Jorge Velasco Zamora ARGUMENTOS PARA EL CONSEJO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN DE UNASUR Jorge Velasco Zamora Julio 2009 jorgevelascozamora@gmail.com La superación de la postergación socioeconómica de los países emergentes se nos presenta como un imperativo histórico ineludible. Enfrentar tal desafío requiere de estrategias consensuadas que contemplen exhaustivamente las diferentes posibilidades de emerger hacia una sociedad próspera con justicia e inclusión social. En un mundo de creciente globalización con demandas de productos de alto valor agregado y flujo de capitales que no reconocen naciones, replantea la plataforma desde donde los países de las regiones emergentes, como América Latina y el Caribe (ALC), debieran impulsarse. La Ciencia Tecnología e Innovación (CTI) se constituyó, desde después de la segunda guerra mundial, en una poderosa herramienta que catalizara profundos cambios en la trama económico-social de los países centrales. Es imprescindible evitar la subestimación de la CTI considerándola frivolidades de países centrales. Todo lo contrario, la tecnología está cambiando definitivamente la manera de observar el mundo. No es infrecuente que en nuestros países se sostenga que somos espectadores de los momentos culminantes de tecnologías que están cambiando los destinos de la humanidad. Ni deberíamos ser espectadores ni son momentos culminantes. La CTI no posee línea de llegada, no existe un último acto en este proceso. Este concepto tiene fuertes implicancias, en particular de estudios prospectivos, que señalan al siglo XXI con fuertes demandas en bienes de alto valor agregado de la mano de la tecnología y ALC deberían posicionarse para enfrentarlas y transformar el destino de nuestros pueblos. A tal fin es necesario plantearse políticas sostenidas de estímulos a la CTI, las que debieran originar:
Eficiencia en la absorción de productos de base tecnológica que todo país debe importar, encontrando mayor eficiencia de uso y reproducción.
Uso inteligente de los recursos naturales, de las materias primas, de la mano de obra y del capital
Transformación económica para satisfacer necesidades internas y de exportación de alto valor agregado
Profundo cambio socio cultural.
¿Cuanto impacta la CTI en el bienestar social?
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El índice de desarrollo humano (IDH), creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, mide la capacidad por el cual una sociedad mejora la calidad de vida de sus ciudadanos y crea un entorno en el que se respeten los derechos humanos de los mismos. Considera la esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización, de estudios primarios, secundarios y universitarios y PBI. Los valores extremos del indicador son 0 (menor desarrollo) y 1 (más alto desarrollo). Contempla, entonces, índices de salud, educación y económicos. Este índice determina tácticamente varios conjuntos de países (gráfico I). En el sector de más alto desarrollo humano y cuya inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) supera el 1% del PBI (a la derecha del gráfico I) solo dos países supera la marca del 3%: Corea y Japón. Entre el 2 y el 3% se ubican la media de los países de la OCDE (se destacan EEUU, Alemania y Francia). En el rango del 1 al 2% se ubican el resto de los países industrializados. Es de destacar que en estos tres niveles no se hay ningún país de ALC.
Gráfico I La relación entre el gasto en I+D y calidad de vida medidos en índice IDH es lo suficientemente elocuente como para profundizar en su análisis ¿Cuánto invierte el mundo en CTI? En términos de inversión asignada relacionada al PBI, lejos de los valores alcanzados por Japón, EEUU, Canadá, Europa y China, el único país de ALC que en el 2006 superaba el umbral del 1% era Brasil. El promedio de los países de ALC apenas alcanza el 0,63%. (Grafico II)
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Gráfico II ¿Qué ocurre en la economía mundial? La paridad de poder de compra (PPC) o adquisitivo es un indicador que nos permite comparar la calidad de vida entre diferentes países en función de su PBI, es un indicador más realista que otros (incluyendo al PBI). Evaluando el PPC del decenio 1997-2006 veremos que todas las regiones analizadas experimentaron un incremento que oscila entre el 50% (Europa) y 90% (países asiáticos) Gráfico III. La continuidad del período de bonanza descrito se verá fuertemente amenazada por los acontecimientos financieros del 2008-2009. Será interesante el seguimiento de estos índices para ALC a fin de observar, a pesar de su heterogeneidad, de que manera se han aprovechado los períodos de crecimiento para establecer las bases para adoptar medidas de largo plazo destinadas a consolidar la inversión en CTI
Gráfico III. Evolución del PPC, base 1997= 100
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¿Cuánto invirtieron en CTI? Como puntualizáramos, en términos relativos, la inversión en I+D en ALC se mantuvo en niveles francamente bajos (1,9% del PBI) comparado con el resto de las regiones y sin modificación en el decenio evaluado. En términos generales el panorama de financiamiento en I+D en el mundo tiende a ser constante y no ha habido cambios dramáticos en un decenio. Gráfico IV
1997
2006
Gráfico IV. Inversión en I+D ¿Y los países de ALC? Hacia la mitad del decenio evaluado se aprecia una merma muy visible en términos de inversión en I+D (gráfico V), en gran parte debido a la crisis que afectó a la Argentina, de la que comenzó a salir en el 2003 para aumentar en forma constante a partir del 2004.
Gráfico V. Evolución de la inversión en I+D en ALC, base 1997= 100
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¿Se incrementó en el mundo el número de investigadores? El desarrollo sustentable en CTI depende de factores múltiples, pero no se puede dejar de explorar la presencia o no de investigadores, recurso humano mandatorio para iniciar cualquier plan estratégico de política científica. En el decenio 1997-2006 el número de investigadores creció de manera sostenida, y más estable que la inversión como era de esperar, con un crecimiento neto del 40%. Gráfico VI.
Gráfico VI. Base 1997=100
¿y en ALC? La región ALC posee una de las tasas de crecimiento de investigadores más altas del mundo. Dato positivo y alentador. En 1997 la región contaba con 126.806 investigadores trepando a 232.661 para el 2006, lo que representa un incremento del 85%. Veremos en el gráfico VII el número de investigadores y tecnólogos equivalentes a jornada completa donde se aprecia con claridad el crecimiento comparativo con otras regiones Sin embargo, cuando se examina la participación relativa de los investigadores en un contexto global veremos, coincidentes con las inversiones en I+D, que es francamente baja (gráfico VIII). En el año 2006 ALC aportaba solo el 3,8% del total de investigadores del mundo. Este es un tema mayor si se considera que el acceso a las herramientas del conocimiento es una de las principales estrategias a las que pueden apelar las sociedades para alcanzar un desarrollo social adecuado a las necesidades de la región. Las capacidades científicas y tecnológicas tienen una distribución proporcional con la riqueza, cuatro países concentran el 90% de esta población altamente calificada.
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Gráfico VII Investigadores y tecnólogos EJC por región Base 1997= 100
Gráfico VIII Participación relativa de número de investigadores 2006 La cantidad de investigadores por cada 1000 integrantes de la población económicamente activa (PEA) creció en todo el mundo. ALC crece pero aún somos pocos. En efecto, en una década aumentó de 4 a 4,5/1000 integrantes PEA. En los países de ALC pasaron de 0,65 a 0,96 en el mismo período evaluado. Como se aprecia, el crecimiento fue superior al del resto del mundo en términos porcentuales. Sin embargo, en números absolutos es solo un cuarto de los investigadores por 1000 integrantes de la PEA del promedio mundial. ¿Podemos formar más científicos? La consolidación de la base tecnológica de una región dependerá de la existencia de un sistema universitario bien dotado en la oferta de capacitación de postgrado acorde a
Jorge Velasco Zamora las exigencias mundiales modernas y una serie de condiciones que eviten la migración de profesionales al exterior con el objetivo de maximizar su capacitación. En la región de ALC el número de egresados universitarios aumentó de 700.000 a 1.500.000 en 10 años. Sin embargo, este crecimiento se encuentra explicado más por el incremento de estudiantes de ciencias sociales que el de carreras tecnológicas, tendencia que se mantiene. Las carreras tecnológicas representan aproximadamente el 16% de la currícula (contra más del 50% de las sociales). Peor aún, la formación de graduados en ciencias agrícolas apenas aporta un 2% y en descenso. ¿Y el postgrado? Aproximadamente el 5% de los graduados realiza un postgrado y la mayoría con orientación a las ciencias sociales y humanidades. El peso relativo de los graduados de ciencias exactas y naturales se ubica en torno al 9%, ingeniería 14% y ciencias agrícolas 5% con una tendencia descendente. ¿Cómo medimos el desempeño de CTI? Las variables habitualmente empleadas para medir el desempeño del sector de CTI son el número de publicaciones científicas y el número de patentes. El primero de ellos marca la presencia de la ciencia en publicaciones de lectura mundial y el segundo podría ser un indicador de conversión del hallazgo científico en un bien transable. Queda claro que ambas variables no pueden dar cuenta de la utilidad de la producción científica y tecnológica pero sí permitiría inferir acerca de su valor como insumo para la innovación y de su apropiación por el sector productivo. El número de trabajos publicados se ha incrementado lo que coincide con la “corriente principal de la ciencia”. Sin embargo, no hay un correlato entre el incremento de publicaciones científicas y el número de patentes (gráficos IX y X). Esta asimetría es más evidente en los ámbitos académicos los que mantienen muy débiles vínculos con el sector industrial. Un factor adicional remite a los marcos legales que, en ciertos países, desalientan el patentamiento. El número de patentes de los residentes en la región se incrementó un tercio, en cambio el de los individuos o empresas que no residen en nuestra región, pero requieren del patentamiento de sus hallazgos, se incrementó alrededor del 80%. (Gráfico X). La brecha entre ambos pone en evidencia la dependencia tecnológica de un país o una región determinada.
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Grafico IX. Trabajos científicos publicados
Gráfico X Solicitudes de patentes en ALC (en miles) Mientras que en ALC la mayoría del esfuerzo de la investigación y desarrollo se orienta a la ciencia y a la investigación básica, los países que se encuentran en la frontera tecnológica se centran en el desarrollo aplicado y experimental. En la región la investigación y desarrollo se realiza principalmente en universidades y organismos públicos, pero en los demás países son las empresas privadas las que encabezan la realización de este tipo de actividades. Tanto en el objeto del esfuerzo de CTI como el lugar en el que se realiza se traduce en un mejor aprovechamiento económico de las patentes presentadas (gráfico XI)
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Gráfico XI Eficacia de las patentes en función de la inversión realizada ¿Qué hacer? Es imperativo emprender el apasionante camino de la evolución tecnológica de nuestra región y, de su mano, ser protagonistas de un potencial desarrollo económicosocial sin precedentes. Hay razones para ser optimistas: i.
Las oportunidades presentes en un contexto permite prever un incremento de la demanda tecnológica, en particular en segmentos de nicho en los que nuestra región puede posicionarse fuertemente.
ii.
Contamos con recursos naturales y humanos que permiten establecer un punto de partida para sustentar un plan estratégico en tecnología.
iii.
Ya hay cierta experiencia en la región en términos de vínculos entre tecnología y empresa con algunos éxitos interesantes que abren caminos a seguir.
iv.
La experiencia de países asiáticos muestra que el desarrollo de un entramado entre diferentes actores (gobierno, universidad, institutos de investigación, empresas, capitales, etc) conducen a una cadena de valor posible y deseable.
v.
UNASUR es una realidad política cuya potencialidad en términos de estímulo a la CTI la convierten en una herramienta poderosamente estratégica.
Consolidar estas oportunidades transformándolas en una realidad ofrecerá una circunstancia única (tal vez irrepetible) de ver a nuestra región emerger de la pobreza. En este sentido se hace imprescindible establecer políticas de CTI de corto, mediano y largo plazo identificando las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de UNASUR. Conscientes de que, además, es posible, y necesario, desacoplarse de los
Jorge Velasco Zamora países centrales en esta materia el esfuerzo debería considerarse como de máxima prioridad en la región. Consideraciones al consejo de CTI en el marco de UNASUR Debe disponer de un cuerpo profesional y técnico de alto nivel, capacitado y estable, que pueda trabajar efectivamente con el sector público y privado para formular estrategias exitosas Objetivos generales: Políticos Estimular alianza público-privada que se apoyen en un claro liderazgo político y en estructuras institucionales adecuadas. Búsqueda de consenso regional acerca de planes estratégicos Establecer vínculos con organismos de la economía real Posicionar en el mundo los productos de base tecnológica de UNASUR Facilitar la apertura de mercado a empresas tecnológicas de la región Buscar armonización y consenso internacional en propiedad intelectual y patentes Técnico-logístico Planificar, gestionar y controlar la estrategia de CTI Asesorar a cualquiera de los sectores involucrados en CTI Generar un red de infraestructura que se complementen y optimicen recursos Articular los sectores críticos de acuerdo al plan estratégico Monitorear las necesidades de tecnólogos según la estrategia adoptada Apoyar la transferencia de tecnología dentro y fuera de UNASUR Asesorar en proyectos de propiedad intelectual y patentes accesibles, modernos y con protección internacional. Facilitar la creación de institutos de transferencia tecnológica públicos, privados o mixtos como herramienta para el cumplimiento de las metas fijadas. Capacitación Estimular la formación de tecnólogos tanto en carreras de grado como de postgrado Promover nuevos postgrados como gestión estratégica de la innovación tecnológica y políticas de ciencia, tecnología y sociedad Generar condiciones para la creación de institutos universitarios abocados a la problemática de la CTI cuya currícula abarque desde lo técnico hasta lo social, sin apartarse de la necesidad de capacitar para dar respuesta a necesidades estratégicas de largo plazo
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Divulgar los atributos de prosperidad social de la CTI entre los miembros de la comunidad con capacidad de formación de opinión (maestros, comunicadores, periodistas, etc) Fomentar la formación de áreas de investigación y desarrollo en empresas públicas y privadas Generar un sistema de becas dentro y fuera de UNASUR de acuerdo a las necesidades de la región. Promover un clima académico que desanime la emigración de talentos.
Financieros Interrelacionarse con los organismos financieros de UNASUR Asegurar una fuente genuina de recursos para objetivos estratégicos Priorizar el financiamiento de sectores estratégicos. Monitorear el uso de las partidas asignadas Fomentar el desarrollo y aporte de capitales de riesgo Estimular, de haberse creado un mercado regional de capitales, la emisión de bonos y acciones de empresas de base tecnológica. Observatorio Determinar las necesidades regionales y globales en cualquier área que la CTI pueda aportar valor. Identificar nichos de desarrollo tecnológico para satisfacer esa demanda Relevar la formación de tecnólogos en función del plan estratégico Relevar la infraestructura necesaria, sea esta pública o privada. Realizar prospectiva tecnológica, y su vigilancia, a 5, 10 y 20 años en áreas consideradas críticas. Seguimiento de índices que permitan determinar cambios de rumbos en las políticas científicas. ... “el adelanto de los conocimientos científicos y tecnológicos está transformando la estructura económica y social de muchas naciones. La ciencia y la tecnología ofrecen infinitas posibilidades como medios al servicio del bienestar a que aspiran los pueblos. Pero en los países latinoamericanos este acervo del mundo moderno y su potencialidad distan mucho de alcanzar el desarrollo y nivel requeridos…la ciencia y la tecnología son instrumentos de progreso para la América Latina y necesitan un impulso sin precedentes en esta hora” Declaración de la Conferencia de Punta del Este, 1967. Pasaron más de 40 años y la CTI se afianzó, no solo en países desarrollados sino, en otros que de su mano se quitaron de encima el estatus de emergente. La región de ALC debería reencausarse volviendo al camino que no debió haber dejado jamás