NESSUN DORMA!
9 DE JUNIO DE 2019 / NÚMERO 3, AÑO 1
Cómputos: voto por voto JOSÉ DE JESÚS MACÍAS MACÍAS
D
entro de la barroca estructura que la normatividad electoral mexicana tiene, producto de las condiciones políticos-electorales que México vivió durante la hegemonía de un solo partido y de la desconfianza generada por tales circunstancias, se encuentra una etapa, dentro del proceso electoral, que suele escapar o ser desconocida para el grueso de la ciudadanía, dicha etapa es identificada como los cómputos, que con independencia del tipo que suela tener, esto es: municipales, distritales, locales…, en términos generales y sencillos su importancia radica en que después de los mismos y sólo después de su conclusión, la autoridad administrativa electoral (dígase INE o IEE), puede declarar la existencia de un ganador o ganadora en una contienda electoral. Los cómputos, según la ley, deben realizarse el miércoles siguiente a la celebración de la jornada electoral bajo la responsabilidad de aquellos ciudadanos que fueron en su momento designados como consejeros electorales, con el apoyo de capacitadores, supervisores y otros funcionarios electorales, pero, además e invariablemente, con la vigilancia de los partidos políticos que disputaron algún escaño en la elección. Su finalidad es depurar todas aquellas inconsistencias, errores u omisiones que el día domingo durante la jornada electoral se pudieron cometer por diferentes circunstancias en el conteo de los votos, el llenado de las actas de escrutinio y cómputo o el traslado de la votación a las sedes de los consejos electorales y que pudieran afectar a uno o a varios partidos políticos y a sus candidaturas. A diferencia de lo que pudiera pensarse, el proceso de cómputos no es algo que provenga de aquella elección Presidencial de 2005-2006, en la que, si se hace memoria, un candidato, al sentirse inconforme con los resultados de dicha elección acuñó la tan conocida frase de “voto por voto, casilla por casilla” movilizando así a un número importante de ciudadanos que abanderaron tal solicitud.
De hecho, la existencia de los cómputos en nuestro país, al menos con un enfoque o marca de profesionalismo data de la propia creación del otrora Instituto Federal Electoral en 1990, y aunque de entonces a la fecha el procedimiento también se ha vuelto más complejo, lo cierto es que las autoridades electorales tienen la obligación (a fin de dar certeza en la contabilización de todos y cada uno de los votos emitidos por la ciudadanía), de recontar la votación depositada en las urnas de aquellas casillas que como ya se refirió, muestran señas evidentes de contar con errores o inconsistencias en los resultados para asegurarse de que quien deba ocupar un cargo público, lo haga con el apoyo de la mayoría ciudadana. El procedimiento para la realización de los cómputos es artesanal; es decir, muy detallado. Se origina -o parte- de las actividades que los consejos realizan una vez que las casillas han clausurado su actividad y que remiten los paquetes electorales a las sedes de los mismos. Es en ese momento que inicia la detección de todas aquellas casillas que serán objeto de un nuevo recuento. En esta actividad, cada uno de los partidos políticos tiene el derecho de proponer casillas para recuento conforme a la normatividad electoral. Así, y una vez acordado el número de casillas que se recontarán, en presencia de los partidos políticos se abren y recuentan voto por voto y casilla por casilla, cada uno de los paquetes identificados. El pasado miércoles 5 de junio, dentro del Proceso Electoral 2018-2019, en cada uno de los 11 municipios de Aguascalientes, fue desahogada la etapa de cómputos municipales, cuyos resultados finales son producto de hasta un doble recuento; a saber, el realizado en las mesas directivas de casilla y el realizado en las sedes de los consejos municipales. La ciudadanía puede estar cierta, de que, si acudió a emitir su voto el pasado 2 de junio, el mismo fue contado y tomado en cuenta para el o la candidata que señalizó en la boleta. Sin embargo, el proceso electoral aún no concluye, viene ahora un período en el que tanto candidatos como partidos políticos pueden volver a invocar la ley para hacer respetar sus derechos de considerarlos vulnerados. Una vez que la autoridad jurisdiccional (tribunales), se pronuncie sobre las quejas que se presenten habrá definitivamente finalizado el proceso electoral de 2019. José de Jesús Macías Macías es Consejero Electoral en el Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes. jes2mac_76@hotmail.com; Twitter: @JessMacas7
El prefijo “des” ALEJANDRO SOLÍS HERNÁNDEZ
A
liento, ánimo, confianza y encanto, son palabras con sentido positivo. Pero, si les anteponemos el prefijo des, lo pierde, denota justamente lo contrario: desaliento, desánimo, desconfianza y desencanto. Que fonéticamente se acercan a decepción. Y eso es lo que pasa con la participación ciudadana en las urnas, máxime si de una elección intermedia hablamos. Confieso mi elevado triunfalismo respecto a lo que esperé de la participación en esta elección de ayuntamientos en el estado de Aguascalientes; me disculpo con ustedes: pequé de optimista. En el primer número de Nessun Dorma! (Domingo 19 de mayo de 2019) les expuse mis razones, creí que mis argumentos apoyaban la idea de superar el umbral de los 50 puntos de participación, me equivoqué. El domingo dos de junio de 2019 imperó el desánimo entre el electorado aguascalentense: el promedio de participación estatal fue del 38.98%, ni siquiera cuatro de diez electores votaron. Una situación similar la vivimos en la elección federal intermedia de 2015: sólo votamos el 37.19%. Esto confirma una regla no escrita: las elecciones intermedias no animan ni a las familias de las y los contendientes. Para entender al desaliento debemos encontrar argumentos muy convincentes para explicar porqué en los cuatro municipios más poblados la participación fue de las más bajas; con base en los datos publicados en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), vemos que Aguascalientes con el 33.81%, Jesús María con el 35.59%, Calvillo con el 45.32% y Rincón de Romos con el 43.53%, estuvieron debajo de los 50 puntos. Hay material de sobra para debatir sobre la legitimidad de la y los electos. Pensé que ya habíamos superado la desconfianza en los procedimientos para integrar las mesas directivas
de casilla; 28 años después de la primera insaculación realizada por el IFE, todavía hay personas que reclaman “¿Por qué me tocó a mí?”; es necesario volver a decirles que “les toca” porque es producto del azar y sólo del azar. Un sistema informático que no discrimina, pues. Creí que ya habíamos superado el desencanto: la gente premia o castiga según percibe cómo se conduce el gobierno en turno. Cinco de ocho personas que buscaron la reeleción lograron su cometido, y en cuatro de once municipios se dará la alternancia; el desencanto se impone y sigue vivo. Padecemos ceguera de taller; es decir, ya no vemos lo que está frente a nosotros: personas desencantadas, desilusionadas y con mucha decepción. Debemos abandonar la idea de ver a la participación como asunto emparentado con el altruismo o la filantropía, ni la ciudadanía es beneficiaria de nada ni nosotros somos sus salvadores, y es que, en verdad, hay personas que así ven al electorado. La ciudadanía es derecho habiente y nosotros somos actores obligados en la promoción de su participación. Ánimo. La gente no sale a votar, a las personas no les interesa votar en una elección intermedia. Son dos verdades que nos caen como golpe seco. A esas cuestiones son a las que debemos abocarnos y ocuparnos. Debemos replantear nuestras formas y maneras de promoción de la participación ciudadana. Debemos resideñar nuestros métodos para la promoción del voto. Llevar a la gente a votar es más complicado que integrar las casillas. Ambas situaciones son aspectos que dependen de la voluntad ciudadana. Y en la segunda sí tenemos éxito. Vamos, ni siquiera la reelección resultó atractiva para desbordar las casillas. ¿Acaso alguien se atreve a decir lo contrario? Al momento de mandar este artículo al Editor, es un hecho que los 11 Consejos Municipales ya habrán entregado las respectivas Constancias de Mayoría y Validez de la elección. Y con ese acto volverán el ánimo y la ilusión. Alejandro Solís Hernández es Vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE en el estado de Aguacalientes alejandro.solis@ine.mx y @AlexSolHer en Twitter