JESUS TERAN 71

JESÚS TERÁN

Suplemento sobre Estudios Internacionales para La Jornada Aguascalientes Febrero

2019

No. 71

Coordinadores: Aurora Terán Fuentes Soren Héctor de Velasco Galván

Brexit: El Reino Unido se separa de la Unión Europea Imagen disponible en: https://www.autobild.es/noticias/brexit-cinco-iconos-britanicos-que-echaremos-menos-293387

SOREN HÉCTOR DE VELASCO GALVÁN

E di torial

Londres, Inglaterra. 23 de junio de 2016. Poco a poco, los resultados del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea se conocen: 51.9 por ciento de los británicos votó por salir de la Unión Europea; el restante 48.1 por ciento del electorado británico sufragó por continuar en la Europa unida. En pocas palabras: ¡El Brexit ha ganado!

De esta manera, la profecía que hiciera George Orwell sobre una Inglaterra que se retira del escenario global para convertirse en “una islita fría y sin importancia donde todos tendrían que trabajar muy duro y comer arenques y papas” parece hacerse realidad.

Por lo tanto, el Suplemento Jesús Terán dedica su edición de febrero de 2019 a examinar el momento más importante desde la Segunda Guerra

Mundial para los británicos: la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit.

Luis Lenin Herrera Díaz de León enfoca su colaboración en inspeccionar la influencia del populismo de derecha en el resultado del referéndum sobre el Brexit. Por su parte, Carlos Enrique Cuevas Lara analiza la estrategia de defensa que pretende implementar el Reino Unido en el período post-Brexit. Finalmente, Héctor Alfredo de Velasco Dávila explica por qué el Reino Unido es una superpotencia cultural y cómo este activo le podrá ser útil en el futuro.

Por último, Aurora Terán y el escribano agradecen a nuestra casa editorial, La Jornada Aguascalientes, creer en el Suplemento Jesús Terán y permitirnos su publicación.

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El populismo en su formato

Brexit

LUIS LENIN HERRERA DÍAZ DE LEÓN

Candidato a doctor en Estudios Fiscales Universidad Autónoma de Aguascalientes

Cuenta la leyenda que Bruto, uno de los nietos de Eneas, liberó a los esclavos troyanos que los griegos capturaron como resultado de la guerra narrada en La Ilíada de Homero y los llevo a una gran isla, a la que nombraron Bretaña en honor a su caudillo (incluso el nombre original de Londres fue “La nueva Troya”). De igual manera, el pueblo britano, según lo que escribe Geoffrey de Monmouth en su Historia de los Reyes de Bretaña, siempre estuvo en pugnas con los romanos y con los sajones (dos de los cuatro pueblos que han dirigido la Europa continental a lo largo de su historia); y a partir de la Edad Media tuvo otro tanto con sus vecinos franceses y españoles.

Así pues, dejando de lado las guerras mundiales del siglo XX, se puede decir que en muchos aspectos, el Reino Unido no acabó de integrarse con otras naciones europeas y, evidentemente, no comparte del todo la idea de una sola nación continente. De hecho, George Orwell en su impecable libro 1984 hace una división del mundo en tres partes y ubica a Gran Bretaña dentro del mismo bloque que Estados Unidos y no con el resto de Europa.

De esta forma se puede afirmar dos cosas, por un lado que la sociedad inglesa nunca estuvo del todo comprometida con el proyecto europeo y, por otra, parte sigue teniendo un sentimiento de orgullo por el otrora tiempo en que eran el imperio más grande del mundo. ¿Ejemplos?: Inglaterra prefirió tomar por los Estados Unidos por sobre la Unión Europea durante la invasión a Irak para derrocar al tirano Saddam Hussein. Asimismo, protagonizó el papel de comparsa del aliado estadounidense al congelar más de 1,200 millones de dólares en oro al autócrata bufón Nicolás Maduro. Finalmente, Inglaterra nunca adoptó la moneda única, el euro, en parte porque la política monetaria dictada en Londres es referente para muchas operaciones de comercio internacional y la libra esterlina tiene tanto peso como el euro.

Esta añoranza por una época de glorias pretéritas no les permite apreciar las bondades que les ha traído formar parte de uno de los mercados más grandes del mundo y sus consecuentes implicaciones, tales como el incremento en las exportaciones, inversión extranjera, empleo, captación de capitales, etc.

La globalización, aunque ha generado un intercambio de bienes que ha hecho asequible a la mayoría de la población productos que en otra época solo podían haberse pensado que eran para unas pocas elites, también ha generado grandes desigualdades que provocan encono y rencor, no solo en la tierra de los anglos sino en todo el mundo.

De esta forma, derivado de un incremento en la competitividad mundial, se han perdido ciertos privilegios laborales, incrementado el costo de los alquileres

Nigel Farage, líder de los británicos euroescépticos, apoya al entonces candidato Donald Trump Fuente: p-wind-farms-in-a-meeting-with-nigel-farage-136411512909103901-161122214059.jpg

y de ciertos insumos otrora más asequibles, las tasas de desempleo son más altas, hay incrementos en delincuencia y en el caso particular, pero no exclusivo, de Inglaterra, ha habido ataques terroristas. La forma típica en que se canalizan estos enojos es en contra de la población inmigrante, que aunque en su mayoría son personas que solo buscan paz y trabajo tienen miembros cuyo actuar no corresponde al de una persona que busca refugio y vuelven a sus grupos étnicos presa fácil de los discursos de grupos de corriente conservadora.

Esta situación ha creado un caldo de cultivo perfecto para que un populismo de derecha, disfrazado de nacionalismo a ultranza, haya tomado fuerza en varias naciones del orbe, entre ellas, la nación que fue el imperio más grande en la historia del mundo y que dominó la civilización en el siglo XIX. Así pues, en junio de 2016 se votó un referéndum en el que los británicos apoyaron la propuesta de grupos políticos que tenían décadas pugnando por la salida del Reino Unido como estado miembro de la Unión Europea. Dos errores saltan a la vista: por un lado, el entonces primer ministro David Cameron no midió el malestar de la población y minimizo la amenaza que representaba ese populismo británico que debió de haber sido atacado, al menos en el terreno mediático; el otro gran error es que los propios promotores del Brexit no esperaban ganar y, por ende, no calcularon las consecuencias de su propuesta y mucho menos tenían un programa para avanzar con este tema.

Lo que vimos en semanas recientes confirma lo anterior, y se observa como Teresa May, el actual primer ministro, ha tenido un fracaso al tratar de convencer al Parlamento de aceptar un plan de salida de la Eurozona; lo que le ha orillado a buscar un plan alternativo. Esto presupone el probable asilamiento físico del Reino Unido con respecto al resto del continente, que se manifestaría en volver a crear fronteras – aduanas con su respectivo impacto en la dinámica de sus habitantes y sus vecinos: menor flujo de mercancías, salida de capitales, inestabilidad monetaria, distorsiones en el mercado de trabajo, afectaciones al turismo y graves problemas en lo que respecta a derechos adquiridos tales como atención médica accesible en todos los países miembros.

Es probable que el Reino quede en el limbo por muchos años al no llegar a arreglos aceptables para todas las partes, que si bien mantendrían muchos aspectos tal como estaban antes del referéndum del Brexit, esto no dejara de crear incertidumbre que es el peor de los escenarios que en política y economía de puede llegar a tener… ¡menudo lío que ha causado el populismo anglo¡

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La Estrategia de la Decadencia: las fuerzas armadas de su Majestad Británica en el post-brexit

CARLOS ENRIQUE CUEVAS LARA

Elementos del 40° Comando de la Real Infantería de Marina marchan en las Islas Malvinas, 1982 Imagen disponible en: https://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/southamerica/falklandislands/9042422/Argentina-doesnt-have-military-power-to-seize-the-Falklands-says-defenceminister.html

Licenciado en Relaciones Internacionales

En uno de los momentos más críticos en la historia reciente del Reino Unido, cuando la incertidumbre genera una espesa neblina que no permite ver un futuro claro para este gigante debilitado por los recortes financieros y de personal. Es momento de preguntarnos cuál será la estrategia de las fuerzas armadas de Su Majestad tras la salida anunciada de la Unión Europea, motivada por el Brexit. Poco se ha comentado sobre el plan de defensa del Reino Unido.

Este artículo pretende llenar ese vacío.

Las repercusiones y el impacto sobre la Unión Europea varían según la opinión de diferentes analistas: desde los más pesimistas que creen que la Europa unida perderá capacidad militar para proporcionar seguridad en su entorno y de inteligencia para proteger a sus ciudadanos ante los riesgos de terrorismo y migraciones, hasta los más optimistas que ven el Brexit como una ventana de oportunidad para relanzar la política de seguridad y defensa para progresar en la integración del espacio común.

Es más que evidente que el brazo armado británico cuenta o contaba un gran aliado del otro lado del Atlántico (EUA). Esto se debió a que, en sus mejores tiempos, formaban parte de un selecto grupo que pudo destinar gran parte de su presupuesto al rubro militar y de seguridad, pero todo esto quedó atrás.

La situación que enfrenta actualmente Reino Unido es muy complicada, pues la posibilidad de un Brexit sin acuerdo es cada vez más real. Sin embargo, hay voces que pretenden relanzar la presencia militar británica en el orbe: el ministro de Defensa, Gavin Williamson, sostiene que los británicos todavía tienen bases operativas conjuntas en: Chipre, Gibraltar, las islas Malvinas y Diego García, en el Océano Índico.

Estos activos pueden ser, de acuerdo al político británico, los cimientos para sostener a los nuevos emplazamientos militares, los cuales podrían ubicarse en: Montserrat o Guayana, en el Caribe; Singapur o el mar de la China meridional, en Asia.

De esta manera, el Reino Unido muestra su deseo de recuperar la presencia en Asia-Pacífico, una zona que dejó atrás –Singapur, en 1971, y Hong Kong, en 1997, cuando su soberanía fue devuelta a China. Esto revela una estrategia ambigua y con una ligera duda: ante la deficiencia de presupuesto y personal…. ¿Será prudente realizar un despliegue de personal y establecer bases en esa región?

Puede ser una jugada con un as bajo la manga, una opción viable para ellos: dejar a un lado la cuestión de la defensa y enfocarse en un nuevo socio comercial post-Brexit: China. Si así fuera, no tendría una gran presencia ya que los chinos superan en fuerza y numero a la debilitada fuerza real. Aunado a esto, intentar recrear sus antiguas zonas de influencia. Es decir, establecer una “cadena de perlas” en una zona donde China tiene el control comercial puede ser hasta contraproducente ya que China cuenta con una de las flotas navales más imponentes de la región, la cual sobrepasa por un notable número de navíos a la disminuida Royal Navy.

Finalmente, sólo queda estar a la expectativa ver qué sucede con lo que fue un gran ejército siendo desmoronado ante la decadencia, acelerada por el inminente Brexit.

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El Reino Unido: una superpotencia cultural HÉCTOR ALFREDO DE VELASCO DÁVILA Becario Chevening Universidad Alameda

Los londinenses vitorean al primer ministro Winston Churchill, septiembre de 1940 Disponible en: https://www.theguardian.com/uk-news/2018/jan/07/winston-churchill-darkest-hour-andrew-rawnsley

Con gratitud imperecedera al Consejo Británico

Definir, dicen los filósofos de la ciencia, es la acción de poner límites a todo aquello que pretendemos esclarecer de manera particular delimitando campos y esferas de aplicación. Dentro de los tipos de definición que existen es posible mencionar las de tipo semántico, etimológico y operacional.

Para propósitos del presente artículo, he decidido emplear la definición de cultura que, en 1984, enunció la investigadora sudafricana Cecil Heman, especialista en medicina antropológica y quien estableció dos dimensiones integrantes de la cultura como son “El sistema de reglas y hábitos que permiten a los seres humanos vivir en comunidad y dirigir su conducta”. Por su parte, la potencia es definida como la habilidad para llevar a cabo algo; como el control de la influencia o autoridad en los diversos campos de la cultura.

El Reino Unido es una superpotencia cultural porque, a través de su historia, ha desarrollado en la población las actitudes morales generales y del campo del conocimiento. Entre las actitudes morales generales destacan la tolerancia como la permisividad consciente en los usos sociales de las opiniones; la solidaridad como la cohesión interna de grupo y la noción de mutua dependencia. A estas dos se agrega la responsabilidad como cumplimiento de las tareas y la capacidad para tomar iniciativas al igual que valorar las consecuencias de una acción.

Indicadores y ejemplos de lo anterior pueden encontrarse en la práctica del soap boxing que permite criticar abiertamente la administración gubernamental sin sufrir coerción o represión. Quienes hurguen en la historia de la Segunda Guerra Mundial podrán explicarse por qué fracasó la Blitzkrieg nazi y el Adlertag de la Luftwaffe, merced a la responsabilidad y solidaridad de la Home Guard.

Las universidades británicas ocupan, según The Times Higher Education World University Rankings 2018, el primer lugar seguidas por las estadounidenses y en perpetua lucha con las germanas. En ellas, al igual que en el sistema educativo, se desarrollan las actitudes relacionadas con el campo del conocimiento y entre las que sobresalen: la curiosidad científica, la precisión, la objetividad y la evaluación crítica.

La curiosidad científica para los ingleses significa el afán incontenible de saber, llevar a cabo una investigación sobre la naturaleza del mundo científico y el mundo social. Ejemplo de ello es la curiosidad del joven Isaac Newton quien en la edad adulta y, con base en los trabajos de Borelli y Hooke, estableció el principio de la gravitación universal vinculando la búsqueda de información con la resolución de problemas y la determinación de la causalidad.

Otras actitudes del campo del conocimiento que han convertido al Reino Unido en una superpotencia cultural son: la objetividad y la precisión dimensionadas por la recolección de evidencias factuales, la exactitud en las acciones y el uso de evidencias para argumentar y explicar. Un ejemplo preclaro es el viaje del Beagle a las Galápagos y los trabajos de Charles Robert Darwin que culminaron con la publicación del Origen de las Especies y la formulación de la teoría de la evolución, misma que ha sido ampliada magistralmente por Richard Dawkins de la Universidad de Cambridge.

En el Reino Unido se practica una devoción indeclinable por la obra de sus inventores: el taller de James Watt, la locomotora de George Stephenson; el World Wide Web de Tim Berners-Lee, entre cientos de patentes e inventos que engalanan los museos de sus principales ciudades; en la literatura destacan, entre otros: William Shakespeare, Lord Byron, John Milton, Thomas Hobbes, John Locke, Winston Churchill, etc.

El Reino Unido es un crisol de razas en donde han concurrido científicos y pensadores que por motivos político-raciales fueron obligados a refugiarse en la isla brumosa: Karl Marx; Montesquieu; Francesco Petrucelli de la Gattina; Víctor Hugo; sir Karl Popper; Imre Lakatos, etc., quienes sin el ámbito de clara tolerancia, sin la interacción de sus saberes con la atmósfera intelectual de la evaluación crítica, tal vez todos ellos no hubieses podido identificar y redactar los cánones de sus obras más preclaras.

Finalmente, y como ocurriera en 1588, en 1805 y en 1940, el viejo tambor de Francis Drake vuelve a sonar alertando al pueblo británico del peligro que se cierne sobre él. Sin embargo, los británicos saldrán avante. No tengo dudas porque como dijo Heráclito: Ethos anthropos daimon.