¡Nos ha dejado usted muy altos! (artículo publicado en el número 132 de la revista Mach.82, en diciembre de 2007)
Jorge Ontiveros Supervisor de Madrid ACC/APP Esta suele ser la queja que con más frecuencia formulan las tripulaciones al controlador de Madrid APP mientras efectúan una aproximación ILS a la pista 18 del aeropuerto de MadridBarajas. Junto a ella los avisos TCAS, las aproximaciones frustradas y demasiados informes de incidentes ATS, convierten en ocasiones a la fase de aproximación en configuración sur del TMA de Madrid en un calvario para pilotos y controladores aéreos. No es mi intención aprovechar la oportunidad que me brinda Mach.82 para justificar la desacertada actuación ocasional de Aproximación Madrid, sino trasladar a mis colegas pilotos los problemas con los que los controladores nos enfrentamos cuando tenemos que “lidiar” con la configuración sur de Barajas, así como aportar algunas soluciones con el ánimo de que se reduzcan las quejas, a veces demasiado airadas (sí, ya sé que “¡En Heathrow no pasa esto!” Pero es que ni estamos en Londres ni nosotros somos ingleses, qué se le va a hacer), producto de secuencias demasiado ajustadas con el tráfico precedente que terminan provocando aproximaciones desestabilizadas, alarmas TCAS y frustradas, dando quizás la impresión de que somos otros controladores distintos a los que hay cuando está la configuración norte. El objetivo que persigo es múltiple: intentar mejorar el nivel de “trabajo en equipo” (porque yo creo que formamos un equipo), llamar la atención sobre algunas deficiencias estructurales del ATC, mejorar la eficiencia del sistema y, de paso, contribuir a que se reduzcan los informes de incidentes ATS, que falta nos hace. Evidentemente, se van a quedar en el tintero otras cuestiones que por falta de espacio no es posible incluir aquí, pero por hoy creo que vamos servidos. Para comenzar he de decir, que cuando hay configuración sur la fase de aproximación a Barajas también resulta incómoda para los controladores. Cuatro factores principales son la causa de ello: 1.-El cambio de configuración de norte a sur suele venir obligado por la existencia de vientos del sur-suroeste cuya componente e intensidad afecta de forma muy desigual al tráfico del sector Aproximación Inicial, hecho que se pone de manifiesto con ocasión de su posterior incorporación al flujo de tráfico del localizador en el sector Aproximación Final. 2.-La existencia de la sierra madrileña obliga a diseñar procedimientos de aproximación para las aeronaves y de control para el ATC, cuyos parámetros de operación varían de forma significativa con los más habituales de la configuración norte, siendo muy restrictivos a causa de las elevaciones de la sierra (¡qué pena que no estemos en Londres!) y, en consecuencia, dejando muy poco margen para enmendar un eventual error. 3.-Si hacemos una comparación, la experiencia de pilotos y controladores en la configuración sur es muy inferior a la más habitual configuración norte. Pero mientras en el caso de los pilotos se trata solo de una cuestión aleatoria, en el caso de los controladores, además de ser aleatoria a causa de la obligada rotación entre los 10 sectores (diez) del TMA, tenemos el handicap de una plantilla sobredimensionada, situación que está provocando que la calidad del servicio se vea resentida.