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Fiel y prudente
El miércoles 14 de julio de 2021 partió a casa el Apóstol de Distrito en descanso Guillermo Vilor, quien desde temprana edad comenzó a servir en la Obra del Señor. Fiel y prudente: así lo habia caracterizado el Apóstol Mayor Leber en su colocación en descanso en el año 2010.
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Nació el 11 de mayo de 1944 en Buenos Aires, Argentina, como hijo único. Recibió el don del Espíritu Santo el 28.11.1951.
Desde pequeño disfrutó de la práctica de deportes, en particular el fútbol, así como del aprendizaje de idiomas. Ingresó en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde se graduó como Ingeniero Electromecánico, con orientación Electrónica. A partir de allí se especializó en los servicios electrónicos.
A los 27 años contrajo enlace y con su esposa tuvieron dos hijos.
Con apenas 17 años, en un Servicio Divino para la juventud escuchó del entonces Apóstol de Distrito Aureliano A. C. Martón la invitación a los jóvenes para sumarse en las tareas de las comunidades. Así, comenzó a colaborar en la limpieza de la iglesia a la cual concurría con su familia.
Con 18 años comenzó a colaborar como hermano o ciante, siendo al poco tiempo ordenado como Subdiácono. Luego, fue recibiendo diferentes ministerios: Pastor, Primer Pastor y Anciano de Distrito.
El 1.1.1980 fue instituido como Obispo y el 13.5.1984 como Apóstol, en ambos casos por el Apóstol Mayor Hans Urwyler, colaborando en las diferentes comunidades de lo que por entonces conformaba el área de la INA Sud América.
El 23.6.2002 fue ordenado como Apóstol de Distrito para Brasil por el Apóstol Mayor Richard Fehr. Más tarde se agregó la atención de las comunidades en Bolivia. Por entonces, el Apóstol de Distrito Vilor expresó como primer objetivo de la tarea: “Poder lograr comunidades vivas, para desarrollarlas aguardando el retorno de Cristo”.
El Apóstol de Distrito e.d. Guillermo Vilor partió a casa
Pág 29: Algunas imágenes durante sus años de su actividad ministerial en las comunidades confiadas
El 10 de octubre de 2010 fue colocado en descanso ministerial en Brasil por el Apóstol Mayor Wilhelm Leber, quien le agradeció por su “ delidad y prudencia”.
Durante el último tiempo el Apóstol de Distrito e.d. Vilor asistía a la iglesia Palermo (en Buenos Aires) donde, hasta donde le fue posible, volvió a colaborar en las tareas de la limpieza junto a sus hermanos, con su distintiva alegría y humildad.
Con mucho gusto intercedemos en sinceras oraciones por los deudos”, expresó el Apóstol Mayor Schneider en sus palabras de confortación: “Que el Padre celestial les conceda abundante consuelo, fuerzas y con anza en las difíciles horas de la despedida”.Quedará en el corazón de los eles todo lo brindado en su activar, vinculados en el ruego de volver a encontrarnos en el día del cumplimiento de la promesa.