Los mejores juguetes para la Infancia Por Ares González Hueso Publicado el 10 de diciembre de 2013
Como maestro y como padre paso mucho tiempo cerca de la infancia viéndoles jugar y acompañándoles en su desarrollo. La mayoría tienen un gran número de juguetes: muñecos y muñecas, coches, puzzles, animales, casitas, cocinas y un largo etcétera que sin duda ya conoceréis. Sin embargo, más de una vez nos habremos quedado maravillados al observar cómo pueden dedicar horas a jugar con cosas con las que nosotros no habíamos ni pensado.
La mayoría de las veces, el descubrimiento y el juego se produce cuando pueden experimentar con lo que encuentran. Hoy, coincidiendo con el día de los derechos humanos, destacamos el derecho de la Infancia a jugar y por ello, en este artículo veremos “juguetes” que son simples, cercanos, de poco valor económico y que ofrecen infinitas posibilidades y combinaciones. Son “juguetes” que potencian y acompañan su desarrollo físico, facilitan espacios y tiempos de desarrollo emocional, fortalecen el desarrollo intelectual a través de la observación, la creatividad, su imaginario y la experimentación y que en definitiva generan un desarrollo espiritual mediante nuevas formas de mirar y entender su vida. Además, es nuestra función como educadores enseñar el buen uso de cualquier objeto a la Infancia: sus posibilidades y riesgos. Sin olvidar, que la Infancia se hace responsable de sí misma cuando la acompañamos desde la libertad y la confianza.
Las cajas de cartón
Es el juguete con más posibilidades para la Infancia y es el motivo por el que hemos utilizado una caja como logo para Alaya. La gran ventaja es que podemos encontrarlas fácilmente en cualquier tienda y que además sus tamaños varían por lo que su uso genera infinitas posibilidades: una cocina, una nevera, autopistas, refugios, disfraces… De hecho, seguro que en alguna ocasión habéis regalado a un niño o una niña un juguete específico en una caja y ha terminado jugando con la caja en vez de con el juguete. Para más diversión, se recomienda tubos de cartón del papel higiénico o de la cocina y cinta adhesiva, la creatividad está asegurada.
Los palos
Cómo podéis imaginar sus tamaños, formas y posibilidades siguen siendo infinitas. Un palo o el conjunto de ellos pueden servir para escribir en la arena, para construir un refugio, como caballo, bastón, para hacer rampas… Una pega es que vienen de seres vivos, por lo que se recomienda un uso responsable de los mismo.
La pintura
Otro de los clásicos es la pintura en sus diversos formatos. Es un elemento que aunque puede tener mayor precio proporciona grandes momentos de disfrute y de crecimiento. Es una de las vías de expresión más elevada y que además permite a la Infancia representar aquello que piensan, sienten o son cuando ni siquiera pueden comunicarse verbalmente. Un lápiz, un rotulador, una cera o unas acuarelas les invitan a crear, pensar y representar su realidad. Si presentamos la pintura junto a un soporte grande donde puedan utilizar todo su cuerpo para pintar, mayores posibilidades.
El barro
Siempre que pienso en barro, pienso en el anuncio “El aprendizaje queda, la suciedad desaparece”. Y es cierto, el barro les ofrece la diversión de marcharse, transformarse físicamente, crear objetos con sus propias manos y compartir momentos con los iguales. Añadir que uno de los mejores espacios para el desarrollo de la Infancia es la naturaleza, ahí encontrarán no sólo barro sino todo cuanto necesitan: tierra, agua, palos, arena, hojas, animales… Ofrecerles la posibilidad de sentirla y vivirla es el mejor regalo que podemos hacerles. Además, aprenderán a respetarla porque la han vivido en sí mismos/as.
Las cuerdas
Las cuerdas parecen simples porque su cometido es juntar cosas pero es un elemento necesario para combinar otros. Permite todos los tipos de relación: el estar juntos, el estar separados, el vínculo, la tensión, el equilibrio… Sus usos son infinitos: saltar a modo de comba, hacer poleas, unir, comunicarse con vasos… Se recomienda la combinación con otros juguetes de esta lista ;)
Las piedras
Es otro elemento de la naturaleza que dada su variedad de tamaños y formas puede ser prácticamente cualquier cosa: una plancha, un plato, construcciones, semillas, comida… Podemos encontrarlas de la manera más barata y sólo tenemos que meter la mano en el bolsillo de un niño para encontrar todos sus “tesoros” en forma de piedras.
Las esferas
Por su simplicidad este volumen añade la dimensión de rodar y rodar. De ofrecer la posibilidad de añadir dinamismo al juego. Pelotas, bolas, canicas que sirven para todo tipo de juegos reglados, para juego simbólico, para rodar, para equilibrarse, para hacerse cosquillas…
Las telas
Las telas permiten a los niños y niñas vivir el placer de desaparecer y volver a aparecer, de transformarse convirtiéndolas en ropa, de que te arrastren encima de ellas, de sentirse arropado y en seguridad, como tejado de una casa, etc… Para encontrarlas, seguro que nuestra vida nos deshacemos de sabanas, cortinas, ropa y demás textiles que podemos reutilizar fácilmente y si queremos más, podemos ir a las fábricas de tela y confección para que nos den sobrantes.
Los libros
Aunque es el “juguete” más caro que pongo pongo en esta lista es sin duda una de las mejores vías del desarrollo de uno mismo. La profundización de la lectura, la concentración, la inmersión en otras realidades, el acceso a diversas informaciones son la vía para el mejor desarrollo mental y espiritual. espiritual
La clave para la Infancia son juguetes no estructurados que se puedan transformar y combinar para que con su innata creatividad generen infinitas posibilidades de juego. Es más, no hay nada más satisfactorio para un adulto que maravillarse con el juego creado creado por los niños y niñas. Un consejo: probad. No sólo a verles jugando sino a experimentar vosotros mismo con estos “juguetes”.
Ares González Hueso Diplomado en Educación Infantil e Inglés; Psicomotricista en Práctica Psicomotriz Educativa Aucouturier y Máster en Pedagogía Sistémica CUDEC. Trabaja como tutor de 5 años en el Colegio Lourdes – FUHEM (Madrid, España).