en la bodega de un barco, por ejemplo “melones”. El siguiente jugador deberá decir otra mercancía que comience por la letra m, por ejemplo manzanas. Cuando un jugador no puede seguir la serie, queda eliminado…
¿QUÉ HAS COMÍO? – ¿Qué has comío? – Majoletas. – ¿Me has guardao? – Unas poquillas. – ¡Abajo de mis costillas! Diálogo que mantienen dos niños o niñas (o varios al mismo tiempo): uno de ellos tiene agachada la espalda, mientras el otro apoya la suya encima de la del compañero. Ambos tienen las manos fuertemente enlazadas. Finalizado el diálogo se vuelven las tornas, cambiándose el burro por jinete y el jinete por burro…
A LA SILLETICA DEL NIÑO JESÚS – ¡A la silletita del Niño Jesús! ¡Arrechuchuchú! ¡A la silletita del Niño Jesús! ¡Arrechuchuchú!
– A la silletica de la Reina que nunca se peina. Un día se peinó y la silletica se rompió.
Dos niños cogen sus brazos (el brazo izquierdo y derecho de uno con el derecho y el izquierdo del compañero), formando una especia de silla en la que llevan montado a otro (normalmente un niño pequeño). Éste sujeta sus manos en los cuellos de los que han formado la silla y se lo pasa en grande mientras lo pasean por la calle y lo zarandean al son del “arrechuchuchú”…
PALABRAS ENCADENADAS Juego para poner a prueba nuestra memoria y las palabras de vocabulario que conocemos: el primero de los jugadores dice una palabra cualquiera. El siguiente deberá decir otra que empiece por la última letra de la palabra dicha. El juego continúa, siguiendo siempre un turno, hasta que alguien repita una palabra o no sepa encontrar la que corresponda.
MONTÓN “Vamos a jugar a montón” era una frase corriente pronunciada, para entrar en calor, en las tardes de invierno. Cuando hacía un frío que pelaba, el niño que le correspondía en suerte (tras sorteo ) se colocaba de burro, apontocando fuertemente sus manos sobre algún soporte firme que le proporcionara estabilidad. Inmediatamente después iban saltando sobre él todos los compañeros de juego, formando un auténtico montón (algunas veces de altura considerable), mientras los más bajos aguantaban el chaparrón y los colocados en la parte de arriba terminaban en el suelo…
LA PARÍA También era frecuente jugar a “la paría”: colocados un buen número de niños en un poyo o escalón, los dos que estaban en los extremos apoyaban sus pies en la pared y apretaban con toda la fuerza posible hasta que lograban sacar a los que estaban colocados (bien apretaos) en el medio. Estos últimos aguantaban el empuje todo el tiempo posible, hasta que no había más remedio que producirse el parto: “parir” y salir afuera…
EL TELÉFONO El primero en jugar dice al oído del compañero que tenga más cerca un mensaje cualquiera, sin que los demás puedan oírlo. Éste lo pasará al siguiente y así sucesivamente hasta llegar al último compañero… Cuando el último jugador que ha recibido el mensaje, lo dice en voz alta, las risas son generalizadas, dada la incongruencia entre lo escuchado y lo dicho en el primer momento.
TRES EN RAYA Cada jugador intentará colocar en el papel preparado al efecto (doblado en vertical, horizontal y en sus diagonales) sus propias chinas. Éstas deben quedar alineadas en vertical, horizontal o diagonal, al tiempo que se impide que lo haga el contrario. También puede jugarse en el suelo, después de haber realizado en el mismo el dibujo correspondiente…
VEO, VEO Uno de los jugadores piensa mentalmente en un objeto que esté a la vista de todos y dice el “veo, veo” famoso, que tantas veces hemos jugado. – Veo, veo. – ¿Qué ves? – Una cosita. – ¿De qué letrita? – Letrita, letrita…
Y dice la inicial del objeto elegido… El primero que lo consiga adivinar, será el encargado de comenzar de nuevo el juego.
¿ECHO LA MONA? – ¿Echo la mona? – ¡Échela usted! – ¿Y si os muerde? – ¡Déjelo usted! Este diálogo se producía entre la madre y los niños participantes en el juego, que corrían a esconderse una vez finalizado el mismo. En este caso, la “mona” era el toro que perseguía a todos los compañeros escondidos (ver juego “el escondite”)…
EL AHORCAO Un jugador piensa una palabra cualquiera (normalmente larga), escribiendo la primera y la última letra de la misma. El resto de las letras las sustituye con una raya. Los demás van diciendo las letras que creen que faltan. Si son correctas, se colocan en el sitio correspondiente. Pero en caso contrario, se va dibujando la figura de un ahorcado, marcando trozos de su cuerpo por cada letra equivocada. Si se completa el dibujo del ahorcado sin haber adivinado la palabra, se pierde la partida.
¿QUIÉN ME COMPRA ESTE LORITO? – ¿Quién me compra este lorito? ¿Quién me lo quiere comprar? Lorín, lorán, ¿quién me lo pagará? El “lorito” era una especie de cuenco o plato (parecido a un cenicero grande) que se hacía con barro y se estrellaba contra la pared, una vez pronunciadas estas palabras. Ganaba el que lograba adherirlo en la referida pared, sin que se cayera al suelo. Si no se quedaba pegado, volvía a reconstruirse… Todos terminaban con las manos y la ropa llenas de barro, ante las voces de las madres en unos tiempos en los no había agua en las casas y la lavadora automática consistía en restregar la ropa sobre la “piedra” en las acequias del Peral y del Bañuelo…
LOS BARCOS Este juego consiste en una batalla naval en dos trozos de papel cuadriculado, con letras y números en cada uno de los ejes de coordenadas (filas y columnas). Cada uno de los jugadores dibujaba, sin que el otro se diera cuenta, aviones, barcos, submarinos etc. en las cuadrículas de su propio trozo de papel. Una vez realizados estos preparativos, un jugador decía el nombre de una cuadrícula cualquiera (por ejemplo D8). El otro la buscaba en su mapa y contestaba “agua” si estaba vacía, y “tocado” si estaba ocupada en parte por un barco. Si a dicho barco no le quedaban ya cuadrículas por tocar, se respondía “tocado y hundido”. Ganaba el jugador que lograba hundir primero los barcos de su enemigo.
TIRAR A LA LATA El juego consistía en derribar a pedrás varias latas colocadas a una distancia convenida… La puntería quedaba más que demostrada en este juego de habilidad, que solíamos hacer normalmente en las eras, en la explanada o en cualquier otro descampado del pueblo. Muchas veces cambiábamos las pedrás a la lata por guerrillas de un barrio contra otro, con aporreaos sin cuento de uno y otro bando…
LA ROANGA La roanga era una rueda circular de hojalata (construida normalmente por los propios niños), que era conducida por las calles del pueblo con un alambre apoyado en la mano. Éste finalizaba en un gancho de un diámetro un poco mayor que la roanga, adaptándose a su circunferencia y permitiendo la marcha… A veces se salía el gancho y la roanga seguía disparada calle abajo por la inercia del empuje dado…
LOS ZANCOS Mi hermano y yo nos recorríamos la Villa, a pesar de estar en cuesta y empedrá, con los zancos. Nos proporcionaba nuestra madre dos latas grandes y les hacíamos dos agujeros laterales con un martillo y una punta. Hechos los agujeros, metíamos por ellos una guita recia, lo suficientemente larga como para llegar hasta las manos. Terminado el artilugio, montábamos los dos pies en cada una de las latas y caminábamos por la calle, sirviéndonos como equilibrio las guitas que atirantábamos con las dos manos... ¡Menudas tretas por la puerta de Rosa si se rompía alguna de ellas! Pero, daba igual… ¡Con zancos, éramos más altos que el resto de los chiquillos de la calle!
LAS DAMAS Para este juego se utiliza un tablero de ajedrez y chinas de varios colores o tamaños. Éstas mueven siempre hacia delante y en diagonal. Las capturas se realizan saltando por encima de la china enemiga, si ésta tiene un espacio libre detrás de sí. Se puede encadenar más de un salto… Si se puede, es obligatorio capturar. Si puedes capturar y no lo haces, el contrario coge tu piedra diciendo la palabra “soplada”. Cuando una piedra llega al extremo contrario del tablero, se transforma en dama. La dama sigue moviéndose en diagonal, pero puede avanzar y retroceder y moverse más de una casilla. La dama también tiene la obligación de matar para no ser soplada. Gana el jugador que elimina antes todas las chinas del compañero.
EL ESPEJO Los niños que participan se colocan por parejas, dándose la cara y formando dos filas. Los jugadores de una de las filas comienzan a gesticular y a hacer tonterías con cualquier movimiento que se les ocurra. Los de la otra fila deberán imitar a su pareja, como si les sirvieran de espejo. Está prohibido reírse. Pasado un tiempo, se intercambian los papeles, pasando el jugador reflejado a convertirse en espejo…
ATAJAREMOS ESTA CALLE – Atajaremos esta calle, para que no pase nadie. Nos hincaremos de rodillas, pa que pase el tío Morillas, illas, illas, illas. – Le daremos un beso al suelo, pa que pase el tío Mochuelo, elo, elo, elo.
Un grupo numeroso de niños y niñas, cogidos de la mano, atajaban la calle al ritmo de la canción, hincando las rodillas en tierra o besando el suelo al recitar el verso correspondiente. Después volvían a levantarse, continuando el atajamiento y prohibiendo el paso a los que venían en dirección contraria…
LA BOTELLA Un niño hace de botella, formando todos los demás un círculo a su alrededor. A una señal, se deja caer lentamente, sin doblar la espalda ni las rodillas, hacia cualquiera de los lados del círculo. Los compañeros que se encuentren en el lado donde cae, lo aguantan con las manos y lo impulsan hacia el lado opuesto. Cuando un jugador no es lo suficientemente rápido o no tiene fuerza para sujetar y se le cae la botella encima, pasará él a colocarse en el centro.
EL CARRO
Todavía quedan en los terraos de nuestro pueblo los antiguos carros (con ruedas de madera o con rodamientos metálicos), que nos servían para lanzarnos calle abajo a velocidades increíbles... Los carros llevaban una superficie llana de madera en la que íbamos montados, dos ruedas traseras y una delantera (las tres de madera) sujetas en un manillar que nos servía de volante. Los carros más perfeccionados cambiaban las tres ruedas de madera por rodamientos… Muchos carros eran auténticamente caseros, pero la mayoría de las veces era necesaria la ayuda del carpintero o de personas mayores para perfeccionarlos. Podían ser conducidos con los pies (con las manos bien sujetas a la tabla), o con las manos. ¿Os figuráis un carro a toda velocidad, embalao por la calle Pocasangre?: ¡O un abuelo rodaba por el suelo o los dientes del conductor volaban por los aires!...
LOS CARTONES No recuerdo en qué época del año jugábamos a los cartones, pero sí recuerdo que solía llevar los bolsillos llenos y que me tomaba muy a pecho perderlos o ganarlos… Los cartones los sacábamos de las cajas de cerillas (nosotros le llamábamos mixtos), después de cortarles los laterales que servían para rascar y encender. Utilizábamos los dos lados de la caja. Con la frase “primero a los cartones, quien tenga”, comenzaba el juego sin necesidad de echar suertes, ya que comenzaba a tirar el que la había pronunciado. Todo consistía en doblarlos ligeramente y tirarlos con maña contra el suelo. Ganabas, si al chocar se daban la vuelta y se ponían boca arriba. Siempre teníamos un cartón favorito al que llamábamos “el ganaor”, que colocábamos el primero . Diciendo “éste es mi ganaor”, lo lanzábamos
contra el suelo, con la certeza absoluta de que se iba a dar la vuelta. Aumentaba así tu colección que, al andar, se te iba ya saliendo del bolsillo… También solíamos jugar a montón con los cartones, apoyándolos contra la pared, tanto en la calle como dentro de nuestras casas, (igual que hacíamos con las bolas al jugar al golpe)… Y desde la pared se soltaban, cayendo al suelo por su propia inercia… A continuación, tiraba el compañero desde la misma pared y desde el mismo sitio que habías tirado tú. Y los perdías sin remedio, si caían encima de los tuyos que ya estaban en el suelo…
LA PELOTA Te convertías en un líder buscado por todo el mundo, si tenías la suerte de tener una pelota de goma. Con ella y veinte o treinta críos detrás de ti estaba asegurada la distracción para toda la tarde… Jugábamos a la pelota en cualquier calle del pueblo, después de echar pies, escoger a los que mejor regateaban y colocar varias piedras gordas que servían de porterías… Los mejores ratos los pasábamos en la Lonja, en la Explanada y en el Campillejo, donde las palabras “mano”, “pásala”, “fuera”, “penalti”, “offside” (utilizábamos el inglés y no decíamos fuera de juego), “gol” y “fullero” se gritaban con tanta potencia que se oían desde el otro extremo del pueblo. Solíamos echarnos partidos por barrios: los de la Plaza contra los de la Villa, los de la Fuente contra los de Triana, los del Romeral contra los del Chaquetero etc… Al final, los cantos de siempre, volviendo de nuevo las voces que llegaban de un barrio a otro: – Cinco a cero, fulanico de portero… – Hemos ganao la copa de meaos, el que ha perdío, se la ha bebío… – Somos de la Villa y no lo negamos,
y a los de la Fuente, paliza le damos…
¿QUIÉN LA TIENE FÉLIX? Reunido un grupo de niños y niñas (normalmente casi siempre niñas), se echaba suertes para ver quién se quedaba de toro. Éste se separaba unos pasos del resto del grupo y se volvía de espaldas con una pelota en la mano. Inmediatamente y, sin moverse de su situación, la lanzaba hacia atrás, siendo recogida por una de las jugadoras, que la escondía detrás de sus espaldas. El resto colocaba también las dos manos en la misma posición, simulando tener la pelota. En ese momento (el toro aún no les daba la cara), preguntaban todas a voces: – ¿Quién la tiene Félix? El toro contestaba, diciendo el nombre de una de las niñas del grupo. Si acertaba con la que tenía la pelota, pasaba la niña nombrada a ocupar su puesto. En caso contrario, se colocaba de nuevo de espaldas y continuaba de toro hasta que lograba no equivocarse...
LOS BOTONES
Era un espectáculo ver a las niñas jugar (por todas las calles del pueblo) con los botones desechados por sus madres. Con sus cajas de lata repletas hasta los bordes, se lo pasaban en grande y eran las más felices del mundo. Lo primero era hacer una raya vertical con la tiza, en las aceras de cemento que existían entonces en el pueblo o en cualquier otra superficie dura y lisa por la que pudiera desplazarse bien la caja. Colocados los botones en dicha raya vertical, el juego consistía en poner la caja en el suelo y desplazarla con la mano hacia ellos. Ganabas todos los que la caja lograba sacar de la línea marcada… El juego se complicaba, cuando se realizaba con la misma tiza un cuadrado grande y se colocaban botones en cada uno de sus cuatro vértices. El éxito de llevártelos, al desplazar la caja por el suelo, era lógicamente mucho menor…
EL FRONTÓN Hablando con Antonio Ramón Generoso sobre los juegos tradicionales de nuestro pueblo, comenta que se lo pasaba en grande con “pelota ruedo” y con otras de las muchas actividades recogidas anteriormente… No obstante esta coincidencia, hay que dejar apuntado también el juego del frontón (no recogido antes), que él practicaba con frecuencia en las paredes de piedra de la iglesia de nuestro pueblo (superficie lo suficientemente ancha y sin obstáculos, que permitía lanzar contra ella la pelota de goma)… Con dicha pelota y con una paleta o “raqueta” de madera (construida por él mismo con las tablas de las cajas del queso), el juego consistía en lanzar la pelota contra la pared de la iglesia que servía de frontón, utilizando la referida raqueta o la propia mano... Puestos de acuerdo los jugadores sobre la cantidad de puntos que se tenían que lograr, perdía la partida el que llegaba antes hasta la referida cantidad. Siempre que fallabas, no logrando enganchar la pelota, te anotabas un punto en contra… A veces, se dejaba en el suelo la “raqueta” y se prescindía también de la mano, siendo lanzada la pelota con el pie, siguiendo las mismas normas anteriores…
FRÍO, FRÍO–CALIENTE, CALIENTE
También informa Antonio Ramón de un juego (no recogido tampoco anteriormente, que hemos practicado desde siempre todos los críos del pueblo), consistente en buscar un objeto escondido anteriormente. Echadas las suertes correspondientes (para saber quién era el encargado de esconder y quiénes los que debían buscar), se escondía el referido objeto en el hueco de una pared o en cualquier otro lugar dificultoso. El juego podía hacerse al aire libre o dentro de las casas. La voz del encargado nos hacía ver la lejanía o la cercanía del objeto buscado: – ¡Frío, frío! ¡Como el agua del río! – ¡Caliente, caliente! ¡Como el agua de la fuente! – ¡Caliente, caliente! ¡Que te quemas! El niño o niña que lograba encontrar lo que se estaba buscando, era el nuevo encargado para esconder.
EL BOTE Comienza el juego con un grupo de niños y niñas colocados en círculo alrededor de un bote. Hay uno que, después del correspondiente sorteo, hace de toro y se la queda. Uno cualquiera de los participantes da una patada al bote, debiendo ir a recogerlo el que se la queda. Ese tiempo es aprovechado por los demás para esconderse y no ser pillados. El toro tiene que depositar el bote en su sitio primitivo, antes de comenzar a buscarlos. El que busca tiene como objetivo principal cazar al que dio la patada al bote. Si, mientras busca a los escondidos, alguien consigue llegar al bote sin ser pillado, salvará al resto del grupo. En el caso de que cace a otra persona distinta, ésta cantará dos veces “ha roto la olla”, “ha roto la olla”, para que sepa que debe continuar buscando al que dio la patada…
BESO, ATREVIMIENTO O VERDAD Dentro de un grupo de niños y niñas se elige por sorteo a la “víctima”, la cual será retada por sus compañeros a elegir una de las tres opciones del juego: beso, atrevimiento o verdad. – Beso: la víctima tiene que besar a la persona que decida el grupo. – Atrevimiento: la víctima tiene que realizar la prueba que el grupo decida (normalmente algo complicado o embarazoso). – Verdad: la víctima tiene que contar algo verdadero sobre su persona.
TIRAR DE LA SOGA Para demostrar nuestra fuerza todos hemos jugado alguna vez a tirar de la soga (tanto dentro del patio del colegio como fuera de él). Hechos dos equipos, se distribuye el mismo número de participantes en cada uno de los extremos de la soga. En cada equipo hay un capitán que, con anterioridad, ha elegido por turnos a los niños o niñas más fuertes… Antes de comenzar, se dibuja en el suelo una línea que servirá de frontera entre cada uno de los grupos. Una vez que comiencen los dos equipos a tirar de la cuerda, perderá el primero que pise el terreno del equipo contrario… Juegos tradicionales de Pegalajar – Información y recopilación: – Antonia Torres Garrido. – Antonio Ramón Generoso Almagro. – Joaquín y Juan Quesada Guzmán. – Mari Gómez Cobo. – Pedro José e Isabel María Quesada Gómez.
JUEGOS CON NIÑOS PEQUEÑOS También forman parte de la tradición oral de Pegalajar las frases rimadas y los juegos, algunos con movimientos rítmicos de manos y dedos, que suelen utilizar las madres o abuelas con sus hijos o nietos pequeños. Normalmente los niños escuchan de manera totalmente pasiva lo que les hacen, limitándose a ver y a escuchar las rimas, dada su corta edad. En otros, en cambio, son los propios niños (un poco más crecidos) los que repiten, sin conocer aún su significado, lo que les van diciendo… Se escriben a continuación los más conocidos y utilizados: 1. – Cinco lobitos parió la loba, blancos y negros, todos sin cola (detrás de la escoba). Cinco parió, cinco crió, y a tos los cinco su teta le dio.
– Cinco lobitos parió la loba, blancos y negros, todos sin cola (detrás de la escoba). Cinco tenía y cinco criaba, y a tos los cinco, su teta le daba. Se va girando la mano del adulto ante los ojos del niño, al ritmo de las palabras que se van diciendo.
2. – Al paso, al paso, al paso, al paso, al paso. Al trote, al trote, al trote, al trote, al trote. ¡Al galope, al galope, al galope, al galope, al galope! Juego con un niño sentado en la rodilla, acompañando los movimientos pausados del paso y del trote, con los rápidos del galope. 3. – Palmas, palmitas, para mi niño las más bonitas. Almendras y turrón, ¡qué bonitas son! Palmas y palmas, higos y castañas, almendras y turrón, ¡qué rica colección!
Se mueven las manos del niño, haciendo palmas al ritmo de la canción. 4. – Este niño puso un huevo, éste le echó la sal, éste lo puso a asar. éste lo probó y este Periquillo gordo, gordo, gordo, se lo comió to, to, to, to. Cada verso coincide con un dedo, comenzando por el meñique y terminando por el pulgar. Al final se hacen cosquillas en la palma de la mano.
5. – Vispar, que ya no hay más, vispar, vispar, vispar. Se utiliza la palabra “vispar” al finalizar la comida de un niño pequeño, cuando se le están dando las últimas cucharás de la papilla. 6. – La buena ventura del pan blanco, tú me lo traes y yo me lo zampo. Polvorillos vienen, polvorillos van, cierra la mano que se te van. Abre la mano, que te pica la avispa, abre la mano, que te pica ya. Juego para hacer cosquillas en la palma de la mano. Se comienza haciendo cruces sobre la mano. Después se hacen cosquillas en la misma mano donde se hacían las cruces. Se termina dándole una manotá con mucha suavidad. 7. – La buena ventura, si Dios te la da, el pan que te sobre me lo echas pacá. Si te pica la pulga, arráscatela. Juego para hacer cosquillas en la palma de la mano. Se hacen cruces sobre la referida palma de la mano y se arrasca al final, procurando hacer cosquillas.
8. – Pin, pin, colibín, por aquí pasó Martín, vendiendo huevos. Madre, qué comeremos. – Ensalada de piedra redonda, a quien le toque, que se esconda. Cada golpe de voz corresponde a un dedo de la mano… 9. – Barro la cabaña. ¿Con qué la barreré? – Con la mano cortada. – ¿Quién te la ha cortado? – El rey y la reina. – ¿Dónde está la reina? – Colando la leche con un cucharón, tápate ese dedo (o esa mano) que viene un ratón.
Cada sílaba se corresponde con un dedo o una mano . El dedo o la mano que coinciden con el último golpe de voz, se esconden. Se continúa con un dedo o una mano menos hasta ver quién gana.
10. – La gallina la “Babá” pone huevos a maná: pone uno, pone dos, pone tres, pone cuatro, pone cinco, pone seis, pone siete, pone ocho, tápate ese bizcocho. Lo mismo que el juego anterior. Si juegan muchos niños, pueden taparse manos en vez de dedos. 11. – Las cabrillas de Juan Serrano vienen tarde y se van temprano. Viene la oveja con el becerro. ¡Quita la mano que te la pego! Viene el abuelo con el cencerro. ¡Quita la mano que te la quiebro! Lo mismo que los juegos anteriores… 12. – Al pon, pon, al pon, pon, el dinero en el bolsón. Pon, pon, mocita pon, dinerito en el bolsón. Se apoya el dedo índice del adulto sobre la mano estirada del niño. 13. – Cuando tu madre te parió, ¿por qué no te quitó este tropezón? Al pronunciar el primer verso, se acaricia la nariz del niño hacia abajo. Al terminar el segundo verso, se le da un golpe suave en la nariz hacia arriba.
14. – Longaní, ni, ni, longaní, ni, ni, ni, ni, ni, ni, ni. Se tira de la nariz del niño al compás de la música. 15. – Titirigoma, los zapatitos de mi señora. Se coge un repizco en el gaznate y se le tiran tirones suaves al ritmo de la canción. 16. – ¿Quién me compra este costalico de sal, quién me lo quiere comprar? Se dice al echarse a cuestas a un niño pequeño. 17. – Sana, sana, colita de rana (culito de rana). Si no sanas hoy, sanarás mañana. Se dice al besar la herida o el chichón de un niño pequeño. 18. – Pinto lorinto, mata collejas, tírale a ese niño de las orejas.
Se tira de ambas orejas del niño al ritmo de la canción. 19. – ¿Cuál es la pata que te pilló el carro? Se dicen estas palabras, al tiempo que se hacen cosquillas en la pierna de un niño pequeño.
20. – Estos piececitos fueron a coger nabos: uno detrás de otro hasta la casa entraron. Se utiliza esta fórmula para mover los pies de un niño pequeño. 21. – Misico, gatico, que te “comites” las sopicas de mi niñito y no me “guardates”. ¡Zape, zape, zape, zape! Se acaricia suavemente la cara del niño con las dos manos, al ritmo de las palabras que se van diciendo. 22. – ¿Hasta dónde estás de papa? – Hasta aquí, hasta aquí… Se hace esta pregunta al niño, al tiempo que se señala la cabeza con el dedo. 23. – Hipo tengo, hipo tendré, ¿a quién se lo mandaré? – Se lo mando, se lo mando a… – Si me quiere bien, que se quede con él, y si me quiere mal, que me lo vuelva a mandar. Se dice lo anterior cuando un niño pequeño tiene hipo, para que se le quite pronto..
24. – Mama, dame pan. – Anda al Batán, que allí hay un mulo, le alzas el rabo, le das un beso en el culo y te dará un peazo de pan duro. Así se le contesta a un niño que pide pan entre comidas… 25. – Dos palomitas se van al palomar: se fue Pedro, se fue Juan, volvió Pedro, volvió Juan. Utilizada para contar con los dedos. 26. – Puño, puñete, puño, puñete. Reunidos varios niños, iban colocando sus puños cerrados (uno encima de otro) formando una alta escalera… Una vez terminada ésta (por no haber más jugadores), se preguntaba a cada uno de los puños cuál era la comida que tenían dentro. – Habichuelas, garbanzos, lentejas – se contestaba, finalizando el último diciendo la siguiente frase rimada: – ¡Arroz! – ¡Ay, qué rico color! (olor), ¡Ay, qué rico color! – contestaban todos, acariciándose sucesivamente la cara con ambas manos… 27. – Recotín, recotán, a la vera, vera van, a los pies de la cocina. ¿Cuántos dedos hay encima? Juego con los dedos.
28. – Son tres hermanitos, uno pequeño y otro gordito. Son los dedos de mi niño. ¡Que lo pillo, que lo pillo! Juego con los dedos. 29. – Yo soy el fraile frailón de la tierra de Áragón, y al que pillo por delante me lo zampo de un tragón. Al acercar la cuchara a la boca. 30. – ¡Mira qué mancha de huevo! ¡Rito, carnero! ¡Mira qué mancha de harina! ¡Rito, Catalina! Se le indica al niño que mire la mancha que tiene en el pecho, al tiempo que se le da con la mano hacia arriba con dirección a la nariz. Juegos con niños pequeños, recopilados en Pegalajar por Isabel María y Joaquín Quesada.
FÓRMULAS RIMADAS PARA ECHAR SUERTES (FÓRMULAS DE SORTEO) Para dar comienzo a cualquiera de los juegos anteriores, era utilizada una fórmula de sorteo entre las muchas existentes en nuestro pueblo. Se echaba suertes para ver quién se quedaba de toro y quién de madre, para elegir a los niños o niñas que debían formar un equipo, para determinar el jefe o cabecilla que tomaba las decisiones o simplemente para conocer quién era el primero o el último en ser salvado… Las fórmulas más conocidas y más rápidas eran pares o nones y cara o cruz: consistía la primera en elegir pares o nones, esconder las manos detrás de la espalda, y sacarlas con rapidez extendiendo uno o varios dedos al azar. Hecho el recuento de los dedos, se salvaba el que había acertado. La fórmula “cara o cruz” era tan simple como arrojar una moneda al aire, habiendo elegido antes una de las dos modalidades. Se salvaba el que había acertado. Los niños utilizábamos casi siempre la fórmula de echar pies para escoger a los miembros de un equipo: dos jugadores se colocaban a una distancia determinada uno en frente del otro. Iban avanzando colocando el pie derecho y a continuación el izquierdo, de modo que el tacón de uno de los zapatos se juntaba con la punta del otro. Mientras avanzaban, uno iba diciendo “oro” y el otro le contestaba “plata”. Así hasta que uno de los pies llegaba a tocar el pie del compañero. Pedía primero el jugador que decía “monta y cabe”, haciendo puente entre su pie y el de su contrincante y atravesando el otro pie entre ambos… También eran utilizadas muchísimas fórmulas llenas de poesía, ritmo, rima y musicalidad, para determinar quiénes se quedaban y quiénes se salvaban… Formado un corro con todos los niños participantes, el jefe del grupo echaba suertes comenzando a recitar una cualquiera de las muchas fórmulas existentes. Con cada una de las sílabas de la retahíla escogida, iba señalando uno tras otro a todos los participantes, salvándose aquél en el que finalizaba la última sílaba… Muchas de las rimas empleadas no tienen sentido, pero están llenas de creatividad y de fantasía. Merece la pena recoger a continuación todas las que han sido recopiladas y utilizadas por los niños del colegio…
FÓRMULAS RIMADAS PARA ECHAR SUERTES 1. – China, china, capuchina, en esta mano está la china. Me dijo María que en ésta estaría, y me dijo Amparo que en ésta me salvo. 2. – En Madrid tengo un tío que es confitero. Siempre que voy, me da un caramelo. Chupa que chupa, ¡ay, qué rico está! Tío, dame otro para mi mamá.
3. – Tengo un tío mejicano, que en el culo tiene un grano y se arrasca con la mano. ¡Ay, qué tío más marrano! 4. – Tengo un gato en mi cocina, que me dice la mentira. Tengo otro en mi corral, que me dice la verdad.
5. – Bombón de Villanaranja, lo bien que suena, lo bien que canta, tengo la tripita llena. – ¿De qué? – De vino tinto, azul. – ¿A quién salvas tú? (¿De qué? De mostiqué. ¿A quién salva usted?)
6. – Una mosca en un cristal hizo tris, tras. El cristal se rompió y la mosca se salvó. 7. – Uni, doli, treli, catoli, quili, quileta, estando la reina sentada en su silleta, llegó Gil y apagó el candil, candil, candilón, cuenta las veinte, que las veinte son: una, dos, tres cuatro… diecinueve y veinte. (Candil, candilón, policía y ladrón). Ver su música en las Canciones de Comba…
8. – Entre dos matas había dos conejos: uno era blanco y otro era negro. Por mucho que corría, no los alcancé, les pegué un tiro y los maté. – Pajarito, ito, ito, ¿dónde vas tan rebonito? – A la era verdadera, pim, pom, fuera.
9. – La silletica de la reina, que nunca se peina. Un día que se peinó, cuatro pelos se arrancó: uno, dos, tres y cuatro. 10.– Pinocho fue a pescar al río Guadalquivir, se le escapó la caña y pescó con la nariz: pescó uno, pescó dos... pescó ocho, la caña de Pinocho.
11.– En la calle veinticuatro, ha habido un asesinato: una vieja mata a un gato, con la punta del zapato. ¡Pobre vieja, pobre gato, pobre punta del zapato! 12.– A, o, u, i, e, la cartilla me la sé. No me pegue usted, maestra, que mañana la traeré. 13.– Por aquí el tren y por aquí la vía. ¡Sálvame, Virgen María! 14.– Una mosca puñetera se cagó en la carretera. ¡Pim, pom, fuera! 15. – En una caja de gambas, ¡caramba! ¿Cuántas gambas había, señora María, en la pescadería? – ¡Siete! (u otro número): – Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete. 16. – Una vez se fueron tres al castillo del inglés. El inglés sacó la espada y mató a cuarenta y tres: uno, dos, tres cuatro…, cuarenta y tres. 17. – En el coche de Raúl caben todos, caben todos. En el coche de Raúl caben todos menos tú.
18. – En el Arca de Noé caben todos, caben todos. En el Arca de Noé caben todos sin usted. (Caben todos más usted). 19. – ¿Dónde? – En la casa del conde, que te pelen, que te monden, que te corten las orejas, que ya las tienes viejas. 20. – Detrás de un coche había una niña, ciento por ciento la veo durmiendo, cien por cien, que se salve usted. 21. – Juanito pide pan, su madre no le da. Se tira cuatro peos y a la cama sin cenar. Uno, dos, tres y cuatro. 22. – Don José, ¡qué bonito que es usted! – ¡Sí, señor, yo soy bonito, porque suelo comer bien! Me monto en la moto, tengo el culo roto. Me monto en el tranvía, me choco con la vía. Me hincho de fideos y me tiro cuatro peos: uno, dos, tres y cuatro. 23. – Un avión japonés, ¿cuántas bombas tira al mes? – Una, dos y tres.
24. – Pepito conejo al monte salió, corre que te corre, desapareció. Muy acongojada dice su mamá: – Ven, ven, conejito, te van a matar. De pronto aparece un gran cazador que, con su escopeta, tres tiros pegó. Salta el conejito, salta el cazador, corre que te corre, desapareció. Entró en su casita, con llave cerró, corre que te corre, desapareció. – Ven, ven, conejito, dice su mamá, que buenos azotes te voy a pegar.
25. – Al gordo le pica el culo, porque lo tiene muy duro. Al flaco le pica más, porque lo tiene muy mal. Tú por tú, te salvas tú.
26. – Un payaso fue a Madrid con el moco en la nariz. ¿Verdad que sí, verdad que sí, verdad que tú quieres salir? 27. – Yo me llamo bici-bici, yo me llamo cleta-cleta, yo me llamo bi-ci-cle-ta. 28. – Macarrón, macarrón, chiflé, masicamula, masicamula, macarrón, macarrón, chiflé, masicamula, fosforé. Oti, oti, quiquiriquí, oti, oti, quiquiriquí, masicamula, fosforé. (Al decir quiquiriquí, se hacen cosquillas en la garganta al niño que le toque).
29. – De Madrid a Puerto Rico me compraron un borrico y del borrico, una mona. ¡Vaya mona picarona! 30. – A, e, i, o, u, borriquito como tú, que no sabe ni la u. 31. – Chino, japonés, medio brazo y un tortazo.
32. – ¿Quién se ha peío, que güele a tocino, quién se ha cagao, que güele a bacalao? Has sido tú, turú, tú, tú.
También se utiliza esta fórmula para saber quién se había tirao un peo o un follón. Todos los niños cerraban las manos, se decía la rima y el que, al abrirlas, las tuviera más colorás, ése había sido… 33. – Din, don, din, colorín, colorete, a una vieja le pica el chorrete. No le picará, sí le picará. Si está dulce, dale un besito, y si está salao, tírale un bocao, riau, riau. 34. – En el polideportivo, ¿ha visto usted a mi marido? – Sí. – ¿De qué color iba vestido? (El que le toque, dice un color cualquiera y se continúa la fórmula). – Plon, ¿tú tienes color…? (El color que se ha dicho antes). Si tiene dicho color, se salva. Si no lo tiene, se vuelve a comenzar hasta que alguien se salve.
35. – Manzana, manzana podrida. Uno, dos tres, salida. 36. – Pomponate, peta, peta, petapetuse. Pomponate, peta, peta, petapetón. 37. – Pito, pito, gorgorito. – ¿Dónde vas tan rebonito? – A la era verdadera, pim, pom, fuera. 38. – Escondivirijas de garavitón, cien gallinas y el capón. El capón estaba tuerto, las gallinas en el huerto. Tú por tú, que salgas tú, turú, tú, tú. 39. – Manita tuerta llama a la puerta. Si no me la das, a la calle te vas. 40. – Chiviricú, chiviricá, chiviricuricurifá, chiviricuricurifero. La mujer del mosquetero, el tronco, la bala, la flor y la campana, el vino salado, tú estás salvado. (lirio morado, vete de aquí, so jo-ro-ba-do).
41. – Plon, una bola de algodón, patí, patón, tú te has salvado. (Plon, salva). 42. – Un borracho, borrachón, ¿cuántas copas se bebió? – Diez: – Una, dos, tres, cuatro… nueve y diez.. 43. – Por aquí la vía y por aquí el tren, por aquí yo me salvé. 44. – Por aquí pasa la vía y por aquí pasa el tren. Dime la mano en que la china esté. 45. – Un lechero, lecherito, vende la leche a cinco: uno, dos, tres, cuatro y cinco. 46. – Mi madre tiene un vestido casa de la costurera, dime niña de qué color es la tela. (la niña que le toca dice un color). – ¿Tú tienes color…? (A la que le toque, se salva, si tiene dicho color). 47. – Yo tengo una cinta blanca para el niño de Esperanza. Yo tengo una cinta azul para el niño de Jesús.
48. – Lillo, palillo, lazo, palazo, copetín de copetazo. Va a la fuente, corre, bebe, salta, móntate en ése. (Al que le tocaba la última frase, se montaba en el compañero). 49. – A, e, i, o, u, la culpa la tienes tú. 50. – Todos los patitos fueron a nadar, y el más pequeñito se quiso quedar. Su madre, enfadada, le quiso pegar y el pobre patito se puso a llorar: – ¡cuá, cuá, cuá, cuá! 51. – Ti, ti, birití, la botonera, chin, pon, fuera. 52. – A pares y a nones vamos a jugar, y el que quede sólo ése perderá. 53. – A los pimientos morrones, que pican, que rabian, que dan tentaciones, un pellizquito en el culo y vuelan como pichones. 54. – Aserrín, aserrán, las palomitas se van, las del cura vuelan mucho, también las del sacristán.
– Aserrín, aserrán, las campanas de San Juan, las de alante corren mucho, las de atrás se quedarán. – Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan; el marinero en la popa aserrando un banco está. 55. – Al pasar por un convento un curita me llamó y me echó de penitencia que contara veintidós. Uno, dos, tres…, veintidós. 56. – Manolito fue a la tienda y me trajo un caramelo. Lo puse encima la mesa y se lo comió mi abuelo. ¡Vaya un abuelo tan puñetero, que se ha comío mi caramelo! 57 – Boli, boli, mi bandera. ¿Dónde está, adentro o fuera? 58 – Al pelotón, la lumbre de San Antón. Pareja por pareja, no se pueden ver. Si no la pisa el hombre, la pisa la mujer. 59 – Un gato en una baranda se tiró tres peos y dijo caramba. – ¡Ay, Jesús!, ¡Ay, qué olor a café! ¡Sálvese usted!
60 – Pito, pito, gorgorito, que no me falle mi ojito. Si mi ojito me fallara, yo me quedo de torico. 61 – Benito en la escuela, colacao, no va a la escuela, colacao, porque la maestra, colacao, lo manda a los mandaos, colacao, colacao, colacao. 62 – Por aquí pasa la rata, por aquí pasa el ratón, por aquí pasa la Virgen, por aquí pasa el Señor. 63 – Palomita blanca, ¿qué llevas en el pico? – Aceite y vinagre para Jesucristo. Jesucristo me dirá la mentira o la verdad. Jesucristo me dirá a quién vamos a salvar. ¡Salvado estás! 64.- Misimisí, misimisá, por la puerta de Alcalá. Los de adelante corren mucho, los de atrás se quedarán. 65.- Botón, caballero y ladrón. ¿Tienes novia, sí o no? Fórmulas de sorteo recopiladas en Pegalajar por Joaquín Quesada Guzmán, con la ayuda de alumnos y alumnas del colegio.
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ÍNDICE PÁGINA – Dedicatoria – Prólogo – La literatura de tradición oral – Federico Martín Nebras – CEIP “Ntra. Sra. de las Nieves” – Los juegos tradicionales – Relación completa de informantes – Década de los 50 – Década de los 80 JUEGOS VARIADOS CON NIÑOS Y NIÑAS – El colache (versión antigua) – El colache (versión moderna) – Tres novillos en la mar – Tranca la tranca – A la flor del romero – A la una, mi mula – Chichi veo – Éste es un árbol de esta manera – La gallinica ciega – El anillo o las prendas – Han mandao los Santos Padres – Las cuatro esquinas – A la zapatilla por detrás – ¿Cuánto vale esta cadena? – El nudo – Dola, dola, con los chorizos colgaos – El pañolín – La palmada – ¿Antonio, pico o palma? – ¿Sobre cuántas? – ¿Churro, media manga o mangotero? – Cinto corrío – El lapo – Alzo la maya – La pita – El plumero – La punta (1ª versión) – La punta (2ª versión)
PÁGINA – Caña larga – Una, dos y tres, pollito inglés – Los lazos – Mosca – El rey – Momia – España declara la guerra – Sangre – Las chinas – La goma – Maíza – El trompo – Los platillos – El escondite – Echar los años – Civiles y ladrones – El asesino – En el mar hay un pescado – Chocolet, chocolet – Debajo de un puente (canción de columpio) – Teresa la marquesa – Madre, ¿qué traen los quintos? – Al pasar por Aragón JUEGOS CON LAS BOLAS – Hoyo mío a las bolas – El muerto – Bolas al redondel JUEGOS CON LA PELOTA – Pelota ruedo – Los ajos – Quemao (1ª versión) – Quemao (2ª versión) – Tengo una cestita llena de limones – Una mañanita – Don Melitón tenía tres gatos – P.P.A. – Tengo un pato de cristal – Los diez juegos
PÁGINA – Los deberes de mi gato – Pino pinito de la B – Vivía en Andalucía JUEGOS CON DOS HILERAS Y UNA NIÑA EN MEDIO – La chata Marigüela – Al jardín de la alegría – En la calle de la bomba redonda – Al pasar por el cuartel – Han puesto una librería – Estando la pájara pinta – Han puesto tablas – Estando el señor Don Gato (1ª versión) – Estando el señor Don Gato (2ª versión) – Al pasar la media luna – Los toreros de Maruña – Soy capitán de un barco inglés – Un perro blanco y negro – Estoy metidita en aguas – Si mi Pepe fuera Pepe – En mi huerto hay un peral – Que salga la dama – ¿Dónde están las llaves? – Cantinerita – Yo tendí mi chaquetilla CANCIONES DE CORRO – Chungalaranlanlero – Una pulga y un ratón – Viva la media naranja – Los diez perritos – El juego chirimbolo – A Atocha va una niña – ¡Ay, Marusiña! – Ésta es la rueda del mundo (1ª versión) – Ésta es la rueda del mundo (2ª versión) – Isabelita me llamo yo – Ratón que te pilla el gato – Quisiera ser tan alta como la luna – A la ribera del oso
PÁGINA – Yo tengo una gorra negra – Miguel, Miguel, Miguel – ¡Pobre niña! – Ese pañuelo que ves – Desde chiquitita me quedé chin pun – Ron, ron, ron – Una niña de Sevilla – Debajo de tu ventana – Son tos ojos niña – Arroz con leche – Que tengo yo unas enaguas – Yo soy la viudita del conde Laurel – Muerte de la reina Mercedes – Si viene mi primo Antonio – El conejo no está aquí – Calle de Santa María – El patio de mi casa – A la rueda de la alcachofa – Al corro de la patata – Jardinera tú que entraste – Mi papá me pega palos – A la una nací yo – Ahora que vamos despacio – Mi abuelo tenía un huerto – La farola de palacio – Este corro es un jardín – San Marcos – Tengo una muñeca vestida de azul – Soy el farolero de la Puerta el Sol – Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva – Mambrú se fue a la guerra – La tarara – Estaba la pastora – Ya se murió el burro – Por la carretera sube – ¿Cómo planta usted las flores? – El juego de la rueda en La Cerradura – Tienes más patas que un olivar – Tú te tienes porque eres – Por la vía pasa el tren – En mi vida he visto yo – Aunque tenga un pie en el agua
PÁGINA – Eché un limón a roar – Montadito a caballo CANCIONES DE COMBA – Uni, doli, treli, catoli – Cucú cantaba la rana – ¿Adónde vas culona? – El cocherito lerén – Candonga, candonga – Cuando venga el cartero – En la plaza mayor ha caído una bomba – En el hospital de Asturias – Yo tengo unas tijeritas – En el barranco del lobo – Pimiento, pimentón – Al pasar la barca – Soy la reina de los mares – ¿Te invito? – Al pasar por Sevilla – Al pasar por Toledo – Anda vete y no te vayas – Juanito subió a la vía – En esta plaza nueva – Por el Paseo de Oriente – Pluma, tintero y papel – Éntrate rosa – ¿Viuda, soltera, casada o monja? – Úrsula, ¿qué estás haciendo? – María tacón – ¿Con cuántos añitos me voy a casar? – ¿Adónde vas chinito? – Soy la española – Que una, que dos y que tres – Que una, que dos, sin perder comba – Mama Inés – Periquillo y su mujer – Si tuviera una naranja – Con ese collar de perlas – Pan, vino y tocino – Por un paserito, Mari – Está lloviendo, lloviendo
PÁGINA – Tengo, tengo, tengo – Tres pollitos – La hija del alcalde – Canciones de comba de La Guardia JUEGOS CON LAS MANOS Y LOS DEDOS – El verdugo Sancho Panza – Soy el chino capuchino – Moisés folluti – Santo Domingo – María la cocotera – En la calle veinticuatro – Los signos del zodiaco – Miliquitúmbalamaléticapotingue – ¡Hola, Pepito! – Guerra de pulgares – Manos enfrentadas OTROS JUEGOS FINALES – El conejo de la suerte – De La Habana ha venido un barco – ¿Qué has comío? – A la silletica del Niño Jesús – Palabras encadenadas – Montón – La paría – El teléfono – Tres en raya – Veo, veo – ¿Echo la mona? – El ahorcao – ¿Quién me compra este lorito? – Los barcos – Tiros a la lata – La roanga – Los zancos – Las damas – El espejo – Atajaremos esta calle – La botella
PÁGINA – El carro – Los cartones – La pelota – ¿Quién la tiene Félix? – Los botones – El frontón – Frío, frío–caliente, caliente – El bote – Beso, atrevimiento o verdad – Tirar de la soga JUEGOS CON NIÑOS PEQUEÑOS FÓRMULAS RIMADAS PARA ECHAR SUERTES BIBLIOGRAFÍA SOBRE JUEGOS Y LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL