REFRANES Y DICHOS POPULARES
LOS REFRANES La Tradición Oral de nuestros pueblos está constituida por el conjunto de poemas, canciones, romances, refranes (cancionero, romancero, refranero), cuentos, dichos populares etc. que, cantados o narrados, hemos heredado de nuestros antepasados por vía oral, por transmisión directa de padres a hijos, de abuelos a nietos. Entre la variada muestra de Tradición Oral de Pegalajar llaman la atención los REFRANES, particularmente los referidos a los meses del año, junto con un sinfín de dichos y expresiones populares. Los refranes, junto con los referidos dichos y expresiones, están llenos de una honda sabiduría y filosofía, que nos ha sido transmitida de generación en generación. Hay refranes que tratan de meteorología, del calendario, de las relaciones sociales y familiares, de la salud, de las buenas costumbres, de las distintas edades de la vida, de las relaciones entre hombres y mujeres etc… Gonzalo Torrente Ballester dice lo siguiente sobre los refranes: “Sancho Panza es un intelectual analfabeto. Su cultura está hecha de la experiencia heredada y del sentido común. En los muchos refranes pronunciados por Sancho en El Quijote está resumida la experiencia de la vida a través de los siglos”... Muchos y variados refranes (algunos de ellos propiamente pegalajeños) han sido recopilados por los niños y niñas del colegio. La filosofía contenida en los mismos demuestra que la sabiduría popular antes comentada ha estado siempre presente entre nosotros… Y junto a los refranes, cientos de dichos y expresiones populares, también hondamente arraigados entre nuestras gentes…
REFRANES DEL AÑO ENERO En enero, se hiela el agua en el puchero.
San Antón, mete a las viejas en el rincón.
Enero, frío, claro y helero.
Cuando nieva en enero, todo el año ha tempero.
En enero, se enciende el brasero.
Hasta San Antón, pascuas son.
En enero, busca el cerdo el cenaguero.
Enero caliente, el diablo trae en el vientre.
Tantos días como van de enero, tantos ajos pierde el ajero, pero no en la ristra sino en el suelo.
San Antón, las abuelas al rincón. San Sebastián, las saca a pasear.
Enero, seco y heladero.
El que se pela en enero, se pela “pal” año entero.
El que ara en enero, hace a su dueño caballero.
De enero a enero, el dinero “pal” banquero.
Los pollos de enero, pocos se suben al gallinero, pero los que se suben, como carneros.
En enero, las nieves y aguaceros llenan los graneros.
En enero, nos ponemos el sombrero.
En San Antón, las gallinas pon.
Cada gota de enero vale dinero.
En enero, chillan los gatos en el granero.
Las aguas de enero llenan el granero.
Enero, la llave del granero.
El 20 de enero, San Sebastián el primero. Detente varón, que primero es San Antón.
Enero, cuando la vieja se hiela en la cama y el agua en el puchero.
En enero, de día al sol, y de noche al brasero.
Enero veranero, ni paja en el pajar ni grano en el granero.
Cuando nieva en enero, todo el año ha tempero.
En enero, bufanda, capa y sombrero.
La luna de enero es la luna más clara del año entero.
No hay luna como en enero, ni un amor como el primero.
Con la luna de enero yo te comparo, que es la luna más clara del año entero.
Luna de enero y el amor primero, no tienen compañero.
Hasta San Antón, aguilandos son.
Año que empieza helando, mucho pan viene anunciando.
Enero hierbero, año cicatero.
Buena es la nieve que en enero viene.
Lluvia de enero, hasta la siega conserva el tempero.
Buena es la nieve que en su tiempo viene.
Por los Reyes los días y el frío crecen.
Seda en enero, fantasía en poco dinero.
El sol de enero no tiene compañero.
En enero, caliento el puchero.
En enero, el invierno verdadero.
En enero, busca la perdiz su compañero.
Besugo de enero vale un carnero.
En enero, no canta el jilguero.
Enero mojado, bueno para el campo, malo para el ganado.
En enero, ventana rota, avisa al carpintero.
La aceituna que se coge antes de enero, deja su aceite en el madero.
En las mañanas de enero, ni se dan los buenos días, ni nos quitamos el sombrero.
La aceituna antes de enero, debe estar en el madero.
Ni carbón ni leña, no compres cuando hiela.
Enero, frío o templado, debes pasarlo arropado.
En enero, ni galgo lebrero, ni halcón perdiguero.
Cuando en enero sientas tronar, apuntala el granero y ensancha el pajar.
Enero, el más friolero, entra soplándose los dedos.
Enero es el mes más frío y también el más sombrío.
Enero, buen mes para el carbonero.
Truenos en enero, bueno para entonces y mejor para luego.
En enero, abre tu granero.
En enero busca la sombra el perro y el marrano el cenaguero, pero a la último, no a lo primero.
El mes de enero no pierdes, si miras los trigos verdes.
Por San Antón, cada perdiz con su perdigón.
Enero en polvo, trigo es todo.
En enero, se queman las enaguas en el brasero.
Si está claro el 20 de enero, agranda pronto el granero.
Enero es caballero si no es ventolero. El viejo que pasa enero, pasará el año entero.
Por San Antón, sastres al sol. Tantos días truena en enero, tantas fanegas para el cosechero.
Con nieve en enero, ningún año será fullero.
Desde San Antón una hora más de sol.
De enero a enero, carnero.
El barbecho de enero hace a su amo caballero.
En enero, no te separes del brasero.
Gatos en celo verás en enero.
Por San Antón, ninguna niebla llega a las dos.
Medias blancas en enero, señal de poco dinero.
Por San Antón, calabazas al sol.
Mediado enero, mete obrero.
Las pollitas de enero, para San Juan en el ponedero.
En enero, florece el romero.
FEBRERO Mucha agua en febrero, mucho trigo en el granero.
El agua de febrero mata al usurero.
Febrerillo el loco sacó a su padre al sol y lo aporreó.
Si en la Candelaria empieza a nevar, queda mucho invierno por pasar.
En febrero, Tejero.
Si en febrero es verano, ni paja ni grano.
En 23 de febrero, dio el golpe de Estao Tejero.
El sol de febrero saca al lagarto del agujero.
Por San Blas, las cigüeñas verás, y si no las vieres, año de nieves.
En febrero, un rato al sol y otro al humero.
Por San Matías entra el sol en las umbrías.
La flor de febrero no llega al frutero.
En febrero, un día malo y otro bueno.
Siempre fue loco febrero, y más en año bisiesto.
En febrero, vuelve el aceite al madero.
En febrero, siete capas y el sombrero.
El que en febrero calienta, en la pascua tirita.
Febrerillo el menor, un rato malo y otro peor.
San Blas saca las viejas a pasear.
Si no llueve en febrero, no llenarás el granero.
En febrero, busca el cerdo el cenaguero.
Febrero el corto, el peor de todos.
Si por San Blas llega la cigüeña, mira el año con cara risueña.
En febrero, nacen los mejores corderos.
El primero hace día, el segundo, Santa María, el tercero, San Blas y el cuarto, San Nicolás.
Febrero es embustero, también loco, trae lluvia, frío, sol, de todo un poco.
En febrero, veinte pies salta la liebre en el sendero. Pero si al galgo le dan pan duro, salta veintiuno.
Si la Candelaria plora, el invierno fora. Si la Candelaria implora, ni dentro ni fora. Y si arrasa, el invierno en casa.
Mal año espero, si en febrero anda en mangas de camisa el jornalero.
En febrero, mete obrero. Pan te comerá, pero obra te dará.
El día de San Blas rosquillas comerás.
En febrero, aguacero.
Febrero, el mes más fullero.
En febrero, busca la sombra el perro.
En febrero, gatos en celo.
Todo el año es carnaval, y en febrero mucho más.
Favor de señores y temporal de febrero, poco duraderos.
Febrero y las mujeres tienen en un día diez pareceres.
Fraile callejero y golondrina en febrero, ¡mal agüero!
Si no lloviese en febrero, ni buen prado, ni buen centeno.
Febrero, corderero.
Febrero, mes cebaero.
Febrero va corriendo y los corderos naciendo.
Febrero, cara de perro.
En febrero, incierto el tiempo.
Para febrero guardo mi leño.
Febrerillo el loco tiene días veintiocho. Si el año bisiesto fuere, has de contar veintinueve.
El día de la Candelaria, la cigüeña en la campana. Y si no hiciera frío, la golondrina en su nío.
Febrero corto, con sus días veintiocho. Si tuviera otros cuatro, no quedara ningún perro ni tampoco ningún gato.
Siempre fue loco febrero y más en año bisiesto, pues tiene sus días nones y también tiene sus pares con muy malas intenciones.
En febrero ya tiene flor el almendro.
Abrígate por febrero, con la capa y el sombrero.
Febrero, febrerín, el mes más corto y el más ruin.
Cuando la Candelaria llora, el invierno está fora.
Febrero, el mes más corto y el menos cortés. Por la Candelaria ponen la gallina buena y la mala. Febrero corto, con sus días veintiocho. Quien bien los quiere contar, treinta al menos le ha de echar. Febrero, cuando las mujeres mean menos. Febrero, el mes de los gatos. No hay carnaval sin luna, ni Semana Santa a oscuras. Si hiela en San Blas, treinta días más.
Cochinillo de febrero, con su padre al humero. Nieve o agua en febrero, hasta la siega conserva el tempero. Por San Matías, se van los tordos y vienen las golondrinas. Quien en febrero no escarda, ¿a qué aguarda? Por San Blas, una hora más. Por San Matías, igualan las noches con los días. San Matías cata a marzo en cinco días, y si es bisiesto, cátalo al sexto. En febrero, las habas en el puchero.
MARZO Marzo, marzuelo, ya no te temo. Con un día que me queda y otro que me preste mi compañero, no ha de quedar ni rabo de borrego.
En marzo, saca la cabeza el lagarto. El aire de marzo escalda las damas en el palacio.
En marzo, ni migas ni esparto. Pero migas comerás y esparto harás.
Marzo, marzán, por las mañanas cara de ángel y por la tardes cara de can.
En marzo, se pega el sol como un pelmazo.
Golondrina anticipada, primavera muy templada.
En marzo, un pan y un peazo.
La golondrina no hace primavera.
El sol de marzo hiere como mazo.
Marzo varía siete veces al día.
Marzo marceador, de noche hace frío y de día hace sol.
De marzo a la mitad, las golondrinas vienen y el tordo se va.
San José, esposo de María, hace la noche igual al día.
A marzo alabo, si no vuelve el rabo.
Marzo, marzuelo, un día malo y otro bueno.
Marzo pardo, poco sol y malo.
En marzo, el abrigo, nueces, pan y trigo.
En las tardes de marzo “arrecoge” tu ganado.
Marzo, siempre encuaresmado.
A nadie debe extrañar, oír en marzo tronar.
No hay marzo sin cuaresma.
Marzo marcea y el gato rabea.
Por la Encarnación los últimos hielos son, si el año no sale respondón. Si marzo vuelve el rabo, no queda oveja con pelleja, ni cordero encerrado, ni pastor enzarramado.
En marzo, tres hojitas tiene el ajo. Marzo en lluvias, buen año de alubias. Ya me lo dijo mi abuelo, que no hay ningún marzo bueno.
Marzo engañador, un día malo y otro peor.
Si marzo no ha pasado, no hables mal de tu sembrado.
Marzo marcea, saca a su madre al sol y la apedrea.
Si en marzo oyes tronar, ve preparando el costal.
En marzo, marzadas, viento, frío y granizadas. Marzo vuelve el rabo; si al comienzo es cordera, a la postre será fiera. Marzo que empieza bochornoso, pronto se vuelve granizoso. Marzo, marcero, por la mañana rostro de perro, por la tarde, valiente mancebo. Ni de la flor de marzo, ni de la mujer sin empacho. Cuando marzo va a mediar, el invierno ha de acabar.
ABRIL En abril, aguas mil.
Al principio o al fin, abril suele ser ruin.
En abril, las habas en el mandil.
Abril mojado, de panes viene cargado.
En abril, por allí las verás venir.
Tantos días como tiene abril, tantos huevos pone la perdiz.
De los leños mil, guarda algunos para abril.
En abril, cada gota vale por mil.
En abril, si la ves venir, limpia la era que trigo espera.
El invierno no ha pasado, si abril no ha terminado.
Abriles y yernos (caballeros), pocos hay buenos.
Buenos amigos y buenos abriles, uno entre miles.
En abril, quemó la vieja el mandil.
Hasta que no pase abril, no aligeres el vestir.
En abril, no toques a la raíz.
Un abril del todo bueno, mis padres no conocieron.
El diez de abril se empieza a vivir.
Abril, a primeros, cada día dos aguaceros.
Las mañanitas de abril son sabrosas de dormir.
En abril, sólo poda el ruin.
Si en abril el cuco no ha cantado, o es que está muerto o el invierno no ha pasado.
Abril siempre fue vil: al principio, en medio y al fin.
San Marcos llena los charcos.
Abril, abrilillo, siempre fue pillo.
El que no guarda leña pa el mes de abril, es que no sabe vivir.
Abril, abril, de cien en cien años deberías venir.
Abril, si bueno al principio, malo al fin.
Abril, uno bueno entre mil.
Nunca vi abril no ruin, o al entrar o al salir.
Abriles y caballeros, todos traicioneros.
Al llegar el mes de abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.
Abril, abrilero, siempre es traicionero.
Abril tiene cara de beato y uñas de gato.
La luna de abril trae daños mil.
En abril, la oveja y la abeja dejan la pelleja.
En abril no hay granizada sin que no siga la helada.
Abril, abrilero, cada día su aguacero.
Si un abril bueno quieres ver, ochenta años has de tener. Yo ya tengo ochenta y uno, y aún no he visto ninguno.
Abril para ser abril ha de traer aguas mil. En abril, vuelve la liebre al cubil.
Abril llovedero llena el granero.
Abril sin granizo, Dios no lo hizo.
En abril, lluvias mil, y si nos sale cabrón, lluvias a mogollón.
Abril sin granizar, ni se vio ni se verá.
Abril concluido, invierno ido.
Abriles buenos y buenos hidalgos, muy escasos.
Abril, abriluco, el mes del cuco. Aguas de abril vengan mil.
Abril frío, mucho pan y poco vino.
El garbanzo pa San Marcos, ni nacido ni en el saco.
Agua de primavera, si no es torrencial llena la panera.
El cuco que no canta en abril, o está malo o se quiere morir.
Cuando truena en abril, el labrador es feliz. De abril y de la mujer, todo lo malo hay que temer. No hay año malo, si abril es bueno.
En abril, florece el jardín. En abril, se quita la vieja el mandil. En abril, de un grano salen mil.
Pájaro y flor en abril buscan su amor.
Si no fuera por abril, no habría año vil.
Parra que no brota en abril, poco vino da al barril.
Si en abril hay lodo, no se perderá todo.
En abril, corta el cardo y saldrán mil.
MAYO Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo.
El agua de mayo llena los trojes de grano.
En mayo, la flor en el tallo.
Lo que mayo no haya podido crecer, no lo puede el siguiente madurar.
En mayo, quemó la vieja el escaño.
Mayo hortelano, mucha paja y poco grano.
Mayo, seco y largo.
Agua de mayo, pan para todo el año.
En mayo, tal te pillo, tal te grano.
En buena hora venga mayo, el mejor mes de todo el año.
En mayo, las lechugas “pal” caballo.
Nos ha jodío mayo, con no llover a tiempo.
Las mañanitas de mayo no tienen ni fin ni cabo.
Flor del olivo en mayo, aceite para el año.
Año bueno, año malo, parvas en mayo.
Agua Dios y venga mayo, que ajustao estoy por un año. Agua Dios y mayo venga, que si no vas a arar, irás por leña.
San Isidro labrador, quita el agua y saca el sol. Mayo templado y lluvioso ofrece bienes copiosos. Mayo reglado, ni frío ni achicharrado. Cuando mayo va a mediar, debe el invierno acabar.
En mayo, cuando los grandes calores, los caballos están gordos y los potros, corredores. Tarde o temprano, gavillas en mayo.
Toro y gallo, trucha y barbo, todo en mayo. Calenturas en mayo, salud para todo el año. Flores en mayo, tarde o temprano hallo. Hielos en mayo siempre hacen daño. Mayo ventoso, todo fruto hace sabroso. Mucha agua en mayo, malogra el año. Siembra perejil en mayo y lo tendrás todo el año.
El perdigón y el gallo, por mayo. Lluvia de mayo, créceme el pelo. Mayo templado, mucha paja y poco grano. Mayo frío, mucho trigo. Quien quiera mal a su vecina, dele en mayo una sardina. En San Isidro Labrador, se va el frío y viene el sol.
JUNIO En junio, la hoz en el puño.
Si a tu marío quieres matar, dale caracoles por San Juan.
Las lluvias por San Juan quitan vino y no dan pan.
Junio hasta el fin, siempre ha de ser ruin.
Junio claro y fresquito, para todos es bendito.
El día de San Bernabé dijo el sol: aquí estaré.
En junio, el pueblo en la era, y en la torre la cigüeña.
Quien bina en junio, cogerá mucha paja y grano ninguno.
Agua por San Juan, quita aceite, vino y pan.
San Pedro lluvioso, treinta días peligroso.
Sin engaño, la noche de San Juan es la más corta del año.
Junio brillante, año abundante.
Por San Juan, las cigüeñas nuevas echan a volar. El agua por estas fechas (junio) estropea las cosechas. Cuando junio llega, afila la hoz y limpia la era. Si en junio vienen solanos, se va el fruto de las manos. En junio, si pica el sol, ni mujer ni caracol. En el mes de San Juan, al sol cocemos el pan.
Por bien o por mal, no te quites el sayo hasta San Juan. No te quites el gabán hasta que llegue San Juan.
JULIO Por mucho que quiera ser, en julio poco ha de llover. En julio, lo verde y lo maduro. Julio normal, seca el manantial. Santa Ana, Santa Anilla y la…de su hermanilla. En julio, beber, sudar, y el fresco en balde buscar. En julio, ¿dónde anda el mozo? En la acequia o en el pozo. Dice el labrador al trigo: en julio te espero, amigo. Por San Fermín, el calor no tiene fin.
AGOSTO En agosto, frío en el rostro. En agosto, corre el potro. Agosto está reñido con Baco y con Cupido. Por San Bartolomé, tormentas habrá de haber. Llueva o no llueva, en agosto la huerta riega. Agosto hace el mosto. El agua de agosto destroza la era, pero apaña la rastrojera. De Virgen a Virgen el calor aprieta de firme. Agua de agosto, azafrán, miel y mosto. Por la Virgen melonera, verano fuera. Quien en agosto ara, riqueza prepara.
SEPTIEMBRE Septiembre muy mojado, mucho mosto pero aguado. En septiembre la sangre hierve. En septiembre busca el cerro la liebre. En septiembre, quien no tenga sayo que tiemble.
Septiembre es bueno, si del uno al treinta pasa sereno. En septiembre, quien tenga trigo que siembre. Por San Mateo, siembran locos y cuerdos. Por San Mateo, la vendimia arreo.
En septiembre se tiemble, pues o seca las fuentes o se lleva los puentes.
Por San Miguel, quita el riego a tu vergel.
Cuando llegue septiembre, todo será maravilloso.
Si quieres matar a tu mujer, dale sardinas por San Miguel.
Por San Miguel, los frutos como la miel.
Si quieres miel, sácala por San Miguel.
Por San Mateo, tanto veo como no veo. Tempero de San Miguel, Dios nos libre de él. Agua por San Mateo, puercas vendimias y gordos borregos. Por San Miguel, la aceituna verás caer.
OCTUBRE La luna de octubre siete lunas cubre.
Por el Pilar, la gente a vendimiar.
En octubre, las mejores manzanas se pudren.
En octubre, siembra y cubre.
En octubre, estercola y cubre.
En octubre, hoja seca el suelo cubre.
Octubre las mejores frutas pudre.
Octubre, corto en ramos y largo en caldos.
Las mazorcas de octubre se asan en la lumbre. En octubre las yeguas cubren. En octubre podarás, mas la encina dejarás. En tiempo de la berenjena se cae la melena. Agua del diez al veinte para todo es conveniente. Por Levante la inundación, hace en octubre su aparición. En seco o en mojado por San Lucas ten sembrado, y el viejo que lo decía bien sabido lo tenía. Por Santa Teresa se llenan todas las presas.
A sembrar por San Francisco, aunque sea en un risco. En octubre, toma la yunta y cubre. En octubre a primeros, repón los aperos. El labrador en octubre sus deudas cubre. En octubre, caída de hojas y lumbre. Lo mejor y más preciado, en octubre está sembrado.
NOVIEMBRE Por los Santos, nieve en los cantos. Por San Andrés, hielo en los pies.
En San Andrés, ni la busques ni la des. En llegando San Andrés, todo el día noche es.
Por Santa Catalina, el frío se afina y la nieve se avecina.
En noviembre, quien no tenga que siembre.
En Santa Catalina, al castillo con la sardina.
Noviembre, mes de bellota, castaña y nuez.
En noviembre, cielo empedrado, suelo mojado.
Desde el veinte en adelante, el invierno es ya constante.
El día de los “vinaos” (finaos), los trompos a los tejaos.
Por Santa Catalina, prevente de leña y de harina.
Por San Eugenio, las castañas al fuego, la leña en el hogar y las ovejas a guardar.
Avanzado noviembre, lo que no se haya sembrado, que no se siembre.
Acabándose noviembre, si no has sembrado, no siembres.
San Andrés, agua o nieve ha de traer.
Noviembre, dichoso mes, que empieza con los Santos y termina con San Andrés. Si en noviembre oyeras que truena, la cosecha siguiente será buena.
Por Santa Catalina, todo su aceite tiene la oliva. Quince días antes de los Santos y quince días después, sementera es. Por San Martín sólo siembra el ruin, y acabándose noviembre, quien no sembró, que no siembre.
A cada puerco le llega su San Martín.
Por San Andrés, el vino nuevo viejo es.
En noviembre, tu fuego enciende.
En llegando San Andrés, invierno es.
A finales de noviembre, coge tu aceituna siempre.
Por San Andrés, mata tu res, chica, grande, o como es.
A cada gorrino le llega su San Martino. En noviembre, el frío vuelve. Revuélcate guarro, que San Martín está cercano. Por los Santos, siembra trigo y coge cardos. Por los Santos, los trigos sembrados y los frutos guardados.
Por Santa Catalina, el gallo con la gallina. Por San Martino, todo mosto es buen vino.
DICIEMBRE Cuando en diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar. El que se acuesta en la Nochebuena es porque tiene pena. Diciembre es un viejo que arruga el pellejo. En diciembre, heladas y migas a almorzadas. Cuando diciembre se va tiritando, año bueno viene anunciando. En diciembre, se hielan las cañas y se asan las castañas. Llegada Santa Lucía, un palmo crece el día.
Por Santa Lucía, mengua la noche y crece el día. En diciembre, la tierra duerme. En diciembre, hielo y nieve. En Navidad todos cantan sin cesar. El frío entra de repente entre la Navidad y los Inocentes. En la Nochebuena, un vaso de vino y una buena cena.
Diciembre tiritando, buen enero y mejor año.
En la Nochebuena, a las tres, deja la calle para quien es.
El ocho la Concepción, el trece Santa Lucía, y el veinticinco el Señor nació de la Virgen María.
Días de diciembre, días de amargura; apenas anochece ya es noche oscura.
El ocho la Concepción, y el trece Santa Lucía, cuando se acortan las noches y crecen mucho los días.
Si después de otoño seco llueve en Santa Bibiana, llueve cuarenta días y una semana.
Por Santa Lucía, la noche más corta y el más largo día
Día de Santa Lucía, lo que mengua la noche crece el día.
Las cosas en su tiempo y los nabos en Adviento.
En diciembre, leña y duerme.
Para diciembre, recogida la aceituna, espera en el molino tu fortuna.
En diciembre, no hay valiente que no tiemble.
Por San Silvestre, entinajado está el aceite. Santa Lucía vuelve el aceite a la oliva. Ponte el abrigo en diciembre, que la nieve pronto viene. En el hermoso diciembre Jesús nació en un pesebre. Hielos y nieve en diciembre, lebrillos de la matanza y roscos del aguardiente. Un mes antes ´ y otro después de la Navidad, es invierno de verdad.
Febrero loco, y marzo otro poco.
VARIOS MESES Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre; veintiocho trae uno y los demás treinta y uno. Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre, excepto febrero mocho que trae veintiocho. Quien fuera en enero gato, en el verano pastor, en el mes de agosto cura y en el otoño viñaor. Enero friolero, lleno de nieve; después viene febrero, febrero el breve. Enero se come el cebo, febrero la carne pulpa y a marzo le echan la culpa. En febrero, busca la sombra el perro, y en marzo, el perro y el amo. Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar. Flor de olivar en abril; aceite para el candil en mayo, y en San Juan, aceite para entinajar.
Los espárragos de marzo, pa mi amo, los de abril, pa mí, y los de mayo, pa mi caballo. Abril que sale lloviendo, llama a mayo sonriendo. Enero, tan malo como febrero. Sembrar en noviembre, barbechar en diciembre. Julio triguero, septiembre uvero. En julio siego mi trigo, y en agosto el del vecino. Enero, seco y helero; febrerillo, loco. Diciembre, mantecado, y enero, helado. Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso. En abril, setas mil. en mayo, setas apaño y en San Juan, podridas van.
Ni calor hasta San Juan, ni frío hasta la Navidad.
Una aceituna por San Juan, ciento por Navidad.
Entre Santiago y Santana pintan las uvas, y pa la Virgen de agosto ya están maduras.
Tres días hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión.
En San Lucas, cucas, en los Santos, ya no es tanto y en San Andrés ni la prestes ni la des, ni diez días antes ni diez después.
Tres días hay en el año en que llenamos la panza: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la matanza.
La leña de higuera que la corte mi hijo y la queme mi nuera. Pues que la corte pa San Juan y la queme pa Navidad.
Cuando marzo mayea, mayo marcea.
Agosto, frío en el rostro, playa, la siega, septiembre con sus soles ya pronto llega.
Por San Martino las nieblas vienen de camino, pero San Antón barre las nieblas en un rincón.
Las mañanitas de abril son sabrosas de dormir, y las de mayo sin fin ni cabo.
Septiembre benigno, octubre florido.
En marzo, quemó la vieja el cenacho, y en abril, el celemín. Octubre lluvioso, mayo generoso. Septiembre y marzo, revoltosos ambos.
Si en enero hay flores, en mayo habrá dolores.
Lodos en mayo, espigas en agosto. El que no guarda pan pa mayo y leña para abril, es que no sabe vivir. En marzo, las lluvias; en abril, las hierbas y en mayo, las flores. Nieblas en marzo, heladas en mayo.
La justicia de enero es rigurosa, en llegando febrero será otra cosa.
Tanto enero como febrero, aceituneros.
Abril y mayo, la llave de todo el año.
Enero helero y febrero aguacero.
Mayo seco y junio aguado, todo vendrá trastornado.
No hay enero sin lebrón, ni mayo sin perdigón.
Junio, julio y agosto, moreno el rostro. Por Santiago y la Concepción para la vegetación.
Enero y febrero comen más que Madrid y Toledo. Enero es helero y febrero llovedero.
Lo que agosto madura, septiembre asegura.
Luna de enero no tiene par, sino la de agosto que en el rostro da.
Si diciembre fue loco, enero no poco.
Febreros y abriles, los meses más viles.
Agosto tiene la culpa y septiembre lleva la pulpa.
Si hiela en enero, llueve en febrero.
En noviembre y en diciembre coma quien tuviera, y quien no tuviere, siembre.
Cuando febrero marcea, marzo febrerea.
Diciembre tiritando, buen enero y mejor año. San Juan nos amenaza y San Pedro nos echa de casa. A invierno lluvioso, verano abundoso.. En abril, las habas en el mandil, y en mayo, pa mi caballo.
Marzo ventoso saca a abril con aguas mil. Marzo marcero, o tan frío como enero o tan falso como febrero. La leña en el hogar desde los Santos hasta San Juan. Agosto y septiembre no duran siempre.
Abril hueveril, mayo pajarero.
El que en agosto duerme, velará en diciembre.
Por San Martín sólo siembra el ruin. Y acabándose noviembre, quien no sembró que no siembre.
El pollo de enero pa San Juan es comedero.
Desde los Santos a San Andrés, sementera es. Abril y mayo, harina pa todo el año. Guarda pan pa mayo y leña pa abril, pues no sabes el tiempo que ha de venir. Entre los Santos y Navidad, es invierno de verdad. Enero y febrero, llenan el granero. con su hielo y su aguacero. Helada de enero, nieve de febrero, aires de marzo y lluvias de abril y mayo, hermoso año. No esperes para diciembre lo que no cogiste en mayo. Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.
De Navidad a San Juan, seis meses justos van. Junio grana los trigales, si abril y mayo llovió a gusto de los mayorales. Ni que me siembres en marzo, ni me siembres en abril, en mayo voy a salir. Más vale el hueso en marzo que la carne en mayo. Marzo se lleva la culpa, y abril la fruta. Mayo come trigo y agosto bebe vino. En abril, se duerme el mozo ruin, y en mayo, el mozo y el amo. Que llueva en abril y mayo, aunque no llueva en todo el año. Si malo es enero, peor es febrero.
Si tienes pan para mayo Si marzo marcea, y leña para abril, abril abrilea. échate a dormir. La obrá de San Miguel, ni la prestes ni la des, ni 15 días antes ni 15 después.
OTROS REFRANES Y DICHOS POPULARES POR ORDEN ALFABÉTICO
A A palabras necias, oídos sordos.
A falta de pan, buenas son tortas.
A Dios rogando, y con el mazo dando.
A burro muerto, la cebá al rabo.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Año de nieves, año de bienes.
Agua corriente no mata a la gente.
Agua detenida, mala bebida.
A la medía del santo es la peana.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Al buen trabajador no se le paga por horas.
Al mal tiempo, buena cara.
A libro cerrao no se le saca provecho.
Agua que no has de beber, déjala correr.
Al gato flaco, to se le vuelven pulgas.
A rey muerto, rey puesto.
Afortunado en el juego, desafortunado en amores.
Al freír, será el reír.
A borrego recién esquilado, no le mande Dios viento helado.
A la carne, vino, y si es jamón, con más razón.
A marido ausente, amigo presente.
A buen vino, no hay buen tino.
A su tiempo se cogen las uvas: cuando estén maduras.
A caracoles picantes, vino abundante.
Agua de lluvia, siempre clara y nunca sucia.
A cada pez le llega su vez.
Aire cierzo, llueve de cierto.
Al mal segaor, to se le vuelve paja.
Aire gallego, escoba del cielo.
Al que cierne y amasa, de to le pasa,
Arco iris: o pronto llueve o aclarará en breve.
A buen hambre, no hay pan duro
Año bisiesto, ni viña ni huerto. Año tardío, año vacío. Añorar el pasado es correr tras el viento. A caballo regalado, no se le mira el diente. Año bisiesto, gasta el dinero en ganados y no en sembrados. Agua esperé y tarde sembré, sabe Dios lo que cogeré. Agua y calor, tesoros del labrador. Amores y leer no puede ser. A tal señor, tal honor.
Al buen comer, tres veces beber. Agua y pan, comida de can. Ande yo caliente y ríase la gente. A gato viejo, rata tierna. Abogado, suegra y doctor, cuanto más lejos mejor. A la mujer y a la cabra, soga larga. A grandes males, grandes remedios. Año de almendras, por aquí no vengas. Agua pasada no mueve molino. A cada día le basta su afán.
Arreboles al sol poniente, suelta la yunta y vente.
Arreboles al amanecer, agua al atardecer.
Arreboles al atardecer, sol al amanecer.
Amigos y libros, pocos, buenos y bien conocidos.
Al mal segaor todas las pajas le estorban.
Al saber le llaman suerte.
Al árbol caído, palos en él.
Aceitunas amargas, pan en ellas.
Antes me muero que prestar dinero.
Antes de que te cases, mira lo que haces.
A mala cama, colchón de vino.
Al mejor puerco, la peor bellota.
Año nuevo, vida nueva.
A enemigo que huye, puente de plata.
A lo hecho, pecho.
Al ruin y al pobre, todo le cuesta doble.
Amores de suegra, recíbelos con reserva.
Aprendiz de muchos oficios, maestro de ninguno.
A cada caballo, su herradura.
A donde fueres, haz lo que vieres.
Al médico, confesor y letrado, háblale claro.
Al buen entendedor, pocas palabras bastan.
A mala leña, un buen brazao.
A la fea, el caudal de su padre la hermosea.
A arriero perdío, atarres de seda.
Al santo enojao, con no rezarle está pagao.
Agua en ayunas, o mucha o ninguna.
A la luz de la tea, no hay mujer fea.
Agua de pozo y mujer desnuda, mandan al hombre a la sepultura.
Antes de llover, chispea.
A quien madruga, Dios le ayuda. Uno que madrugó se encontró un cerón, pero más madrugó al que se le perdió.
Al mejor galgo se le escapa una liebre. Al ingrato, con la punta del zapato.
Amor, dinero y cuidado, no puede estar encerrado.
Aprisa y bien no puede ser.
Atajar al principio el mal procura; si llega a echar raíz, tarde se cura.
Antes de que acabes, no te alabes.
Aprender a bien callar, para saber bien hablar.
Árbol que crece torcido, no se endereza.
A tal pregunta, tal respuesta.
A destajo, mal trabajo.
Amigo que no presta y cuchillo que no corta, si se pierden poco importa.
Algo tendrá el agua cuando la bendicen
Amores nuevos olvidan los viejos.
A quien compra y miente, su bolsa lo desmiente.
Al hijo del vecino, quítale moco y mételo en casa.
Al malvado se le conoce a la legua.
Aparta tu amistad de la persona que, viéndote en peligro, te abandona.
Aviso al que leyere: tema quien goce; quien padezca, espere.
Al galgo viejo, échale liebre y no conejo.
Afligir al afligido es de corazón podrido.
A una brasa ardiendo se agarra el que se está hundiendo.
A quien no tiene que hacer, la casa se cae sobre él.
Año bisiesto, pan en el cesto.
A embestida de hombre fiero, ¡pies para qué os quiero!
¡Aire, aire! ¡Mi marío en la era y yo con un fraile!
A cada pajarillo le suena bien su cantarcillo.
Al cura y al Borbón, pólvora y perdigón.
Antes de comer, no me puedo tener; y después de comido, no puedo conmigo.
Al abuelo y al blancar, lo que se pueda sacar. A la dama más honesta, también le gusta la fiesta. Amigo es aquél que pregunta cómo me encuentro y espera la respuesta atento. Al pan, pan, y al vino, vino, y al gazpacho un buen pepino.
Al heredar, con un ojo reír y con el otro llorar. Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo. Amor al prójimo quiero, pero yo soy el primero.
A pan duro, diente agudo.
Achuchas más que una agüela en un baratillo de medias negras,
A perro que no conozcas, no le espantes las moscas.
A pan duro, diente agudo.
A nadie le amarga un dulce.
Al mal aire, dale calle.
A nadie le huelen sus peos, ni le parecen sus chiquillos feos.
A la mujer se la domina o te domina.
A los quince, los que quise; a los veinte, con el que diga la gente y a los treinta, el primero que se presenta.
Al que mal vive, el miedo le persigue.
Amor que no es loco, logrará poco.
Al mal trabajador no le viene bien ningún azadón.
B Bendito mal, que a los nueve meses se ha de quitar.
Bien muy querido, pronto es perdido.
Borregos al atardecer, charcos al amanecer.
Bien cena quien bien trabaja.
Buena es la nieve que en su tiempo viene.
Bueno y tonto se confunden pronto.
Buen vino y buena tajada, y no te apures por nada.
Blas, si por malvas vienes, mal vas.
Beso, queso y vino espeso. Burro muerto, otro en su puesto. Buena honra merece, el que a sus padres se parece. Burro que mรกs trabaja, rota tiene la albarda. Barriga llena no tiene pena. Borrico grande, ande o no ande. Barcelona es bona, si la bolsa sona. Bien estรก lo que bien acaba. Boda y mortaja del cielo bajan.
C Cerco en la luna, agua en la laguna.
Con pan y vino se anda el camino.
Cuando llueve de cierzo, llueve de cierto.
Con pan, vino y queso no hay camino tieso.
Cuando el sol se pone rojo, mucha agua trae en el ojo.
Cuando el sol traspone, los amos se ponen tristes y se alegran los peones.
Cuando el necio es acordado, el mercado ya ha pasado. Cuando Dios quiere, con todos los vientos llueve.
Cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.
Capón de ocho meses, mesa de Reyes.
Cazadores, sastres y zapateros, los más embusteros.
Costurera sin dedal, cose poco y mal.
Casa con dos puertas mala es de guardar.
Cura flaco y marido gordinflón no cumplen con su obligación.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
Cuando el burro acerrea, o es mediodía o poco le quea.
Cuando el río suena, agua lleva.
Cielo empedrado, suelo mojado.
Carrera que no da el galgo, en el cuerpo la tiene.
Cuando llueve y hace sol, sale el arco del Señor.
Con el trabajo se compra el descanso.
Cuando llueve y hace viento, cierra la puerta y quédate dentro.
Cual libro leemos, tal vida hacemos.
Con el frío, la cobija, con el calor, la botija.
Cría fama y échate a dormir.
Con tu suegra y tu mujer no te confíes ni una vez.
Casa, cuanto quepas y hacienda, cuanto veas.
Casa a tu hijo con tu igual y no dirán de ti mal.
Cuando uno no quiere, dos no riñen.
Casar y comprar, cada uno con su igual.
Con vino y jamón no padece el corazón.
Cuando el español canta, algo tiene en la garganta.
Con el pincel y la pintura, se hace la semana menos dura.
Cree el ladrón que todos son de su condición.
Cuando corre aire, es cuando hay que ablentar.
Cielo emborregao, suelo mojao.
Culico no hecho a bragas, las costuras le hacen llagas.
Caballo grande, ande o no ande.
Coche, caballo y mujer nunca debes de ofrecer.
Cuando dos se pelean, es porque uno quiere.
Caballo, mujer y escopeta nunca se presta.
Cuando el grande habla, el pequeño escucha.
¿Cuál es tu tierra?: ¡la de mi mujer!
Cuando viene una desgracia, no viene sola.
Cuando el bien pasa, mételo en tu casa.
Con lo bonico no se come.
Casa sin moradores, nido de ratones.
Con la panza llena, no hay ninguna pena.
Casa con dos puertas, mala es de guardar.
Carne en calceta, pa quien la meta.
Casa con dos puertas, siempre hay una abierta.
Con las glorias se van las memorias.
Caballo de regalo, para la vista, bueno, para el trabajo, malo.
Cada cosa a su tiempo y los nabos en Adviento.
Come para vivir y no vivas para comer.
Cual te veo, tal te creo.
Criticar es más fácil que imitar.
Casa ajena sabe criticar quien la propia no sabe guardar.
Cada ollero su olla alaba, aunque la traiga quebrada.
Cántaro roto, el remedio es comprar otro.
Con nubes por el cielo no hay nieve por el suelo.
Consejo no pedido, consejo mal oído.
¿Cómo te trato? Según tú lleves el hato.
Cabra en sembrado, peor que un nublado.
Cuando los poderosos riñen entre sí, los débiles sufren las consecuencias.
Conformarse con su suerte es el secreto de la dicha. Casamiento y señorío, ni quieren fuerza ni quieren brío. Cuando en peligro esté tu hermano, en vez de aconsejarle, dale la mano. Cuanto más cerca las redes, más apretados los peces. Cada uno trate de su oficio y deje el del vecino. Cuando prometer no es dar, es mal querer. Cuentas claras, amistades largas. Con el nombre no vive el hombre.
Cuanto la caridad toca en oro lo torna.
Contra la mala añada, poco puede la tierra mal labrada. Caballo viejo, pa cabalgar; leña vieja, para quemar; vino viejo, para beber: amigo viejo, pa conversar y libro viejo, para leer. Chico llorón, boca abajo y bofetón. Chocho lavao, chocho estrenao.
D Dios nos tenga en su mano, en invierno y en verano.
¿Dónde vas, Vicente? Donde va la gente.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
De la abundancia del corazón habla la boca.
Donde no hay ganancia, las pérdidas son pobres.
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
Deuda olvidada, ni agradecida ni pagada.
De cuarenta parriba, no te mojes la barriga.
Del dicho al hecho va mucho trecho.
Después de la tempestad viene la calma.
De tu suegra y tu mujer no te fíes ni una vez.
De los escarmentaos nacen los avisaos.
De tal palo, tal astilla.
Dios aprieta, pero no ahoga.
Donde hubo fuego, siempre queda rescoldo.
Día de niebla, día de mierda.
Don sin din, pollas en latín.
Domingueros al volante, ni por detrás ni por delante.
De opíparas cenas están las sepulturas llenas.
Donde tengas la olla, no metas la polla.
De la suegra y el doctor, cuanto más lejos mejor.
De La Guardia y con cerón, maricón hasta el patrón.
Donde manda patrón, no manda marinero.
De Pegalajar y con aguaeras, putas hasta las abuelas.
De lo que veas, la mitad creas.
Del médico y del mulo, cuanto más lejos más seguro.
Donde no hay harina, todo se vuelve mohína.
De día no veo y de noche me expurgo.
Del viejo, el consejo.
Divide y vencerás.
Días de mucho, vísperas de nada.
Dios es creador, pero no llovedor.
Dame dineros y no me des consejos.
De ilusión también se vive.
De noche todos los gatos son pardos.
Dos hijas y una madre, tres diablos para un padre.
Donde menos se piensa, salta la liebre.
De esta vida llevarás panza llena y nada más.
Dios le da habas a quien no puede rumealas.
Dos no discuten, si uno no quiere.
Donde hay confianza, da asco.
Dos andares tiene el dinero: viene despacio y se va ligero.
Disfruta y bebe, que la vida es breve.
Dios castiga, pero no a palos.
De mucho descansar, nadie se ha muerto jamás.
De borracho a loco va muy poco.
Dios al humilde levanta y al orgulloso quebranta.
Dijo la muerte al dinero: para nada ya te quiero.
Después de un triunfador siempre hay una mujer.
Dos gallos en un corral han de llevarse muy mal.
Dime con quién andas y te diré cuánto me cuestas.
Dígase el pecado y cállese el nombre del desdichado.
De buenos propósitos está el infierno lleno.
Desde la barrera bien torea cualquiera.
De poco sirve la ciencia donde falte la prudencia. De un cuento nacen ciento. De la flor m谩s ruin saca la abeja miel. Del leer nace el saber. De necios es huir del consejo. Donde la fuerza sobra, la raz贸n falta. Dejar lo cierto por lo dudoso, no es de hombre muy juicioso. De lo ajeno, gastar sin miedo; de lo propio, poquito a poco. Donde hay amor, habr谩 dolor. Donde no se mete y se saca, el fin se encuentra. Decir y hacer no comen en la misma mesa. Donde media la raz贸n, no vale autoridad.
E En tiempo de higos, del dueño de la huerta todos son amigos.
El comer y el arrascar, todo es empezar.
En las parras del vecino son más ricos los racimos.
En casa de herrero, azaón (cucharón) de palo.
En el cielo borreguitos, agua a cantaritos.
El burro que más trabaja, rota tiene la albarda.
El abrigo en invierno, y la mujer en todo tiempo. En Sabiote, el que no es tonto es cipote.
El que tiene alpargates y de mujeres hace caso, nunca tendrá una gorda y siempre andará descalzo.
Estamos más apretaos que sardinas en lata.
El que más hace, menos merece.
El muerto al hoyo, y el vivo al bollo.
El que mucho corre, pronto para.
El hombre propone, Dios dispone y la mujer lo descompone.
El gato escaldado, del agua tibia huye.
El viejo que se cura, cien años dura.
El que de joven no trota, de viejo galopea.
El hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso.
En la puerta del rezaor no pongas el trigo al sol.
El que parte y reparte se lleva la mejor parte.
El que bien te quiere, te hará llorar.
El pan por el color, y el vino por el sabor.
El que a hierro mata, a hierro muere.
Estudia más un necesitao que un abogao.
El que te quiere mal, te hará reír.
El que no llora, no mama.
El que se mete debajo de hoja, dos veces se moja.
El casao, casa quiere.
El dinero del mezquino anda dos veces el camino.
En boca cerrá, no entran moscas.
El que no se embarca, no se marea.
El que se pica, ajos come.
El que no es agradecío, no es bien nacío.
El que mucho abarca, poco aprieta.
El trabajo y la economía son la mejor lotería.
El que bien come, mal paga.
El llanto sobre el difunto.
El que guarda, siempre haya.
El que mucho habla, mucho yerra.
El buey solo bien se lame.
El que paga, descansa.
En el país de los ciegos, el tuerto es rey.
El melón y la mujer, malos son de conocer.
El pan se reparte como hermanos, y el dinero como gitanos.
El ojo del amo engorda el caballo.
El que se burla del mal del vecino, el suyo viene de camino.
En callando, no hay quimeras.
El burro que más trabaja, más rota tiene la albarda.
El que no tiene padrino, no se bautiza.
El que tiene vergüenza, tiene vacía la despensa.
El que no tiene quehacer, busca.
El que mucho rompe, mucho estrena, pero siempre está con el culo fuera.
El que está abajo, pasa trabajo, y el que está arriba, la fatiga. El que no sabe, es como el que no ve. En casa sin mujer, ¿qué gobierno puede haber? En el marido, prudencia; en la mujer, paciencia.
El que algo teme, algo debe. El que nace lechón, marrano muere. El que más puso, más perdió. El hábito no hace al monje. El que come y deja, dos veces pone la mesa.
Entre marido y mujer, sólo paz debes poner.
En la variedad está el gusto.
En cada corral, un gallo, y en cada casa, un amo.
El que algo quiere, algo le cuesta.
El cebo es el que engaña, no el pescador ni la caña.
El que ahorra un duro cuando puede, tiene un billete, cuando quiere.
El que mea alto y pee fuerte, le sudan los cojones de la muerte. El peor de los males es carecer de metales.
El que tonto nace, tonto se muere.
El amor reñío, es más querío.
En vísperas de viajar no te pongas a jugar.
El matrimonio es un melón cerrao.
El que adelante no mira, atrás se queda.
El que más tiene, menos hace.
El viejo mal hablao, hace al niño mal educao.
El que espera, se desespera.
El agua para el molino, para el estómago, el vino.
El hombre reina y la mujer gobierna.
El que tonto va a la guerra, tonto vuelve de ella.
El que da primero, da dos veces.
El que mala cama hace, en mala cama yace.
El que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón.
Estómago hambriento, no admite argumento.
El que busca, encuentra.
El que borracho se acuesta, con agua se desayuna.
El que quiera fama, que la gane.
El jamón y el vino añejo, estirazan el pellejo.
En gente joven no hay trampa vieja.
El que a muchas fiestas lleva a su mujer, puta la quiere hacer.
El que hizo la ley, hizo la trampa. El miedo guarda la viña. El hombre, para ganar; la mujer, para gastar. En casa de comunidad, no muestres tu habilidad.
El que no tenga pa pan, que no críe can. El dinero, para gastar y la mujer, para tocar. El hombre quiere a la mujer sana, y la mujer, al hombre que gana.
En el cucharal de Dios, no haya cucharas para tos.
El arbolito, desde chiquitito.
El viejo que se cura, cien años dura.
En comiendo el gallo, la gallina que escarde.
El consejo de la mujer es poco, y el que lo toma, está loco.
El pescar con caña requiere paciencia y maña.
En casa del avariento, el diablo yace dentro.
El pobre, aún estando presente, está ausente.
El viejo pierde el diente, pero no la simiente.
El santo que no está presente, no tiene vela.
En boca del discreto, lo público es secreto.
El aseo en la persona muchos bienes proporciona.
En Guadalajara, mucho mantel y poca tajada.
El que ronda de mozo, ronda después de casado.
En Alcázar de San Juan, mucho vino y poco pan.
El ratón y el gato no comen en el mismo plato.
En todas partes, cada semana tiene su martes.
En ciertas ocasiones, no le valen al rico sus millones.
Es menester discreción para recibir un don.
En cojera de perro y lágrimas de mujer, no hay que creer.
Empezar mal y acabar bien, pocos ojos lo han de ver. En casa de Margarita, ella pone y ella quita. En casa del cura siempre reina la ventura. En la casa del que jura, no faltará desventura. En las fiestas trabajar, es perder y no ganar. Es virtud el trabajar, como también el guardar. El hombre discreto alaba en público, y amonesta en secreto. El amor más se enciende mientras más apagarlo se pretende. Entre mujer hacendosa o hacendada, la primera más me agrada.
El mucho trato hermana al perro y al gato. Embustero conocido, ya de nadie es creído. En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso. En la duda, ten la lengua siempre muda. El mejor escribano echa un borrón. Escarmentar en mal ajeno siempre será bueno.
F Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano. Fea con gracia, mejor que guapa. Finca perdía, amo nuevo. Fruta junto al camino nunca madura. Fácilmente aborrece quien fácilmente quiere. Fortuna buena, escarmentar en cabeza ajena. Fácil cosa es el pensar, pero dificultoso el obrar.
G Gallina que mucho cacarea, pocos huevos pone. Gato con guantes no caza, pero … ¡alcanza! Gran mal tiene quien amores atiende. Genio y figura hasta la sepultura. Gástate en juergas y vinos lo que has de dejar a los sobrinos. Golondrina que alto vuela, no teme que llueva. Guarda el avaro pa que lo gaste el pariente lejano. Gloria mundana, gloria vana; hoy florece y está seca mañana. Guárdate de español rojo y de alemán moreno. Gallina que mal come, mal pone. Guárdate de gato encerrao, pues salta a la cara airao. Granizo y nube negra, peor que la suegra,
H Hombre chiquitín, embustero y bailarín.
Hasta verlo en la era, llámalo yerba.
Hay más días que longanizas.
Haragán y gorrón, parecen dos cosas y una son.
Hombre casado, burro domado. Haz bien y no mires a quién; haz mal y guárdate. Hijo eres y padre serás: conforme lo hagas, así lo harán.
Honra y dinero, rara vez por el mismo sendero. Honra y dinero, se ganan despacio y se pierden ligero.
Hay cariños que matan.
Hacienda hecha no estorba.
Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo.
Hermosura sin bondad, más que un bien es un mal.
Hacienda que no ves, ¿pa qué la quieres?
Hombre que no roba y gato ladrón, cumplen con su obligación.
Hijos criaos, duelos doblaos. Hazme cien y fáltame en una, y ya no me has hecho ninguna.
Hablemos con razón: no tiene juicio quien deja el propio por ajeno oficio.
Hombre prevenío vale por dos.
Hacienda empezá, casi terminá.
Hasta al verdugo lo ahorcan. Hágase el milagro y hágalo el diablo.
I Invierno caliente, el diablo trae en el vientre.
J Juegos de manos, juegos de villanos. Jubilado, jorobado. Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como. JĂşntate con los malos y serĂĄs uno de tantos. Juez apasionado, juez injusto.
L La primavera la sangre altera.
La avaricia rompe el saco.
Luna con cerco o con arrebol, no esperes sol.
La mujer con bigote no necesita dote.
Lo pasado, pasado, y pelillos a la mar.
Lo malo viene volando, y lo bueno cojeando.
Lirios puestos, amores muertos.
Lo que no dan los campos, no lo dan los santos.
Lentejas, el que quiere las come y el que no, las deja.
Los enemigos del hombre son tres: suegra, cuñada y mujer.
La sartén dice a la alcuza: ¡retírate, que me ensucias!
La cuenta del pobre que no se logre.
La suerte de la fea la bonita la desea.
Las penas con pan son menos.
Las cosas claras, y el chocolate espeso.
Los trigos que corren, no granan.
Las desgracias nunca vienen solas.
La mujer y el viento cambian en un momento.
Lo que no mata, engorda.
La mujer y la sardina, a la cocina.
Los que se pelean, se desean.
Lo que puedas hacer hoy, no lo dejes pa mañana.
Las comidas, reposadas, y las cenas, paseadas.
La mujer y la sartén, a la cocina también.
Lo mismo peca el que mata, que el que tira de la pata.
La risa es del último que se ríe.
La unión hace la fuerza.
Lo que no viene, no se pasa.
La limosna es la mejor semilla.
Lo que se ve, se luce, y lo que no, se pudre.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
La mujer es un mal necesario.
La paciencia es la madre de la ciencia.
Las apariencias engañan.
Lágrimas de viuda, poco duran.
Lo que no es bien venío, no es bien comío.
La suerte no es pa quien la busca, sino pa quien la encuentra.
La pereza es la madre de todos los vicios.
La casa sin techo, el corral tiene hecho.
Las primeras sopas no se digieren.
La letra con sangre entra.
La mujer recatada, siempre será admirada.
La diligencia es madre de buena ventura.
Lo olvidao, ni agradecío ni pagao.
Libro cerrao no saca letrao.
Lo cortés no quita lo valiente.
Libro en el estante y guitarra en el rincón, no hacen ningún son.
La viuda rica, con un ojo llora y con el otro repica.
La mujer y el vino sacan al hombre de tino.
La esperanza es lo último que se pierde.
La avena, ni para paja es buena.
La confianza pierde a los valientes.
Lo que no se tiene, se desea.
La mujer que no llora, es como la fuente que no mana.
Los que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma opinión.
Los yerros por amor, dignos son de perdón.
La caridad bien entendida empieza por uno mismo.
Lo que de día se piensa, de noche se sueña.
Lo que no ve la novia, no lo ve la boda.
Los amores prometen gustos, y dan sinsabores.
Lo poco espanta y lo mucho amansa. La mujer en la casa, en misa y en la cama.
La buena casada, de sólo su marido se agrada.
La sencillez, el mejor adorno de la mujer.
Lo que se aprende en la cuna, siempre dura.
La cara es el espejo del alma.
Lo que se ajusta a mi gusto, eso es lo justo.
La suerte de un loco es encontrarse con otro.
Los más de los amigos no son sino conocidos.
Lo que no es luego no llega nunca.
La verdad es perseguida, pero al fin, nunca vencida.
La viña y el potro que los críe otro.
La vida va pasando: unas veces riendo y otras llorando.
La mujer compuesta quita al hombre de cien puertas. Lo bien hablao, no es mal escuchao. Las cosas de palacio van despacio. Lunar en la cintura, señal de buena ventura.
La mujer y el viento cambian en un momento. La curiosidad pena y el curioso se condena. Lo que se hace, se paga.
Lo que no se corrige en la niñez, crece y se agranda después.
La razón no quiere fuerza, ni maña que la tuerza.
La ciencia del corazón es más paciencia que ciencia.
La pobreza no es vileza.
La ignorante curiosidad mata la felicidad.
La pereza, la llave de la pobreza.
La educación acabará con la espada.
La sangre se hereda y el vicio se pega.
La fortuna es ciega y antojadiza.
La claridad es amiga de la verdad.
Lucha es la vida del hombre sobre la tierra.
La esperanza, hasta el fin de la vida alcanza.
La cristiana oración jamás se remonta al cielo, si no le prestan su vuelo la mente y el corazón.
Las malas noticias tienen alas.
La mujer y la plata tras el que los maltrata. La vaca grande y el caballo que ande. Lo que pare la gata, ratones mata. La honra y el vidrio siempre están en peligro. La razón no tiene nada más que un camino. Lo prohibido es más apetecido. Lo que escasea, se desea.
Lo que a unos afea, a otros hermosea. Lo que en la mocedad no se aprende, en la vejez, mal se entiende.
LL Llover sobre mojado mil veces ha pasado. Lluviosa primavera, poco triguera.
M Miércoles de Ceniza, ¡qué triste vienes con 40 diíllas que traes de viernes!
Mucho saca y poco pon, pronto se llega al hondón.
Más vale rato de sol que cuarterón de jabón.
Madre sin dolor, hijo sin amor.
Más vale dinero en mano que ilusiones de verano.
Más vale llegar a tiempo que rondar un año.
Mañanita de niebla, tarde de paseo.
Más puede pelo de coño que maroma de barco.
Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.
Más discurre un enamorao que un abogao.
Más vale pájaro en mano que ciento volando.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Más vale prevenir que curar.
Más vale un toma que dos te daré.
Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto.
Más vale prevenir que lamentar.
Más vale maña que fuerza.
Mientras hay vida, hay esperanza.
Muerto el perro, se acabó la rabia.
Mientras más alto te subas, más grande será el cepazo.
Mucha suela y poca cazuela.
Más vale malo conocío, que bueno por conocer.
Más vale pelao que no amortajao.
Más estudia un necesitao que un abogao.
Mando yo, riego yo.
Más vale morir hartos que no faltos.
Más vale cosío viejo que agujero nuevo.
Más vale tarde que nunca.
Más vale en casa una sardina, que en la calle una gallina.
Más vale tener que no desear.
Más vale un pan en paz que cien en guerra.
Más vale ser cola de león que cabeza de ratón.
Mientras la grande se acacha, la chica barre la casa.
Mientras más te acaches, más se te ve el culo.
Media vida es la candela; pan y vino, la otra media.
Más vale añadir que no escupir.
Menos servilletas y más chuletas.
Manos beso cada día, que ver cortadas querría.
Más vale un sabio triste que un tonto alegre.
Muerte, juicio, infierno y gloria ten cristiano en tu memoria.
Mejor es casarse que abrasarse.
Más vale pan con amor que gallina con dolor.
Más vale estar solo que mal acompañao.
Más moscas se cazan con miel que con hiel.
Más vale caer en gracia que ser gracioso.
Más tarde o más temprano, el perro es como el amo.
Mientras más escarba la gallina, más tierra se echa encima.
Más vale ejemplo que consejo.
Más matan faldas que balas.
Más vale año tardío que vacío.
Más vale morir de pie que vivir arrodillao.
Mucho abarcar y poco apretar, suelen andar a la par.
Mejor es que sobre que no que falte.
Mucho hablar y poco obrar, andan a la par.
Mientras vas y vienes, salud tienes. Menos mantel y más que comer. Más vale pan duro que ninguno. Más sabe en su casa el necio que el sabio en la del vecino. Más vale un sí tardío que un no vacío.
N No hay día sin sol, ni mocita sin amor.
Ni invierno viñatero, ni otoño sembrador.
Nieve en la sierra, abundancia en la vega.
No hay bien ni mal que cien años dure.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
No hay bien que dure, ni mal que no se acabe.
Ni un dedo hace mano, ni una golondrina verano.
Norte oscuro, vendaval seguro.
Ni arroz pasado, ni guiso ahumado.
Nunca llueve a gusto de todos.
No nos acordamos de Santa Bárbara hasta que truena.
No se le pueden pedir peras al olmo.
Nadie diga malo el día, hasta que no sea pasado y la noche venida.
No es oro todo lo que reluce.
No sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió.
Nadie es profeta en su tierra.
Nunca es mal año por mucho trigo.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos desea.
No por mucho madrugar amanece más temprano. No hay mal que por bien no venga. Nunca es tarde si la dicha es buena.
No es mal amigo el que avisa. No todo el monte es orégano. No es lo malo el comienzo, sino el empique.
Nunca digas de esta agua no beberé, por muy turbia que la veas. Nadie ríe y llora en el mismo día.
Nadie llora por el ojo ajeno. No es más tonto el que menos sabe.
Nunca digas de esta agua no beberé, ni este cura no es mi padre. No hay oficio sin quiebra, ni tajo sin trabajo. No se puede estar en misa y repicando.
Nunca te pesará tener la boca cerrá.
No hay mejor lotería que el trabajo y la economía.
Nobleza obliga.
No sólo de pan vive el hombre.
No con quien naces, sino con quien paces.
No ofende el que quiere, sino el que puede.
No hay marrano que no sea escrupuloso.
No hay más verdad que to es mentira.
No hay asqueroso que marrano no sea.
No hay muerte que achaque no tenga.
No hay entierro sin risa, ni boda sin llanto.
No es tan fiero el león como lo pintan.
Nadie da lo que no tiene.
No hay nada que a Dios resista, ni que se esconda a su vista.
No sabe gobernar, quien a todos quiere contentar.
No es pobre el que tiene mucho, sino el que mucho ambiciona. No hay peor sordo que el que no quiere oír. Nadie es buen juez en su propia causa.
No hay mejor defensa que un buen ataque. No aprovecha lo comido, sino lo bien digerido.
No hay mayor poder que lágrimas de mujer.
No es tan pronta la herida como la cura.
Ni en cruzar el río ni en dar dineros, seas de los primeros.
Nadie más engreído que un tonto bien vestido.
No tiene juicio, quien deja el propio por ajeno oficio.
No hay tonto, por tonto que sea, que tonto se crea.
No me digas quién eres, ya lo dirán tus procederes.
No ver y no saber, la misma cosa viene a ser.
Nunca mires demasiado alto, que no hay brillantes en el cielo.
No viene mal la nevada que nos evita la helada.
No nutre lo que se come, sino lo que se digiere.
Nunca falta un gato pa lamer el plato.
No anheles impaciente el bien futuro, mira que ni el presente está seguro.
No hay peor tiempo que aquél que viene a destiempo.
Nunca más castigado queda un necio, que cuando se le trata con desprecio.
No bebas sin ver, ni firmes sin leer.
Nunca dejes lo cierto por lo dudoso. No pica la abeja a quien en paz la deja. No tiene conciencia quien no tiene ciencia. No absuelvas ni condenes, si cabal noticia no tienes. Ni el más sabio lo sabe todo.
O Ovejas bobas, por donde va una, van todas. O crudo o asado, por el fuego ha pasado. Ojos que no ven, corazĂłn que no siente. OlvĂdame cuando te olvide y nunca me olvidarĂĄs. Obra empezada, medio terminada. Odia el delito y compadece al delincuente. Orador no convencido, a nadie ha persuadido. Oye mucho y habla poco, pues lo contrario hace el loco. Obra de villano, tirar la piedra y esconder la mano.
P Pájaro que vuela, a la cazuela.
Peligro pasado, voto olvidado.
Perro hambriento, busca sustento.
Para el verano te espero, pollo tomatero.
Pasado el tranco, olvidado el santo.
Pascua pasada, el martes a casa.
Por buen día que haga, no dejes la capa en casa.
Por un minuto de placer, nueve meses de dolor.
Por el hilo sacarás el ovillo, y por lo pasado, lo venido.
Por sol que haga, no salgas sin capa.
Perro ladrador, poco mordedor.
Perro que ladra, no muerde.
Pan a hartura, y vino a mesura.
Pueblos que madrugan, pueblos que circulan.
Pan tierno y vino añejo dan vida al viejo.
Palos con gusto no duelen.
Pan que sobre, carne que baste y vino que no falte.
Piensa mal y acertarás.
Pan, vino y carne quitan el hambre.
Piedra que rueda, no cría musgo.
Pan, vino y carne crían buena sangre.
Para torear y casarse, hay que arrimarse.
Pago adelantado, pago viciado.
Para hablar, comer y joder no hay que aprender.
Poca cama, poco plato y mucha suela de zapato.
Predicar en desierto, sermón perdido.
Putas, frailes y pajes, de altos linajes.
Para presumir hay que sufrir.
Poco a poco hilaba la vieja el copo.
Plaza sitiada, plaza tomada.
Poco a poco se anda lejos.
Paga lo que debes y sabrás lo que tienes.
Propio es del justo y del sabio el perdonar un agravio.
Por la muestra se conoce el paño.
Poco es algo; menos es nada.
Preguntar es no querer ignorar.
Perro que no conoces, no le tientes las orejas.
Para el avaro todo es caro.
Pelo a pelo se hace una trenza.
Por ofrecer, nadie llegó a empobrecer.
Poco se gana hilando, pero menos aún bailando.
Pan prestado, devuélvelo mejorado.
Por el hilo se saca el ovillo.
Para aprender lo principal es querer.
Para cruzar el río y para dar dinero, no seas el primero.
Piensa el avariento que gasta por uno, y gasta por ciento.
Por la boca muere el pez.
Piensa cuanto quisieres y habla lo menos que pudieres.
Por dinero baila el perro.
Por eso el oro es caro: porque es raro.
Para hacer el bien, nunca es tarde.
Penetra en ti mismo y entrarás en un abismo.
Para bien morir, bien vivir.
Para pescar con caña, paciencia y maña.
Por las obras y no por el vestido, es el hombre conocido. Prestar al enemigo es ganarlo; prestar al amigo, es perderlo. Para el amor y la muerte no hay cosa fuerte.
Q Quien de alpargates se fía y de mujeres hace caso, nunca tendrá una gorda y siempre andará descalzo.
Quien echa pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Quien siembra a su hora, más veces ríe que llora.
Quien tuvo, retuvo y guardó pa la vejez.
Quien de joven no trabaja, de viejo duerme en la paja.
Quien quiera ser rico, que trabaje desde chico.
Quien con niños se acuesta, meao y cagao amanece.
Quien mucho teme, algo debe.
Quien mucho abarca, poco aprieta.
Quien quiera la col, que quiera las hojas de alrededor.
Quien mal anda, mal acaba. Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Quien su bien usurpa al dueño, no espere tranquilo sueño.
Quien mal empieza, mal acaba.
Quien bien empieza, bien acaba.
Quien da primero, da dos veces.
Quien de día no trabaja, de noche duerme en la paja.
Quien bien siembra, bien recoge.
Quien nada quiere, todo le sobra.
Quien quita la ocasión, quita el peligro.
Quien va al molino, se enharina.
Quien tiene poca pasta, suela gasta.
Quien debe y paga, no debe nada.
Que solo se vea, el que solo se desea.
Quien busca, encuentra.
Quien no llora, no mama.
Quien contrata, se ata.
Quien debe y paga, descansa.
Quien bien ama, bien aguarda.
Quien más hace, menos merece.
Quien lejos se va a casar, o va engañado o va a engañar.
¿Quién es tu enemigo?: el de tu profesión.
Quien no se alegra cuando llueve, nada tiene.
Quien se entrega a las pasiones, labra él mismo sus prisiones.
¿Quieres conocer a Blas? Trátalo y lo verás.
Quien la olla del vecino quiere catar, la suya no debe tapar.
Quien sin dar ofrece, no empobrece.
Quien del trabajo huye, su porvenir destruye.
¿Quién es tu hermano?: el vecino más cercano.
Quien no ama a sus parientes, que se le rompan los dientes.
Quien no tiene contento, no halla buen asiento.
Quien siembra vientos, recoge tempestades.
Quien quiera pescar, se tiene que mojar.
Quien no tiene madre, no tiene quien le lave.
Quitada la causa, cesa el efecto.
Quien mucho duerme, poco vive.
Quien más sabe, más duda.
Quien se acostumbra al engaño, él mismo labra su daño.
Quien compra lo que no puede, vende lo que le duele.
Quien no te conozca, que te compre.
Quien tiene la llave, cuando quiere cierra, cuando quiere abre.
Quien te cuenta las faltas de otro, las tuyas tiene en el ojo. Quien atiende, bien aprende, si además de oír, entiende. Quien pregunta lo que no debe, oye lo que no quiere. Quien pone el pie en el carril del vicio, encontrará el precipicio. Quien tiene y da, no está obligado a más. Quien a la taberna va y viene, dos casas mantiene. Quien tiene tejado de vidrio, no tire piedras al del vecino.
R Reniega de la bestia que en invierno echa la siesta. Riñas de enamorados, amores doblados. Reunión de pastores, ovejas muertas. Renovarse o morir. Ruin es quien por ruin se tiene. Raíz amarga es la del estudio, pero dulce es su fruto. Repicar y en la procesión, incompatibles son. Roto o sano, mejor está el zapato en el pie que en la mano. Rectificar es de sabios.
S Sardina que se lleva el gato, no vuelve al plato.
Sol rojo, agua al ojo.
Si lo temprano miente, lo tardío siempre.
Sol puesto, obrero suelto.
Santo que no está presente, no tiene vela.
Sol de invierno y amor de puta, poco duran.
Si quieres que el diablo no se presente, no lo mientes.
Sardinas en mayo, cómalas el diablo.
Si dieras de comer al diablo, dale truchas en invierno y sardinas en verano.
Si en casarte aciertas, en nada yerras.
Si la víbora viera y la “alicántara” oyera, no habría hombre que al campo saliera. Si quieres dinero que no te falte, el primero que ganes no te lo gastes. Suegra, abogado y doctor, cuanto más lejos mejor. Si quieres vivir en paz, deja a tu mujer mandar. Si quieres hacer a tu mujer feliz, dale billetes de mil. Si bebes para olvidar, paga antes de empezar. Si yerras en el casar, ya no tienes na que errar.
Si largo es el día, más larga es la lejía. Si bebes para olvidar, paga antes de empezar. Salud y pesetas, lo demás son puñetas. Se junta más pidiendo que dando. Santo enojao, con no rezarle está pagao. Sabe más un necesitao que un abogao. Si quieres comer de la olla del vecino, ten la tuya sin cobertera.
Solterón y cuarentón, ¡qué suerte tienes ladrón!
Si me ven, que me vean, yo sigo con mi tarea.
Sin bolsa llena, ni rubia ni morena.
Se pilla antes a un embustero que a un cojo.
Segundas partes nunca fueron buenas.
Secreto de muchos, secreto de nadie.
Si la mujer te pide que te eches por un tajo, pídele a Dios que sea bajo.
Si engañas al médico, al confesor o al abogado, tú eres el engañado.
Si no quieres ver tu paz alterada, cree mucho en Dios y en las mujeres nada.
Si los envidiosos volaran, siempre estaría nublo.
Si por malas vienes, malas llevarás. Siempre habla quien tiene por qué callar. Según es el cuerpo, son las acciones. Si de la mujer te dejas llevar, pronto sabrás barrer y fregar. Siémbrame llorando, y me segarás cantando. Sin pan no hay paz. Seso tiene de borrico el que vive pobre por morir rico. Si quieres ser dichoso, no estés nunca ocioso.
Si el sabio no aprueba, ¡malo! Si el necio aplaude, ¡peor! Si dices que a trabajar te obligas, haz y no digas. Si ello es verdad, ya se sabrá. Sin penas todas las cosas son buenas. Sólo el que corretea, vuelca.
T Tiempo pasado siempre es deseado.
Trote de burro no dura mucho.
Tiempo pasado traído a la memoria, da más pena que gloria.
Tales reyes, tales leyes.
Tras cada bocado, un trago.
Todo en esta vida quiere orden y medida.
Tripa vacía, carece de alegría.
Tarde y mal, dos veces mal.
Tanto tienes, tanto vales.
Todo lo que no joítes, eso que te perdites.
Tiran más dos tetas que dos carretas. Te casarás si el vecino quiere. Todo lo malo para algo es bueno. Tal palabra me dijiste, tal corazón me pusiste. Tú ves si es bueno rezar, pues mucho mejor es callar. Tierra negra, buen pan lleva. Toma casa con hogar y mujer que sepa hilar. Tras poca cosecha, ruin trigo.
U Una madre y una hija caben en una camisa; una suegra y una nuera, ni en una era.
Un hombre no debe morir sin plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo.
Uva a uva se comió un grajo una viña.
Uno es mal juez de sí mismo.
Una buena capa to lo tapa.
Una y buena vale más que una docena.
Un médico cura dos dudas y tres muertes seguras.
Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Una imagen (un ejemplo) vale más que mil palabras.
Una vez muerto, ¿para qué quieres tu huerto?
Una cosa es predicar y otra dar trigo.
Unos llevan la fama y otros escaldan la lana.
Un buen libro es el mejor compañero. Un libro y un amigo: el amigo para ti y el libro para mí. Un día de obra y un mes de escoba. Una sólida cultura Es la herencia más segura. Una retirada a tiempo es una victoria. Una vez al año no hace daño.
V Viento solano, agua en la mano.
Viva el lujo y quien lo trujo.
Viento solano, malo en invierno y peor en verano.
Viernes noche, en la cama o en el coche.
Verano que dura, otoño asegura.
Vive de tus padres, hasta que puedas vivir de tus hijos.
Viendo la viña, se ve el viñaor.
Ver los toros desde la barrera eso lo hace cualquiera.
Viendo la choza, se ve el habero.
Viste bien a una moza y parecerá una gran señora.
Viejo con mujer hermosa, mala cosa.
Veinte cabras, cuarenta cuernos, vayan mochas por cornúas.
Vino añejo, teta es para el viejo. Vivir para ver. Vísteme despacio, que tengo prisa. Viejo que mucho duerme y joven que mucho vela, pronto se les acaba la vela.
Ves que malo es el negrillo, pues mucho peor es el blanquillo. Veinte y veinte, cuarenta. ¡Ya tengo un borriquillo que me ajuste las cuentas!
Y Ya has comío y ya has bebío. ¡Qué más quieres, cuerpo mío!
Z Zapatitos de charol, ni para el agua ni para el sol. Zapatero, a tus zapatos. Zamora no se gan贸 en una hora.