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CRÍTICA / LA VIALIDAD La Jornada Aguascalientes / Aguascalientes, México. SEPTIEMBRE 2018 / Año 9 No. 146

CONTENIDO:

Una ciudad… ¿para todos?

Itzel Lazarín1

Una ciudad… ¿para todos?

ITZEL LAZARÍN

Nueva Ley de Movilidad; retos para un transporte digno/Aguas con la movilidad ARYANA SOLIZ Y JORGE SÁNCHEZ

Pasos a desnivel, Ley de Movilidad e inundaciones: ¿relatoría de los hechos o de los daños?

WALKIRIA TORRES SOTO

Reseña HAN, Byung-Chul, El aroma del tiempo. Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse, trad. Paula Kuffer, Herder, Barcelona, 2015, 168p JULIETA LOMELÍ BALVER

Se ha demostrado hasta la saciedad, que tratar de arreglar un problema de transporte haciendo más vías, es como tratar de apagar un fuego con gasolina. La única solución seria, para tener una ciudad más eficiente y humana, es restringir severamente el uso del automóvil.

Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá.

L

a movilidad se ha convertido en el último grito de la moda, ahora estamos rodeados de amplias calles, modernas avenidas y estrambóticos distribuidores viales, pero… ¿Para qué sirve todo esto? ¿Quién recibe realmente el beneficio de tanto desarrollo y modernidad? ¿Cuáles son los parámetros que rigen las políticas de la vialidad en las ciudades?

Las políticas de movilidad se rigen, de acuerdo con los gobiernos, por la eficacia, es decir, reducir el tiempo de traslado de un punto a otro, principalmente, para acudir a los centros de trabajo. Sin embargo, en Aguascalientes, el uso del automóvil se ha explotado tanto que existen fragmentos de la ciudad capital donde el transporte público es inexistente (a excepción de los taxis o el servicio de UBER) o, en lugares más pequeños, como la ciudad de Pabellón de Arteaga donde se caminan trayectos de 20 minutos para acudir a los taxis de sitio y pagar desde $35 hasta $100 por un traslado de 10 min. Resulta incoherente que los gobiernos naveguen con la bandera de la sustentabilidad y el respeto a las normas ecológicas cuando “la falta de inversión en el transporte público incita al uso individual del transporte, afecta la movilidad urbana y disminuye la eficacia de los servicios de transporte público. En estas circunstancias el transporte colectivo enfrenta problemas para su capitalización y baja su eficiencia, lo cual afecta sobre todo a los grupos sociales más desfavorecidos”.2

1 Licenciada en Letras Hispánicas, filósofa, feminista, promotora cultural y docente. Contacto: itzel.lazarin@gmail. com.

2 Delgado, J.; Chías, L.; Ricárdez, M.; Martínez, A.; Suárez, T. (2003). “Vialidad y vialidades en la ciudad de México”, Ciencias 70, abril-junio, pp. 50-64 en: http://www.revistaciencias.unam.mx/es/83-revistas/ revista-ciencias-70/690-vialidad-y-vialidades-en-la-ciudad-de-mexicoun-contexto-para-el-segundo-piso.html

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Las políticas de movilidad deberían establecerse de acuerdo con los principios y necesidades de la población, una buena planeación de las ciudades involucraría a todos los habitantes, generando relaciones eficientes entre los servicios y derechohabientes, por ejemplo: los servicios de salud estarían cerca de sus principales consumidores, evitando que el traslado sea costoso o complicado, como ocurre en la actualidad donde, en algunos casos, las personas tienen que pagar un servicio de taxi o varios transportes, para llegar desde su vivienda hasta el hospital más cercano o el que le corresponde de acuerdo con su filiación de seguridad social.

Fomentar prácticas sustentables que beneficien al peatón, además de disminuir el uso del automóvil parecen ser deseos inalcanzables, ya que los gobiernos se empeñan en favorecer el tráfico vehicular, mediante la construcción de vías y pasos que complican la movilidad peatonal, tal es el caso de justificar la construcción de un paso a desnivel en un lugar donde la gente utiliza medios alternos como señalaron en alguna protesta: “Mucha gente de Jesús María viene a trabajar a Aguascalientes en bicicleta y no están pensando en ellos, se va a derribar la ciclovía, además de 150 árboles de más de 30 a 40 años de edad y que se considera un ecocidio, para hacer una infraestructura que solo beneficia a los automovilistas”.3 La Ley de Movilidad, para el estado de Aguascalientes, publicada el día 30 de abril de 2018 en el Diario Oficial señala, en el artículo 2º, que “la movilidad se entiende como el derecho de toda persona y de la colectividad a disponer de un sistema de desplazamientos de calidad accesible, continuo, eficiente, seguro, sustentable, suficiente y tecnológicamente innovador, que garantice su desplazamiento en condiciones de igualdad y equidad, y le permita satisfacer sus necesidades, contribuyendo así a su pleno desarrollo”.4 Resulta contradictorio lo planteado en la ley con las obras que se están realizando porque en ella se habla sobre la preferencia que tienen el peatón y los medios alternativos de transporte, cuando la infraestructura necesaria es inexistente o sólo existe en algunos puntos céntricos de las ciudades como un atractivo turístico, sólo para dar una buena impresión. Sin considerar que la movilidad implica un sinfín de cuestiones: transporte público de calidad, señalamientos viales en buen estado y en el lugar correcto, promoción y divulgación de las normas viales, para generar una cultura cívica, infraestructura para todos, etcétera.

3 Rodríguez Loera, C. “Protestan contra paso a desnivel de Avenida Universidad y Colosio” en: La Jornada Aguascalientes, 24 de enero de 2018.

4 Ley de movilidad del estado de Aguascalientes en: http:// eservicios2.aguascalientes.gob.mx/NormatecaAdministrador/archivos/EDO-18-141.pdf

Nueva Ley de Movilidad;

retos para un transporte digno /Aguas con la movilidad Aryana Soliz y Jorge Sánchez1

E

ste año comenzó con el estreno de una nueva ley que viene a sustituir la antigua Ley de Vialidad del estado. Noticia cargada de esperanzas, donde el peatón vuelve a ser el rey de la calle, por lo menos en papel. Otros temas relevantes que contiene son: la promoción de la movilidad sustentable o no motorizada, es decir el uso de la bicicleta, y el tema motivo de este artículo, modernización del transporte público.1 Esta vez sí, prometen las autoridades estatales, será posible cambiar lo que desde hace una década y media es evidente: el servicio de transporte en la Zona Metropolitana de Aguascalientes quedó rebasado, tornándose inoperante, hecho que constituye una fuente de problemas para usuarios y población en general, además de que no contribuye para nada a una movilidad sustentable. ¿Será que podremos pasar en poco tiempo de estar en los últimos lugares, a los primeros con esta ley, como declaró el gobernador electo en su momento? “Si ahorita estamos en los últimos lugares, en el 27, 28 del país, estaremos en los primeros lugares.” Orozco, M. (26 noviembre 2016).

Veamos algunos retos que se deberán enfrentar para que eso suceda. En primer lugar, tenemos una cantidad de vehículos exagerada para el tamaño de nuestra ciudad. Con una población de 1 millón 346 mil personas al cerrar el año 2016, el número de vehículos motorizados representa casi la mitad de los habitantes, un vehículo por cada dos personas.

Total de vehículos registrados en circulación, 2016.

● Asegurar que los mecanismos de consulta y

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Total

543,800

Vehículos de motor

492,385

Motocicletas

Se anuncia el establecimiento de un Sistema de Movilidad Integral y Sustentable para contar, en un mediano plazo, con transporte a la altura de una ciudad capital, y a largo plazo conseguir una movilidad colectiva que contribuya a conseguir calidad de vida, con menos estrés y contaminación.

En este contexto, los ciudadanos podemos jugar un papel más activo a través de un Observatorio y un Consejo Consultivo, y cumplir un papel participativo y vigilante que limite los abusos y excesos de los concesionarios.

En este terreno que ya no es la competencia física por el espacio, sino el campo donde los intereses económicos, los juegos, alineaciones políticas, los acuerdos y alianzas, en los que la peor parte la lleva el usuario del transporte, se requiere al menos:

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51,415

INEGI. Banco de indicadores. Estadísticas de vehículos de motor registrados en circulación. 2016

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participación ciudadanas, incidan en la toma de decisiones y no se queden sólo en una palmada en la espalda Vigilar, supervisar y documentar las condiciones de operación del transporte público, consignando a la autoridad las anomalías y resulten en sanciones efectivas.

Dar mayores facultades al Observatorio Ciudadano de Movilidad para fortalecer la participación ciudadana en políticas públicas en materia de movilidad.

Impulsar estudios sobre el transporte que mantengan actualizada la tendencia de mejora del servicio.

Realización y publicación de estudios que sustenten acciones, programas y políticas en materia de transporte colectivo.

Gestionar el aprovechamiento ciudadano de una fracción de espacio publicitario que corresponde a las administraciones para hacer pública la opinión del usuario, para mantener una actitud crítica de mejora del servicio.

Asegurar mayor inversión en el transporte público, para garantizar que las promesas de

Una ciudadanía que, ante la ausencia de un transporte digno, ha privilegiado el uso del auto, pues en el nivel nacional nos encontramos por arriba de Nuevo León, la Ciudad de México y muchas otras entidades, dado que –en Aguascalientes– el 58% de los hogares que cuentan al menos con un auto o camioneta para trasladarse.

Si sumamos al desdén de los ciudadanos por el transporte público, los aumentos de tarifas que no corresponden a la calidad del servicio, la mala condición de los autobuses, la promesa de modernización nunca cumplida que nada más no terminan de modernizarse, la espera de una hora en promedio para tomar una unidad, ya que es ineficaz o nula la logística trazada para las rutas, la falta de puntualidad o ausencia de horarios definidos en el paso de las mismas. Terminamos entonces por comprender que el llamado a la modernización resulta francamente un sueño.

1 Contacto: aguasconlabici.ac@gmail.com

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mejoras, tengan un sustento efectivo y real a través de unidades nuevas y adecuadas para transportar gente y no plataformas de carga adaptadas para autobús.

Las soluciones de raíz no se vislumbran pronto, sin embargo, permitámonos el optimismo de ubicar a la mitad del próximo verano como el inicio del amanecer, el momento que empiece la transición hacia un nuevo esquema que deje atrás la era del abandono de la transportación pública.

El 10° Congreso Nacional de Ciclismo Urbano que se realizará en noviembre de este año en nuestra ciudad, abordará este tema desde lo local pero en la dimensión nacional de lo que enfrenta este modo de transportarse, que sin duda es ambientalmente más responsable que el uso del automóvil.

Muchos retos enfrentamos la sociedad, empresas y gobiernos, para lograr que la inversión pública y privada deje de priorizar la construcción de puentes anti peatonales y pasos a desnivel que incentivan el aumento de velocidades y segregan colonias y localidades en favor de ciudades despersonalizadas y deshumanizadas.

Una deuda de la ciudadanía de Aguascalientes y del país es la conformación de organizaciones representativas de los usuarios del transporte público, con excepción valiosa de estudiantes de diversas ciudades que valientemente se enfrentan a los monopolios para poder seguir sus estudios, vaya la invitación desde aquí a formar clubes y asociaciones de usuarios del transporte público.

Fuentes: INEGI. INEGI. Banco de indicadores. Estadísticas de vehículos de motor registrados en circulación. 2016. www.inegi.org.mx.

Consejo consultivo del transporte: Ignorado. http:// www.lja.mx/2016/11/gobierno-ignoro-al-consejo-consultivo-del-transporte-al-subir-tarifas-entregar-concesiones/.

Pasos a desnivel, Ley de Movilidad e inundaciones: ¿relatoría de los hechos o de los daños?

Walkiria Torres Soto1

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n lo que va de este año el tema de infraestructura vial ha estado presente. Presenciamos la construcción de los polémicos pasos a desnivel que generaron inconformidad en una buena parte de la población; algunos simplemente pensaron en las molestias que ocasionan, otros se manifestaron en contra de la tala de árboles que conllevó dicha obra al norte de la ciudad; unos más, consideraron absurdas estas construcciones porque siguen incentivando el uso automóvil particular y no parece acorde con la muy promovida Ley de Movilidad Urbana que se anunciaba como integral y de vanguardia al buscar aminorar el impacto ambiental, dar prioridad al peatón, mejorar el transporte público e incluir vialidades para ciclistas.1

No obstante las protestas públicas, los pasos a desnivel siguieron en construcción. Se prometió plantar árboles en algunos parques de la ciudad como reparación del daño; se nos dijo que el recurso para estas obras ya estaba gestionado desde la administración pasada y que una vez terminada la construcción ahorraríamos de ocho a diez minutos al recorrer segundo anillo. Al respecto yo me pregunté: “¿Por cuánto tiempo se tendrá ese ahorro?” Pues este tipo de infraestructura vial no resuelven los problemas de fondo; la supuesta reducción es engañosa porque no toma en cuenta la demanda inducida, es decir, que al no tener un transporte público eficaz y al construir vialidades que sólo benefician a las personas que tienen un auto, inducen a los que no tienen a adquirir uno y al existir más vehículos se genera más tráfico, contaminación, accidentes, daños a la salud, etc. Además, los puentes vehiculares provocan pérdida de accesibilidad porque crean un efecto barrera al aislar a las colonias, disminuye la movilidad peatonal y ciclista; hay deterioro del entorno urbano al propiciar espacios inseguros y subutilizados, las propiedades cercanas se vuelven menos atractivas por lo que puede disminuir su valor y se reduce el acceso a los comercios provocando incluso su cierre.

Más adelante se aprobó la Ley de Movilidad Urbana, de la cual, sólo la prohibición del pago en efectivo para los usuarios de Uber fue la que generó polémica y debate en los medios de comunicación local y en redes sociales. Pero todos los demás cuestiones como: ¿bajo qué medidas se buscará aminorar el impacto ambiental de la movilidad motorizada?, ¿qué pasó con regular y mejorar el transporte público?, ¿con la inclusión de los ciclistas?, ¿priorizar al peatón?, etc.; quedaron marginadas, no se dijo mucho sobre ellas.

Después vino la tromba descomunal que hizo posible que los contenedores de basura dieran un tour por la ciudad. Las fotos de las inundaciones nos asombraron y los memes nos hicieron reír. Recuerdo que estuve atrapada en medio de la tormenta, algunas ciclistas y peatones nos trepábamos en los postes porque el nivel del agua era cada vez mayor; sin embargo, no faltó quien se tomó la selfie o hacía tomas de la catástrofe. Desconcertados no sabíamos bien que hacer: ¿marcharnos en medio del caos o esperar? Después de un buen rato y viendo que las cosas no pintaban mejor, yo 1 Contacto: walkiriatorressoto@gmail.com

junto con un grupo de personas decidimos movernos del lugar en el que nos encontrábamos, nos apoyamos pasando bicicletas y tomándonos de las manos. Una vez que cruzamos la avenida nos dispersamos, en mi caso opté por caminar por donde recordaba que no se inundaba, todo se miraba triste, desolado y a la vez había desconcierto. Los semáforos no servían, había gente con sus autos descompuestos, otras esperando un camión o inútilmente queriendo tomar un taxi. Me alegró llegar pedaleando a casa, aunque seguía con la misma sensación. Al día siguiente, las anécdotas no se hicieron esperar, no acostumbrados a esta clase de lluvias ni de contingencias hubo actos heroicos y hechos que lamentar.

Este suceso desveló lo que en cierta forma ya sabíamos: que las inundaciones se deben a que estos lugares eran el cauce natural de ríos y arroyos. ¿A quién culpar? Es evidente que no es conveniente convertir estos sitios en arterias viales o fraccionamientos. Ingenuamente se cree que se puede imponer el concreto a la naturaleza y lo que sucedió demuestra lo desfasada que es esta perspectiva. Los seres humanos históricamente hemos trasformado el medio ambiente en lugar de adaptarnos a él, pero a partir del acelerado desarrollo de la industria y en particular el automotriz hemos radicalizado esta postura. Las ciudades modernas han sustituido y modificando el hábitat por uno más artificial. Así paulatinamente los ríos se entubaron, ya no hay senderos, las calles con adoquines o jardines ya parecen vestigio de otros tiempos; de tal manera que cada vez hay menos espacios destinados para caminar al aire libre y convivir con el ambiente natural. Todo esto indica que nos estorba la naturaleza o acaso ¿ignoramos que dependemos de ella para vivir? Nuestra indiferencia es abrumante. La vegetación endémica es poco estimada y en las pocas áreas verdes muchas veces se plantan especies exóticas al suponer que son más atractivas. El resultado: erosión del suelo, incremento de las temperaturas, inundación de las calles, extinción de la flora y fauna que son esenciales para el buen funcionamiento del ecosistema. Las consecuencias catastróficas de la tromba que azotó a la ciudad, se deben a la falta de mantenimiento a los drenajes y las tuberías, a la basura en las calles, pero también y en gran medida a esta visión desfasada y antiecológica en la que hemos creído que está el progreso y la modernidad.

Otro asunto importante que viene a colación es la expansión horizontal de la ciudad. Un distintivo de la capital del Estado de Aguascalientes son los tres anillos que circundan esta localidad cuya función era la de ordenar los flujos de transporte, de comercio y de movilidad; dando la impresión de planificación y conectividad. Sin embargo, el crecimiento demográfico, la marcha urbana y las largas distancias entre las viviendas y los centros de trabajo como de los servicios (escuelas, hospitales, dependencias de gobierno) han imposibilitado un desarrollo metropolitano que en verdad esté planeado y menos que sea sustentable.

A pocos días de la inundación, hubo una manifestación en contra de la construcción de la Plaza Outlet. Entre las quejas se señalaba la necesidad

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de preservar áreas naturales, recuerdo una pancarta que decía: “No queremos ropa de segunda, queremos aire de primera”, yo incluiría una ciudad más humana y que preserve la vida. Lo que pone de manifiesto que hay personas, organizaciones civiles, colectivos ambientales y ciclistas que son conscientes de la problemática, que exigen a los encargados de las políticas públicas una visión integral en materia de movilidad urbana. Es urgente atender al cuidado ambiental, invertir en infraestructura peatonal y de esta forma para privilegiar a los usuarios más vulnerables en la vía pública con calles con banquetas accesibles para todos (niños, personas de la tercera edad, con muletas, sillas de ruedas o débiles visual, etc.), es inaplazable tener un transporte público de calidad y mejorar las condiciones para aquellos que usan la bicicleta. También es necesario regular y en la medida de lo posible impedir la expansión de la ciudad; por ejemplo, no fraccionar La Pona, ni el bosque de los Cobos u otras áreas naturales; más bien planificar, aprovechar y mejorar las zonas urbanas que ya existen a través del uso de suelos mixtos en los que puedan coexistir el entorno natural con viviendas, comercios y parques.

Por utópico que parezca: se vale soñarlo.

Marc Augé en su libro Elogio de la bicicleta dice que “cambiar la vida es cambiar la ciudad”. Yo concuerdo plenamente con ello; un entorno sucio, inseguro, contaminado afecta nuestra salud, estado anímico y bienestar mental. Por lo que soñar, accionar y luchar por una mejor ciudad es jugarse la propia existencia. Se puede comenzar con acciones sencillas, cotidianas, como disminuir el uso y compartir el automóvil, no tirar basura en la calle, ejercitarnos al aire libre, conectarnos con el medio natural a través de paseos y reforestar con vegetación nativa nuestras áreas verdes, banquetas y jardines. Recuperar el sentido de pertenencia a nuestro hábitat es empezar a cuidarlo y a sembrar la esperanza de un mejor vivir.

Reseña

HAN, Byung-Chul, El aroma del tiempo. Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse, trad. Paula Kuffer, Herder, Barcelona, 2015, 168p

Julieta Lomelí Balver

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s curioso que Byung-Chul Han (Seúl, 1959) se haya vuelto popular escribiendo sobre una disciplina que en la actualidad goza de poco interés, la filosofía. Sin embargo, su fama no es fortuita y sus palabras encuentran un amplio público de lectores fuera de la academia, pero también dentro del cubículo universitario. Byung-Chul Han tuvo la astucia de escribir sobre un asunto que concierne al hombre de la época, supo descifrar el desgaste del siglo. Uno que según el filósofo se sintetiza en un “exceso de positividad”, en la obstinación de aspirar a la perfección laboral, emocional y corporal, sacrificando cualquier “negatividad” que se atraviese en el camino e impida llegar a la cúspide, no de la satisfacción, pero sí de un cierto grado de éxito.

Un ejemplo claro lo encontramos en el libro que lo catapultó a la fama, La sociedad del cansancio, en el cual describe al individuo replegado en el trabajo, confinado a la autoexplotación, que abandona cualquier interés ajeno en aras de conseguir el triunfo profesional. Este animal laborans reprimido y esclavo de sus ambiciones está confinado a ser un engranaje más de la maquinaria neoliberal.

Así, la idea de coerción a un jefe desaparece y el sacrificio laboral se encuentra dirigido por la superación individual y la autorrealización.

En su ensayo El aroma del tiempo, Han retoma esas primeras ideas. Se pregunta cómo este ser atareado y autoexplotado comprende y administra su tiempo. Para el pensador coreano, la crisis del siglo está arraigada en la disincronía, en la pérdida de un hilo conductor o, mejor dicho, de una comprensión lineal y progresista del tiempo, que tuviera

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la intención de ir hacia alguna meta, y que apostara, como antaño, a la asimilación de un pasado y un presente proyectados hacia un futuro alentador.

Desde las primeras páginas, Han anuncia el propósito de su opúsculo: encontrar las raíces de la disincronía, describir sus síntomas y polemizar con los posibles daños que esta acarrea al hombre contemporáneo. Solo así, diagnosticando la patología posmoderna de un tiempo que se desperdiga sin ningún propósito, de una fantasía que no logra construir nada duradero –sean relaciones afectivas estables, una carrera profesional célebre, o cualquier plan que no se derrumbe con el vendaval de una nueva ilusión efímera–, se podrá también sugerir un paliativo. Una cura que solo se suministra en la solitaria morada interior, a partir de una reconciliación con la vita contemplativa.

El aroma del tiempo hila –a partir de una escritura densa, que no apunta a un orden lineal– un diálogo constante con Nietzsche y Heidegger. El autor recuerda la lección del Zaratustra de Nietzsche: “quien tiene una meta y un heredero quiere la muerte en el momento justo para la meta y para el heredero”. El individuo actual, concentrado en sobrevivir, no parece acumular una experiencia profunda. Transita errabundo por el momento que acaece. No consigue meta y heredero. Aunque sea viejo, muere prematuramente.

El filósofo recuerda que Heidegger también muestra, desde su propio camino, a morir a tiempo. La sugerencia es descubrir lo más originario de nuestro ser, que no es otra cosa que tener en cuenta la constante amenaza de que feneceremos, para

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EDITOR Enrique Luján Salazar

DISEÑO Genaro Ruiz Flores González

COMITÉ EDITORIAL Ignacio Ruelas Olvera Lucía Carolina Muñiz Leal Cynthia Ramírez Félix Walkiria Torres Soto Verónica Muñoz C.

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así adueñarnos de nosotros mismos y no despilfarrar eso que solo acaece existiendo: el tiempo.

Han retoma el concepto de instante heideggeriano y nietzscheano. Quien se adueña de su tiempo se adueña del instante y, en el mismo respiro, del devenir. La concepción auténtica del tiempo radica en la resolución que se lanza hacia lo que se quiere llegar a ser, sin olvidarse de lo que se ha venido siendo.

La sugerencia de Byung-Chul Han es doble.

En primer lugar, es necesario volverse un espíritu creativo, que permanezca abierto a lo que sigue, indefinido y altivo frente a cualquier fatídico porvenir, pero no por ello resignado e indiferente a trazar planes y cumplir metas. Pero también hay que evitar degradarse a homo laborans, anteponiendo la vita activa a la vita contemplativa. Para el filósofo coreano, “la demora contemplativa concede tiempo, da amplitud al Ser, que es algo más que estar activo”.

Nietzsche pensaba que habría que devolver la dignidad a los segundos de vida. Como crítico de la modernidad, el autor del Zaratustra pugna contra la pérdida de serenidad y de reflexión que el hombre de su época comenzaba ya a sufrir, cuestiona la explotación humana y el automatismo de la vida.

Un siglo más tarde, Han nos sugiere reconquistar los momentos de calma, del ocio lanzado al pensamiento prolongado, al disfrute del instante, a la renuncia de volvernos meros animales de trabajo.

Pero esto solo se conseguirá al integrar la dimensión meditativa a nuestras vidas.

Construir en granito nuestras moradas, así sean las moradas de una noche, recomendaba Gómez Dávila. Esto mismo significa devolverle el aroma al tiempo, comprometerse con el instante como si fuera el último que nos tocara vivir, con el momento fugaz que metafóricamente desearíamos desplazar al infinito. Y aquí recordamos una vez más a Nietzsche, el eterno retorno como un imperativo para la vida feliz: ¿quieres esto otra vez, infinitas veces? De la respuesta dependerá el valor y el sentido que se conceda a la vida.