JESUS TERAN 54

JESÚS TERÁN

Editorial 2017, año de conmemoración del Centenario de la Revolución Rusa, movimiento que significó el paso del zarismo a una dictadura del proletariado, es decir, la llegada de un gobierno socialista. Nombres como Lenin, Trotski (asesinado en México) y Stalin, dieron forma, cada uno desde su propia trinchera y perspectiva a lo que sería la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que emergió del movimiento revolucionario.

La Rusia de los Romanov estaba en crisis, agudizada por la hambruna y por un invierno crudo (no hay que olvidar que en la historia rusa, el clima es un factor determinante), la derrota en la guerra contra Japón (1904-1905), dio paso a la denominada primera revolución en 1905 que tuvo como objetivo exigir al zar Nicolás II diversas reformas, la respuesta fue una dura represión. Además hay que sumar la participación y desgaste de los rusos en la Primera Guerra Mundial, así como viejas estructuras feudales al interior del país, es decir, había un caldo de cultivo propicio para un movimiento revolucionario.

El resultado de dicho movimiento significó un nuevo equilibrio de fuerzas en la escena internacional, que se vive todavía hasta la actualidad, significó ensayar formas socialistas de organización política, económica y social, en contraposición del liberalismo.

Suplemento sobre Estudios Internacionales para La Jornada Aguascalientes Septiembre 2017

No. 54

Coordinadores: Aurora Terán Fuentes Soren Héctor de Velasco Galván

Manifestación bolchevique. Julio 1917. Autor: Ross, Edwar Alsworth. 1917 Disponible en: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Manifestaci%C3%B3n-bolchevique-julio-1917--russianbolshevik00rossuoft.png

AURORA TERÁN FUENTES

La antigua URSS y actual Rusia representan una forma diferente de ver al mundo, contraria a la idea occidental y liberal defendida principalmente por Estados Unidos y las potencias europeas. Por tal razón, es importante discutir a Rusia con todo su devenir histórico.

Los artículos que conforman esta edición desde diferentes ópticas abordan a la gran complejidad que significa Rusia, en la primera colaboración que es de quien suscribe estas líneas, se hace un repaso de la Revolución y su legado a Occidente; Jovany Chávez García explica a la Revolución como una consecuencia de la Primera Guerra Mundial; Ramsés Asaid Rodríguez centró su escrito en la figura del actual presidente ruso, Vladimir Putin, y lo presenta como si fuera un zar; finalmente Israel Luna Chávez, aborda el tema de la Revolución Rusa desde dos conceptos: organización e ideología, y establece una relación con situaciones que se han vivido en nuestro país, derivadas de los sismos, es un escrito dedicado a las víctimas del pasado 19 de septiembre.

No me queda más que agradecer el espacio que La Jornada Aguascalientes nos sigue proporcionando, porque nos ha permitido a los coordinadores y colaboradores del suplemento Jesús Terán plantear temas del ámbito internacional que permitan debatir y comprender a México dentro de un orden mundial.

JESÚS 2 TERÁN

La Revolución Rusa: Historia para recordar AURORA TERÁN FUENTES

Doctora en Historia Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 011

2017 es el año en se conmemora el Centenario de la Revolución Rusa, considerada uno de los acontecimientos de mayor relevancia y trascendencia en la historia del siglo XX, porque es imposible comprender eventos como las guerras mundiales o la Guerra Fría sin el antecedente del movimiento revolucionario ruso.

La Revolución Rusa fue un movimiento que buscó instaurar la dictadura del proletariado en la Rusia zarista del Antiguo Régimen, anclada en viejas prácticas feudales. No hay que olvidar que Rusia perteneció a la Santa Alianza en el siglo XIX (conformada en 1815, junto a Prusia y Austria), mediante la cual se buscaba mantener y defender los valores cristianos y la monarquía absoluta frente a las tendencias liberales, republicanas y revolucionarias de la época.

Como resultado de la Revolución Rusa de 1917, desapareció el zarismo y efectivamente se estableció una dictadura del proletariado, lo que significó que el pensamiento marxista, interpretado desde la realidad rusa a través de figuras como Lenin, echó raíces como la ideología que permeó en toda la sociedad y en la definición de las políticas de aquel país euroasiático. Un pensamiento o filosofía peligrosa para la visión occidental de corte capitalista y liberal. Con el triunfo de la revolución, Rusia se convirtió en la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), enorme país que conformó un bloque con países de la Europa del Este, contrario al bloque que tuvo por centro a los Estados Unidos. Ambos bloques definieron el mundo bipolar después de la Segunda Guerra Mundial.

En consecuencia, la segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por la Guerra Fría, que se caracterizó por una visión de mundo bipolar, en cada polo se instalaron dos ideologías opuestas, por un lado URSS y su zona de influencia que defendían el socialismo, y por el otro lado Estados Unidos y sus aliados con su visión capitalista y liberal, mientras que para los primeros su valor era la igualdad, para los segundos era la libertad. Desde Occidente fue muy efectiva la maquinaria propagandística que presentó al socialismo y comunismo como lo peor que le podría pasar a un pueblo, ambos vocablos todavía asustan, ser “rojillo” puede ser un estigma social y político en la actualidad.

No obstante, Joseph Fontana en un artículo titulado “Por qué nos conviene estudiar la Revolución Rusa?, plantea el legado e influencia de la misma hacia el mundo occidental de corte liberal y capitalista, en relación a las políticas sociales y laborales que consolidaron el Estado social, así como su actual desmantelación.

En el siglo XXI se tendría que analizar lo que ha pasado con el abandono del Estado de bienestar, lo que ha pasado con grandes pilares de política social como lo es la salud y la educación, logros de las naciones con gobiernos socialistas.

Fontana expone que en el mundo occidental se implementaron una serie de

Tropas bolcheviques durante la Revolución Rusa. Autor: Ross, Edward Alsworth. Año: 1921.

Disponible en: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tropas-bolcheviques--russianbolshevik00rossuoft.png

políticas sociales y laborales con el fin de impedir el levantamiento de los trabajadores organizados, por tal razón, se logró avanzar mucho en cuanto a derecho laboral, traducido en una serie de condiciones y prestaciones que beneficiaban a la clase trabajadora y/o asalariada. No obstante, con el fin de la Guerra Fría y el colapso y desaparición de la URSS, a través de reformas e implementaciones de políticas que responden a tendencias y presiones internacionales, parece que se da un paso atrás en cuanto a condiciones laborales y, por ende, sociales, que tienen que ver con las condiciones materiales de existencia de las que hablaba Carlos Marx.

Por tal razón, Fontana invita a la reflexión y a reconocer el legado de la Revolución Rusa hacia el mundo occidental en cuanto a la mejora de dichas condiciones de los trabajadores; no obstante, en la actualidad, y debido a la influencia de organismos económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, se ha implementado el neoliberalismo que privilegia la esfera económica, en detrimento de la social.

Será que el fantasma que recorrió a Europa ha dejado de hacerlo, ese fantasma del comunismo que fue perseguido por reyes, zares, alto clero y otros gobernantes, que lo veían como una amenaza al status quo. O el fantasma permanece adormecido. La idea del fantasma marca el inicio de una obra clásica del siglo XIX cuya autoría es de Marx y Engels, me refiero al Manifiesto del Partido Comunista (1848), en sus primeras líneas queda clara la idea del peligro que suponía: ”Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han aliado en una sagrada cacería contra este fantasma, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes. No hay un sólo partido de oposición a quien los adversarios gobernantes no motejen de comunista, ni un sólo partido de oposición que no lance al rostro de las oposiciones más avanzadas, lo mismo que a los enemigos reaccionarios, la acusación estigmatizante de comunismo”.

Goran Bregovic, músico nacido en la antigua Yugoslavia ha expresado cómo Rusia y los Balcanes tienen lazos muy fuertes que los definen como Oriente, su grandeza se entiende por ser orientales, en dicho sentido comenta: “Creo que Occidente siempre ha sufrido pequeña paranoia al respecto (sobre Rusia).

Espero que pase, e inventen alguna cura contra esto”. Podríamos comenzar por reconocer su legado.

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¡A mis camaradas!

Marx, Engels, Lenin, Stalin. 1933 (póster de propaganda). Autor: Gustavs Klucis (1895-1938).

Disponible en https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Marx,_Engels,_Lenin,_Stalin_(1933).jpg

JOVANY CHÁVEZ GARCÍA Estudiante de Ciencias Políticas y Admón. Pública. UAA.

Así fue el título de la carta que envió Lenin a los miembros del partido Bolchevique, que los exhortaba a la toma violenta del gobierno, de manera arrasadora y fulminante, pues: “¡No se puede esperar! ¡No podemos perderlo todo!”. Y es que abusar de la dilación de la toma del poder que pretendían los tibios mencheviques, significaba hacer tambalear una cohesión de masas nunca antes observada por la humanidad. Por primera vez en la historia, la supraestructura perecería bajo escombros. Todo aquello que germinara desde abajo sería representado y dignificado. La fuerza de trabajo obtendría su valor absoluto y la plusvalía solo quedaría como un recurso retórico que representaba a la injusticia. Pero… ¿Fue la Revolución Rusa un producto exclusivo de la concientización de la clase y el genio de sus líderes mesiánicos? ¡Definitivamente no! La Revolución Rusa más que nada, es un efecto colateral de la Primera Guerra Mundial, otro fenómeno sin precedentes, un cataclismo capaz de darle viraje de pies a cabeza incluso a los sistemas políticos con antecedentes firmemente enraizados. La dimensión de una primera guerra mundial genera bifurcaciones que son indispensables de precisar; por un lado las gestiones de la guerra (por primeros ministros, el zar, mandatarios, etc.), y por otro los actores que acataban y trabajaban en función de los resultados de las gestiones (soldados, manufactura bélica, proveedores de alimentos y sociedad civil). En la Primera Guerra Mundial quedó de manifiesto la burbuja en que vivían los unos y los otros. Los primeros disponían de los segundos casi como variables de experimentación, y ya con la guerra en ciernes, como carne de cañón. Lo que en muchos países provocó una resistencia por parte de los civiles. Pero ningún país padeció tanto la Primera Guerra como Rusia. Esto es lo que pasa cuando se le presiona a una sociedad civil

lo suficiente como para que en cuestión de meses, las redes se tejan como sinapsis neuronales de súper dotado y se genere una sublevación en masa, condiciones de presión como hambrunas y sobrexplotación, incluso una radical carencia de empatía con su fuerza armada. La Primera Guerra y el despotismo, ineptitud y nula capacidad de los zares para saber hacer contingencia sobre una guerra, provocaron el nacimiento de la gloriosa dictadura del proletariado o en su defecto, del marxismo-leninismo, con un factor clave, el apoyo del ejército ruso hacía con las masas.

Para quienes nacimos del lado feo del puente, la Revolución Rusa representa un cuento de ensueño –aunque terminó enmohecido por las mismas afectaciones patológicas que genera el poder, en todos los nuevos sistemas y líderes con las mejores intenciones-. Hablar de Lenin es hablar de un antihéroe que cumplió con todas las características de un guía social, junto con su enemigo íntimo Trotsky y el asesino verdadero de Lenin no oficial: Stalin. Condiciones favorables “catastróficas” y demasiada potencia intelectual en distintas individualidades condujeron a Rusia bajo el velo de la Unión Soviética, a instaurar un nuevo régimen con el tablero del juego en completo revés.

Pero como decían los bolcheviques: “Damos por sentado que la condición humana es buena”. El problema es que fueron muy optimistas al pensar de esta forma, porque si hay misterios que permanecen en una completa interrogante, uno de ellos es descifrar la condición humana.

Condición humana que hizo flexibilizar el socialismo de Lenin. Condición humana que llevó a Stalin a instaurar un régimen con todo y campos de concentración, y de la misma forma, aspirar a un “supraestado” , del que se huía a principios de la revolución.

JESÚS 4 TERÁN

Kremlin, Moscú. Autor: Quistnix at Dutch Wikipedia. Disponible en: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Moscow_Kremlin.jpg

Vladimir Putin ¿Un nuevo zar?

RAMSÉS ASAID RODRÍGUEZ NÚNEZ Estudiante de Ciencias Políticas y Admón. Pública. UAA.

La Revolución Rusa, que dio origen a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), ha pasado como un hecho histórico en el que la sociedad se planteó la idea de que ser gobernada de una manera diferente, para 1917, en el Imperio Ruso persistían prácticas feudales. Con el movimiento revolucionario se derrocó a la dinastía de los Romanov para equilibrar de alguna manera el poder de dicha nación e implementar la justicia e igualdad social, a través del socialismo, en su faceta de marxismo-leninismo.

Sin embargo, en la actual Rusia (y después de la disolución de la URSS en 1991), parece que se retornó a los tiempos del zarismo, porque los zares gobernaban aproximadamente treinta años o más (sin olvidar que los presidentes de la URSS también tuvieron periodos muy amplios de gobierno).

La Rusia de hoy liderada o comandada por una persona, la cual ha reiterado en diversas ocasiones la posibilidad de cambiar la forma de realizar las cosas, pero que de alguna manera ha creado una forma de dependencia del gobierno hacia sí mismo, me refiero a Vladimir Putin, actual presidente y que ha liderado por casi dieciocho años a los rusos y lo ha hecho aparentemente por la vía democrática (ha ocupado también los cargos de Primer Ministro y Vicepresidente), se puede asegurar casi con total seguridad que las elecciones en este país el próximo año le van a ser favorables; debido a temas de su agenda como la innovación, patriotismo y seguridad que promueve él y su gobierno, como una forma para garantizarle el puesto y el poder nuevamente, otorgándole otros seis años y rompiendo los récords de otros gobernantes de este país. Este personaje ha transformado la forma y fortuna de ver a Rusia y a su gente. La manera de hacer las cosas le ha funcionado, pues modernizó el país prácticamente en todo sentido, así como el sistema de poder que él mismo ha establecido.

Sin embargo, al observar desde el origen hasta la actualidad el gobierno de Putin, se puede distinguir que prácticamente todos los amigos de él son multimillonarios y que son líderes de las principales o prácticamente todas las empresas que son del Estado, muy similar al sistema Zarista de aquel entonces.

Así como la implementación de dos de los principales pilares de la antigua URSS, la propaganda y la represión, con el objetivo principal de mantener un control total, pero que bien ha implementado hasta el día de hoy de manera oligárquica como en los tiempos del Zar. Todo esto permitió crear prácticamente una total dependencia hacia su gobierno y a sus allegados en donde no se les escapa nada en lo absoluto, al tener el control de lo que pasa, y si en algunos sectores no lo tiene, si ha logrado una gran influencia y poder sobre los mismos.

El actual gobierno de Vladimir Putin se desvive por mantener y de alguna manera restaurar el antiguo Imperio Ruso de manera velada con el fin de reestablecer la majestuosidad de los gobiernos zaristas del pasado, que se vio truncada por de la bien ya nombrada Revolución Rusa.

La fe ISRAEL LUNA CHÁVEZ Estudiante de Ciencias Políticas y Admón. Pública. UAA.

La Revolución Rusa, suceso sumamente importante para la historia universal contemporánea, en uno de los eventos que marca el siglo XX, y a partir de la misma se pueden discutir e interpretar otras realidades o contextos.

Para probar lo anterior analizaremos dicho movimiento social desde una perspectiva teórica y más concretamente a partir dos conceptos clave: organización e ideología; y cómo ambos términos se traducen en factores determinantes para la comprensión de la fe.

En primera instancia debemos partir de la idea de que la fe es la fuente de la existencia de un poder supremo del cual depende el transcurso de la vida del hombre. Esta capacidad de influencia en el plano terrenal y espiritual puede ser depositada en cualquier ente que el hombre considere ad hoc a su sistema de vida y creencias, bases para la generación de cierto tipo comportamientos tanto individuales como colectivos.

Esta fe ha sido capaz de generar organización en cualquier época y en cualquier magnitud y tipo. Es algo innato al hombre. Las complicaciones aparecen cuando esa organización cuenta con una ideología como lazarillo. El desenvolvimiento de la Revolución Rusa de 1917 es un claro ejemplo de la metáfora anterior. Sí, existía en el fondo una fe hacia la organización y su cometido, pero era una fe que, además de ser expresada de manera política, fue transmitida en unos casos e impuesta en otros, por los ideólogos del movimiento, y permeó en toda la sociedad de la Unión Soviética: partidos, grupos y personas que compartían la misma ideología.

En cambio, si analizamos bajo los mismos conceptos la configuración social después de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 en la Ciudad de México, podremos observar cómo un fenómeno natural de las proporciones de dichos sismos, no sólo presenta repercusiones en el mundo material, sino que también se encarga de derrumbar las estructuras sociales y subjetivas, y genera nuevas formas de organización, basadas en sentimientos, preocupaciones, empatías y creencias comunes. Para dar certeza a las palabras de Emilio Viale para el caso del sismo de 1985: “…no hubo ninguna convocatoria, no se hizo ningún llamado y todos acudieron”. El poder supremo antes mencionado, ahora está postrado voluntariamente en la fuerza de la humanidad, más allá de ideologías o diferencias.

La eliminación superficial de cualquier ideología, impulsada por un fenómeno natural impredecible, provoca la transformación de organización en UNIÓN. Eso es la fe. Es otra forma de fe.

EN MEMORIA DE TODAS LAS VÍCTIMAS DE LOS DESASTRES DEL PASADO 19 DE SEPTIEMBRE MÉXICO ESTÁ CON USTEDES