La destrucción de la escultura con fuego me inspiró. Partiendo de una de las fotografías realizadas mediante la destrucción se me ocurrió hacer una obra pictórica de grandes dimensiones. El Caminante Desconocido yace sobre su lápida en, lo que la realidad ha definido como el fín de su existencia material. Pero aquí no acaba todo, la energía de su existencia no muere, sino que se transforma.